viernes, 1 de marzo de 2024

ELEMENTAL

Come on baby, light my fire.
 

En Inside Out, la Pixar hizo que una historia tan abstracta y compleja protagonizada por las emociones humanas funcionara. En Elemental consiguen nuevamente algo muy cercano, teniendo de protagonistas a los 4 elementos: agua, fuego, viento, y tierra. Al respecto, creo que sus realizadores hicieron una elección acertada al elegir el fuego y el agua como los protagonistas principales. Será porque a Peter Sohn, su director, le habrá parecido atractiva la interacción que ambos elementos podrían ofrecer, en una historia romántica con inspiración en Romeo y Julieta, es decir, el amor imposible al pertenecer los involucrados a universos distintos.

Pero Sohn (quién además de haber trabajado en el área de animación de otras películas de Pixar, también ha hecho trabajo de voz en filmes como Ratatuille y Monsters University) quiso imprimir en la historia un poco de su propio ADN, rindiendo con ello un sensible tributo a sus padres, inmigrantes de origen coreano (historia que, de hecho, cuenta en el pequeño documental Good Chemistry: The Story of Elemental, que puede verse en Disney Plus). El padre de Sohn, quien fuera propietario de una tienda de artículos de arte, luchó por sacar adelante a su familia, y para encajar en la cultura occidental de los E.U.

Sin embargo, la trama termina siendo más como su título, elemental. La fogosa -en más de un sentido- historia de amor, protagonizada por una muy flameante chica, Ember (voz de Leah Lewis), con problemas de manejo de la ira (hazla enojar y perder la paciencia, y tendrás un incendio forestal en 3 segundos), y por el acuoso Wade (voz de Mamoudou Athie), un sensible, noble, pero muy llorón sujeto perteneciente al agua, tiene su justa carga emocional y de humor.

En este universo, cada elemento vive en su propia región, dentro de una ciudad en donde tratan de convivir lo mejor posible. Mientras la tierra es representada con personajes de apariencia combinada entre tierra, plantas, y árboles (estos dos últimos resultarán si tienen el más mínimo contacto con el agua), los personajes de viento son nubes gaseosas y, ocacionalmente, también de vapor. Algo que sea propiamente viento no lo hay, algo comprensible, ya que los animadores y diseñadores del filme hubieran tenido que lidiar con personajes invisibles y sin mucho atractivo visual.

El fuego y el agua también tienen sus propias zonas, sin que puedan interactuar mucho por razones obvias. La premisa es muy básica, con el dilema para Ember entre seguir los pasos de su padre, Bernie (voz de Ronnie del Carmen) y heredar el negocio familiar, o tomar un camino diferente. Este camino, sin revelar mucho, tiene que ver con una vocación artística (¿no sucede así siempre?). Para ponerle a Ember las cosas más difíciles, su abuela la morir les hizo prometer siempre unirse con miembros de su propio elemento, es decir, "fuego con fuego".

La zona del fuego es una de inspiración muy bollywoodense. Su concepto me pareció inspirado en filmes de Bollywood, lo cual es acentuado con una banda sonora de Thomas Newman, igualmente, con esa misma inspiración. No hay números musicales, pero sí una paleta de colores naranjas encendidos dominante. En tanto, el universo del agua es, precisamente, azul, con sus personajes maleables y adaptables a cualquier superficie. La familia de Wade tiene una tendencia a llorar por todo. Una escena con la familia incluye un juego, en el que deben hacerse llorar unos a otros. La llorosamente hipersensible personalidad de Wade y su familia terminó desafiando un poco mi paciencia.

Cuidado si los personajes de agua se acercan mucho al fuego, ya que corren el riesgo de acabar hechos vapor, cosa que hará riesgosa, si no imposible, una relación entre Ember y Wade. Además, también chocará mucho el fuerte arraigo de la familia de Ember a sus tradiciones, mientras que la familia de Wade será de mente más liberal.

Visualmente, Elemental es, por el contrario, impresionante. No hubo un momento en las escenas de Ember y familia en el que no acabara distraído, viendo el realismo de sus cuerpos llameantes. Cada color está conseguido, al igual que sus flameantes movimientos. Menos atractivo me resultó el mundo del agua. Pero es justo decir que el realismo acuoso de sus personajes es impactante también, aunque menos interesantes desde el punto de vista dramático.

Al final, con todo y que la originalidad no es precisamente lo que defina a Elemental, lo que destaca es su aproximación y desarrollo. Gracias a eso, llegada su conclusión la trama terminó atrapándome y conmoviéndome, especialmente, por la necedad y persistencia de Wade, sin caer jamás en lo cursi.
En Disney Plus

domingo, 14 de enero de 2024

YOUR CHRISTMAS OR MINE? 2

ASA BUTTERFIELD
 

Your Christmas or Mine? (2022) fue, al menos para quien esto escribe, de los mejores filmes navideños del año pasado. Y esto último considerando que casi nunca la oferta de pelis navideñas, de las que valen la pena ver, es muy vasta. Es de esas comedias románticas de temporada invernal en donde varias cosas se conjuran para hacer que la corriente fluya a su favor, sin necesidad de que aparezca Santa ni haya necesidad de salvarlo; ni de mucha magia, o efectos especiales. Es graciosa, emotiva, y con una calidez peculiar.

Disponible ahora también en Primevideo, llega -con una rapidez que me tomó desprevenido- la secuela. Dado el triunfo de su antecesora, me llené de expectativas y me aventuré de inmediato a verla. Si bien esta segunda parte no cuenta con la misma originalidad, sí cuenta con la misma comicidad desbordante, sobretodo en su primer acto. De ahí, llegando a la mitad, y pasando un poco ya la segunda parte, no es precisamente que el asunto ya no funcione, sino que su ritmo cómico va bajando. Es cuando esta secuela, dirigida también por Jim O'Hanlon, cae en la típica historia de malentendidos y reconciliación, además de uno que otro lugar común en estas comedias, en donde todo un clan familiar viaja fuera de su hogareña zona de comfort decembrina.

Las familias de James (Asa Butterfield) y Hayley (Cora Kirk) deciden pasar juntos la Navidad en los alpes suizos. Luego de abrir con una agitada secuencia en el aeropuerto antes de partir, las cosas no irán precisamente como lo planearon para ambas familias. Aquí no habrán los típicos desacuerdos entre familias, ni rencillas, o discusiones, sino que todo irá más bien dentro de la línea de problemas en la comunicación con los lugareños (hay un personaje que, por más que intenta, no puede darse a entender en alemán con nadie). Pero también habrá dificultades con la fauna local (una cabra), y con el folklor de la región, como la creencia en Krampus en lugar de Santa.

