sábado, 2 de octubre de 2010

PRECIOUS * * * 1/2

Gabourey Sidibe en el melodrama edificante "Precious".
Precious (2008) está basada en la novela Push, escrita por Sapphire. Bueno, está por demás decirlo. En E.U., el largo título (Based on the novel Push by Sapphire) ya se encarga de decírnoslo. Y hablando de títulos, en México fue titulada fallídamente “Preciosa”, traduciendo literal y erróneamente la palabra “precious”. ¿Querían ser sarcásticos respecto a la apariencia de su protagonista, la nominada al Oscar y sin experiencia previa en actuación, Gabourey Sidibe (Gabby para los amigos)? Como breviario cultural, en España simplemente se dejó el título como Precious, es decir, el nombre del personaje interpretado por Sidibe.

Precious está dirigida por Lee Daniels (Shadowboxer, 2005), y la película se llevó dos Oscares en la pasada entrega de premios: uno por la intensa actuación de Mo’Nique como “Mejor Actriz Secundaria”, y otro por “Mejor Guión Adaptado”. En realidad, la película es, básicamente, una convencional historia edificante, decentemente realizada por Daniels y bien fotografiada por Andrew Dunn. Ambientada en 1987, Daniels le da la película cierto look de videoclip musical de aquellos años, para hacer más atmosféricos y musicales los delirios de Precious, quien la mayor parte del tiempo sueña con una vida diferente. Una mejor vida que el infierno que vive junto a su detestable madre (Mo’Nique).

Si bien Sidibe, quien fue seleccionada de entre 400 aspirantes al papel por Daniels y la misma Sapphire (involucrada en la producción de la película), ofrece una buena actuación, es Mo’Nique la que se acaba robando la película. Mo’Nique  interpreta magníficamente a la madre castrante, explosiva y frustrada de Precious. Ambas viven en Harlem, y Precious, una chica tremendamente obesa, tímida, soñadora y que sufre las burlas de muchos en la calle, apenas sabe leer y escribir. Esto da mucho que pensar sobre el sistema educativo público estadounidense. ¿Cómo una chica que no sabe leer pudo llegar a la secundaria?

“Pues señora, he tenido sexo”, responde “inocentemente” Precious a la directora de la escuela, luego de que esta le pregunta qué es lo que realmente pasa y por qué está embarazada por segunda vez. La situación de Precious no podría ser más grave: abusada sexualmente desde niña por su padre y violada por él, ante la   indiferencia de su madre. De hecho, el padre de Precious es también el padre del bebé que espera. Precious es madre de una pequeña niña con Síndrome de Down, y para colmo ha sido expulsada de la escuela. Pero tiene una opción para salir adelante: asistir a una escuela “especial” para estudiantes “problema”.  Ahí, quizás encuentre el apoyo y comprensión que necesite, gracias al empuje que le dará su guapa maestra (Paula Patton).

Precious está en la línea de esas historias que apuestan por el realismo, muy al estilo de Spike Lee: elección de actores no profesionales, locaciones reales y personajes que se sienten auténticos. La misma Precious es quien nos narra su historia, y es intrigante sentir cómo su voz en off suena más segura que la chica que vemos en pantalla. A pesar de su imponente físico, que no pasa desapercibido fácilmente, Precious acaba siendo conmovedora, más por el hecho de que luce natural siempre. Le gustaría ser bella y rubia, una modelo en pasarela y que su maestro de matemáticas correspondiera su amor platónico. Hay una escena delirante y graciosa, en que se imagina a sí misma junto a su madre dentro de una película italiana, con todo y los insultos que esta última le dice siempre.

Hay momentos en que  a Daniels se le pasa un poco la mano con el artificio. Por ejemplo, ese travelling circular en el que Precious observa escenas importantes en lo político y social de  la gente negra (Malcom X, Martin Luther King dando su memorable discurso, etc.). Casi me olvidaba mencionarlo, pero luego de Mo’Nique, la actuación que me impresionó casi de igual manera fue la de Mariah Carey. Creo que es su primer trabajo digno y aceptable en cine. Mariah  aparece  desarreglada, sin maquillaje, es decir, fea. Sus lágrimas, luego de escuchar a la madre de Precious dar su reveladora confesión, son y se sienten auténticas. 


