viernes, 17 de agosto de 2007

CINE ANIMADO: TMNT * * * *

¿Puede considerarse a la primer película animada de las Tortugas Ninja la gran entrada de la Warner, junto a su asociada japonesa, Imagi Animation Studios, al género de la animación? En mi opinión, sí y por mucho. TMNT (Munroe, 2007) es el regreso de unos personajes que fueron sensación entre el público infantil y adolescente a finales de los 1980, y que yo daba por pasados de moda. Los conocí a través de su teleserie animada, luego los vi pasar por el mundo de los videojuegos (dentro del cual siguen y nunca salieron) y finalmente, tuvieron su inevitable adaptación cinematográfica con Las Tortugas Ninja Adolescentes Mutantes (Barron, 1991). Pero su paso por el cine fue desafortunado.

La primer película, una entretenida película infantil de artes marciales, presentaba a las 4 Tortugas: Leonardo, Miguel Ángel, Rafael y Donatello (nombres inspirados en artistas del Renacimiento) y a su maestro, la rata Splinter, convertidos en unos personajes animatrónicos, creados por el taller de Jim Henson. A partir de The Secret of the Ooze (Pressman, 1991), segunda película, y Las Tortugas Ninja III (Gillard, 1993), la franquicia cayó y fue condenada al olvido. Yo nada más vi hasta el segundo filme, porque ni enterado estaba de que existiera un tercero.

A pesar de todo, nunca he dejado de considerar a las Tortugas Ninja (amantes de la pizza y que gritan “¡cowabunga!” antes de pelear) como unos personajes interesantes, simpáticos y con mucho potencial para ser explotados por el medio que sea. Ahora son rescatadas del olvido, en un filme que deja por debajo a sus inferiores predecesoras. Si bien la película tiene una concepción visual destinada al público infantil (empezando por el diseño de sus personajes), TMNT es una suerte de film noir-fantástico, como no lo había visto en mucho tiempo.

El acabado visual es impecable, y uno de los aspectos más fascinantes, es su forma de introducirnos por los rincones de una Nueva York creada cuidando hasta el mínimo detalle, en perpetuo ambiente nocturno, con vertiginosos movimientos de cámara. Resulta que ahora nuestro grupo de tortugas se encuentra fragmentado. Leonardo (James Arnold Taylor), líder del grupo, se encuentra oculto en alguna selva centroamericana, mientras Rafael (Nolan North) se ha convertido en una especie de superhéroe nocturno, atrapando a los raterillos que mantienen asolada a Nueva York. Donatello y Miguel Ángel, están uno trabajando de telefonista y el otro haciendo espectáculos infantiles.

Su inseparable compañera April (Sarah Michelle Gellar), convencerá a Leonardo de regresar, para que así luchen contra la amenaza de cuatro dioses de piedra, traídos de Centroamérica y resucitados por un excéntrico coleccionista, para que le ayuden a capturar a 13 monstruos sueltos, y así formar un ejército que le ayude a dominar el mundo.

Promisorio debut del realizador Kevin Munroe, en la película no nada más habrá climáticas peleas y buenas escenas de acción, sino una verdadera preocupación por construir un profundo enfrentamiento de caracteres entre Leonardo y Rafael.

Tal vez a este nuevo filme le costará trabajo captar la atención del público infantil, por su obscura propuesta visual y la complejidad psicológica en la interacción de los cuatro héroes y sensei Splinter, siendo quizás más atractiva para los que vivimos la época de mayor popularidad de estas simpaticonas tortugas.






EN CARTELERA: WHITE NOISE 2: THE LIGHT * * 1/2

Cuando noté el estreno de White Noise 2: La Luz (E.U.- Canadá, 2007), apenas y podía creer que fuera una secuela de la desafortunada y muy aburrida película protagonizada por Michael Keaton, White Noise (2005), sobre un deprimido padre de familia, que de pronto descubría que podía comunicarse con su esposa fallecida, a través de la televisión sin señal de canal alguno. Una atractiva idea argumental, que se fue al traste por una historia sin el más mínimo interés.

Mi sorpresa no nada más se quedó ahí, al ver que esta segunda parte no tiene nada que ver con la anterior película. Los productores, ante el desastre cometido hace 2 años, decidieron hacer borrón y cuenta nueva, para realizar un filme de terror paranormal sin complicaciones, entretenido y mil veces mejor que su predecesora.