Afortunadamente, todo lo anterior da lugar a situaciones bastante graciosas, hasta que claro, cuando ya las cosas más o menos se "normalizan" en la segunda mitad, todo empieza a moverse dentro de aguas más seguras, sin tanto riesgo como en la primer película. Por ejemplo, no faltará la escena en donde lo británico de los personajes saldrá a relucir, y buscarán lo más cercano a un pub (cosa no muy difícil en Suiza), y aunque la secuencia dentro del bar es divertida, son situaciones que ya hemos visto antes.

Por otro lado, Daniel Mays, quien se robó el primer filme con su personalidad bonachona, aquí su Geoff, el papá de Hayley, me siguió cayendo bien, me arrancó algunas risas, pero me tuvo con ansia por la espera de esa línea o escena memorable y graciosa. Lástima que el protagonismo de Geoff se va perdiendo luego de la escena del pub. La nueva adición al reparto (interpretada por Jane Krakowski), es una especie de gurú y coach de vida, además de ser la nueva y muy joven pareja del papá de James. Fuera de ciertos roces con la familia de Hayley, el personaje no tendrá mayor relevancia sino hasta el final de la película.

Por supuesto, la secuela no podría estar completa sin que nuestra pareja estelar vuelva a tener problemas, como en el primer filme. Lo que salva la historia, es el ver si James y Hayley ahora pasan esta prueba de fuego en su relación, siendo aquí en donde el filme toma un segundo aire y despega. No tiene ahora mucho sentido el título como en la primera parte, pero "¿Tu Navidad o La Mía? 2" vuelve a sobresalir como lo más pasable y visible de esta temporada navideña, post-navideña, y de fin de año.
En PrimeVideo

sábado, 6 de enero de 2024

CANDY CANE LANE

THE CANDY MAN CAN Eddie Murphy y Tracee Ellis Ross
  

 Quienes ya hemos visto Jingle Jangle: A Christmas Journey (2020), película navideño-musical, con un elenco mayormente de actores de color (como Forest Whitetaker), dirán al ver Candy Cane Lane "esos muñequitos digitales como de porcelana ya los vimos en Jingle Jangle". No están del todo equivocados, ya que la idea de los muñequitos en Candy es prácticamente la misma idea tomada de JIngle Jangle. La misma, pero en menor escala. Y no me refiero al tamaño de los muñequitos, sino a la escala de producción, historia, elenco, etc. Candy Cane Lane es el más reciente filme de Eddie Murphy, a quien creo no lo habíamos visto en un filme navideño desde "Trading Places", esta última infinitamente mejor.

Este último intento de Murphy dentro del subgénero de temporada no lo ha favorecido mucho. En primera, porque no es tan gracioso como uno esperaria, desafortunadamente, y en segunda, Candy Cane Lane termina siendo un filme olvidable. El personaje de Murphy, Chris Carver, es un padre de familia al cual le ha pasado lo peor que a cualquier padre podría pasarle en época navideña: ser despedido. Su esposa (Tracee Ellis Ross), por fortuna, podría tener un trabajo, pero eso no calma mucho a Chris.

Sin embargo, la salvación para Chris podría estar en un concurso navideño, en donde la casa mejor adornada de su calle recibirá un cuantioso premio. Por lo tanto, Chris se empeñará en ganar el concurso, especialmente, en ganarle a su vecino, el cual le restriega en la cara siempre que su casa es la mejor decorada.

Está bien, imagino que ya van adivinando cómo va a terminar el asunto. Y no se equivocan, ya que, la verdad ¿qué sería de un filme navideño sin uno o dos milagros de por medio? No hay nada de malo en ello, y en lo personal me gusta ver milagros y mucha magia en estos filmes. Para Chris y su hija, Holly (Madison Thomas), un posible milagro estará en un hallazgo que tendrán a mitad de camino, cuando se topen con una tienda navideña muy mágica y extraña, administrada nada menos que por una asistente de Santa, Pepper (Jillian Bell), según ella una elfo, aunque de elfo no tiene nada.

Mencioné magia y milagros navideños, pero sinceramente el filme, con sus muñequitos de porcelana, una elfo que no parece elfo, y, olvidé mencionar, numerosas aves que en algún momento del filme invaden el vecindario, se siente como algo ya visto y sin mucha gracia. No niego que hay uno que otro momento chistosón (de pronto los muñecos tienen algún chiste gracioso, o Pepper suelta alguna linea graciosa). El problema, es que conforme avanza la trama el filme se torna caótico, especialmente, al llegar el momento del concurso. Es aquí cuando Candy es más caótica y simplona. No digo que el filme no pueda verse, especialmente si hay fans de Eddie Murphy que quieran verlo en modo navideño, antes de que regrese a interpretar a Axel F. en la nueva "Beverly Hills Cop". Candy funciona todavía para estos días post navideños, especialmente por sus efectos visuales, lo único que la salva.
En PrimeVideo.

sábado, 23 de diciembre de 2023

FAMILIA

Maribel Verdú y Daniel Giménez Cacho.
 

 Me gustó infinitamente más el anterior filme de Rodrigo García, Raymond & Ray. Y podría decir lo mismo de Four Good Days, su antepenúltimo filme. Familia, su nueva película, en comparación, es un filme en extremo pasivo, en donde, prácticamente, no pasa nada. De hecho, es de esas historias (si se le puede llamar así, ya que una historia propiamente dicha no hay) que parecen más hechas para un escenario teatral que para la pantalla de cine,... o de la televisión, ya que hace unos días se estrenó en Netflix, luego de una pequeña corrida en cines también.

Sus personajes son en extremo teatrales, con diálogos y diálogos sin interrumpción, en donde el personaje central, Leo (Daniel Giménez Cacho), dueño de una empresa aceitunera, es el patriarca de una enorme familia, padre de tres hijas (interpretadas por Ilse Salas, Cassandra Ciangherotti y Natalia Solián), todas ellas con dilemas y problemas encima, que tienen que ver con infidelidades, promiscuidad, embarazo en una relación lésbica, etc. El papá tiene una relación en extremo conflictiva con una de ellas (la interpretada por Ciangherotti, para ser exactos). Esta hija la lleva con Leo con una actitud en extremo relajada, no lo llama papá, constantemente lo desafia, y tiene siempre la provocación a pedir de boca. Y si a eso agregamos que Leo tiende a ser malhablado y explosivo, el asunto se complica más.

