martes, 16 de noviembre de 2021

REMINISCENCE

Thandiwe Newton y Hugh Jackman.
 

El escenario, es una muy inundada ciudad de Miami, en un futuro tal vez no muy lejano. Antes de que casi todo quedara cubierto con agua, hubo también una gran guerra. Reminiscencia tiene un tema interesante, la memoria, cuyo desarrollo no tiene mucho de original que digamos. Lisa Joy, su directora y guionista, toma prestado de muchas partes, por ejemplo, un poco de Total Recall, y algo de Eternal Sunshine of the Spotless Mind. Además, a la receta agrega dos cucharadas de Inception y Minority Report. La película trae de vuelta a la pantalla a Hugh Jackman y a Rebeca Ferguson, luego de trabajar juntos en The Greatest Showman. 
 
Casi haciendo malabares narrativos, Lisa Joy logra mantener en equilibrio el número, con resultados aceptables pero con ciertas reservas. No es de extrañar que, hablando de ejercicios narrativos, la película recuerde a Christopher Nolan. Aventuro una hipótesis aquí, pero es posible que Jonathan Nolan, esposo de Joy, haya aportado una que otra idea al guión. Lo cierto, es que para haber intentado explorar el complejo tema de los recuerdos y la memoria, la realizadora consigue hacerlo de una forma entretenida. Nick Bannister (Jackman), un veterano de la "gran guerra", se encuentra explotando una tecnología que permite a las personas que lleguen a su negocio explorar sus memorias, en vivo y a todo color. Luego de poner en trance a las personas en un contenedor de agua, Nick y su colega, Emily (Thandiwe Newton, en una buena actuación) pueden acceder a sus cerebros, para así abrir el bául de sus recuerdos y visualizarlos en la forma de hologramas. 
 
¿Cómo y quién desarrolló esta tecnologia? No se explica ni aclara, por lo que no nos queda mas que asumir que ha sido el mismo Nick el que la ha creado. Su obscuro y melancólico mundo se iluminará, cuando al negocio llegue una muy atractiva cantante de jazz, Mae (Rebeca Ferguson), para hacer uso del servicio y así le puedan ayudar a encontrar sus llaves (es en serio), urgando un poco en su memoria de horas atrás. 
 
Está de más decir que Nick quedará prendado de inmediato de su muy joven clienta,      por lo que deseará saber más quién es esta misteriosa mujer, poco a poco involucrándose en una historia que incluye,  además de romance, traficantes de drogas, violencia, secuestros, etc. Tenemos así una clásica historia de  film noir, con femme fatale incluída, y Nick convertido sin querer en un detective como sacado de una    novela hard boiled. La mayor interrogante, será siempre saber quién es realmente Mae, y por qué ha desaparecido.
 
Hay una subtrama estorbosa, que involucra una disputa por una herencia millonaria, teniendo en medio a una familia de origen latino. La actuación de Marina de Tavira no pasa de ser una pequeña aparición, sin ser muy relevante su personaje de mujer alcohólica y afectada de la memoria, una viuda que actúa extraño y en un permanente estado de embriaguez. 
 
Al final, Reminiscencia no está a la altura de las peliculas arriba mencionadas, y aunque sale más o menos bien librada del ejercicio narrativo que pone en juego, mucho le hubiera ayudado a la historia no recurrir tanto a la narración en off de Jackman, diciendo líneas poéticas sobre el tiempo y la memoria. Joy incluso recurre a usar en algún momento la idea del sueño dentro del sueño, y éste a su vez dentro de otro sueño, como en Inception, de forma cautelosa y sin mucho riesgo. Y ése es el gran problema, en donde, si bien la película es un simple entretenimiento de fin de semana, no se arriesga más, ni tiene tantas pretenciones como lo aparentaba al inicio.
⭐⭐⭐
Disponible en #HBOMAX y a la renta.

THE SUICIDE SQUAD

MISIÓN SUICIDA. Nuevo escuadrón, nueva misión... mejor película.
 


Suicide Squad (2016) tenía todo para ser una película dominguera pasable. Pero falló, principalmente, por la gran expectativa creada por ver a un nuevo Joker, interpretado por Jared Leto. Al menos para mí, fue decepcionante. Verlo te hacía preguntarte ¿Ese es el Guasón? Su cambio de imagen fue demasiado radical. Además, el escuadrón del título, encabezado por Will Smith, tenía una química que no cuajó del todo. Quien se llevó la película, fue Margot Robbie como Harley Quinn, y no es de extrañar que sea uno de los pocos personajes de vuelta en The Suicide Squad, la muy superior secuela.
 
Los productores, de último momento, tuvieron el acierto de poner en la dirección a James Gunn, realizador responsable de los filmes de Guardians of the Galaxy (atención al cameo extendido de Michael Rooker). Sólo Gunn sabe cómo extraer química dentro de un equipo de villanos, reclutados por el gobierno para llevar a cabo una misión secreta. Una química extraña, pero conseguida, y sin mucho esfuerzo.
 
¿El secreto? Hacer que te importen cada uno de ellos, incluso uno que tiene el poder de lanzar una especie de círculos de colores de su traje y usarlos como armas, o una chica con el don de comunicarse con las ratas, o un hombre tiburón, King Shark (voz de Sylvester Stallone), con una inteligencia muy primitiva y apetito voraz. El líder del grupo es ahora Bloodsport (Idris Elba), quien será forzado a aceptar una misión impuesta por la jefa de la CIA, Amanda Waller (Viola Davis, de vuelta), bajo amenaza de que la hija de aquel sufrirá las consecuencias de negarse a hacerlo. La misión: llegar a un ficticio país latinoamericano, para derrocar a su dictador (Juan Diego Botto). 
 