Dirigida por el editor, guionista, productor y realizador Patrick Lussier, he aquí nuevamente a un padre de familia, Abe Dale (Nathan Fillon), atormentado por la muerte de su esposa y su pequeño hijo, asesinados a sangre fría por un loco sin razón aparente. Sin embargo, luego de un intento de suicidio para reencontrarse con su familia en el “más allá”, Abe regresa de su experiencia con el otro mundo dotado de habilidades psíquicas, que le permiten ver una luz misteriosa en las personas próximas a morir.

Esta capacidad comenzará a traerle muchos problemas, cuando empiece a salvar a todos los desafortunados a su alcance, dándose cuenta más tarde que fuerzas obscuras querrán cobrarle el favor, posesionándose de estos sobrevivientes cumpliendo una antigua y misteriosa profecía.

Es verdad que todo el asunto no suena muy original, pero acaba funcionando, ya que Lussier sabe manejar con mucha eficacia todos los convencionalismos del género. White Noise 2 es una cinta palomera de suspenso con momentos inquietantes, como aquellos de la posesión infernal de los sobrevivientes (“Mejor no me hubieras salvado”, dirá uno de ellos a Abe).

Entre los aspectos negativos del filme, en primer lugar, está la clara influencia del cine de terror oriental, presente en ya prácticamente todo el cine norteamericano del género, y White Noise 2 no será la excepción, aparte de ciertos desplantes visuales innecesarios desde el inicio.

jueves, 16 de agosto de 2007

DVD: ELVIS * * *

La biopic dedicada al “Rey del Rock’n’Roll”, Elvis “la Pelvis” Presley, Elvis (E.U., Alemania, 2005) es una muy aceptable producción televisiva, dedicada a realizar una somera revisión de la carrera musical de uno de los mayores mitos e ídolos musicales del siglo XX.

Dirigida por James Steven Sadwith, quien ya había realizado antes la biografía de otro icono de la música popular, Frank Sinatra (1992), Elvis es un telefilme que descansa completamente en la gran interpretación del irlandés Jonathan Rhys Meyers, papel que le dio el Globo de Oro por Mejor Actuación Masculina en telefilme, quien encarna a Elvis casi de manera perfecta, con buen acento sureño, poses y movimientos en el escenario (lo mejor de su trabajo), es decir, una gran caracterización. A Rhys Meyers (como a Jamie Foxx en “Ray”) nada más le faltó cantar, ya que serán grabaciones originales de Elvis las que doblen al actor.

Al ser un telefilme, no podremos esperar un trabajo del calibre de Ray (Hackford, 2004), o Walk the Line (Mangold, 2005). Elvis avanza a un paso más que seguro, lineal y apresurado, al tratar de abarcar en sus casi 3 horas de duración los momentos más relevantes de su carrera, dividiéndose el filme en una primera mitad sumamente musical, climática, muy lograda en el registro que hace del nacimiento de esta gran estrella. Sin embargo, la segunda mitad tiene un bajón notorio, menos musical y agotador, un avance rápido y resumido de varios episodios importantes en la vida de Elvis, sin que el realizador ni el guionista, Patrick Sheane Duncan, profundicen más en ellos, como ese repentino gusto de Elvis por lo esotérico en el momento más difícil de su carrera, su romance con Ann- Margret durante la filmación de “Viva Las Vegas”, y en general, sus frustrados intentos por convertirse en el gran actor que siempre quiso ser, faceta siempre frenada por los pésimos consejos y falta de sensibilidad de su manager, El Coronel Parker (estupendo Randy Quaid, también nominado al Globo de Oro).

La película evita en su totalidad la etapa “Las Vegas” de Elvis, con seguridad la peor y más decadente de su vida. En ese sentido, Sadwith prefirió quedarse con la imagen saludable, delgada y atractiva de Elvis hasta los 1960, cerrando con el especial televisivo de 1968, para luego –como todos sabemos- ir en declive. Lo importante en la trama será lo más obvio y previsible, no tanto lo musical, sino la muy conocida tendencia autodestructiva de Elvis debido a su adicción a las pastillas, cosa que acabó matándolo, al igual que reflejar en la película los excesos, su excentricidad y el gran amor que profesaba a su madre, la mujer más importante en su vida, una relación edípica que lo llegó a afectar en su vida conyugal junto a Priscilla Presley (Antonia Bernath), primera y única esposa de esta leyenda musical, que se ha negado a morir o pasar de moda.