Leo es también abuelo de unos adolescentes que gustan de decir frases en spanglish (por cierto, todos viven cerca de la frontera México-E.U., quizás cerca de Tijuana, Baja California, pero no queda muy claro), y de una niña que aparenta cierta normalidad ante el sin fin de discusiones y tensiones que tienen lugar en el filme. La mayoría de estas ocurren en la enorme escena, casi interminable al punto del tedio, durante esa comida que tienen al aire libre, en donde Leo confesará que ha tomado una decisión crucial que podrá afectar a todos, incluyendo a su muy joven novia española (Maribel Verdú, quien también aparece en Raymond & Ray).

En fin, un reparto multigeneracional de personajes mexicanos de clase pudiente, adinerada, y todos de piel clara (en serio, los únicos personajes de piel obscura son las empleadas domésticas, interpretadas por Jessie Valcin y Ángeles Cruz). Familia tal vez no sea (y estoy seguro de ello) para aquellos que busquen un filme, digamos, con más "acción" y más dinámicas entre personajes, y menos letárgico, como el ver personajes sentados y platicando la mayor parte del tiempo, a pesar de los interesantes temas que plantea y las buenas actuaciones.
En Netflix.

sábado, 25 de noviembre de 2023

MARCEL THE SHELL WITH SHOES ON

 

Marcel, el caracol.

Marcel, protagonista de este falso documental, es un caracolito con un ojo saltarín pegado, y claro, vistiendo zapatos con estilo. De hecho, yo completaría el título agregando "con zapatos y... adorable a más no poder". El mayor logro de este documental, sobre un personaje salido de la imaginación de su director, Dean Fleischer Camp (presentado por primera vez en una serie de 3 cortos animados en 2010), es que, conforme avanzan los minutos del filme, es tremendamente difícil no caer en las arenas movedizas repletas de carisma del pequeño Marcel. Bueno, al menos para quien esto escribe así sucedió.

Antes de ver la película, no sabía en lo absoluto a lo que me iba a enfrentar, viendo continuamente pósters e imágenes de un extraño personaje al que, viendo desde un ángulo u otro, no le encontraba forma ni tenía idea de qué era. Leyendo el título las cosas se iban aclarando. "Está bien, es un caracol, con un ojo saltón y patitas", terminé concluyendo. A primera vista, Marcel parece el tipo de personaje que regularmente podrías encontrarte en películas infantiles, pero al ver la película, nominada este año a Mejor Filme Animado en los Oscares y BAFTAs, te sorprendería ver que la película está lejos de ser un simple filme familiar sobre las aventuras de un caracolito viviente en el mundo de los humanos.

Y son cosa curiosa aquellas nominaciones, ya que la película tiene únicamente un pequeño puñado de personajes animados, todos ellos ubicados dentro de un contexto real. Es decir, no es 100 por ciento un filme de animación. Pero la forma en que ambos mundos, el animado y el real se funden aquí, es verdaderamente sorprendente.

La verdad sea dicha, no hay que juzgar las cosas por su tamaño. Marcel, a pesar de su diminuto tamaño, se roba la película, la abarca totalmente, y si bajas la guardia tal vez te robe el corazón. Este falso documental trata de decirnos quién es realmente Marcel (magnífico trabajo de voz de Jenny Slate), y de dónde proviene. La primera cuestión queda cubierta, aunque la segunda, al final del filme, no tanto. Tal interrogante prevalecerá hasta el final. Marcel y Connie, su mamá (voz de Isabella Rossellini), cuales gnomos habitando un jardín, viven en una enorme maceta, ubicada en la ventana de la casa de Dean (el mismo Fleischer Camp, de quien la mayor parte del tiempo sólo escuchamos su voz). ¿Será que Marcel y su mamá vienen del mar? Es posible, pero no lo sabremos con exactitud.

 

Marcel se va convirtiendo en un fenómeno mediático, así como una especie de personalidad del internet cuando, ayudado por Dean, inicia una causa pidiendo ayuda para encontrar a su papá y familiares. Dean decide hacer de todo ésto la historia de su siguiente documental, en tanto el filme se transforma en una parodia tremendamente encantadora sobre "influencers", las redes sociales, y lo que es la celebridad. Incluso, nuestro caracol se transforma en toda una figura de la televisión. Pero nada de esto se le subirá a la cabeza a Marcel, y seguirá siendo el mismo Marcel de siempre, carismático, filosófico, inteligente, y parlanchin.

La animación en stop motion es de una simpleza impresionante. Los personajes animados se mueven e interactúan en el mundo real con los protagonistas de carne y hueso (incluído un perro) de forma sutil. Por más infantil que pueda parecer la película, Marcel the Shell es una película sumamente inteligente y sensible a la vez, que lo mismo abarca temas sobre los medios y la celebridad, como la vida y la muerte, todo -o casi todo- desde el punto de vista del diminuto personaje. Marcel se mueve en un mundo miniatura, a escala, en donde cada área y rincón de la casa de Dean sirven como escenario para entrevistar al primero.

El motor de esta historia, la posible mudanza del realizador a una casa nueva, mientras le cuenta a Marcel la historia de su relación fallida con su novia, es el pretexto para expresar miedos a nuevos comienzos y los cambios para ambos Sin lugar a dudas ni discusión, de los mejores filmes del año.
Disponible en #HBOMax.

jueves, 9 de noviembre de 2023

BARDO, FALSE CHRONICLE OF A HANDFUL OF TRUTHS.

Daniel Giménez Cacho.

 Ni excesiva, ni confusa -al menos para quien esto escribe- como muchos dicen. Con seguridad, es el filme más personal de Iñárritu, en donde, como en Birdman, vuelve a los temas de las crisis creativas y emocionales de artistas y/o autores. Tan surreal como bizarra, loca y extraña, fellinesca, nos movemos junto a su protagonista en planos secuencia y tomas en grandes angulares. Lástima que Gimenez Cacho no tenga el mismo carisma que Marcelo Mastroianni en 8 y 1/2, con la cual Bardo tiene similitudes. De lo mejor del año.
En Netflix.

GUILLERMO DEL TORO'S PINOCCHIO

Nueva versión de Pinocho, tallada en madera por Del Toro.
 

