viernes, 24 de septiembre de 2010

ASTRO BOY * * * *

"Astro boy", famoso personaje del cómic manga, por fin es adaptado al cine.
Astro boy es, junto con Godzilla, uno de los personajes fantásticos más famosos de Japón. Como personaje surgió de una serie de comics manga, creada por Ozamu Tezuka a finales de los años 1950, calificado por muchos como el “Dios del manga” (fue el primero en dibujar a los personajes con los característicos enormes ojos llorosos). Astro boy fue convertido en una teleserie animada a principios de los 1960, y luego relanzada en los E.U. de 1980 a 1981. Ha sido tal la influencia de Tezuka en el mundo del manga y de la animación, que dicen las malas lenguas que la Disney plagió la idea de su serie animada “Jangaru Taitei” (adaptada en los 1960 en E.U. como “Kimba The White Lion”), para crear “The Lion King”, quizás la última obra maestra de la casa Disney.

Astro boy nos llega ahora en una adaptación al cine, con una aceptable versión animada tridimensional. Su director, el británico David Bowers (realizador también de Flushed Away), consigue un entretenido filme animado sin muchas pretenciones de por medio. Bowers ha logrado mantener el espíritu original de la serie, en una propuesta retro futurista llena de referencias como para una trivia de 5 páginas. Sus referencias van desde clásicos como Frankenstein, hasta I Robot, de Isaac Asimov, pasando por “A.I.”, de Steven Spielberg y las clásicas películas japonesas de desastres y robots gigantes.

Por ejemplo, la “ciudad flotante” donde ocurre más de la mitad de la acción se llama Metrocity (¿Alguien ya ha pensado en “Metropolis”?). Esta ciudad flotante, en realidad, es una isla con un volcán nevado que recuerda al Monte Fuji. La sofisticada ciudad, por complejas causas, se ha mantenido flotando en el aire, mientras sus habitantes arrojan toda clase de desperdicios, basura tecnológica y robots inservibles a la “superficie”. En la “superficie” vive una sociedad más bien marginal, atrasada, y que se divierte viendo espectáculos de robots “gladiadores”.

La historia cuenta cómo, luego de perder a su hijo en un trágico accidente, el Dr. Tenma (voz de Nicolas Cage), un genio de la robótica y la física, crea un pequeño pero poderoso robot, una copia exacta de su fallecido hijo. Astro Boy, además de tener cabello puntiagudo, tiene dos motores bajo sus pies que le permiten volar. Es una maquina perfecta que no requiere combustible ni mucho mantenimiento, ya que se alimenta de una fuente de energia sumamente poderosa, creada por otro genio, el Dr. Elefun (voz de Bill Nighy). Esta energia tiene la forma de una pequeña pelota azul, energía positiva que hará de Astro Boy (voz de Freddy Highmore), como será rebautizado posteriormente, un robot para hacer el bien y despreciar pelear, a menos que sea necesario.

Tal vez no suene sumamente original el asunto (también hay mucho de “Robots”, otro filme animado), pero la película, además de ser conmovedora y divertida, tiene un par de secuencias de acción estupendas. El villano, el presidente de Metrocity (voz de Donald Sutherland), además de buscar reelegirse se encuentra persiguiendo a Astro para quedarse con una cosa: su fuente de poder, para la cual existe su contraparte negativa, de color rojo.

No pude evitar ver una parte dickensiana en la historia, cuando Astro se encuentra con un grupo de niños huérfanos en la “superficie”, todos bajo el cuidado de un ex empleado y también genio de la robótica (voz de Nathan Lane). Es como la pandilla de ladronzuelos de Oliver Twist, y Astro boy tiene algo de Oliver Twist: siente que es un huérfano abandonado en el mundo, obligado a hacer cosas malas, pero al final lo mejor de él sale a relucir.

Astro Boy tal vez sea demasiado noble como personaje, sin muchos lados “obscuros”, pero no dejará de estar lleno de dudas y tormentos por ser un robot, por ser diferente. Los niños del nuevo milenio, al menos eso creo, se sentirán identificados con Astro Boy. Es un héroe que luce como un niño noble, con armas ocultas que ni él mismo sabe que tiene; es carismático y dispuesto a hacer el bien. Aunque los adultos también se sentirán identificados con los dilemas paternales y conflictos no resueltos del Dr. Tenma.