++Disponible en DVD y Blu-ray. Ambas ediciones tan sólo contienen de extras una serie de entrevistas con el elenco, el realizador Lee Daniels, Sapphire, autora de la novela, y el equipo de producción.

martes, 28 de septiembre de 2010

BLUEBERRY * * * *

Chamanismo, viajes astrales y tesoros indios,
en el atípico western "Blueberry".
Blueberry es un popular cómic en Francia, creado por Jean Michel Charlier y con dibujos del famoso Jean “Moebius” Giraud. El cómic narra las aventuras por el salvaje oeste de un “renegado”, el Blueberry del título. El holandés Jan Kounen (responsable también de Doberman), se encarga de adaptar por primera vez al cine Blueberry, luego de un largo proceso de preproducción en el que el realizador se documentó, exhaustivamente, respecto al chamanismo. Todo empezó con su documental Other Worlds, en el que Kounen abordó el tema de las artes indígenas relacionadas con las hierbas alucinógenas y los estados alterados de consciencia, incluyendo la lectura de “Las enseñanzas de Don Juan”. Tal vez después de leer esto, Blueberry, conocida también como Renegade (2004) no suene como cualquier western tradicional. En realidad, no lo es.

La película tiene varios cameos (Vahina Giocante, Tcheky Karyo, Djimon Hounsou) , y es un regreso a las raíces del spaghetti western, con elementos que recuerdan a Sergio Leone y su trilogía de “los dólares”. Las locaciones son magníficas, que van desde los estados de Chihuahua, Coahuila y Durango en México (¿Por qué nunca se habrá estrenado en este país?), así como en Almeria, España, donde Leone rodó muchos de sus westerns. Lo cierto, es que no había visto en mucho tiempo un western tan adrenalínico, cinemático e impecablemente producido como este, en el que Kounen, desde el inicio, consiguió engancharme con una historia de venganza plena de misticismo.

Vincent Cassel interpreta a Mike Blueberry, un forastero cajun (es decir, descendiente de inmigrantes franceses asentados en Louisiana), quien vive atormentado desde su juventud luego de presenciar el asesinato de una joven prostituta (Vahina Giocante), a manos de Wallace Blount, un pistolero ebrio (Michael Madsen). Luego de haberse criado con una tribu de indios chiricahua, Blueberry se convierte en marshal del pueblo, colaborando con el sheriff en turno (nada menos que Ernest Borgnine, legendario protagonista de westerns) y un asistente buscapleitos (Colm Meaney).

Hay una fuerte parte épica en la historia, con una especie de mcguffin: un antiguo y mítico libro escrito por un misionero español, el cual contiene un mapa hacia un tesoro oculto en unas montañas resguardadas por los indios. Tras el mapa estarán Wallace Blount, así como un geólogo explorador (Eddie Izzard), capaz de trazar una ruta hacia el tesoro. Por supuesto, no faltará un nuevo interés amoroso, Maria (interpretada por una guapa Juliette Lewis), hija de un rico hacendado (Geoffrey Lewis, padre en la vida real de Juliette), quien, claro, también tiene un gran interés en el tesoro indios.

Tenemos un western con mucho sabor “pulp” (vamos, de novela de bolsillo), el cual, si bien tiene un par de pequeños enfrentamientos a tiros, así como una formidable pelea entre indios y pistoleros a caballo digna del mejor John Ford, el fuerte de la historia es la magia y el chamanismo. En ese sentido, Kounen ha utilizado, inteligentemente, unos soberbios efectos digitales, justo en las escenas de los trances chamánicos de Blueberry, junto a su guía indio, Runi (Temuera Morrison).

