sábado, 17 de octubre de 2009

DETRÁS DE LA CÁMARAS

"Fue una historia conjunta... Ricardo Franco nos agarró a Jordi Molla, otro pollino como yo, y a mí, y a Maribel Verdú, que lo mismo, y nos dio la vuelta, fue un rodaje terrorífico, te decías: pero este tío, ¿qué está haciendo? Y de todas formas, si yo hubiera conseguido dar un paso adelante más con ese personaje, ya no habría sido 'La Buena Estrella', que es una película maravillosa, sino algo absolutamente maravillosísimo. [...]

Esa película fue muy importante para mí, sí, porque... Ricardo estaba muy mal cuando la hizo. Y las reuniones que teníamos con él eran increíbles, una persona que sabe que va a morirse dice todo lo que piensa, le importa un pimiento todo... Te decía las cosas más auténticas y más tremendas. Y eso fue una especie de terapia de grupo para nosotros, supuso efectivamente un cambio profesional. Nos dimos cuenta de que, en el fondo, esto es muy sencillo: o te das prisa en hacer las coas bien, en el caso de que tengas alguna deuda pendiente, o lo mismo te pasa lo que a Ricardo y te mueres."

Extractos de una entrevista realizada por la escritora Rosa Montero al actor Antonio Resines, en el que habla sobre su trabajo con el fallecido realizador Ricardo Franco en "La Buena Estrella". La entrevista fue publicada en el suplemento de "El País Semanal", el 18 de agosto del 2002.

jueves, 15 de octubre de 2009

INGLOURIOUS BASTERDS * * * * *

En "Inglourious Basterds", Quentin Tarantino reescribe la historia del Tercer Reich, de una forma paródica, violenta y que homenajea al cine en su muy particular manera.

Después de un periodo letárgico luego del irregular díptico Kill Bill, en el que vimos películas experimentales y paródicas, como Death Proof y Grindhouse, Quentin Tarantino está de regreso con Inglourious Basterds (2009). Y lo hace -no podría ser de otra manera- nuevamente con intenciones experimentales y paródicas, sumergiéndose ahora en el subgénero de las películas “What if…?”, es decir, películas que, basándose en hechos históricos, proponen una versión alterna, el qué hubiera sucedido si ciertos hechos hubieran seguido otro camino.

Inglourious Basterds es la mirada de Tarantino a la Segunda Guerra Mundial, los Nazis y el Tercer Reich. No lo hace con el rigor histórico que uno podría esperar. Tarantino ha afirmado en entrevista, que odia las biopics y películas históricas. En Inglourious Basterds, Hitler no muere en su bunker, sino en un atentado exitoso junto a Goebbels. No está planeado con una operación llamada “Valkyrie”, sino la operación “Kino”, y todo ocurre dentro de un cine. Porque por difícil que pueda parecer, Inglourious Basterds es un homenaje al cine antiguo de los años 1930 y 1940, con menciones especiales a Leni Riefenstahl (la cineasta favorita de Hitler y el Tercer Reich), así como G. W. Pabst. Incluso, hay escenas con montones de posters de películas, unas reales y otras salidas de la imaginación de Tarantino.

La película, salida de un guión que Tarantino escribió en la década de los 1990, que se quedó estancado hasta que lo rescató hace un par de años, está formada por un par de historias paralelas, narradas con un vigor sorprendente. Aunque luce inspirada en The Dirty Dozen (de Robert Aldrich, producida en 1967), la película nunca pierde sentido ni fuerza, con una idea argumental de lo más políticamente incorrecta: un escuadrón formado por soldados judeo-americanos (los “Inglourious Basterds“, del título), comandados por Aldo “The Apache” Raine (Brad Pitt), se embarcan hacia la Francia invadida por Hitler, con un solo propósito: matar nazis y cortarles el cuero cabelludo. Es una suerte de resistencia “apache”, en el que no cabrá la piedad para todo nazi que caiga en sus manos.