La razón, es la sospecha de que este dictador se encuentra desarrollando un arma secreta, en la cual se encuentra trabajando un científico loco (Peter "Doctor Who" Capaldi), que podría ser usada para atacar a E.U. Sin duda, lo mejor del filme son las mesuradas dosis de humor negro que Gunn inyecta a la trama (basada en los cómics de la DC). Desde el inicio, en ese desembarco del equipo en las costas latinoamericanas al estilo "Salvar al Soldado Ryan", la historia empieza a lucir, en todas sus situaciones y contratiempos, un humor negro sumamente logrado (como los que tendrá un hombre zarigüeya, quien no tenía previsto el hecho de que tendría que nadar).
 
Harley Quinn no se roba el filme precisamente, pero es innegable que vuelve a tener un peso considerable en la historia, justo cuando el dictador le ponga los ojos encima. Al equipo vuelve también Rick Flag (Joel Kinnaman), mientras que un nuevo miembro es Peacemaker, interpretado por John Cena, bien en su papel al poner tensión a la camaradería entre ambos. 
 
Aunque a la historia le tome algo de tiempo despegar en el primer acto, ésta se pone poco a poco interesante cuando se cruce en el camino del escuadrón un grupo guerrillero en la selva, con una líder llena de furia interpretada por Alice Braga, con la posibilidad de que unan fuerzas.
 
Es justo en la segunda mitad, cuando la dirección de James Gunn es más notoria, tomando la trama caminos más delirantes y alucinantes. El director sabe encontrar un muy buen balance entre una tradicional película de antihéroes, y una en donde caben incluso pinceladas surreales. Cuando al final la película se convierta en una especie de cruza entre una monster movie con una película de zombies, la fórmula funciona sin dificultades, con un peculiar delirio visual colándose en varias escenas. El resultado es tremendamente entretenido, y lo mejor es que no hubo necesidad de poner en escena a un Guasón neo-punk.
⭐️⭐️⭐️1/2
Disponible a la renta y en #HBOMAX

martes, 9 de noviembre de 2021

SPACE JAM: A NEW LEGACY

WHAT'S UP LEBRON? LeBron James y Bugs Bunny en un nuevo desafío.
 

No es que la primer película de Space Jam (1996) haya sido una obra maestra, pero si la comparamos con la nueva película, Space Jam: A New Legacy, tal vez sí lo sea. Sus productores seguro pensaron, "Hagamos lo mismo de hace 25 años, pero al cuadrado. Vamos a lo grande. Entre más, mejor". El efecto fue todo lo opuesto.

Más un refrito que una secuela (no tiene mucho que ver con el filme de los 90s), en New Legacy una nueva estrella de la NBA ha venido a sustituir a Michael Jordan, LeBron James, completamente inexpresivo y sin pizca de actor. Sin embargo, quienes se llevan la película son los Looney Toones. No culpemos tanto a LeBron James, quien es tan sólo un deportista, y de los más cotizados jugadores de basquetbol en E.U. Pero Jordan lo fue también en los 90s, y a diferencia de James, en la primer película resultó más carismático, y con más ángel para la pantalla grande. Aunque la mitad del trabajo de Jordan en Space Jam no era más que reaccionar frente a la cámara ante presencias invisibles, la química virtual que tuvo con Bugs Bunny, Duffy, Porky, y el resto de la pandilla resultó de maravilla.
Dirigida por Malcolm D. Lee, la trama de New Legacy es, básicamente, muy similar a la de su antecesora. LeBron y los Looney Toones tienen que formar un improbable equipo de basquetbol, para enfrentarse a los villanos en turno. Antes, por supuesto, nuestra estrella tiene que hacer -otra vez- de los Looney Toones unos verdaderos jugadores de baloncesto en el menor tiempo posible, para enfrentar a un equipo bajo el mando de Al G. Rhythm (Don Cheadle, tratando de hacer lo mejor posible con el papel), el anfitrión virtual de una atracción digital, creada por los ejecutivos de la Warner. Las cosas se salen de control cuando Al empieza a sentirse amo y señor de este universo.
Dom (Cedric Joe), el hijo de LeBron James, no lleva una buena relación con su papá, ya que el chico está más entrado en los videojuegos que en el basquet. El problema empieza cuando Dom termina siendo succionado por su propia creación, un videojuego que se encuentra desarrollando, y, por una u otra razón, termina conociendo a Al, encuentro que no tendrá buenos resultados.
Si luego de leer lo anterior les viene a la mente Tron, no están equivocados. New Legacy parece una mezcla de Tron con todos los gags y bromas clásicas de los dibujos animados de los Looney Toones, con mucho basquetbol incluído. Entiendo que la intención es que el filme no luzca anticuado, con la simple idea de juntar actores de carne y hueso con personajes de animación, al estilo Roger Rabbit. Sería ridículo no usar la teconología digital en favor de aquella propuesta, y mejorarla. Lo malo, es que aquí se les pasó la mano. Poco o casi nada funciona, ya que todo es tan caótico y sobresaturado, que entre toda esta parafernalia digital (con unos Looney Toones más tridimensionales, con pelaje realista y textura) apenas y hay una historia que seguir. Además, en la anterior película teníamos a un Bill Murray como actor de soporte, aportando buen humor y chistes simplones, cosa que hace falta también en New Legacy.
Aquí tenemos una interminable galería de cameos, tanto de personajes reales como fantásticos. El partido final de basquetbol tiene de todo, incluyendo un publico formado por un millar de personajes venidos de películas, programas, etc. En lugar de poner atención al incoherente partido, uno está más ocupado "buscando a Wally", es decir, tratando de identificar a éste o este otro personaje. Presenciando el juego estarán desde personajes de la Hanna Barbera, y superhéroes de DC Cómics, hasta personajes de Game of Thrones (no es broma). Si hay un chiste que me gustó, fue el de Daffy, quien al ver la silueta de alguien aproximarse a los vestidores, sin verlo bien dirá "¡Michael!....". Su sorpresa será otra. Me quedo con el primer filme.
⭐⭐
Disponible en #HBOMAX y a la renta.

ESCUELA DE MIEDO

Dos niños genio y un hombre polilla contra los monstruos.

