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martes, 26 de octubre de 2010

SONG WITHOUT END * * * 1/2

Dirk Bogarde interpreta a Franz Liszt en "Song Without End"
Song Without End (1960) trata la vida musical  y sentimental de uno de los más grandes músicos del siglo XIX, el húngaro Franz Liszt, famoso por sus prodigiosas técnicas en el piano, composiciones para orquesta y logradas interpretaciones de obras de Beethoven, Bach, Chopin (con quien tuvo una estrecha amistad) y Richard Wagner, a quien también conoció y admiró por su sensibilidad y “milagroso talento”.

Dirigida por Charles Vidor, quien murió semanas después de empezado el rodaje para ser sustituido por George Cukor (insistió que en los créditos destacara el nombre de Vidor), la película es un deleite musical para los aficionados a la música de Liszt. De hecho, la película gozó de muchos reconocimientos en este rubro, empezando por los Oscares que le fueron otorgados a “Mejor Banda Sonora”, para Morris W. Stoloff y Harry Sukman. A la película tampoco le fue tan mal en los Globos de Oro, ganando el de “Mejor Película Musical”, así como varias nominaciones a “Mejor Actor en una Película Musical” para su protagonista, el británico Dirck Bogarde, que hacía el papel de Liszt; y “Mejor Actriz” en la misma categoría para la bella Germaine Lefébvre (mejor conocida como Capucine), quien  interpreta a la princesa Carolyne, el gran amor de Liszt.  

Dirk Bogarde interpretó un Franz Liszt conquistador. Según la película, Liszt tenía una reputación de mujeriego. A Song without End goza de un equilibrio entre los dos retratos que hace de Liszt. Si Bogarde está lejos de parecerse al compositor, sí supo reflejar los rasgos más característicos del mismo: un hombre explosivo, apasionado, temperamental, dedicado plenamente a su música, y que en el escenario, prácticamente, quedaba poseído por el piano. En ese sentido, el filme ofrece largos números musicales con varias obras de piano, interpretadas en realidad por el pianista Jorge Boyet.

La producción es excelente, destacando el vestuario a cargo del diseñador Jean Louis y el diseño de arte por Walter Holscher, en unos magníficos sets que ambientaron perfectamente la época más prolífica de Liszt. El músico tuvo el reconocimiento de toda Europa, presentaciones para la realeza y una fama que llegó hasta Rusia, en donde conoció a la princesa Carolyne. Esta relación fue tormentosa y complicada, por todo el escándalo suscitado entre la alta sociedad, el cual se incrementó por el hecho de que Carolyne estaba casada con el príncipe Nicolás (Ivan Desny), de quien, a pesar de todos los esfuerzos puestos por ella y Liszt, nunca pudo obtener la anulación del matrimonio por parte del Vaticano. Liszt terminó una igualmente destructiva relación con la condesa Marie (Geneviève Page), con quien incluso había procreado varios hijos.

La trama está dominada por un triángulo amoroso, Marie-Liszt-Carolyne. Por ello, acabará siendo una película romántica adornada con la maravillosa música de Liszt, y un reparto que se desempeña bien en sus papeles. Sin embargo, en muchas escenas el registro dramático de Capucine no estaba a la altura, quedando compensadas sus deficiencias como actriz con su belleza.

La película es demasiado larga, algo comprensible por la doble dirección Vidor-Cukor. Aunque no intenta hacer una biografía exacta de la vida de Liszt, la película sí acaba centrándose excesivamente en el pleito del divorcio. El personaje de Carolyne termina  eclipsando al de Liszt, en el fanatismo religioso de la princesa que acabó  separándolos. Es  un filme romántico musicalmente agradable, pero al final, la vida del compositor húngaro es  vista aquí como una eterna telenovela, sin el happy-end riguroso de Hollywood.

lunes, 18 de mayo de 2009

EL SOUNDTRACK: KILL BILL VOL. 1 * * * * 1/2

Para todo melómano que se precie de serlo, siempre es una experiencia emocionante enfrentarse al soundtrack de alguna película de Quentin Tarantino. Desde la secuencia de créditos la música ya nos ha atrapado hasta el final, gracias a ese "reciclaje" musical con el que gusta adornar sus películas. La banda sonora de Kill Bill Vol. 1 (2003) no es la excepción, primera película de un díptico en el que Tarantino dedica un homenaje sanguinolento y musical a las películas orientales de artes marciales, aquellas en donde los golpes y patadas tenían siempre el mismo sonido (sin importar la intensidad con el que se aplicaban), y los personajes volaban y daban piruetas… también con los mismos sonidos siempre.