DVD: MARIE ANTOINETTE * * 1/2

En su cuarto largometraje, Sofía Coppola, hija de uno de los últimos realizadores norteamericanos clásicos, Francis Ford Coppola, hace una experimental revisión de la vida de una de las monarcas más desafortunadas de la historia, Maria Antonieta, enviada siendo una adolescente por su madre, la emperatriz María Teresa de Austria, en la década de los 1780 (pocos años antes del estallido de la Revolución Francesa), a unirse en matrimonio con el heredero de la corona de Francia, el futuro rey Luis XVI.

Famosa por su atractivo, además porque, siendo apenas una niña, el gran Mozart -un año menor que ella- inocentemente le propuso matrimonio, después de ofrecer un concierto a ella y su familia en la corte austriaca, Maria Antonieta, siendo reina de Francia y Luis XVI, fueron tomados por sorpresa por las convulsiones sociales que darían pie a la Revolución Francesa en 1789, debido a la ignorancia de ambos en asuntos sociales, falta de visión política y a una vida lujosa de fiestas y excesos, que los conducirían a morir decapitados en la guillotina, durante la época del Terror en el año 1793.

La propuesta de Sofía Coppola (además de realizadora es actriz, guionista y productora), es arriesgada. En las proyecciones del filme en el Festival de Cannes 2006, en donde estuvo nominada a la Palma de Oro y ganó el Premio de Cine otorgado por el Sistema Nacional de Educación Francés, la película no fue muy bien recibida, llevándose incluso una rechifla al final por parte del exigente público galo, quienes se sintieron ofendidos por el frívolo retrato que se hizo de uno de sus personajes más icónicos e internacionales, a pesar de los buenos comentarios que Coppola obtuvo con su anterior película, Perdidos en Tokio (2003).

Figura abordada en el pasado en filmes como Marie Antoinette (W.S. Van Dyke, 1938), Marie-Antoinette reine de France (Jean Delannoy, 1956), etc, la película de Sofia Coppola, Maria Antonieta (E.U., 2006) tuvo su debut en Cannes. A la crítica francesa tampoco gustó mucho el retrato de adolescente atormentada y moderna chica que “sólo-quiere-divertirse” que Sofía Coppola quiso hacer en su filme, por cierto, producido por Francis Ford Coppola.

Si bien las intenciones de Sofia Coppola no son, evidentemente, el hacer una biopic histórica al 100 por ciento, lo cierto es que también hay detalles que no terminan de cuadrar del todo, en una película ambientada en plena época del Iluminismo francés, durante la segunda mitad del siglo XVIII. La película presume una ambientación cuidada en todo detalle, desde el gran trabajo de diseño de vestuario, pasando por maquillaje, peinados, diseño de producción y uno de los puntos más a su favor: haber filmado en auténticas locaciones, como el Palacio de Versalles, cuyos muros atestiguaron los hechos reales que la película intenta narrar, así como la sufrida estancia de la infortunada jovencita Maria Antonieta. Interpretada por Kirsten Dunst, muy en su personaje, una actriz cuyo físico da para mujeres de cualquier época, Maria Antonieta será llevada por la fuerza a Francia para casarse, en una estrategia política, con Luis Augusto, futuro rey Luis XVI.

El punto es que, con todo lo anterior, no acaba de convencer mucho ese deseo experimental de Coppola de colocar, dentro de una banda sonora de música neoclásica, extractos de canciones pop y algunas más rockeras. Es algo bizarro, simplemente aquello se siente, por demás, fuera de lugar en una película dedicada a un personaje como Maria Antonieta, con una relevancia histórica que va de la mano de los estragos que sufrió en carne propia durante la revolución y su ejecución junto a Luis XVI, interpretado por el primo de Sofía Coppola, un muy esforzado Jason Schwartzman.

El guión, escrito por la misma Sofía Coppola, evita darle a su Maria Antonieta un final tan trágico como el de su decapitación, aunque vale decir que en sus últimos diez minutos la película se cae, más bien, por cierta falla de continuidad, finalizando de tajo y sin abordar a fondo las consecuencias de su inexperiencia durante su reinado.