Algo me inquietó casi desde el inicio de Escuela de Miedo, uno de los tres filmes animados nominados al Ariel este año, y fue el no estar seguro en dónde está ambientada la historia. En alguna escena, un diálogo hace referencia a México, dando a entender que los sucesos toman lugar en este país. Hay una escena que se desarrolla en un restaurante de tacos, pero no nada más hay restaurantes de comida mexicana aquí en México, sino en muchas partes del mundo. La confusión (o desorientación), viene de que muchos escenarios se ven muy, digamos, americanizados. Por ejemplo, al inicio de la película, Danny (voz de Jamie Bell en la versión internacional, Polo Morín en la versión en español), nuestro protagonista, un adolescente con un coeficiente intelectual alto, dejará su hogar en una granja que, de lejos, parece muy estadounidense (la típica granja del "viejo McDonald"), para irse a estudiar a una escuela exclusiva para niños genio. Exacto, la Academia Cranston del título.

Como sea, entre que si está ambientada en México o no, este filme, dirigido por Leopoldo Aguilar, quizás sea uno de los más internacionales producidos por Ánima Estudios a la fecha. Coproducción México-Reino Unido-Canadá, a diferencia de La Liga de los 5 (también nominada al Ariel), Escuela de Miedo se nota más a la altura de una nominación a los premios. Para empezar, su manufactura visual es superior, hecha con animación digital-tridimensional. Sus puntos en contra, son una total falta de diversidad racial en sus personajes (todos los personajes son blancos), considerando el toque internacional que los realizadores le dieron al filme, así como una historia que no es un derroche de originalidad.
Y por supuesto, no falta el personaje insoportable que algunos guionistas (especialmente en las producciones de Ánima) gustan incluir para torturar a buena parte del público adulto. Aquí, es una especie de "hombre polilla" (voz de Edson Zúñiga), el cual, sin revelar mucho de la trama, ha llegado de otra dimensión a la nuestra con el único propósito de hablar con lámparas incandescentes, y hacernos sufrir y rechinar los dientes. Su acento norteño suena tan falso y caricaturesco, que lo único que te queda es agradecer que el personaje nada más aparece en poco menos de la mitad del filme.
Al llegar a la academia, Danny no pasará un buen rato, ya que descubrirá que no es el único niño genio en el mundo, y que hay otros niños más inteligentes que él. Resultará inútil tratar de impresionar a su insufrible maestro con su invento: una nanotecnología para eliminar las pulgas en los perros. En clase conocerá a Liz (voz de Ruby Rose en inglés, Natalia Téllez en español), su compañera de clase y única amiga. Los problemas empiezan cuando ambos descubren por accidente un proyecto ultra secreto, que dos académicos se encontraban desarrollando tiempo atrás, que tiene que ver con física cuántica, el origen del universo, el Big Bang, y sobre descubrir portales a otras dimensiones.
Decía que lo visual es el mejor aspecto del filme, justo en el diseño de un mundo alterno poblado por monstruos y otras criaturas. Es la buena calidad de la animación lo que termina salvando a la película, la cual se pone entretenida cuando Danny y Liz descubran un acceso a este universo. Pero es una lástima que la historia no esté a la misma altura, quedándose en lo más convencional. En resumen, una película animada regular, hecha únicamente para el puro entretenimiento de fin de semana, que incluye "un hombre polilla" que amenaza con amargarlo. Lástima.
⭐⭐1/2

lunes, 8 de noviembre de 2021

LA LIGA DE LOS 5

Liga de antihéroes en defensa del Castillo de Chapultepec.
 

No he leído críticas sobre La Liga de los 5, pero espero que a nadie se le haya ocurrido calificarla como una "versión animada de El Escuadrón Suicida ambientada en México". Es que, la verdad ¿qué habrán fumado sus escritores y productores? Producido por Ánima Estudios, hay un momento en el filme en que vemos monumentos emblemáticos de la Ciudad de México, como el Monumento a la Revolución, la Cabeza de Juárez, y el Ángel de la Independencia, cobrar vida y entablar una lucha a muerte en el Castillo de Chapultepec con nuestros héroes. No digo que en El Escuadrón Suicida la trama no tome tintes delirantes casi a cada momento, hasta convertirse en una monster movie al final, con todo y una estrella de mar gigante con un ojo en el centro. Pero mientras en esta última toda la dirección y narración se sienten con más balance y coherencia, en la Liga de los 5 no mucho, saturando la acción lo más posible, y agregándole unas gotas de LSD al asunto. 
 
Sigo sin entender muchas cosas de los premios Ariel de este año. Una de ellas, es el no saber por qué este filme, del 2019, entró a competencia en el 2021. Bueno, echémosle la culpa a la pandemia, y que los de la Academia -como siempre- no tenían mucho qué nominar en el rubro de "Mejor Filme Animado". Lo que entiendo menos todavía, es cómo la película, con un nivel de animación muy televisiva (poco más del nivel de El Chavo Animado, o el Chapulín Colorado, también producidas por Ánima), haya sido nominada al Ariel. Es cierto, La Liga de los 5 tiene efectos especiales realizados digitalmente, así como una historia que da para un largometraje. Pero su más grande problema, es que no es un filme animado tan bueno, a nivel de una nominación para unos premios de cine de prestigio. 
 
Dirigida por Marvick Núñez, la historia cuenta cómo dos niños se quedan huérfanos,        luego de que sus padres mueren durante un ritual, llevado a cabo por el villano de la historia,         Jaguar (voz de Daniel del Roble). Este último, es una especie de pirómano, que usa cohetes y fuegos artificiales como armas,  el cual busca invocar al dios azteca de la muerte por razones que son reveladas más adelante en la trama. 

Los guionistas no se molestaron mucho en explicar cómo es que los niños pueden salir adelante, viviendo con un inútil y verdaderamente irritante personaje, creador de un robot igualmente inútil e irritante. Más adelante, La liga ayudará a Chema (voz de José Ángel Torres), uno de los hermanos, a rescatar a su hermana menor, Dolores (voz de Regina Blandón), luego de que ésta sea secuestrada por Jaguar y sus secuaces. La liga, por cierto, está formada por un guerrero azteca mudo, capaz de transformarse en cualquier animal, una Catrina (voz de Mariana Treviño), y un luchador (voz de César Filio), al que llaman "Tunita", por ser mitad humano y mitad tuna (le salen espinas y produce baba de nopal).
 