El soundtrack abre con una canción con toques de música de spaghetti western, Bang Bang (My Baby Shot Me Down), interpretada por Nancy Sinatra, que junto a otra pieza también incluida, The Battle Duel (Parte Prima) de Luis Bacalov, de 1973, realza la parte del filme que homenajea a los spaghetti westerns. Esta última es un tema instrumental que suena mucho a Ennio Morricone, en especial por esa armónica, coros y orquesta de fondo, pero sabe cómo tener identidad propia en ciertos momentos de tensión musicales.

Se llegó a escuchar mucho un tema silbado, que suena como a un vaquero paseando feliz y solitario con su caballo por el desierto, sólo que muy pocos saben que el tema pertenece a la película Twisted Nerve (1968), cuya música fue escrita por el maestro Bernard Herrmann (compositor de la música de Taxi Driver), tema pequeño que también sirve para darle identidad al filme. ¿Quién no piensa inmediatamente en Kill Bill cuando lo escucha? Lo mismo sucede con un emocionante tema electrónico, caracterizado por unas potentes percusiones, Battle without Honor or Humanity, de Tomoyasu Hotei, o la monótona canción (si es que se le puede llamar así) Woo hoo, que no dice más que eso todo el tiempo, con ritmos de rock’n roll antiguo, e interpretado por una banda de mujeres niponas, the 5.6.7.8’s.

No podía faltar el soul que Tarantino ha usado siempre, por ejemplo, en Pulp Fiction o Jackie Brown, con el tema Run Fay Run, original de Isaac Hayes. Pero una de las rarezas del soundtrack, una de toque totalmente retro, es el famoso tema de la teleserie de los 1960 Green Hornet, interpretado por Al Hirt y su característica trompeta, que parece simular, precisamente, el vuelo de una avispa.

El toque japonés lo da también una balada romántica de 1973, The Flower of Carnage, interpretado por Meiko Kaji, una triste y melosa canción (para cursis ocasionales como yo) que no podría servir mejor para el contrapunto y contraste de una banda sonora redonda, como todas las de Tarantino. Siguiendo con música oriental, el soundtrack incluye uno de mis temas favoritos, The Lonely Shepherd, de 1977, interpretado por James Last & Gheorghe Zamfir. El tema es de esa clase de música ideal para meditar o simplemente relajarse (no precisamente New Age), como aquella que también se escuchaba en Karate Kid y sirvió para darle identidad a Mr. Miyagi y su disciplina.

Un extracto de 16 segundos de Iron Side, de Quincy Jones, sirvió para dar inicio a la primera pelea del personaje de Uma Thurman, aquella cuando se hace un acercamiento a sus ojos y que la ponía en alerta. Estupendo para ese instante. Finalmente, el soundtrack cierra con Super 16, Yakuza Oren 1, Banister Fight, Flip Sting, Sword Swings y Axe Throws, que no son más que fragmentos de efectos y sonidos musicales electrónicos, que no demerita por ningún motivo un magnífico soundtrack.

++ El CD incluye también 3 trailers para verse en el ordenador, así como links para los sitios web de la película y de la casa productora Maverick.

lunes, 27 de abril de 2009

EL SOUNDTRACK: AMERICAN SPLENDOR * * * * *

El soundtrack de American Splendor es uno de mis predilectos en mi colección. Recuerdo también que esta fue una de las mejores películas que pude ver el año 2003, que nos adentró en la inestable pero creativa mente del creador de cómics Harvey Pekar, interpretado magistralmente por Paul Giamatti. Pekar es un confesado amante del jazz, por lo que en American Splendor parecerá que nos enfrentamos (o al menos, que escuchamos) una película de Woody Allen. American Splendor está plagado de jazz clásico de principio a fin.

La secuencia inicial de créditos tiene de fondo una interesante pieza de free jazz, "Paniots Nine", del saxofonista Joe Maneri, una grabación original de 1963. La selección de este tema no podía haber sido mejor, ya que, por alguna extraña razón, funciona a la perfección como una suerte de tema musical principal. Parece que Maneri compuso este tema específicamente para la película, a pesar de haber sido grabado 40 años atrás. La atormentada personalidad de Pekar se siente contenida en Paniots Nine.