Creo que no había visto una versión animada en stop motion de Pinocho (personaje creado por el italiano Carlo Collodi en su novela "Las aventuras de Pinocho") desde "La navidad de Pinocho" (1980), la cual marcó mi niñez. ¡Recuerdos, dulces recuerdos! Una película algo musical y cargada de pura magia navideña, con Pinocho interactuando con Santa y sus renos. Cuando me enteré que Guillermo del Toro, director más especializado en relatos fantasmagóricos, así como fantasías góticas y obscuras, iba a realizar una película de Pinocho animada en stop motion no lo podía creer. La animación no es precisamente un género abundante en su filmografía. Pero qué se yo, siempre hay una primera vez, y para ser la primera el filme (estrenado en Netflix la víspera de Navidad pasada) superó mis expectativas.

De hecho, del Toro estaba compitiendo con otra peli de Pinocho nueva, la nueva versión de Disney, con actores de carne y hueso, de su clásico animado de 1940 (disponible en Disney Plus). Sin embargo, el Pinocho de Guillermo del Toro (por cierto, así es como se titula la nueva película del director mexicano), es arena de otro costal.

La historia de este nuevo Pinocho está ambientada poco antes de la Segunda Guerra Mundial, en la Italia gobernada por Il Duce Mussolini (quien hace una aparición especial nada halagadora). No es de extrañar este escenario, ya que del Toro ha inscrito este filme en una especie de trilogía sobre el fascismo, junto a El Espinazo del DIablo y el Laberinto del Fauno. Confieso que desde el primer minuto ya estaba diciendo "Mamma mia!".

Geppetto (voz de David Bradley), quien parece una figura tallada en madera, experimenta una terrible tragedia con la pérdida de un ser querido cerca de un árbol. Justo de este árbol, Geppetto, carpintero y fabricante de juguetes y relojes, embriagado y sufriendo de depresión, tomará la madera para hacer un muñeco que sea la viva imagen del ser que ha perdido. Todo esto ocurre durante una noche tormentosa, siendo Geppetto como un doctor Frankenstein a punto de fabricar su monstruo.

Guillermo del Toro codirige el filme junto a Mark Gustafson, este último con antecedentes en animación (trabajó junto a Wes Anderson en Fantastic Mr. Fox), y lo que ambos tuvieron claro fue hacer de este un Pinocho nunca antes visto, uno más obscuro y surreal, y con cambios drásticos, por ejemplo -y nada más revelaré este detalle nuevo- en lugar de tener a la clásica Hada Azul, aquí tenemos a una especie de dios/diosa (voz de Tilda Swinton) que vendrá de visita a la casa de Geppetto, para concederle una nueva oportunidad de ver al ser que perdió, trayendo a la vida el muñeco que dejó inconcluso. Pinocho (voz de Gregory Mann, estupendo) luce aquí sin pintar, no muy perfecto, con sus brazos y piernas pareciendo un poco ramas torcidas.

Partes del filme fueron animadas y realizadas en Guadalajara, y en general la calidad de la animación es de un nivel de sofisticación de alto nivel y detalle. Nada más la iglesia del pueblo, en donde tiene lugar una de las escenas más significativas del filme (Gepetto se encuentra trabajando en un Cristo enorme, al cual Pinocho se acerca a preguntarle "¿Por qué si eres de madera como yo todos te quieren y a mí no?"), tuvo que rehacerse varias veces y en varias escalas. Una iglesia medieval, con sus diseños góticos, además de frescos en sus muros con un detalle impresionante y realista.


Hay otros escenarios magníficamente hechos, como ese circo (en donde Del toro pone algo de inspiración fellinesca) a donde llega Pinocho, para encontrarse con el villano de la historia, Volpe (voz de Christoph Waltz), retratado aquí como un verdadero empresario del espectáculo, explotador y lleno de codicia. El filme, de hecho, es algo musical, siendo del Toro el coautor de todas las canciones, con música del genial Alexandre Desplat, la mayoría muy melódicas y melancólicas. En lugar del zorro y el gato clásicos de la historia, culpables de la perdición de Pinocho, aquí ambos están representados en la figura de Spazzatura (voz o, más bien, ruidos guturales de Cate Blanchett), un mono tuerto que no habla, pero que será un personaje decisivo en su particular forma de comunicarse.

Un tema que creo nunca se había tratado antes en un filme de Pinocho es la muerte y la resurrección, y el hecho es que aquí a nuestra marioneta no nada más le crece la nariz al decir mentiras, sino que puede regresar de la muerte una y otra vez. Y ver el más allá a través de los ojos de Guillermo del Toro es realmente aventurarse dentro de la madriguera del conejo. Solamente revelaré que este mundo está custodiado por una diosa de la Muerte, también con la voz de Tilda Swinton.

Me olvidaba del compañero inseparable de Pinocho, tan sólo llamado Grillo (voz de Ewan McGregor), que luce más como un insecto parlanchín, con una boca apenas visible, completamente lejos de lucir como los Grillos anteriores, más caricaturezcos y antropomórficos. La broma constante para Grillo, es el hecho de que, como narrador de la historia, no siempre es escuchado por los demás, y no ve cercana la oportunidad para poder cantar.

Lo sé, lo sé, el filme suena a todo menos a Pinocho, pero lo interesante es que del Toro supo conservar el espíritu de la historia original, incluyendo partes memorables, como la secuencia dentro de la ballena gigante. También es interesante la forma de haber pasado todo por el filtro de Frankenstein, como el personaje que no encuentra su lugar en el mundo, que es rechazado por los demás por ser diferente, y que incluso el sacerdote del pueblo (voz de Burn Gorman) lo verá como un monstruo diabólico.

En su segunda mitad, el filme se transforma en una pequeña película de guerra, mostrando niños siendo reclutados para formar parte del ejército. Irónicamente, tal vez este sea el lugar en donde Pinocho se sienta mejor. ¿Será del gusto de todos esta nueva versión? ¿Cómo verán aquellos que crecieron leyendo el libro, o con el filme de Disney en sus memorias, esta nueva revisión de un clásico? Hasta el momento, no he escuchado o leído algo negativo. Por lo pronto yo, quien también leyó el libro y creció viendo sus versiones animadas, terminé adorando este filme. Es toda una obra maestra de la animación, el cual, con seguridad se llevará el Óscar el próximo Marzo.
En Netflix.

