viernes, 9 de mayo de 2008

DVD: PUNCH-DRUNK LOVE * * * *


El depresivo, inestable y violento Barry Egan (Adam Sandler, en su primer papel “serio”), se encuentra obsesionado por descubrir un supuesto fraude en el concurso organizado por una marca de budines de chocolate: prometen miles de millas de viaje, por consumir un producto demasiado barato. Empresario en la industria de los “destapacaños”, Barry además tiene que lidiar con sus manipuladoras hermanas y la urgencia de éstas por conseguirle una pareja, para así terminar con su soledad.

Pero antes, Barry se encuentra en la calle un órgano, por obra de una coincidencia celestial, segundos después de haber presenciado un aparatoso choque. Su vida tomará un giro inesperado, cuando decida conservar el pequeño instrumento dentro de su oficina, al sentir que le proporciona una protección de todo su entorno conflictivo, incluso de sus hostigadoras hermanas.

Dirigida por el californiano Paul Thomas Anderson, Punch-Drunk Love (E.U., 2002), responsable de esa intrigante e inclasificable obrita maestra titulada Magnolia (1999), duro retrato de la sociedad consumista de finales de siglo XX que cerraba con una hipnótica secuencia de una lluvia de ranas, cual plaga que llegaba a castigar a una sociedad sin valores y en decadencia.

Una llamada telefónica de Barry a una línea “erótica”, para calmar y distraer su soledad, lo meterá en un aprieto con una mafia de chantajistas, propietaria del servicio. Barry resulta chantajeado por la chica con la que habló, y además golpeado al negarse a obedecer las órdenes, hasta ser amenazado de muerte por el dueño del negocio (escondido en una tienda de colchones), interpretado por el actor fetiche de Anderson: Philip Seymour Hoffman.

El guión es sencillo, narra una historia romántica minimalista, justo cuando Barry conozca a Lena (Emily Watson), para tocar fondo en su conflictivo estado mental y, probablemente, abrir paso a una nueva etapa en su vida.

La película muestra una faceta considerablemente distinta de Sandler. Los personajes parecen extraídos de alguna comedia romántica-musical de la época dorada de Hollywood. Sandler, en algún momento, parece estar ejecutando alguna rutina de slapstick o algún número musical (la escena del supermercado).

Anderson hace gala de cierto artificio, a través de imágenes multicromáticas, difusas, deformes, para reflejar el estado mental de Barry, sus crisis y arrebatos emocionales, junto a una serie de efectos de sonido perfectamente editados. Barry es un personaje cargado de sorpresas, carismático y concebido desde las entrañas. Es una suerte de “Popeye”, que en lugar de espinacas prefiere el budín de chocolate.

Punch-Drunk Love acaba siendo conmovedora y se puede tomar equivocadamente como un filme “menor” de Anderson. Es la aventura de cómo Barry despide sus depresiones, con sólo ver a Lena, con sólo comer budín y calmar ese monstruo que lleva dentro, algo parecido a su personaje de la más reciente Reign Over Me (Mike Binder, 2007).

jueves, 8 de mayo de 2008

CINESPAÑA: FRANKY BANDERAS * * *

El guionista Rafael Azcona, fallecido en marzo de este año, ofrece en Franky Banderas (España, 2004) una comedia más sobre los perdedores en búsqueda de un lugar en el mundo. En este caso, el mundo del espectáculo. Dirigida por José Luis García Sánchez (fallidísima Siempre hay un camino a la derecha/1997, el homenaje a Maria Zambrano en María Querida/2004, reseñada en este blog) el tema intenta combinar, con gracia y habilidad, la comedia con la crítica hacia el mundo de las estrellas infantiles, su explotación por adultos oportunistas y frustrados, sin oficio ni beneficio.

Lo que resulta gracioso, es que la historia escrita por Azcona tiene como centro a un niño, Paquito (el debutante niño Raulito), sin pizca de talento y a merced de Avelino Lechuga (Juan Luis Gallardo), un patético payasito de fiestas infantiles odiado por su público principal, es decir, los niños. Abelino descubre a Paquito durante un fallido casting, nada menos que vestido de mariachi e intentando cantar unas “rancheras”.

La aventura narrada en Franky Banderas, será la de ver cómo Paquito pasará de ser “El Jilguero de Madrid”, a tener el nombre artístico que da título al filme, “Franky” por Sinatra, y “Banderas” por... Antonio, según la “inteligente” estrategia de unos ejecutivos. Apenas y Paquito empiece a llamar la atención, con actuaciones callejeras, entrevistas de radio, etc., aparecerán en escena personajes no menos extraños, directa o indirectamente relacionados con el chico, queriendo sacar provecho económico de su rotundo éxito.

Es el ascenso y descenso de una “estrellita”, que quiere ser una mezcla de Ricky Martin y Michael Jackson (como afirma en su canción). En ese sentido, la actuación de Raulito involuntariamente llama nuestra atención sin mucho esfuerzo, simplemente colocándose frente a la cámara, haciendo gracias, sonriendo,... en pocas palabras, siendo él mismo. Sin hacer gran cosa, Paquito imprime un toque inocente y vulnerable al filme, más bien gracioso, ya que en verdad se cree cantante y bailarín consumado. Avelino será el iluso y farsante de la historia, sueña con el éxito internacional del niño, cuando la madre de “Franky” es una prostituta masajista, y uno de sus clientes es un anciano (Manuel Alexandre en un cameo extendido). Lo difícil será encontrar la salvación que el niño necesita, cuando todos no ven más que su propio beneficio.