El diseño y concepto visual de la película me ha dejado boquiabierto. El clímax final es tan audaz, que en lugar de que Blueberry y Wallace tengan un duelo a tiros, su enfrentamiento tendrá lugar en un viaje astral, ambos en trance y recostados dentro de un círculo mágico. Kounen afirma que para el diseño de estas “visiones”, se basó en descripciones que le relataron chamanes del Perú (por cierto, un verdadero chamán, Kestenbetsa, hace un pequeño papel en el filme), como esa hidra con tentáculos que ve Blueberry en el primer trance. Pero las imágenes del clímax final, barrocas, orgánicas, geométricas, etc., son tan magníficas y complejas, que las dos veces que vi el filme no me bastaron para apreciar toda su riqueza visual. Quizás sea necesario ver esta secuencia una docena de veces, para apreciarla en todo su esplendor.

Con todo, muchos críticos no recibieron bien a Blueberry. Es cierto, al inicio se siente cargada de personajes que desaparecen sin razón. Pero al menos para quien esto escribe, la película no nada más tiene una parte artística por demás apreciable, sino que es endiabladamente entretenida. Y Kounen ya se prepara para traer de vuelta al cine a un personaje famoso de la literatura francesa, Fantomas

++Disponible en una edición especial en DVD, con un disco adicional lleno de extras, como:

-Los secretos de la película: galería de fotografías, 5 módulos de making of, documental "El espíritu de la película", escenas eliminadas del documental, documental "El secreto de Broken Nose".

-Material gráfico: galería de fotografías y storyboard comentado por Jan Kounen.

-El equipo habla de la película: entrevistas, presentación y rueda de prensa.

-Material promocional: spots, trailer, teaser, proyectos de trailer y teaser.

... y mucho más.

lunes, 27 de septiembre de 2010

EL CARTEL

Cartel de "The American" * * * *
El cartel de The American, es una vuelta más a los carteles de thrillers de los 1970. No he visto la película, pero dicen que tiene mucho de James Bond y The Day of the Jackal. Diseñado por el despacho Mojo, el cartel tiene el característico marco blanco de muchos carteles de aquella época, y el dinamismo de su composición está en la fotografía de George Clooney saliendo de este marco. El retrato femenino (con seguridad la actriz Irina Björklund), coloreado de naranja y ligeramente contrastado, imprime cierta tension a todo el conjunto. Su textura ampliada, como de impresión de papel periódico, hace al cartel todavía más interesante al darle un sabor urbano. La composición es muy audaz, empezando por la manera en que la imagen de Clooney cubre la identidad del rostro femenino. Apenas y hay color, y la influencia pop del cartel está en el mismo retrato femenino, muy "warholiano", por decirlo de alguna forma. Ahora, la tipografía del título es otro tema. Me parece genial la silueta del hombre que cae abatido, colocada justo en las dos últimas letras, cuyo estilo tipográfico es rígido y simple, aunque no por ello menos impactante. Es como ver caer una víctima del personaje de Clooney, mientras este sale huyendo hacia el marco derecho del cartel. De los mejores carteles de las últimas semanas.




Cartel de "Sitges 2010"  * * 1/2
El festival de Sitges 2010 se inaugura el próximo 7 de octubre. Nunca pasan desapercibidos para mí sus carteles, aunque debo decir que no me he sentido entusiasmado por el cartel de este año. No me ha parecido tan intrigante la idea de las gemelas tomadas de la mano, supuestamente tétricas, una de ellas mirándonos directamente, la otra con la mirada dirigida hacia la izquierda. Me ha gustado la idea de colocarlas de pie en la playa, con el agua cubriéndolas hasta las rodillas, como seres sobrenaturales que han salido del océano. La iluminación de las niñas es muy efectista, y contrasta mucho con la paleta grisácea del cartel, que refleja un atardecer frío. No niego que el agua da un efecto gélido y casi sofocante, pero el caso es que el cartel me ha parecido demasiado simple y poco creativo, si comparamos los trabajos de otros años. Buena idea el poner los pocos datos (fecha y página web) con una tipografía, por igual, retorcidamente infantil.

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