sábado, 8 de agosto de 2009

WALS IM BASHIR * * * *

Wals im Bashir, es una portentosa película animada semidocumental, en el que el realizador urga en su memoria (y en la de otros), para intentar hacer catársis de los fantasmas y demonios de la guerra.


Richard Linklater realizó en Waking Life (2001) una mezcla de animación rotoscópica y documental surrealista, que con el paso del tiempo iba poniéndose más y más bizarro. Los caminos del director israelí Ari Folman en Vals con Bashir (2008) son muy distintos, una catarsis de sus traumas del pasado, al recordar sus días como soldado de infantería en el ejército israelí durante la guerra en Líbano, en 1982.

Si bien parece estar hecha con animación rotoscópica, Vals con Bashir es un impresionante trabajo de animación digital, realizada con recursos sencillos al estar completamente animada con el programa Flash y técnicas de animación tradicional. Lo que tienen en común ambas técnicas, es que antes hubo un trabajo de filmación tradicional con los protagonistas y entrevistados, para luego bosquejar en story boards y calcar todo en Flash.

La experiencia es muy cercana a ver un cómic animado (su fuente bien pudo haber sido una novela gráfica, pero de hecho, la película ha sido adaptada este año en novela gráfica). En la secuencia inicial, una jauría rabiosa corre por varias calles, un sueño traumático que abruma a uno de los personajes. Luego, el mismo Ari Folman nos lleva por un viaje semidocumental y dramatizado de momentos clave que recuerda de las batallas que libró en Líbano, con tan sólo 19 años. La mayor parte del tiempo, recuerda Folman, simplemente se dedicaba a disparar, disparar y disparar, dentro de un tanque o sobre tierra. No importa a quién o qué, lo que contaba era disparar a lo bestia.

En esta película sobre la locura de la guerra, representada de manera sublime en una escena en que se lleva a cabo el “vals” del título, Folman cuenta cómo uno de sus compañeros simplemente se puso a “bailar” mientras disparaba en todas direcciones contra unos francotiradores. De fondo, vemos el retrato de Bashir Gemayel, el presidente asesinado de Líbano.

La línea que sigue la película expone una hecho psicológico que explica en buena parte el problema de Folman: los recuerdos traumáticos y las imágenes de horror y crudeza se reprimen. Al ser testigos de este tipo de escenas, estas se miran a través de un “filtro”, como si se viera todo a través de una cámara y nos imagináramos como espectadores de una película. Lo que no deja dormir al realizador, es que no recuerda nada de la masacre llevada a cabo contra civiles en el campo de refugiados de Sabra y Shatila. Folman espera que entrevistando a algunos de sus compañeros de aquel entonces, a un periodista que registró y denunció el hecho, a sus excompañeros de tropa (muchos de ellos pasando por el mismo problema de las memorias traumáticas reprimidas), podrá recordar lo que pasó ese día.

Vals con Bashir es un portento visual, el primer largometraje animado israelí estrenado en cines. Sorprendentemente, no fue nominado a Mejor Filme de Animación en la pasada entrega de los Oscares, sino a Mejor Película en Lengua Extranjera. Las magníficas dramatizaciones que Folman y el ilustrador David Polonsky (creador de todo el concepto visual) hacen de las narraciones de los entrevistados, dan para una película bélica. Hay momentos delirantes, como la escena del aeropuerto, la del amigo empresario que alucinó a una hermosa mujer salír del mar y llevárselo navegando, o el de ese sueño constante del realizador, en el que se ve a sí mismo y otros compañeros flotar en la playa, luego levantarse y ver caer en la noche luces de bengala.

Pero lo importante, es que junto a las intenciones estéticas y estilísticas de Folman, se encuentra la intención de denunciar un hecho atroz. Podrá estar narrado con dibujos y animaciones, pero no por eso deja de sentirse la crudeza y terror vividos por sus protagonistas. Ahí reside la grandeza de esta película animada, de apenas hora y 20 minutos de duración: lograr transmitir los horrores de la guerra a través de una serie de impresionantes viñetas animadas.

++ Disponible en una "Edición de Coleccionista", con extras como trailer, el "Cómo se hizo", ficha artística, ficha técnica y el proceso de realización de varias escenas a través de story boards.

jueves, 6 de agosto de 2009

EL CARTEL...CLÁSICO

La imagen encantadora y optimista del cartel de "Story of G.I. Joe" (1945) pretendía símbolizar el lado emotivo y humano de los soldados, a finales de la Segunda Guerra Mundial.

