martes, 20 de diciembre de 2022

BULLET TRAIN

 

A TODA...BALA.             Brian Tyree Henry y Brad Pitt.
 

 

A pesar de estar basada en un best seller escrito por Kotaro Isaka, Bullet Train luce como un filme con un guión que fue rechazado por Guy Ritchie. Podría jugar con varias teorías del rechazo: porque su trama está confinada a desarrollarse dentro de un tren bala japonés, o por que simplemente las grandes velocidades no son lo suyo. No sé, estoy nada más jugando un poco. Sin embargo, en manos de David Leitch, el material encuentra su camino en la forma de un hiperactivo, hiperveloz, y muy parlanchín thriller para matar una tarde dominguera.

También la influencia de Tarantino es bastante palpable, especialmente en tener algunos personajes que pasan un considerable tiempo teniendo largas conversaciones sobre cualquier tonteria. Me refiero a los personajes de Tangerine (Aaron Taylor Johnson) y Lemon (Brian Tyree Henry, con un excelente acento cockney), hermanos de hecho. Entre sus temas de conversación se encuentran pláticas profundas y filosóficas sobre Tomás la locomotora (estrella de un programa infantil), por ejemplo, y cómo cada persona puede ser definida según el carácter del trenecito en cuestión. Incluso, Lemon, fan del trenecito, usa una hoja de estampas del personaje para ilustrar su teoría.

Luego de leer lo anterior, quien se anime a ver el filme puede empezar a hacerse una idea del nivel del guión de Bullet Train, en cuya autoría el mismo Isaka estuvo involucrado junto a Zak Olkewicz. No quiero decir que la película sea para niños, sino que estamos ante una historia que no presume tener un IQ elevado, ni un nivel intelectual para romperse el coco. Lo cierto, es que tenemos un filme para palomear por poco más de dos horas, ensuciarse los dedos con queso de nachos, y reir por momentos durante poco más de dos horas.

Bullet Train (por cierto, desde hace poco disponible en HBO Max también), me pareció más Guy Ritchie que Tarantino, con el nivel de entretenimiento del primero, pero sin mucho de la inteligencia y audacia de un filme escrito por el segundo. Para que se hagan una idea más clara, es como si ambos la hubieran dirigido, sólo que sin ponerse de acuerdo en varias cosas, cada uno insertando aquí y allá cosas sin mucho sentido. Por ejemplo, esa historia de fondo en la que se cuenta la historia de Lobo (interpretado sin problemas por Bad Bunny, ya que nada más dice una o dos líneas), un narco mexicano y pasajero del tren por motivos que serán revelados más adelante en la trama. Dicha secuencia termina siendo demasiado larga, y como ésta hay otros largos flash backs explicando, en la forma de mini relatos, contando historias de mafiosos rusos, yakuzas, y samurais.

Brad Pitt es quien abre el filme, caminando por las calles de Tokio, y escuchando por algún dispositivo una voz femenina (Sandra Bullock, más en voz que en cuerpo y alma), dirigiendo la operación para recuperar un portafolio en poder de Tangerine y Lemon, quienes a su vez, se encuentran escoltando al hijo de un poderoso mafioso ruso, conocido como la Muerte Blanca, teniendo que asegurarse de que llegue sano y salvo a cierto punto en Rusia. El hijo es interpretado por Logan Lerman, quien por cierto apareció junto a Pitt en Fury. ¿Coincidencia? No creo, por que luego también aparecerá Channing Tatum, quien -¡oh sorpresa!- apareció recientemente junto a Sandra bullock en Lost City. Por eso, Bullet Train es como una fiesta a donde los amigos de los amigos asistieron para hacer cameos extendidos.

La otra historia que empieza a mover las cosas dentro del tren es la de Kimura (Andrew Koji), un hombre buscando cobrar venganza contra la Muerte Blanca, por un ajuste de cuentas del pasado. Su problema, es que Prince (Joey King), una chica viajando en primera clase, no tan inocente como parece, complicará los planes de aquel.

Todo lo anterior es acelerado por un ritmo en crescendo, en donde la acción sube a un paso algo irregular debido a largos flashbacks. Una serpiente suelta ataca a algunos pasajeros desprevenidos, mientras que el portafolio termina siendo un macguffin que desatará, en resumen, el Big Bang dentro del tren. Si hay algo que distingue al filme, es el ser gráficamente violento, chuzco, y con mucho humor negro. Algo chusco, por ejemplo, es un melenudo Michael Shannon como la Muerte Blanca, apenas creíble como mafioso ruso. A pesar de todo este hiperveloz caos, con peligro de descarrilarnos y perdernos en algún enredijo del guión, es que termina siendo entretenido, bizarro por completo en su final.
En HBOMax y a la renta.

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