miércoles, 30 de marzo de 2011

THE HUMAN CENTIPEDE (FIRST SEQUENCE) *

El carilindo Dr. Heiter nos explica su enfermizo plan en "The Human Centipede".

La saga de Saw ha ido dejando sus frutos. Ya va en la película 6 o 7 la franquicia, si no me equivoco. Con lo anterior, me refiero a que la influencia temática de Saw se está dejando sentir en películas de terror, como Hostel, no importa lo malas que sean. The Human Centipede (First Sequence - 2009) ha venido a incluirse en la lista, una película enfermiza que, dependiendo el espectador, se puede considerar un insulto.

Hay que advertir que es una película difícil de ver, concebida por la enfermiza mente del holandés Tom Six. Esta es una de esas películas con las que la gente tiende a salirse del cine (no he sabido de casos), una vez que nos enteremos del plan del doctor Heiter (el actor alemán Dieter Laser), uno de los rostros más endemoniadamente feos y tétricos que haya visto en cine. Su premisa es derivativa, el cliché de recientes filmes de horror: el grupo de turistas norteamericanos, que son sorprendidos en Europa por un terror sádico y oculto.

Paseando en Alemania, un par de bellas amigas (Ashley C. Williams y Ashlynn Yennie) acabarán siendo prisioneras y víctimas del demencial Dr. Heiter, un ex cirujano que busca cumplir el sueño-proyecto-experimento de su carrera: crear el primer cienpiés humano del mundo. La mente de este doctor es tan enferma y perversa, que para formar el cienpiés humano pretende unir varias personas, uniendo la boca de una en el ano de la otra. Esto será a través de una complicada y delicada cirujía, que ni el mismo Heiter sabe si funcionará. Su teoría es que este cienpiés humano sobrevivará cuando la persona de adelante se alimente, mientras la persona de atrás irá consumiendo lo que usted ya se imaginará… y así sucesivamente. La “cabeza” del cienpies será un turista japonés (Akihiro Kitamura), otra víctima en poder del lunático Doctor Heiter.

¿Qué tiene que ver Saw con un filme así? Que Six amenaza con fundar una franquicia, basada en ir ampliando lo que considera él una historia fascinante de suspenso y terror. La secuela, “The Human Centipede II (Full Sequence)”, está por estrenarse este año. Tom Six (quien tomó la idea de un comentario que escuchó de un camionero o algo por el estilo), promete que será más perturbadora que su antecesora. Saw (al menos la primera película), con todo y su sadismo gratuito, tenía una premisa original, personajes interesantes y una historia qué seguir. The Human Centipede, con todo y que es una producción más pequeña e independiente, no es más que un espectáculo degradante y cuyo único propósito es buscar la provocación más inmediata y fácil. Es una película que pensaría dos veces en recomendar.

The Human Centipede tiene un climax interesante, y el par de actrices norteamericanas hacen un buen trabajo, debo reconocerlo. Pero cuidado, esto no quiere decir que la película sea rescatable en lo absoluto.

++"The Human Centipede" fue estrenada en el festival de Sitges 2009, en la sección "Midnight X-treme". Hasta ahora, no ha sido estrenada comercialmente en España, ni editada en DVD.  

lunes, 28 de marzo de 2011

SUKIYAKI WESTERN DJANGO * *

Ahora resulta que Django no era ni italiano ni americano, sino japonés.
Hideaki Ito en "Sukiyaki Western Django".

¿Qué puede ser más bizarro que un spaguetti western japonés, hablado en inglés, con samurais y Quentin Tarantino en cameos extendidos? Nada que me venga a la mente en este preciso momento. Sukiyaki Western Django (2007) tiene todas estas características, uno más de los delirios concebidos por el realizador Takashi Miike. La película es una caótica mezlca genérica, en donde Miike intenta hacer una parodia de los westerns de Sergio Leone y Sam Peckinpah, pero también de las historias épicas de samurais de Akira Kurosawa.

Quentin Tarantino fue invitado por Miike, para ser un simple adorno. Su personaje, Piringo (vestido con honcho, como extraído de The Good, The Bad and the Ugly), es una especie de misterioso mentor de una chica japonesa, que en el futuro acabará siendo una letal experta en el sable y las artes marciales (¿Ya empezó a acordarse de Kill Bill?). Pero esta es sólo una de las varias tramas que se entrecruzan, precisamente, como los sables de los samurais del filme.

La trama principal es sobre el típico forastero (Hideaki Ito) que llega a un pueblo en Japón, en medio de una guerra entre dos clanes, llamados simplemente los Rojos y los Blancos (sí, como en la bandera de Japón). Los líderes de estas tribus son maestros samurais, que eliminan todo lo que se interponga en su camino, incluyendo todo aquel ser inútil del grupo, que no demuestre tener fuerza y habilidad para pelear. Ambos grupos se encuentran buscando un tesoro perdido. El forastero tiene un pasado oculto y tormentoso, que irá develándose poco a poco.

Algo que no puede discutirse, es que la película tiene buenas escenas de acción y peleas. Sin embargo, como parodia apenas y me hizo reír. Ya lo he dicho antes: no soy muy afecto al humor japonés, simplemente me es indigesto. El personaje del sheriff (Teruyuki Kagawa) es insufrible, insoportable, en su fallido intento de ser el tipo más gracioso del pueblo hablando solo. Visualmente, el filme tiene momentos rescatables (la escena de la rosa brotando es de una belleza extraña), pero es una proeza ver una película con todo el reparto japonés intentando hablar inglés esforzadamente. No todos salen bien librados del experimento.

