sábado, 20 de agosto de 2011

WHAT HAPPENS IN VEGAS * * 1/2

Un matrimonio accidental en Las Vegas y 3 millones de dólares,
serán el motivo de estas caras largas.

Tal vez sea la poca química entre Ashton Kutcher y Cameron Díaz, o lo predecible que acaba siendo esta película en su conjunto. El hecho es que What Happens in Vegas se queda en una buena idea. Con algunos momentos cómicos, la premisa de esta screwball comedy pudo haber sido explotada mucho más. No acaba siendo más que una simple romcom con escasas sorpresas. ¿Hay otro papel para el que esté hecho Kutcher que el del tipo treintañero inmaduro y con mentalidad de adolescente? No, no lo hay.

Las Vegas se convierte en un escenario de predecibles consecuencias: apuestas, el golpe de la fortuna, la borrachera y el matrimonio accidental de rigor. Jack, el hijo del dueño de una fabrica de muebles, llega a Las Vegas. Por un error, se encontrará en su cuarto de hotel con Joy (irónico el nombre), corredora de bolsa que ha sido dejada por su prometido. La estupidez de haberse casado borrachos y la condena de un juez a tener que vivir juntos por 6 meses, los lleva a una eterna batalla campal en un pequeño apartamento. ¿El motivo? 3 millones de dólares, que ambos se ganaron en las máquinas tragamonedas.

martes, 16 de agosto de 2011

DOOMSDAY * * 1/2

Eden Sinclair en "Doomsday".

Si algo define a esta película serie B, es una palabra: pastiche. Doomsday es derivativa hasta más no poder y con nula originalidad, pero resulta estúpidamente divertida. Es una película de zombies, pero sin zombies, al menos no en el sentido estricto del término. Londres se encuentra infectada con un fatal virus, y las víctimas se comportan como zombies, pero la diferencia es que no son muertos vivientes. ¿O si? La protagonista (estilo Mila Jovovich en Resident Evil) es una chica atractiva (Eden Sinclair), quien perdió un ojo siendo niña y ahora usa uno prostético, que al mismo tiempo le funciona como una cámara.

Durante una misión a Escocia para encontrar la cura contra el virus, un equipo de élite pasará por varios escenarios. Primero, unos caníbales como sacados directamente de Mad Max, les darán varios dolores de cabeza. Luego, un par de personajes vestidos como elfos (cuidado, no llegamos a la Tierra Media), nos llevan a un escenario salvajemente medieval, liderado por un científico con mucha información valiosa (Malcolm McDowell). Y para cerrar, una genérica escena de persecución de autos en carretera, sádica y culposamente divertida. Neil Marshall sabe como armar esta adrenalínica escena, y otras 2 más. Nos da 3 películas en una. Un simple entretenimiento palomero y dominguero, adornado con la gran presencia de Bob Hoskins.

TRON : LEGACY * * * 1/2

Luego de 30 años llega "Tron: Legacy", secuela de "Tron"

Tomó cerca de 30 años que llegará esta secuela. Hubo sorpresa y expectación de quienes pudimos ver Tron en nuestra infancia y adolescencia, en 1982. Lo mejor, es que su par de actores principales, Jeff Bridges y Bruce Boxleitne, estuvieron dispuestos a participar en Tron: Legacy (2010), el primero interpretando nuevamente al genio de la informático y los videojuegos, Kevin Flynn, y el segundo a su amigo Alan, quien en el mundo virtual computarizado es conocido como Tron. Sólo faltó la guapa Cindy Morgan, quien interpretó a Lora.

Estamos de vuelta a la nostalgia de los 1980, de las máquinas de videojuegos y toda la parafernalia (juguetes, videojuegos, etc) que trajo la “tronmania” en aquella época. Estamos de regreso en “Flynn’s”, que aquí se abre como una cápsula del tiempo. Ahora abandonado, sí, pero con las máquinas de videojuegos todavía funcionando, y una jukebox sonando “Separate Ways” de Journey. Es un mundo que luce completamente primitivo para los niños y adolescentes del siglo XXI. Precisamente, detrás de la máquina de “Tron”, Sam (Garrett Hedlund, con nulo talento para actuar), el primogénito de Flynn y heredero de todo su emporio, encontrará un pasaje secreto que lo lleva a reencontrarse con el proyecto secreto que dejó su padre, desaparecido en circunstancias misteriosas en 1989. Sam llega al mundo de neón de Tron para tratar de encontrar a su padre.

La nueva película no tiene el mismo impacto en cuanto a efectos especiales que sí tuvo su antecesora, con las primeras y revolucionarias gráficas animadas en 3D. Tron: Legacy tiene lo que se espera: un espectáculo de sofisticados gráficos animados y portentosos escenarios digitales. Además, está en versión 3D. El antecedente como arquitecto de su realizador, Joseph Kosinsky, se nota en todo momento. Los escenarios tienen un diseño futurista digno de un filme de ciencia ficción con un toque artístico. Y esto, al mismo tiempo, se contrapone con una extraña decisión de “rejuvenecer” a Flynn, no con maquillaje, sino con una versión hiperrealista y digital de Jeff Bridges, que funciona mejor en el universo digital de Tron, aunque no mucho en el mundo real.

Mientras, el Flynn real de carne y hueso -y envejecido- vive pacíficamente dentro del “ciberespacio” como un budista del futuro, junto a su aprendiz, la bella Quorra (Olivia Wilde, preciosa, luciendo como una “chica manga”, divirtiéndose y ofreciendo una buena actuación). Como un homenaje al filme original, tenemos una renovada y ampliada carrera de motocicletas, más duelos de frisbees, más una batalla aérea, todo emocionante en cada detalle. Los personajes vuelan y quedan suspendidos en el aire. La música de Daft Punk es, sencillamente, electrizante, con elementos nostálgicos de sintetizadores que recuerdan la música de la anterior película. Sin embargo, la historia es el punto flojo de todo este conjunto, visualmente prodigioso.

Los ecos religiosos contenidos en la primera película (los “usuarios” humanos son vistos como semidioses por los “programas”) no están del todo eliminados aquí. Este universo sigue afligido por un poder “rojo” fascistoide, genocidio incluido, bajo el gobierno del tiránico Clu, un clon que Flynn creó de él mismo, pero que acabó pasándose al “lado obscuro” de la fuerza. Por cierto, la nueva historia acaba sintiéndose muy “Star Wars”, con el viejo Flynn siendo como un Obi Wan Kenobi. Sam acaba debiendo mucho como personaje. Quienes acaban robándose el filme son Jeff Bridges y, claro, Olivia Wilde. La chica hasta aprendió unas coreografías y algo de artes marciales. Bien por ella.

+ ¿Habrá una tercer película? No exactamente. No se tendrán que esperar otros 30 años, ya que la Disney se encuentra produciendo una serie animada, que tendrá las voces de Elijah Wood y del mismo Bruce Boxleitne. Su estreno será en 2012.

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