sábado, 9 de julio de 2011

NEW YORK, NEW YORK * * * *

Liza Minelli y Robert De Niro en "New York, New York".

Esta es una película atípica de Martin Scorsese. Junta dos talentos que parecía casi imposible ver en cine reunidos, Robert De Niro y Liza Minelli. La película está lejos de ser un musical en toda la extensión de la palabra. Robert De Niro, como el fenomenal actor que es, interpreta convincentemente a Jimmy Doyle, un saxofonista talentoso pero con el ego y temperamento a flor de piel.

New York, New York (1977) cuenta el ascenso de Jimmy Doyle al estrellato de la escena del jazz en la posguerra. Liza Minelli encarna otro talento musical, Francine Evans, una cantante recién salida del ejército, y que muy a su pesar acabará enamorada y casada con Doyle. Es divertido el proceso que el insistente Doyle pondrá en marcha nada más para captar la atención de Francine, en un baile para celebrar el triunfo de los aliados en la Segunda Guerra Mundial.

Scorsese no es precisamente el indicado para relatos románticos, mucho menos con un trasfondo musical. Sin embargo, New York, New York, además de haber puesto de moda el tema musical que da nombre al filme (música de John Kander, letras de Fred Ebb), es un homenaje de Scorsese al jazz y a los viejos musicales de la MGM. Él mismo ha confesado que siempre tuvo en mente homenajear los musicales clásicos de Hollywood al dirigir la película.

De Niro luce como un auténtico saxofonista. Sabe cómo moverse, sostener el saxo, hacernos creer que él es quien toca el instrumento. A pesar de todo, Doyle es detestable, ególatra y la música siempre estará en primer lugar. La elección de Liza Minelli no es gratuita, siendo la hija de Judy Garland, una de las figuras icónicas de los musicales de la época dorada de Hollywood. En ese sentido, uno de los aspectos más interesantes y curiosos de la película, es ver lo bien que funcionan De Niro y Minelli en pantalla. Sin duda, el mayor logro de Scorsese. Su romance en pantalla es tortuoso, dos talentos musicales incompatibles. Ella amándolo incondicionalmente, él poniendo todo de su parte para destruir su relación.

miércoles, 6 de julio de 2011

ONCE UPON A TIME IN AMERICA * * * * *

Robert De Niro en "Once Upon a Time in America".

Tal vez la película más ambiciosa de Sergio Leone, aunque no por ello la más lograda. Después del adrenalínico y magistral spaghetti western Once Upon a Time in the West (1968), el maestro italiano se abocó, varios años después (1984), a realizar una mastodóntica adaptación de la novela de Harry Grey, “The Hoods”. El resultado, fue una película de casi 4 horas de duración, filmada a la par en Nueva York y en los estudios Cine Cittá en Italia.

En las primeras escenas, vemos un fumadero de opio en donde David “Noodles” (Robert De Niro), se encuentra huyendo de un par de tipos. ¿Por qué? Eso lo sabremos dentro de un larguísimo flash back, que muchos críticos han considerado como un “sueño de opio” en el que cae Noodles. De hecho, la compleja narración involucra un flash back dentro de otro…y este dentro de otro. Sus mejores amigos han muerto, y Noodles observa sus cuerpos tendidos en la calle, custodiados por la policia. Once Upon a Time in America es una enorme historia épica sobre los inmigrantes y el mundo criminal en Nueva York, cuya mayor influencia puede rastrearse inmediatamente en The Godfather: Part II (1974).

Esta fue quizás la primera película en mostrar a la mafia no italiana o irlandesa, sino judía. Desde niños, Noodles y su grupo de amigos empiezan su vida criminal en un barrio judío de Brooklyn, en los 1910. En cada una de estas escenas se respira vitalidad, llenas de extras (seguramente habitantes reales del barrio) y con la magnífica ambientación y diseño de producción, cuidado al detalle, característicos de Leone.

Si el reparto infantil (compuesto por una niña Jennifer Connelly, la única que logró una carrera famosa) estaba genial, el adulto era infinitamente mejor. Junto a Robert De Niro, James Woods era la contraparte visceral-explosiva, en su intensa encarnación del también líder Max. Joe Pesci y Danny Aielo (su escena es muy divertida) tienen unos pequeños papeles. Noodles es la parte romántica y sentimental en la historia, que no tarda en corromperse extasiado por el dinero y el poder. De hecho, la edición del director del DVD tiene una cruda escena de una violación (la que ocurre dentro del coche), que roza lo explícito, en donde vemos cómo Noodles irremediablemente ha sucumbido a su lado obscuro y bestial. Pero hay todavía mucho que narrar en esta historia, que abarca 5 décadas. En los 1960, es dónde el avejentado Noodles tiene su ajuste de cuentas emocional, involucrando una misteriosa maleta.

martes, 5 de julio de 2011

DR. T AND THE WOMEN * *

Richard Gere y Helen Hunt en "Dr. T and the Women".

Lo único distintivo de Robert Altman en esta película, es su narración que junta varias historias paralelas. El problema es que ninguna de ellas es tan buena como uno esperaria. En general, la película es fallida, en especial por su terrible final. Es dificil creerlo viendo el buen reparto que la protagoniza. Como el Dr. T del título, Richard Gere no hace más que interpretarse a sí mismo. Su doctor es tan paciente como el buen budista que seguramente es Gere en la vida real. Un ginecólogo exitoso, con 2 hijas guapas (Kate Hudson y Tara Reid), aficionado al golf y a la cacería, de pronto ve su vida sacudida al descubrir que su esposa (Farrah Fawcett) sufre de un extraño síndrome. La enfermedad la hace comportarse como una niña y desnudarse compulsivamente en público.

De las últimas películas de Altman, Dr. T (2000) se siente más como una especie de potencial sitcom, que otra cosa. Y bien hubiera funcionado como tal. La idea de una serie sobre un doctor, lidiando con el caos diario de su consultorio, lleno de mujeres de clase alta, de todas las edades y personalidades, se siente mejor para el canal Warner que para el cine.

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