miércoles, 23 de febrero de 2011

THE GREAT BUCK HOWARD * * * 1/2

Colin Hanks, Emily Blunt y John Malkovich en "The Great Buck Howard"

Dejando de lado la obviedad de ver en la misma película juntos a Colin Hanks y a su padre, Tom Hanks, interpretando precisamente a un padre e hijo, The Great Buck Howard (2008) es un filme interesante. Para empezar, tenemos a John Malkovich interpretando brillantemente al “Gran Buck Howard”, un mago tratando de rescatar sus glorias pasadas. Buck fue un popular mentalista, con numerosas intervenciones en el programa de Johnny Carson, pero en la actualidad ni siquiera Jay Leno tiene tiempo para recibirlo en su programa.

El personaje de Buck Howard está inspirado en un mentalista real, El Gran Kreskin, quien aún vive. Como se muestra en la película, Kreskin siempre tuvo que lidiar con un problema: la credibilidad de su público. De hecho, la película está basada también en las experiencias que tuvo su realizador, Sean McGinly, trabajó como manager del Gran Kreskin. En el filme, Buck se hizo famoso por un número simple, pero que tiene su grado de dificultad. Al azar, un miembro de su público escondía un billete, mientras Buck se encontraba de espaldas, sin mirar. Antes, pedía a cinco personas del mismo público pasar tras bambalinas, para que comprobaran que el mentalista no tenía ningún dispositivo electrónico que lo ayudara, o que alguien le dijera quién tenía el billete. Luego, tenía que adivinar quién tenía dicho billete en el menor tiempo posible. A pesar de que siempre adivinaba dónde se encontraba el billete, hubo quienes siempre dudaron de su capacidad, y pensaban que alguien le ayudaba vía un audífono.

Colin Hanks interpreta a Troy Gable, un chico que ha desertado de la universidad para convertirse en el asistente de Buck Howard. Al principio, Troy tiene que soportar los malos tratos y desplantes de divo de Buck. Pero con el tiempo, habrá algo en el mentalista que empezará a despertar una simpatía hacia Troy. ¿Cuál? Nunca estuve del todo seguro. ¿Troy ve en Buck una especie de figura paterna? Bueno, Buck está lejos de ser el mentalista más simpático o carismático del mundo. Muy rara vez gusta de dar fotografías autografiadas en blanco y negro, y las de color las deja para casos “muy especiales”. Es posible que Troy vea en Buck a un padre, ya que si algo aprende el chico en su aventura, aspirante además a convertirse en escritor, es responsabilidad, constancia y disciplina. En el camino, Troy conocerá a una guapa publirrelacionista (Emily Blunt), quien se integra al staff de Buck para crear estrategias que le ayuden en su nueva gira a ser captado por los medios.

Sinceramente, sigo sin encontrar una pizca de talento en Colin Hanks. En sus buenos años, Tom Hanks (productor de la película, por cierto) era, al menos gracioso. Un actor que sabía desenvolverse bien en comedias. Colin Hanks no tiene un solo momento que valga la pena rescatar en la película. Al final, es John Malkovich el alma y motor del película, quien la dota de fuerza, algo de humor y vulnerabilidad. Emily Blunt tiene una buena actuación por igual. Los mejores momentos es cuando vemos a Buck arriba del escenario, tratando de sacar adelante un show barato y de atrapar la credibilidad de su público. Es genial su retrato del showman que se niega a envejecer, a reconocer que ya es cosa del pasado y que ha caído en el olvido.

El problema de Sean McGinly es que falla en algo crucial: hacer entrañable la relación entre Troy y Buck. Algo extraño, sobre todo viniendo de sus vivencias personales. Es claro que McGinly ha tratado de evitar todo viso de sentimentalismo, aunque siento que se ha ido totalmente al extremo. Si por algo es rescatable el trabajo de McGinly, además de la gran actuación de Malkovich, es que no es cualquier filme de magos, ilusionistas y mentalistas. Hay una magia escondida, a la que le cuesta mucho trabajo relucir. Eso sí, algo que me ha gustado es que nos quedamos con la duda sobre cómo Buck realiza su gran truco de adivinación. Ni el mismo Troy logra saberlo. Hay muchas teorías y suposiciones, pero la verdad sólo la tiene el “Gran Buck Howard.”