Entre los temas clásicos que contiene el CD, se encuentran varios ejecutados por el grupo “Robert Crumb and His Cheap Suit Serenaders”. Como su nombre lo indica, este grupo fue formado por el dibujante de cómics Robert Crumb, creador de Fritz the Cat. Su música es del género bluegrass, y en el disco tienen solamente dos participaciones, pero no por ello dejan de tener su particular fuerza musical. “Chasin Rainbows”, con toques hillbilly, es simpático y agradable como el mejor bluegrass, en el que sobresale la guitarra y el banjo. “Hula Medley” es un guitarrístico tema que en tiene algunos toques hawaianos. Contrario a "Chasin Rainbows", las melancólicas letras de "Hula Medley" mantienen su espíritu bluegrass la mayor parte de la canción. Es una pieza más tranquila, pero magnífica de todas maneras.

Marvin Gaye aparece con su famosa interpretación de "Ain’t that Peculiar", un clásico del Motown de los 1960, con todo el poder rítmico que Gaye sabía dotar a sus canciones. Por cierto, el soundtrack contiene otra moderna versión a cargo de Chocolate Genious, más electrónica y lenta, pero sin duda interesante.

Entre los jazzistas clásicos que aparecen se encuentra el trompetista Dizzy Gillespie, con un tema antiguo, “Oh, Lady Be Good”, de aproximadamente finales de los 1950 -si no me equivoco-. Le acompaña cantando Joe Carroll combinando un poco de scat, no tan marcado, en el juego que ocasionalmente hace con ciertas palabras. Otro tema a cargo de Gillespie es “Stardust”, indispensable del catálogo jazzístico norteamericano, una verdadera rareza en la que es acompañado al piano y al violín, con una interpretación pausada y tranquila.

Lester Young es otro artista indispensable en un disco de este tipo, que aquí aparece con tan sólo un tema, “On the Sunny Side of the Street”, que incluso Randy Newman ha interpretado en años recientes. La pieza está notablemente remasterizada, en una versión suave y ligera, en la que acompañan al saxo de Young piano, batería y contrabajo. Otro de los indispensables es el también saxofonista John Coltrane, con su clásico tema “My Favorite Things”, un tema ligero pero, al mismo tiempo, con mucho poder, en especial por la extraordinaria batería y piano. Ambos instrumentos parecen competir con el saxo de Coltrane, pero no hacen más que, de principio a fin, complementar esta bella pieza musical, que no deja de evolucionar en sus improvisaciones y variaciones durante sus 13 minutos de duración.

Entre las curiosidades que contiene el soundtrack, y que valen mucho la pena, son “Blue Devil Jump”, simpático tema bebop a cargo del veterano jazzista Jay McShann, alegre y vibrante, sobre todo por su buen acompañamiento de metales. Mark Suozzo compuso la banda sonora original (igualmente jazzística, por supuesto), y deja dos temas cortos pero atractivos: “Longing Suite: The Shortest Weekend/After Alice (So Sweet So Sad)", y "Time Passes Strangely" poseen matices variados, instrumentales y melancólicos, ejecutados brillantemente. El toque blues lo pone “T’Ain’t nobody’s bizness (If I do)”, interpretado con brío y mucho “dolor” nuevamente por Jay McShann.

++ El CD también contiene material interactivo extra, como 3 screensavers, algunas páginas de los cómics de Harvey Pekar para imprimirse, íconos, links para páginas web, portadas de 3 cómics de Pekar y el booklet digitalizado para verse en pantalla. El booklet es un mini cómic escrito por el mismo Harvey Pekar y dibujado por Gary Dumm, donde el primero retoma su antiguo trabajo de crítico de jazz y nos cuenta la historia detrás del soundtrack y de varios temas musicales.

lunes, 13 de abril de 2009

EL SOUNDTRACK: EN LA CIUDAD * * * 1/2

Cuando ví En la Ciudad no me convenció del todo. Su realización y personajes me parecieron frios y no muy interesantes. Con el soundtrack sucedió lo contrario, una buena banda sonora producida por los músicos Jordi Prats y Joan Diaz, que combina jazz instrumental y algunos temas cantados de otros géneros.

El gran colaborador en la banda sonora ha sido el pianista norteamericano Brad Mehldau, con un tema principal magnífico, titulado "When it Rains", con adaptación y arreglos de Prats y Diaz. El tema me gusta, es una pieza de tono romántico y nostálgico, que tiene una fuerza apropiada para sentirse presente en casi toda la película. La banda sonora en general se siente inspirada en las jazzísticas bandas sonoras de Woody Allen, pero de un jazz más moderno.

