jueves, 23 de diciembre de 2010

CHLOE * * * *

Amanda Seyfried y Julianne Moore jugarán con fuego en "Chloe".

Con Chloe (2009), el realizador egipcio Atom Egoyan ha sido acusado de haberse traicionado a sí mismo, dirigiendo una película "de encargo". ¿Qué director no ha tenido que hacer películas "de encargo"? Hasta un director como Egoyan, con obras magníficas como "Ararat" y "Exotica" puede, en algún momento de su carrera, desviarse del camino. ¿Es una película muy lineal? Tal vez sí. ¿Una película -al menos para los niveles de Egoyan- algo tímida en su exposición de la sexualidad femenina?   Puede ser. El caso es que "Chloe", basada en el filme francés "Nathalie" (2003), dirigida y escrita por Anne Fontaine, es un trabajo de todas formas digno de verse.

Es extraño no ver a Elias Koteas, actor fetiche de Egoyan, interpretando algún papel. La película está escrita por Erin Cressida Wilson, autora de Secretary (2002) y Fur: An Imaginary Portrait of Diane Arbus (2006). Con Chloe, es cierto, parece que estamos lejos de estar viendo una película de Egoyan. La historia es, básicamente, un melodrama familiar, pone en la mira las relaciones disfuncionales entre un matrimonio y su hijo veinteañero. El acercamiento a una historia que parecería un melodrama hollywoodense, es genial y arriesgado. Tiene como centro la manipulación de las emociones a través de la fantasia y la imaginación. El catalizador es Chloe, una bella chica interpretada por la rubia Amanda Seyfried. Chloe es una prostituta, quien por azares del destino acaba encontrándose con Catherine (Julianne Moore, soberbia), una ginecóloga y madre de familia, en medio de una crisis matrimonial con David, su marido (Liam Neeson, estupendo). David es un académico universitario, que gusta ponerse amigable con toda chica que se le pone enfrente. O al menos así lo ve Catherine, quien no nada más lleva una fría y distante relación con su hijo aspirante a músico, Michael (Max Thieriot), sino que incluso tiene la idea de que su esposo le es infiel.

Catherine tendrá un plan, que será tan peligroso como emocinalmente masoquista. La deprimida esposa encargará a Chloe seducir a su esposo, sin reservas ni conseciones, para comprobar si este es capaz de caer en la tentación y serle infiel. Lo que al principio serán torturantes sesiones para Catherine, en donde escuchará lo que Chloe ha ido "logrando" con David, se irá convirtiendo en una obsesión para la doctora, dejando que todo vaya tan lejos como sea posible. Poco a poco, los relatos de Chloe le causarán una peligrosa fascinación sexual a Catherine, quien irá construyendo en su mente las infidelidades de su marido, con su propia imaginación y fantasias. Sin embargo, el plan se le irá escapando de las manos a Catherine, hasta quedar sin remedio atrapada en una red de manipulación emocional y psicológica.

Es verdad, tenemos una película eróticamente light para los estándares de Atom Egoyan. Lo que sabe hacer magnífícamente el realizador, además de lograr inolvidables actuaciones de todo el reparto, es un relato de constantes pulsasiones eróticas, de una creciente tensión sexual entre la obsesionada Catherine y la ambigua Chloe. Camaleónica, de mirada inocente y enormes ojos azules, Chloe, gradualmente, va sacando a relucir un lado obscuro. Amanda Seyfried, quien siempre me ha parecido mejor cantante que actriz, consigue un pathos intenso, una de sus mejores actuaciones a la fecha. Es un duelo actoral  magnífico, entre la siempre genial Julianne Moore y Amanda Seyfried.

No será la mejor película de Egoyan, pero está llena de elementos perdurables. Es admirable la dirección fotográfica de Paul Sarossy,  así como el uso de las locaciones de Toronto (ciudad constante en la filmografía del realizador). La banda sonora escrita por Mychael Danna es profunda y perturbadora en partes iguales. Como un relato maduro de sexualidades reprimidas, Chloe es una obra valiosa e interesante de Egoyan.

++Si quiere saber por qué Catherine y su hijo Michael llevan una relación fatal en la historia, aquí va una ayuda. En la versión final quedaron eliminadas algunas escenas, en la que Catherine cuenta a Chloe cómo hizo que Michael terminará una relación con su maestra de música, 10 años mayor que él. Por esta razón, Michael -aparentemente sin explicación alguna- se encuentra en la película sumamente distante y enfadado con Catherine.

lunes, 20 de diciembre de 2010

CRIME SPREE * * *

Johnny Hallyday y Gérard Depardieu en la muy tarantinesca "Crime Spree".

No será el gran filme de gángsters, ni nada como hecho por Scorsese o Tarantino, pero Crime Spree  (conocida en Francia como "Wanted", 2003), es un simple churro palomero que, sorprendentemente, acabó entreteniéndome. La película está llena de clichés, lugares comunes y su más que evidente intento de copiar a Tarantino, con seguridad el mayor punto débil de la película, aunque a estas alturas ya no es para escandalizarnos.

Primer largometraje del guionista Brad Mirman, cuya especialidad ha sido el thriller en su corta y no muy destacable filmografía (Body of Evidence, The Piano Player, The Good Shepherd), en Crime Spree tenemos al más icónico de los actores tarantineanos, Harvey Keitel. El actor interpreta, sin mayor complicación, el papel de un capo de la mafia, el mayor atractivo del filme en medio de un reparto que logra sacar adelante sus papeles. Gérard Depardieu cumple sin mayores complicaciones en su personaje de jefe de una pandilla de ladrones ineptos.

Esta comedia gangsteril, sin más remedio, logró engancharme con su derivativa trama. Si uno va con el humor adecuado y sin muchas exigencias, encontrará divertidas varias de las situaciones y diálogos. Tenemos la clásica verborrea estilo Tarantino en la que se enfrascan los gángsters, junto al uso de canciones clásicas en momentos claves.

Luego de un fallido robo, Daniel (Depardieu) y una banda dispareja de ladrones. La pandilla está  formada por un tipo que gusta referirse a sí mismo en tercera persona; un algeriano que no habla jota de francés, otro más que primero golpea y luego pregunta, un tipo con complejo de Edipo que se siente psicólogo, y otro que tiene la ocurrencia de pedir vino en un restaurante americano de cuarta categoria. Todos ellos viajarán desde París a Chicago, por encargo de un líder mafioso quien les ha pedido que roben un collar.

Sin embargo, todo sale mal cuando, por equivocación, llegan a robar a la casa de Frankie Zammeti (Keitel), iniciándose así una mala racha para los fallidos ladrones, ahora en guerra con la mafia italiana de Chicago. Pero eso no es todo. Los inútiles empiezan a ser perseguidos hasta por el FBI, involucrándose además en el mercado negro del arte, por el robo de un cuadro de Van Gogh.

Mirman dirige la película con la mayor funcionalidad posible, y sin mucho estilo que digamos. La película pertenece siempre a Keitel, y el reparto se ve beneficiado por un grupo de buenos actores secundarios. Si en algo destaca Mirman, es en su guión, al que supo imprimirle un toque cómico sin muchas pretensiones.

++"Crime Spree" fue estrenada en el "Festival Internacional de Cinema Negre de Manresa", y también tuvo estreno comercial. Actualmente, se encuentra descatalogada en DVD.

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