sábado, 8 de diciembre de 2007

EN CARTELERA: THE GOLDEN COMPASS * * *

No sé si habrá sido por tener demasiadas expectativas al respecto, pero The Golden Compass (E.U.-Reino Unido, 2007), el filme fantástico de la temporada navideña, no me gustó tanto como yo esperaba, con una historia extraña y que no llegó a convencerme del todo. Envuelta por una serie de escándalos y polémica, calificada por miembros de la Iglesia Católica como “anti-católica” y que fomentaría en los niños sentimientos “antirreligiosos”, para ser sincero The Golden Compass, además de servirle todo esto como jugosa publicidad, es una película que lejos de hacer daño a los niños, quizás nada más les aburra un poco y, en el peor de los casos, la pasarán por alto.

Confieso desconocer la fuente literaria del filme, es decir, la novela homónima escrita por Philip Pullman, publicada por la editorial Scholastic (la misma de los libros de “Harry Potter”), pero mientras me pongo al corriente en su lectura, me arriesgo a afirmar que no siento lograda la adaptación que hizo el guionista Chris Weitz. Me parece que la película está hecha más para el disfrute de aquellos que ya han leído el libro y conocen bien todo el trasfondo de la trama, que para los que (como quien esto escribe) todavía no han leído la novela.

En concreto, siento que en la película todo se nos presenta muy asimilado, sin muchos antecedentes ni detalles que nos ayuden a entender el universo que presenciamos en The Golden Compass, un mundo que es una mezcla de realidad y fantasía, que luce como una Londres atemporal, con una estética entre decimonónica y futurista (la gente se mueve en transportes de diseños ultra modernos). A primera vista, la historia se nos antoja como hermana de The Chronicles of Narnia, libro de C.S. Lewis, con una galería de animales parlantes e inteligentes que acompañan a los humanos, como una especie de totems espirituales, que van con ellos a todos lados, los protegen y sentirán incluso el dolor del animal si es lastimado.

En un colegio que recuerda al Hogwarts de Harry Potter, Lyra (Dakota Blue Richards), una curiosa niña que tiene en un hurón, capaz de transformarse en gato, a su animal espiritual, es impresionada con el descubrimiento que hace su tío, Lord Asriel (Daniel Craig) sobre un misterioso polvo que está cayendo del cielo en una región del Polo Norte, tan poderoso que es capaz de unir mundos. “El magisterio” es un cuerpo de gobernantes malignos que no estarán a favor de sus estudios y planes para ir a explorar la región.

Una bella aristócrata que apoya al magisterio, Marisa (Nicole Kidman), propone a Lyra llevar a cabo un viaje al Ártico para observar “el polvo”. Sin embargo, el mejor amigo de Lyra es secuestrado junto a otros tantos niños, todos de origen humilde, por una organización que les realiza experimentos enfocados a separarlos de sus animales acompañantes, por verlos como una especie de fuente de "pecado". Lyra llevará en su aventura la brújula dorada del título, llamada “aletiómetro”, su única “arma” que le permite ver imágenes de todo lo que desee saber, y además hará amistad con un enorme oso polar, Iorek (voz de Ian McKellen), que recuerda al león Aslan de Narnia-, quien le ayudará en su travesía en un artefacto movido por globos, topándose con más de estos osos guerreros, brujas voladoras, gitanos arqueros, etc.

La película es la adaptación del primer libro (también conocido como “Northern Lights”) de una trilogía titulada “His Darker Materials”, y en parte eso explica el porqué también el filme, con unos estupendos efectos digitales en la forma de todos los animales animados y tan sólo un par de escenas rescatables: la pelea de los osos y la corta batalla final (por decir algo), se siente como una simple introducción a las que esperemos sean unas más emocionantes aventuras que le deparan a Lyra en las secuelas, que las vistas en este olvidable filme fantástico.

viernes, 7 de diciembre de 2007

EN CARTELERA: HOT FUZZ * * * *

En cierta escena de Hot Fuzz (Reino Unido-Francia, 2007), el oficial de policia Nicholas Angel (Simon Pegg), lleno de furia al ver el caos y locura que ha invadido al tranquilo pueblito de Sanford, en la campiña británica, mira cómo una “inocente” ancianita le apunta con un rifle. Desarmado, el oficial Angel tan sólo correrá y correrá hacia ella, mientras ésta recarga su arma, dispuesto a hacer lo que uno menos imagina. El más reciente filme del políticamente incorrecto realizador inglés Edward Wright (extraído del medio televisivo donde escribió y dirigió varias teleseries), está lleno de este tipo de sorpresas, en una clásica película de humor negro, con su típica mirada mordaz y burlona a la apacible vida provinciana, pero que no teme integrar elementos de sangriento horror slasher en una trama policiaca de suspenso.

En apariencia, todo es clásico en Hot Fuzz, pero lo admirable del Wright realizador y guionista (que coescribió el filme junto al mismo actor Simon Pegg), es su manera de darle la vuelta drásticamente a las convenciones de la comedia campirana británica, para ofrecernos un filme divertidísimo y escalofriante al mismo tiempo, que saca partido del costumbrismo pueblerino para hacer una mofa extrema a toda esta forma de vida, en el que primará el desparpajo total.

No es de extrañar nada de esto en Wright, cuyo primer largometraje, a Fistful of Fingers (1994), era una parodia al spaguetti western de Sergio Leone, mientras el segundo , Shaun of the Dead (2004), fue de nuevo un acercamiento paródico al cine de zombies estilo George Romero, ambientado en los suburbios de Londres. La tendencia a parodiar y homenajear todo lo humanamente posible, sigue presente en la filmografía de Wright, ahora haciendo lo propio con el thriller policiaco de Hollywood y los asesinos seriales, con las inevitables referencias al spaguetti western, al cine de terror, a las body movies, etc.