La magistral vocalista Nina Simone se encuentra presente en el soundtrack con dos temas, "Sugar in my bowl" y el clásico "Love or Leave Me", con su inconfundible tono de voz grave. Son de los pocas piezas cantadas en todo el disco, y el de Love or Leave Me, escrito por Walter Donaldson, es un clásico del repertorio jazzístico. Luego de la voz de Simone, lo mejor que tiene la canción es ese pequeño solo de piano, que al estilo de Dave Brubeck mezcla un poco de estilo clásico con un vibrante sincopado de jazz.

Luego, una verdadera rareza, un tema cantado y escrito por la italiana Carla Bruni, "Tout le Monde". No me considero afecto de la música de Carla Bruni, pero debo reconocer que no está mal interpretada la canción, un tema dulce, suave y romántico, que sirve además para darle un poco de variedad al soundtrack. Lo mismo sucede con el muy bossa nova tema de Kevin Johansen, el cual me gustó igual o menos que el de la Bruni. La canción me parece bastante monótona, a pesar de su buena producción musical. Bueno, tiene que haber para todos. Caso contrario es el del cantaor Pollito de California con "Por la mañana", un tema romántico-flamenco que me ha gustado. Es tranquilo y la voz de Pollito le da un toque muy pegajoso al tema.

Hay un tema rock-pop, "Street Guitar", un solo de guitarra interpretado por Jordi Mena, atractivo y bien ejecutado, que vuelve a dar el contrapunto variado al jazz del soundtrack. El jazz instrumental de todo el disco, por supuesto a cargo de Prats y Díaz, está bien producido. Es un soft jazz fácil de escuchar, agradable, digerible, como de una noche tranquila en un club, tal y como sucede en muchas escenas de ese club de jazz en el que se reúnen algunos personajes de la película.

Me agradó mucho “Sara Piano solo”, precisamente un solo de piano romántico, así como “Lupino Lounge”, sí, un tema lounge estilo Juan García Esquivel con sonidos retro. Los títulos de las canciones no son muy buenos, suenan muy obvios, como sucede también con “Manu’s Blues”, un blues claro, interpretado al órgano por Díaz, la batería de Quino Bejar y la guitarra eléctrica de José Luis Gamez.

Grabado en l’Estudi Albert Moraleda de Barcelona, este soundtrack acaba siendo muy disfrutable, incluso para los oídos más exigentes.

++ Ver también mi reseña de la película.

lunes, 30 de marzo de 2009

EL SOUNDTRACK: THE AVIATOR * * * * *

Producido por Martin Scorsese y Randal Poster, el soundtrack de The Aviator (2004) es de aquellos que combina piezas clásicas del cancionero norteamericano, con versiones modernas de estas mismas canciones antiguas. Al estar lleno de swing, big band, baladas románticas de los 1930 y mucho jazz, no podía faltar en mi colección. La película de Martin Scorsese es un recorrido épico por un periodo de la historia del cine fascinante, la transición del cine mudo al sonoro, a través de la perturbada personalidad del magnate del cine y la aviación Howard Hughes (Leonardo DiCaprio).

El toque moderno lo imprime el cantante de jazz Rufus Wainwright con el tema "I’ll Build a Stairway to Paradise", un clásico de George Gershwin, B.G. DeSilva y Arthur Francis, en un ritmo tranquilo y suave de jazz, de las primeras canciones en la película, justo cuando Hughes estaba en la filmación de Hell Angels. Los arreglos musicales son extraordinarios, que la primera vez que uno lo escucha, parece haber sido interpretado en aquella época.

Entre las canciones y temas musicales clásicos, se encuentran dos geniales a cargo de The Original Memphis Five, “Somebody Store My Gal” y “Fireworks”, grupo de los primeros tiempos del jazz, que Scorsese rescata aquí en un par de grabaciones originales de 1929, extraordinariamente restauradas y digitalizadas. A The Original Memphis Five, se agrega Bing Crosby con The Jimmy Grier Orchestra, interpretando "Thanks" al más puro estilo suave y melodioso del actor y crooner, así como el infaltable Glenn Miller con su también infaltable tema de salón de baile "Moonlight Serenade."

Pero los que imprimen el sello particular, de manera dosificada, son la familia Wainwright. Además de Rufus, también participa Loudon Wainwright III, con "After You’ve Gone", de Henry Creamer y Turner Layton, que incluso hemos podido escuchar, en su versión clásica orquestada, en algún filme de Woody Allen. Además, se incluye "I’ll Be Seeing You", interpretado por la cantante Martha Wainwright. Vale señalar , que este y otros temas, como "I’ll Build a Stairway to Paradise", ya son de dominio público, al menos en los E.U., como bien señala el booklet del CD. Sabia decisión de Marty al escogerlos.