Sé que lo anterior no suena tan mal, para un filme animado infantil dominguero,...al menos en papel. Sin embargo, los de Ánima terminan recurriendo a la misma fórmula temática de sus anteriores filmes, como la saga animada de "La leyenda de la Nahuala", "La Leyenda de las Momias", etc., es decir, el grupo disparejo y variopinto de héroes y antihéroes (dos de ellos niños), en búsqueda de aventuras y de cumplir con alguna misión. No hay nada nuevo bajo el Sol, en esencia, así como tampoco nada nuevo en materia visual. Los estudios se encuentran estancados en este último aspecto. Otras casas de animación, como Laika o Ardman, fieles al stopmotion, ofrecen ligeras mejoras y avances en sus técnicas, película tras película. Pero aquí, fuera de un esqueleto de piedra gigante en 3D, que aparece unos 2-3 minutos, no hay otra cosa realmente notable en materia visual.
 
Por otro lado, aunque la película tiene una que otra cosa graciosa, en general, no es tan cómica. Todo lo contrario. Parece que el realizador y los productores decidieron meter en la película de todo, tanto los chistes buenos como los malos, todo lo que se les ocurrió a los escritores en sus reuniones. En general, una película regular, apenas pasable para un fin de semana ocioso. Pero para una nominación al Ariel, La Liga de los 5 se queda lejos, muy lejos de merecerla.
⭐⭐1/2
Disponible en #PrimeVideo

miércoles, 3 de noviembre de 2021

RENCOR TATUADO

Rencor con demasiada duración.
 

La única nominación que Rencor Tatuado tuvo en los premios Ariel de este año, fue para Mejor Maquillaje. Sin embargo, todavía estoy preguntándome ¿cuál ha sido el mérito de este filme en este rubro, para haber obtenido esta nominación? Sigo sin saberlo bien a bien. Para mí, creo que una nominación a Mejor Fotografía hubiera tenido más sentido, sin que necesariamente la película fuera una fuerte contendiente. El tema de los Arieles aparte, Rencor Tatuado, filme de Julián Hernández, me pareció de todas formas una película demasiado larga, con un exceso de metraje sin mucha justificación. Luego de su primer acto, poco más de la mitad de la historia se queda estancada y sin ir a ningún lado. 
 
A Hernández le dio por ponerse algo Almodovariano esta vez. Lo que no tuvo muy presente, es que los filmes del director español (incluso uno como Mujeres al Borde de un Ataque de Nervios) tienen historias sólidas, un rumbo definido, y personajes bien escritos, graciosos, e interesantes. Nada de esto hay en Rencor Tatuado, una historia de venganza con varias subtramas alrededor, aunque no se siente muy, digamos, "vengativa". 
 
Luego de un primer acto que prometía algo, al menos, visible, durante las dos horas que tenemos adelante la historia se queda caminando en círculos, perdida en la investigación periodística que un reportero de tele, Vicente (Irving Peña), está realizando sobre una "vengadora anónima", la cual se encuentra llevando a cabo venganzas para "clientas" que lo soliciten, ya sea porque estas mujeres han sido violadas, o abusadas físicamente. La vengadora, Aída (Diana Lein), con seguridad fue elegida por el realizador por sus rasgos algo masculinos, con la intención de crear en nosotros una sensación de incertidumbre sobre la identidad sexual del personaje. Recordemos que los filmes de Hernández se caracterizan por sus temáticas homosexuales, como Mil Nubes de Paz Cercan el Cielo. Rencor Tatuado, por supuesto, no es la excepción. 
 
Lo que detona la investigación de Vicente, es el asesinato cometido por Aída en un hotel, dejando en el cuerpo de la víctima un tatuaje, como una especie de firma. Más adelante, en un ir y venir sin mucho sentido, a la historia se agregan personajes transexuales deprimidos, o con vacios emocionales, así como también la presentadora de un programa de radio (Itati Cantoral). Dicha locutora, además, mete en su programa a un psíquico, quien tal vez podrá ayudar a rastrear a la vengadora. A estos dos últimos personajes no les encontré mucho sentido, ni que aporten nada a la historia. Todo termina siendo un simple relleno, en un filme que, a pesar de ser visualmente interesante, elegante en ocaciones en su dirección de cámara y fotografía, y con actuaciones aceptables, llegando a las dos horas ya te sientes aburrido y queriendo que termine; un filme inerte, sin suspenso, ni emoción alguna. Y todavía le quedan 30 minutos para concluir.
⭐⭐1/2
Disponible en #Netflix

SELVA TRÁGICA

Y así como se ve, no dirá nada en todo el filme.
 

Esperaba un poco más de Selva Trágica, reciente filme de Yulene Olaizola. Su documental Intimidades de Shakespeare y Victor Hugo (2008) me pareció bueno. Sin embargo, su intento de mezclar realidad con realismo mágico en Selva Trágica, no es muy conseguido. No es cosa fácil mezclar ambos elementos en un filme y obtener buenos resultados. La película de Olaizola no es lo suficientemente, digamos, mágica o fantástica para atraparte por completo. Su principal falla, es un guión que no va para ningún lado la mayor parte del tiempo. 
 
Su personaje principal resulta decepcionante. A principios del siglo XX, Agnes (Indira Rubie), una chica esclava de color, escapa de Belice junto a otros dos acompañantes, atravesando la frontera con México, e internándose en la selva chiapaneca.
 