Lo que al parecer quiso hacer Sofía Coppola, es ofrecer el retrato de una “pobre” y moderna chica de la nobleza, que sufría las presiones de la emperatriz de Austria para concebir un hijo con Luis, puesto aquí como un joven tímido e impotente en la cama, temeroso e indiferente sentimentalmente hacia su esposa. María Antonieta sólo deseaba salir a divertirse, escuchar ópera en París, romper con los esquemas y protocolos de una nobleza en la cual nunca encajó del todo y, porqué no, tener una aventura romántica de paso.

A pesar de estar respaldada por su intachable producción, la cinta no es más que una superficial aproximación hacia Maria Antonieta como reina de Francia, más cercana a la “agitada” vida de socialité de una actual chica de la nobleza: puro ocio y diversión. ¿Será que los tiempos no cambian?

ALPHA DOG * * *

Resulta impresionante que luego de ofrecernos un melodramón romántico bastante efectivo, como The Notebook (2004), el actor y realizador Nick Cassavetes de un salto kilométrico para traernos ahora un duro drama juvenil en Alpha Dog (E.U., 2006), en el que busca retratar con cierto realismo los líos entre pandillas de jóvenes consumidores y traficantes de drogas, basada en el caso real del traficante de drogas más joven buscado por el FBI, Jesse James Hollywood.

La película es todo el caso dramatizado, presentando a cada momento personajes nuevos, enterándonos a través de letreros de información de lugares, horas, fechas y testigos de algo que en un inicio, si no estamos enterados del caso de James, parecerá desconcertante al no saber hacia donde nos lleva toda esta información. Sin embargo, poco a poco las piezas de este rompecabezas se irán armando, conduciéndonos hacia una probable e inminente tragedia.

El relato es sobre chicos pretendiendo ser gangsters peligrosos, con sus códigos de honor y deseos de vengar con sangre deudas y traiciones. El filme de Cassavetes (con un guión también es de su autoría) tiene un buen inicio, aunque en todo su desarrollo me pareció algo cansado, largo, hasta un final en verdad inquietante, en el que veremos las consecuencias del comportamiento de estos chicos y chicas, atrapados por su adicción a las drogas, su deseo irrefrenable de divertirse, tener sexo y fiestas. Mientras, los adultos (tan inmaduros como los mismos jóvenes) están en segundo plano, observando de lejos cómo sus hijos se pierden en el vicio, la vagancia, la violencia y delincuencia.

La influencia del realizador y fotógrafo Larry Clark y sus crudos filmes sobre la juventud norteamericana se nota, en especial el de Bully (2001), relato sobre unos jóvenes que planean un asesinato como venganza. Cassavetes no tiene la contundencia de Clark, aunque sabe cómo hacer que todo su reparto juvenil luzca natural y convincente. Johnny (Emile Hirsch) es el implacable joven traficante de drogas, que buscará cobrarle una deuda monetaria a uno de sus mejores amigos (Jake Mazursky, sobreactuado) secuestrando a su hermano menor, Zack (muy bien Anton Yelchin).

Aunque al principio Zack estará asustado, poco a poco empezará a sentirse a traído hacia la “relajada” vida de la pandilla de Johnny, llena de drogas, diversión, interminables fiestas y chicas guapas. El problema para Zack, es que todo ese paraíso se acabará si su hermano no paga su deuda, o hasta que Johnny y su brazo derecho Frankie (Justin Timberlake), se decidan que hacer con él. Por supuesto, los padres (pequeña participación de Bruce Willis y Sharon Stone) tanto de Johnny como de Zack, estarán preocupados por no saber en qué ira a parar todo esta situación, que minuto a minuto se torna peligrosa.

Lo mejor de la película, es el buen desempeño de todo el reparto juvenil, al igual que el toque de falso documental que Cassavetes le imprime a la película. Nadie quedará sin culpa en el inquietante desenlace, nadie quedará sin castigo, ni siquiera emocional, con padres sufriendo por los errores cometidos. Con todo y sus fallas en el ritmo de su narración, quizás lo más notable del trabajo de Cassavetes es su intento por hacer un reflejo honesto sobre cómo las drogas golpean a la juventud nihilista de este nuevo siglo.

miércoles, 15 de agosto de 2007

CINE ANIMADO: THE SIMPSONS MOVIE * * * *

Tardó mucho tiempo en materializarse, pero después de 18 años en televisión Los Simpson, la serie animada más exitosa de los últimos tiempos, por fin ha tenido su tan ansiada y esperada adaptación cinematográfica en Los Simpson: La Película (The Simpsons Movie, E.U., 2007). Está de más aclarar que, como su trailer lo indica, el filme es en 2-D, es decir, en su tradicional animación bidimensional, y no como se especulaba una película con actores de carne y hueso, o incluso, una versión tridimensional trabajada digitalmente, como pudo verse en un capitulo de la serie, cuando Homero y Bart son tragados por un portal a un espacio en 3 dimensiones.

