viernes, 29 de agosto de 2008

HELLBOY 2: THE GOLDEN ARMY * * * *


Guillermo del Toro se ha declarado fan incondicional de Hellboy, novela gráfica creada por Mike Mignola. Tal admiración lo llevó a realizar la primera adaptación en cine de Hell boy en 2005, una suerte de “demonio caído”, hijo del mismísimo Satanás, e invocado por los nazis en su búsqueda por conquistar el mundo. Pero Hellboy (el “cariduro” Ron Perlman), ha decidido cortarse sus enormes cuernos e ir por el camino del bien: trabajar para el FBI en su área de “investigación de lo paranormal” y luchar contra temibles demonios y otras criaturas.

Para quien esto escribe, Hellboy 2: The Golden Army (2008) es mucho mejor que su antecesora. Su fascinante secuencia animada inicial (que parece concebida por los Hermanos Quay), una batalla entre el ejército dorado de los elfos y el de los humanos, ya anuncia cómo el realizador mexicano está empapándose del tema de Lord of the Rings, con su próxima realización del díptico The Hobbit.

Como en toda la filmografía de Del Toro, Hellboy 2 es el escenario ideal para dar cuerpo a sus sueños y pesadillas, ampliando de manera notable la galería de personajes, con criaturas fantásticas que recuerdan los viejos tiempos del “Taller de Criaturas de Jim Henson” y sus creaciones para The Dark Crystal o Labyrinth. Ya no acompañamos tanto a Hellboy por escenarios urbanos y nocturnos, sino que ahora se pasea por otras dimensiones. Muchos escenarios parecen concebidos por la pintora catalana Remedios Varo, por Tolkien o, incluso, por George Lucas para Star Wars.

Nada más hay que ver el submundo de los elfos, gobernado por un anciano rey con cabeza de árbol, y su par de hijos, un resentido príncipe con facha de vampiro (que ofrece unas sorprendentes coreografías de artes marciales), ligado a su hermana gemela, de tal forma que el daño físico que experimente uno también lo padecerá el otro. O ese “mercado de gnomos”, en el que más bien parece que estamos en algún planeta de la saga de Star Wars, lleno de trolls, seres diminutos de dos cabezas, músicos alienigenas, etc.

Casado ahora con la “fogosa” chica lanza llamas encarnada por Selma Blair (inexplicablemente Rupert Evans, joven compañero de Hellboy en la primer película, no aparece), Hellboy sigue lidiando con sus responsabilidades, tanto profesionales como matrimoniales, y además con un pedante ser de ectoplasma, que amenaza con robarle protagonismo. Abe Sapien (de nuevo interpretado por Doug Jones), el “hombre pez”, sigue siendo su fiel compañero.

Todo lo que ha marcado la filmografía de del Toro está aquí presente: su obsesiva fascinación por las complejas maquinarias y los engranajes, que en muchos instantes son el “motor visual” del filme; los simbolismos cristianos (ángeles, cruces,...), los laberintos, etc. No falta el tema del amor, que aquí no conoce límites entre razas o, digamos, especies.

Contrario al anterior filme, donde había tiempo para reflexiones paternales, sobre cómo un demonio con alma de adolescente se negaba a crecer, Hellboy 2 es más propensa a la acción y el desarrollo de impresionantes efectos especiales. Me parecieron geniales los pequeños homenajes a los viejos filmes de monstruos, que Hellboy parece tener sintonizados siempre en sus múltiples televisores. De alguna forma, Hellboy sigue siendo el mismo, el sarcástico y gracioso ser buscando madurar. Creo que el matrimonio le ha sentado más que bien.

STAR WARS: THE CLONE WARS * * * 1/2


¿Hasta dónde llegará la ambición de George Lucas? Sin duda, una pregunta sin respuesta. Hace poco, el creador de la saga espacial más famosa del mundo, anunció que reestrenará todas las películas de Star Wars en tercera dimensión. ¿Qué vendrá después? Mientras nos enteramos, llega a las pantallas el primer largometraje animado de Star Wars: The Clone Wars (2008), luego de que el experimento tuvo un pasajero éxito con la teleserie animada en 2D, transmitida por Cartoon Network.

