viernes, 14 de agosto de 2009

PUBLIC ENEMIES * * * *

Michael Mann retoma la historia de John Dillinger, logrando una fascinante película de policias y ladrones, con un toque anacrónico y filmada con tecnología digital.


En un momento sublime de Public Enemies (2009), el más reciente thriller dirigido por el especialista en el género Michael Mann, uno de los más famosos roba bancos en la historia de Estados Unidos, John Dillinger (magnífico Johnny Depp) observa una escena de Manhattan Melodrama (1934), en la que la bella Myna Loy le dice al gangster interpretado por Clark Gable: “Adiós ‘black bird’ ”. Dillinger observa casi en trance esta imagen, recordando a su amada Billie Frechette (Marion Cotillard), minutos antes de morir abatido por la policia afuera de ese cine.

En Public Enemies, Michael Mann regresa al formato digital, siendo este su tercer filme desde su experimento técnico en Collateral (2004). Siento que a Mann le falta todavía mucho por afinar y concretar dentro del formato digital. Para la filmación de esta película, Mann usó cámaras de alta definición Sony, combinando también celuloide tradicional. El resultado: una fascinante historia de gángsters, que nos lleva al Estados Unidos de la gran Depresión en los años 1930, para narrarnos nuevamente en cine la historia de John Dillinger, un roba bancos que fue el dolor de cabeza de la policia, debido a sus constantes fugaz de prisión.

Michael Mann consigue una película con un toque anacrónico, en especial por su banda sonora. Lo mismo tiene canciones antológicas de Billie Hollyday (Love Me or Leave Me, The Man I Love, Am I Blue?, por ejemplo), o a Diana Krall interpretando Bye Bye Black Bird con un estilo moderno, como un poco de rock, combinada con la portentosa banda sonora original escrita por Elliot Gondenthal.

Está fuera de discusión, que lo mejor en una película de Michael Mann siempre son las escenas de acción y tiroteos. En esta ocasión hay mucho plomo, persecuciones y violencia. La película abre con la adrenalínica fuga de Dillinger de prisión (rodada en el lugar original) junto a miembros de su banda, tan sólo una pequeña muestra de lo que vendrá después, es decir, suspenso bien construido y en estado puro. Hay momentos en que uno siente que la historia podría estar desarrollándose en la época actual, debido a que la película tiene una mínima ambientación de época, que se reduce a una buena cantidad de autos de época, un gran diseño de vestuario, peinados y pocos elementos más.

Lo que importa a Mann, es situarnos justo al lado de los gángsters y policias, en las fugaces escenas de los robos, donde lo más importante para Dillinger era recurrir a la violencia lo menos posible, y nunca matar a nadie. Estamos en medio del acecho de los policias a la banda de Dillinger, perseguido por el frío teniente Melvin Purvis (Christian Bale, estupendo), sentimos las balas pasar cerca de nosotros.

Public Enemies es una película, además, esencialmente masculina. Los personajes femeninos y su participación quedan reducidos a su mínima expresión. Es también el retrato de una época turbulenta, vista a través de la tecnología más moderna de principios de siglo XXI. La época de los primeros años del FBI, dirigida por su fundador (y uno de los más grandes ladrones que haya visto el gobierno estadounidense), Edgar G. Hoover (Billy Cudrup), iniciando, como dice en una escena, su “guerra contra el crimen organizado”.

El problema que sigo teniendo con Michael Mann, un director que, de todas formas, siempre me ha agradado, es que este cambio a la tecnología digital sigue arrastrando ciertos problemas en la narrativa de sus películas. No es que Public Enemies sea difícil de seguir, sino que su narración es rígida, poco inspirada. A veces sentía que el suspenso en lugar de crecer, iba más bien en declive. De hecho, es en el inicio y el final del filme, en donde está lo mejor, narrativamente hablando, de Public Enemies.

Y creo que no ayuda mucho la irregular fotografía digital y analógica empleada por Mann. Junto a impresionantes escenas de día, en las que realmente se nota la calidad digital y la alta definición que te deja sin aliento, las escenas nocturnas son las que siguen sin soportar bien el formato digital, con una baja calidad visual. Pero ya es un hecho que Michael Mann (junto a George Lucas), tiene su lugar como pionero en el uso de la tecnología digital en la filmación de sus películas, que según cuentan, es mucho más económica.

