viernes, 20 de diciembre de 2013

THE HOBBIT: THE DESOLATION OF SMAUG * * * *

AHORA ME VES, Y AHORA...
Martin Freeman necesitará algo más que su anillo mágico
para escapar del dragón. 
The Hobbit: The Desolation of Smaug, es ligeramente mejor que la anterior película, An Unexpected Journey. No hay introducciones largas, ni una horda de enanos cenando y cantando durante la primeras escenas. Esta vez, Peter Jackson (con un cameo a lo Hitchcock al inicio) va al grano desde el inicio, y aunque la película puede seguir teniendo el pero de sentirse demasiado extensa, sigue siendo un  espectáculo del género fantástico. Con elfos incluídos a la fuerza (el libro original no los tiene), Legolas (Orlando Bloom), hace su aparición en total plan "mamón", exhibicionista y estirado. Sin embargo, tanto el elfo arquero, como el resto de sus colegas, dotan al filme de más acción. Mientras, los 13 enanos panzones y barbudos, parecen más dispersos, perdidos, sin un verdadero guía que los lleve en su aventura.

Los elfos aquí no son tanto los nobles y magnánimos seres que habíamos visto antes. Ahora, se ha introducido el romance de rigor entre dos seres de distintas razas, un enano (Aidan Turner) y una elfa (Evangeline Lilly), cuyas amazónicas habilidades de guerrera y su destreza con el arco, el primero encontrará irresistibles. El resto de nuestros aventureros no tienen mucho que hacer, excepto por Bilbo (Martin Freeman) y Gandalf (Sir Ian Mckellen). Además, el anciano barbudo Balin (Ken Stott) sigue estando ahí para servir de consejero a Bilbo, mientras que el rey de los enanos, Thorin (Richard Armitage), sigue sin mostrarse muy amigle hacía el hobbit. Por su parte, Gandalf ha decidido irse por su lado, para encontrar la guarida obscura de los orcos, en donde se oculta la fuente del mal, Sauron o el Nigromante.

Si bien, hay escenas muy rescatables por sus efectos y acción, como la de los enanos enfrentando unas arañas gigantes, dramáticamente, el filme no es tan diferente de su predecesora. Hay algunas partes cansadas. La diferencia, es que ahora hay más acción, y más orcos (muy distintos de los de la trilogía original, generados digitalmente). Siendo el personaje principal, Bilbo acaba sintiéndose plano, aburrido, sin casi nada que aportar a la historia. Hay una que otra adición interesante al reparto, como Stephen Fry en un pequeño papel como gobernador de una ciudad en medio de un lago; Lee Pace, es un líder elfo de aire tiránico y dudosas intenciones, y Luke Evans es el humano que hecha una mano a nuestros aventureros. 

El escape de los enanos de los dominios subterráneos de los elfos, es de lo más a lo Indiana Jones en el Templo de la Perdición. Pero la más grande diferencia, es que Gollum está ausente, siendo sustituido por la impresionante y casi diabólica presencia del dragón Smaug, quizás uno de los mejores dragones en la historia del cine. Con cada palabra que dice, con cada paso y movimiento, Smaug (voz de Benedict Cumberbatch) hace vibrar la pantalla. Al final, la trama se siente como el simple punto intermedio de una trilogía, cuya tercera parte promete ser la mejor. 


martes, 10 de diciembre de 2013

THE CHEF * * 1/2

TOP CHEF MASTERS. Michaël Youn y Jean Reno a punto de salir al aire.

En Le Chef, Jean Reno tiene un giro de 360 grados a lo que nos tiene acostumbrados. De ser un héroe de acción (la versión francesa de Jason Statham), en esta ocasión se convierte en un prestigiado chef. No tiene que esquivar balas, ni liquidar a criminales, sólo tiene que enfrentar a aquellos que quieren borrarlo del panorama culinario como el mejor chef de Francia. La película parece el resultado del fenómeno Ratatuille. Sus realizadores parece que quisieron tomarla de pretexto, para hacer una versión (de menor calidad y categoría en comparación con el filme animado de la Pixar) con actores de carne y hueso. El protagonista, Jacky (Michaël Youn) es un chef perfeccionista, aspirante a convertirse en el siguiente genio de la cocina francesa. Además, es quizás el mayor fan del famoso chef Lagarde (Reno), así como experto en su carrera. Su problema, es que lo corren de los trabajos por ser un rompe reglas.