ARGENTINA 1985

 

Ricardo Darín y Peter Lanzani.
 ¿Hay algún personaje que Ricardo Darín no pueda interpretar? Creo que no. No es uno de mis actores favoritos, pero es de esas presencias que llenan la pantalla. Aquí Darín encarna a JC Strassera, abogado que hizo historia en Argentina en 1985, por llevar a juicio a jefes militares acusados de las desapariciones y muerte de miles de personas durante la dictadura. Al filme le falta más efecto dramático en su narración, se siente tan lineal y severa como su propio protagonista. Pero lo mejor son las actuaciones. #PrimeVideo

viernes, 3 de noviembre de 2023

THE BLACK PHONE

¿Llamada local o larga distancia? Ethan Hawke en modo "lobo feroz".

Nunca vemos la cara de Ethan Hawke -al menos, no completamente-, y aunque todo el filme la mantiene oculta detrás de una máscara muy tétrica, no es impedimento para que ofrezca la que es quizás su actuación más espeluznante. Sin dicha máscara tal vez hubiera sido difícil creerle su papel de villano psicópata. Su trama está instalada más de la mitad del tiempo en un sótano, pero Scott Derrickson (Sinister) supo mantener mi interés hasta el final, ofreciéndome dosis suficientes de escalofríos y emoción. A la renta y en HBOMax.

LA CAÍDA

Karla Souza.

Bien intencionada, pero si acaso, muy suave y tibia en su objetivo de denunciar los abusos sexuales y la pedofilia del mundo del deporte. Aquí es el universo del clavadismo, y aunque correctamente dirigida, no se arriesga a ir uno o dos pasos más allá en su premisa, la cual acaba traicionando. El depredador sexual del filme, un histérico y bastante malhablado coach, acaba sin otro castigo más que un buen regaño y advertencia de por medio. Buenas actuaciones del reparto, eso sí, especialmente de KarlaSouza.

En PrimeVideo

THE NORTHMAN

Alexander Skarsgard y Anya Taylor Joy.

Pensaba que ya no hacían filmes como éste. Dejando de lado sus obvias referencias a Hamlet, Robert Eggers sabe moverse en este relato de vikingos entre lo alucinante y la historia de aventuras movida por la venganza, poblada de brujas, hechiceros, y guerreros resucitados. Alexander Skarsgard, como el héroe gritón que se desgarra las cuerdas vocales cada diez minutos, está estupendo, al igual que Anya Taylor Joy. Eggers no escatima en violencia gráfica en comparación a sus anteriores filmes. No apta para débiles de corazón.

A la renta y en HBOMax

jueves, 12 de octubre de 2023

THE LITTLE MERMAID

PEZ FUERA DE LA AGUA.  Halle Bailey
 

¿A qué hora aparecen Jack Sparrow y los piratas del Caribe? ¿Dónde está Aquaman para salvar a Ariel? Está bien, confieso que no evité bromear con esas cuestiones durante la primera mitad de la nueva película de La Sirenita. Es la tal vez no corregida, pero sí muy aumentada versión con actores de carne y hueso de uno de los clásicos animados de la Disney. Claro, también está toda la tecnología digital a su disposición para recrear, lo mejor posible, la misma magia a poco más de 30 años del estreno de la película animada.

Lo sé, el decirlo suena a noticia de antaño, ya todo mundo sabe que la nueva Sirenita es interpretada por una actriz negra, Halle Bailey, con toda la controversia que los ejecutivos de la Disney imaginaron que eso implicaría. El feroz racismo en redes sociales (#NotMyAriel en twitter ¿recuerdan?) no dejó esperarse, con muchos defendiendo a la Ariel original, blanca y pelirroja.

En lo personal, poco importó para mí la cuestión racial. Bailey no nada más está a la altura del papel, siendo, además de bella, una estupenda cantante. Quizás, su mejor y más memorable número sea (y el mejor creo de ambas películas) Part of Your World (música de Alan Menken, letra de Howard Ashman), el cual interpreta magistralmente. Si el resto del filme es bueno o no, a la altura de su antecesora animada, ya es otra cuestión.

Si esta versión es más fiel o no al cuento original de Hans Christian Andersen, es algo que tengo pendiente de ver tan pronto como lo lea. Lo que sí es cierto, es que esta nueva película no es muy fiel que digamos a la versión animada, la cual encuentro superior en varios aspectos. Dirigida por Rob Marshall, responsable de Chicago (de mis musicales favoritos a la fecha), y de la reciente secuela de Mary Poppins, en esta nueva Sirenita el realismo de la vida en el océano es impresionante. Under the Sea, ese número musical que de niños se nos quedó a muchos grabado en la memoria (originalmente interpretada por el fallecido Samuel E. Wright), cantada por el cangrejo Sebastian (ahora con la más afrancesada voz de Daveed Diggs), resulta igualmente magnífico aquí. El número ahora tiene más criaturas marinas bailando y coreando junto al crustáceo, en escenas coreografiadas fantásticamente.

Hablando de los animales en el filme, tenemos la representación hiperrealista de rigor que hemos estado viendo en las nuevas películas de Disney. Sebastian, claro, se ve como un verdadero cangrejo parlante, pero no sé si Flounder (voz de Jacob Tremblay), el inseparable amigo de Ariel, sea realmente de esa especie de pez puesta aquí, en relación al filme animado. Me pregunto también qué tipo de ave es Scuttle aquí (con la "hermosa" y "melodiosa" voz de Awkwafina), el otro buen amigo de Ariel, el cual no luce en lo absoluto como su versión animada. ¿¿Por qué el cambio innecesario?? Además, Marshall decidió darle una canción, por cierto, muy mala y torturante para nuestros tímpanos ¿Por qué no le dió también una canción a Flounder? Algo me dice que Jacob Tremblay hubiera sonado mejor cantando que Awkwafina.

Scuttle no luce aquí gracioso como en el filme animado, pero ese es el problema de pasar por el filtro digital hiperreralista a los animales que la Disney ya había animado maravillosamente a mano: pierden por completo su cualidad cómica y caricaturezca.

No voy a entrar mucho en la teoría que muchos fans divulgaron en redes sociales, sobre si la mamá de Ariel aparece en Peter Pan, y de que si fue Garfio el que la mató. Muchos ya conocemos la historia original, pero aquí un repaso, Ariel (Bailey) es una sirena adolescente, hija del Rey Triton (Javier Bardem), quien anhela dejar el océano y salir a explorar el mundo exterior de los humanos, por el cual siente una gran fascinación. Ariel guarda una colección de toda clase de objetos que los humanos tiran al mar, o de naufragios, y que tiene escondidos en un lugar secreto.