++ Lo mejor: Su conmovedor mensaje paterno-filial y su final abierto con sabor serie B, que anuncia una posible secuela.
++ Lo peor: Muchas cosas se sienten ya muy vistas antes. 

miércoles, 22 de septiembre de 2010

THANK YOU FOR SMOKING * * * *

Aaron Eckhart tratará de convencerte de fumar en "Thank You for Smoking".
Es difícil que una comedia logre, además de divertir, hacer conciencia sobre los peligros de fumar. Dicho propósito lo consigue sin dificultades Thank you for Smoking (2005), la cual, aunque revela contundentes verdades conocidas sobre fumar (“Fumar puede causar Cáncer”, por ejemplo), trata sobre el deber, casi ético y moral, de las productoras de cigarros de informar sobre las consecuencias de este hábito, causante de la muerte de miles de personas en el mundo.

Primer largometraje del joven cortometrajista, guionista, productor y ocasional actor Jason Reitman (Uncle Sam, Consent y su más reciente filme, Up in the Air), quien adapta la novela homónima de Christopher Buckley, la película es una crítica hacia el lucrativo negocio del tabaco. Reitman maneja todo a través de un logrado tono de sátira, iniciando con una delirante escena, en la que el vocero oficial del Centro de Investigaciones del Tabaco, Nick Naylor (Aaron Eckhart), le da la vuelta a un debate televisivo sobre los peligros de fumar, con la presencia de un adolescente de 15 años enfermo de cáncer en los pulmones.

“El secreto está no en ganar, sino en hacerles ver que están equivocados”, tal es la filosofía que Naylor le expone a su hijo, Joey (Cameron Bright), mientras trata de llevar más o menos bien su trabajo de padre divorciado. El personaje de Joey será decisivo en el desarrollo que va teniendo Naylor como personaje. El chico dará a su padre sesudas reflexiones morales, que harán pensar a Nick sobre las bases éticas de su trabajo.

Nick está pasando por un momento laboral difícil. Con las presiones de la opinión pública encima, Nick deberá pensar en una forma de recuperar a la gente que ha dejado el cigarro. Por lo tanto, se le ocurrirá montar una estrategia publicitaria, para que aquella gente que ha dejado de fumar vuelva a hacerlo, tratando de hacérles ver que el cigarro, más que peligros, ofrece beneficios especiales, como sofisticación, personalidad y glamour. El punto de partida de la publicidad, será mostrar la deslumbrante manera en que las estrellas de la “Época Dorada” de Hollywood fumaban en las películas.

Al ver la película, es inevitable recordar la iniciativa de evitar mostrar en las teleseries actores fumando o bebiendo (el filme echa un vistazo a esto también). Aunque nunca se mencionan marcas, se percibe que el principal objetivo de la crítica en el guión, escrito por el mismo Reitman, es hacia Marlboro y su productora, Philip Morris, aquella que ha enfrentado más demandas en los E.U. de gente enferma de enfisema pulmonar. Ahora no hay cajetilla de cigarros Marlboro que no lleve la advertencia “Fumar puede causar cáncer”.

Reitman mantiene el agrio tono de sátira, y se aventura un poco a mencionar casos similares en el mercado del alcohol y de las armas, en ese pequeño grupo de amigos de Naylor (cameos de Maria Bello y David Koechner), rematando con una pequeña advertencia respecto a lo perjudicial que puede ser para la salud usar teléfonos móviles. Todo es narrado a través de un montaje ágil y divertido. El filme avanza con la gracia de una voluta de humo.

Magnificada por las presencias de Robert Duvall, interpretando a un magnate patrocinador de la campaña publicitaria, así como de William H. Macy, como un senador tratando de darle batalla a Naylor para que en todas las cajetillas aparezca el símbolo de “veneno” ampliado (el cráneo con el par de huesos cruzados), el filme está lejos de ser un regaño o sermón para los fumadores (entre los cuales no me incluyo). Más bien, su mensaje está más cercano a las responsabilidades y la libertad de decidir, siempre y cuando se tenga la información necesaria, si se fuma o no. Usted decide.