La historia funciona, a ratos, como una parodia del fenómeno culinario moderno llamado "comida molecular", es decir, platillos preparados más que en una cocina en un laboratorio (Ferran Adrià, es el perfecto ejemplo de un representante de esta cocina). Es la lucha de lo tradicional contra lo moderno.  Lagarde está a punto de ser despedido del refinado restaurante en donde trabaja, además de quitarle una de esas estrellas "Michellin", por que sus jefes lo consideran obsoleto, anticuado, y sin nada nuevo que ofrecer. 

Me creí a Jean Reno (quien se nota se echó encima algunos kilos de más para el papel) como chef  con dilema "de artista incomprendido". Lagarde también tiene problemas fuera de la cocina. Tiene que tratar de rescatar la deteriorada relación que tiene con su hija, a quien apenas y hace caso. Por su parte, Jacky está pasando por problemas maritales, tratando de hacer creer a su esposa que puede triunfar como chef, además de que puede ser un buen padre para el bebé que ambos esperan.

La película no es más que para pasar el rato. No dura mucho (1 hora y 20 minutos). Tiene algunos momentos graciosos (no son los de la escena del restaurant a donde los dos chefs van disfrazados, tampoco la pequeña pero fallida participación de Santiago Segura como excéntrico chef molecular). Más bien, las partes graciosas son las más simples, por ejemplo, cuando Reno está tratando de sacar adelante su proyecto televisivo, un programa de cocina grabado en exteriores, o cuando Jacky anda en la cocina tratando de trabajar para Lagard y, al mismo tiempo, asesorar a los cocineros en un asilo para ancianos. Al final, la película pudo haber estado mejor y más graciosa en manos, quizás, de Francis Veber.

domingo, 1 de diciembre de 2013

PLANETA 51 * * * 1/2

ENCUENTROS CERCANOS DE CUALQUIER TIPO.
Un marcianito común y corriente, recibe la inesperada visita...
de un terrícola.

La industria de la animación en España es fuerte. Una prueba más es Planeta 51 (2009), un entretenimiento familiar efectivo, con una historia divertida, y una manufactura que poco o nada pide a producciones animadas de algunos estudios en Hollywood. Su idea principal es hacer una parodia infantil de películas de ciencia ficción sobre invasiones alienígenas. Sin embargo, el giro de suma originalidad por parte del director, Jorge Blanco (en colaboración con Javier Abad y Marcos Martínez), es que en la historia no son marcianos los invasores, sino al revés: un astronauta, proveniente de nuestro planeta (voz de Dawyne "The Rock" Johnson), es el que llega, por accidente, a  un planeta habitado por alienígenas verdosos. 

El filme es una historia con los papeles invertidos. El guión juega con este "choque cultural-interplanetario" de manera graciosa. Desde el momento en que el astronauta pisa el extraño planeta, se desata una crisis de seguridad al estilo "The Day the Earth Stood Still" (1951). Para un inocente "marciano" (voz de Justin Long) la experiencia se convertirá de inmediato en algo al más puro estilo "E.T" (1982), teniendo que esconder al extraño terrícola de la prensa y del ejército, comandado por un tiránico general (voz de Gary Oldman). 

Bueno, lo reconozco, quizás al final no sea tan original la cosa, pero es una película animada para pasarla bien un rato. Hay gags tanto para adultos cinéfilos (las mascotas en este planeta son pequeños "aliens" con complejo de perros) y otras para niños (paciencia, son algo simplonas). El diseño y concepto visual es retro. A pesar de que hay autos y casas con un diseño propio del planeta, en general, todo se siente como sacado de los años 1950s-1960s terrícolas. 


jueves, 21 de noviembre de 2013

THE COUNSELOR * 1/2


¿BRAD, QUÉ ESTAMOS HACIENDO AQUÍ?
Brad Pitt y Michael Fassbender.

Bardem está a un paso de que sus actuaciones se reduzcan a un simple cambio de su siempre excéntrico peinado, y poco más. The Counselor (2013), filme dirigido por Ridley Scott después de Prometheus (2012), estará entre lo peor del año. Una película holgazana, hecha con la mayor flojera del mundo, y escrita en modo de pleno-bloqueo-creativo por Cormac MacCarthy. La película es soporífera, aburrida, confusa, y sin muchos pies ni cabeza. No nada más creo que Bardem puede estar en peligro de dañar su carrera con esta película, sino Cameron Díaz, quien tiene una pésima y fetichista escena de sexo con---  un Ferrari.  Si no me gustara tanto la Diaz, ya me hubiera levantado y retirado del cine. 