La historia arranca cuando Nicholas, policia más que eficiente y perfeccionista, es transferido de Londres a regañadientes por sus superiores (pequeñas actuaciones de Steve Coogan, Martin Freeman y Bill Nighy) para ir a trabajar al pueblo de Sandford, de esos pueblitos donde el tiempo parece no transcurrir y todo mundo se conoce y se saluda. Luego de ser abandonado por su novia, las cosas están lejos de seguir bien para Nicholas, ya que la policia de Sandford, dirigida por un pasivo inspector (Jim Broadbent), es todo menos la productiva y eficaz corporación que esperaba. Junto a su regordete compañero, Danny (Nick Frost estupendo), Nicholas verá que no todo es tan pacífico en Sandford, cuando se desencadene una serie de asesinatos cometidos por un extraño personaje disfrazado de monje.

Sin embargo, el inspector no moverá un dedo para resolverlos, creyendo que todos han sido accidentales, aunque Nicholas y Danny investigarán estos crímenes, detrás de los cuales quizás haya una conspiración. El reparto es de lujo, que incluye participaciones de Paddy Considine y Timothy Dalton, y si se pone atento descubrirá cameos de Cate Blanchett y Peter Jackson, dentro del trabajo de una mancuerna creativa (Wright-Pegg) por la que uno ya se está preguntando qué parodiarán después.


EN CARTELERA: MR. BROOKS * * 1/2

Kevin Costner regresa después de una larga ausencia (la cual, no me tenía muy preocupado que digamos) en Mr. Brooks (E.U., 2007), relato de suspenso psicológico que no acaba funcionando tanto como pretende. Estamos ante apenas el segundo largometraje de su realizador, Bruce A. Evans, su primer trabajo después de haber dirigido (hace poco más de 15 años) otro thriller, Kuffs (1992). Mientras, Evans se ha dedicado a la escritura de guiones, en donde se puede reconocer tiene buenas ideas, pero no la suficiente habilidad para dirigir y hacer más interesante un filme como Mr. Brooks.

Mr. Brooks (Costner) es un empresario exitoso, dueño de una fábrica de empaques, quien ha sido nombrado “hombre del año” por la comunidad empresarial en Los Ángeles. Una gran residencia, una esposa guapísima, dinero, aprecio, reconocimiento, una hija en apariencia intachable,... todo parece ser perfecto en la vida del Sr. Earl Brooks, hasta que descubrimos que este hombre, con facha de intelectual, en realidad lleva una doble vida como asesino serial. Es un personaje interesante, de tintes obsesivos compulsivos, esquizofrénicos, en esas alucinaciones que tiene de su alter ego, encarnado por un magnífico William Hurt, robándose por completo el filme en una sencilla pero intensa participación, como la presencia sólo visible para Brooks que lo acecha de manera constante, y le dirá cómo, cuándo y dónde cometer su siguiente crimen, e incluso, hasta cuándo podrá parar.

Sin embargo, la meticulosidad y cuidado que Brooks pone en cada uno de sus asesinatos, se verá alterada cuando, sin darse cuenta, sea observado por un "voyeur", después de asesinar a una pareja en pleno acto sexual. Por supuesto, la hitchcockiana trama -escrita por el mismo Evans- nos llevará al inevitable chantaje del que será objeto Brooks: el testigo pedirá observarlo asesinando a su próxima víctima, a cambio de no ir a denunciarlo. Lo malo es que Brooks está harto de esta doble vida, desea retirarse y dejar de matar. En tanto, una atractiva detective (Demi Moore) se encuentra tras la pista de Brooks, y lidiando con problemas personales.

Quizás la falla más evidente de la película, no sea tanto la floja historia concebida por Evans, que llega un momento a ponerse aburrida, sino el tratar de meter por la fuerza -de forma paralela- la inútil subtrama de la detective. Es verdad que todos los problemas maritales de Tracy, la detective, al final tendrán una justificación en la trama, de alguna manera se cruzarán en el camino de Brooks y entenderemos un poco más los móviles que lo llevan a matar. Pero hasta que no llega ese momento, la subtrama de Tracy estorba e impide que la historia de Brooks pueda ser más atractiva y desarrollarlo más como personaje.

El final es abierto, corta de tajo la historia, y esos créditos finales que emulan una antigua teleserie policiaca me gustaron. Sabemos que no hay salida para el torturante estado psicológico de Mr. Brooks, para esa espiral interminable de violencia y muerte que ha iniciado y de la que, por más que quiera, ya no podrá salir. Por más cuidado y limpieza que haya tenido siempre, lo peor será la pesadilla de ver a su familia manchada por la sangre que ha derramado.

CINESPAÑA: PELÍCULAS PARA NO DORMIR: PARA ENTRAR A VIVIR * *

El ciclo de películas de horror y suspenso paranormal, Películas para no Dormir, no podía dejar fuera a uno de los realizadores españoles más representativos del género, el catalán Jaume Balagueró, con una película bien realizada, aunque tiene en su contra el contar una historia trillada, con varios clichés, nada original y lugares comunes. Se trata de Para entrar a Vivir (España, 2006), que de nuevo nos presenta a la típica pareja de recién casados en búsqueda de un lugar para vivir. Cuando lo encuentran, claro, discuten porque a uno le gusta y al otro no le da buena espina. El sitio, como siempre, no será precisamente el más bonito del orbe y no les deparará unas sorpresas muy agradables.