El problema del filme, a pesar de ser entretenido gracias a su galería de insanos personajes, es que en su virtud lleva el pecado: no pretende ser más que una comedia sin mucho en qué profundizar y reflexionar sobre su tema, de ahí hasta un final abrupto, apresurado.

martes, 6 de mayo de 2008

EL HOLLYWOOD DE AYER: ALL THAT HEAVEN ALLOWS * * * *


El realizador Douglas Sirk ha pasado a la historia como gran artífice de melodramas románticos en Hollywood. El más famoso de ellos, con toda seguridad, es All That Heaven Allows (E.U., 1955), un relato que por debajo de su colorida fotografía en Technicolor, gran manufactura visual y clásica banda sonora, llevaba un fuerte subtexto sobre los prejuicios y la discriminación sociales.

No resulta exagerado afirmar que una de las fuentes principales de inspiración del trabajo de Sirk, a partir de una historia escrita por Edna y Harry Lee, es la obra de Jane Austin y sus capciosos análisis sobre el comportamiento social y de clase. Incluso, Todd Haynes hizo una especie de remake en Far from Heaven (2002), magistral ejercicio de estilo que emulaba precisamente la visión romántica de Sirk, la fotografía en Technicolor, la música, las actuaciones, e incluso, el tipo de créditos iniciales. La única variante, era que Haynes introducía un subtexto racial y homosexual en su relato, como crítica hacia los prejuicios, intolerancia e ignorancia que persistían durante la conservadora década de los 1950.

La historia era muy sencilla en su forma: una viuda de clase acomodada, Cary (la recientemente fallecida Jane Wyman), con dos hijos jóvenes, encuentra la posibilidad de rehacer su vida al enamorarse de un humilde pero apuesto jardinero, Ron (Rock Hudson). Sin embargo, Cary tiene otro pretendiente de su mismo círculo social, y los problemas vendrán cuando sus amigos sepan sobre la relación que lleva con Ron. Para colmo, los chantajes sentimentales de sus hijos no se dejarán esperar.

Sirk era un detallista sin medida. All that Heaven Allows (como muchos otros de sus filmes), estaba cuidada en toda su producción, desde una magnífica fotografía de Russell Metty, hasta el diseño de producción de Alexander Golitzen. Por ejemplo, el cambio de estaciones indicaba el avance de la narración y reflejaba el estado de ánimo de Cary: la soleada y colorida primavera durante su enamoramiento, el otoño para su crisis familiar y social, hasta llegar al nevado invierno, cuando la presión de todos es tal que amenaza con finalizar el romance entre Cary y el mucho más joven Ron.

A pesar de la sencillez del relato, la narración de Sirk imprimía emoción y suspenso a la historia, en esa notable secuencia del accidente final, montada de manera eficaz y que basaba su intriga en la manera de distanciar a los personajes. Por supuesto, la voz de la razón venía del personaje del médico, quien en una escena clave hacia ver a Cary que no importaba lo que dijeran los demás, o lo conflictivo de su entorno familiar-social, la respuesta para su felicidad la tenía ella misma.

El escenario de la resolución era idílico, romántico, ensoñador, como instalado en otro mundo, uno en donde Cary y Ron puedan encontrar su añorada felicidad.

lunes, 5 de mayo de 2008

DVD: EL LABERINTO DEL FAUNO * * * * *


Guillermo del Toro es uno de los contados realizadores que hoy en día están interesados en mantener vigente el género fantástico en el cine. El realizador, originario de Guadalajara México, confirma el hecho con su próximo trabajo, la realización de El Hobbit en dos partes, adaptación del libro de J.R. Tolkien, una especie de introducción a la saga de The Lord of the Rings y que producirá Peter Jackson.

El Laberinto del Fauno (México-España-E.U., 2006), su octavo largometraje, estuvo nominada a la Palma de Oro en Cannes, una historia fantástica de altos vuelos, fiel a sus obsesiones temático-visuales (relojes, insectos y criaturas fantásticas) para reinventarlas dentro de un contexto histórico, la Guerra Civil Española, no muy lejos de lo surreal y lo gótico de todas maneras.

Del Toro demostró lo bien que podía desenvolverse en este escenario histórico con El Espinazo del Diablo (2001), una historia de fantasmas que se desarrollaba dentro de un internado para chicos. El realizador encuentra en esta época histórica, un espacio idóneo para situar historias fantásticas sobre la clásica lucha entre el bien y el mal. En El Laberinto del Fauno, será el ejército franquista la representación del mal, en un relato situado años después de su triunfo sobre las huestes republicanas. Su despotismo, tiranía y crueldad estarán representados en la férrea y poderosa presencia del actor catalán Sergi López, interpretando al capitán Vidal, jefe de un cuartel instalado en algún bosque del norte de España.