Hasta ahora, los comentarios no han sido muy favorables para G.I. Joe: The Rise of the Cobra, y todo apunta a que se agrega a la lista de churros veraniegos. A pesar de que no tienen nada que ver una con la otra, no estaría mal hacer una pequeña revisión del cartel de la película que inspiró en parte la creación de los juguetes "G.I. Joe", Story of G.I.Joe (1945), dirigida por William A. Wellman.

Existen dos versiones de una misma idea, una horizontal y otra vertical. En la vertical, el diseñador se tomó demasiado en serio la solemnidad y rigidez que una película de tema militar podría sugerir. Hay carteles de películas bélicas que no por eso son tan lineales, como el de Sands of Iwo Jima (1949), formado por varias ilustraciones, atractivas e impactantes, al igual que su tipografía, coloreada con los colores de la bandera estadounidense.




Más efectivo comercialmente hablando, el cartel horizontal usaba la misma imagen del soldado y el perro, en una propuesta más dinámica y colorida.

En el cartel de "Story of G.I. Joe", tenemos una ilustración con el estilo artístico empleado en la mayoría de los carteles de los 1940. Contrario a las imágenes de acción que uno esperaría ver en el cartel de una película bélica, en este caso es una imagen simpática, con mucho encanto y más optimista: un soldado cargando un perro cocker. Y el perro no hace más que señalar el lado humano y emotivo del soldado. Es una ilustración realizada al óleo, y sería interesante saber el impacto que tuvo en los espectadores en la época de su estreno. Era el año 1945, la Segunda Guerra Mundial estaba terminando y el ejército estadounidense regresaba triunfante. La imagen muestra a un soldado, no sosteniendo un fusil (este descansa a sus espaldas), sino a un adorable cocker spaniel.

Ahora, en cuanto al diseño tipográfico, este no tiene el mismo peso ni impacto visual que la ilustración. Esta coloreado con un pesado y denso color negro, que no hace más que reafirmar la rigidez tipográfica. Caso contrario es el del cartel horizontal, que si bien la viñeta con el título de la película es similar, está más coloreada, usando los colores de la bandera norteamericana. En resumen, es evidente que el fuerte de este diseñador no era tanto el diseño tipográfico, sino la ilustración, y en el caso del segundo cartel se agregan dos imágenes más, una en la parte superior izquierda, del correponsal de guerra Ernie Pyle, con su máquina de escribir (narrador de la historia en el filme), y abajo, la imagen de un grupo de soldados caminando, pero insisto, es una actitud pasiva la que caracteriza a los dos carteles.

miércoles, 5 de agosto de 2009

Y... ¿CÓMO LE PONEMOS?


















"Grrrrr, tengo que hacer esto o no me da de comer."



Llega por fin esta semana a las pantallas G.I. Joe: The Rise of Cobra, primera adaptación al cine de la línea de juguetes y “figuras de acción”, creadas en 1964 por Hasbro. En los 1980 hubo una teleserie animada e, incluso, adaptaciones a comics. En España simplemente se titulará "G.I. Joe" (al igual que en México), y si bien se ha quedado sin la traducción al español de The Rise of Cobra, ("El resurgir de Cobra"), en referencia al archienemigo de estos héroes, los juguetes son tan famosos que no existe mayor problema en este aspecto. Como breviario cultural, G.I., son las iniciales de "Government Issue", y es la forma como se le conocen a las fuerzas de infantería del ejército estadounidense. Además, el nombre de los juguetes está inspirado en el título de la película Story of G.I. Joe (1945), dirigida por William A. Wellman. Como sea, muchos países eligieron traducir la segunda parte del título, y estos son algunos ejemplos:

Бросок кобры - Rusia
G.I. Joe - Japón
G.I. Joe - A Origem de Cobra - Brasil
G.I. Joe - Czas kobry – Polonia
G.I. Joe - Geheimakte Cobra – Alemania
G.I. Joe - La nascita dei Cobra - Italia
G.I. Joe - Le réveil du Cobra - Francia