Mario (Adrià Collado) y Clara (Macarena Gómez), el joven matrimonio en cuestión, van a dar a un edificio viejo, obscuro y descuidado, en la zona más solitaria de Barcelona, por un anuncio que Clara encontró en el periódico. Ahí los recibirá la portera (Nuria González), para enseñarles el apartamento y todas sus bondades. Clara desde el principio se mostrará reticente a vivir ahí, incluso se pondrá agresiva y sarcástica con la portera.

Aunque Mario intente calmarla y aconsejarle que nada más vean el lugar, para luego irse sin ningún compromiso, Clara sabe que hay algo mal, y no estará equivocada. En cuestión de segundos, la amable portera se convertirá en una horrible asesina, que atrapará a la desprevenida pareja en el apartamento. A partir de aquí, el filme será un elemental relato del “gato y el ratón”, de supervivencia utilizando el ingenio frente a una lunática asesina. Clara tendrá el trabajo de sobrevivir y escapar del lugar junto con Mario, descubriendo que, para colmo, no son los únicos atrapados en el tétrico edificio.

Decía que Balagueró tiene un buen trabajo de realización. Jaume sabe echar mano de recursos sencillos para crear una atmósfera asfixiante, inquietante y claustrofóbica, aprovechando bien todo el escenario en el que se encuentran encerrados sus personajes, utilizar bien un viejo ascensor como uno de tantos medios que tendrá a la mano nuestra protagonista, mover nerviosamente la cámara para acentuar más los sustos y desesperación de aquella. Sin embargo, no parece ser suficiente el saber lucir estos recursos formales, si lo que sigue es un rutinario desfile de gritos, sangre, persecuciones, torturas, golpes, etc., que nada más hacen sentir lento el avance de la trama, si es que hay alguna.

Lo rescatable será también el buen desempeño de su par de actrices, Macarena Gómez (Adrià Collado se queda sin mucho qué hacer), que además de saber transmitir la desesperación y angustia de su personaje, sabe cómo poner una aterrante cara de susto, y nuestra asesina estrella, Nuria González, ofreciendo un catálogo de gestos y expresiones terroríficas, grotescas y espantosas, que hacen de su psicopático personaje todo un deleite.

DVD: C'EST LA VIE * * 1/2

Un hombre empaca las pocas pertenencias que necesitará en su último hogar: una clínica para enfermos terminales. Nunca se sabe la enfermedad que padece Dimitri (Jaques Dutronc, estupendo), pero poco a poco lo está acabando. El pesimismo lo invade, y al llegar a la clínica, la apatía hace mella en él. Una voluntaria, Suzanne (Sandrine Bonnaire) ayudará a que Dimitri recobre la voluntad de vivir, para pasar con entusiasmo los días que le quedan de vida.

Los Últimos Días de mi Vida (C’est La Vie, Francia, 2001), cuarto filme del realizador galo Jean-Pierre Améris, es un trabajo austero en su sencilla realización. Tiene como premisa fundamental los dilemas en torno a la vida, la muerte y lo efímero de la existencia, a los cuales se enfrenta el ser humano en algún momento de su vida, temas que corren el riesgo de caer en lo superficial si están envueltos en un tratamiento melodramático y lacrimógeno. Los Últimos Días de mi Vida no será el caso.

Basada en el libro "La Morte Intime", de la autora Marie Hennezel, Los Últimos Días de mi Vida nos presenta a dos protagonistas solitarios, destinados a encontrarse, a complementarse entre sí y a descubrirse como dependientes el uno del otro, en sus alegrías, desesperanzas, traumas y pasiones que compartirán entre sí. Sin embargo, lejos de despertar lástima o compasión, estos resultan atrayentes por su peculiar forma de mirar y enfrentar la vida.

Dimitri estará muriéndose, pero lo veremos fumar sin parar, empaparse bajo la lluvia sin preocuparse o pilotear un avión riesgosamente, provocan una reflexión acerca de la fragilidad y fortaleza del ser humano al mismo tiempo. A pesar de las buenas actuaciones de Dutronc y Bonnaire, no consiguen integrarse del todo en la trama, trazándose entre ellos una frontera abismal. Está claro que Suzanne y Dimitri sostienen una relación platónica, pero Améris decidió no profundizar más en la misma. Ambos personajes, en medio de sus distanciamientos y acercamientos, terminan diluyéndose, y el director opta mejor por recurrir a todos los personajes secundarios para trabajar su premisa, dejando a Susana y Dimitri ocupados en un flirteo superficial.

Los Últimos Días de mi Vida es un melodrama ligero, plano y algo débil, pero que brilla en manos de su eficiente cuadro de actores, en donde Jacques Dutronc y la siempre eficaz Sandrine Bonnaire, son quienes dan el repunte en el filme que, más que tratar de la muerte, habla sobre la vida.

jueves, 6 de diciembre de 2007

DVD: SWEENEY TODD * * * 1/2

La enésima adaptación fílmica de Sweeney Todd, personaje de ficción cuyos orígenes no están del todo precisos, será en una película dirigida nada menos que por Tim Burton, con Johnny Depp en el papel principal y Helena Bonham Carter, basada en el musical escrito por Stephen Sondheim, a estrenarse el próximo año. Antes hubo un buen telefilme producido por la BBC, Sweeney Todd (Reino Unido, 2006), hasta ahora una de las películas más fieles a la historia original, concebida en 1846, basada en un criminal real del siglo XVIII.

Precisamente, la historia contada en esta versión televisiva de Sweeney Todd (antes hubo cuatro o cinco filmes, entre ellos otro telefilme en 1982) se ambienta en la Inglaterra del siglo XVIII, protagonizada por un solitario y triste barbero, el Sweeney Todd del título (un magnífico Ray Winstone), especialista en ofrecer limpias y precisas afeitadas, que luego de ayudar a una bella mujer en la calle, Nellie Lovett (Essie Davis, muy guapa), se enamorará perdidamente de ella.