El título está inspirado en Django, aquel famoso forastero de los spaguetti westerns italianos que inmortalizara Franco Nero, quien llevaba consigo un ataúd para que se le diera un cristiano entierro en caso de morir. Esta fantasia descabellada de Miike, nos quiere hacer creer que Django es un niño huérfano japonés, que emigró a Italia en busca de una nueva vida. ¡Sí Takashi-san, claro!

++"Sukiyaki Western Django" fue exhibida en el Festival de Sitges 2007, donde ganó el premio a Mejor Diseño de Producción y Mejor Fotografía. A la fecha, no ha tenido estreno comercial en las salas comerciales españolas ni ha sido editada en DVD.

domingo, 27 de marzo de 2011

SUCKER PUNCH * *

Emily Browning y su séquito de chicas mercenarias
en la no tan surreal "Sucker Punch".

El más reciente filme de Zack Snyder, Sucker Punch (2011) es una película que sorprende en ciertos niveles, pero decepciona en otros rotundamente. Por primera vez en su corta filmografía, una de sus películas está basada en una historia que no proviene ni de un cómic, una novela gráfica o que es el remake de una película, como sucedió en “300”, “Watchmen” y el remake de “Dawn of the Dead”, respectivamente. Estos trabajos de Snyder, en general, me gustaron, los considero rescatables. En especial, los dos primeros son estupendos desde un punto de vista visual. Sucker Punch prueba una cosa: Zack Snyder es un pésimo escritor, cuyo guión, descerebrado y estúpido, padece de lagunas y fallas desde el inicio. Es un guión que tal vez escribió en 3 horas.

El paupérrimo guión es una excusa simple para que Snyder despliegue un magnífico espectáculo visual, en cada uno de los episodios imaginados por la protagonista, Baby Doll (Emily Browning, la niña de “Lemony Snicket”). En ocasiones es sorprendente (veremos si Peter Jackson puede superar ese dragón en “The Hobbit”), y en otras, por el contrario, casi parece que estamos dentro de un video juego del Play Station. Estos episodios ocurren cada vez que Baby entra en una especie de trance, antes de verse obligada a bailar. El problema, es que parece que Snyder quiso plagiar pésimamente la idea de Christopher Nolan en “Inception”, ya que la protagonista nos lleva a una especie de “trance”,… dentro de otro “trance”. ¿Y a dónde nos lleva todo esto? A nada. Nada, por que la historia nunca funciona o es interesante en ningún momento.

Una idea aproximada de lo que es Sucker Punch, se puede tener si se mezcla “Moulin Rouge”, “Kill Bill”, “Inglorious Basterds”, “Avatar” y –en serio, créalo- “Lord of the Rings”; con unas gotas de “Shutter Island” y “Girl, Interrupted”. Ah, y agregue un toque gangsteril scorsesiano para darle cuerpo y sabor. Es tan caótico como suena. Al inicio, parece que nos enfrentaremos a un musical, y es que la introducción de Baby Doll no parece otra cosa que un vídeo musical de MTV.

Baby Doll es enviada a un hospital psiquiátrico, luego de que, en su intento de matar a su padrastro, asesina accidentalmente a su hermana menor. Esto con una canción al fondo de Annie Lennox, “Sweet Dreams Are Made of This”, cantada por la misma Emily Browning. En el hospital psiquiátrico, la chica se encuentra con el típico lugar escabroso, gris y terrorífico, en donde el resto de las internas presentan obras de teatro y bailes, a manera de terapia. De hecho, la película es una recopilación musical como la vista en “Watchmen”. En un episodio, en el que Baby Doll se imagina a sí misma como una chica samurai a lo Kill Bill, donde se enfrenta a gigantes y monstruosos samurais, escucharemos el clásico “Army of Me”, de Bjork.

El filme, que Snyder coescribió junto a un tal Steve Shibuya, está lleno de chicas preciosas, todas con nombres como Baby Doll, Sweet Pea (Abbie Cornish), Blondie (Vanessa Hudgens), Rocket (Jena Malone) y Amber (Jamie Chung). Todas formarán un grupo de amigas, quienes guiadas por Baby Doll, planean un escape del hospital, en el que intentarán apoderarse de un mapa, un encendedor, un cuchillo y la llave para salir. Baby imaginará esto como misiones especiales, en el que serán guiadas por un extraño ser imaginario (Scott Glenn), el cual nunca sabemos de dónde diablos ha salido. En tanto, el guardia en turno (Oscar Isaac) se dedica a hacerles la vida imposible a las chicas, el cual es imaginado por Baby como el dueño mafioso de un teatro burdelesco.

Carla Gugino vuelve a aparecer como secundaria (la vimos previamente en “Watchmen”), interpretando a una maestra de baile con acento ruso. La película, aparentemente ambientada en los 1950-1960, pocas veces tiene sentido, con un guión lleno de lagunas. ¿Qué hacen realmente Baby Doll y sus amigas en el mundo real mientras se encuentran actuando en sus delirios mentales? ¿Bailarán o qué? ¿De donde proviene su desbordante imaginación y todas las referencias cinéfilas modernas almacenadas en su mente si viven en los 1960? ¿Quién es el “Wise Man” interpretado por Scott Glenn? Habrá que esperar el DVD y ver si en sus extras encuentra las respuestas a estas preguntas.

++ Lo mejor: los efectos visuales y el diseño conceptual.
++ Lo peor: su pueril y hueco guión. 

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