jueves, 28 de octubre de 2021

MI PEQUEÑO GRAN HOMBRE

Ponerse en cuclillas no es suficiente para crear la ilusión.
 
"Mi pequeño gran hobbit"...no, perdón, Mi pequeño gran hombre es, sin temor a exagerar, no nada más una de las peores películas del 2018, sino con seguridad, de la historia del cine mexicano. Digo lo de hobbit no por burla a la gente con enanismo, o de baja estatura (porque de eso trata este bodrio pútrido), sino porque, literalmente, eso es lo que parece el personaje del filme, Leo Guerra (Jorge Salinas). Esto debido a los verdaderamente terribles y baratos trucos de cámara usados aquí. En serio, el tal Leo ni siquiera luce como una persona con enanismo real, sino como un hobbit sacado de alguno de los filmes de El Señor de los Anillos o El Hobbit. 
 
Los efectos visuales son tan malos, que por ejemplo, en los full shots del actor junto a Fernanda Castillo, quien interpreta el interés sentimental de aquel, éste no parece como un simple hombre de baja estatura (la intención, según leí, era que se viera de 1.35 cm. ¡Ajá, sí!), sino como alguien que ha sido reducido por obra de alguna magia negra, o maldición. Luego, hay tomas en donde se nota que simplemente el actor está de rodillas frente a la actriz, llegándole al abdomen o al pecho, y en otras, simple y sencillamente, nada más optaron porque se le viera la cabeza a cuadro. Cuando tenía que salir de cuerpo completo, se nota que Salinas estuvo frente a una pantalla verde, y lo sobrepusieron sobre sus escenas, pero sin el menor cuidado en proporción ni en dimensión.
 
Creo que desde Little Man, de los hermanos Wayans, con una idea similar, pero visualmente muchísimo más lograda en comparación, no había visto algo tan terrible como este filme (el cual, increíblemente, pasó por salas de cine hace 3 años). Lo de menos es decir que nunca supe si estaba viendo una serie de TV, o una telenovela, o ambas, que el resto de los actores está sobreactuado (el personaje del ex marido y la recepcionista, por ejemplo), y que la trama es de lo más predecible. En serio ¿no hay actores realmente con enanismo que hubieran podido haber quedado mejor en este papel? Seguro los hay, pero lo fácil para los productores es llamar a la cara conocida de tele y cine para jalar taquilla. Pobres, les falló, y muy, muy feo.
1/2 estrella
+Disponible en Blim y a la renta por la increíble cantidad de 80 pesos. Yo no pagaría ni 50 centavos por verla.

 

DOLITTLE

No es Sherlock,...es un nuevo Dr. Dolittle.
 

Por un momento pensé que estaba viendo "Sherlock Holmes 3", pero no era así. Cuando empezaron a salir los primeros animales parlantes en esta enésima reencarnación del Dr. Dolittle, me di cuenta que no estaba viendo a Holmes con patillas largas, sino a Robert Downey Jr. volviendo a ser tan excéntrico como en sus filmes sobre el detective privado. Robert Downey Jr. es muy buen actor, pero debo reconocer que ha tenido uno que otro tropiezo en su carrera, y este es uno más de ellos. Dolittle es de sus peores actuaciones. 

Downey Jr. exhibe una balbuceante forma de hablar como sello distintivo de su Dolittle, sin dejar de mencionar el muy extraño acento. En serio ¿qué acento estaba tratando de hacer? Con esto, queda claro que hacer acento británico no es el fuerte de Downey Jr. Apenas se puede entender lo que dice. Sinceramente, al terminar de ver la película creo que preferí mil veces más el Dolittle de Eddie Murphy.
 
Dirigida por Stephen Gaghan (Syriana, Gold), Dolittle está hecho para toda la familia, aunque no estoy muy seguro. Creo que a los niños les divertirá el desfile de animales parlantes que pueblan la historia, pero tal vez encuentren la película demasiado extraña y difícil de seguir. Por el contrario, los padres encontrarán la película demasiado infantil, y a los animales no menos excéntricos que el doctor del título.
 
El doctor sufre de un raro bloqueo emocional para volver a conectar con sus dones como veterinario, y en general, con el mundo entero. La minúscula trama cuenta, a grandes rasgos, cómo Dolittle deberá zarpar hacia una nueva aventura, la de buscar el mítico Edén, en donde se encuentra la cura para la extraña enfermedad que tiene a la reina Victoria (Jessie Buckley, dormida casi toda la película) postrada en cama e inconsciente. 
 
