viernes, 17 de octubre de 2008

SÓLO MÍA * *

El problema del maltrato a las mujeres y la violencia intrafamiliar en España, ha sido uno muy grave desde siempre. Muchas películas, en ocasiones, ayudan a recordarlo. Ahí tenemos Te Doy mis Ojos (2003), de Iciar Bollaín, que no nada más nos concientizaba al respecto del problema de la violencia dentro del matrimonio, sino que además nos impactaba, en buena medida gracias a las notables actuaciones de Luis Tosar y de Laia Marull. Desafortunadamente, no podemos decir los mismo de Sólo Mía (2001), de Javier Balaguer, producida unos años antes.

Protagonizada por dos actores de peso, como lo es Sergi López (apenas aceptable actuación), y Paz Vega, lo peor no es que estamos ante un trabajo con calidad de telefilme, con ciertas torpezas narrativas, sino que no dejamos de extrañarnos por algunas de las torpes decisiones que toma su protagonista, una chica que se casó enamorada pero acabó padeciendo los tormentos de un matrimonio en el que la violencia, física y verbal, junto a su explosivo y manipulador marido (López), diseñador en una agencia de publicidad, se convirtió en moneda corriente.

Además de ciertas lagunas narrativas y situaciones inverosímiles, debido al arriesgado experimento de la narrativa fragmentada, que comienza con la que parece ser la venganza de nuestra protagonista hacia su marido, amarrándolo a una silla y dispuesta a cobrarse hasta el último golpe (por ejemplo, nunca sabemos a ciencia cierta qué sucedió realmente en la última escena), lo menos que puede hacer una película con tantos defectos es crear nuevamente conciencia de un problema que se extiende a un deficiente sistema jurídico y leyes débiles para atacarlo. ¡Que de algo sirva el filme de Balaguer!

jueves, 16 de octubre de 2008

Tøsepiger * * 1/2

Maj-Brit y Christina, son dos amigas incondicionales e inseparables. Ambas son vecinas, y acostumbran intercambiarse recados por un original sistema de comunicación: una cajita amarrada en una cuerda para colgar ropa, amarrada en las ventanas de sus habitaciones. Su amistad va más allá de posiciones sociales. Christina vive en el seno de una familia acomodada, pero no tiene problemas en convivir con Maj-Brit, de familia más humilde, ni de visitar su hogar para pasar un rato agradable con su familia.

Ambientada en las afueras de Copenhague, en la campiña de Dinamarca, la historia de Tosepiger (1996), de la directora de telefilmes Vibeke Gad, muestra una buena química entre las dos preadolescentes, en una historia que toma como pretexto dicha amistad para exponer temas más sociales, como el desempleo en Dinamarca.

Protagonizada por Stephanie Leon y Laura Christensen, esta última con una carrera en el cine más fructífera, donde ha participado en Riget I y II (díptico para televisión dirigido por Lars Von Trier), la trama, escrita por la misma Vibeke Gad, establece un contraste entre la felicidad de Maj-Brit, a pesar de la difícil situación que pasa su padre desempleado, aficionado además a criar palomas, y la tensa situación familiar de Christina, con sus padres al borde de la separación.

La manufactura de Tosepiger es muy televisiva. Destaca su buena fotografía y unos bonitos paisajes de la campiña danesa. El mensaje principal de la película, tiene que ver mucho con la fuerza de la amistad, la sinceridad y lealtad, por encima de las clases sociales. Las palomas de Maj-Brit jugarán un papel importante, en la manera en que refuerzan esos lazos de amistad entre las chicas.

Es una historia que destila optimismo, y los temas que tienen que ver con los conflictos sociales son tratados de una manera amigable, dirigidos a un público preadolescente y adolescente. Tosepiger consigue llamar la atención respecto al problema del desempleo en Europa, pero desafortunadamente se detiene mucho en situaciones que no vienen al caso y que distraen la atención de lo verdaderamente importante, es decir, la amistad de Cristina y Maj-Brit. No es tan olvidable el trabajo de Vibeke Gad como parecería, y al menos resultan divertidas las aventuras de Maj-Brit y sus pichones.