Todd tiene conocimientos en medicina, en ocasiones realiza alguna sangría, amputa una extremidad gangrenada, extrae una bala o realiza abortos. Cierta noche, Nellie le pedirá que le practique un aborto, y luego de que muera su marido, Sweeney descubrirá que Nellie no tiene reparo en acostarse con todo hombre que visita su negocio de repostería, que él mismo le ayuda a poner. Primero a manera de venganza aleccionadora, Sweeney asesinará a esos hombres cortándoles la garganta, claro, luego de darles una buena afeitada, al comprobar que uno de ellos infectó a Nellie de una extraña enfermedad.

No todo acaba ahí. Sweeney decidirá regalar a Nellie la carne de sus victimas, para que esta, sin saberlo al principio, la use para preparar pasteles de carne y los venda, convirtiéndose todo más tarde en un convenio entre Sweeney y Nellie, donde el primero le enviará la carne de los infortunados clientes que ella le envía a la barbería.

Sweeney Todd es considerado por muchos como uno de los asesinos seriales más antiguos, aunque su existencia nunca ha sido comprobada. Dirigida por Dave Moore, el relato parece dar para situaciones de humor negro, pero lo cierto es que, con todo y su modesta producción, esta versión de Sweeney Todd es un inquietante y sangriento relato de horror, que esconde una profunda complejidad psicológica en su reprimido, traumatizado y psicópata personaje. Sweeney Todd, es una suerte de obsesivo compulsivo, con ideas morales muy fijas, se declara a sí mismo ateo y es incapaz de tener relaciones sexuales (“No creo en Dios, no fornico, no hago nada malo”, confesará), pero posee un lado sensible muy marcado y que no duda en expresar, no nada más en su amor oculto y reprimido a Nellie, sino en su deseo de ayudar a los niños huérfanos.

“La muerte no me parece aterrante, la he hecho mi amiga”, dirá Sweeney al final de la película. A lo largo del relato, no deja de ser intrigante el saber los motivos que esconde el barbero para degollar a sus víctimas, preso de una extraña fuerza que se posesiona de él por completo. Con el tiempo, queda claro que hay algo más allá de un evidente deseo de acabar con todos los hombres que considere detestables. Sweeney asesina preso de una obsesión de la que no se puede librar. No es un placer, no lo disfruta, más bien sufre por ello.

El guión de Joshua St. Johnston lo expresa bien y la actuación de Ray Winstone es bastante lograda, aunque al final queda claro que un personaje como Sweeney requiere de un filme más largo, que uno de escasa hora y media, que abarque toda su complejidad y retorcida mentalidad. En ese sentido, no puedo esperar más para poder ver la versión de Tim Burton, aunque esta sea musical.

miércoles, 5 de diciembre de 2007

DVD: THE BLACK DAHLIA * * *

La adaptación que Brian De Palma hizo de la genial novela policiaca escrita por James Ellroy, The Black Dahlia (E.U. 2006), es, a juicio de quien esto escribe, uno de sus filmes menos lucidores a la fecha, con una dirección en neutral a pesar del buen reparto que tiene en sus manos. Me siguió gustando mucho más el libro, al que el guionista Josh Friedman, no resistió la tentación de hacerle cambios sustanciales a la trama y a su resolución, aunque permaneció fiel a la esencia de sus personajes.

Como en la mayoría de sus películas, en esta ocasión De Palma realiza un ejercicio de estilo homenajeando a los films-noir clásicos, en su fotografía, en su buena musicalización a cargo de Mark Isham, pero con notorias limitaciones en su producción y presupuesto, que de manera irremediable choca con una realización plana y poco inspirada, por parte de un director que nunca dejó de sorprender con sus estupendos thrillers como Scarface (1983), The Untouchables (1987), Carlito’s Way (1993), Snake Eyes (1998), Femme Fatale (2002), siempre tomando como referencia el género negro y detectivesco.

La historia es una reconstrucción ficticia de los hechos que rodearon al homicidio de la bella Elizabeth Short, alias “The Black Dahlia”, cuyo cadáver, partido por la mitad, con la boca rebanada de oreja a oreja, torturado y sin órganos vitales, fue encontrado el 15 de enero de 1947, en un terreno baldío en una zona de Hollywood. Hasta la fecha, el crimen sigue sin resolverse, pero en la novela Ellroy aventura una increíble y fantasiosa hipótesis, que saca a relucir el lado obscuro de Hollywood, el del cine underground y pornográfico, de actrices víctimas del star system y productores tratando de sacar ventaja de las ilusiones de chicas que, como Elizabeth, trataban de abrirse camino en el mundo del espectáculo.

El fanfarrón y rudo detective Lee Blanchard (Aaron Eckhart), boxeador experto, tiene un nuevo compañero, Dwight “Bucky” Bleichert, un policia también aficionado al boxeo, que de custodiar las calles ha sido ascendido para apoyar a Blanchard a llevar casos de tráfico de drogas y pederastia. Sin embargo, se les asignará el caso del asesinato de Elizabeth Short, que deberán investigar con una bella chica de por medio, Kay Lake (Scarlett Johansson), la rubia novia de Blanchard, por quien el inexperto Bucky empieza a sentirse atraído. En tanto, las pesquisas en la investigación llevan a Bucky a involucrarse con una prostituta, Madeleine (Hilary Swank), que trabaja en un club de lesbianas que frecuentaba Elizabeth, y a descubrir el bajo mundo del cine cuando Hollywood se llamaba "Hollywoodland".

