sábado, 25 de agosto de 2012

BLADE * * * 1/2

LA DANZA DE LOS VAMPIROS. Wesley Snipes como un vampiro
cazador de vampiros.

Blade es una película muy entretenida y original de vampiros. Su idea principal: presentar a un vampiro "mestizo", o mitad vampiro, mitad humano, y además, negro. Su filoso nombre es Blade, un nada convencional chupasangre, experto en artes marciales y con algo de samurai. La película tiene su fuente original en un cómic de la Marvel, y el autor del guión es David S. Goyer (Dark City). Su obscura visión no pudo haber caído mejor, en una historia que es una afortunada mezcla de géneros. En esta película, primera de una trilogía que fue decayendo, se encuentran gángsters vampiros con un giro a lo jamesbondesco, incluyendo un trasfondo fantástico e incestuoso al final. Wesley Snipes (inmejorable elección) es Blade, con una historia de fondo cargada de mucho melodrama. Nacido de una madre humana, quien fuera atacada por un vampiro, Blade tiene que inyectarse una substancia para, digamos, contrarrestar sus más básicas características e instintos vampíricos. Es decir, gracias a esta substancia, que desarrolla su ingeniero y padre adoptivo, Whistler (Kris Kristofferson), especialista en crear sables y demás gadgets especiales, Blade puede salir a la calle en plena luz del día, tener una fuerza sobrehumana y calmar su deseo de beber sangre.

Es una película exploitation de vampiros, serie B, disfrutable, con efectos especiales decorosos (algunos muestran un poco las costuras). Cada vez que uno de los vampiros muere, se infla burbujeantemente hasta explotar, como si les hubieran metido un alka-seltzer por la nariz. Stephen Norrington (The League of Extraordinary Gentlemen) hace de Blade un antihéroe impredecible, cuyo medio de transporte es un Dodge Charger 1968. Vamos conociendo sus distintas caras y cambios, las más humanas que puede tener. Una atractiva doctora forense (N'Bushe Wright) será su protegida,   suficiente pretexto para tenerlo ocupado, ahuyentando y matando a los vampiros que tratan de aniquilarla. Es un vigilante nocturno estilo Batman, de sangre fria pero letal. Su principal misión, será impedir que el villano, un joven vampiro megalomaniaco (Stephen Dorff) aniquile a la raza humana a través de un antiguo ritual.

jueves, 23 de agosto de 2012

LOVELY RITA * *

ADORADA RITA.  ¡Baja la tapa Rita!

Una película que cuesta mucho entender. Al final, me dejó con más preguntas que respuestas. No por la complejidad de su historia -que no lo es, en absoluto-, sino por qué su guión y desarrollo de personajes es tan pobre, que se queda a medias o menos en todo. ¿Cuáles son las motivaciones de Rita (Barbara Osika), una chica adolescente que vive con sus padres en Viena? Es difícil saberlo. No sabemos por qué siembre busca escaparse de clases, inventando pretextos; mucho menos el por qué toma una trágica decisión al final. Sus padres son buenas personas con ella, más que tolerantes, en especial su padre (Wolfgang Kostal). Lo único que parecen exigirle es que baje la tapa del escusado después de usarlo. ¡Pobre niña! En pocas palabras, Rita es una chica aburrida, sin gracia, gris, que encaja ni en su casa. No tiene amigos o un novio de su edad. Bueno, parece la clásica historia de muchos adolescentes. El grave problema, es que la película es tan plana como su personaje. Su gran falla, es que su intento de retratar la emocionalmente vacía vida de una chica falla. Su trama no es en lo más mínimo interesante, ni me acabó involucrando con personajes o situaciones en lo absoluto. Tal vez sí hubo una situación, la frustrada amistad de Rita con un niño enfermo, pero ni por ello la película se salva del letargo dramático.

CHARLIE BARTLETT * * * 1/2

La historia de un chico muy confundido, el Charlie Bartlett del titulo (Anton Yelchin). Charlie busca lo que casi todos anhelan en el colegio: popularidad. El problema, es que lo hace por los medios más arriesgados e inadecuados. Ha sido expulsado de innumerables escuelas, no parece encajar en ningún lado. De una escuela privada, de alta categoria, ha caido en una escuela pública, con alumnos problemáticos. Ahí, ni el director (Robert Downey Jr) es respetado ni sabe cómo controlar a sus estudiantes. Es la clásica historia sobre el problemático crecimiento de un adolescente, solitario, con un núcleo familiar fragmentado y una mamá demasiado indulgente con él (Hope Davis). Lo que el chico necesita es que su mundo, que gira a su antojo, sea sacudido un poco. Su nueva escuela es el ambiente adecuado para ello. Charlie es un joven genio, no precisamente en física, literatura o matemáticas, sino en algo muy inusual: es un gran psicólogo en potencia. Además, es un gran pianista de jazz. A su edad, yo ya estuviera mejor dando conciertos y tocando en clubs

Charlie tendrá ideas, algunas muy irresponsables, para ganar amigos, la atención de los demás y quitarse de encima a un bully. Además de dar terapias psicológicas en el baño, se convierte en el "señor de las drogas" de la escuela. En poco tiempo, es el centro de atención de todos los alumnos y se consigue una novia (Kat Dennings) con no menos problemas que él. Lo peor, es que es la hija del director. La película tiene su encanto. Sin ser la gran comedia, tiene sus situaciones graciosas. Tambiién tiene un buen reparto. Robert Downey Jr. está en su elemento, en esa clase de papeles que le quedan como guante, en este caso, el padre soltero con problemas de alcoholismo, al borde de un ataque de nervios por no saber qué hacer con su hija ni con sus estudiantes. La chica, sencillamente, no lo toma en serio y lo trata como cualquier hijo de vecino. Es una película sobre adolescentes problemáticos, pero también, sobre padres desesperados. A pesar del buen reparto, estas buenas ideas no van más allá, ni se nota un intento por explotarlas o profundizarlas más en el guión. El filme es disfrutable, aunque al final, es una película cuyo nivel, y lo digo en el buen sentido de la palabra, es más de DVD, de televisión, que de estreno cinematográfico. 


EN TERAPIA. Anton Yelchin como el conflictivo Charlie Bartlett. 

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