El Ariel que la película ganó a Mejor Sonido el fin de semana pasado me pareció bien merecido. Los sonidos de la selva sirven para envolverte por completo, incluyendo los sonidos de un grupo de recolectores de la savia de los árboles del chicle. Pero sus nominaciones a Mejor Película, Mejor Director, y Mejor Guión se quedaron muy cortas. Luego de que Agnes, escapando de sus perseguidores, quienes están bajo las órdenes de un cacique británico (Dale Carley), se encuentra con los trabajadores mexicanos, la historia se atora. Y no ayuda el hecho de que la chica pronunciará tan sólo una o dos palabras en inglés en todo el filme, sin tratar de comunicarse de alguna forma con los mexicanos. Mientras, estos obligarán a la pobre chica a ser cuidadora de tiempo completo de uno de sus compañeros, enfermo de fiebre. La situación crea en el grupo una división, entre unos que simpatizan con ella, y otros que no tolerarán mucho su presencia. 
 
Imagino que la directora intentó crear situaciones interesantes con este choque cultural entre la esclava y los mexicanos. Pero fuera de lo cómico que puede lucir, por ejemplo, que unos hermanos mayas intenten entablar comunicación en su lengua con Agnes infructuosamente, o de un par de situaciones tensas debido a la situación laboral de los trabajadores, o de introducir elementos sobrenaturales que habitan en la jungla (usando una narración en off en lengua maya, para contar leyendas sobre una diosa, Xtabá, y buscar paralelismos entre ésta y la historia del filme), desafortunadamente, la película no tiene una historia fuerte que contar. 
 
Lo malo también, es que Olaizola termina por estar más interesada en mostrar a los trabajadores realizando su labor de extraer la goma blanca de los árboles, olvidándose de la trama y sus personajes. Selva Trágica pudo haber estado mucho mejor, si la realizadora se hubiera concentrado más en esto último.
⭐⭐1/2
Disponible en #Netflix #Arieles2021

CUIDADO CON LO QUE DESEAS

Cuidado con... ver esta película. El Hellequin, el juguete que todos los niños quieren.
 

Bueno, algo tiene que nominar la Academia Mexicana de Cine en el rubro de Mejores Efectos Visuales para el Ariel este año. Cuidado Con lo que Deseas podrá haber llegado a estar en las nominadas al Ariel, pero para quien esto escribe es de las peores del 2021. ¿Qué es lo que la llevó a estar entre las nominadas a Mejores Efectos Visuales? Un muñeco generado digitalmente, el cual, supuestamente, debería ser escalofriante, pero está años luz de serlo. Para empezar, su nombre es ridículo, Hellequin, es decir, un arlequín venido del infierno. ¡Qué miedo! 
 
Este es el segundo largometraje de Agustín "Oso" Tapia, pero creo que a este "oso" le ha faltado mucha garra para conseguir una película de horror sobrenatural que no supiera a pan con lo mismo. No hay un sólo momento de miedo, ni sustos que valgan la pena recordar, y hace ver a Serenity (con Anne Hathaway y Matthew McConaughey) como una obra de arte. En serio, quienes hayan visto este úlimo filme sabrán de qué hablo, ya que ambas historias tienen muchas similitudes, sólo que a la mezcla hay que agregar también la peor copia de un filme de Chucky, y una niña (Valery Seis) obsesionada con ver en su tableta películas de terror.
 
Su mamá (Fernanda Castillo) ya no sabe qué hacer con la mocosa, debido a su extraña afición al cine de terror (tan sencillo como quitarle la tableta, o bloquearla con una contraseña). El adinerado esposo (Juan Ríos), dueño de una empresa, decide llevarse a la familia a una casa que tienen junto a un lago, para celebrar el cumpleaños de la niña. Al festejo se anexa su tío (Iván Arana), hermano del papá. 
 
Todo va bien, hasta que nos enteramos que la esposa y su cuñado se encuentran planeando matar al marido, para así poder quedarse con todo el dinero y mando de la compañía. Luego, para colmo, a la niña le regalan el mentado Hellequin, el cual, como Chucky, cobra vida, pero no para matar, sino para cumplir los deseos más obscuros que todos los miembros de la familia tengan en mente.
 
Estoy comparando este filme con Chucky, pero creo que la saga del muñeco diabólico era infinitamente mejor, ya que, al menos, el pelirrojo muñeco hacía algo en las películas. Además, era realmente feo y te daba miedo de sólo verlo. Por el contrario, el Hellequin de este churro, con su cara de porcelana, lo más que hace es que la niña se imagine cosas terribles que podrían pasar entre sus padres y el tío. ¿En donde está el horror de todo esto? Considerando que la niña se la pasa viendo películas de horror, bien podría estarse imaginando todo, y no sólo eso, sino el hecho de que el muñeco (que más bien parece un villano sacado de algún filme de Toy Story) cobre vida. 
 
La historia del asesinato, como copiada de algún film noir antiguo, ya nos la sabemos de memoria. Lo peor, es el giro inesperado que toma todo al final, sin mucho sentido, y editado sin cuidado. Ya he visto las otras nominadas a Mejores Efectos Visuales, excepto Sin Señas Particulares, pero si gana Cuidado Con lo que Deseas (lo cual seguro pasará) que me lleve Hellequin al infierno.
⭐ 1/2
Disponible en #Netflix y a la renta.

lunes, 1 de noviembre de 2021

LAS TRES MUERTES DE MARISELA ESCOBEDO

 

Marisela Escobedo con el retrato de su hija Rubí.

La mejor forma de aproximarse a este documental (nominado al Ariel este año) es no saber mucho -o nada- del caso tratado. Entre menos se sepa del tema, mejor. De esta manera, la experiencia terminará siendo más reveladora, el suspenso más palpable, ya que es uno de esos casos en donde la realidad supera la ficción. Si algo sabe su realizador, Carlos Pérez Osorio, es narrar esta historia, que tiene que ver con feminicidios y desapariciones en Ciudad Juárez, México. En específico, el caso de Marisela Escobedo, quien entre los años 2008 y 2010 luchó para que se hiciera justicia y se resolviera el caso de la desaparición y muerte de su hija, Rubí. El esposo de esta última, principal sospechoso, fue llevado a la justicia, pero la historia no terminó ahí, la cual tuvo un giro por completo inesperado, tanto para Marisela como para sus demás hijos, entre ellos, Juan Manuel Fraire Escobedo, uno de los principales narradores en el documental.
 