++Lo mejor: las escenas de persecuciones y tiroteos, como es costumbre en una película de Michael Mann.
++Lo peor: lo irregular de su fotografía digital.




jueves, 13 de agosto de 2009

PEANUTS, EL CINE Y LOS MEDIOS.


(Publicada originalmente el 15 de agosto de 1962)

Aquí tenemos a Charlie Brown escribiendo una carta más a su amigo por correspondencia. En esta ocasión, Charlie Brown le envía buenos deseos para este verano a su amigo y...un mensaje por adelantado para el próximo otoño.

EN EL MUSEO

Retrato del actor Dennis Hopper, realizado por Jérôme Bonnet, y que forma parte de la exposición World Press Photo 2009.






Se acaba de inaugurar el pasado 7 de agosto en el Museo Franz Mayer, en la Ciudad de México como cada año, la exposición del World Press Photo 2009, donde se exhibe lo mejor del fotoperiodismo mundial realizado durante el año 2008.

Si bien el tema cinematográfico no es el fuerte, cabe destacar un retrato del actor Dennis Hopper, realizado por el fotógrafo Jérôme Bonnet, para la agencia Corbis Outline, ganador del segundo lugar en la categoría de "Retratos Individuales". Fue publicado en el diario francés Liberation, y lo que me sorprendió es ver que Hopper, a sus 72 años, luce excelente, a pesar de sus problemas en el pasado con las drogas. El retrato es una obra minimalista, con apenas un par de elementos para escenifar la foto, una mesa y un sillón de tipo restaurante. El motivo del retrato, fue la visita de Hopper a París en octubre pasado, con motivo de una retrospectiva de su trabajo en la Cinémathèque Francaise. Lo mejor, es que la foto exhibe la vulnerabilidad de una gran figura del cine como lo es Dennis Hopper, quien trabajó junto a James Dean en Rebel without a Cause (1955), así como también dirigió y actuó una roadmovie icónica de los 1960, Easy Rider (1969).

Por otro lado, la exposición es bastante recomendable -como de costumbre-, con fotografías que impactan por su crudeza visual, como aquellas de los asesinatos en una estación de tren en la India, o imágenes de las víctimas del terremoto que asoló China el año pasado. Lo que más me gustó ahora, es que la exposición fue montada en los pasillos que se encuentran alrededor del área de la fuente, lo que hace más cómodo apreciar las fotos, sin que la gente se aglomere tanto, como sucedía en la sala principal.

Para más información, visitar la página del Museo Franz Mayer y la página oficial del World Press Photo.

miércoles, 12 de agosto de 2009

Y... ¿CÓMO LE PONEMOS?

"Por fortuna no la titularon 'Tres Hombres y un bebé...aventuras en Las Vegas' "







En esta semana de escasos estrenos (tan sólo 4), comentaremos un par de títulos. De hecho, son dos comedias, que en esta ocasión no nos han dado tantos dolores de cabeza como en otras ocasiones. Primero, una película infantil, Aliens in the attic, que mezcla personajes animados con acción real. En español ha quedado como "Pequeños Invasores", un título que no me convence mucho. La palabra cliché “invasores” se ha utilizado en numerosas ocasiones en esta clase de películas. Es decir, siempre que haya extraterrestres de por medio, estos deben ser “invasores”. La traducción literal hubiera sonado bien, “Extraterrestres en el desván”. Si la palabra “desván” suena muy técnica, algo como “Extraterrestres en casa” hubiera sido otra buena opción. Como sea, la película ha tenido pésimas valoraciones. Aquí van algunos ejemplos de títulos en otros países. Por cierto, Brasil utilizará el mismo título español.

