viernes, 26 de marzo de 2010

THE PRINCESS AND THE FROG * * * *

Musicalizada brillantemente, The Princess and the Frog retoma el clásico cuento de Cinderella y del príncipe convertido en rana, y lo ambienta en la Nueva Orleáns de los 1920.




No importa cuánto avance la animación en 3D y su impresionante realismo. The Princess and the Frog (2010) es una prueba más de que la animación tradicional en 2D puede seguir siendo atractiva e, incluso, impresionante, sin necesariamente verse anticuada. Por supuesto, las buenas historias siguen siendo parte medular. Al final, no importa si una película animada se ha realizado con las tecnologías digitales más avanzadas. Si no hay una buena historia de por medio, la película está condenada al fracaso.

The Princess and the Frog, dirigida y escrita por Ron Clements y John Musker (Hercules, Treasure Planet, Aladdin), retoma la historia clásica de la Cenicienta, así como la del príncipe convertido en rana (o sapo, lo que usted quiera) por un hechizo, que sólo el beso de una princesa puede romper. Los giros en estos relatos resultan divertidos e interesantes en partes iguales, todo en la forma de un musical en el que uno de los mensajes es que en el verdadero amor y amistad no existen barreras raciales o de clase social. Otro de sus mensajes -el favorito de la Disney-, es el poder de creer en los sueños. Para empezar, la historia está ambientada en un territorio que la Disney nunca había explorado antes: la Nueva Orleáns de los años 1920. El musical está formado por una ecléctica selección de estilos, que van desde el jazz Dixie Land, hasta la música cajun y hill billie, en una banda sonora compuesta en su totalidad por el famoso músico de jazz Randy Newman. Un cuento de hadas con sabor a jazz ha sido algo irresistible para mí. Todos y cada uno de los números musicales son estupendos.

Debo reconocer que la Disney sigue anclada en ciertos convencionalismos, como el infaltable personaje tragicómico al que le pasa todo, un cocodrilesco homenaje a Louis “Satchmo” Armstrong, quizás el más famoso trompetista de jazz de todos los tiempos. Louis (voz de Michael-Leon Wooley), un cocodrilo que sueña con tocar jazz sin asustar al resto de los músicos, se une al grupo encabezado por Tiana (voz de Anika Noni Rose) y el príncipe Naveen de Maldonia (voz de Bruno Campos). Tiana y Naveen (mezcla de latino, algo de árabe y un estilo cómico a lo Roberto Benigni), han quedado convertidos en ranas por culpa de un hechizo creado por un brujo vudú (voz de Keith David). Ambos se aventuran por un peligroso pantano para buscar la ayuda de una bruja cajun, Mamma Odie (voz de Jenifer Lewis), quien, a través de un gran número musical, les dirá que la respuesta está “trabajando y buscando con mucho esfuerzo”. No suena de mucha ayuda, es cierto.

La película estuvo nominada en la pasada entrega de los Oscares a “Mejor Película Animada”, así como a “Mejor Canción Original”. The Princess and the Frog me resultó divertida, y su recreación de época me ha parecido simplemente impresionante. Tiene algunos detalles gastronómicos bien reflejados, como la constante presencia de los beignés o pan endulzado con miel y azúcar, típico del sur de los Estados Unidos. Como rana, el príncipe acaba siendo muy cómico, al provocar risas por todas las desgracias que le ocurren. Por el contrario, Tiana resulta más conmovedora. No nada más lamentamos su desgracia de verla convertida en rana al besar a Naveen, con tal de perseguir el viejo sueño de su padre (voz de Terrence Howard, y por cierto, Oprah Winfrey dio voz a la madre) de abrir un restaurant, sino por la entereza que muestra en su “pegajosa” aventura (hay un gag constante en referencia a tener la piel siempre cubierta de “moco”). El personaje más esteriotipado acaba siendo una luciérnaga cajun, Ray (¿En homenaje a Ray Charles?), quien, simbólicamente, es la “luz” que los irá guiando por el pantano. Ray es como un quijotesco personaje de cara loca, que anhela reunirse algún día con su “Dulcinea”, es decir, su fallecido amor de nombre Evangeline, quien vive en el cielo convertida en estrella.

