sábado, 17 de enero de 2009

UN LONG DIMANCHE DE FIANCAILLES * * * * 1/2


Es inútil resistirse a los encantos cinematográficos del director galo Jean Pierre Jeunet (uno de los favoritos de quien esto escribe), capaz de transformar la campiña francesa, el París de principios de siglo XX o un mercado populoso, en un escenario de lo posible y lo imposible. En su cine cada detalle es cuidado al máximo, cada ruido y elemento visual.

Tarde o temprano iba a suceder, Jean Pierre Jeunet cayó en las redes de Hollywood, aunque no creo que haya que asustarse tanto. Alien: Resurrection me agradó mucho, y ahora con Un Largo Domingo de Noviazgo (Un Long Dimanche de Fiancailles, 2004), el también director de Foutaises, La Ciudad de los Niños Perdidos, Delicatessen y la taquillera en Francia, Amélie, logra una historia de amor de tintes épicos y presupuesto millonario.

Basándose en la novela del narrador y guionista Sébastien Japrisot, Jeunet cuenta la nostálgica historia de Mathilde (Audrey Tautou nuevamente), una chica con una pierna de madera debido a la poliomelitis que padeció en su infancia, quien tiene el propósito de encontrar a su novio Manech (Gaspard Ulliel), que se alistó en el ejército para pelear en las trincheras durante la Primera Guerra Mundial.

En varias escenas, uno se siente en medio del campo de batalla, en medio de los terrores de la guerra. Una larga secuencia recuerda a la secuencia introductoria de Saving Private Ryan, y acabamos sumergidos en un mundo infernal. Muchos soldados preferían mutilarse varios dedos o una mano, con tal de evadir el pelear en el frente de batalla.

Jeunet muestra una habilidad descomunal en la manera de dirigir las escenas bélicas (por sí solas, dan para todo un filme bélico), con grandes efectos especiales y edición de sonido (¡la explosión del zeppellin!). También resulta magistral la manera en que Jeunet combina los puntos de vista narrativos, contrastando las amarillosas y otoñales secuencias del campo, con las grises y neutras secuencias de las batallas. Un momento estamos viendo la rutinaria existencia de Mathilde con sus tíos (Dominique Pignon, actor fetiche de Jeunet, y Chantal Neuwirth) y en segundos Jeunet ya nos está contando la historia de algún “soldado desconocido” y los horrores que presenció.

Está de más decir que el diseño de arte y la fotografía, de Brunno Delbonnel (el mismo de Amélie), son una maravilla. Empezamos con imágenes en sepia de Matilde, triste y recolectando pistas, para llegar a una colorida resolución. El reparto es de primera, con estrellas francesas como Julie Depardieu, André Dussolier, Denis Lavant, Albert Dupontel y Tcheky Kario, mientras Jodie Foster hace una secundaria pero destacada participación, hablando un francés casi perfecto, interpretando a la esposa de un soldado desaparecido.

El guión de Jeunet es un trabajo con muchas virtudes, en la relevancia que van tomando todos y cada uno de sus interesantes personajes secundarios: la tía Benedicte y sus supersticiosas costumbres, el tío quejoso, el cartero que poco a poco se introduce en la intimidad de la familia; ese detective y sus elocuentes frases, etc, hasta que vemos que Manech no es más que una especie de “mcguffin” en la historia. Nos importa un bledo si está vivo o no, lo que termina robando nuestra atención son esas atractivas subtramas, historias de las cuales nos quedamos con ganas de más.