Es la historia “oficial” contada por un Tarantino que juega mezclando géneros, usando de fondo una, como siempre, ecléctica banda sonora, con mucho Ennio Morricone. Si bien Tarantino deseaba que Morricone compusiera una banda sonora original, parece que el compositor italiano no pudo cumplirle y aquel tuvo que conformarse con buscar música del antiguo Morricone. La película abre con “The Green Leaves of Summer”, de Dimitri Tiomkin y Paul Francis Webster, en la secuencia de créditos, para luego iniciar con una escena que, a pesar de estar ambientada en la campiña francesa, no deja de sentirse como inspirada en un spaghetti western. Luego, la película se convierte en una mezcla de historia de espionaje, parodia política, con ese caricaturesco retrato de Hitler (Martin Wuttke) y melodrama. Este arranca con la historia de una niña francesa, Shosanna, que huye de morir asesinada, y acaba convertida en la guapa propietaria de un cine (Mélanie Laurent), donde para colmo, Goebbels quiere estrenar su primer largometraje, protagonizado por un supuesto héroe de guerra (Daniel Brühl, genial hablando un perfecto francés).

Lo mejor, es que Tarantino huye de los clichés. Sus nazis están interpretados por auténticos alemanes y el “villano” de la historia es un austriaco, Christoph Waltz. De hecho, la verdadera estrella no es Brad Pitt, sino Christoph Waltz, quien se roba la película como el coronel Hans Landa. No hay nazis interpretados por británicos, como siempre sucede en el cine de Hollywood. La película, apegándose a un paradójico realismo, está hablada en alemán, inglés, francés y algo de italiano.

Sin revelar mucho de la historia, diré nada más que, después de una larga escena dentro de una cantina (inspirada por igual en el western), con diálogos largos y entretenidos como sólo Tarantino sabe escribirlos, la mejor escena tiene lugar al final, dentro de un cine en llamas. El cine acaba convertido en un infierno, en donde vemos montones de celuloide quemándose. Uno puede preguntarse ¿Tarantino querrá decir con esto, simbólicamente, que el cine tradicional está muerto? ¿Su próxima película será en formato digital?

Lo mejor: Christoph Waltz, como un genial detective nazi, que gusta de beber leche y de los buenos postres.
Lo peor: Que nos faltó ver morir también al Dr. Josef Mengele, y quizás también a Heinrich Himmler.

martes, 13 de octubre de 2009

DENNIS HOPPER PHOTOGRAPHS: 1961-1967

Seguimos con más novedades de la prestigiosa casa editorial Taschen. Se acaba de editar un interesante libro sobre la poco conocida faceta fotográfica del actor de cine Dennis Hopper. El libro, Dennis Hopper Photographs: 1961-1967, es una recopilación de fotografías sobre lo que al actor de Rebel Without a Cause y Easy Ryder, le gustaba captar durante eventos y lugares a los que asistía (cenas, fiestas, bares, galerías, corridas de toros en Tijuana, México, etc), así como en los sets y locaciones de sus películas. Entre las personalidades que captó se encuentran Tina Turner, Andy Warhol, Martin Luther King, entre otros. La recopilación está realizada por el galerista Tony Schafrazi y el mismo Hopper, además de incluir una biografía escrita por la periodista Jessica Hundley y ensayos introductorios del mismo Schafrazi.

Pero lo especial de este libro, es que es una edición limitada de 1,500 ejemplares, cada uno firmado por Dennis Hopper. El libro está escrito en inglés, alemán y francés. ¿Su costo? $700.00 dlls.

Más información en la página oficial de Taschen.

PEANUTS, EL CINE Y LOS MEDIOS.


(Publicada originalmente el 10 de octubre de 1962)

Ocasionalmente, a la mamá de Linus le da por ponerle recados dentro de su almuerzo. Lo malo, es que esos recados tienden a ser cartas en las que su mamá le recuerda constantemente los sacrificios que hace ella y su papá para que vaya a la escuela. No hay nada peor que recibir un almuerzo cariñosamente preparado por tu mamá, y después leer un recado como el de esta tira. Digo, a cualquiera se le cortaría el hambre. Seguiré dando cuenta de futuros mensajes que Linus reciba en su almuerzo.