La adaptación hecha por Friedman, no me pareció del todo mala, aunque no le ayudó mucho la insegura y convencional puesta en imágenes, por ejemplo, el final es demasiado apresurado, ni la relamida fotografía en interiores, aunque buena en exteriores de Vilmos Zsigmond. Aunque no del todo lograda en muchos aspectos, y ser por ello un filme menor de Brian de Palma, esta adaptación de The Black Dahlia acaba siendo entretenida, para palomear un rato en el cine, de la cual se pueden rescatar ciertos aspectos técnicos y estilísticos del director, como ese plano secuencia por los aires en el hallazgo del cadáver, así como las actuaciones de Josh Hartnett, Aaron Eckhart, y las siempre efectivas Scarlett Johansson y Hillary Swank.

++ El filme se presentó en España por primera vez en Sitges 2006, y está disponible desde el 12 de junio en DVD.
++ El DVD incluye pocos extras, tan sólo el documental "El toque de Brian de Palma, Realidad y ficción: La historia de la Dalia Negra, Expediente".
-Crítica del libro "The Black Dahlia".

DVD: SANTA CLAUSE 2 * *

The Santa Clause 2 (E.U. 2002) obliga a ponerse al corriente con la primera parte, Santa Clause (1994). Hagamos un poco de memoria. Scott Calvin (Tim Allen), ejecutivo de una fábrica de juguetes, recibe la visita en su casa, días antes de la Navidad, del mismísimo Santa Claus. Alentado por Charlie (Eric Lloyd), su hijo, Calvin acepta ponerse el traje de Santa luego de enterarse, a través de una "Cláusula, que deberá tomar su lugar por tiempo indefinido. Calvin poco a poco se irá transformando en Santa Clause, engordará y le crecerá una gran barba blanca.

En la segunda parte, vemos a un Calvin ya entrado en el negocio de la fabricación de juguetes, desde sus oficinas en el Polo Norte. Los problemas surgen cuando, de manera algo sospechosa e inesperada, su asistente le informa sobre la existencia de una segunda cláusula, escrita en letras pequeñas en el texto original. Esta cláusula especifica que Santa deberá buscarse una esposa antes del día de Navidad, de lo contrarío, perderá su trabajo y, en consecuencia, millones de niños en el mundo no recibirán sus regalos.

Los que pudimos ver la primera Santa Cláusula, nos deleitamos con una buena y original comedia navideña, gracias a los desafortunados contratiempos en los que se veía enfrascado Calvin, tratando de entrar a las casas por sus chimeneas y entregar pedidos absurdos y descomunales (esa canoa), además de tener que lidiar con unos renos algo testarudos. El pequeño Charly de aquel entonces, en buena medida, se robo la película, al igual que unos renos animatrónicos convincentes.

En Santa Clause 2, mucha de esa frescura, originalidad y espontaneidad se perdieron. Buena parte de los actores son los mismos que de en la primera película, y lo que pudo haber sido una buena historia se va por la borda en muchos aspectos. La "invasión de Sadamm Hussein" en la fábrica de Santa Clause, es un gag que se siente trillado y desgastado. Por otro lado, se resiente la ausencia de una actuación infantil destacada, quedando relegada a segundo plano el personaje de la pequeña sobrina pelirroja de Calvin, además de que el simpático Charlie de la primera película, ahora es un adolescente rebelde, incomprendido y que no respeta regla alguna, esto a causa de lo tardía que fue esta secuela.

El poner a Santa en el aprieto de tener que buscarse una esposa para salvar la Navidad, es una idea original y atractiva, pero se ve diluida por soluciones apresuradas y predecibles, desde que Calvin se vea en la necesidad de abogar por Charlie ante la directora del colegio (Elizabeth Mitchell).

Con todo, el diseño de arte (la fábrica de Santa inspirada en el Art Noveau), presencias infantiles simpáticas, una graciosa batalla final contra unos soldaditos fascistas de juguete (que recuerda las secuencias de la fallida Toys, con Robin Williams), un reno glotón, y otro más pequeño ansioso por emprender su primer viaje, hacen de Santa Clause 2 una película por momentos entretenida. Aunque creo que no le ayudó mucho al filme meter asuntos sobre la clonación o subtextos políticos, como los problemas de aquella época de E.U. en el Medio Oriente.



martes, 4 de diciembre de 2007

CINESPAÑA: VISIONARIOS * * 1/2

En Visionarios (España, 2001), el realizador Manuel Gutiérrez Aragón (teleserie El Quijote de Miguel de Cervantes/1991, La Vida que te Espera/2004) toma como punto de partida el caso de las visiones que unos niños, habitantes de un pueblo en el País Vasco, tuvieron de la Virgen María, justo en la delicada época previa a la Guerra Civil, a mediados de los 1930. A la película no le fue muy bien con la crítica en España, a pesar de tener un buen reparto, con Eduardo Noriega e Ingrid Rubio en los papeles principales, y una digna producción de época.

El problema del filme, escrito por el mismo Gutiérrez Aragón, es que su guión presenta una postura ambigua y poco clara, en su intento de hacer un relato sobre la intolerancia religiosa de parte del gobierno y la manipulación religiosa que se hacía de los pueblerinos, para que vieran algo que en realidad no existía más que en su mente e imaginación. La historia cuenta como Joshe (Eduardo Noriega), aspirante a maestro que sobrevive trabajando como mesero, se traslada de la costa a la campiña, siguiendo a Usúa (Ingrid Rubio), una chica de la que se encuentra enamorado.

