jueves, 26 de junio de 2014

BRIDESMAIDS * *




CON AMIGAS COMO ESTAS. Kristen Wiig y Rose Byrne.
Bridesmaids, dirigida por Paul Feig, no es más que otra comedieta del montón, de tantas que se han hecho del subgénero de bodas con damas de compañía que amenazan con  arruinarla. No hay mucho de nuevo en la historia, que tiene en su centro dramático -como de costumbre- a un grupo de amigas, en este caso, dos amigas que compiten  estúpidamente por ver quién ha tenido la mejor amistad del mundo con la novia próxima a casarse. Maya Rudolph interpreta a dicha novia. Para hacer las cosas más interesantes, sus dos amigas pertenecen a diferentes clases sociales, tan diferentes como el día y la noche (para empezar, una es nada más linda y la otra es muy guapa), interpretadas por Kristen Wiig (coautora del guión) y Rose Byrne. La premisa suena prometedora, y aunque debo admitir que hay momentos en que uno se ríe un poquito, en general, la película acaba siendo un irremediable churro.  Hay muchos gags pésimos. Para empezar, una de las cosas que arruina la película, es esa larga secuencia de la tienda de vestidos (que recuerda una escena similar en White Chicks, esa basura  actuada y dirigida por los hermanos Wayans), que pone a nuestras futuras damas de compañía en una situación comprometedoramente indigesta, ya que involucra vómito, pedos y diarreas.  En su huída a buscar un baño, Maya Rudolph termina en medio de la calle, con el vestido de novia puesto, y un accidente intestinal a plena luz de día. ¿Qué habrán dicho a Feig, tanto Wiig como  Annie Mumolo, la otra guionista, para convencerlo de incluir eso en la película? La escena parece haber sido escrita bajo los efectos de una borrachera.

No me cae mal Kristen Wiig. Si me animé a ver Bridesmaids, es porque la también comediante me parece graciosa en el programa Saturday Night Live. Supongo que a la hora de pasar al cine las cosas cambian. Su personaje, Annie Walker, está estancada en un trabajo en una joyería para el cual no sirve, su negocio de cupcakes fracasó, y se encuentra en una relación puramente sexual y sin significado con un hombre al que apenas ve (Jon Hamm). Cuando aparece en escena un oficial de policía (Chris O'Dowd), con el cual parece tener algo de química, las cosas empiezan a ponerse predecibles. Melissa McCarthy interpreta a una gordita machona simpaticona, la cual tiene sus  momentos graciosos. Lo cierto, es que Bridesmaids no es más que eso, una comedia "de momentos", y muy contados. Hay otros que, sinceramente, debieron haber quedado para las "escenas eliminadas" del DVD y Blu-ray. 

martes, 24 de junio de 2014

GREEN LANTERN * * 1/2

Con todo y que debe tener su circulo exclusivo de fans y seguidores, que han leído religiosamente todos sus cómics, es poco el revuelo que ha causado Green Lantern, primera -y quizás última- adaptación al cine de la historia de este superhéroe. La película es una apenas pasable, aunque algo bizarra, historia de superhéroes, a la que se agregó un tratamiento de ciencia ficción serie B. El verde domina -por obvias razones- el filme, el color que han elegido los miembros de una especie de "orden secreta" espacial, formada por habitantes de todos los planetas, y regida por un consejo de extraterrestres con enormes cabezas. Ryan Reynolds es quien interpreta al superhéroe, y siendo honestos, no lo hace tan mal. Sin embargo, no deja de sentirse que tenemos una buena elección del protagonista, en una película que pudo haber estado mejor. El tratamiento que Martin Campbell (Golden Eye, The Mask of Zorro, Casino Royale) le da a la película, es como de serie animada,  dirigida principalmente a niños y preadolescentes. El filme está en la línea de esas películas de superhéroes familiares, del tipo de Fantastic Four o Daredevil. Lo peor, es que la historia no es lo suficientemente buena.

NO ILUMINA LO SUFICIENTE. Ryan Reynolds como Green Lantern. 
Hal Jordan (Reynolds), un talentoso pero traumatizado piloto de la fuerza área, es elegido como el representante de la Tierra por la fuerza espacial "Green Lantern", para adquirir los superpoderes conferidos por un anillo. Mark Strong está ridículamente irreconocible, bajo un maquillaje estilo Star Treck que lo convierte en una especie de marciano de piel roja encendida, orejas puntiagudas y bigote a la Errol Flynn. Tim Robbins está ahí simplemente cumpliendo y nada más, en su papel de padre del villano, un Peter Sarsgaard canalizando al Hombre Elefante. Su maquillaje recuerda al John Merrick de aquel filme homónimo, y su personaje es el clásico científico loco a lo Dr. Jekyll y Mister Hide, transformado en un mutante debido a una fuerza extraterrestre, diabólica y destructiva, que amenaza  con destruir el mundo. Los efectos especiales son buenos y aceptables. Pero en general, todo el aspecto visual le queda demasiado grande a una película que difícilmente se queda contigo al terminar. 


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