JUANA LA LOCA * * 1/2

En "Juana La Loca" (2001), la vida de esta reina queda reducida a los tormentos románticos y celos enfermizos que le provocó su marido, Felipe "El Hermoso".





No soy fervorosamente exigente con las películas de tema histórico. Entiendo que en esta clase de películas, como Juana La Loca (2001), de Vicente Aranda, no se puede estar 100 por ciento apegado a la realidad histórica. A veces, es necesario dramatizar la historia real, hacer cambios en ciertos aspectos, exagerar y todo lo que pueda caber en la creatividad de un guionista. El problema con esta versión de la torturada vida de una de las hijas de los Reyes Católicos, Isabel y Fernando, que a la muerte de la primera se convirtió en Reina de Castilla y Aragón, así como una de las soberanas con más poder en Europa, adolece de creatividad y una historia más interesante.

Protagonizada por Pilar López de Ayala, actriz favorita de Vicente Aranda, la película tiene un gran trabajo de sus actores. Pilar hace un magnífico trabajo interpretando a la atormentada princesa y, más tarde, reina. La locura que imprime a su Juana es enfermiza, perversa y con una pizca de ridícula inverosimilitud que no le hace tanto daño al filme, como el hecho de poder descubrir que su esposo, el archiduque Felipe de Flandes (el italiano doblado al español Daniele Liotti), apodado “el Hermoso”, le es infiel con sólo oler su cama.

Las dificultades del guión, escrito por el mismo Aranda, es que en la película todo lo interesante en la vida de Juana se reduce a, precisamente, su locura. La teoría que se aventura es que Juana enloqueció por las constantes infidelidades de Felipe, cosa que no la deja vivir tranquila, enferma de celos y sin posibilidad de gobernar. De alguna forma, parece que la inquietud por llevar al cine la vida de Juana “La Loca” fue quizás por los estrenos, unos años antes, de Elizabeth (1998), de Shekhar Kapur (esta sí, en verdad, interesante dramatización de la vida de la reina Elizabeth I de Inglaterra), y en parte también, por Shakespeare in Love (idem), que tenía como marco de referencia la época de Elizabeth. La diferencia es que Elizabeth, como reina, fue infinitamente más interesante que Juana “La Loca”.

El trabajo de Aranda llega a estar más cercano a una telenovela “histórica”. Toda posibilidad de desarrollar una historia más atractiva, se desperdicia por concentrarse más en los tormentos románticos de Juana, en sus ridículos intentos por celar a Felipe (hay que ver la escena cuando se siente, ingenuamente, feliz por haberle logrado provocar celos) y, en resumen, en cómo es capaz de humillarse con tal de llamar la atención de su marido. En serio, todo lo interesante son las investigaciones aburridas que hace Juana para descubrir las infidelidades de su marido. El cliché llega con la más poderosa de las amantes de Felipe, una hermosa chica morisca (la bella modelo y actriz italiana Manuela Arcuri), que para colmo es aficionada a la brujería. Esta “malévola” chica dará varios dolores de cabeza a Juana y...otra clase de dolores a Felipe.

Lo extraño de todo es que, a pesar de estos ficticios triángulos amorosos, el guión intenta ser algo didáctico, con una narración en off que nos cuenta fechas y sucesos con una precisión de libro histórico. Lo más interesante de Juana despierta tarde, hacia el final, con una fortaleza y cordura de verdadera reina, que se nos da a cuenta gotas y de manera apresurada.