++ El DVD incluye extras interesantes como "Detrás de las escenas: "Un año en el frente", "Antes de la explosión", escenas suprimidas con comentarios de Jean-Pierre Jeunet, trailers, menús interactivos, acceso directo a escenas, comentario en audio de Jean-Pierre Jeunet, promocional de la banda sonora, etc.

viernes, 16 de enero de 2009

Hafið * * * * *

Gunnar Eyjólfsson

Desde su debut con el almodovariano filme 101 Reykjavík (2000), quedó patente que las inquietudes temáticas del joven realizador islandés Baltasar Kormákur iban a ser los núcleos familiares disfuncionales, formados por hijos atormentados con traumas a cuestas. Los padres (con los mismos problemas) cierran este círculo, como la madre lesbiana vista en 101 Reykjavík, o el padre arraigado a las tradiciones de un pueblo pesquero de Islandia, en el segundo largometraje de Kormákur, Hafid (2002).

Además de director, guionista y productor, Kormákur ha tenido una prolífica carrera como actor (participó en un pequeño papel en 101 Reykjavík). En Hafid (con el título internacional de "The Sea"), el realizador propone un nuevo retrato familiar multigeneracional, en un melodrama que narra las dificultades de un hombre maduro, Thodur (magnífico Gunnar Eyjólfsson, padrino en la vida real de Kormákur), para romper con los fuertes lazos que lo unen a una procesadora de pescado. El negocio está hipotecado y a punto de quebrar. Mientras tanto, Thodur se encuentra escribiendo sus memorias, en un ajuste de cuentas con su pasado, en lo que decide cuál de sus tres hijos se hará cargo del quebrantado negocio.

“¿Por qué de pronto ese amor a la verdad?”, le dice a Thodur su segunda esposa, Kristín (Kristbjörg Kjeld), quien se encuentra organizando sus escritos. En una reunión familiar decisiva, Thodur hará un importante anuncio a sus hijos respecto a su patrimonio. La fábrica está administrada por el mayor de ellos, Haraldur (Sigurdur Skúlason), el cual está casado con una ambiciosa mujer, Aslaug.

Kormákur adapta la obra teatral del islandés Olafur Haukur Símonarson. La película tiene momentos de irónico humor, en la figura de la simpática abuela Kata (Herdís Thorvaldsdóttir), quien, a través de cortos pero sarcásticos diálogos, termina simbolizando el arraigado tradicionalismo. En la comida están  presentes Haraldur, su hermana cineasta Ragnheidur (Gudrún Gísladóttir) y Agust (Hilmir Snaer Gudnason, protagonista de 101 Reykjavík), el hijo menor, que estudia música en París sin que lo sepa su padre. El chico vive con su novia francesa (Hélène de Fougerolles), quien es testigo de las discusiones y enfrentamientos familiares.

Kormákur en ningún momento abandona el tono sarcástico en las relaciones intrafamiliares. Su trabajo  tiene detalles extraños pero muy humorísticos, como ese carnero que entra en un restaurante. Estas constantes apariciones de animales, lejos de ser gratuitas, refuerzan el discurso del filme, muy político y social, que tiene que ver con la falta de modernidad y progreso fuera de Reykjavík. El raquítico negocio  de Thordur ya no pudo estar a la par del progreso.

Hafid es una película que lanza una crítica a los arraigados tradicionalismos en las familias más conservadoras de Islandia, alejadas de las grandes metrópolis. En esa otra disfuncional familia que lleva Ragnheidur junto a su esposo Morten (Sven Nordin), el hijo adolescente, tímido y callado, no toca la comida preparada por la abuela. “¡Quien no coma carne de ballena, no merece vivir!”, exclama la anciana. Ragnheidur y Morten viajan desde Reykjavík hasta el pueblo para desestabilizar todavía más el áspero ambiente en la triste residencia, blanca y de arquitectura funcional.

Fotografiada estupendamente por Jean-Louis Vialard, Hafid es un trabajo notable en la filmografía de Kormákur. Tiene una magnífica dirección de actores y la historia tiene un efecto catártico en cada uno de sus personajes. La ligera base paterno-filial amenaza con colapsarse por las ambiciones económicas e intereses ocultos. La violencia puede aflorar en los momentos de mayor crisis.

