martes, 8 de noviembre de 2016

MISS PEREGRINE'S HOME FOR PECULIAR CHILDREN * * 1/2

UNOS NIÑOS MUY "ESPECIALES". 
La magia burtoniana no se ha conjurado lo suficiente en Miss Peregrine's Home for Peculiar Children. La película tiene de todo para ser un perfecto vehículo de lucimiento para Burton, la plataforma ideal para que nos transportara a uno más de sus universos bizarros y retorcidos. Y por qué otra cosa más puede caracterizarse el cine de Burton, si no por fascinarnos de una manera irresistiblemente obscura. No es que Miss Peregrine carezca de los típicos momentos surreales y extraños en sus películas. Tan sólo la historia tiene como protagonistas a unos niños que podrían encajar perfectamente en la categoría de "mutantes". Pero estamos en una película de Tim Burton, no una de superhéroes, por lo que llamarlos "peculiares" se escucha mejor. Una niña (Ella Purnell)  se caracteriza por "ser más ligera que el aire" (tiene que usar unos zapatos pesados que la mantengan en la tierra); otra niña (Raffiella Chapman) tiene unas mandíbulas de tiburón detrás de su cabeza (escondidas detrás de sus caireles); una chica pelirroja (Lauren McCrostie) es capaz de producir fuego; mientras, una pequeña (Pixie Davies) tiene una fuerza extraordinaria.  También hay un chico invisible (Cameron King), otros dos pequeños que siempre tienen la cabeza cubierta (Thomas y Joseph Odwell), otro niño con el poder de dominar las abejas que viven en su estómago (Milo Parker), un chico es capaz de reanimar a los muertos por breves períodos de tiempo (Finlay MacMillan), un niño (Hayden Keeler-Stone) tiene sueños y visiones premonitorias, y por último una niña (Georgia Pemberton) tiene el poder de hacer crecer plantas. ¿Demasiados niños con extrañas peculiaridades? Quizás, pero estos peculiares (o "syndrigasts", consiguen montar un show, digamos, lo suficientemente "peculiar" durante casi toda la película. 

Todos ellos viven bajo el resguardo de su guardiana-protectora, la Miss Peregrine del título (Eva Green, en su segunda película con Tim Burton, y una buena actuación), una "ymbrine", es decir, con la capacidad de manipular el tiempo y convertirse en un "halcón peregrino". Ella es la directora de la residencia-escuela-refugio en donde habitan estos niños, ubicada en la ficticia isla de Cairnholm, en Gales. Miss Peregrine tiene el típico look dark-gótico de otros personajes femeninos que hemos visto en filmes de Burton, incluyendo un peinado excéntrico. Gracias a sus habilidades, Miss Peregrine ha sido capaz de detener el tiempo, segundos antes de que el hogar fuera bombardeado por los nazis, logrando que el mismo día vuelva a empezar y repetirse, una y otra vez.

En la época actual, estas historias han sido contadas a Jake Portman (Asa Butterfield) desde niño por su abuelo, Abraham (Terence Stamp). Pronto tendrá oportunidad de vivirlas en carne propia, y confirmar que son ciertas. Luego de un trágico evento ocurrido cerca de su casa, provocado por unos monstruos, Jake deberá viajar junto a su padre (Chris O'Dowd) hasta el Reino Unido, para tratar de encontrar respuestas que ayuden a saber qué ha sucedido y quién está detrás de todo.

Adaptación de la novela homónima de Ransom Riggs, Miss Peregrine adolece de tener un inicio lento, y que avanza a pasos cortos. La historia está poblada de personajes interesantes, pero se siente  poco original. Aquí hay un gran ejemplo de cómo sería un día en la vida de los X Men contado en la forma de "Groundhog Day". Los ingredientes de una típica película de Tim Burton están presentes: un niño protagonista enfrentado a otro mundo, fuerzas paranormales, excentricidad, freaks, monstruos, etc. Sin embargo, la historia carece de ese poder de succionarte y llevarte a esa dimensión burtoniana que tanto nos ha fascinado en sus mejores filmes. No nada más lucha durante sus primeros minutos por atraparte, sino que los personajes, si bien atractivos, no tienen el suficiente peso emocional para que te quedes con ellos durante toda la película. 

Miss Peregrine se siente demasiado convencional para ser un filme de Tim Burton. Está "limpia" de todo lo que hacen sus películas memorables; del humor negro con el que están normalmente cargadas. Los monstruos que se alimentan de ojos sí resultan tenebrosos, mientras que Barron, el villano (Samuel L. Jackson, quien no siento como la mejor elección para este papel), transformado en un fenómeno debido a un experimento que salió mal, no es tan amenazante como debiera. Barron tiene un look a la Don King con ojos blancos y colmillos. No está muy claro lo que desea o quiere, dedicándose principalmente a atormentar a los niños usando a unos monstruos comeojos a su servicio. De hecho, Jake es el único que puede ver a los monstruos, ya que son invisibles a los ojos de los otros niños.

El filme carece de coherencia en ocasiones, especialmente al final, resultando algo enredosa. Miss Peregrine intenta -con algo de éxito- ser un cuento de hadas gótico, más o menos terrorífico, con uno que otro momento espectacular (como cuando Jake y Emma se sumergen en el océano, y ésta succiona aire para sacar a flote un enorme barco hundido), pero no es más que Tim Burton en neutral.  Seguro estamos ante el nacimiento de una franquicia, con futuras secuelas. Pero también es casi seguro que Burton dejará el mando directorial a otros, dedicándose a la producción ejecutiva. Tal vez nada más estaba tentando el terreno aquí, nada más para probar y ver. 

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