En su aventura, Dolittle será acompañado por su pandilla de animales, y por un niño, Tommy (Harry Collett), quien tratará de sacarlo de su confinamiento, debido a la depresión que le ha provocado la muerte de su esposa (todo esto contado en una buena secuencia animada al inicio del filme). Antonio Banderas, quien interpreta a un rey de nombre Rassouli, se suma al club de la excentricidad, luciendo como si Jack Sparrow lo hubiera vestido y maquillado.
 
En resumen, el filme es un desastre. Vale aclarar que este Dolittle es capaz de hablar con todo animal, real o fantástico, desde un insecto común y corriente, hasta... ¡un dragón! (supongo que esto no tiene nada que ver con Game Of Thrones). Leyó bien, un dragón, para el cual Dolittle tendrá un remedio para sus problemas de salud.
 
Además de Jessie Buckley, Jim Broadbent y Michael Sheen, quienes interpretan a miembros de la corte, están fatalmente desaprovechados, y permanecen toda la película confinados en el cuarto de la reina. El reparto juvenil está bien, e incluye a Carmel Laniado, quien interpreta a Lady Rose, encargada de ir a buscar a Dolittle para que intente curar a la reina. En tanto, el reparto que presta sus voces a los animales, formado, entre otros, por Emma Thompson (quien da voz a un perico), John Cena, Octavia Spencer, Tom Holland, Rami Malek, etc., está igualmente bien. El otro gran problema del filme, además de la mala actuación de Robert Downey Jr., es que llega un momento en que el humor de los animales termina siendo insoportable. Uno acaba saturado de "animalidad", por decirlo de alguna forma. En lo personal, prefiero al clásico Dolittle de antaño, aventurero, pero más tranquilo y tradicional.
⭐⭐
Disponible en #HBOMax y en renta digital.

THE CONJURING: THE DEVIL MADE ME DO IT

Contorsionismo diabólico. Patrick Wilson y Vera Farmiga.


 

¿Qué es lo que depara a los Warren en esta ocasión? Lo de siempre, es decir, enfrentarse con el demonio y su séquito de fuerzas obscuras. La pregunta debe ser ¿cómo lo harán esta vez? ¿El Diablo ahora sí los vencerá? En The Conjuring: The Devil Made Me Do it, pueden estar seguros de que, a pesar de ser tal vez la menos buena de las tres películas (la mejor para mí sigue siendo la primera), el verdadero show será ver a Lorraine Warren (Vera Farmiga, como siempre, genial) en acción; valiente como siempre al enfrentarse a lo desconocido, pero siempre mostrando un lado humano. Lorraine nos sigue recordarndo que, a pesar de tener dones y capacidades extrasensoriales, al final es una mujer vulnerable.
 
The Devil Made Me Do it no debe mirarse con tanto desprecio, ya que es una película hecha para los fans de la serie de filmes (que en honor a The Nun ahora es conocida como "The Nunjuring"). La película va incluída con todo lo que puede uno esperar en un filme de The Conjuring, como posesiones demoniacas, escenas de exorcismos fulminantes, fenomenos sobrenaturales, sustos que puede ser que te pongan los pelos de punta, etc. El título le agrega al filme algo de humor involuntario. Aunque parezca increíble, está basado en un caso real (aunque se afirma que todo, o casi todo, es ficticio en el filme), el del asesinato que comete un chico, Arne (Ruairi O'Connor), quien admite que -como dice el título- el "diablo lo hizo hacerlo". Según la historia, el caso fue llevado a la corte, en donde, de manera muy sensacionalista, admitieron que el principal sospechoso, o sea el mismo Diablo, no podría presentarse en la sala.
 
Luego de un hallazgo de Lorraine en la casa en donde tuvo lugar el crimen, los Warren empezarán a investigar. Con ayuda de un ex sacerdote dedicado ahora a investigar lo oculto y paranormal (John Noble, realmente tétrico), Lorraine y Ed se darán cuenta de que tal vez Satanás no sea el único responsable del crimen.
 
Vera Farmiga y Patrick Wilson siguen estupendos, especialmente la primera. Dirigida por Michael Chaves, lo mejor del filme es que, a pesar de todo, resulta una película de exorcismos y de terror efectiva, para pasar un fin de semana entretenido. Es decir, con todo y que el filme empieza algo flojo, poco a poco Chaves sabe engancharte en la historia, con una que otra buena secuencia (la de la búsqueda en el bosque, la de la morgue, y la climática secuencia en el túnel en el tercer acto). Lo que también salva a la película, es que el realizador y los guionistas (que incluye a James Wan, realizador que inauguró la saga) nos siguen transmitiendo ese lazo emocional entre Lorraine y Ed, de protección y unidad entre uno y otro. Ed sigue preocupado por su esposa ("cuidado, esto puede ser demasiado para tí", le dice él), o ahora, por primera vez, vemos que Ed físicamente ya no está tan apto para estos trabajos como antes. Vale la pena.
⭐⭐⭐1/2
+Disponible en #HBOMAX y a la renta en plataformas digitales.

miércoles, 27 de octubre de 2021

GODZILLA VS. KONG

¿Quién tendrá más colmillo?
 