¿Qué sería un disco así sin Benny Goodman? Se sentiría incompleto, por lo que también encontramos su "Moonglow", con su característico sólo de xilófono, que podemos escuchar en la escena en que Howard y Katharine Hepburn (Cate Blanchett) sobrevuelan Hollywood, en un avión que él mismo pilotea. Para mejorar más el asunto, podemos escuchar después “I Can’t Give you Anything But Love”, de Dorothy Fields y Jimmy McHugh, en una grabación de 1947 interpretado por Freddy Taylor, acompañado a la guitarra nada menos que por Django Reinhardt. Y qué mejor tema musical que "Nightmare", a cargo del clarinetista Artie Shaw y su orquesta, para enfatizar el desquebrajamiento mental de Hughes, un tipo que no nada más sufría de un desorden megalomaniaco, sino también uno obsesivo-compulsivo, notablemente reflejado por Leonardo DiCaprio. "Stardust", de Hoagy Carmichael, es también un tema imprescindible, aquí interpretado por Vince Giordano y su Nighthawks Orchestra. Su combinación de solos de trompeta y clarinete es fenomenal.

Un soundtrack imprescindible para los amantes del jazz, el big band y el swing. Además, incluye otros temas como "Shake that Thing" y el muy “dixieland” "Yellow Dog Blues", también a cargo de Vince Giordano y su orquesta, así como el muy “charleston” "Happy Feet", en una moderna versión de The Manhattan Rhythm Kings, junto una rara pieza escrita por “Fats” Waller, “Ain’t Cha Glad”. Se escucha como un suave Louis Armstrong cantando, pero en “Do I Worry?” en realidad cantan The Ink Spots, en una grabación de 1940.

Pero la mayor rareza que uno puede encontrar en este disco, es un tema cantado e interpretado a la guitarra por el verdadero Howard Hughes, “Lead Belly”, un blues grabado el 11 de agosto de 1940. Para ser sincero, no lo hacía tan mal.

++ A este soundtrack de The Aviator, se agrega el de la banda sonora original escrita por Howard Shore.

- Ver también la reseña de la película.

lunes, 23 de marzo de 2009

EL SOUNDTRACK: O BROTHER, WHERE ART THOU? * * * * *

Muchos filmes de los hermanos Coen están ambientados en el sur de los E.U., como es el caso de O Brother, Where Art Thou? (2000), una película que se nota disfrutaron mucho musicalizar, tal y como lo afirman en el booklet del CD. Tardé un poco en hacerme de este soundtrack al momento del estreno de la película, pero al final lo conseguí en su edición en estuche de cartón. Me parece que la edición que ahora se encuentra disponible, es en la tradicional caja de plástico.

La banda sonora está producida por la gran figura del blues y el bluegrass T Bone Burnett, quien también produjo el soundtrack de Cold Mountain. Muchas piezas musicales de la película son composiciones modernas de country y blues, interpretadas por modernos artistas del género, como los nominados al grammy Norman Blake y la cantante de country Allison Kraus. Pero también hay piezas antiguas, unas joyas musicales que ayudan a redondear todavía más este magnífico CD.

El track que abre el disco es toda una rareza, una añeja grabación de 1959 de unos presos reales cantando "Po Lazarus" mientras cortaban madera, en una prisión de Mississippi. Fueron grabados por el historiador de musica Alan Lomax, especialista en música folk. Sin embargo, en la película, una adaptación del "Ulises" de Homero en el sur estadounidense durante la Época de la Gran Depresión, vemos a unos presos "cantarlo" mientras construyen una vía del tren. Luego viene otra joya, “Big Rock Candy Mountain”, intepretada por Harry “Mac” McClintock en 1928, que si la memoria no me falla, se escucha cuando los tres presos Ulysses Everett McGill (George Clooney), Pete (John Turturro) y Delmar (Tim Blake Nelson) aprovechan la distracción de los guardias para escaparse del trabajo forzado en la vía del tren.

Uno de los temas memorables (al igual que la escena en la que se escucha) es el tema de corte gospel “Down to the River to Pray”, interpretado por Allison Kraus y el coro de una iglesia bautista. La voz de Krauss es magnífica, diría bella más bien, y en combinación con el gran sonido del coro, logra un acertado toque “celestial”, mientras vemos a Pete caminar hipnotizado por la música hacia un río, para ser bautizado por una furtiva peregrinación.