++"The Great Buck Howard" aún no ha tenido estreno comercial en las salas de cine españolas.

martes, 22 de febrero de 2011

DOUBT * * * *


Meryl Streep y Amy Adams tienen muchas dudas en "Doubt".

Doubt (2008) es una película filmada y fotografiada con tal elegancia (nada menos que por Roger Deakins), que uno casi acaba por olvidar uno de sus temas incómodos: la pederastia. Su duelo de actuaciones es tan fenomenal, que parece querer alejarnos de otro de sus temas importantes: los prejuicios. La historia es una adaptación de una obra teatral escrita por su realizador, John Patrick Shanley, inspirada precisamente en sus propias vivencias dentro de una escuela dirigida por religiosas, a mediados de los 1960.

El reparto está encabezado por Meryl Streep, cuya actuación le dio una nominación al Oscar a “Mejor Actriz”, el cual no ganó, a pesar de su magistral transformación en la amargada monja directora de la escuela. Meryl Streep encarna a la hermana Aloysius, una de esas directoras de escuela que inspiran terror en todos los alumnos. De hecho, no nada más Meryl Streep estuvo nominada al Oscar, sino también Philip Seymour Hoffman, quien interpreta al sacerdote de la parroquia escolar, y Amy Adams, en una de las mejores actuaciones de su carrera, como la dulce y tierna hermana-maestra James.

No nada más la hermana Aloysius mantiene con severa disciplina a los alumnos de su escuela. El grupo de hermanas de la orden también vive bajo su estricto mando, al grado de que en la mesa no se puede hablar durante la cena, a menos que ella así lo mande, por ejemplo, para comentar el sermón del padre Brendan (Hoffman). Cada movimiento en la escuela es observado por la hermana Aloysius, cada comportamiento, por extraño que pueda ser, en la iglesia, es vigilado por ella. El padre Brendan ha estado en su mira, y ciertas cosas de él le han comenzado a despertar sospechas.

El arranque de la historia tiene cuando el primer y único alumno negro (Joseph Foster) que ha tenido la escuela hasta entonces, parece perturbado y triste, luego de regresar de la oficina del padre Brendan. Esto será motivo suficiente para que la hermana James se alarme y empiece a pensar lo peor. Mientras, para la hermana Aloysius no habrá duda que el chico ha sido abusado sexualmente por el padre Brendan.

El guión no es tan directo como lo soy al describir la historia. En la escena donde los tres se reúnen en la oficina de Aloysius por primera vez, se construye una gran tensión a base de un ataque de insinuaciones y sospechas incontenible. Toda una serie de comportamientos ambiguos tiene lugar en esta escena, al grado de que uno no sabe de qué lado estar. No se sabe qué creer o en quién confiar. Muchas cosas e información se reservan aquí. Pero a pesar de que el silencio y titubeos del padre Brendan podrían señalarlo como culpable, así como la gran confianza y experiencia en estos casos de Aloysius, además del silencio del chico involucrado, el caso es que la verdad nunca está ni estará clara.

Más que una película sobre la pederastia en sacerdotes católicos, Doubt es una película sobre la intolerancia, representada en la figura de la hermana Aloysius. Es una película sobre prejuicios y sospechas infundadas. Doubt no nos va a dar respuestas satisfactorias respecto a lo que sucedió realmente. Nos deja las conclusiones a nosotros como espectadores, con tantas dudas como las que tiene Aloysius. Su sistema ético, moral y de valores se pone a prueba por primera vez en toda su vida religiosa. ¿Podemos culparla después de todo lo que confiesa haber visto y oído en su carrera escolar y religiosa? No, al menos yo no lo hice. Mucho menos después de escuchar esa plática que tiene con la madre del chico negro, interpretada estupendamente por Viola Davis, nominada al Oscar a pesar de aparecer en el filme unos cuantos minutos.

Soplan vientos fuertes, tan fuertes que hacen caer las ramas de los árboles. Y esto lo nota Aloysius, justo cuando empieza a sospechar de Brendan. Al final, vemos cómo ese árbol caído será como la misma fortaleza de Aloysius cayendo, presa de un montón de dudas y remordimientos.

++El DVD incluye de extras el detrás de cámaras con entrevistas al reparto y el trailer.

domingo, 20 de febrero de 2011

COLD SOULS * * * *

Paul Giamatti se somete a un tratamiento de extracción de almas en "Cold Souls".