Las Tres Muertes es un filme que, quieras o no, terminará por impresionarte e indignarte, así como llenarte de asombro y tenerte pegado a tu asiento hasta el final. Producido por Netflix (y disponible para verse en dicha plataforma), quizás Pérez Osorio deba mucho a series documentales, como Making a Murder o Tiger King (también en Netflix) por la manera y estilo de presentar, contar, y, en general, construir su filme, condensando magníficamente (en cerca de 2 horas) el seguimiento e investigación del caso.
 
Hay entrevistas con miembros de la familia de Marisela Escobedo, y además, con quienes en aquel entonces se encargaron del caso en aquel estado del norte, en una historia que se extendió a la Ciudad de México, hasta donde Marisela Escobedo viajó a pié, junto a su familia y otras personas que la apoyaban, en protesta para la resolución del caso. Intrigante y desgarrador, seguro el filme resultará ganador del premio a Mejor Documental el próximo fin de semana.
⭐⭐⭐ ⭐
Disponible en #Netflix

MÁS SABE EL DIABLO POR VIEJO

Aquí el diablo supo más por...diablo.
 

Mrs. Doubtfire (1993) siempre me ha parecido una excelente comedia, aunque no completamente creíble. No sólo es el hecho de que la familia protagonista nunca tiene la más ligera sospecha de que la Sra. Doubtfire del título es el papá, con maquillaje y prostéticos. Pero lo menos creíble, es el hecho de que el papá (Robin Williams) tiene que ponerse a diario dicho maquillaje para hacerse pasar por la Sra Doubtfire, haciendo el trabajo de un verdadero maquillista profesional, cuando él sólo es un actor de doblaje. Sin embargo, luego de ver Más sabe el Diablo por viejo, creo que la Sra. Doubtfire me pareció más creíble en comparación con este churro apestoso, que se roba por completo la idea del filme protagonizado por Robin Williams. 
 
Dirigida por José Pepe Bojorquez (realizador de Cómo Caído del Cielo, otro churro mucho peor), la película cuenta cómo Teo (Osvaldo Benavides), un actor sin suerte y venido a menos, quien luego de ser echado de su casa por no pagar la renta, decide hacerse pasar por un actor septuagenario, para ocupar un lugar en la Casa del Actor. Esta Casa del Actor ni siquiera es la verdadera, sino un idílico lugar de fachada europea, sin problemas con sindicatos de actores, y que se nota cuenta con mucho presupuesto. No creo que sea fácil ser admitido en la casa real, ni que acepten a cualquiera. Sin embargo, Teo llega a la Casa del Actor ficticia, completamente maquillado y caracterizado como anciano, con el infaltable amigo idiota (Martin Altomaro, nuevamente queriendo ser una cruza de Zach Galifianakis y Jack Black) y es aceptado.
 
¿Cómo consigue Teo que lo admitan? Muy fácil. Aprovechando que le dieron un documento con un error en su edad, y sin que le pidan identificaciones oficiales con foto, el director del lugar (Arturo Barba) lo recibe con los brazos abiertos. Nuestro Teo tendá que llevar a cabo la misma proeza que Robin Williams en Mrs. Doubtfire, es decir, el ser todo un maquillista profesional para ponerse cada día, sin ayuda, el muy elaborado maquillaje de anciano. No sólo el director se traga el teatro, sino todo el staff, en donde no puede faltar la guapa en turno (Sandra Echevarría), quien de inmediato se convierte en su interés sentimental, y otra ayudante (Lupita Sandoval). En ninguno se despierta sospecha alguna al ver que un actor desconocido llega sin avisar de antemano a ocupar, de gratis, un nada despreciable lugar que parece un cuarto de hotel de lujo. En serio, la casa tiene hasta una cava bien surtida de vinos.
 
Reconozco que el filme tiene un par de ideas graciosas, como el hecho de que Isela Vega y Lorena Velázquez empiezan a rivalizar para ver quién atrapa primero la atención del recién llegado, o que Teo, viendo si le pueden dar el papel de Rey Lear en una puesta en escena, termina aprendiendo una que otra lección sobre actuación nada menos que de Ignacio López Tarso, justo en el tercer acto de la película. Pero con gags verdaderamente terribles y asquerosos, como aquel de la caca de perro (en serio, está fatal), o el hecho de que el personaje de Echevarría no se note muy incómoda que digamos con los coqueteos que Teo, maquillado de anciano, le hace desde que llega a la casa, la película no te la crees ni a golpes. La experiencia termina siendo torturante, y además, extraña. De lo peor del 2018.
⭐⭐

BARB & STAR GO TO VISTA DEL MAR

 

¿VISTA DEL QUÉ? Kristen Wiig y Annie Mummolo

Seguramente habrá una cosa que inquiete a quienes se aventuren a ver Barb and Star Go to Vista del Mar, y no será tanto el preguntarse en qué acento estarán hablando Kristen Wiig y Annie Mummolo, sino el hecho de si el "Vista del Mar" del título realmente existe. Para quienes les interese saber, dicho resort (según la película, ubicado en la costa de Florida), es ficticio. De hecho, locaciones en México (específicamente, Cancún y Puerto Vallarta) fueron usadas para la filmación.
 
Barb and Star, en mi humilde opinión, es de las comedias más graciosas del año, considerando el hecho de que las buenas comedias no se dan en los árboles, y de que cada año la cartelera está plagada de verdadera basura supuestamente cómica (tanto de Hollywood como de México). Habrá muchos que de inmediato descarten este filme, especialmente, si lo suyo no es el humor basado en dos personajes femeninos que hablan hasta por los codos. Pero si, por el contrario, se es fan de las comedias producidas por la dupla Will Ferrell-Adam Mckay (Anchorman 1 y 2, Stepbrothers), esta comedia es ideal. 
 