Al menos, esperaba algo palomero, pero nada más lejos de la realidad. Con serios problemas de estructura y guión; así como de ritmo (es tan lenta, que a los 30 minutos, todavía no sabía de que trataba) y de avance en la historia, The Counselor tiene un final de esos "rasca cabezas". Ridley Scott   te deja que saques tus propias conclusiones. Yo no me molestaría tanto. A la mitad, la pésima historia de tráfico de drogas en la frontera de Texas y Chihuahua, ya no importaba en lo absoluto.

Tenemos un casting completamente desperdiciado, que se siente arrojado al mar sin salvavidas. En especial, por que los diálogos no llevan a nada y no hacen avanzar la historia en absoluto. Ahí tenemos, por ejemplo, a un Michael Fassbender, el abogado del título, involucrado con traficantes de droga,  empezando con brio (la escena que abre el filme es una escena de sexo oral, en la cama, y con Penélope Cruz), pero que acaba sintiéndose pasmado y estancado. Brad Pitt, igualmente, lucha por sobresalir en un obscuro papel de traficante, y con un look texano que en nada le favorece, al menos, histriónicamente. Para empeorar el asunto, Bruno Ganz, Rosie Perez, John Leguizamo y Ruben Blades (este último con un discurso medio aburrido y sin mucho sentido), tienen cameos que te dejan sin saber para qué o por qué están ahí. Son nada más puro relleno de algo destinado a fallar desde el principio.

martes, 12 de noviembre de 2013

LAWLESS * * * 1/2

NO HAY PROHIBICIÓN PARA LOS BONDURANT.
Shia LaBeouf da una prueba de talento en Lawless.

Cuando vi The Proposition (2005), acabé maravillado al ver cómo John Hillcoat (The Road),  realizador australiano, fue capaz de dirigir un intenso western como pocos en la pasada década. Y no sólo eso, sino pudo trasladarlo a los escenarios desérticos de Australia. Las actuaciones y, en especial, la ambientación (un fabuloso diseño de producción), eran de lo mejor en dicho western. Ahora, en el más reciente filme del realizador, Lawless (2012), adaptación de la novela "The Wettest County in the World", de Matt Bondurant, dichos aspectos son igualmente sorprendentes. Una historia instalada en la época de la prohibición, basada en hechos reales, en donde Hillcoat vuelve a trabajar junto a Guy Pierce (actor en The Proposition), esta vez irreconocible en el papel de un villano con peinado estilo "Alfalfa", repulsivo, con todo y ser un agente federal. Es como la versión sociópata y corrupta de Elliot Ness, enviado desde Chicago para acabar con una red de tráfico ilegal de alcohol, que la banda de los hermanos Bordurant tuvo en Franklyn, Virginia, a principios de los 1930. 

Junto a Pearce, quienes sorprenden también son Tom Hardy, interpretando a Forrest, el hermano mayor y líder de la banda, y Shia LaBeouf, con una actuación que me hace pensar que, al final de todo, tiene  más talento que el requerido para interactuar con robots gigantes del espacio. Hardy tiene un aceptable acento sureño, prueba una vez más su versatilidad, incluyendo su imponente presencia en pantalla. LaBeouf interpreta a Jack, el hermano menor, un chico que aspira a crecer demasiado rápido en el negocio, a darse su propio lugar y tratar de sorprender a su hermano mayor. Jack tiene un ídolo, Floyd Banner (Gary Oldman, quizás muy desperdiciado), un sanguinario gángster, que tiene a toda la policia en alerta.