En ese sentido, todo apunta a que veremos en pantalla grande algo así como un capítulo televisivo extendido, de hora y media de duración. La verdad sea dicha, no está lejos de ser así, al menos en lo que a guión se refiere, ya que la película es una más de las aventuras de la amarillosa familia en Springfield, con uno más de sus toques de ciencia ficción, así como su mordaz crítica al “american way of life”, al gobierno, al ciudadano norteamericano promedio; la burla a la ignorancia y a la torpeza, esto último encarnado en la verdadera estrella del filme, no Bart Simpson, el primogénito, sino Homero Simpson, su padre.

Si por algo vale mucho la pena ver este primer filme de los Simpson, creados en 1989 por Matt Groening, primero en forma de pequeños cortos animados que aparecían en los intermedios de un talk show, no es nada más para ver varios de los incontables gags que el grupo de guionistas, como James L. Brooks y el mismo Groening, tenían archivados desde hace tiempo, sino para apreciar el tratamiento digital que los realizadores aplicaron a muchos elementos de la película, no muy novedoso en el sentido de que la teleserie animada Futurama (también creada por Groening) también goza de este tratamiento digital, pero hace que los Simpson luzcan modernos, renovados visualmente hablando.

La película narra cómo los habitantes de Springfield, no se han dado cuenta del golpe a la ecología que están provocando al contaminar su lago, arrojando toda clase de porquerías, provocando así un caldo radiactivo impresionante. Homero no se quedará atrás y pondrá su granito de arena, cuando luego de adoptar un cerdo como mascota, tenga la soberana ocurrencia de arrojar los desechos del animalito (que no serán pocos) al lago, provocando monstruosas y asquerosas consecuencias. Su proeza llegará hasta Washington, donde nada menos que Arnold “El Governator” Schwarzenegger se encuentra ocupando la silla presidencial, ocasionando que una organización especialista en cataclismos ambientales, la EPA, encapsule a Springfield con todo y habitantes.

Los Simpson se las arreglarán para escapar a Alaska, antes de que Homero acabe linchado por los enardecidos springfieldianos, teniendo además otros problemas de carácter doméstico, como ver que a Bart cada vez más le gusta la idea de tener a Flanders como padre.

He sido un seguidor de la serie desde sus inicios, y si muchos hemos criticado al programa de haber bajado la calidad de sus historias, debo admitir que con su película los Simpson vuelven a la vida, dando el repunte ideal para que uno vuelva a dirigir la atención a la teleserie. La película es muy divertida. Al inicio es difícil dejar de reir con las imparables tonterías y cochinadas que Homero hace y dice, sin bajar la guardia un solo momento.

Hay situaciones de puro delirio, como aquella pesadilla que tiene Homero con la canción del “Puerco Araña” de fondo, pero lo cierto es que todos los miembros de la familia tendrán su oportunidad de lucirse: Lisa como una especie de política-ecologista estilo Al Gore, Bart apareciendo como Dios lo trajo al mundo, en una de las mejores escenas de la película, Marge sin cambiar en su papel de mamá angustiada y desesperada, y la bebé Maggie todavía sin decir palabra alguna, pero teniendo su momento al salvarle el pellejo a la familia, en un momento crucial.

Todos vemos algo de nosotros en la familia Simpson en algún momento. Si hay algo que siempre sale a relucir en ellos, por encima de tantos problemas, dificultades y tonterías de su par de elementos masculinos (léase, Homero y Bart), es la parte cálida y familiar que al final les ayuda a salir adelante. El mensaje de unión familiar.