Las cosas en el pueblo se desarrollan con normalidad, hasta que un grupo de niños empieza a esparcir rumores sobre las visiones que tienen de la Virgen María, vestida de negro, una espada en sus manos y los peor, prediciendo la llegada de una guerra, situación que agitará la tranquilidad de sus habitantes. Los niños serán sometidos a juicios ante clérigos y psiquiatras para que cuenten lo que ven y lo que les dice la Virgen, dando lugar a debates cuando, en realidad, en el sitio de las supuestas apariciones nadie ve nada más que los niños, cuando entran en una especie de trance eufórico. Para unos todo huele a tomadura de pelo de los niños, a delirios de la mente para los psiquiatras, y a un milagro para los clérigos.

El caso no termina en estos extraños sucesos, ya que Joshé verá cómo los pocos maestros del pueblo, aquellos que ponen en duda las visiones de los niños, empiezan a aparecer muertos cerca de la escuela, y el colmo será cuando su querida Usúa (que no es ninguna niña) acabe contagiada por el delirio de los niños y también afirme ver a la Virgen. El delegado del gobierno (Luis Tosar), empieza a sentir temor de toda esta efervescencia religiosa y la situación se tornará en un conflicto político, de violentas consecuencias cuando entre la guardia civil a reprimir a los pueblerinos, en tanto una mujer adinerada y del sector conservador (Emma Suárez), ayudará a que en el pueblo el fervor religioso siga encendido.

Me parece que la dificultad de la película, escrita por el mismo realizador, no radica en ningún aspecto formal. Su realización es eficaz, su reparto tiene un buen desempeño, hay un buen trabajo de fotografía y musicalización. El filme nunca nos invita a simpatizar con nadie, aunque lo que sí está claro es que la historia es una denuncia a la represión violenta por parte del gobierno. Pero tampoco podemos sentir mucha empatía por los pueblerinos y sus niños, que saben que en realidad no están viendo nada. Mientras, el personaje de Joshé, el “bueno” de la historia, se va perdiendo entre su flojo romance con Usúa y su postura científica respecto a las visiones de los niños, en una película que confronta dos posturas y no se preocupa por ofrecer tanto respuestas, sino exponer los hechos.




DVD: TAKING SIDES * * * 1/2

En Taking Sides (Reino Unido-Francia-Alemania-Austria, 2001), el director judeo-húngaro István Szabó presenta una propuesta polémica: ¿Aquellos que trabajaron dentro o muy cercanamente al partido nazi, son también culpables directos de los crímenes contra la humanidad cometidos en el Holocausto? La película nos da la impresión de estar viendo una puesta en escena teatral, y es que precisamente, el guión está escrito por Ronald Harwood, adaptando al cine su propia obra teatral. Tenemos a un pequeño cuadro de actores, todos ellos excelentes. Harvey Keitel (muy en su papel), es el mayor del ejército estadounidense Steve Arnold y Stellan Skarsgärd interpreta a Wilhelm Furtwängler, ex director de la Filarmónica de Berlín durante el Tercer Rëich.

Estamos en 1945, en una Berlín bombardeada y bajo el control del ejército estadounidense. Al mayor Arnold se le asigna la tarea de entablar un juicio en contra de Furtwängler, por órdenes del gobierno de Washington, con la finalidad de encontrar sus posibles conexiones y colaboración, la mínima, con el régimen de Hitler. El propósito de Arnold es encontrarlo culpable a como de lugar. La mayor parte de la trama transcurre dentro del despacho de Arnold, instalado en un edificio de gobierno en reconstrucción. En materia musical y artística, Arnold se declara, simplemente, como un ignorante, y citará a varios músicos de la Orquesta berlinesa para que declaren acerca de las supuestas simpatías de Furtwängler hacia Hitler, tomando como evidencia el concierto que ofreció al Fürher en su cumpleaños, donde el director, incluso, lo saludó de mano para felicitarlo.

David (Moritz Bleibtreu), joven teniente judío que huyó con su familia a los E.U. y admirador de Furtwängler, fungirá como asistente de Arnold durante el juicio, pero también como defensor del director alemán. Junto con Emmy, la secretaria alemana de Arnold, David representa el lado romántico e idealista que defenderá (cada uno desde su propia perspectiva) a Furtwängler de las acusaciones que se le imputan.

El filme plantea preguntas y dilemas éticos sobre la manipulación política, en la cultura y el arte, jugando un poco con los recursos del suspenso psicológico, en los diálogos hostigantes y las torturas mentales que Arnold ejercerá sobre Furtwängler. La realización de Szabó es más que funcional, sencilla, en una narración lineal, todo rozando los terrenos del telefilme, destacando la fotografía de Lajos Koltai (cinefotógrafo de cabecera de Szabó), haciendo gala de un magistral uso de la luz natural dentro del despacho de Arnold, una luz que se mantiene intacta todo el tiempo y que será un elemento ambiental determinante, teniendo como fondo la Berlín ruinosa vista por las ventanas.

La consigna de Furtwängler, más utópica que realizable, no puede echarse en saco roto: La separación de la política y el arte, ideal que fue su perdición y la causa de una gran lluvia de reproches y críticas a lo largo de la carrera musical de un hombre que en lugar de exiliarse prefirió quedarse en su país, porque veía en el arte la mejor vía para sacarlo adelante. Al final, Szabó nos regala un testimonio audiovisual, las imágenes documentales del verdadero Furtwängler saludando de mano Hitler, la imagen del escándalo donde la actitud del artista ante el dictador se presta a varias interpretaciones, cuando lo vemos después limpiarse la mano en su smoking. Saque sus propias conclusiones.

lunes, 3 de diciembre de 2007

LIBROS: THE BLACK DAHLIA

El escritor James Ellroy confesó que, si hubo un caso policiaco que más le impactara siendo un niño, ese fue sin duda el asesinato de la famosa “Dalia Negra”, crimen que llenara los titulares de los periódicos el 15 de enero de 1947. Ellroy leyó mucho sobre este asesinato en los diarios, y de ahí surgió una de sus mejores y más influyentes novelas dentro del género policiaco, The Black Dahlia. Ellroy es también autor de otra obra maestra literaria dentro del género, L.A. Confidential, y tanto este como The Black Dahlia se nutren mucho de las historias del film noir y las novelas hard-boiled detectivescas de Raymond Chandler, cosa que las ha hecho merecedoras de adaptaciones al cine.