++ Hafid se estrenó en el Festival de San Sebastián en 2002, aunque no tuvo estreno comercial en cines. Tampoco se encuentra editado en DVD en España.

jueves, 15 de enero de 2009

HONOLULU BABY *

Cualquier -por lo menos, la mayoría- hombre quisiera verse alguna vez en la situación del ingeniero Alberto Colombo, un tipo con pinta de “Groucho Marx” en decadencia. Alberto es un burócrata en una empresa estadounidense instalada en Italia, hasta que es transferido a un enigmático lugar llamado “Melachas”. Según su jefe, ninguno de los empleados que han sido enviados allá ha regresado, y Colombo (atención al sugerente apellido) será el encargado de ir a investigar qué sucede y, de paso, tratar de encontrar petróleo.

Honolulu Baby (2001), dirigido por el comediante Maurizio Nichetti, quien también interpreta el papel de Colombo, tiene una atractiva idea argumental, a pesar de lo fallido que resulta. Su comienzo es delirante, abriendo con las regulares pesadillas que Alberto tiene por lo estresante que resulta su trabajo, en especial, porque tiene que hablar en la oficina únicamente en inglés, idioma que está aprendiendo junto a su esposa, Margherita (la actriz portuguesa Maria de Medeiros), quien trabaja en un McDonalds haciendo limpieza.

Desde el atractivo inicio se adivina una crítica a la globalización y a las absurdas políticas corporativas, como el hecho de que Margherita deba practicar el inglés para causar buena impresión durante la visita del director corporativo al McDonalds, hasta que la película cae en un letargo argumental, justo cuando Alberto llega a “Melachas”. Esta imaginaria región es un territorio desértico, donde Alberto encuentra a un antiguo empleado de la empresa, Christian (Jean Rochefort, totalmente perdido en su interpretación), al que le gusta le llamen “Cri-cri”.

Melachas es una especie de “paraíso”, al menos, para los hombres, ya que está habitado únicamente por 320 mujeres, todas ellas muy guapas. Christian ya tiene a sus favoritas, pero las desesperadas mujeres irán tras el confundido Alberto. Aunque a veces se dejará cuidar por ellas, la mayor parte del tiempo deberá sortearlas, esconderse o disfrazarse de mujer, ante el masivo acoso de las mujeres. Entre las actrices se encuentran la chilena Paulina Gálvez y la catalana Marián Aguilera.

La idea no es mala, la intención de Honolulu Baby (escrita por Giovanna Carrassi y Richard Clement Haber) es crear una cómica metáfora sobre la colonización. Colombo llega a verse a sí mismo como un “semental”, que proveerá a Melachas de lo que le falta: bebés y luego, hombres, que llegarán a explotar el petróleo del lugar. El principal problema del filme, es que apenas y causa la más mínima gracia. Las persecuciones de las mujeres tras Colombo terminan por ser rutinarias. Lo que es peor, es que las mujeres son mostradas sin un ápice de inteligencia. Apenas y pronuncian algunas frases, son como zombies o robots en todas sus acciones, y ninguna de ellas (ni siquiera el personaje de Gálvez) tiene alguna relevancia en la historia.

En papel quizás se veía bonita la idea, pero en pantalla luce pobremente trabajada, debido a un guión escrito sin la mínima imaginación. Como comediante Nichetti no logró convencerme, y me dio pena ver al gran Jean Rochefort parloteando pésimos diálogos en inglés, italiano y uno que otro en francés. Honolulu Baby, en resumidas cuentas, es una película misógina que apenas y aguanta ser vista durante una noche sin otra cosa mejor que hacer. Mejor ni intentarlo.

miércoles, 14 de enero de 2009

LE DÎNER DE CONS * * * 1/2

El director francés especializado en comedias, Francis Veber, ha tenido un gran éxito en teatro con su obra La Cena de los Idiotas (Le Dîner de cons). Veber se encargó de adaptarla en 1998 al cine, y el resultado fue una modesta pero efectiva comedia, con los actores Thierry Lhermitte (protagonista de “El Closet”, también de Veber), y Jaques Villeret (de “El Secreto del Malabar Princess”, y fallecido en 2005), quien en su momento hizo el mismo papel en la versión teatral.