++ Matt Groening ha confesado haberse inspirado en su propia familia a la hora de concebir a la disfuncional familia Simpson.
++ En un principio, los Simpson iban a ser una familia negra, pero para evitar polémicas raciales se decidió por un fuerte color amarillo.

martes, 14 de agosto de 2007

CINESPAÑA: INCONSCIENTES * * * *

El quinto largometraje del realizador catalán Joaquín Oristrell, Inconscientes (España-Alemania-Italia-Portugal, 2004) es una comedia romántica que demuestra una vez más el gran nivel que puede tener la cinematografía española en dicho género. Oristrell (Barcelona, 1958) ha destacado por su desarrollo de la comedia tanto en cine como en televisión, género en el que ha llegado a trabajar más como guionista, con ejemplos que se han salido un poco de su trayectoria cómica, como el thriller erótico Entre Las Piernas (Manuel Gómez Pereira, 1999), adaptación por cierto de la novela homónima de su propia autoría.

Nominado en numerosas ocasiones al premio Goya y ganador del mismo por Mejor Guión de Todos los Hombres Sois Iguales (dirigida y coescrita junto a su habitual colaborador Manuel Gómez Pereira), en Inconscientes (que llega con sumo retraso a las pantallas mexicanas como sucede siempre con el cine español) Oristrell forma equipo con su brazo derecho en la escritura de guión, Dominic Harari, con quien ya había colaborado en Novios (1999) y Sin Vergüenza (2001), llevando a cabo una hábil y bien ejecutada mezcla de géneros, que van de la más clásica screwball comedy de Hollywood, a la trama detectivesca estilo whodunit.

Por si fuera poco, la película es toda una historia de época respaldada por una notable producción, ambientada en la Barcelona de principios de siglo XX, exactamente el año de 1913, justo cuando Sigmund Freud estaba causando furor y controversia por sus revolucionarias teorías del psicoanálisis. Hasta Viena se trasladará el matrimonio formado por Alma (Leonor Watling) y León (Alex Brendemühl), este último un psiquiatra deseando conocer a Freud, de quien se vuelve un seguidor y estudioso de sus ideas.

Alma es una atractiva chica adelantada a su tiempo. Para empezar, es inteligente, culta, ha leído y se ha documentado bastante de las últimas corrientes en psicología. El problema es que pronto verá que su esposo tiene un comportamiento extraño, y éste la abandonará embarazada, fugándose luego de la publicación de su libro-manual sobre la histeria femenina, campo en el que Freud realizó los más profundos estudios.

En ese sentido, Inconscientes tendrá en sus personajes femeninos a los más logrados y graciosos, siendo la actuación de Leonor Watling la más llamativa, quien con su belleza de aire inocente, hace una genial pareja protagónica junto al gallego Luis Tosar, éste interpretando a Salvador, cuñado de Alma, quien se encuentra perdidamente enamorado de ella. Ambos emprenderán la búsqueda de León, su gran amigo y compañero de universidad, descifrando las claves del libro sobre la histeria e indagando entre algunas de sus pacientes: una paranoica actriz de películas eróticas sadomasoquistas, una mujer que intentó matar a su marido y se encuentra recluida en un manicomio, una chica bisexual y otra adicta a la heroína.

Luis Tosar es un gran actor de carácter que ha dado su primer paso en Hollywood este año con Miami Vice, especializado-encasillado en villanos y casi siempre encarnando al “malvado” de la película, como en El Lápiz del Carpintero (Reixa, 2003) o Te Doy Mis Ojos (Bollaín, 2003). Aquí, Tosar cambia drásticamente de papel y da vida a Salvador con toda la gracia que su inherente dureza puede dar, formando junto a Leonor Watling la típica pareja-dispareja romántica de la filmografía de Oristrell, como la de su guión para El Amor Perjudica Seriamente la Salud (Gómez Pereira, 1996).

La cinta tiene unos diálogos graciosos e ingeniosos. A pesar de que ostentan una jerga sobre psicología, más bien, Oristrell y Harari utilizan dicha jerga científica para aderezar más los diálogos y dotarlos de un tono sarcástico muy noble. Dentro de la sencillez y funcionalidad de la realización, toda el alma de la película está en los diálogos y en la manera en que su par de geniales actores los intercambian, siendo la secuencia que termina en el restaurante, con Salvador bajo los efectos de la hipnosis y justificándose ante su suegro, el Dr. Mira (Juanjo Puigcorbé, actor fetiche de Oristrell), por la fracasada relación conyugal que lleva con su hija (Nuria Prims), mientras se escucha al piano nada menos que la melodía mexicana “Cielito Lindo”.