++ Tosepiger no tuvo estreno comercial en España. De hecho, nada más se estrenó en Dinamarca y Holanda.

miércoles, 15 de octubre de 2008

DÉCALAGE HORAIRE * * 1/2

El inicio de Décalage Horaire (2002), es una larga secuencia que muestra la tumultuosa experiencia de recorrer los pasillos del aeropuerto Charles de Gaulle, de Paris, de la mano de dos grandes estrellas del cine francés, la guapa Juliette Binoche y el actor de ojos saltones Jean Reno.

Cada uno, por separado, sufren los retrasos y ajetreos de uno de los aeropuertos con más tráfico en Europa. Mientras, en la mente del espectador, pasa la pregunta de sí la dupla romántica Binoche/Reno funcionará en esta comedia romántica. En este debut del veterano guionista Daniele Thompson (La Reina Margot), en general, funciona la fórmula de la pareja dispareja romántica, pero también es verdad que hay momentos en que Thompson no sabe mucho que hacer con Binoche y Reno, en una trama donde no es gran cosa lo que sucede.

Rose (Juliette Binoche), es una cosmetóloga que viajará hacia Acapulco, huyendo de su violento novio (Sergi López, en una pequeña participación). Gracias al retraso en su vuelo, Rose conocerá a Félix (Jean Reno), un gastrónomo que también se ha quedado atorado en el aeropuerto por el mal tiempo. Por viajar en primera clase, Félix tiene el privilegio de conseguir habitación en un hotel hasta que el vuelo pueda salir, y la compartirá con la menos afortunada Rose.

Prácticamente, todo el desarrollo de la historia tiene lugar en el cuarto de hotel y sus instalaciones, donde se pondrá a prueba la química que pueda surgir entre ambos personajes. Habrá mucha química, pero no de la romántica, sino aquella que surja de los intentos de Rose por establecer algún vínculo amistoso con el hermético Félix, quien padece una enfermedad cardiaca, pasa la mayor parte del tiempo con su teléfono móvil o escribiendo emails en su laptop.

El atractivo de esta comedia, menor pero al final entretenida, son las situaciones que deberá enfrentar esta pareja/dispareja y su difícil convivencia, durante los 90 minutos de duración de la película. El grave problema, es que a Thompson se le acaba la imaginación en muchas escenas y deja que simplemente basen toda su gracia en el “pedir y dar prestado” de un teléfono móvil.

No es mucho el ingenio que Thompson presume en su primer largometraje. Por alguna razón, deja pasar muchas oportunidades en los que se pudieron dar momentos verdaderamente humorísticos (el teléfono que se va por el retrete). Hay una escena en la que uno no sabe si reír o sentirse mal: en un momento de furia, Félix deja caer un salero en el recipiente en que Rose ha preparado una vinagreta, y ella acaba con el rostro cubierto del aderezo. También pudo haber aprovechado más la comicidad que surge de los imprevistos y malos ratos que las aerolíneas hacen pasar a sus clientes.

La curiosidad por ver a estas estrellas galas juntas por primera vez es mucha, y la experiencia lo vale. No derramarán mucha miel que digamos, en algún momento romántico ni mucho menos. Pero la tosca inocencia que Jean Reno es capaz de transmitir en muchas de sus películas, combinada con la susceptible y triste mirada de Juliette Binoche, creo que se lleva bien después de todo y depara varias sorpresas.

++ Los extras del DVD incluyen, fichas técnicas, filmografías y escenas comentadas.

martes, 14 de octubre de 2008

NATIONAL TREASURE * * *

En su primera parte, National Treasure (2004) es una heist movie con un trasfondo histórico en tono de clase escolar, agradable y nunca pesado. Una vez ocurrido el robo de uno de los documentos más importantes en la historia de los Estados Unidos, el acta de declaración de independencia, el filme tiene un cambio de tono a thriller, en el que tienen lugar persecuciones e investigaciones en torno a un misterioso tesoro, que los francmasones ocultaron en algún lugar entre Washington y Filadelfia.

National Treasure, producida por Jerry Bruckheimer y la casa Disney, es un cóctel formado por varios géneros, con una notoria influencia de las aventuras a lo Indiana Jones y su arqueología, mitad seria, mitad fantástica. Si además, agregamos un conjunto de referencias a simbolismos y filosofías masónicas, relatos de caballeros templarios y otros breviarios culturales, que van desde anotaciones al Templo de Salomón hasta el año de la consumación de la independencia de los Estados Unidos, es difícil que el trabajo del realizador Jon Turteltaub resulte aburrido. Es como una clase de historia disfrazada de película dominguera de aventuras.