La película tiene unos aspectos de producción extremadamente rescatables, en especial la ambientación y la música. El soundtrack parece producido por T-Bone Burnett pero, en realidad, fue escrito por Nick Cave (The Assassination of Jesse James by the Coward Robert Ford, The Proposition) y Warren Ellis. Sin embargo, la historia no tiene mucho de destacable, poco o nada de extraordinario. Es una entretenida pero simple película de gángsters contra policias. Jessica Chastain y Mia Wasikowska, como las únicas presencias femeninas, apenas y pueden lucir algo en sus muy opacos personajes. Ambas son casi como adornos, que no sirven mucho para el avance de la historia. A pesar de todo, Lawless es una película con algunos momentos intensos, pero sin el suficiente calibre que estas historias épicas de familias criminales debería tener.

miércoles, 30 de octubre de 2013

GRAVITY * * * *


SOBREVIVIR ESTÁ EN CHINO...Y EN RUSO. Sandra Bullock
se encuentra perdida en el espacio.

Esta película es para verse en cine. De verla en pantalla chica, se perdería mucho la espectacularidad del viaje espacial al que el realizador mexicano Alfonso Cuarón nos lleva. La sensación que se tiene al ver Gravity es, precisamente, la de sentirnos en gravedad cero, de estar en el espacio junto a dos astronautas a punto de vivir una pesadilla. Es una impresión entre vertiginosa y, al mismo tiempo, sofocante. Sólo son dos personajes los protagonistas, en una historia simple, pero que consigue mantener al espectador en un suspenso que nos engancha desde el inicio a la butaca. 

Coescrita junto a su hijo Jonás, Alfonso Cuarón consigue darle un giro tremendo y, literalmente, extraorbitante, al género espacial, en una aventura hiperrealista sobre un astronauta (George Clooney) y una ingeniera (Sandra Bullock, ofreciendo una sorprendente actuación), en su primer viaje al espacio, quienes "naufragan" a miles de kilómetros de distancia de la Tierra. Además, Gravity pone en evidencia (después de lo visto también en Apollo 13, de Ron Howard) que el trabajo de estos viajeros no es necesariamente tan seguro y tranquilo como parece.

Para empezar, vives con el constante peligro de que restos de "chatarra" espacial te golpeen a gran velocidad, y quedes perdido en el espacio, sin rumbo, como le sucede a nuestros astronautas, los únicos sobrevivientes de una misión espacial. Antes de que puedan decir "Houston, tenemos un problema", ambos deberán buscar la manera de sobrevivir y no acabar flotando en el espacio. La comunicación con la Tierra se ha perdido, y los astronautas deben llegar a las estaciones más cercanas (una rusa y otra china) para recargar el valioso oxígeno que se les está acabando. Y sus problemas apenas están empezando.

El espectáculo visual que ofrece el filme (fotografiado por Emmanuel "Chivo" Lubezki) es impresionante. La Tierra es otro personaje, y está ahí para recordarnos lo diminutos que somos frente a ella. Las imágenes de la Tierra, con las ciudades luminosas vistas desde el espacio, las auroras boreales, etc., son de un realismo que no me dejó despegar la vista de la pantalla. Puede ser una simple aventura espacial, con el genérico mensaje de la "esperanza muere al último", pero es una emocionante y casi aterrorizante.  

jueves, 24 de octubre de 2013

MR. MAGORIUM'S WONDER EMPORIUM * * 1/2

Básicamente, es "Charlie and The Chocolate Factory" en una juguetería. Sin embargo, lo primero que viene a la mente al ver Mr. Magorium's Wonder Emporium (2007) es la impresionante juguetería que aparece en Home Alone 2 (1992). Sólo que aquí no es un amable y dulce ancianito el dueño de la tienda, sino un excéntrico Dustin Hoffman, con pelos y cejas de loco, quien interpreta al Magorium del título. Con más de 200 años, Magorium, dueño de una juguetería mágica, que al mismo tiempo es un parque de diversiones (los niños pueden jugar a sus anchas y "sin compromiso" con los juguetes), busca un sustituto. Edward Magorium está cansado, y con toda dignidad acepta el hecho de que ya es hora de abandonar este mundo. Natalie Portman, luciendo corte de pelo pixie, es Molly Mahoney, brazo derecho de Magorium y administradora de la juguetería, la candidata más fuerte para tomar las riendas del emporio. Lo malo, es que tiene otros planes en mente, se encuentra triste y, por alguna razón, está perdiendo la ilusión y espíritu infantil que se necesita para ser el "empleado del mes" en la tienda.