Pero el principal tema musical del disco es “I am a Man of Constant Sorrow”, de la cual escuchamos 4 versiones distintas, incluidas dos instrumentales, una de ellas por el guitarrista Norman Blake. La primera, en la película, es interpretación de “The Soggy Bottom Boys”, es decir, los tres presos al hacerse pasar por cantantes amateurs. Muchos creen que es George Clooney el que canta este tema bluegrass, pero en realidad es el famoso cantante Dan Timinsky, con arreglos de Carter Stanley. La melancólica versión instrumental al violín es de John Hartford. Mi favorita es la que interpretan al final, en un escenario y disfrazados Clooney y compañía, más rítmica, sincopada y con un ligero toque country, también cantada por Timinsky pero con más instrumentos, como banjo, mandolina, violín, etc.

Hay un tema encantador, “In the Highways”, de corte cristiano, interpretado por las hermanas Sarah, Hannah y Lea Peasall, junto a la guitarra de Chris Sharp, que podemos escuchar cuando llega Ulysses a reencontrarse con su esposa (Holly Hunter). Estas niñas son las pequeñas hijas de Ulysses, aunque no son realmente ellas las hermanas Peasall, tan sólo escuchamos sus voces. Otro tema memorables es “Lonesome Valley”, tristísimo blues interpretado por los Fairfield Four sin intrumentos, quienes en la película sí aparecen como cavadores de una tumba. Haciendo memoria, la canción se escucha cuando llega la inundación, en donde, a través de una magistral toma digital, vemos todo lo que el agua se va llevando en sus profundidades, como la lata de brillantina de Ullyses marca “Dapper Dan” y un perro sabueso desprevenido.

En total, el CD tiene 19 tracks. Resumiendo, otras canciones que son el sello particular de la película son “In the Jail House Now”, que sí interpreta el actor Tim Blake Nelson; una canción muy “hillbilly” como “Indian War Whoop”, el melancólico bluegrass “You’re My Sunshine”, o el muy gospel “Didn’t Leave Nobody but the Baby”, interpretado por Allison Krauss, Emmylou Harris y Gillian Welch, que se escucha en la escena de las bellas “sirenas” que, literalmente, “duermen” a nuestros prófugos, así como muchas canciones más que harán la delicia de los aficionados al country, blues, bluegrass y western swing.

++ El CD contiene material para disfrutarse en el ordenador, como links a la página oficial del filme (que desafortunadamente ya no se encuentra disponible), a la página oficial del soundtrack, un screensaver y una interface para escuchar el disco directamente.

lunes, 16 de marzo de 2009

EL SOUNDTRACK: GOOD NIGHT AND GOOD LUCK * * * * *

Desde su debut en la dirección con Confessions of a Dangerous Mind, George Clooney ha demostrado un gran cuidado y preocupación por la musicalización de sus películas, con bandas sonoras cargadas de un dejo de nostalgia. Luego de escuchar el soundtrack de Good Night and Good Luck (2005), por la que Clooney estuvo nominado al Oscar a Mejor Dirección, no pude esperar para tenerlo.

Lleno de canciones del repertorio clásico jazzístico, el soundtrack está producido por el mismo George Clooney y Grant Heslove. Las canciones están interpretadas magníficamente por la cantante de jazz y ganadora del grammy Diane Reeves, quien aparece incluso en la película. Estos números musicales son interpretados en un programa musical dentro de los mismos estudios de la CBS, en donde se grabó durante los 1950 el programa “60 minutes”, conducido por el periodista Edward R. Murrow.

El CD abre con un clásico de Nat King Cole e Irving Mills, “Straighten Up and Fly Right”, y en ese sentido no es gratuita la selección y el orden en que se van presentando los temas musicales. Cada canción habla de lo que se está viviendo en esa otra planta donde se graba el programa de corte periodístico, del ánimo de sus personajes, de sus enfrentamientos y la lucha que están por emprender contra el sistema, para hacer valer su libertad de expresión como comunicadores.

Otro tema indispensable es “How High the Moon” -de mis favoritos-, escrito por Nancy Hamilton y Morgan Lewis, una balada romántica interpretada por Reeves de una manera tranquila y suave, que va sirviendo de contrapunto para otras canciones más alegres y rítmicas, como “You’re Driving me Crazy”, de Walter Donaldson, con el piano de Peter Martin y el saxo de Matt Catingub.