El asunto parte de las historias que de niño escuchó el arqueólogo Benjamin Franklin Gates (Nicolas Cage) por parte de su abuelo (Christopher Plummer en una pequeña participación). Según cuenta el abuelo, su tatarabuelo en los 1830, siendo un adolescente, recibió de manos del mismísimo y ya anciano Benjamin Franklin una pista para dar con un tesoro oculto, que a lo largo de los siglos pasó de los caballeros templarios a los francmasones en el siglo XVIII, cuando Estados Unidos apenas nacía como país.

Gates intentará buscar este tesoro, partiendo de esa pista a otra, y de esta a otra más, y así hasta ir construyendo una aventura de connotaciones iniciáticas para Benjamin. Para los interesados en estas leyendas, que llevan en sí un trasfondo histórico, la película será un fascinante relato de aventuras desde el principio. Incluso, un billete de 100 dólares puede contener pistas decisivas para la búsqueda de Gates, acompañado por una guapa doctora (Diane Kruger) y el clásico amigo bienintencionado y con espíritu aventurero (Justin Bartha).

El trasfondo histórico puede asustar y hacer pensar que uno se enfrentará a un aburrido conjunto discursos históricos, pero el guionista Oren Aviv utiliza hábilmente estos elementos para lograr una película entretenida, y porqué no, seamos optimistas, quizás despierte en los niños el hambre por aprender un poco más de Historia.

++ La película está disponible en edición austera, Blu-ray y una edición de coleccionista de 2 discos. Esta última contiene como extras: escenas eliminadas (con comentario e introducción del director Jon Turteltaub), claves, códigos y descifradores de códigos, "Explorando Charlotte", "Robar un Tesoro Nacional", en el plató de la historia americana, la búsqueda en el lugar del rodaje, animatic de la escena de apertura (con comentario de audio opcional del director), final alternativo, búsqueda extra de tesoros: Nivel 2 (buscadores de tesoros, los caballeros templarios... y mucho más).

lunes, 13 de octubre de 2008

MIRRORS * * 1/2


Mirrors (2008), segunda película del francés Alexandre Aja en Estados Unidos, vuelve a ser una muestra de la falta de ideas de Hollywood al tener que mirar, por enésima vez, hacia el cine asiático, en esa moda de hacer remakes de películas de horror producidas en el lejano oriente y otras latitudes. ¿Otra muestra reciente? El estreno del remake hollywoodense de REC, la película de zombies de Jaume Balagueró y Paco Plaza.

En este caso, Mirrors es el remake de la coreana Into the Mirror (2003), del realizador Sung-ho Kim, que no he visto, pero puedo deducir por los filmes que he podido ver de Alexandre Aja, para este joven realizador ha sido otra oportunidad para demostrar su gran estilo visual y el cómo se sigue consolidando como un especialista en el género del horror.

El diseño de producción, la fotografía, la banda sonora y el cuidado del sonido, es lo más rescatable en Mirrors. Su historia no pasa de ser un simple y convencional relato de terror paranormal, tan sólo un vehículo pasajero de entretenimiento de fin de semana. Su protagonista es un Kiefer Sutherland que luce la mayor parte del tiempo cansado, como una versión demacrada de su policia en 24, al interpretar a un policia retirado por un trauma que lleva encima, además de una separación difícil de su esposa y un trabajo de velador sin mucho sentido, para cuidar una tienda departamental en ruinas por un incendio.

Parece que lo más valioso que tiene que cuidar en la tienda son unos espejos enormes, y la película explota las viejas historias de espejos que parecen tener vida propia, que ocultan una dimensión paralela, una realidad distinta del “otro lado”; reflejo de pesadillas, asesinatos sangrientos y espíritus atormentados. Para nuestro velador será como una maldición, que se extiende a todo ser relacionado con él, y de ahí a toda superficie que sea capaz de reflejar algo.

No hay muchas explicaciones respecto al porqué se comportan así los espejos, y las pocas que hay están sacadas forzadamente de la manga. Pero Mirrors es un filme lleno de buenas ideas y Aja es capaz de sorprendernos, una vez más, con su buen estilo para la creación de momentos inquietantes (la ilusión de los incendios), atmósferas asfixiantes, así como un final intrigante que te deja con más preguntas que respuestas, tal y como pasaba en Haute tension (2003), anterior éxito de Aja en Francia.

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