++El DVD incluye de extras el comentario del director Jason Reitman y los actores Aaron Reitman y David Koechner, 13 escenas eliminadas con comentarios en audio, 2 detrás de las cámaras, 3 galerías de fotos y el tráiler cinematográfico.

martes, 21 de septiembre de 2010

GHOST RIDER * *

Detrás de ese cráneo en llamas se encuentra Nicolas Cage,
en la adaptación al cine del cómic "Ghost Rider".
Ghost Rider (2006), es una adaptación del cómic homónimo de la Marvel, creado por Roy Thomas y Gary Friedrich. No conozco bien el cómic, por lo que no sabría decir qué tanta justicia le hace el filme, dirigido por Mark Steven Johnson, de hecho también realizador de Daredevil, adaptación de otro famoso cómic de la Marvel. Me limitaré a decir que la película no es más que un barato entretenimiento palomero, con efectos especiales aceptables aunque nada sofisticados. Además, presenta a Peter Fonda interpretando a una especie de Mefistófeles.

En efecto, la historia es el clásico relato de Fausto mezclado con la premisa de un western fantástico, desafortunados momentos cursis y suertes peligrosamente inverosímiles en motocicleta. Johnny Blaze (Nicolas Cage, con kilos de menos y sí: un peluquín), famoso ejecutante de números peligrosos en motocicleta, ha vendido su alma al diablo (Fonda) a cambio de salvar a su padre enfermo de cáncer.

El problema es que Mefistófeles le ha jugado una mala a Johnny, y no querrá devolverle su alma hasta que el motociclista le cumpla una misión: enfrentarse contra Blackheart (Wes Bentley), su hijo rebelde, y vencerlo junto a su pandilla de inútiles secuaces. Claro, antes Johnny recibirá poderes sobrenaturales por parte de Mefistófeles, para que durante las noches se convierta en Ghost Rider. Con una imagen de esqueleto en llamas, montado en su poderosa motocicleta, Ghost Rider le hará ver su suerte a los criminales a su paso.

Los villanos son flojos, además de parecer disfrazados como para Halloween, en tanto un anciano enterrador (Sam Elliot) es simpático pero resulta demasiado fugaz. Cuando llega su mejor momento... desaparece. Luego, tenemos una atractiva chica (Eva Mendes), pero desperdiciada en todos los sentidos. Al final, Johnny Blaze es el personaje más interesante de la película, aunque sólo en su impresionante forma de Ghost Rider. Como sea, un debut que, tal y como sucedió con Daredevil, es apenas una presentación del personaje, tentando a los fans para unas secuelas que dudo mucho vayan a llegar.

++Disponible en DVD, con extras como los comentarios del director y guionista Mark Steven Johnson y el supervisor de efectos especiales Kevin Mack, comentarios del productor Gary Foster y trailers cinematográficos. El Blu-ray promete estar mejor, ya que, además de los mismos comentarios y los mismos trailers, contiene el director's cut y algunos documentales. 

lunes, 20 de septiembre de 2010

58 FESTIVAL DE SAN SEBASTIÁN

Cartel dedicado a la retrospectiva de "Don Siegel",
 dentro del 58 Festival de San Sebastián.
El Festival de San Sebastián ha comenzado. Quien se ha robado casi toda la atención es Julia Roberts, promoviendo su más reciente película "Eat, Pray, Love". Acompañada de su coprotagonista, Javier Bardem, Julia Roberts también ha recibido el premio Donostia, en reconocimiento a su carrera. No me explico el motivo tan exagerado del premio, pero el hecho ahí está y Julia lo ha recibido con la gran sonrisa que la caracteriza.

El festival de San Sebastián, que tendrá lugar del 17 al 25 de septiembre, se iluminará con la presencia de personalidades (estas sí, grandes) como Sir Ian McKellen, Robert Duvall y Brenda Blethyn. La sección oficial está formada por películas como "Chicogrande", del mexicano Felipe Cazals, "Neds", de Peter Mullan, "Amigo", de John Sayles, "Bicicleta, Cuchara, Manzana", de Carles Bosch, "Pan Negro" de Agustí Villaronga, entre otras. 

