lunes, 22 de octubre de 2018

VENOM

Con su mejor sonrisa, Venom (Tom Hardy).
No se puede pensar en Venom sin que Spider-man venga a la mente. Aquel apareció por primera vez en un cómic del "hombre arácnido", y el reto para una película dedicada completamente a este personaje obscuro, de facha monstruosa y no muy amigable, es tener éxito sin que Spidey tenga que entrar a escena para salvar el show. La apuesta de Sony Pictures por este personaje de la Marvel Comics -conocido en un inicio como el "traje alien"- ha rendido sus frutos. Fue un éxito monetario en su primer fin de semana de estreno, y el veredicto es que el filme, protagonizado por Tom Hardy, es pasable y entretenido.
Dirigida por Ruben Fleischer (Zombieland), el filme, aunque tarda algo en despegar en su primera media hora, con un inicio que parecería extraído de cualquier película de ciencia ficción sobre invasiones alienígenas, poco a poco va tomando un tono de comedia extraño, pero gracioso. Eddie Brock (Hardy) es un periodista freelance, de esos dispuestos a romper las reglas ocasionalmente, quien se encuentra cubriendo una historia sobre un científico, Carlton Drake (Riz Ahmed). Detrás de su facha de investigador serio, Drake se encuentra desarrollando ocultamente experimentos con una forma de vida alienígena, llamados "simbiotes", seres que lucen como moluscos, de forma algo líquida, y que como una especie de parásitos necesitan invadir un cuerpo para sobrevivir en la Tierra.
Hardy se nota, literalmente, enfundado en el personaje, quien según afirma aceptó interpretar debido a que su hijo es un gran fan de Venom (creado por Todd McFarlane, Mark Bargley, y Mark Millar). Siendo además el productor ejecutivo de la película, es evidente que Hardy trató de mantenerla dentro de limites de violencia aceptables, visibles para una clasificación familiar, para "niños acompañados de adultos".
Cuando Eddie, accidentalmente, se convierte en el receptor de uno de los simbiotes, su vida se pondrá más complicada de lo que ya está (su novia, Michelle Williams, lo dejó, y perdió su trabajo). La criatura, de nombre Venom, lo usará para algo que en realidad --- nunca nos queda claro, pero que tal vez le sirva a nuestro reportero para desenmascarar a Drake, y revelar sus experimentos con indigentes (con los cuales Eddie simpatiza).
En el momento en que Eddie y Venom se encuentran, es cuando realmente inicia la película, que se transforma en algo cercano a Evil Dead (Eddie parece estar luchando con algo cercano a una posesión demoniaca, escuchando voces, y adquiriendo fuerza sobrehumana). El guión no es nada extraordinario. De hecho se queda a medias en ofrecer una historia interesante, y cae a propósito en los estereotipos raciales del villano de piel obscura, o el asaltante mexicano. La película, reducida a su máxima expresión, es básicamente Tom Hardy interpretándose así mismo, cayendo en la autoparodia, dentro de una trama que salta entre la ciencia ficción, historias de "vigilantes nocturnos", de amenazas extraterrestres, de venganzas, etc. Una combinación extraña, pero que, inexplicablemente, funciona, al resultar divertida en su segunda mitad, palomera, y el inicio de una franquicia a la que no habrá que perderle la pista.  1/2

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