El propósito de esta nueva entrega, que podría quedar instalada entre el Episode II: War of the Clones (2004) y Episode III: Revenge of the Sith (2006), es seguir captando audiencias más jóvenes, como los niños y adolescentes que descubrieron las películas con la nueva trilogía. La atractiva, aunque no muy impresionante, animación en 3D tiene un diseño visual noble, dirigido al público infantil. Los personajes, incluso, parecen una ilustración hecha al acrílico.

A los personajes que ya conocemos, como el joven Anakin Skywalker antes de caer al lado obscuro, Obi Wan Kenobi (con el rostro de Ewan McGregor, aunque no la voz), Yoda, R2-D2, Jabba The Hut, se agregan algunos nuevos, como la padawan Ahsoka (voz de Ashley Eckstein), aprendiz de Anakin. En medio de las legendarias “Guerras de los Clones”, Anakin y Ahsoka deberán llevar a cabo una misión especial: rescatar al hijo secuestrado de Jabba, un pequeño y regordete renacuajo de ojos saltones, el pretexto para muchos de los momentos de humor inocente de la película.

El doblaje original del filme es acartonado. Del reparto original, solamente Anthony Daniels (voz de C3PO), Samuel L. Jackson (voz de Mace Windu) y Christopher Lee (voz del Conde Dokuu), son los únicos que participan. De ahí que la película dependa mucho de su manufactura visual, con buenas batallas espaciales y un par de peleas con sable láser estupendas, bien coreografiadas y con muchas artes marciales.

Siento que esta es una película hecha para los seguidores más fieles de Star Wars, que no les importará mucho ver a los personajes demasiado caricaturizados; que puedan pasar por alto el hecho que Frank Oz no sea esta vez la voz de Yoda; que C3PO aparezca apenas 1 minuto y (¡Oh, infame sacrilegio!) que del famoso tema de John Williams apenas suenen unos cuantos acordes. Entre otras “herejías”, la película no comienza con la columna de texto alejándose en el espacio, sino de una forma muy televisiva, como el clásico anuncio de “en el capítulo anterior, nos quedamos en....”.

El director es un tal Dave Filoni (colaborador en la teleserie), y para ser sinceros no hace mal su trabajo. Clone Wars es entretenida, con un humor muy “casero” (los soldados robots están todavía más estúpidos), buenas dosis de acción y varios homenajes a las películas originales. Es el primer paso del proyecto que Lucas tiene planeado realizar, no se sabe si para llevarlo a tele o cine. En resumen, es seguir explotando su adorada saga y llenarse más los bolsillos de dólares, con una nueva franquicia en formato animado. Veremos si los más religiosos fans le dan el visto bueno.

++ Además de ser exhibida en versión original subtitulada y doblada al español, en Cataluña The Clone Wars estará exhibiéndose también doblada al catalán.

jueves, 28 de agosto de 2008

THIEF * * * 1/2

Nadie como Michael Mann para convertir los ambientes urbanos en que se ambientan sus filmes en bellos y lumínicos espacios, casi oníricos. Son espacios que atestiguan los deseos y ambiciones de personajes sumergidos en una realidad que no les agrada. La maestría de Michael Mann queda patente en su manera de filmar la ciudad de noche.

Ese taxista lleno de ilusiones que interpretó Jamie Foxx en una de las más recientes películas de Mann, Collateral (2004), se puede rastrear en el personaje que diera vida James Caan en Thief (1981), un ladrón sumamente profesional, experto en abrir cajas fuertes complicadas. Como lo hiciera Jamie Foxx en Collateral, este ladrón guarda una imagen en su bolsillo, que viene a ser una representación de sus ilusiones e ideales, que desea concretar una vez que se retire.

Thief vino a ser la película en la que Mann forjaría mucho de su estilo en futuros thrillers, realizado en la época anterior a su trabajo como director y productor de la teleserie Miami Vice, de la que hizo también una adaptación cinematográfica hace poco.