Otros puntos a favor de Inconscientes, es la inteligente manera de utilizar las locaciones urbanas de Barcelona, sacando un total provecho de la fantástica arquitectura modernista de Gaudí y la Belle Époque española, tanto en interiores (por momentos kitsch) como en exteriores, todo como un perfecto reflejo metafórico de la genialidad y locura, del amor fou y su historia de líos amorosos, entre esta pareja de enamorados.

CINE ANIMADO: A SCANNER DARKLY * * * 1/2

Con A Scanner Darkly (E.U., 2006), reciente filme de Richard Linklater, realizador que ha dedicado la mayor parte de su filmografía a plasmar las inquietudes, sueños y conflictos de la juventud moderna (Antes del Amanecer/1995, Antes del Atardecer/2004), se vuelven a superar los límites en cuanto al género animado se refiere, así como a plantear sus alcances tecnológicos.

Basada en la novela homónima del imprescindible escritor de ciencia ficción, Philip K. Dick, (publicada en 1977), es un libro que Terry Gilliam y Charlie Kaufman quisieron adaptar mucho antes al cine, sin que nada se concretara. A Scanner Darkly es una aproximación de Philip K. Dick a sus propias experiencias con las drogas, relato alejado un poco de las distopias futuristas planteadas en Blade Runner (Scott, 1982) o Minority Report (Spielberg, 2002).

En A Scanner Darkly sigue presente la policia, afectándose a sí misma por sus propios métodos, o más directamente, por lo que está intentando perseguir o eliminar, como sucede con el protagonista, un detective de narcóticos, Bob Arctor (Keanu Reeves), realizando encubierto una investigación, para dar con el fabricante de la Sustancia D., una droga en forma de cápsulas, a la cual él mismo es adicto.

Para su adaptación de la obra, Linklater ha recurrido por segunda vez a la impresionante técnica del rotoscopio, tal y como lo hizo en la delirante Waking Life (2001), que prácticamente transforma una película con actores de carne y hueso, en un versátil filme animado. Si Waking Life lucía como una pintura viviente, A Scanner Darkly es como un auténtico cómic vitalizado, inspirado en el estilo visual de artistas como Mike Mignolla, en un minucioso trabajo que consistió en redibujar digitalmente, cuadro por cuadro, a los actores, para transformarlos en dibujos animados, que de todas formas conservan su actuación intacta.

En cuanto a la historia, A Scanner Darkly es una crítica al gobierno y a las instituciones, a la invasión de la privacidad, en una sociedad orwelliana en donde la policia observa con cámaras los movimientos de cada persona y escucha sus conversaciones. La cinta no está desposeída del toque juvenil propio de Linklater, en el que casi todos los adultos son como alocados adolescentes, tontos, bromistas, simplones en varios instantes, como las vulnerables víctimas de las drogas y del corrupto sistema que las produce.

Linklater extrae del libro lo que en verdad desea: mostrar a una juventud embrutecida y afectada por las drogas. Aunque también es verdad que el deseo de experimentar con la técnica del rotoscopio hasta sus últimas consecuencias, de concentrarse demasiado en el aspecto visual, le trae limitantes en el desarrollo del argumento, en una cinta de todas formas fascinante que, al menos por ahora, está lejos de convertirse en material de culto. Ya el tiempo dirá.

DVD: THE ASSASSINATION OF RICHARD NIXON * * * 1/2

El título podría ser un poco engañoso. Contrario a lo que uno pueda imaginar, El Asesinato de Richard Nixon (The Assassination of Richard Nixon, E.U.-México, 2004) no es el típico thriller político hollywoodense, de producción descomunal. En realidad, este primer largometraje del realizador Niels Mueller, producido por los mexicanos Alfonso y Carlos Cuarón, así como por Leonardo DiCaprio y Alexander Payne por la parte norteamericana, nos enfrenta con una magnífica actuación de Sean Penn.

En este pequeño drama psicológico, Richard Nixon, presidente número 37 de los E.U., se convertirá en un personaje más a través de sus apariciones en imágenes de archivo, que darán cuenta del que fuera su último y más desastroso año en el gobierno, visto desde la depresiva mirada de un obsesivo, impaciente y mediocre vendedor, Sam Bicke (Sean Penn, adelgazado y con pupilentes marrones).