Cuando Ariel conozca al principe Eric (Jonah Hauer King), y lo rescate de perecer en un naufragio, el flechazo será instantáneo, y las ganas de aquella por dejar el reino de Triton y el océano serán más, digamos, urgentes. Pero hay un inconveniente: la pobre Ariel no tiene piernas. Es cuando magia y pactos malignos, que tendrán un alto precio, intervendrán para hacer su sueño realidad.

Hay otras canciones adicionales que en realidad, además de alargar el filme, no son tan buenas como las clásicas. Por ejemplo, la canción escrita para Eric es pasable aunque algo melodramática, mientras que al inicio hay una canción pequeña que los marinos cantan en el barco de aquel, en contraste, más jovial. Al rey Triton no le fue compuesta una canción, aunque creo que no hubiera querido oír a Bardem cantar. El Triton de carne y hueso no podría lucir más aguado en esta versión, sin la misma personalidad que su contraparte animada. ¿Soy yo, o Triton me pareció demasiado estático, sin la misma energía de papá controlador y sobreprotector que sí vimos en 1989?

Es una pena también que haya quedado mutilado el humor que tenía la peli animada. Extrañé la comedia durante la segunda parte, justo cuando Ariel vive en el mundo de los humanos y en el palacio del príncipe, con las bromas que tienen lugar en el comedor, o aquel gracioso número musical en la cocina, con el chef tratando de cocinar a Sebastian. Aquí no vemos al cangrejo traumatizarse por ver en la cocina a peces, moluscos, y crustráceos convertidos en alimento para los humanos.

Es decir, en la segunda mitad de esta Sirenita el filme pierde algo de su atractivo e intensidad, inclinándose más hacia el melodrama romántico. Grimsby (Art Malik), el inseparable mayordomo y consejero de Eric también está presente en el filme, y a esta especie de figura paterna los realizadores decidieron agregar el personaje de la reina, también afroamericana (Noma Dumezweni). La reina, al igual que el Rey Triton, asume el papel clásico de mamá sobreprotectora, y no quiere que el príncipe se siga aventurando peligrosamente en los mares.

El filme tiene un sabor más caribeño en las escenas carnavalezcas. Mientras el número musical de Under the Sea es un prodigio visual, el segundo número musical de Sebastian no es tan bueno. El número tiene menos animales cantando, sin incluir a las ranitas del filme animado cantando o dirigiendo la orquesta. Es de admirar los efectos visuales bajo el mar, por ejemplo, el movimiento del cabello de Ariel, Triton y las otras sirenas, pero otro par de cosas, en contraste, no son tan convincentes, como el sonido de las voces. Este último no tiene esa cualidad "submarina" que sí tenían, por ejemplo, las voces de los personajes en Aquaman. Incluso, tal vez me equivoque pero creo que en Aquaman se veían burbujas salir de las bocas de los personajes al hablar, cosa que no pasa en La Sirenita.

Melissa McCarthy y su interpretación de la villana de la historia Ursula, mitad bruja mitad pulpo, es otra de las cosas positivas. Las dos anguilas que la acompañan aquí, extrañamente, no hablan como en el filme animado, pero lucen geniales e igualmente diabólicas. Creo que con un poco más de maquillaje McCarthy su hubiera podido ver todavía más maligna como su versión animada, pero su actuación es estupenda, y casi se roba la película. Da por completo en el clavo con la voz malévola, loca, y maniaca del personaje. Marshall sabe darle a la película el giro obscuro que tiene la historia. Sin revelar mucho, la escena climática del enfrentamiento entre Ariel y Ursula es también otro de los puntos fuertes del filme.

Haciendo un balance, debo decir que el filme, en general, me gustó, a pesar de lo alargado que termina siendo. Lo mejor, definitivamente, es el mundo submarino de Atlántica. Si hay dos cosas que distinguen al filme, es su apuesta por la diversidad racial en el reparto, sus efectos digitales de primera, y claro, Halle Bailey, toda una revelación.
En DisneyPlus.

jueves, 21 de septiembre de 2023

WENDELL & WILD

 

Muertos vivientes, demonios, y una niña huérfana.
 

Ya nos provocó pesadillas antes de Navidad, nos llevó de viaje en un durazno gigante, y luego nos hizo vivir en el universo paralelo de una niña llamada Coraline. ¿A dónde nos llevará ahora Henry Selick, el maestro de la animación en stop motion? Nuevamente de viaje a otra fantasia gótica-infantil, pero no por eso menos terrorífica, en Wendell & Wild. Ah, olvidé decir que, además de gótico, su nuevo filme es sumamente demoniaco, ya que tanto el Wendell y el Wild del título son, literalmente, un par de demonios hijos del mismo diablo. Pero estos últimos no son exactamente los protagonistas, sino una niña, Kat (voz de Lyric Ross), quien después de un trágico y desafortunado accidente (causado por una ligera distracción, provocada por...un gusano dentro de una manzana acaramelada) pierde a su papá y mamá.

Acto seguido, Kat es enviada a un internado, en una casa de diseño muy gótico. El internado luce tan antiguo, que antes de que Kat ponga un pie adentro ya sentimos rechinar y crujir el suelo. Ahí conocerá al clásico grupo de "chicas malas", lidereadas por la infaltable niña rubia de cabello largo pero piel bronceada, Siobhan (voz de Tamara Smart). Aunque también encontrará personajes no tan cliché, como una niña latina, Raul (voz de Sam Zelaya) de apariencia rebelde y masculina, talentosa para diseñar y dibujar. Un incidente nos revela que Kat no es una niña común y corriente, y que tiene cierto don para predecir eventos del futuro.*

Mientras, el infierno en donde habitan Wendell (voz de Keegan-Michael Key) y Wild (voz de Jordan Peel, quien coescribió el guión junto a Selick) está lejos de ser el típico infierno cavernoso en llamas. Ambos viven sobre el cuerpo de su gigantezco padre, un diablo de nombre Buffalo Belzer (voz de Ving Rhames), sobre cuyo tórax se encuentra un parque de diversiones con juegos para torturar a las almas condenadas. Mientras, nuestros dos demonios hacen labores como estar en el cuero cabelludo de su papá, aplicando pomadas para hacer crecer su cabello, tal y como si fueran agricultores trabajando sobre un tractor (en realidad, un extraño animal, mezcla de hipopótamo con cerdo), en donde las cosas más surreales, bizarras y asquerosas ocurrirán. Su trabajo los llevará a descubrir que la pomada sirve para algo más que regenerar el diabólico pelo de papá: revivir a los muertos.