Otra película que se nos ha quedado sin título en español, es la comedia alemana Mein Führer, una parodía política cuyo título nos dice todo sobre quién es el personaje principal. La distribuidora supuso que, por deducción, la gente sabría el significado completo del título, y en realidad no es tan complicado. Es conocido por gente interesada en el tema "Segunda Guerra Mundial" -y poco más-, que el "führer" (que en alemán significa “líder” o “comandante”) más famoso de la Historia Universal es Adolf Hitler, el objeto de esta parodia. Donde tenemos algo de problemas es con "Mein", que en alemán quiere decir “Mi”. Haberla titulado “Mi Comandante” o “Mi Líder”, hubiera sonado extraño y, honestamente, es un título que no vende. Algo como “El Führer”, “Mi Führer” o incluso “Nuestro Führer”, hubiera funcionado bien. De hecho, el título completo de la película es Mein Führer-Die wirklich wahrste Wahrheit übre Adolf Hitler, es decir, "La verdaderamente más verdadera verdad sobre Adolf Hitler". ¿Por qué los distribuidores habrán prescindido de la segunda parte del título? ¡Es gracioso, suena atractivo para una comedia!

Vamos con The Haunting in Connecticut, otra película sobre fenómenos sobrenaturales, espíritus demoniacos y casas embrujadas, al estilo de The Amityville Horror o Poltergeist, que ha sido titulada “Exorcismo en Connecticut”. Está lejos de ser una traducción exacta del original, y al que se le ocurrió se quedó con lo más fácil que pudo haber pensado. No he visto la película, pero parece que no trata mucho sobre exorcismos, por lo que titularla así suena a que los distribuidores no saben lo que están titulando. No existe una traducción exacta para “haunting” en español, y se refiere al fenómeno sobrenatural en el que espíritus se aparecen continuamente en una casa. "Maldición en Connecticut” hubiera sido una buena opción, tal y como lo hicieron en Canadá. En Portugal y Brasil escogieron títulos muy parecidos, sin necesidad de ser una traducción del original: "O Mensageiro dos Espíritos" y "Evocando Espíritos, respectivamente, ya que en la trama aparece un niño con la capacidad para comunicarse con el más allá. Se dice que la película está basada en hechos reales.

La producción francesa Le bruit des gens autour es un caso desafortunado, incluso para su título internacional en inglés. En español ha quedado como “Hechizo de Verano”, una traducción más o menos exacta del titulo internacional, “Sunny Spell”. Ambos títulos toman el camino fácil (sobre todo el español), de titular una comedia romántica con palabras trilladas y que, comercialmente, han probado ser seguras: “hechizo” y “verano” (¿Esta última será para que vaya más acorde con la época del año de su estreno?). El título internacional muestra un poco de imaginación, ya que podría traducirse como “Hechizo de Sol”, o mejor aún, “Hechizo Solar”. Incluso, un significado alternativo podría ser “Hechizo de Alegría” o “Hechizo Alegre”. Pero bueno, el título original en realidad se traduce como “El ruido de la gente cercana”. Parece que a nuestros distribuidores no les ha parecido muy comercial.

Terminamos con la producción italo-hispano-francesa N (Io e Napoleone), protagonizada por la bellísima Monica Bellucci (¡Que llegue a México!), la única película que ha quedado bien titulada al español como “N, Napoleón y yo”.

martes, 4 de agosto de 2009

HAPPY-GO-LUCKY * * * 1/2

Happy-Go-Lucky se aleja del melodrama social característico de Mike Leigh, para inclinarse por una entretenida comedia sobre la felicidad.




Era difícil creerlo, pero es posible que exista mucho humor en una película del realizador británico Mike Leigh. Happy-Go-Lucky (2008), es una película diametralmente opuesta al fuerte melodrama social que ha definido la carrera de Leigh, como “All or Nothing” o “Vera Drake”. Es una película sobre la felicidad y el significado de ser feliz, incluso en un barrio humilde de Londres, donde vive Poppy, su protagonista, una chica que, por donde quiera que va, trata de contagiar un poco de su alegría.

A sus 30 años, Poppy es como una niña, bromea con todo y con todos. Su instructor de conducción (intepretado por Eddie Marsan, actor fetiche de Leigh), un serio y malhumorado tipo, no sabe qué hacer para que Poppy ponga atención. No es gratuito el hecho de que su trabajo sea de maestra en un jardín de niños, y se sienta como pez en el agua desempeñando su trabajo. Tampoco lo es el hecho de que los mejores momentos de la película sean las clases de conducción, en esos enfrentamientos de caracteres entre Poppy y el instructor. Leigh combina la amargura de un hombre por la pésima situación social y económica que vive y le rodea, con la inmadura, alegre y despreocupada personalidad de la chica. Hay una escena en donde el instructor, al ver pasar a un grupo de chicos negros cruzar la calle, le pide a Poppy subir rápido la ventanilla y asegurar la puerta. En medio, ambos tienen una “bomba” que no tardará en explotar. Son lo mejor en una película que, como siempre en el trabajo de Mike Leigh, depende de la fuerza de sus actores.

