viernes, 21 de octubre de 2011

THE HOUSE BUNNY *


Anna Faris.


Anna Faris me cae bien. Sabe que es buena para la comedia paródica, y no pretende ir más allá de eso. Además de ubicada es guapa, no lo niego, pero como conejita de Playboy no resulta nada creíble. Vamos a pensar que su papel se encuentra en los terrenos de la parodia. Hasta ahí, todo bien. El mayor y más grave problema, es que el resto de esta película es una simple y llana basura. Nunca me creí ni me tragué su trama. Faris es una conejita que es expulsada por Hugh Hefner, a través de una carta, de ese paraíso terrenal llamado la mansión de Playboy. ¿Por qué? Por cuestiones de edad. Acaba de cumplir 27 años, una “anciana” prácticamente. La chica, tan sólo con un destartalado coche de los años 1980, se dedica a buscar casa y encontrará asilo en una fraternidad universitaria, formada por chicas marginales. Estas no son otra cosa más que personajes cliché: la nerd, la emo, la hillbilly, la incapacitada cubierta de aparatos ortopédicos, etc. Creo que sólo faltó la dark.

La película no es creíble casi desde los primeros 15 minutos. Nuestra conejita, sin tener un centavo, empezará a ayudar a sus nuevas amigas a ser populares con una costosa campaña, que incluye calendarios, vender comida en una feria y organizando fiestas, que de lejos lucen muy costosas. Si no logran conseguir más miembros, su fraternidad será eliminada. ¿De dónde sale el dinero? Sólo Dios y los guionistas lo saben. Colin Hanks interpreta el interés romántico de la conejita desterrada, y otra serie de hechos nada creíbles tendrán lugar en sus citas. Y de ahí, todo será terriblemente predecible y con un mensaje tan trillado sobre el valor de la autenticidad, que dan ganas de mejor ponerse a hojear una Playboy. ¿Tiene algún gag bueno? Nada más el del policía, cuando le pide a la conejita que “sople” y esta se agacha. No necesito decir más, muchos ya habrán entendido la broma.

miércoles, 19 de octubre de 2011

THE ROAD TO GUANTANAMO * * * * *



Tres jóvenes paquistaníes cuentan su traumática experiencia
en la prisión de Guantánamo.

Algo que parece confirmar el filme del británico Michael Winterbottom, The Road to Guantanamo (2006), es que la prisión del ejército estadounidense ubicada en la localidad cubana a la que hace referencia el título, no dista mucho de haberse convertido en un verdadero campo de concentración. La prisión está llena de presuntos miembros del ejército talibán y de Al Qaeda, luego de los ataques terroristas del 11 de septiembre del 2001.

La pesadilla que vivieron tres jóvenes paquistaníes radicados en el Reino Unido, conocidos como los “Tres de Tipton” (ciudad británica donde radican), es llevada al cine por Winterbottom en su acostumbrado estilo de mockumentary (documental dramatizado), en una magistral recreación de los acontecimientos. Los jóvenes eran originalmente cuatro,  hasta que uno de ellos se perdió en Afganistán, y salieron de Tipton para celebrar la boda de uno de ellos en su natal Pakistán.

Shafiq, Ruhel y Asif Iqbal narran directamente los hechos, ocurridos unos días después del 11-S. Los tres son magníficamente interpretados por Riz Ahmed, Farhad Harun y Afran Usman, quienes han sabido introducirse en la piel de los verdaderos protagonistas. En su  viaje están en el momento y lugar inadecuados: el bombardeo de E.U. sobre la Afganistán gobernada por el régimen talibán, respaldado por Osama Bin Laden. Los tres son hechos prisioneros por el ejército de la Alianza del Norte y llevados hasta la prisión de Guantánamo, en donde vivieron en condiciones infrahumanas, humillados y torturados psicológicamente, durante los 2 años que estuvieron confinados ahí. Fueron interrogados hasta el cansancio para hacerles decir, no la verdad, sino lo que supuestos diplomáticos y jefes militares querían escuchar, hasta que fueron liberados al confirmarse su historia y su procedencia británica.

Winterbottom, en colaboración con el director Mat Whitecross, consigue crear un duro retrato sobre la tortura, abriendo las puertas de un lugar infernal visto en los medios nada más en fotografías. La película desenmascara al gobierno de Estados Unidos, el cual afirmaba haber dado trato “humano” a los prisioneros. Winterbottom recrea con una fría meticulosidad los interrogatorios, apenas con un destello algo cómico y descabellado. Uno de los tres prisioneros cuenta cómo cantó a un soldado, a ritmo de rap, su sincera y franca opinión de lo que estaba viviendo.

No hay necesidad de imágenes gráficamente crudas ni sangrientas, para revelar el tema de la tortura psicológica que soportaron, con admirable valentía y entereza, los chicos.  Se aferraron a la religión y a la esperanza, recompensada con la felicidad de esas imágenes finales de la boda y su regreso a Gran Bretaña, para que pudieran contarnos su experiencia.  

THE CROW * * * *


El trágico Brandon Lee como "The Crow".


Esta adaptación del cómic creado por James O’Barr quizás sea más recordada por ser la película en donde su protagonista, Brandon Lee, encontró la muerte, teniendo 28 años de edad. La versión de esta “muerte accidental”, es que una de las pistolas utilizadas en la filmación estaba cargada con balas reales, la cual dio muerte a Lee. Aunque también, la leyenda urbana es que el hijo de Bruce Lee fue asesinado, producto de una venganza en contra de su padre. Del mismo Bruce Lee se ha dicho que, en realidad, fue asesinado. Mucho se puede especular, el caso es que Brandon Lee se convirtió en una especie de icono de la cultura dark, gracias a su personaje que, curiosamente, es asesinado en la historia, para volver de la muerte y cobrar una venganza en contra de sus asesinos.