Aquí hay mucho humor verbal, en la forma de dos solteronas y amigas inseparables entrando a la crisis de la mediana edad. Barb (Mumolo) y Star (Wiig) viven juntas y se han quedado sin trabajo. Buscando vivir nuevas experiencias, ambas deciden irse de vacaciones a Florida, y hospedarse en un hotel recomendado por una conocida, "Vista del Mar". 
 
Kristen Wiig y Annie Mumolo (juntas de nuevo desde Bridesmaids), ambas bien curtidas en comedia, además de protagonizar el filme también son guionistas y productoras del mismo. Para Wiig será todo un vehículo de lucimiento, ya que interpreta un doble papel, tanto el ser la heroína como la mala del cuento. Esta última, de nombre Sharon, es como una villana sacada de una parodia de James Bond o de Los Increíbles, cuyo sello característico es el tener la piel completamente blanca, debido a una extraña enfermedad que padece desde niña, así como un corte de pelo estilo Louise Brooks, y ojos vampirezcos. Sharon lleva arrastrando traumas desde su niñez, que le dan a la historia un par de giros inesperados. 
 
Primer largometraje de Josh Greenbaum, la película destaca, entre otras cosas, por los duelos verbales entre Wiig y Mumolo, esta última igualmente estupenda. Ambas son capaces de disparar a discreción toda clase de anécdotas, cosas disparatadas, inesperadas, e irrelevantes. Sus pláticas están entre lo estúpido, loco, y delirante, y de hecho estas tres palabras definen bien el filme en general. Todo suena a que uno se enfrentará a una película protagonizada por dos amigas locas e irritantes, pero el caso es que, sorprendentemente, ambas resultan graciosas. Su amistad se verá amenazada con la llegada de Edgar (Jamie Dorman), un espía encubierto enviado por Sharon a Vista del Mar, para llevar a cabo un bizarro atentado terrorista.
 
La película termina siendo inclasificable, en su manera de mezclar la comedia paródica con el musical y una típica historia de espionaje, aderezada con destellos surreales, y un diseño de arte colorido. No es tanto una comedia basada en slapstick para arrancarte carcajadas, sino una que se mueve en terrenos alucinantes, con momentos simplones, pero también delirantes, estilo sketch televisivo a lo Saturday Night Live. Su premisa sobre el significado de la verdadera amistad reluce sin necesidad de caer en sentimentalismos.
⭐⭐⭐ 1/2
Disponible en #HBOMax y en renta digital.

jueves, 28 de octubre de 2021

MI PEQUEÑO GRAN HOMBRE

Ponerse en cuclillas no es suficiente para crear la ilusión.
 
"Mi pequeño gran hobbit"...no, perdón, Mi pequeño gran hombre es, sin temor a exagerar, no nada más una de las peores películas del 2018, sino con seguridad, de la historia del cine mexicano. Digo lo de hobbit no por burla a la gente con enanismo, o de baja estatura (porque de eso trata este bodrio pútrido), sino porque, literalmente, eso es lo que parece el personaje del filme, Leo Guerra (Jorge Salinas). Esto debido a los verdaderamente terribles y baratos trucos de cámara usados aquí. En serio, el tal Leo ni siquiera luce como una persona con enanismo real, sino como un hobbit sacado de alguno de los filmes de El Señor de los Anillos o El Hobbit. 
 
Los efectos visuales son tan malos, que por ejemplo, en los full shots del actor junto a Fernanda Castillo, quien interpreta el interés sentimental de aquel, éste no parece como un simple hombre de baja estatura (la intención, según leí, era que se viera de 1.35 cm. ¡Ajá, sí!), sino como alguien que ha sido reducido por obra de alguna magia negra, o maldición. Luego, hay tomas en donde se nota que simplemente el actor está de rodillas frente a la actriz, llegándole al abdomen o al pecho, y en otras, simple y sencillamente, nada más optaron porque se le viera la cabeza a cuadro. Cuando tenía que salir de cuerpo completo, se nota que Salinas estuvo frente a una pantalla verde, y lo sobrepusieron sobre sus escenas, pero sin el menor cuidado en proporción ni en dimensión.
 
Creo que desde Little Man, de los hermanos Wayans, con una idea similar, pero visualmente muchísimo más lograda en comparación, no había visto algo tan terrible como este filme (el cual, increíblemente, pasó por salas de cine hace 3 años). Lo de menos es decir que nunca supe si estaba viendo una serie de TV, o una telenovela, o ambas, que el resto de los actores está sobreactuado (el personaje del ex marido y la recepcionista, por ejemplo), y que la trama es de lo más predecible. En serio ¿no hay actores realmente con enanismo que hubieran podido haber quedado mejor en este papel? Seguro los hay, pero lo fácil para los productores es llamar a la cara conocida de tele y cine para jalar taquilla. Pobres, les falló, y muy, muy feo.
1/2 estrella
+Disponible en Blim y a la renta por la increíble cantidad de 80 pesos. Yo no pagaría ni 50 centavos por verla.

 

DOLITTLE

No es Sherlock,...es un nuevo Dr. Dolittle.
 

Por un momento pensé que estaba viendo "Sherlock Holmes 3", pero no era así. Cuando empezaron a salir los primeros animales parlantes en esta enésima reencarnación del Dr. Dolittle, me di cuenta que no estaba viendo a Holmes con patillas largas, sino a Robert Downey Jr. volviendo a ser tan excéntrico como en sus filmes sobre el detective privado. Robert Downey Jr. es muy buen actor, pero debo reconocer que ha tenido uno que otro tropiezo en su carrera, y este es uno más de ellos. Dolittle es de sus peores actuaciones. 

Downey Jr. exhibe una balbuceante forma de hablar como sello distintivo de su Dolittle, sin dejar de mencionar el muy extraño acento. En serio ¿qué acento estaba tratando de hacer? Con esto, queda claro que hacer acento británico no es el fuerte de Downey Jr. Apenas se puede entender lo que dice. Sinceramente, al terminar de ver la película creo que preferí mil veces más el Dolittle de Eddie Murphy.
 