Пришельцы на чердаке - Rusia
De kom fra rommet Norway Exogiinoi sti sofita - Grecia
Les Zintrus - Francia
Ullakkojengi - Finlandia
Vreemde gasten - Holanda

Por último, la comedia de tema "Las Vegas", The Hangover, que en español ha quedado decentemente titulada “Resacón en las Vegas”. Me gusta lo de “resacón”, aunque siento que está de más agregar el lugar donde ocurre la trama. ¿Será que simplemente mencionar a Las Vegas siempre resulta atrayente en el cine, sea la película que sea? Con Ocean’s Eleven no hubo necesidad de agregar “Las Vegas” en los títulos en español, tanto en la original como en su remake, que quedaron como “La cuadrilla de los once” y “Hagan juego”, respectivamente. Sorprendentemente, he visto que la película tiene muy buenas valoraciones. Habrá que verla. Bueno, para no perder la costumbre, aquí van algunos títulos empleados en otros países:

Hangover - Alemania y Noruega
Мальчишник в Вегасе - Rusia
A Ressaca - Portugal
Baksmällan – Suecia
Felekten bir gece Turquía
Kac Vegas - Polonia
Kauhea kankkunen - Finlandia
Lendemain de veille - Canadá
Másnaposok - Hungría
Mamurluk - Croacia
Mamurluk u Vegasu - Serbia
Marea mahmureala - Rumania
Pagiras Latvia Pagirios Las Vegase - Lituania
Parba ve Vegas – República Checa
Se Beber Não Case - Brasil
Tømmermænd i Vegas – Dinamarca
The Hangover - Grecia
Una notte da leoni - Italia
Very Bad Trip - Francia (extraño título el que eligieron)
Vo stvorici po opici - Eslovaquia.

Terminamos con un par de películas que han quedado bien títuladas. Public Enemies, la más reciente película del especialista en thrillers adrenalínicos Michael Mann, ha quedado bien como “Enemigos Públicos”. Mientras, la producción brasileña O ano em que meus pais saíram de férias, ambientada durante el Mundial de Fútbol México 1970, ha quedado estupendamente como “El año en que mis padres se fueron de vacaciones”, que es, de hecho, la traducción exacta del título original.

KUNG FU PANDA * * * *

Kung Fu Panda, es una película animada de artes marciales que, sin tener nada que ver con el anime, logra una divertida adaptación de las clásicas películas chinas de kung fu.

Creo que no veía una película animada de la Dreamworks verdaderamente graciosa y conseguida desde el primer Shreck (2001). Me refiero a Kung Fu Panda (2008), una película animada de artes marciales, que no tiene nada que ver con el anime japonés, ni nada parecido. Sus pretensiones no son cien por ciento paródicas, sino tomar como primer punto de referencia películas de artes marciales chinas, para adaptarlas en una historia protagonizada por animales representativos de aquel país. Como su título indica, el protagonista principal es un panda, animal icónico de China.

La historia es una clásica trama en el género de las artes marciales: el inocente y torpe personaje, que por accidente llega a un templo kung fu, para luego mostrar un talento innato en esta disciplina y acabar siendo entrenado por un estricto maestro. Lo interesante en Kung Fu Panda, es ver el tortuoso camino que deberá recorrer Po (voz de Jack Black), un enorme y gordo panda, para que crean en él y, además, pueda creer en sí mismo. Po es un fan irredento de las historias de artes marciales y de las aventuras de un grupo de maestros de kung fu: una tigresa (voz de Angelina Jolie), un mono (voz de Jackie Chan), una mantis (voz de Seth Rogen) y una cobra (voz de Lucy Liu), a su vez entrenados por el estricto maestro Shifu (voz de Dustin Hoffman).

La película empezó a sorprenderme desde su secuencia inicial, cuando se nos muestra cómo Po sueña ser uno de estos héroes. La secuencia está brillantemente dirigida, y nos hace saber que una de las preocupaciones de sus realizadores, Mark Osborne y John Stevenson, ha sido la acción, las peleas y las coreografías. Kung Fu Panda es una película de ritmo ágil, no nada más por las acciones de sus personajes, sino por su brillante edición, en magníficas transiciones que, entre otras cosas, nos llevan de un bello paisaje a otro, inspirados en la pintura china.