Sí, sí, ya se lo que están pensando, que todo este mundo gótico-fantástico, bajo y sobre tierra, parece otro más de esos universos concebidos por la cabeza con cabellos alborotados y enmarañados de Tim Burton, pero no es así. De hecho, no sería descabellado (perdón por el chiste involuntario) imaginar que Selick tomó como inspiración a Burton (con quien colaboró antes en Pesadilla antes de Navidad y Jim y el Durazno Gigante), pero la verdad es que esta historia salió de la no menos extraña y retorcida mente de Jordan Peele (exacto, el director de Get Out y Us), así como del mismo Selick. Luego de mucho deliberar, Netflix (plataforma en donde se encuentra disponible la peli) les dió luz verde a su proyecto.

Como de costumbre en el cine de Selick, tenemos un impecable stop motion, con su distintiva huella magistral. La peli está dirigida para niños, pero no por eso su historia deja de ser compleja. Lo mismo muestra demonios como muertos vivientes, y se adentra en el tema de la muerte con seriedad, pero también con humor negro. No es revelar mucho si menciono que la ecuación formada por la pomada, mas el trauma de una niña por haber sido la única en sobrevivir el accidente automovilístico, dará como resultado la tentación para esta última de usar aquel ungüento en sus padres, y traerlos de vuelta del más allá.

Y detrás de este dilema enfrentado por Kat, en el cual hay de por medio una especie de pacto mefistofélico que traerá consecuencias difíciles para ella, hay otro pequeño problemita: salvar el internado de las garras de un matrimonio codicioso, los Klaxon (voces de Maxine Peak y David Harewood), en donde el marido, un pelmazo cuyo diseño se nota inspirado en la facha de Donald Trump pero con piel obscura, y su esposa, buscan construir una penitenciaria en ese terreno, necesitando muchos votos para el proyecto (la manera en que se las ingenian para conseguirlos es delirante). El director del internado, un cura de no muy confiable apariencia (voz de James Hong) podría estar involucrado en este negocio.

La película tal vez tenga el punto en contra de poder llegar a ser demasiado sombría para los niños, y difícil de seguir, sin que capten algunas referencias, como la mencionada sobre el parecido del villano con Trump, o el notar que hay otro personaje que luce inspirado en la imagen de un maduro Marlon Brando (el de los 1970, para ser exactos) en silla de ruedas. Este brandonezco personaje, es el encargado de mantenimiento en la escuela, pero que se dedica secretamente a cazar y coleccionar---demonios. Pero confío en que el diseño de Wendell y Wild, y el de su inframundo, algo entre cubista y dark, así como el de los zombies, que es más caricaturezco, atrape su atención.

Lo que sucederá con toda probabilidad, es que Wendell y Wild termine siendo jugosamente más atractiva para los aficionados al cine animado de Selick, quienes, como yo, lo han venido siguiendo y admirando desde Pesadilla Antes de Navidad, de 1993. No será este el mejor trabajo de su filmografía, pero como enorme curiosidad sin duda destaca.
En Netflix

lunes, 14 de agosto de 2023

BIRD BOX: BARCELONA

 

MIRA AL PAJARITO.  Georgina Campbell y Mario Casas.

Ni hay caja, ni hay pájaros. No tiene el más mínimo sentido llamar a esta película como su fuente de inspiración, la película original del 2018, protagonizada por Sandra Bullock. La historia se ha movido a Europa, a la ciudad de Barcelona para ser exactos, cosa que suena interesante en un principio. Sin embargo, desde los primeros minutos, con algunas tomas aéreas que muestran los inconfundibles bloques de casas y edificios de forma octogonal, como panales de abejas, empezamos a ver que esto escasamente tiene que ver con el primer filme.

Para reseñar la película de Barcelona, vi por tercera vez el filme original (dirigido, por cierto, por Susanne Bier), y los resultados son fuera de la balanza. Mientras me acabó gustando todavía un poco más el filme con Sandra Bullock y Sarah Paulson, así como un John Malkovich en el papel de un alarmista y paranoico tipo que desconfía hasta de su propia sombra, el filme español, por el contrario, al verlo me gustó menos en comparación.

La historia de BBB (¿podemos llamarle así en adelante?), es una historia totalmente nueva. Sus realizadores, los catalanes Daniel y Àlex Pastor, es obvio que trataron de hacer esta "franquicia" corregida y aumentada, no tanto en cuanto al metraje, ya que ésta dura un poco menos que el filme original, pero el tiro les salió por la culata. Sigue presente la idea de mezclar la premisa estilo The Happening, de M.Night Shyamalan, con un escenario zombie-apocalíptico, en donde los seres humanos supervivientes de un cataclismo de causas inciertas deben vivir con los ojos vendados o, de alguna forma, protegidos. En resumen, deben andar a ciegas (esta última frase tal vez hubiera funcionado como título en español), debido a que una amenaza invisible y de origen desconocido, que no se sabe si es un virus o una especie de fuerza diabólica invisible, los infecta por los ojos de un impulso suicida.

Estos supervivientes se percatan de la presencia de dicha fuerza maligna al ver hojas flotando hacía ellos, o por una luz intensa. O también si dos o tres periquitos se ponen inquietos en una jaula (de ahí el título del filme original). Los humanos desprevenidos, sin los ojos vendados ni usando extraños goggles industriales como los que usa el protagonista, Sebastián (Mario Casas), serán infectados por este ente. A estos infortunados, primero se les pondrán sus ojos como vidriosos y color ambar, y luego se quitarán la vida.

Pero en BBB, los realizadores quisieron jugar un poco y cambiar las cosas, subiéndole más el fuego al sartén y quemando por completo el asunto. Si en el filme original el personaje principal era una futura mamá soltera, a punto de traer un hijo a un mundo caótico y al borde de la destrucción, en la nueva película Sebastián es un padre que vive traumatizado debido a que ve a su hija fallecida a donde quiera que va. Para colmo, al verla se pone loco por completo, siguiendo las órdenes del espíritu de matar a todo incauto que tenga cerca, sin importar que tengan o no los ojos vendados, viendo las almas de los fallecidos ascender al cielo.