“Solitude”, de Duke Ellington, Edgar de Lange e Irving Mills, que si bien mi interpretación favorita ha sido siempre la de Billie Holiday, aquí Diane Reeves consigue darle un toque genial de balada romántica, realmente único, acompañada también de piano y saxofón. Una canción clave en un momento en que la lucha de Murrow y su equipo parece perdida. Luego, para el contrapunto, se encuentra el más rápido, alegre y muy “bebop” tema “TV is the Thing This Year”, de Philip Medley y William Sanford, al igual que “Too Close to Comfort”, de Jerrold L. Bock, Lawrence Holofcener y George David Weiss.

En su hasta ahora corta filmografía, George Clooney ha demostrado un evidente amor y fascinación por el Estados Unidos de mediados del siglo XX; por la televisión, la música y el deporte del pasado (como en Leatherheads, su reciente película dirigida). A esa época perteneció su tía Rose Mary Clooney, famosa cantante de jazz, fallecida hace algunos años. Esa pasión por el jazz y la música antigua se ha visto reflejada en las bandas sonoras.

Vale mencionar también otros temas clásicos del disco, como “I’ve got my eyes on you”, de Cole Porter, “One for my Baby” de Harold Arner y Johnny Mercer (que hiciera famoso Frank Sinatra, y que ahora puede escucharse también con Michael Bublé o Jamie Cullum), una pausada interpretación de “Gotta be This or That”, de Sunny Skylar; una original interpretación con ritmos de “latin jazz” de “Pick Yourself Up”, de Dorothy Fields y Jerome Kern, así como una versión instrumental de “When I Fall in Love”, de Edward Herman y Victor Young, entre algunos más. Para amantes irremediables del jazz.

- Ver también reseña de Good Night and Good Luck.

domingo, 8 de marzo de 2009

EL SOUNDTRACK: WATCHMEN * * * * 1/2

Ya se encuentra a la venta y todavía no lo tengo en mi poder. Seguro no tardaré en adquirirlo. El soundtrack de Watchmen es uno de esos indispensables para todo aquel que guste de “oldies”, en el cual no pueden faltar un par de curiosidades que hacen todavía más atractivo el producto. La historia de la película se ambienta en la década de los 1970, pero a lo largo de la misma se nos va haciendo un recorrido por varias décadas, a partir de los años 1940, época en la que el grupo de superhéroes empezó a luchar contra el mal. Bueno, al menos la mayoría de ellos.

Junto a su atractiva campaña comercial y promocional (que incluye una enorme variedad de carteles), se ha agregado, en cuanto a la música, una edición de lujo de discos en vinilo, con la imagen de cada uno de los personajes. La edición es limitada y sólo esta a la venta por internet*.

Se encuentran disponibles también dos CDs, uno con la banda sonora original, escrita por el músico de cabecera de Snyder, Tyler Bates, quien escribió la música de “Dawn of the Dead” y “300”, ambas de Snyder. No es de extrañar que muchas tonadas y acordes recuerden a estos dos últimos filmes, en una de todas formas atractiva banda sonora, que incluye un extracto del “Réquiem” de Mozart, que puede escucharse en una de las escenas finales de la película.

El segundo CD es el que me parece más interesante, por su buena recopilación de canciones que podemos escuchar en momentos clave de la película. El primer tema que sorprende, es el de la secuencia de créditos, nada menos que “The Times They Are A-Changing”, de Bob Dylan. La secuencia de créditos es genial, un recorrido simbólico y muy “fotográfico” por momentos clave en la historia de Estados Unidos (el asesinato de Kennedy es recreado de manera asombrosa), vista a través de los ojos de nuestros héroes, con la inconfundible voz y música de Dylan de fondo. Otro de los temas que me encantó, en especial por su uso en el filme, es el clásico de Simon & Garfunkel “The Sound of Silence”, junto al clásico también de Leonard Cohen “Hallelujah”, este último suena mientras dos personajes hacen el amor por primera vez dentro de una nave, y a la luz de la luna. No es un momento antológico del todo, pero el uso de la canción de Cohen es irónico, casi humorístico.

Un par de leyendas del jazz también tienen participación, Billie Holiday y Nat King Cole. La primera con el tema “You’re my Thrill”, en una de las escenas de la década de los 1940. La suavidad de la música va acorde con el recorrido temporal que vemos en la primera época de los superhéroes, al acabar la Segunda Guerra Mundial. Mientras, el clásico “Unforgettable” de Nat King Cole, aparece en un pequeño episodio en flash-back en los 1950, que uno de los personajes nos cuenta.