Un actor del calibre de Paul Giamatti no podría tener un reto más interesante que en Cold Souls (2009). Me refiero a interpretarse a sí mismo. Ya lo hizo John Malkovich brillantemente en “Being John Malkovich”. Es curioso, pero en Cold Souls su realizadora, Sophie Barthes, trata de hacer un ejercicio cinematográfico al estilo Spike Jonze-Charlie Kauffman, con una historia de corte existencialista del tipo “Being John Malkovich”.

Es un deleite ver a Paul Giamatti, incluso, burlarse de sí mismo en muchos momentos. La historia no se sostiene mucho, pero plantea una premisa que tiene mucho de donde explotarse: qué tanto somos alma y qué tanto cuerpo físico. La película juega con una idea vista anteriormente en “Eternal Sunshine of the Spotless Mind”, con todo y máquinas más cercanas a la ciencia ficción, capaces de jugar con el destino de un ser humano. Aquí, una empresa ofrece un servicio de extracción e intercambio de almas, y Giamatti no tardará en caer en la tentación de hacer uso del servicio, luego de leer un artículo al respecto en la revista “New Yorker”.

Más que abordarse desde un punto de vista serio y profundo, Barthes se aboca a abordar el tema de una manera desenfadada y divertida. En la película, Paul Giamatti se encuentra tratando de sacar adelante la obra teatral “Uncle Vanya”, de Anton Chejov, pero tiene problemas para conectar con su personaje, debido a que se siente deprimido y desencajado.

Cuando se entera de la existencia de la empresa, dirigida por el Dr. Flinstein (David Strathairn), Paul Giamatti se someterá a un tratamiento en el que sólo se le extrae una parte de su alma, para así quitarse de encima la pesadez moral y emocional que lleva a cuestas. Las almas parecen aquí como una colección de rocas, de diferentes tamaños y colores. El alma de Giamatti luce como una haba. Paul no tardará en sentir cierta mejoría, pero a los ojos de su esposa (Emily Watson), el actor empieza a comportarse extraño, a sentir que no es el mismo de siempre.

Suena divertido, y lo es. El asunto no podría tomarse de otra forma, aunque despierta preguntas como: ¿Someterse a un tratamiento así no significaría la muerte? ¿De ser extraída un buen porcentaje de nuestra alma podríamos seguir vivos? El guión, escrito por la misma Barthes, resuelve esta cuestión de una forma genial. Al plantear el hecho de que si nuestra alma –o parte de ella- fuera extraída, seríamos como una especie de seres incapacitados, como vegetales, sin emociones, sentimientos y parte de nuestros talentos desaparecerían. La escena en la que Paul y su esposa se encuentran cenando con unas amistades es hilarante. Paul come como un animal y responde de manera insensible a los problemas que cuentan sus acompañantes.

No todo es perfección en esta compañía. Detrás se encuentra una compleja red de tráfico de almas en Rusia, donde se encuentra una máquina similar (las causas nunca se explican), a la que acuden personas que quieran donar sus almas. La esposa del dueño (Katherin Winnick), una pseudo actriz rusa de telenovelas, está en busqueda del alma de un talentoso actor. Nada exigente, la chica pide el alma de Al Pacino. Cuando una atractiva traficante rusa (Dina Korzun) cometa el grave error de llevarle el alma equivocada (¿Adivina de quién), las cosas se complicarán para todos.

Tanto visual como argumentalmente, Cold Souls tiene un sabor de película de “autor”, como de película de ciencia ficción de los 1970. El diseño de la máquina “extractora de almas” es retro, que luce más cercana a una máquina para sacar tomografías en hospitales. No hay efectos digitales sofisticados, ni mucho menos. La película de Barthes es de ideas, de personajes, más experimental; interesada en actuaciones y en la interacción de los personajes. La película se torna en su segunda mitad (la ambientada en Rusia) solemne, fría y deja algo de su humor inicial. Sin embargo, no deja de valer la pena ver a un Paul Giamatti movido por tormentos actorales que se sienten auténticos.

++En España, "Cold Souls" tan sólo ha sido proyectada en el "Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya" en el 2009. Hasta el momento no ha tenido estreno comercial en cines, ni ha sido editada en DVD. 

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