La película no es muy original que digamos. Parece un montón de ideas que tuvieron los productores en una mesa de juntas, pero con muchas dificultades para amalgamarlas en algo encantador y mágico como la juguetería. Zach Helm (escritor de Stranger than Fiction en su primer largometraje) dirige y es autor del guión. Hay buenos efectos especiales, aceptables actuaciones, muchos juguetes para captar la atención de los niños por algunos minutos, pero lo que falta es una historia lo suficientemente buena como para desempolvar a nuestro niño interno. Magorium parece como un hijo incomprendido de Santa Claus. A Dustin Hoffman el personaje simplemente le sirve como un vehículo de lucimiento, para dar rienda suelta a una comicidad que rara vez tiene oportunidad de exhibir. El problema, es que Mr. Magorium no es un personaje tan interesante como Willy Wonka. Jason Bateman es otro personaje en busca de su niño interno, como el contador que llega a la tienda a tratar de poner orden a los papeles de Magorium, mientras que un niño (Zach Mills) con nulo carisma, tiene una pasión casi enfermiza por los sombreros. En resumen, el filme es menos de lo que promete el título. 

LOOK EXPLOSIVO. Dustin Hoffman y Natalie Portman. 

sábado, 5 de octubre de 2013

ELYSIUM * * * 1/2

CON LAS HORAS CONTADAS. Matt Damon se une al club de los héroes de acción pelones.

En Elysium (2013) Matt Damon luce como un rubio Vin Diesel versión "Riddick". Con la cabeza afeitada, moviéndose en los barrios pobres de Los Angeles (de hecho, locaciones de la Ciudad de México) y con un mecanismo atajado al cuerpo, formado por tubos y amortiguadores, Max (Damon) es una especie de crístico personaje futurista, predestinado a cumplir una misión importante en su vida. El sudáfricano Neill Blomkamp nos transporta nuevamente a uno de sus universos, en donde la ciencia ficción embona perfectamente con historias sobre futuros decadentes, como lo demostró en la impresionante y entretenida Distric 9 (2009). Sin embargo, Elysium lucha por presumir de algún destello de originalidad, con todo y contar con un efectivo reparto, así como de atractivos efectos especiales. 

A lo largo de la película, se pueden encontrar referencias a Total Recall (la escena con Max tratando de razonar con un robot burócrata), e incluso 2001: A Space Odyssey, con la idea de una mega estación espacial orbitando cerca de la Tierra. La estación, llamada Elysium, es gobernada por una tiránica secretaria de estado (Jodie Foster, estupenda como siempre), quien ha implementado leyes anti inmigrantes duras, y tomado el control de los servicios médicos, dejando a los habitantes de la Tierra en total desamparo. Es el año 2154. Elysium es una deslumbrante ciudad, idílica y paradisiaca, con lagos, áreas verdes, y cuyos habitantes gozan de cabinas capaces de curar en segundos desde fracturas hasta cáncer. Mientras, en la Tierra, la gente fronteriza vive en condiciones de miseria, tratando de emigrar ilegalmente hacia Elysium.

Elysium es un buen entretenimiento, sin muchas ambiciones, con ideas interesantes que, desafortunadamente, no son exploradas más a fondo. Visualmente, tiene su impacto. Como los extraterrestres de District 9, aquí hay unos robots que lucen extraordinariamente reales. Max es un obrero, al cual de niño una monja le auguró uno de esos destinos que cambian al mundo. Trabajando en condiciones difíciles, Max sufrirá un accidente en su trabajo, siendo expuesto a una peligrosa radiación. Condenado a morir en aproximadamente 5 días, y sin mucho que perder, nuestro héroe acepta una misión que podría acabar con los abusos del gobierno y, de paso, curarse. Eso si un mercenario (Sharlto Copley, de Distric 9) no se lo impide primero. Quizás, Blomkamp tuvo algunos problemas en equilibrar los elementos de una película de ciencia ficción inteligente y de toque independiente, y los de una más del mainstream. Lo malo, es que lo consigue a expensas de poder haberle dado más profundidad a la historia y hacerla más interesante.

miércoles, 25 de septiembre de 2013

THE DEVIL'S DOUBLE * * * 1/2

¿ASÍ O UN POCO MÁS A LA TONY MONTANA?
Dominic Cooper encarnando al mismo diablo.