Esta nueva película es algo más internacional, con un poco más de personajes de diferentes nacionalidades (que no se diga que Barcelona no es una ciudad cosmopolita). No sólo hay "birdboxeros" (perdón, no pude resistir el usar el término) de España (Lola Dueñas es uno de los rostros conocidos), sino también una niña alemana, una mujer británica (Georgina Campbell), y por supuesto ¡un mexicano! (Diego Calva). Este será el vasto grupo al que, en algún momento, se integra Sebastián, sólo que, contrario a como sucedía en el primer filme, aquí no hay personajes tan interesantes, con interacciones que comiencen a poner los bloques de una trama que en verdad me haya enganchado. No hay buenas anécdotas ni pasados que compartir, o relaciones sentimentales que puedan suceder.

Aquí nadie confía mucho en nadie, y más que tener un plan de supervivencia, hay un sentimiento de sospecha entre uno y otro. Creo que el principal problema, es que Sebastián, en lugar de provocarnos empatía, el efecto que tiene es más bien repelente y de desconfianza. Más que ayudar, Sebastián está ahí para empezar a matar a la primera oportunidad que el espíritu de su hija se lo comande, sin que les revele a los demás un secreto que, por supuesto, no daré a conocer aquí.

BBB nos hace sentir en un escenario más cercano al de la saga de REC que al de Bird Box, moviéndonos la historia de un edificio modernista ruinoso a otro, sin que se aprovechen mucho escenarios icónicos de la ciudad (¿Cómo se hubiera visto la iglesia de la Sagrada Familia en este escenario? Me quedé con las ganas de verlo). Con excepción de la niña y la mujer británica, no simpaticé mucho con ningún otro personaje durante la mayor parte del filme.

Además de la fuerza demoniaca ambulante, ahora hay villanos en esta película, en la forma de un sacerdote argentino loco (para hacer la cosa más internacional todavía), encarnado por otro rostro conocido, Leonardo Sbaraglia. Este cura es una especie de líder de una secta estilo Illuminati, cuyo sello de un ojo dentro de un triángulo está presente en las calles como grafittis. Los seguidores de la secta son infectados que, sin haberse suicidado, buscan que otros se quiten la venda de los ojos y miren lo "hermoso" que es el ente infernal.

Al menos para quien esto escribe, la idea de darle a todo un giro más paranormal del necesario no terminó ayudando mucho a esta nueva película, ignorando por completo la vieja frase de "menos es más" - y mejor-, agregando más efectos visuales, más personajes, y, lo peor, más caos... incluso en su guión. El final promete más películas por venir. ¿Seguirá Bird Box: CDMX?
En #Netflix

lunes, 24 de julio de 2023

AFTERSUN

 

SAY CHEESE!! Frankie Corio y Paul Mescal.

Aftersun trata sobre las vacaciones veraniegas de un muy joven papá junto a su hija. De ver el póster, y a la vez leer lo arriba descrito, es fácil suponer que tendremos el clásico filme-de-tour-turístico, llevándonos por las calles de la costa española, de Turquía o de Grecia, lugares a donde padre e hija viajan. Nada más lejos de ser así, ya que en este primer largometraje de Charlotte Wells el asunto está por completo enfocado en la relación de sus dos únicos personajes, sin que imágenes de postal distraigan nuestra atención.

Las vacaciones de Calum (Paul Mescal, nominado al Oscar este año) y Sophie (Frankie Corio, quien en su primer filme resulta una gran revelación), originarios de Escocia, tiene momentos felices, pero también de tensión y tristeza. Durante la narración se intercalan, ocasionalmente, momentos extraños, con escenas recurrentes en donde vemos a Calum bailando en un club nocturno, como provenientes de un sueño o de recuerdos vagos, sin alguna relación aparente con la narración principal. En dichos instantes fugaces el tiempo parece detenerse y sublimarse, mientras que escuchamos Tender, de Blur, derretirse en nuestros oídos, con todo moviéndose en cámara lenta. Es como al final de un sueño antes de que despertemos.

En alguna de esas imágenes de bailes embriagados, también veremos la imagen de Sophie adulta (Celia Rowlson-Hall), bailando y mirando de lejos a Calum bailar y llorar. Esos instantes hacen todavía más inusual y único al filme de Wells. Sin embargo, lo que más llama la atención es la relación entre Calum, quien adivinamos lleva una carga emocional y trauma severos encima, de los cuales no quiere hablar, y Sophie, en plena transición a la adolescencia, que de entrada parece de buenos amigos, o de hermano y hermana. Hay una escena incluso en donde, estando en su hotel en su primera escala en Torrente, España, en donde unos chicos también británicos se acercan a ellos a jugar billar. Engañados por la apariencia joven de Calum, no imaginan que ambos sean papá e hija.

Es posible que Aftersun tenga elementos autobiográficos. Sophie pasa casi todo el tiempo filmando con una cámara de video a su papá dentro del cuarto de hotel. Pero por alguna razón, nada más hace esto dentro del cuarto, nunca afuera o en los escasos momentos que aparecen turisteando.

Sophie y Calum, como personajes, se explican a sí mismos en sus pláticas, sin necesidad de personajes secundarios, o cuando lo vemos a él practicar algo que parece ser taichí (en una escena, Sophie le dice a su mamá por teléfono que "papá ya está empezando a moverse extraño"). A Calum le gusta bailar, mientras que a Sophie, además de ser aficionada a filmar, le gusta cantar.

Ambientada probablemente a mediados de los años 90, a pesar de ciertas tensiones, la historia muestra en general las vacaciones perfectas para ambos. En Aftersun no hay una historia en el sentido tradicional del término, sino que todo luce como un entretejido de momentos memorables, casi todos ellos bañados por el Sol, aunque también hay momentos memorables que ocurren durante la noche.

Aftersun es una historia de maduración, del descubrimiento del amor para Sophie, del acercamiento con su papá, hasta un desenlace desconcertante y en puntos suspensivos. Al respecto, ambos actores están muy bien, y aunque la actuación de Paul Mescal no me pareció como para una nominación al Oscar, lo mejor de su trabajo es el buen reflejo de sus altibajos emocionales (¿Será bipolar? De ser así ¿ésto lo lleva a tener comportamiento suicida?). Pero es indudable que la excelente química que consiguen es lo más rescatable de la película.
En Mubi.
⭐️⭐️⭐️1/2

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