En estos tiempos, creer que no hay intervención digital en una película de animación tradicional como The Princess and the Frog, es engañarse. El merito de los realizadores ha sido disimularlo lo mejor posible, y que no se rompa la ilusión de estar viendo una película clásica de la Disney realizada a la vieja usanza. Si bien el productor ejecutivo ha sido John Lasseter, productor y realizador de muchas películas de la Pixar, no existen aquí las pretensiones de alcanzar esos niveles. Ni cuando el reloj marca la medianoche (porque aquí también, a la medianoche, cierta magia acabará o surtirá efecto), se rompe el encanto. Es verdad, la Disney no hace más que retomar y retomar viejas fórmulas, trabajarlas una y otra vez. Pero cuando se alcanzan los niveles de producción y musicalización de The Princess and the Frog…¿Por qué habría uno de quejarse?

++ Próximamente en DVD. Entre los extras se podrán encontrar escenas eliminadas (en forma de story boards) comentadas por los realizadores, el vídeo musical de Ne Yo, así como un montón de trailers de estrenos de la Disney en DVD y Blue Ray. Entre las novedades se encuentra el trailer de Tangled, adaptación del cuento de "Raspunzel", la próxima producción animada de Walt Disney Animation Studios.

martes, 23 de marzo de 2010

EN EL MUSEO

La exposición "Los Cisnes Salvajes. Detrás de Cámaras" trata sobre el trabajo de la reina Margarita II de Dinamarca (tercera de izquierda a derecha), en la adaptación al cine, diseño de arte y vestuario, del cuento clásico de Hans Christian Andersen.





El Museo Franz Mayer de la Ciudad de México, dedica una pequeña exposición al cine danés que, irónicamente, no tiene por lo regular cabida en las salas comerciales de este país. Se trata de "Los Cisnes Salvajes. Detrás de las Cámaras", una rápida pero interesante mirada a una parte de la producción de esta adaptación del famoso cuento de Hans Christian Andersen al cine. Lo que más me ha llamado la atención, es que la exposición está dedicada al trabajo que la reina Margarita II de Dinamarca llevó a cabo para la película, no nada más adaptando el cuento de Andersen, sino diseñando el vestuario y el arte del filme.

Titulada originalmente De vilde svaner ("The Wild Swans", por su título internacional), y dirigida por Peter Flinth y Ghita Norby, la exposición cuenta con el vestuario del reparto principal, acompañado por las pruebas fotográficas hechas a los actores. Por otro lado, también se puede ver un material que, al principio, puede resultar desconcertante: un conjunto de collages de mediano formato, que en realidad, son los escenarios utilizados en la película.

En la última parte de la exposición, podemos ver un pequeño documental sobre el "detrás de cámaras", en el que nos damos cuenta que la reina Margarita y los realizadores llevan a cabo un experimento similar al de Eric Rohmer en "L'anglaise et le duc" (2001), donde los escenarios eran pinturas. En la película "The Wild Swans", los actores trabajaron frente a pantallas verdes, en donde se montaron digitalmente los escenarios, realizados previamente con la técnica del decoupage (una forma de collage), y se les dieron además una cualidad tridimensional.

El cuento narra cómo los hermanos de la princesa Elisa, son convertidos en cisnes por la nueva esposa de su padre, una reina sumamente celosa. Hasta el momento, la película no tiene fecha de estreno en España. La exposición estará abierta del 5 de marzo al 23 de mayo.

