Después de tanto titubear, me he decidido a inaugurar una sección dedicada a los soundtracks. Aunque la música es una de mis pasiones, no me considero un experto en la materia (ni pretendo serlo algún día). Por lo tanto, semanalmente intentaré dar mi más humilde opinión respecto a soundtracks que me hayan parecido interesantes, buenos, y claro, malos también, así como otros tantos que formen parte de mi colección. Varios los he adquirido independientemente de que la película me haya gustado o no. Empezaré con el soundtrack de Pulp Fiction (1994), de Quentin Tarantino.Me dio algo de rabia enterarme, hace unos años, que salió reeditado con unas cuantas canciones extras*, en una “edición para coleccionistas”. Ni hablar, a la larga seguro lo compraré, dejándome llevar por la corriente de la mercadotecnia. Además, en el 2004 lo editaron también en acetato, quizás para que fuera más acorde con el aire retro de la música. La que tengo es la edición tradicional, que salió a la venta junto al estreno de la película, en 1994. Entre canción y canción lleva fragmentos de algunos diálogos de la película. Los mejores son el primero, con Tim Roth y Amanda Plummer gritando “¡Everybody cool this is a robery!”, antes de asaltar el restaurante, para dar paso al hipnotizante solo de guitarra de Dick Dale y sus Del-Tones, “Misirlou”. Samuel L. Jackson cierra el CD, gritando el versículo de Ezequiel 25:17 y luego… varios disparos.
El soundtrack es la clásica banda sonora ecléctica y nostálgica, plena de “oldies”, con las que Tarantino gusta tanto musicalizar sus películas. Lo mejor, es que con la mayoría de las canciones no te dejan de venir a la mente escenas de antología, como aquel baile de John Travolta y Uma Thurman (¡bellísima de morena!), en un restaurante de temática de los 1950. Teniendo como maestro de ceremonias a Ed Sullivan (bueno, un actor imitándolo), bailan el tema “You Never Can Tell”, de Chuck Berry, en un extraño y versátil baile, donde hay desde twist hasta unos pasos muy “a go-go”.
Los temas que más disfruto, además de “Girl, You’ll be a Woman Soon” de Neil Diamond, (más que adecuado para la escena de Uma Thurman inhalando cocaína), “Son of a Preacher Man”, de John Hurley e interpretado por Dusty Springfield, así como el simpático tema “Flowers on the Wall”, de Lew DeWitt, e interpretado por The Statler Brothers (en el que destaca un alegre banjo), son los temas de música “surf”. Dan un aire muy atemporal a la película con esos solos de guitarra eléctrica, como el ya mencionado “Misirlou” o “Surf Rider”, ejecutado por The Lively Ones. No podría dejar de mencionar la balada romántica (que no cursi, atención) “Lonesome Town”, de Ricky Nelson.
Un soundtrack destinado a convertirse en un clásico. Ya volveré con otros soundtracks de Tarantino, como el del díptico “Kill Bill” o “Jackie Brown”, todos ellos indispensables.
*Los temas "extra" que incluye la edición de colección son:
-Since I First Met You, de The Robins
-Rumble, de Lin Wray y sus "Ray Men"
-Strawberry Letter number 23, de Brothers Johnson
-Out of Limits, de The Marketts
Además, incluye un segundo disco, con una entrevista a Quentin Tarantino.


