domingo, 11 de octubre de 2009

EL CARTEL

MOON * * * *
Los ganadores del Festival de Sitges 2009 se han anunciado hoy domingo. La gran ganadora ha sido Moon, de Duncan Jones, y a mi parecer, también su cartel se merecería un premio. Diseñado por el despacho Cardinal Communications USA, el cartel es una obra minimalista muy inspirada en el arte cinético de los 1950-1960. La imagen de Sam Rockwell es la misma tanto en este cartel como en el cartel teaser. En el primer caso, se ha colocado encima de una gran circunferencia, con un diseño de círculos concéntricos que están inspirados en el arte cinético. El arte cinético estaba basado en figuras geométricas con esta clase de diseños, que creaban un efecto óptico que sugería movimiento. El círculo no nada más denota a la Luna, sino que connota otra serie de aspectos, como la locura en la que acaba encerrado el personaje principal, quien se encuentra trabajando en el “otro lado" de la Luna. En el espectador poco acostumbrado a ver esta clase de efectos, puede causar incluso mareo ver este diseño, tan sencillo pero, al mismo tiempo, complejo en su realización. Tenemos además un denso fondo negro en el resto del cartel en referencia al espacio. Mientras, arriba, vemos el nombre de “Sam Rockwell” en blanco, precedido por otras tres repeticiones del nombre, en colores que se degradan del gris al negro. El tagline me gusta: “950,000 miles from home, the hardest thing to face… is yourself “. Por otro lado, el cartel teaser vale la pena. Su idea es convertir las elaboradas formas de un circuito en un atractivo fondo. El diseño simboliza también el encierro del personaje en su estación lunar, en compañía tan sólo de una maquina parlante, Gerty.

AGORA * * 1/2
El cartel de Agora me ha parecido convencional, pero con algunos aspectos rescatables. Es un clásico trabajo de fotomontaje y retoque digital, que tiene como tema el paisaje de la antigua ciudad de Alejandría, con el personaje de Rachel Weisz observándolo de espaldas. Al fondo, se alcanza a ver el famoso Faro de Alejandría, junto a un atardecer. Si bien no me ha parecido muy inspirado el cartel, además de que lo siento parecido a la portada de una novela, extrañamente funciona, al igual que sus carteles de personajes. Quizás esto tenga que ver con su propuesta romántica y evocativa, que recuerda, en parte, al arte prerafaelista del siglo XIX. Lo mejor del cartel, es la parte superior, en donde vemos cómo el cielo se va transformando en un espacio estrellado. El título del filme, con un diseño tipográfico inspirado en el alfabeto griego, no hubiera podido quedar mejor en otro lugar. El planeta Tierra como letra "O" es una idea buena, con un efecto de neblina alrededor magnífico. Me gustaron los elementos utilizados en el tagline, aunque la manera en que están escritos no es nada original: “One Woman, One City, One Civilization, One Planet”.

Y...¿CÓMO LE PONEMOS?

"Sabes, mi carrera de actor está empezando a parecerse a eso en el plato."





Empiezo publicando este texto, enterándome que Moon, largometraje de Duncan Jones, hijo del músico, cantante y, ocasionalmente, actor, David Bowie, ha sido la gran ganadora en el Festival de Sitges 2009. Moon se ha llevado los premios a "Mejor Película", "Mejor Diseño de Producción", "Mejor Actor" para Sam Rockwell y "Mejor Guión". Tenemos una semana con varios títulos sin traducción al español. El primero, precisamente, es Moon. La película de Jones es un claro homenaje a Solaris, filme indispensable de ciencia ficción dirigido por Andrei Tarkovsky, y con unas referencias también a 2001: A Space Odyssey. En España se dejó el título como Moon, y tal vez los distribuidores sintieron que era una simplonería titularla en español “Luna”. No le veo ningún problema a un título en español así, y hubiera requerido de mucha valentía por parte de una distribuidora el titularla “Luna”. Pero bueno, no es la primera ni la última vez que nos topamos con un dilema de este tipo. Ahora, si tanto les disgustaba dejarla como “Luna”, se hubiera podido pensar en títulos alternativos que involucraran dicha palabra, como por ejemplo, “Estación Lunar”. Como sea, Rusia optó por titularla Луна 2112, es decir, "Luna 2112", y Turquia “Ay”, que significa “Luna” en Turco. Es bueno ver que hay países con distribuidoras dispuestas a jugársela. Por ahora, adelantaré que su cartel es de lo más interesante esta semana.