Antes de retirarse, Frank deberá hacer un último trabajo: abrir una inmensa bóveda de diamantes, resguardada por un complejo sistema de seguridad. Según un jefe mafioso, Frank podrá disfrutar de una cuantiosa parte del botín. Frank lucha por dejar el pasado atrás, un matrimonio que se vino abajo debido a su doble vida como ladrón, que combina con un negocio de venta de autos. Hará lo posible por rehacer su vida con su guapa novia (Tuesday Weld), y quizás adoptar un niño.

James Caan ofrece una poderosa actuación. Frank es un hombre violento, agresivo, algo patán, pero con un fuerte sentido de la familia y la amistad, materializado en ese estrecho vínculo que forma con el que considera su maestro, ahora desahuciado, y en la amistad que lleva con su compañero de trabajo, Barry (un regordete James Belushi).

Basada en la novela de Frank Hohimer, Thief es un logrado thriller que apuesta más por profundizar en la complejidad de su personaje principal. Eso no quiere decir que no haya espectaculares escenas de acción. Las hay, por supuesto, pero estas no roban protagonismo en la película. En esa secuencia final del tiroteo, Mann ya puede darse el lujo de esparcir un poco de adrenalina, luego de exponer la interesante historia de un delincuente que creía poder comprar toda la felicidad del mundo con las riquezas que, muy profesionalmente, se robaba.

++ Disponible en una austera edición en DVD, sin extras.

miércoles, 27 de agosto de 2008

LOST IN TRANSLATION * * * *

El encanto que Sofía Coppola imprime a su película, proviene mucho de la escuela del Hollywood de antaño, de la fórmula de aquellas antiguas comedias románticas: juntar a dos personajes, que se encuentran pasando por una crisis emocional, en un escenario extraño, lejano y que parece pertenecer a otro mundo, es decir, la ciudad de Tokio. Es probable que estos dos personajes, provenientes de Norteamérica, jamás se hubieran conocido en los E.U.

Bill Murray, con seguridad, enfrenta uno de los papeles más demandantes de su carrera en Lost in Translation (2005), que es interpretarse a sí mismo en una versión deprimida, como un actor famoso que se encuentra filmando un comercial en Japón para una marca local de whisky, muy a su pesar. Lo gracioso del asunto, es verlo (como el título del filme indica) perdido entre un montón de gente a la que no entiende nada. La única traductora que tiene es pésima. Su salvación para el aburrimiento y el hartazgo vendrá cuando conozca a una atractiva chica (Johansson), no menos aburrida al tener que vivir encerrada en la habitación del mismo hotel, ya que su esposo (Giovanni Ribisi) se encuentra rodando un videoclip musical.

Coppola cuenta una historia de amor imposible entre dos seres que de todas maneras se entienden, se caen bien, se gustan, a pesar de que él tiene edad como para ser su padre. Junto con ellos descubriremos rincones de Tokio, en sesiones de karaoke y programas de televisión ridículos, restaurantes de sushi y otras suculencias raras, locales de videojuegos donde reina el ruido, calles con anuncios espectaculares de dinosaurios caminando, etc., pero también de parques y plazas donde reina la tranquilidad. Parece que estamos viendo un falso documental sobre Tokio, un personaje más en este filme.

Desde ese largo plano inicial de créditos, que muestra en todo su esplendor el derriére de la Johansson recostada en su cama, sospechamos que Sofia Coppola se encuentra realizando un ejercicio estético peculiar, evidente en la gran fotografía de Lance Acord. Scarlett no es una especie de “Lolita”, sólo un ser frágil que se encuentra buscando un poco de compañía, lo mismo que Bob, el personaje de Murray, quien dentro del mar de emociones y confusión en el que se encuentra, casado y con hijos, mantiene una respetuosa y casi paternal distancia frente a ella. El suspenso de la historia reside en ver si pasará o no algo entre ellos.

Ahí está la sutileza en el relato narrado por Coppola, en contar no una historia de amor físico, sino uno platónico, basado en la complicidad y amistad íntima que se va formando entre Bob y Charlotte, ambos bien interpretados por Johansson y Murray, este último robándose el filme gracias a su capacidad para improvisar.