Ya tuvimos Batman vs Superman, Freddy vs Jason, y Alien vs Predator. ¿Por qué no también Godzilla vs King Kong? De hecho, la cosa no es tan nueva como parece. King Kong y Godzila ya se habian enfrentado a muerte antes, en el filme japonés de 1962 (con una secuela en 1963), dirigido por Ishiro Honda. Sin embargo, lo que vemos en esos filmes, es más la pelea de dos tipos con disfraces de lagartija gigante y de gorila de peluche con cara de piñata, risible pero muy entretenida de verse. Además, las películas tienen el mérito de sus realizadores y actores por que todo luciera lo más convincente posible. Han tenido que pasar 60 años para ver a Kong y a Godzilla en una película que recuperara su dignidad como los dos titanes más famosos del cine que realmente son. 
 
A Godzilla es a quien menos bien le ha ido recientemente, el cual tuvo dos cambios de look muy drásticos, entre el filme de 1998 y el de 2014 (hablo de las películas producidas por Hollywood), y además de que Godzilla: Rey de los Monstruos (2019) no fue tan buena como su antecesora. Kong: Skull Island, el regreso de King Kong años después del filme de Peter Jackson, resultó mucho mejor. Godzilla vs. Kong consigue fusionar las dos franquicias sin muchos problemas. Kyle Chandler y Millie Bobby Brown están de regreso con los personajes de padre e hija que interpretaron en Rey de los Monstruos, en un filme en donde lo que menos importa es contar una historia compleja o interesante. 
 
Dirigida por Adam Wingard, no está de más mencionar que Godzilla vs. Kong lo que menos tiene es mucha originalidad. Los guionistas, Eric Pearson y Max Borenstein, decidieron echar mano un poco de Viaje al Centro de la Tierra, de Julio Verne. Un geólogo (Alexander Skarsgard), es reclutado por un científico (Demián Bichir, a quien se le entiende poco menos de la mitad de lo que dice), es reclutado para encontrar una poderosa fuente de energía que pueda vencer a Godzilla. A este último, así porque sí, le dió por destruir medio Hong Kong. 

Mientras, en la Isla Calavera, los días tranquilos de King Kong terminan, cuando Ilene Andrews (Rebeca Hall), especialista en lenguaje animal, lo saca de la isla para llevárselo a la civilización (sí, otra vez), encadenado en un enorme barco y con montones de plátanos a su disposición. Kong terminará teniendo la tarea de ser quien salve al mundo de la amenaza de Godzilla, y quien ayude a los científicos a conseguir la poderosa energía que necesitan para vencerlo. 
 
Como decía, los guionistas no se quemaron mucho las pestañas al escribir el filme. De hecho, uno de los puntos débiles del filme, es la parte de la trama encabezada por Millie Bobby Brown, quien junto a un chico hacker regordete (Julian Dennison), tendrán a su cargo el tratar de ayudar a los científicos en la superficie de la Tierra. El problema, es que esta parte del guión es la menos buena, sin ser tan graciosa como los guionistas quieren. El personaje que interpreta Brian Tyree Henry resulta incluso algo irritante. 
 
Godzilla vs. Kong termina siendo una enorme monster movie, y me atrevería a afirmar que es también el espectáculo del año. Presume un gran presupuesto, el cual se nota en toda su mega producción, y sus efectos especiales son impresionantes. Lo que le falta, eso sí, es un sello de autor distintivo, como sí lo tiene, por ejemplo, Pacific Rim, la monster movie dirigida por Guillermo del Toro. Quizás sea demasiado pedir, ya que al final Godzilla vs.Kong cumple como espectacular entretenimiento familiar, ante el cual no te queda más que rendirte cuando llega el enfrentamiento final de sus dos estrellas, a pesar de su predecible vuelta de tuerca final. ⭐⭐⭐ 
+Disponible en #HBOMAX

THE TOMORROW WAR

 

Chris Pratt pelea contra alienígenas de nuevo...pero en la Tierra.

De las cosas que más me gustaron de Edge of Tomorrow (2014), con su trama sobre saltos interminables en el tiempo, teniendo a Tom Cruise atrapado en una especie de maldición dentro de un circulo interminable de saltos cuánticos, es que la narración tiene sentido, es clara y entendible. The Tomorrow War tiene una premisa similar, sólo que sin mucho de esa claridad y coherencia. No digo que este filme dominguero, dirigido por Chris McKay (The Lego Batman Movie), no se pueda entender del todo, sino que hay momentos en que la historia tiende a ponerse algo enredosa. En serio, llega un momento en que ya no sabemos si estamos en el presente, o en el futuro, o si de este último ya saltamos al pasado. 
 