Por ello, Villeret realiza con una facilidad tremenda su interpretación de Francois Pignon (nombre que Veber ha usado siempre en sus personajes principales), un simple contador del Ministerio. A Pignon lo ha dejado su esposa, y desde entonces se dedica a construir modelos a escala de todo lo imaginable (Torre Eifell incluida), usando tan sólo cerillas. Thierry Lhermitte interpreta a Pierre Brochant, editor literario que organiza, junto a otros amigos, un concurso, en donde cada uno debe llevar un tonto a una cena. El que lleve al más idiota, gana.

El concurso semanal amenaza con cancelarse por una lastimadura que sufre Pierre, hasta que llega Pignon para salvar el evento, como el “tonto” invitado de aquel. Los enredos comienzan por la decisión de Pierre de utilizar a Pignon para recuperar a su esposa, a través de una sesión de llamadas telefónicas. Pignon meterá la pata una y otra vez, todo narrado con un buen ritmo en la interacción de Villeret y Lhermitte, basada en la combinación de personalidades antagónicas, el último en su habitual papel de engreído. Nada raro en Veber, cuyas películas se basan justamente en la fórmula de las buddy movies hollywoodenses, explotando la interacción que puede surgir entre personajes opuestos, propensos a “matarse” el uno al otro.

Veber supo traducir al cine su propia obra teatral. Al final, no se sabe quién es más tonto, si el inocente pero sensible Pignon, o el adinerado editor, que no ha sabido cómo conservar a su esposa. Ambos comparten, de alguna forma, los mismos problemas. Como dice Pignon: “uno debe pensarlo dos veces, cuando crea que el prójimo es un tonto”.

++ El DVD incluye trailers, ficha técnica, ficha artística y filmografías.

martes, 13 de enero de 2009

MEET THE FOCKERS * * * 1/2

Los momentos en los que compadecemos y no deseamos estar en los zapatos de Gaylord Focker (Ben Stiller), son aquellos en los que el rostro mala leche de Robert DeNiro, con su personaje del exagente de la CIA Jack Byrnes, literalmente se “clava” en la asustadiza mirada de aquel.

Las cómicas interacciones entre los dos personajes, con las advertencias y largos sermones de Jack hacia Gaylord, hacen divertida Meet the Fockers (2004), la afortunada secuela de Meet the Parents (2000). A este cómico rapport (si bien es prácticamente el mismo de su predecesora) se agrega el que DeNiro tiene con su compañero de reparto, Dustin Hoffman, dos grandes figuras del cine juntas por primera vez en una comedia.

Ahora corresponde a Gaylord sufrir los enfrentamientos entre su padre, Bernie (Hoffman), y Jack, además de la vergüenza que le provoca el modo de vida tan liberal entre Roz (efectiva Barbara Streissand), su madre, y Bernie. La acción tendrá lugar en la casa de los Fockers. Gaylord lleva a Pam (Teri Polo), su prometida, a conocer a su familia en Miami. Jack y su esposa los acompañan a pasar el fin de semana, emprendiendo el viaje en una inmensa “casa rodante” con tecnología de punta.

Los padres de Gaylord son una suerte de hippies de principios de siglo XXI. Viven todavía en los 1960. Bernie es un abogado retirado, pacifista y detractor de la violencia contra los animales, en tanto Roz es una terapeuta sexual especializada en ancianos. El choque de caracteres entre los Fockers y Jack será el punto de apoyo del realizador Jay Roach (director de la primera parte), para todos los gags de la película. La casa de los Fockers es un santuario dedicado al arte erótico de pésimo gusto, así como a los cuestionables logros en la vida académica de Gaylord.