El siguiente caso, a mi modo de ver, es el más grave, absurdo y risible de todos. Me refiero a Imagine That, la más reciente comedia de Eddy Murphy. En un derroche de originalidad e ingenio, la distribuidora española la ha dejado, simple y llanamente, como… “Imagine”. Seguramente han pensado (si es que piensan), “si hay una canción famosa titulada “Imagine”, ¿por qué no dejar el título de la película igual? La película ha tenido pésimas valoraciones y no ha convencido a nadie. “Imagina eso” o incluso nada más “Imagina”, hubieran sido un par de buenas opciones. Lo interesante, es que se dieron varias ideas alternativas en otros países. A continuación, unos ejemplos:

Dans ses rêves - Francia
Imagine that - Die Kraft der Fantasie – Alemania
Mi Papá y Nuestro Mundo Fantástico - Perú
Minha Filha é Um Sonho - Brasil
Seholország - Hungría
Wyobraz sobie - Polonia

Vamos ahora con G-Force, una comedia que mezcla animación digital con acción real. Este es uno de esos contados casos en los que se conserva el título en inglés, pero se añadé un título en español. El título en español ha quedado como "G-Force-Licencia para Espiar." No me ha parecido en lo absoluto original. La idea se toma, evidentemente, de una película de James Bond, “Licence to Kill”. La historia no parece nada relacionada con una historia de James Bond. Aunque no la he visto, parece más inspirada en algo cercano a "Mission Imposible". En algunos países de Sudamérica, como Venezuela y Perú, se ha respetado la traducción como “Fuerza G”, que suena atractivo para una película de corte familiar como esta. A continuación, algunos ejemplos de títulos en otras latitudes, donde veremos que, en algunos países de Europa Oriental , hay casos similares al de España.

G-Force - Grecia y Turquía
Миссия Дарвина - Rusia
Força G-3D Brasil
Força-G - Portugal
Fuerza-G Argentina
G Burys - Lituania
G-Force - Agenten mit Biss – Alemania
G-Force - Salvatorii planetei - Rumania
G-Force - Specvieniba - Latvia
G-Force - Vel'mi zvlástna jednotka - Eslovaquia
G-Force - miniagentit 3D - Finlandia
G-gjengen – Noruega
M-Komando - Estonia
Mission G - Francia
Opération G-Force - Canadá
Zaloga G - Polonia

Seguimos con una caso en verdad singular, una película suiza que se ha quedado sin título en español. Me refiero a Un Autre Homme, del cineasta Lionel Baier. Es una lástima, ya que es una semana en la que la mayoría de los estrenos no son cintas de Hollywood comerciales, sino películas “de autor”. No hubiera estado mal titularla “Otro Hombre”, como se hizo en Argentina. El título internacional “Another Man”, respeta plenamente el título original en francés. Esperemos que, a pesar de este exabrupto, le vaya bien a esta película. Tiene una premisa interesante, que tiene que ver…con la crítica cinematográfica.

Terminamos con los filmes que han quedado bien titulados y/o sin mucho conflicto. Agora, la nueva película del cineasta chileno afincado en España, Alejandro Amenabar, conserva su título intacto. Esto no conlleva problema, ya que este vocablo griego es utilizado en español, y comercialmente suena magnífico. Lo mismo ha sucedido para la nueva película de Cédric Klapish, Paris, que conserva también sin problemas el titulo original. Lo mismo sucede para Katyn, estreno tardío de esta película del polaco Andrzej Wajda, cuyo título hace referencia a un bosque en donde ocurrió una masacre, perpetrada por el ejército ruso contra ciudadanos polacos en 1940.

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