miércoles, 2 de diciembre de 2020

WOLFWAKERS

CON ESPÍRITU DE LOBO.

Después de ver la maravillosa Wolfwakers, he anotado en mi lista de películas pendientes de ver The Secret of Kells, Song of the Sea, y The Prophet, todas ellas dirigidas por Tomm Moore, y producidas por la casa de animación Cartoon Saloon. Wolfwakers, su más reciente película, estrenada en el pasado Festival de Cine de Los Cabos, es una joya, una estupenda película animada, la cual, con todo y no estar hecha con tecnología digital (al menos no en su total mayoría), se encuentra a la altura de lo mejor de Pixar. Producida también por Apple Films, la película de Moore vuelve a poner de manifiesto el hecho de que la animación tradicional, dibujada a mano y cuadro por cuadro, sigue vigente y con mucha fuerza.

Irlanda, siglo XVII. Robyn (voz de Honor Kneafsey, un gran trabajo), es una niña que sueña con convertirse en una cazadora, con la ayuda de la mano experta de su padre, Bill Goodfellowe (voz de Sean Bean), un militar inglés quien, junto al ejército británico, se encuentra custodiando una ciudad. Sin embargo, el bosque se encuentra asediado por unos lobos (los wolfwakers del título), los cuales mantienen en constante estado de terror a los campesinos y sus ovejas. Wolfwakers tiene puntos en común con Brave (de Pixar) y también con Avatar, algo que descubrimos justo cuando Robyn conozca a Mebh (Eva Whittaker), una niña con un lado salvaje y espíritu inquieto, que vive oculta con los lobos en una especie de dimensión alterna en el bosque. Sólo ella y sus amigos lobeznos pueden acceder a esta dimensión. Lo especial de Mebh, es que tiene una doble vida como niña-lobo, en donde mientras duerme, vive en las noches en forma de lobo, cosa que no impedirá que ella y Robyn se vuelvan amigas. Los problemas comienzan cuando el regidor de la ciudad, Lord Protector (voz de Simon McBurney) ordena a Bill matar a los lobos de una vez por todas, cosa que alarmará a Robyn, al saber que su nueva amiga está en peligro.

Co dirigida junto a Ross Stewart, y escrita por este último junto a Moore y Will Collins, Wolfwalkers tiene un estilo visual espectacular e impactante, sumamente original. La experiencia es muy cercana a ver un libro ilustrado con imágenes en movimiento, con unos fondos y escenarios sin temor a lucir anticuados. Esto debido a estar concebidos de una forma bidimensional, es decir, sin profundidad o perspectiva, dando a la película un sabor retro en muchas partes (como el de una película de animación de los 1960-1970), pero con un acabado moderno. Además, sus efectos visuales son impresionantes (seguramente hechos digitalmente). Por otro lado, aunque la historia es la clásica lucha de una chica por destacar dentro de un ambiente opresivamente tradicional, en donde a Robyn le es impuesto el dedicarse a labores domésticas, de limpiar y lavar, Wolfwalkers acaba sobresaliendo por ser una historia con una idea muy original hacia su tercer acto (el cual tiene una vuelta de tuerca inesperado). Moore y Stewart no se muestran tímidos al darle a la película cierto toque rústico en su acabado visual, en donde hay escenas en las que todavía puede verse y sentirse el trazo del lápiz en las líneas de algún personaje; el paso secuencial de cada cuadro en sus movimientos. Al final, Wolfwakers sobresale por tener su magia propia (algo muy difícil de lograr en los filmes animados de fantasía), incluyendo su estupenda historia, sorprendente y al mismo tiempo conmovedora. ⭐⭐⭐⭐⭐  Disponible a partir de diciembre por Apple TV.


lunes, 30 de noviembre de 2020

SUMMERTIME

Poesía, rap, y hamburguesas.

Las criaturas que pueblan el universo citadino de Summertime, empiezan a recitar poesía impulsivamente, como si un virus poético de pronto los hubiera invadido. Por lo tanto, es muy probable que los aficionados a la poesía disfrutarán mucho de este filme, dirigido por Carlos López Estrada (el director del nuevo filme de Disney, Raya and the Last Dragon, a estrenarse el próximo año), un melodrama-comedia ambientado en las calles de Los Angeles. La película tiene mucho sabor urbano, plagada de personajes variopintos, y el estilo narrativo de López Estrada parece emular el de un musical. Y aunque Summertime no es en sí un musical en toda la extensión de la palabra, hay una que otra canción dentro de la película. Si hay algo por lo que destaca el filme, es por el gran dinamismo en la narración de sus múltiples historias, las cuales poco a poco se van relacionando una con otra. Los personajes, caminando por esquinas y aceras, entrando y saliendo de locales, de librerías de segunda mano y restaurantes, irán coincidiendo uno con otro. 

Por ejemplo, la historia que abre el filme, es la de un chico negro de enorme afro (parece sacado del Studio 54), quien será el hilo conductor de las historias, cuyo problema es el no poder encontrar un lugar en donde le sirvan una buena hamburguesa de queso con papas. Luego de ponerse insoportable con la mesera de un restaurante al no traerle lo que desea, el tipo explotará en furia recitando un poema sobre la situación. Si bien Summertime destaca por su dinamismo, edición ágil, frescura, espontaneidad (ese número musical con un baile a mitad de la calle, con sabor latino y bailarinas con vestidos rojos, como si trataran de emular algún número musical de West Side Story), y humor (los raperos en la calle buscando poder grabar, o el graffitero mexicano que busca pintar y dejar su marca en toda pared que se le pone enfrente), llega a sentirse algo disparejo. Hay una que otra historia que no funciona al mismo nivel, o se siente que sale sobrando (la de la chica obsesionada con su ex novio, por ejemplo). Por fortuna, la mayoría de las historias funcionan, en donde hay una que nos toma por sorpresa por su fuerza: la de la chica negra con sobre peso y no muy agraciada, que se cobrará una muy poética venganza en contra de su ex novio. O aquella otra historia dentro del muy extraño restaurante de hamburguesas chinas (o eso creo que son), en donde el gerente y sus empleados se vuelven locos con las quejas de los clientes inconformes; o aquella del chofer de limosina de origen latino, que recita un poema junto a algunos de los personajes, frente a fuegos artificiales y a un paisaje nocturno de la ciudad. Summertime te dejará con ganas de salir a la calle a recitar poemas. ⭐⭐⭐1/2

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