Como es costumbre, se han producido varios carteles, dedicados a cada una de las secciones. Debo destacar el de "Zabaltegi", con su gran "Z" en distintos colores y texturas; y el gráficamente menos atractivo pero que, irremediablemente, llama la atención, sobre la restrospectiva dedicada a Don Siegel, con una imagen de Clint Eastwood como Dirty Harry.

Para más información, consultar la página oficial del festival. 

LEÓN Y OLVIDO * * * 1/2

Guillem Jiménez y la multipremiada Marta Larralde en "León y Olvido"
Quizá la más clara inspiración de León y Olvido (España, 2004), tercer largometraje del realizador gallego Xavier Bermúdez, sea Rain Man (1988), aquel sensible relato sobre cómo un hermano oportunista, dueño de un negocio de autos de lujo (Tom Cruise), se ve en la necesidad de cuidar a su hermano mayor autista (Dustin Hoffman). Con todas las dificultades que conlleva esta experiencia, ambos hermanos reencuentran sus lazos afectivos y su pasado familiar. Ambientada en Galicia, la película sigue de una forma parecida los pasos de la premisa de aquel filme de Barry Levinson.

Olvido (Marta Larralde), una chica amargada que trabaja como costurera, tendrá que hacerse cargo de León (Guillem Jiménez), su hermano con Síndrome de Down, debido a que la institución especializada en donde vive ya no quiere tenerlo a causa de su rebeldía. León ha sido expulsado de varias instituciones, por lo que es imposible encontrar otra que quiera recibirlo. Por lo tanto, Olvido tendrá que llevárselo a vivir a su casa y cuidarlo, con el problema de que vive al día y apenas le alcanza su sueldo para ella sola.

En León y Olvido, escrita por el mismo Bermúdez, veremos los fallidos intentos de la ambigua Olvido por deshacerse de su hermano desde el primer minuto, sea tratando de provocarle un accidente, darle alguna bebida que lo intoxique, abandonarlo en medio de la carretera, o intentar lo más extremo que uno pueda imaginar. A ratos, Olvido se puede comportar de manera cariñosa con su hermano, leyéndole historias o jugando en la cama antes de dormir, todo en un estira y afloja emocional-sentimental desconcertante.

No estamos ante un filme chantajista, que nos haga sentir lástima por León, cosa que cuida en todo momento Bermúdez. Todo lo contrario. León será un ejemplo a seguir de independencia y fortaleza para valerse por sí mismo, ante la negativa de su hermana de ayudarle a vestirse o acompañarlo a la escuela especializada. La película es un retrato muy humano y sincero de las personas con Síndrome de Down, salpicado de muchos momentos de humor (ese amigo de León, también con Síndrome de Down, con anhelos de ser político) y otros intrigantes, como los constantes enfrentamientos entre León y Olvido, en los que él tratará de hacer valer su independencia ante su hermana, su dignidad. “¡No soy un niño!”, le gritará.

El punto central del sencillo argumento, será la inestable relación entre hermano y hermana, envuelta de un impulso incestuoso de León hacia Olvido. A uno no le queda más remedio que asumirlo como efecto de su discapacidad. No hay duda que Guillem Jiménez se roba la película, a pesar de que Marta Larralde ganó varios premios por su actuación (Mejor Actriz en el Festival Cinespaña de Toulouse, Mejor Actriz en el Festival de Cine Independiente de Ourense, Mejor Actriz en el Festival de Karlovy Vary), gracias al amargo retrato que logra de una joven desesperada por su soledad, su falta de recursos, su inherente crueldad impulsada por esa misma desesperación. Ahí, creo yo, está uno de los puntos endebles y delicados del filme. A vecesn, Olvido le expresa cariño a León, pero nunca parece sufrir por estar orillada a tomar una decisión tan desesperada como matarlo.

A pesar de lo patética que pueda parecernos Olvido, en sus absurdos y fallidos intentos de matar a León, siento que Bermúdez nunca encuentra una justificación lo suficientemente fuerte y clara para esa decisión, más que la falta de recursos económicos de ella. Pero si el destino se muestra siempre a favor de León, no será así con Olvido, como se muestra en el plano final del filme, donde la vemos resignada, acabada y triste por estar destinada a cuidar a su hermano.

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