Dirigida por Stephen Gaghan (Syriana, Gold), Dolittle está hecho para toda la familia, aunque no estoy muy seguro. Creo que a los niños les divertirá el desfile de animales parlantes que pueblan la historia, pero tal vez encuentren la película demasiado extraña y difícil de seguir. Por el contrario, los padres encontrarán la película demasiado infantil, y a los animales no menos excéntricos que el doctor del título.
 
El doctor sufre de un raro bloqueo emocional para volver a conectar con sus dones como veterinario, y en general, con el mundo entero. La minúscula trama cuenta, a grandes rasgos, cómo Dolittle deberá zarpar hacia una nueva aventura, la de buscar el mítico Edén, en donde se encuentra la cura para la extraña enfermedad que tiene a la reina Victoria (Jessie Buckley, dormida casi toda la película) postrada en cama e inconsciente. 
 
En su aventura, Dolittle será acompañado por su pandilla de animales, y por un niño, Tommy (Harry Collett), quien tratará de sacarlo de su confinamiento, debido a la depresión que le ha provocado la muerte de su esposa (todo esto contado en una buena secuencia animada al inicio del filme). Antonio Banderas, quien interpreta a un rey de nombre Rassouli, se suma al club de la excentricidad, luciendo como si Jack Sparrow lo hubiera vestido y maquillado.
 
En resumen, el filme es un desastre. Vale aclarar que este Dolittle es capaz de hablar con todo animal, real o fantástico, desde un insecto común y corriente, hasta... ¡un dragón! (supongo que esto no tiene nada que ver con Game Of Thrones). Leyó bien, un dragón, para el cual Dolittle tendrá un remedio para sus problemas de salud.
 
Además de Jessie Buckley, Jim Broadbent y Michael Sheen, quienes interpretan a miembros de la corte, están fatalmente desaprovechados, y permanecen toda la película confinados en el cuarto de la reina. El reparto juvenil está bien, e incluye a Carmel Laniado, quien interpreta a Lady Rose, encargada de ir a buscar a Dolittle para que intente curar a la reina. En tanto, el reparto que presta sus voces a los animales, formado, entre otros, por Emma Thompson (quien da voz a un perico), John Cena, Octavia Spencer, Tom Holland, Rami Malek, etc., está igualmente bien. El otro gran problema del filme, además de la mala actuación de Robert Downey Jr., es que llega un momento en que el humor de los animales termina siendo insoportable. Uno acaba saturado de "animalidad", por decirlo de alguna forma. En lo personal, prefiero al clásico Dolittle de antaño, aventurero, pero más tranquilo y tradicional.
⭐⭐
Disponible en #HBOMax y en renta digital.

THE CONJURING: THE DEVIL MADE ME DO IT

Contorsionismo diabólico. Patrick Wilson y Vera Farmiga.


 

¿Qué es lo que depara a los Warren en esta ocasión? Lo de siempre, es decir, enfrentarse con el demonio y su séquito de fuerzas obscuras. La pregunta debe ser ¿cómo lo harán esta vez? ¿El Diablo ahora sí los vencerá? En The Conjuring: The Devil Made Me Do it, pueden estar seguros de que, a pesar de ser tal vez la menos buena de las tres películas (la mejor para mí sigue siendo la primera), el verdadero show será ver a Lorraine Warren (Vera Farmiga, como siempre, genial) en acción; valiente como siempre al enfrentarse a lo desconocido, pero siempre mostrando un lado humano. Lorraine nos sigue recordarndo que, a pesar de tener dones y capacidades extrasensoriales, al final es una mujer vulnerable.
 
The Devil Made Me Do it no debe mirarse con tanto desprecio, ya que es una película hecha para los fans de la serie de filmes (que en honor a The Nun ahora es conocida como "The Nunjuring"). La película va incluída con todo lo que puede uno esperar en un filme de The Conjuring, como posesiones demoniacas, escenas de exorcismos fulminantes, fenomenos sobrenaturales, sustos que puede ser que te pongan los pelos de punta, etc. El título le agrega al filme algo de humor involuntario. Aunque parezca increíble, está basado en un caso real (aunque se afirma que todo, o casi todo, es ficticio en el filme), el del asesinato que comete un chico, Arne (Ruairi O'Connor), quien admite que -como dice el título- el "diablo lo hizo hacerlo". Según la historia, el caso fue llevado a la corte, en donde, de manera muy sensacionalista, admitieron que el principal sospechoso, o sea el mismo Diablo, no podría presentarse en la sala.
 
Luego de un hallazgo de Lorraine en la casa en donde tuvo lugar el crimen, los Warren empezarán a investigar. Con ayuda de un ex sacerdote dedicado ahora a investigar lo oculto y paranormal (John Noble, realmente tétrico), Lorraine y Ed se darán cuenta de que tal vez Satanás no sea el único responsable del crimen.
 
Vera Farmiga y Patrick Wilson siguen estupendos, especialmente la primera. Dirigida por Michael Chaves, lo mejor del filme es que, a pesar de todo, resulta una película de exorcismos y de terror efectiva, para pasar un fin de semana entretenido. Es decir, con todo y que el filme empieza algo flojo, poco a poco Chaves sabe engancharte en la historia, con una que otra buena secuencia (la de la búsqueda en el bosque, la de la morgue, y la climática secuencia en el túnel en el tercer acto). Lo que también salva a la película, es que el realizador y los guionistas (que incluye a James Wan, realizador que inauguró la saga) nos siguen transmitiendo ese lazo emocional entre Lorraine y Ed, de protección y unidad entre uno y otro. Ed sigue preocupado por su esposa ("cuidado, esto puede ser demasiado para tí", le dice él), o ahora, por primera vez, vemos que Ed físicamente ya no está tan apto para estos trabajos como antes. Vale la pena.
⭐⭐⭐1/2
+Disponible en #HBOMAX y a la renta en plataformas digitales.

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