Hasta ahora, había dado mucho por sentado el talento de Dominic Cooper, un actor británico casi siempre relegado a papeles secundarios. En The Devil's Double (2011), muestra de lo que es capaz llevando a cuestas un doble papel, haciéndolo con el mayor brío, energía, sobriedad, dureza, y al mismo tiempo, sarcasmo y comicidad posibles. El filme cuenta el caso real de cómo en 1985, durante el apogeo del gobierno de Saddam Hussein, un hombre tuvo la mala fortuna de parecerse al hijo del dictador. Latif Yahia (Cooper) fue obligado a convertirse en un "fedai", es decir un "doble político" de Uday Hussein (Cooper también). El desafortunado fue "contratado" a la fuerza, para ser su doble y así salvarle el pellejo en caso de un atentado contra su vida. La vida de Latif y la de su familia estaban bajo  amenaza de muerte de no aceptar el trabajo. 

Uday es retratado como un verdadero sociópata y sádico. En este vibrante y entretenido filme de Lee Tamahori, el tipo es como la representación más patética del mal. Lo mejor de la actuación de Cooper, es su endemoniada capacidad de darle una bis cómica a Uday Hussein, además de una sonrisa y voz ridículamente graciosas. Hay incluso momentos en que, a pesar de ser una película cruda, violenta, con elementos típicos de un thriller hollywoodense, parece un melodrama cómico sobre los dolores de cabeza que el malcriado Uday le causa a  papi Saddam. No soy un especialista en el tema, no sé que tan exacto sea el retrato de Uday Hussein, pero sin duda la transformación de Dominic Cooper en el personaje es el punto fuerte de la película. Sin embargo, está lejos de tener un tema fuertemente cargado de política, ya que las intenciones de Tamahori fueron más bien dirigir un thriller palomero que acaba siendo muy visible, a pesar de las convenciones genéricas, y con Ludivine Sagnier en el papel secundario de la novia de Uday, que le causará muchas distracciones a Latif para llevar a cabo su trabajo. 

sábado, 14 de septiembre de 2013

BRIGHTON ROCK * * * * *

PASIONES QUE MATAN. Andrea Riseborough y Sam Riley,
en la segunda adaptación al cine de "Brighton Rock.

Esta es la segunda adaptación de la novela de Graham Greene, Brighton Rock, una enérgica historia de gángsters instalada en la ciudad portuaria de Brighton Rock, Reino Unido, en 1964. Sam Riley (Control) ofrece una poderosa actuación como el siniestro Pinkie, un gángster que se ve envuelto en una intriga romántica con una linda e inocente mesera, Rose (Andrea Riseborough). Un miembro de la pandilla rival, los Colleoni, ha sido asesinado por Pinkie. Momentos antes, la mesera, accidentalmente, acabo siendo fotografiada con el sujeto asesinado, convirtiéndola en testigo clave del crimen.  Pinkie, con deseos de tomar el liderazgo de la banda a la que pertenece y asesinar a su jefe, no sólo tendrá que recuperar esa fotografía que lo implica, sino engañar con falsas pretensiones románticas a Rose. Esta, por su parte, acabará perdidamente enamorada del mafioso. 

Es apenas el primer largometraje del realizador televisivo Rowand Joffe, y ha conseguido una impecable, atractiva y muy visible película de época. Ambientada magníficamente y con un diseño de arte de primer nivel, Brighton Rock es una película de mafiosos intrigante, un buen new-noir británico, con un centro emocional cimentado en la destructiva relación entre Pinkie y Rose. La chica, en su total entrega, nos despierta lástima, al verla caer en total sumisión ante la fría y humillante indiferencia del gángster. Para Pinkie, la chica no es más que un estorbo, del cual tiene que deshacerse pronto. Ahí es donde radica el suspenso de la historia: ¿Rose abrirá los ojos y descubrirá que comparte su vida con un criminal? ¿Pinkie logrará su objetivo? Hellen Mirren y John Hurt tienen papeles secundarios, pero como siempre, su participación es de lujo.

miércoles, 11 de septiembre de 2013

WIN WIN * * * 1/2

GANANCIA DOBLE. Paul Giamatti y su estrella deportiva, Alex Shaffer.