De lo que he podido ver de Mike Leigh, nada me ha desagradado hasta ahora, aunque siento que Happy-Go-Lucky es su película más relajada y, quizás, menos ambiciosa. Sally Hawkins, quien interpreta a Poppy, ya había trabajado antes como actriz secundaria en Vera Drake y All or Nothing, y debo aplaudir la decisión del realizador de darle su primer protagónico. En su papel de la chiflada Poppy, la Hawkins es todo un deleite, no nada más por su gran carisma en pantalla, sino por su gran naturalidad. Es una suerte de alegre feminista, a la que no le preocupan las presiones de su hermana por “sentar cabeza” y casarse. Lo importante para Poppy es lo feliz que es con su vida, y “disfrutar de su libertad”.

Dentro de esta visión optimista de la vida que representa Poppy, no dejan de haber apuntes sociales, infaltables en una película de Mike Leigh. Por ejemplo, la violencia intrafamiliar en el caso de uno de sus alumnos, tema que no alcanza a desarrollarse, ni tiene cabida en la historia. En ese sentido, es notoria la intención de Leigh por alejarse lo más posible del melodrama, y conseguir, por el contrario, una sencilla y graciosa comedia urbana.

++Terriblemente titulada en España "Happy, un cuento sobre la felicidad", la película se encuentra disponible en una edición austera y otra especial de 2 discos. Esta última contiene de extras: entrevistas, el "Cómo se hizo", algunos clips, ficha técnica, ficha artística, trailer y filmografías.

lunes, 3 de agosto de 2009

DETRÁS DE LAS CÁMARAS

"Una película es un acto de fe, un acto de fe de los actores hacia tí, de ti con los actores, del público hacia la película. Y, desde el momento en que ví a Sarah, a esa chica medio rubia, minúscula, frágil, con aspecto de no haber roto un plato (luego supe que había roto unos cuantos), tuve una fe absoluta en que ella era Ann. Sé que debería explicarlo, pero es como intentar explicar porqué hay personas que detestan los dulces o porqué salimos sin paraguas los días que llueve.

[...] Sarah se transformó en Ann hasta tal punto que, cuando la veía con las niñas que hacen de sus hijas en el filme, me olvidaba de que no era su verdadera madre. El día en que tenía que morir en la película, por un momento creí que había muerto y casi me da un síncope. Aún ahora, me siento tan cerca de ella que me es muy difícil definirla. La recuerdo hablando apasionadamente de política con los eléctricos del rodaje, bebiendo ginger ale sin parar, aprendiendo a decir en castellano "vas a tu puta bola", jugando en la arena en Sitges el verano pasado. Es una tía cojonuda, una actriz formidable y algún día dirigirá películas buenísimas. Al tiempo."


Extractos de una entrevista realizada por la periodista Beatrice Sartori, para el diario El Mundo, a la directora catalana Isabel Coixet, con motivo del estreno de su película My Life Without Me (2003).

domingo, 2 de agosto de 2009

SABIAS QUE...

Eso sí, Dan nunca mencionó nada sobre acabar cubierto de baba y malvavisco.






El personaje de Blanche DuBois creado por Tennesee Williams para su obra A Streetcar Named Desire, es una mezcla de su madre, Edwina, y su hermana, Rose. Stanley Kowalski, otro de los personajes, probablemente está basado en el padre del dramaturgo, Cornelious Coffin Williams, un alcohólico con esporádicos arranques de violencia.

Quentin Tarantino tomó la idea de nombrar a sus personajes Mr. Brown, Mr. Orange, Mr. Blue, etc. en su película Reservoir Dogs, de The Taking of Pelham One Two Three (1974), en donde los secuestradores del metro se llamaban también Blue, Gray, Brown, etc.

El personaje del Dr. Peter Venkman en la película Ghost Busters (1984), originalmente estaba escrito para ser interpretado por John Belushi. Al conocerse la noticia de su muerte, Dan Aykroyd, guionista del filme, dio el papel (por fortuna) a Bill Murray.

El famoso asalta bancos John Dillinger, fue jugador profesional de baseball.

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