The Black Dahlia fue adaptada al cine por Brian de Palma en 2006, sin tener mucho éxito de crítica en E.U. En cuanto al libro se refiere, el relato tiene como centro el asesinato de Elizabeth Short, conocida también como la “Dalia Negra”, una desafortunada chica aspirante a actriz, cuyo cuerpo fue encontrado en un terreno baldío, partido de tajo por el tórax, la boca cortada de mejilla a mejilla, golpeada y otra serie de detalles, que hacen de este crimen uno de los más atroces en la historia de la policia de California, y que hasta la fecha sigue sin resolverse, debido a que nunca se encontró con el homicida.

La novela cuenta cómo dos oficiales de policia, el experimentado Lee Blanchard y su nuevo compañero de trabajo, el joven Bucky Bleichert, ambos aficionados al boxeo y que llevan a cabo peleas que se organizan dentro del mismo cuerpo de policia, tomarán el caso y empezarán a hurgar en el pasado de la bella chica, descubriendo una historia cruda llena de frustraciones por sus fallidas audiciones, cosa que la llevaron a prostituirse, toparse con lujuriosos productores y a probar drogas.

Sin embargo, Bucky conocerá a Kay Lake, la atractiva novia de Lee, por quien empieza a sentir simpatía debido a que no es del todo feliz con el corriente y fanfarrón de Blanchard. Pero el homicidio de la “Dalia Negra” los tiene demasiado ocupados, y para Bleichert representará el descubrimiento de un mundo obscuro, de sexo, drogas, policias corruptos, racismo y xenofobia, justo cuando la investigación lleve en algún momento a los personajes hasta la frontera con México, para investigar del otro lado posibles pistas para la resolución del crimen. En las pesquisas en un club nocturno en California, último lugar donde fue vista Elizabeth, Bucky conocerá a Madeleine, amiga de aquella e hija de un escocés acaudalado, que lleva una doble vida como prostituta, sacando a la luz prácticas lésbicas de Elizabeth y datos sobre el hombre con quién estuvo antes de su muerte.

The Black Dahlia revela la otra cara del Hollywood glamoroso de los 1940, uno más bien decadente, en el que subyacía un negocio sucio y que hacía de las jóvenes actrices sus principales víctimas. Lo que más sorprende de la novela de Ellroy, es su gran conocimiento del lenguaje y el argot policiaco, un aspecto que hace de su libro un trabajo realista y cuidado al detalle, en el retrato que hace de una época y de sus personajes, un par de policias en cuya relación existirá siempre una tensión antagónica latente.

CLÁSICOS DE CLÁSICOS: EL ÁNGEL EXTERMINADOR * * * *

El décimo séptimo largometraje del maestro Luis Buñuel filmado en México, El Ángel Exterminador (México, 1962), es una más de sus miradas ácidas, burlonas y críticas hacia la burguesía, sin que en ella deje de lado su onírica visión surrealista, que supo combinar sin problemas. En ese sentido, Don Luis siempre fue grande: saber crear historias con una gran crítica a la sociedad o a la misma Iglesia Católica, disfrazadas de fábulas con un toque fantástico y delirante, siendo una excepción Los Olvidados (México, 1950), de las películas más realistas de toda su filmografía.

Con un guión del mismo Buñuel, El Ángel Exterminador es un relato en forma de fábula que transcurre en su totalidad dentro de una lujosa residencia, en algún punto indefinido de la Ciudad de México, protagonizada por un amplísimo reparto de histriones mexicanos y españoles, que incluía a Silvia Pinal (una de sus actrices favoritas, aunque aquí haciendo un papel pequeño), Claudio Brook, (otro de sus favoritos) en un papel pequeño de mayordomo, Tito Junco, entre otros, mientras por la parte española teníamos a Ofelia Guilmáin, Augusto Benedico, el valenciano Enrique Rambal, el madrileño Antonio Bravo, etc., en un reto enorme para Buñuel en la equilibrada dirección de todos y cada uno de ellos.

La historia se desarrolla a lo largo de varios días, a partir de una fiesta en la que los invitados de Edmundo Nobile (Rambal), luego de cenar, departir, charlar acaloradamente, chismear a sus anchas, discutir de banalidades y escuchar un pequeño recital de piano, de pronto sienten que, aunque quieran y tengan deseos de retirarse a sus casas, simple y sencillamente no pueden abandonar la enorme estancia de la residencia. Nada físico se los impide, ni una puerta cerrada ni un muro, sólo una fuerza extraña que los mantendrá a todos juntos en el lugar durante las próximas horas.

Un armario situado en dicha estancia, servirá como un espacio cargado de cierta magia y misterio, a cuyo interior serán atraídos algunos de los asistentes, para dar lugar a situaciones cargadas del erotismo sutil y sugerido propio en la filmografía de Buñuel, así como alguna tragedia, que llevará a todos los personajes a ir explorando sus instintos más violentos y humanos, lo que verdaderamente esconden detrás de su pulcra, elegante y, porqué no, estirada facha de ricos.