Dustin Hoffman y Barbara Streissand están magníficos como los padres de Gaylord. Hoffman está en ocasiones desatado en una actuación, casi siempre, relajada. Robert DeNiro sigue con la estrategia -muy funcional- de poner cara de “dolor de estomago”, cada vez que quiere “matar” a Gaylord. Y cierto bebe, nieto de Jack, no se queda atrás, quien absorbe como esponja todo lo que escucha y ve, gracias a los métodos educativos de su abuelo.

Meet the Fockers está lejos de superar a su predecesora. Es una comedia que de todas formas acaba siendo graciosa, con algunas secuencias de comicidad hilarante (la cena con ese peculiar “libro de recuerdos”, el torturante masaje de Roz a Jack, el posible hijo de Gaylord).

El guión no está exento de llevar implícito un mensaje positivo, que tiene que ver con la forma en la que Gaylord se siente avergonzado de sus padres. Ellos tratan una y otra vez, con muchos esfuerzos, de complacerlo, sin que Gaylord lo asimile por estar más preocupado y ansioso en complacer a su futuro suegro. Bernie y Roz pasarán por alto todo lo que su hijo les trate de imponer. Al final son sinceros, auténticos, simplemente los Fockers.

++ Disponible en una edición especial con estuche metálico, que incluye extras como escenas inéditas, "Meteduras de pata", "La Glándula Paparia", "Las aventuras de una entrenadora de bebés", entrevistas y mucho más.

lunes, 12 de enero de 2009

RECOMENDACIONES EN DVD (3)


Sam Peckinpah's Legendary Westerns Collection
Paquete de colección
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Para los amantes del western (como quien esto escribe), por fin salió a la venta en región 1 el paquete especial con los mejores westerns de Sam Peckinpah, quien legara dentro de este género una serie de westerns donde rescataba temas clásicos, pero con una violencia gráfica nunca antes vista. En The Wild Bunch (1969), el realizador de origen californiano logró en ese enfrentamiento que abre la cinta, combinar crudeza y belleza fílmica al mismo tiempo. Protagonizado por William Holden, Ernest Borgnine, Robert Ryan y el gran realizador mexicano Emilio “el Indio” Fernández, la cinta narra cómo una banda de forajidos intenta dar un golpe mayor, en el robo a un tren del ejército justo en la frontera con México. Los ladrones tienen que huir del ejército mexicano en su intento por cruzar la frontera, y arreglarán cuentas con un general revolucionario (Fernández). El mejor filme del paquete, que incluye como extras escenas inéditas, comentarios de especialistas y 3 documentales sobre Peckinpah. En orden de excelencia sigue Pat Garret and Billy the Kid (1973), con James Coburn en el papel del Sheriff Pat Garret, otrora amigo de Billy the Kid (Kris Kristofferson). Garret logra meter en prisión a Billy, pero cuando escapa, Garret deberá perseguirlo e, inevitablemente, enfrentarlo. La participación de Bob Dylan es de antología y también actúa la mexicana Katy Jurado. Esta joya del género incluye, en otro disco, comentarios de especialistas y colaboradores de Peckinpah; una versión inédita con minutos adicionales y documentales. Ride the High Country (1962), es un emocionante western con la trama clásica del “robo al tren”. Joel McRea interpreta al alguacil Steve Judd, a quien le encargan cuidar un tren que lleva un gran cargamento de oro. Para asistirlo, Judd llama a Gil (Randolph Scott) y su ayudante Heck (Ron Starr). Sin embargo, estos dos lo que quieren es robar el oro. Entre los extras se encuentra una galería de trailers, documental y comentarios de especialistas en la obra de Peckinpah. Finalmente, The Ballad of Cable Hoghe (1970), cuenta la historia del ascenso y descenso de Cable Hoghe (Jason Robards), un hombre que acaba abandonado en el desierto al ser traicionado, hasta que se salva encontrando un manantial. Ahí construye una casa, que renta a los pasajeros que llegan en sus diligencias, sólo que el negocio se le acabará con el invento del automóvil. En definitiva, un paquete de películas indispensable en la filmografía de Sam Peckinpah.