Basada en hechos reales, en la película observamos la magistral construcción que hace Sean Penn de su personaje, al que dota de un sinfín de estupendos detalles físicos y emocionales, hablándonos así del deterioro emocional que va sufriendo este sujeto megalómano, que nos recordará al explosivo y antisocial oficinista interpretado por Michael Douglas en Falling Down (Schumacher, 1993).

Separado de su esposa (Naomi Watts), con tres hijos y el sueño de montar algún día su negocio de venta de llantas, junto a su único amigo (Don Cheadle), el inestable Sam toma por necesidad, y para demostrarle su ex esposa que todavía sirve para algo, un trabajo de vendedor de muebles de oficina, que odia porque, según él, es un empleo en el que nada más triunfan los mentirosos.

“Al nuevo esclavo se le llama empleado”, dirá Sam con cierta actitud revolucionaria, desafiando al sistema de una manera inocente y algo patética, especialmente en aquella divertida escena en que le proponga a un jefe de los Panteras Negras que cambien su nombre por el de “cebras”, implicando la aceptación de blancos para así incrementar su alcance político. Mientras, en su mente delirante, irá maquinando el asesinato perfecto del presidente Nixon, dejando toda la crónica en una cinta grabada, que planea enviar al compositor Leonard Bernstein. Es decir, estamos ante un tipo que no se conforma con cualquier cosa.

¿Una feroz crítica hacia el sistema político-económico de Nixon? ¿Bicke fue una de sus víctimas, o lo fue de su propia locura y hastío existencial? Son algunas preguntas que plantea este notable filme debut de Mueller, fotografiado magníficamente por el mexicano Emmanuel “Chivo” Lubezki, exhibiendo una gran destreza en la cámara portátil al filmar la torturante cotidianeidad de Bicke.

domingo, 12 de agosto de 2007

CINE ANIMADO: RABBIT OF SEVILLE * * * * *

Protagonizada por Bugs Bunny y el cazador Elmer, Rabbit of Seville (E.U., 1949) fue una más de las parodias operísticas que ambos personajes protagonizaron, ya que también se les colocó juntos en la divertida adaptación de varias óperas de Wagner en What’s Opera Doc?.

Dirigida por el genial Chuck Jones, el corto arranca cuando Bugs y Elmer, en una de sus eternas persecuciones, irrumpen accidentalmente en un auténtico escenario teatral de El Barbero de Sevilla. Sin más, ambos se disfrazan de los personajes principales, e improvisan la famosa obertura de esta obra de Rossini, dentro de la Barberia. Se nota claramente la influencia del Gran Dictador (Chaplin, 1940), con su estupenda y memorable escena de la barbería. Bugs Bunny hace una rutina similar al barbero judío creado por Chaplin, sentando a Elmer en el sillón, le hará una comiquísima rasurada y corte de pelo, todo al compás de la famosa obertura.

Bugs hará sufrir a Elmer bastante: hará crecer flores en su calva, le aplicará un tratamiento de piel usando concreto, le quemará la cara con una toalla caliente, etcétera. El corto es un prodigio en la historia de las animaciones cómicas (número 12 en la lista de los 50 mejores filmes animados), dirigido con maestría, gozando de un buen ritmo, sincronizando a la perfección cada una de las acciones cómicas con la música.

Los gestos de experimentado barbero de Bugs Bunny en todas las coreografías que ejecuta, su habitual travestismo para seducir a Elmer, su sadismo de siempre para hacerlo sufrir, es decir, las típicas rutinas cómicas se adaptan paródicamente a la ópera. Muchos de estos cortos animados de la Warner, es evidente, se producían como una respuesta chusca a los filmes animados producidos por Walt Disney, que por esa época había tenido éxito con Fantasía (1940), serie de adaptaciones de arias de opera en cortos animados fantásticos.

Rabbit of Seville, con una estupenda orquestación musical a cargo de Carl Stalling, tiene un estruendoso final, cuando Bugs y Elmer, simulando casarse teniendo de fondo la “Marcha Nupcial” de Mendelssohn, suben hasta el lugar de los tramoyistas y el conejo lo dejará caer para que el calvo cazador aterrice en un gran pastel, con la leyenda escrita: “Las Bodas de Figaro”, aludiendo a una de las famosas óperas de Mozart. Si cuenta con el canal Cartoon Network, donde se transmiten cada noche los cortos animados de Bugs Bunny y los Looney Toones, vale la pena revisar este divertido corto.

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