Para mayor información, visitar la página del museo, así como la página oficial de la película (sólo en danés)



Still donde se muestra uno de los escenarios digitalizados, previamente realizado con la técnica del decoupage.

lunes, 22 de marzo de 2010

EL CARTEL

ALICE IN WONDERLAND * * * (y * * * * para el cartel del personaje de Alice)

Me pongo al corriente con carteles de estrenos pasados. Para Alice in Wonderland, de Tim Burton, se realizó una pequeña serie de carteles de personajes, algunos carteles para el estreno y unos teasers. Los carteles de personajes me parecieron lo mejor de toda esta serie, dedicados a promocionar la versión en 3D de la película. Se crearon carteles para Alice, Mad Hatter (por cierto, algunos dicen que en el cartel Johnny Depp se parece a Elijah Wood), The Red Queen, The White Queen, así como a los gemelos Tweedledee y Tweedledum. La idea básica de estos carteles, fue realizar un fondo con un tema visual trabajado en patrones (a manera de papel tapiz), como un símbolo que les identificara a cada uno de inmediato: sombreros, corazones rojos y blancos, teteras, tazas y, para el caso de Alice, un cerrojo. Luego del cartel de Mad hatter (con un juego de explosivos colores pop y sombreros formados en una secuencia en espiral), el mejor es el de Alice. No nada más utiliza este cartel, de manera muy original, el cerrojo como elemento identificativo del personaje (el portal que la lleva a Wonderland), sino por su juego de escalas. La taza y el plato forman parte del escenario en el que se encuentra una diminuta Alice, de pie justo al centro del plato, con la taza inclinada al fondo. Cada detalle del retoque está sumamente cuidado, en el reflejo del color verde en los zapatos, en la taza y el plato. La pose de Alice es punto y aparte. Su actitud es como de haber sido descubierta al levantar la taza, mirándonos tímidamente. Aunque Alice es el personaje principal, su retrato no es de gran formato como el de los otros personajes.

En cuanto a los carteles del estreno, no son más que un adelanto de la visión de Tim Burton para Wonderland, escenificando, en composiciones sencillas pero cuidadas, algunas partes de la historia. Lo que caracteriza a estos carteles, es que predominan las formas orgánicas de la vegetación (muchas lineas curvas, quebradas, volúmenes en los hongos, etc) en el que se sienten envueltos los personajes. Hay sensaciones cromáticas contrastantes en los carteles, entre lo grisáceo de las atmósferas y el colorido de la vegetación. Para finalizar, aunque resulta atractiva su propuesta de hacer quebradiza e inestable la tipografía del título, dándole un toque mágico y étereo, es el tipo de letra que siempre usa Tim Burton en muchos carteles de sus películas (Corpse Bride, por ejemplo). Por cierto, el enorme hongo ha servido como punto de unión para dos carteles.





BROTHERS * * * 1/2

De los carteles recientes más interesantes, se encuentra el de Brothers, dirigida por Jim Sheridan. El cartel es una aséptica propuesta cromática con un enorme fondo blanco, prácticamente envolviendo a los personajes. El colocar en perfil a los tres protagonistas, Tobey Maguire, Natalie Portman y Jake Gyllengaal frente al fondo blanco, les da una especie de desnudez simbólica, como en los clásicos experimentos fotográficos de Richard Avedon. El mismo efecto se percibe en este cartel, uno que descontextualiza a los personajes de cualquier ambiente y los coloca en una suerte de dimensión celestial. Otro aspecto atractivo en el diseño del cartel (realizado por el despacho Ignition Print), es el efecto fragmentado en la parte derecha, en el área que cupa Jake Gyllengaal, y que atravieza a Natalie Portman. El simbolismo más común que se pretende crear con este efecto, es el de las vidas y/o almas fragmentadas, uno de los temas de la película. Y este efecto lo han llevado los diseñadores a la tipografía del título y que se refuerza con el tagline “There are two sides…to every family”. La propuesta visual del cartel no podría ser más fría, junto a la limpieza estética que proyecta, con mucho espacio en su parte superior gracias a la composición en "T" que se ha elegido, con el título y los créditos al centro. En el cartel español, el diseño del título proyecta una sombra con el título en español (Hermanos), y se ha retocado para darle una tonalidad más cálida a las fotografías, cosa que rompe con la intención estética deseada en el cartel.

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