“Nada es accidental” es la máxima del infaltable maestro sabio, representado aquí por una anciana tortuga (voz de Randall Duk Kim). Esta máxima oriental, servirá para que Po, hijo adoptivo de un ganso vendedor de tallarines, sea tomado en cuenta para ser entrenado por Shifu. Po nunca lo pidió, pero acaba aceptando su destino, para ser el poderoso guerrero que enfrente a Tai Lung (voz de Ian McShane) que amenaza la paz de la comarca. Antiguo alumno de Shifu, Tai Lung es un leopardo de las nieves tibetano, quien, por orgullo, decidió pasarse al “lado obscuro de la fuerza”.

Como decía, argumentalmente no estamos viendo nada nuevo, pero lo destacable en este trabajo de la Dreamworks, es cómo el relato ha sido adaptado notablemente a una historia infantil. No tiene otra pretensión que entretener y divertir por cerca de hora y 20 minutos de duración. Además, es magnífico el manejo del slapstick, en la obesa figura de Po. No hay escena en la que aparezca el panda que no haya robado mi atención; en la que Po no haga una tontería sin haberme hecho, al menos, esbozar una sonrisa. Mucho ayuda el gran trabajo que hace Jack Black al darle la voz al personaje.

Junto al gracioso panda, a las magníficas escenas de acción (la pelea del puente o el escape de Tai Lung de prisión, se cuentan entre lo mejor) y, en especial, el soberbio diseño visual de la película (artistas chinos tuvieron participación), lo mejor de Kung Fu Panda es lo bien que sus realizadores asimilaron las convenciones del cine de artes marciales, con guiños a Kill Bill o a Crouching Tiger, Hidden Dragon (¡Ése vuelo de nuestros héroes sobre los techos de las casas¡), sin necesidad de caer en parodias simples o malos gags.

lunes, 10 de agosto de 2009

QUOTES

¡Si te contara sobre esa hierba, guuuuuuuaaauuuu!




"Me topé con este negocio, no me entrené para esto. Grité '¡Acción!' en mis primeras dos películas antes de que la cámara estuviera encendida." El recientemente fallecido realizador John Hughes.

"Mi película y la original son diferentes. La original es un poco más graciosa, en especial por el personaje de Walter Matthau y sus diálogos. La mía es más violenta y despiadada." Tony Scott sobre su remake de The Taking of Pelham One Two Three (1974).

"Nunca ví la película original, no quería estar influenciado de alguna forma durante el rodaje. No me había dado cuenta que el nombre de mi personaje podría ser un homenaje a Walter Matthau." Denzel Washington, sobre su trabajo en The Taking of Pelham 1 2 3.

"Me gustaba estar todo el rato fumando un poco de hierba y me convertí en una persona introvertida. Asi que tenía que alejarme todo lo que pudiera de ello, y lo hice". Brad Pitt sobre su antigua afición a fumar marihuana.

"Creo que salimos muy sexys. Hay una relación entre mujeres en la película y hasta compartimos un beso", la preciosa Megan Fox, sobre su experiencia de haber besado a otra mujer en su nueva película Jennifer’s Body.

domingo, 9 de agosto de 2009

EL CARTEL (varios)

G.I.JOE: THE RISE OF COBRA * * 1/2
El cartel de G.I.Joe: The Rise of Cobra no podría ser más convencional. Como siempre en este tipo de películas, hubo varios carteles de personajes y teasers. Yo me limitaré a comentar el típico cartel grupal que se ha utilizado para promocionar el estreno. Al ser un cartel que aglomera lo mejor posible a los numerosos personajes dentro del formato, lo más destacable es la composición, montaje y poses de los personajes (sin comentarios para la espectacular pose de Sienna Miller como The Baroness), algunos más estáticos que otros. Los mejores son los personajes enmascarados portando sables, que añaden dinamismo y movimiento al conjunto. Fuera de eso, la idea no es más que la convencional división del formato en 2 partes, entre personajes “buenos” y “malos”. Lo que tienen en común, es una propuesta dramáticamente obscura, en especial, por ese paisaje de París de fondo en la parte inferior. Tampoco está mal ese fondo acuático, que sirve de escenario para los personajes en la parte superior, con su juego de luces y tonalidades azules. Para tratar de hacer más dinámico el cartel, está dividido en diagonal por una viñeta negra, que sirve de soporte al título, con un diseño de tipografías metálicas, que ha sacrificado la legiblidad de los créditos a pesar de su color blanco.


