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The Seeker: The Dark is Rising (E.U., 2007), basada en la novela homónima de Susan Cooper, se suma a esta lista representativa que irá cubriendo la temporada, un relato entretenido y familiar, aunque no por ello menos complejo, protagonizado por un chico norteamericano, Will (Alexander Ludwig), de 13 años y viviendo con su gran familia en el Reino Unido. La película, de entrada, es el clásico relato que entremezcla el mundo real con el de la fantasía, que más que parecerse a filmes como The Chronicles of Narnia (Andrew Adamson, 2005) o la saga de Harry Potter, me pareció algo más cercana a The Neverending Story (Wolfgang Petersen, 2004) o El Mundo de Sofia (Erik Gustavson, 1999).
Estamos ante una historia en la que el destino del mundo estará en manos de un chico, pasando por dificultades familiares, quien deberá encontrar los “seis signos de la luz” para enfrentarse contra las fuerzas obscuras, que amenazan con cubrir la Tierra. Will descubrirá que es un guerrero “buscador”, con fuerzas especiales para combatir el mal, de boca del misterioso líder (Ian McShane) de un grupo de antiguos “buscadores”, quienes le encargarán la misión de encontrar los signos en un viaje a través de distintas épocas, teniendo que confrontar siempre a un oscuro jinete (Christopher Eccleston), que tratará de quitarle estos signos (algo así como piedras preciosas que irá guardando en un cinturón) a como de lugar.
No tenemos nada en particular novedoso en The Seeker. La cinta, dirigida por el no muy conocido realizador suizo David L. Cunningham, no estará respaldada por u
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No creo que vaya a causar un gran impacto en la generación “Harry Potter”, o en los fanáticos de la trilogía de “Lord of the Rings”, pero The Seeker es una película interesante, con muchas armas cinematográficas a su favor (una buena edición, banda sonora y fotografía, efectos especiales decorosos), ideal para un público adolescente, buscando involucrarse en otras historias fantásticas.