Escrita por el mismo Del Toro, el relato es un fascinante cuento de hadas terrorífico, que exhibe una violencia gráfica sin tapujos, llena de metáforas sobre el bien, el mal y que se mueve sin problemas dentro de una dimensión alterna de fantasía, llena de criaturas como hadas, sapos gigantes, mutantes devora-niños y, el mejor de todos, un maravilloso fauno, quien fungirá como el guía de una niña, Ofelia (Ivana Baquero, estupenda), en su viaje por este universo.

Ofelia llega con su madre (Ariadna Gil) al cuartel de Vidal, con quien está casada en segundas nupcias y en espera de un bebé. Estamos en el año 1945, con el régimen franquista en efervescencia. La trama narrará la turbulenta estancia de Ofelia en el cuartel, viendo cómo su madre está al borde de la muerte por un embarazo riesgoso y sufriendo los violentos tratos de Vidal, huyendo hacia un mundo de fantasía donde deberá pasar una serie de pruebas al estilo de Alicia en el País de las Maravillas, para probar ante el fauno (Doug Jones, el hombre pez de Hellboy) que es digna de un título de princesa de este mundo milenario, pudiendo ser todo producto de su imaginación o una intrigante realidad.

Este mundo fantástico, creado con un magistral trabajo de maquillaje y efectos digitales (nada más el fauno es una combinación de ambas técnicas) servirá de sostén para desarrollar el dramático relato de la guerra civil, algo así como una cruza de Ernest Hemingway con Lewis Carroll, cuya violencia quedará encapsulada en el pequeño espacio del cuartel.

Además de la magnífica actuación como villano de Sergi López, destacará Maribel Verdú, como la melancólica ama de llaves del cuartel. Al final, es bueno ver que todavía hay realizadores que se preocupen por mantener vigente el género fantástico hecho “a la antigua”, como del Toro: sin que los efectos digitales se “coman” a la trama. ¿Será Hellboy 2, su próximo filme a estrenarse este año, la excepción a la regla?

++La película puede encontrarse en varias ediciones, desde la sencilla con un sólo disco, pasando por una especial de 2 discos, otra con estuche metálico y una edición especial para coleccionistas. Esta última contiene extras estupendos: galería fotográfica, decorados: Molino. Laberinto, Árbol. Salón Hombre Pálido. Mundo Fantástico. El Tren; bonus track (Extra escondido), personajes, campaña publicitaria, autores: director (Guillermo del Toro). Fotografía (Guillermo Navarro). Director de Arte (el mexicano ganador del Oscar Eugenio Caballero) y música (Javier Navarrete), audio comentario y audio descripción para ciegos; ficha técnica, ficha artística y por si fuera poco el libro "El Cuaderno del Director", edición facsimilar del cuaderno de notas y bocetos de Guillermo del Toro. Para auténticos fans.

domingo, 4 de mayo de 2008

DVD: THE SINGING DETECTIVE * * * 1/2


Resulta curioso, pero después de que pasan los primeros minutos de The Singing Detective (E.U., 2003), extravagancia dirigida por el actor y realizador televisivo Keith Gordon, lo primero que viene a la mente son los problemas que el actor Robert Downey Jr. tuvo con las drogas, el alcohol y las rehabilitaciones clínicas por las que ha pasado.

Basada en la teleserie de la BBC creada por Dennis Potter en 1986, quien también firma el guión, el personaje principal, el sexualmente reprimido Dan Dark (Downey Jr.), escritor de relatos policíaco-detectivescos o "hard-boiled", a simple vista parece ser un alter ego del joven actor neoyorkino, y a quien podemos ver ahora en Iron Man (2008) interpretando a Tony Stark.

De entrada, The Singing Detective es una “terapia psiquiátrica” a ritmo de baladas románticas y rock de los 1950, que narra en la forma de un atípico musical la rehabilitación por la que tendrá que pasar Dark, usando la freudiana técnica de ir hacia atrás en el recuerdo de sus propias vivencias, las cuales plasmó inconscientemente en su más reciente novela, The Singing Detective.

Un irreconocible Mel Gibson, en una suerte de cameo extendido, interpreta al Dr. Gibbon, quien hará uso de la novela de Dark para investigar dentro de sus recuerdos de la infancia, e intentar encontrar la solución a su bloqueo mental, y además poder sanarle una enfermedad psicosomática en la piel, que lo obliga a estar hospitalizado.

La película tiene unos buenos números musicales, bien ejecutados y montados, y los actores muestran un gran desempeño intentando bailar y cantar. Sin embargo, no será la parte musical por la que el filme valga, sino por la eficaz mezcla de géneros entre el film-noir y el musical, la impecable factura visual y pulidísima fotografía de Tom Richmond, el diseño de producción de Patricia Norris y la solvencia de Gordon para dirigir a todo su reparto, empezando por la buena actuación de Robert Downey Jr., acompañado por Robin Wright Penn, Katie Holmes, Adrien Brody y Jeremy Northam.

++Los extras: trailer cinematográfico, entrevistas con el realizador y el reparto, e imágenes de rodaje.

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