El egipcio Alex Proyas consiguió una película sumamente gótica, obscura y que anticipó la estética de su próxima película, Dark City (1998). The Crow es así una afortunada mezcla de fantasía paranormal con film noir, que tiene como trasfondo una reverencia a la cultura underground del heavy metal. Eric Draven (el apellido es como decir “raven” o cuervo en inglés), el protagonista encarnado por Lee, es un músico de rock, que en las vísperas del Halloween es asesinado por una pandilla de psicópatas, quienes también violan y asesinan a su novia. Luego de su entierro, un cuervo resucita a Eric y juntos recorrerán las calles de la ciudad para buscar y asesinar, uno a uno, a los criminales que le dieron muerte a él y a su novia. Eric no es un zombie ni nada parecido. Camina y se mueve con una habilidad fantasmal, es rápido y con una fuerza descomunal. Ve lo que el cuervo ve. Las balas no le hacen daño, y mientras el cuervo no sea herido o lastimado, Eric conservará su inmortalidad y fuerza. El ave es su punto débil, y si se le hace daño Eric podría morir.

Visualmente, la película es de atmósferas opresivas, impresionante (los vuelos del cuervo por la ciudad) y en extremo violenta. Una violencia que casi se siente justificada, conforme Eric, vestido de negro y maquillado como una especie de mimo espectral, va eliminando sistemáticamente a los responsables de su muerte. Cada uno acaba recordando, a un año de los asesinatos, a quien se enfrentan. Eric no es un superhéroe o antihéroe. Él tan sólo está interesado en consumar su propia venganza, como un “vigilante” que la policía trata de encontrar. Un policía (Ernie Hudson) intenta hacer labor de detective y determinar quién está detrás de estas venganzas. Es el clásico policía del film noir, desencantado, asqueado de la sociedad, de su ciudad, pero que a pesar de todo encuentra momentos de alegría comiendo un hot-dog en la calle y tener una amistad con una niña, Sarah (Rochelle Davis), quien fuera amiga y fan de Eric.

The Crow es, en términos visuales, deudora del Batman (1989) de Tim Burton. Sin embargo, uno de los puntos débiles de The Crow, es que Eric no es un personaje tan atractivo, complejo e interesante como Batman. El villano, Top Dollar (Michael Wincott), no tiene tampoco el mayor carisma. No tenemos mayores antecedentes de Eric, más que recuerdos en flash-back que tiene de esa trágica noche. ¿Su personalidad era en vida como lo es ahora en forma de muerto viviente? ¿Por qué en su camino aconseja a una madre que retome el camino correcto, o al policía para que deje el cigarro? ¿Tuvo una infancia traumática? ¿Fumaba mucho? En fin, tal vez el cómic responda mejor y más a fondo estas preguntas. 

++ Actores como Vincent Perez y Mark Dacascos han interpretado a "The Crow" en diferentes -y no muy logradas- secuelas. El personaje volverá en una nueva película para el 2013. Hasta ahora se desconoce quién lo encarnará. 

martes, 18 de octubre de 2011

LE VIOLON ROUGE * * * *


Un misterioso violín será el hilo conductor de cinco historias.


Por el título, podemos adivinar que el protagonista principal de esta película es un instrumento musical. Es la historia de un violín rojo, la obra maestra de un fabricante de violines (inspirado en Antonio Stradivari), en 1681. Ahí es donde arranca la historia, en Cremona, Italia. Al tiempo que Nicolo Bissotti (Carlo Cecchi) termina su violín, su esposa se encuentra gestando a su primogénito, a quien dedica el instrumento musical. Antes, la mujer pedirá que le lean las cartas para saber su fortuna. El presagio no será bueno.

El realizador canadiense François Girard (Glenn Gould) siempre tiene como guía  en su filmografía la música. The Red Violin (1998) está narrada a través de 5 historias. Las principales están ambientadas en Cremona y la otra en Quebec, esta última en el tiempo presente, durante una subasta en la que el famoso violín está a punto de ser vendido. Las demás historias tienen lugar en Viena, en 1793, en donde un pequeño y angelical niño huérfano es un prodigio del violín, un “nuevo Mozart”, bajo la custodia de un amante de la música y maestro. Otra ocurre en Oxford, a finales del siglo XIX, con una especie de Paganini británico y    una trágica historia de amor. Luego, una más ocurre en Shangai, durante la revolución cultural china, en donde una mujer arriesga todo por salvar un valioso violín, mientras la policia se dedica a destruir toda la música occidental y con tufo “capitalista”.

En cada historia es el violín rojo el que hace este viaje musical por el tiempo,  hasta llegar a la subasta. A su vez, iremos viendo, poco a poco, diferentes hechos que tienen lugar en la subasta. Ahí, un misterioso comprador (Samuel L. Jackson), será el centro de una pequeña historia estilo heist movie, fascinante y  reveladora, en donde se hace el intrigante descubrimiento de por qué el violín es rojo. Esta, junto con la historia en Cremona, son las mejores. La del niño violinista es conmovedora; la del Paganini pelirrojo es fetichista y elegantemente fotografiada; la de Shangai con mucho suspenso. Notablemente ambientadas, las historias tienen un mismo hilo conductor, un violín que puede ser que cargue una maldición. Entre una y otra historia, seguramente, existen muchas otras más, pero que se quedan para nuestra imaginación. Algunas se sienten inspiradas en personajes reales y eso les resta originalidad, pero el caso es que a la mitad acabé enganchado con el destino del dichoso violín. Y si se es amante de la música clásica, la película se puede disfrutar mucho más.

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