++ Existe disponible una edición austera y otra especial con estuche metálico. Esta última contiene de extras: "Lost" en el lugar del rodaje, Matthew´s Best Hit TV, vídeo musical: City Girl de Kevin Shields, escenas inéditas, conversaciones con Bill Murray y Sofia Coppola, y un libro de 16 páginas

martes, 26 de agosto de 2008

THE LAST SAMURAI * * * 1/2

The Last Samurai (2003) pretende conjuntar dos visiones bélicas, la occidental y la oriental, sobre una misma realidad histórica. Ubicada en la época posterior a la Guerra de Secesión de los E.U, este filme de Edward Zwick toma prestada la visión onírica de Akira Kurosawa en la primera escena, en la que Katsumoto (Ken Watanabe), el líder samurai de una rebelión en contra de las políticas represoras del gobierno japonés, medita en el campo. De pronto, Katsumoto tiene una visión premonitoria: un feroz tigre blanco ataca a sus guerreros en el campo de batalla.

Tom Cruise interpreta al general Nathan Algren, quien peleó en la Guerra de Secesión bajo las órdenes del general Custer y vive realizando patéticas promociones del rifle Winchester. Nathan vive atormentado por el recuerdo de una absurda masacre de indios, incluyendo mujeres y niños, en la que él participó bajo las órdenes del mismo Custer. Su vida cambia cuando representantes del Imperio de Japón lo invitan a entrenar al ejército japonés, conformado, en su mayoría, por campesinos que jamás han portado un arma, y poder enfrentar así a la rebelión de samuráis de Katsumoto.

Nathan enfrenta el panorama de un Japón en vías de desarrollo e industrialización, gobernada por un emperador sumamente joven y manipulable, a favor de una modernización agresiva y europeizada.

La película cae en un letargo durante su primera parte. Zwick parece no saber resolverlo, con situaciones que terminan cayendo en la comicidad involuntaria. Su historia romántica nunca logra tomar forma, pero el filme destaca por escenas de acción bien ejecutadas (el asalto de los ninjas a la aldea). Para Nathan, Japón es la oportunidad de saldar cuentas existenciales con su pasado, y terminará simpatizando con la causa de los que considera débiles y oprimidos. Será inevitable que no acabe empapado de la cultura japonesa, aquella que vive alejada en el campo, y que no ha sido tocada todavía por los extranjeros.

Hay un acertado paralelismo entre dos hechos históricos, que ocurren en diferentes latitudes: la cruel matanza de indios en América y la sangrienta lucha que entabla el ejército de Katsumoto. The Last Samurai es un vehículo más de lucimiento para Tom Cruise, una producción espectacular sí, pero sin el tono legendario, mítico y épico que seguramente Kurosawa le hubiera dado de haber tenido esta historia en sus manos.

++The Last Samurai se encuentra disponible en varias ediciones en DVD, como Blue-ray y HD-DVD, además de una en estuche metálico y otra edición especial de 2 discos para coleccionistas. Esta última contiene extras como:

* Documental de History Channel "La historia versus Hollywood": El Último Samurai (23 min)
* Tom Cruise: El Viaje de un Guerrero ( 25 min)
* Edward Zwick: Diario de Producción: “Detrás de las cámaras” (27 min)
* La Realización de una Aventura Épica: Una Conversación con Edward Zwick y Tom Cruise (18 min)
* Un Mundo de Detalles: El diseño de Producción, con Lilly Kilvert (8 min)
* Seda y Armadura: El diseño del Vestuario con Nglia Dickson (7 min)
* Entrenamiento de la Armada Imperial (6 min)
* De Soldado a Samurai: Las armas (5 min)
* Escenas adicionales (4 min)
* Estrenos en Japón (7 min)
* Tráiler cinematográfico(2 min)
* Acceso a la Web

lunes, 25 de agosto de 2008

THE MADAGASCAR PENGUINS IN: A CHRISTMAS CAPER * * * 1/2

Por cortesía de la Dreamworks, previo al comienzo de The Curse of the Were-Rabbit, se presentó un divertido cortometraje protagonizado por los pingüinos de Madagascar. Liderados por Kowalski (voz de Chris Miller), hay que recordar que estos pingüinos viven delirando que viven en un mundo de espionaje y que son agentes secretos en misiones peligrosas.