The Little Rascals Collection
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Una de las series infantiles favoritas de nuestros padres y abuelos llega completa en un paquete especial, que incluye desde los primeros cortos cómicos de 1923 (donde actuaron al lado del comediante Harold Lloyd), hasta su última aparición en televisión en la década de los 1950, en el programa de televisión “You asked for it”, hechos adultos y contando anécdotas de antaño. Esta pandilla de niños traviesos, encabezada por su líder, Spanky (George McFarland), el flaco aspirante a “crooner” Alfalfa (Carls Switzer), Percy (Leonard Landy), Farina (Allen Hoskins), Darla (Darla Hood), Buckwheat (Billie Thomas), Mickey (Robert Blake), entre otros, fueron los primeros ejemplos de estrellas infantiles afectadas por la fama repentina. Muchos tuvieron destinos fatales, a pesar del gracioso y encantador trabajo que hicieron en pantalla. Ahí tenemos, por ejemplo, el trágico destino de Carls Switzer “Alfalfa”, asesinado en los 1950 por un pleito de dinero, o el reciente caso del arresto de Robert Blake por el supuesto homicidio de su esposa, del que fue exonerado por falta de pruebas. El paquete, formado por 5 discos, incluye los mencionados cortos con Harold Lloyd, así como otros memorables, como en el que Alfalfa decide convertirse en cantante (Alfalfa King of the Crooners), con su “melodiosa” voz. “The Sundown Limited”, de la era silente (1924), es de los mejores cortos de su período silente, que trata sobre cómo la pandilla intenta construir una vía de ferrocarril.

Happiness, de Todd Solondz
* * * 1/2

Llega en región 2 una de las películas más representativas de Todd Solondz, que narra las enfermizas relaciones que van surgiendo entre sus personajes. Tres hermanas experimentan distintas situaciones, a partir de que a una de ellas, Joy (Jane Adams) le es arrojada una especie de “maldición” por parte de un tipo despechado. Trish (Cinthya Stevenson), hermana de Joy, lleva una vida familiar tranquila junto a su esposo, Hill (Dylan Baker), psiquiatra pedófilo y con tendencias sádicas. Bill, por otro lado, tiene un paciente (Philip Seymour Hoffman), con problemas para relacionarse con mujeres y que está enamorado de Helen (Lara Flynn Boyle), la otra hermana de Joy. Un conjunto de historias que se entrecruzan, para ir revelando las perversiones de algunos, las frustraciones de otros, los anhelos de algún preadolescente que desea tener su primera eyaculación, etc., son aspectos tratados como una crítica mordaz a la doble moral de la sociedad norteamericana, en familias que aparentan ser “perfectas”. De los mejores filmes de Solondz, el disco no incluye extras relevantes, tan sólo un trailer y una atractiva interfase.


Aeon Flux: La serie animada
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Producida por el canal de música MTV, esta seria animada se adaptó hace unos años al cine, protagonizada por Charlize Theron, que para mala fortuna de sus fans (entre los que me cuento yo) sale demasiado cubierta en comparación a su original de animación. La serie fue creada en 1995 por el estadounidense de origen coreano Peter Chung (quien recientemente dirigió una adaptación animada de The Chronicles of Riddick), y narra las aventuras futuristas de la agente Aeon Flux (voz de Denise Poirier), una atractiva mujer en permanente conflicto con el mundo, mientras lleva a cabo misiones en el ficticio país “Monica”. El paquete está formado por 3 discos, con los 10 episodios remasterizados digitalmente, que realza el manierista estilo de Chung en el diseño visual. Una serie animada para adultos, que parece directamente extraída de la revista fantástico-erótica “Heavy Metal”.

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