Las dificultades que enfrentarán serán diversas, empezando por la comida, que al no poder salir de la casa empezará a terminarse, así como el agua, además de que empezarán a sentirse como animales enjaulados y a atacarse entre sí. No hay ningún personaje que se salve del tratamiento sarcástico de Buñuel, cada uno esconderá algo detestable, algo criticable y cualquier cosa será motivo para que surja alguna pelea, siendo el mayordomo encarnado por Brook, el único que se mantendrá, con muchos esfuerzos, imperturbable e impasible, aun cuando las cosas parezcan ponerse más difíciles.

En realidad, lo que menos importará es el origen o motivo de esa fuerza que evita que nuestros personajes dejen la casa. Todo será un pretexto para juntar a estos soberbios, orgullosos y creídos burgueses, y ponerlos en una situación límite que exhiba la verdadera naturaleza de la que están hechos, como conejillos de indias con los que Buñuel puede divertirse a sus anchas, equiparándolos con los animales (un oso y una cabra) que sin mayor razón andan merodeando dentro de la mansión.

Lo cierto también, es que estamos ante una película que en muchos momentos resulta divertida, tensa e inquietante en partes iguales, gracias a sus buenas actuaciones, sus diálogos punzantes y a una gran observación en las costumbres de la clase alta, para ridiculizarlos usando el humor negro, sello particular de Buñuel.

CINE ANIMADO: THE CHUBBCHUBBS SAVES XMAS * * * 1/2

Este cortometraje es la nueva entrega de las aventuras espaciales de los tiernos pero rapaces Chubbchubbs, y su torpe aunque bienintencionado amigo Meeper. La historia contada ya está algo trillada, pero esta enésima reelaboración del tema no está del todo mal. Ahora bajo la dirección del debutante Cody Cameron, también actor de doblaje, animador y guionista de filmes como Shrek the Third, Open Season, Surf’s Up, entre otras, la película es un apresurado y estridente relato que, al igual que su predecesora, The Chubbchubbs (2002), tiene una comicidad efectiva, basada de nuevo enteramente en las torpezas de Meeper y las situaciones que provoca, dando lugar a una frenética acción, a ratos caótica.

Resulta que Meeper está buscando un planeta en donde vivir, sin mucho éxito ya que tanto los E.T.s como los Ewoks, lo han echado de sus respectivos planetas. Viajando en su nave espacial con forma de auto, Meeper descubre a Santa Claus y el Polo Norte, y verá que ahí es un buen lugar para vivir, acompañado de los Chubbchubbs. Sin embargo, en un fatal accidente, Meeper deja incapacitado a Santa Claus al aterrizar encima de él y sus renos. Preocupado por ver quién entregará todos los juguetes en Navidad, Santa accede a que Meeper entregue los regalos, sólo que un malcriado niño, Brad (voz de Zachary Gordon), amenazará con hacerle difícil a Meeper su trabajo. Los Chubbschubbs tampoco ayudarán mucho, devorando todo a su paso, cuál Demonio de Tazmania de los Looney Toones.

El corto goza de una buena musicalización de Ramin Djawadi y una técnica de animación más lograda, con buenos efectos visuales y sonido. Sin embargo, siento que los sucesivos cortos del verdoso Meeper y sus Chubbchubbs deben seguir buscando mejorar en cuanto a originalidad e historia, ya que hasta ahora, aunque muy graciosos y simpáticos, los cortos se siguen sintiendo derivativos, llenos de referencias a otros trabajos animados y sin ofrecer gran cosa nueva.

++ Este nuevo corto de los Chubbchubbs viene incluido como extra en el DVD de Surf’s Up, recientemente estrenado.

CINE ANIMADO: THE CHUBBCHUBBS! * * * 1/2

La Sony Pictures Imageworks Animation, productora filial de la Sony, ha decidido seguir los pasos de la Pixar ofreciendo cortos cómicos animados, como acompañamiento para los estrenos de sus largometrajes. The Chubbchubbs! (E.U., 2002) ganó el Oscar a Mejor Corto Animado en el 2003, un trabajo que incluía una burla chusca a varios filmes de ciencia ficción, por ejemplo, la nueva trilogía de Star Wars (Lucas/1999/2002/2005) y E.T. (Spielberg, 1982), y nos presentaba a las criaturitas que dan nombre al corto, especie de cruza de roedores con pollos, que esconden una fuerza voraz y depredadora detrás de su tierna apariencia.

Ambientada en algún planeta perdido en la galaxia, la historia narra el anhelo de un extraterrestre, Meeper (voz de Bradford Simonsen), con apariencia de lagartija con antenas, por cantar en el escenario del bar donde trabaja limpiando. Sin embargo, Meeper es tan distraído y torpe, que acaba frustrando el acto de la cantante estrella, para luego ser echado del lugar. El problema es que unas “amenazantes” criaturas, los Chubbchubbs, a punto de llegar, siembran el terror en el lugar, sólo que unos gigantescos monstruos serán confundidos con aquellos, retando a Meeper. Los aparentemente indefensos Chubbchubbs, acabarán saliendo al rescate, sacando a relucir su lado salvaje.

Dirigido por el debutante Eric Armstrong, supervisor de animación y efectos especiales en producciones como Jurassic Park, Casper, Stuart Little 2, etc, con un guión del también especialista en efectos y actor Jeff Wolverton, el cortometraje, a pesar de ser divertido y contar con una particular comicidad, está lejos de la maestría y originalidad tanto visual como argumental de los cortometrajes de la Pixar. Los famosos Chubbchubbs son quienes se roban todo el número, aunque siento que no acaban de funcionar del todo las algo forzadas apariciones del Jar-Jar Blinks, de Star Wars, Yoda, Darth Vader, E.T. y Alien, todo en plan paródico. Fuera de esto, el cortometraje es simpático, funcional y no tiene otra pretensión que entretener por 5 minutos.


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