En The Tomorrow War estamos ante el inminente fin del mundo, debido a una invasión extraterrestre. Eso sí, el filme tiene una secuencia que podría quedar entre lo más memorable del año. Es la víspera de Navidad, y a la mitad de un partido de futbol soccer hacen una espectacular entrada una especie de soldados del futuro, quienes aparecen como venidos de otra dimensión. Estos soldados han venido desde 30 años en el futuro, para reclutar más guerreros que ayuden a combatir a unos extraterrestres dispuestos a conquistar la Tierra. Este partido de soccer lo está viendo desde su casa Dan Forrester (Chris Pratt), un maestro de biología en una secundaria, su esposa, Emmy (Betty Gilpin), y su hija de 9 años, Muri (Ryan Kiera Armstrong), junto a todos sus invitados a la cena de Navidad. 
 
Dan termina siendo reclutado para irse al futuro a pelear contra los aliens, junto a otro escuadrón de personas, sin mucho entrenamiento militar, y un curso intensivo sobre viajes en el tiempo, que incluye una explicación rápida sobre cómo es posible dar saltos hacia atrás y hacía adelante en el tiempo. Ya para este momento, uno se pregunta ¿Por qué no mejor viajar desde el futuro al punto en el pasado en donde la invasión comenzó para intentar evitarla? La respuesta, es que la película terminaría muy pronto, sin buenas escenas de acción, adrenalina, y excelentes efectos especiales. 
 
El problema del filme, es que por la mitad de la historia uno está en peligro de quedar perdido o enredado, entre un salto y otro en la línea del tiempo que recorre nuestro protagonista. A pesar de todo, la película te termina atrapando, gracias a que la historia tiene alma y sus personajes te importan, sin ponerse nunca sentimental. Y justo cuando pensamos en el primer acto que J.K. Simmons tendría nada más unos cuantos minutos en el filme, interpretando al papá de Dan, por fortuna en el tercer acto tiene un afortunado regreso, en un emocionante tercer acto. Tal vez sean por demás inverosímiles las circunstancias en que se desarrolla esta parte de la película, considerando el lugar remoto en donde tiene lugar, y la manera en que nuestros héroes llegan ahí. Pero al menos, The Tomorrow War cumple su cometido de ser un filme dominguero para entretenerte un fin de semana. ⭐⭐⭐ 
*Disponible en #AmazonPrimeVideo

JOAN OF ARC

Lise Leplat Prudhomme, la nueva -y muy joven- Juana de Arco
 

Cuando vi está película en alguna lista de "Las peores películas del 2020", no podía creer que un filme sobre Juana de Arco pudiera estar entre las numeradas. Y menos uno dirigido por Bruno Dumont. Por ello, decidí aventurarme y echarle un vistazo. Con una duración de 2 horas y 17 minutos, el caso es que, después de 30 minutos, empecé a comprobar el por qué Jeanne (su título original en francés) figuraba en la lista de lo peor. Para empezar, la elección de Lise Leplat Prudhomme para interpretar a Juana de Arco, quien tiene un rostro angelical pero que luce demasiado joven para el papel. No te la imaginas en un campo de batalla, sosteniendo una espada o aguantando una armadura. Pero ¿cuál batalla? El filme no tiene una sola escena de batalla. La única escena que pretende representar una pelea entre los franceses y los ingleses invasores, es una coreografía de soldados a caballo, tratando de emular las coreografias de Busby Berkeley de la época de oro de Hollywood, en perfecta y sincronizada armonía. Resulta interesante, pero no es lo que quieres ver en un filme sobre Juana de Arco, quien admitía escuchar voces que le ordenaban pelear por la libertad de Francia, en 1425. 
 
El filme es la adaptación de una ópera rock, titulada, precisamente, Jeanette, de ahí que el filme resulte demasiado teatral, tendiente a la inacción, y que hacia la mitad, justo cuando empieza el juicio contra Juana (filmado en la Catedral de Amiens, la cual luce en todo su esplendor), resulta excesivamente dialogado y largo. Ni como musical termina siendo rescatable la película, ya que tiene dos o tres canciones nada más, y no muy memorables. Al final, Jeanne termina siendo una película algo tediosa, con actuaciones buenas pero sin llegar a lo notable, y que a pesar de tener todas las intenciones de darle un giro diferente a la historia, me acabó aburriendo. Prefiero mil veces la versión silente de 1928, o la de 1948, con Ingrid Bergman. Incluso, la de Luc Besson, con Milla Jovovich, me gustó más. ⭐⭐ 
-Disponible en #MUBI

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