Dirigida por Gary Trousdale, el corto, además de adelantar la secuela de Madagascar (a estrenarse este 2008), presenta nuevos personajes, como un oso polar. Este oso se encuentra solo y triste durante la noche de Navidad. Nadie se preocupa por él, excepto uno de los pingüinos, el cual no esperará órdenes y saldrá del zoológico a buscarle un regalo. De todas maneras, Kowalski deberá organizar una misión de rescate, para salvar a su amigo de las garras de una anciana y de su perro french poodle. En escasos minutos, tendremos un “violento” rescate al más puro estilo de un moderno thriller.

La película goza de un ritmo trepidante, mucho humor negro, arranca bastantes risas y pone en el escenario a estos divertidos pingüinos que, seguramente, tendrán más protagonismo en Madagascar 2.

WALLACE & GROMIT: THE CURSE OF THE WERE-RABBIT * * * *


Luego de que los carismáticos personajes creados por Nick Park: Wallace, inventor, y Gromit, su inteligente perro, se dieran a conocer con el cortometraje A Great Day Out With Wallace & Gromit (1989), y se fueran consolidando con Wallace & Gromit in The Wrong Trousers (1996) y Wallace & Gromit in A Close Shave (1995), la casa productora Aardman -fundada por Park-, ha conseguido llevar a la pantalla a estos simpáticos personajes en su primer largometraje: Wallace & Gromit: The Curse of the Were-Rabbit (2005).

Coproducida por la Dreamworks, que por fortuna dio total libertad creativa a Park y su equipo, los admiradores de la rudimentaria técnica de animación en plastilina (entre los que me incluyo) podemos gozar de una nueva aventura de Wallace y Gromit. La película es un divertido relato infantil de terror, que aglomera ingeniosamente múltiples referencias a las clásicas películas de terror de la Universal (The Wolf Man, Frankenstein), al igual que una de las mejores referencias paródicas que se hayan hecho de King Kong: un enorme y monstruoso conejo que causa pavor entre los habitantes de West Wallaby.

Wallace (voz de Peter Sellis), creativo inventor y un poco sordo, está ahora en el negocio del control de plagas, con la misión de controlar una plaga de conejos que está arrasando con las cosechas. Su objetivo lo piensa conseguir usando el Anti-Pesto, un método que atrapa a los conejos sin hacerles daño. Esto no evita que utilice a uno que otro de los conejos para hacer “experimentos”.

Para ser un filme hecho en stop-motion y con figurillas de plastilina, el trabajo de Park (por el que tardó aproximadamente 2 años en su realización) ostenta una calidad insuperable. De manera discreta, también echa mano de un poco de tecnología digital. Lo cierto, es que la técnica sigue viva en manos de la Aardman, sin miedo a que aparezcan en las figuritas las huellas digitales de sus escultores (pudiendo haberlas borrado digitalmente en la postproducción), que ya es considerado como el “sello artístico” de la casa productora.

¿Y la historia? La trama es de lo más entretenida. Sus gags son encantadores, que hacen guiños divertidísimos al género de terror (la forma de Gromit de cortar unas zanahorias, los experimentos de Wallace bajo la luna llena, las mutaciones, etc). En medio de todo, se encuentra delicadamente inmersa la subtrama del siempre enamoradizo Wallace con la señora Tottington (voz de Helena Bonham Carter), que tendrá como rival a un cazador de conejos, Victor Quatermain (voz de Ralph Fiennes).

Definitivamente, una valiosa obra animada, o para ser precisos, del mundo de la animación con plastilina. Y la película promete seguir esta tradición por parte de la Aardman, integrándola cuidadosa y sabiamente con las tecnologías digitales.

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