THE HAUNTING IN CONNECTICUT * * * 1/2
Me ha parecido interesante la propuesta cromática al sepia del cartel de The Haunting in Connecticut. Es un trabajo que se nota inspirado en el cuadro de Dalí "El Cristo de San Juan de la Cruz" (1951), con su vertiginoso punto de vista cenital desde la parte superior de la cruz. Aquí, el personaje simula estar en esa posición, clavado sobre un muro, mientras mira desde arriba una sesión espiritista en la imagen del centro. Toda la idea es simular una fotografía antigua, para darle así un toque realista, ya que como indica la línea textual en la parte superior, la película está basada en hechos reales. Pero lo mejor del cartel, además de retomar la idea de Dalí, es su juego de perspectivas y profundidades. Nos sentimos testigos, dentro de esa enorme habitación obscura, de la sesión que se lleva a cabo. La principal fuente de luz viene del personaje “clavado”, que da la ilusión de estar en el techo de esa habitación, al igual que de la vela que está en la mesa. Es un cartel interesante de observar, y además del juego de perspectivas, tenemos uno de texturas y tonalidades. El diseño tipográfico del título tiene también textura, sucia y áspera, como si fuera de una pared. Desafortunadamente, las tipografías de los créditos y del tagline han quedado ilegibles. (What if the only explanation for what you saw, was unbelievable?). De lo mejor esta semana.


MEIN FÜHRER * * * 1/2
El cartel de Mein Führer es otro trabajo destacable esta semana, que logra fusionar una propuesta artística original y el objetivo comercial de promocionar una parodia política. El cartel es un fotomontaje simpático, que emula las técnicas de los maestros del fotomontaje alemán de los años 1930, muchos de ellos dedicados a críticar, a través de sus carteles, el régimen de Adolf Hitler. Claro, el cartel no tiene la pretensión artística de llegar a la altura de maestros como John Heartfield, pero el diseñador de este cartel se nota que ha revisado varios de sus trabajos. La composición es bastante sencilla, teniendo como fondo una parte de la bandera nazi, de donde se asoma un personaje que abre la cabeza de Hitler, (en una referencia a la manipulación mental del Führer), con esos engranes que se asoman de su cabeza. La idea es jugar con escalas y el tamaño de los personajes. A los lados me ha gustado el perro observando el rostro de su amo en la parte derecha, mientras del otro lado una mujer también observa el rostro de Hitler. La actitud de Hitler y su gesto pensativo, es el punto fuerte del cartel. Con su mano parece juguetear con la diéresis de la palabra "Führer" en el título. Por cierto, el diseño tipografíco del título es magnífico, gracioso y original. Combina varios tamaños de letras, y la última “R” toma la forma del rostro de Hitler. Otro buen cartel para esta semana.


N (IO E NAPOLEONE)* * 1/2

Por último, el cartel de otra comedia, N (Io e Napoleone). No tiene la misma calidad del cartel de Mein Führer, pero hay unas cuantas ideas rescatables. La primera, es la de aumentar la escala de la “N” y convertirla en el asiento de Napoleón, interpretado por Daniel Auteuil. Los retratos y su montaje están logrados. Es mucho lo que se puede extraer de un rostro como el de Auteuil, pero aquí es de extrañar la seriedad que tiene, esbozando apenas una pequeña sonrisa. La idea para el fondo de los personajes, es la de un papel viejo y sucio. Los personajes se encuentran de pie en una carta (elemento importante en la trama, supongo yo), lo que consigue un efecto interesante que combina escalas y texturas. El único defecto que le encuentro, es que no resulta muy convincente el papel de asiento de la "N". La letra se ve plana al no tener volumen, a pesar de que se ha cuidado que la chaqueta fuera visible detrás . Siento que el efecto hubiera sido más convincente si la "N " hubiera tenido, al menos, algo de volumen.

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