Otro aspecto muy llamativo, es el uso irónico (tono que caracteriza al soundtrack en el filme) de “Ride of the Valkyries”, en una escena-homenaje a la clásica escena de “Apocalipse Now” de Coppola (aquella de los helicópteros lanzando napalm en Vietnam), siendo una de las curiosidades que comentaba al principio, junto a una composición interpretada por The Philip Glass Ensemble, “Pruit Igoe & Prophecies”.

El soundtrack se completa con otros clásicos como “I’m Your Boggie Man” de KC & The Sunshine, “Me & Bobby McGee”, de Janis Joplin, el indispensable y psicodélico “All Along The Watchtower” de Jimmy Hendrix, así como un cover de otro clásico de Bob Dylan, “Desolation Road”, por My Chemical Romance. Un CD que vale muchísimo la pena.

*Las portadas de los discos de vinilo y de los CDs, así como la lista de su contenido, pueden verse en la mini página oficial de la música de Watchmen.

sábado, 28 de febrero de 2009

EL SOUNDTRACK: PULP FICTION * * * * *

Después de tanto titubear, me he decidido a inaugurar una sección dedicada a los soundtracks. Aunque la música es una de mis pasiones, no me considero un experto en la materia (ni pretendo serlo algún día). Por lo tanto, semanalmente intentaré dar mi más humilde opinión respecto a soundtracks que me hayan parecido interesantes, buenos, y claro, malos también, así como otros tantos que formen parte de mi colección. Varios los he adquirido independientemente de que la película me haya gustado o no. Empezaré con el soundtrack de Pulp Fiction (1994), de Quentin Tarantino.

Me dio algo de rabia enterarme, hace unos años, que salió reeditado con unas cuantas canciones extras*, en una “edición para coleccionistas”. Ni hablar, a la larga seguro lo compraré, dejándome llevar por la corriente de la mercadotecnia. Además, en el 2004 lo editaron también en acetato, quizás para que fuera más acorde con el aire retro de la música. La que tengo es la edición tradicional, que salió a la venta junto al estreno de la película, en 1994. Entre canción y canción lleva fragmentos de algunos diálogos de la película. Los mejores son el primero, con Tim Roth y Amanda Plummer gritando “¡Everybody cool this is a robery!”, antes de asaltar el restaurante, para dar paso al hipnotizante solo de guitarra de Dick Dale y sus Del-Tones, “Misirlou”. Samuel L. Jackson cierra el CD, gritando el versículo de Ezequiel 25:17 y luego… varios disparos.

El soundtrack es la clásica banda sonora ecléctica y nostálgica, plena de “oldies”, con las que Tarantino gusta tanto musicalizar sus películas. Lo mejor, es que con la mayoría de las canciones no te dejan de venir a la mente escenas de antología, como aquel baile de John Travolta y Uma Thurman (¡bellísima de morena!), en un restaurante de temática de los 1950. Teniendo como maestro de ceremonias a Ed Sullivan (bueno, un actor imitándolo), bailan el tema “You Never Can Tell”, de Chuck Berry, en un extraño y versátil baile, donde hay desde twist hasta unos pasos muy “a go-go”.

Los temas que más disfruto, además de “Girl, You’ll be a Woman Soon” de Neil Diamond, (más que adecuado para la escena de Uma Thurman inhalando cocaína), “Son of a Preacher Man”, de John Hurley e interpretado por Dusty Springfield, así como el simpático tema “Flowers on the Wall”, de Lew DeWitt, e interpretado por The Statler Brothers (en el que destaca un alegre banjo), son los temas de música “surf”. Dan un aire muy atemporal a la película con esos solos de guitarra eléctrica, como el ya mencionado “Misirlou” o “Surf Rider”, ejecutado por The Lively Ones. No podría dejar de mencionar la balada romántica (que no cursi, atención) “Lonesome Town”, de Ricky Nelson.

Un soundtrack destinado a convertirse en un clásico. Ya volveré con otros soundtracks de Tarantino, como el del díptico “Kill Bill” o “Jackie Brown”, todos ellos indispensables.

*Los temas "extra" que incluye la edición de colección son:

-Since I First Met You, de The Robins
-Rumble, de Lin Wray y sus "Ray Men"
-Strawberry Letter number 23, de Brothers Johnson
-Out of Limits, de The Marketts

Además, incluye un segundo disco, con una entrevista a Quentin Tarantino.

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