La película sigue una fórmula básica, tal vez muy vista con anterioridad: el chico deportista y talentoso, de carácter indomable, en una relación complicada con el mundo y con su entrenador, el cual no tiene  menos problemas. A pesar de todo, Win Win (2011) es una película muy visible, entretenida, con el corazón bien puesto y tremendamente bien actuada. Paul Giamatti está hecho para cierto tipo de personajes, aquellos de apariencia bonachona, pero que parecen llevar a cuestas todo el peso del mundo y sus habitantes. Su interpretación de dicho entrenador, a cargo de un equipo escolar de lucha grecorromana cuando no es abogado, marca todos los cuadros en la lista de aquellas cualidades, incluyendo la actitud de siempre estar escondiendo algo. La salvación para su equipo de chicos con mucho espíritu pero poca fuerza, es Kyle (Alex Shaffer, un campeón escolar de lucha en la vida real), un adolescente sin nadie en la vida más que su abuelo (Burt Young), a quien no conocía, y una mamá (Melanie Lynskey) en rehabilitación por drogas, tan talentoso en la lucha grecorromana que parece increíble a su corta edad. Mike (Giamatti), oportunista y con las mejores intenciones, se apunta para ser su tutor y darle una familia adoptiva. Bobby Cannavale da la nota cómica en el reparto, mientras que Jeffrey Tambor está ahí, como siempre, haciendo un gran papel secundario. Con todo y su tono de melodrama familiar televisivo, la película aplica una inesperada llave emocional al espectador,  imposible de resistir los tres conteos.   

martes, 3 de septiembre de 2013

PARIAH * * * 1/2

DOBLE IDENTIDAD. Adepero Oduye como "Alike".

Pariah (2010) es la crónica de una chica solitaria (Adepero Oduye) con una seria crisis de identidad sexual. Su nombre, Alike, no podría ser más evocador. En su casa, Alike pretende ser la niña heterosexual que sus padres quieren ver y tener, pero afuera, en las noches, se transforma en una chica lesbiana, que aprovecha cada oportunidad para escaparse con su mejor amiga (Pernell Walker) a clubs de strippers disfrazada de hombre. Lo más acertado en la realización de Dee Rees (el remake de un cortometraje que dirigió en el 2007) es la manera de involucrarnos con su protagonista principal. La   actuación de Oduye es muy buena, y hace que sintamos como una bomba de tiempo el que su secreto sea descubierto por su familia en cualquier momento. El padre (Charles Parnell) es un hombre serio, no muy expresivo y de pocas palabras, del cual podemos imaginar su reacción de saber el mayor secreto que guarda su hija.

Sin embargo, en este caso, la historia enfoca nuestra atención a cómo el aparentemente estable núcleo de una familia negra tradicional, podría verse sacudido si fuera una hija y no un hijo quien revelara su homosexualidad. Su primera mitad abunda en cosas ya vistas antes en filmes como Precious, y ejemplos similares, sobre melodramas de familias negras con un bien ejecutado toque de realismo social. Alike es una sensible chica aislada de la sociedad, con talento para escribir, que sufre calladamente, y con mucha dificultad para encajar en el mundo. Técnicamente, Rees recurre a la cámara en mano en muchas escenas, y todo está filmado en locaciones. Pero la segunda mitad es la más interesante. La madre de Alike, interpretada fantásticamente por Kim Wayans, es la que representará el mayor reto a la chica a la hora de la verdad. El mensaje, eso sí, ya nos lo sabemos: "sé tu mismo",  "lucha por lo que crees", pero vale la pena.  

martes, 27 de agosto de 2013

KICK ASS 2 * * 1/2

¡A PATEAR TRASEROS! Aaron Taylor-Johnson y Chloë Grace Moretz,
vuelven como Kick-Ass y Hit-Girl.

No es tan graciosa ni original como lo fue la primera entrega, Kick-Ass (2010). La secuela, Kick-Ass 2 (2013), sigue siendo una parodia de historias de antihéroes y vigilantes, que explota de maneras insospechadas un humor negro salvaje y violento. La primer película fue muy criticada por sus escenas de violencia, que involucraban una, en aquel entonces, preadolescente Chloë Grace Moretz, recibiendo golpes y patadas de villanos considerablemente mayores. Ahora una adolescente de 16 años, Moretz es la principal protagonista de la menos sorprendente segunda parte. En esta ocasión, no tenemos actores de "peso", como Nicholas Cage, el fallecido padre del personaje de Moretz, o Mark Strong, el villano al que en la primera parte combatieron nuestros héroes, Kick-Ass (Aaron Taylor-Johnson), y  Hit-Girl (Moretz). 

Jim Carrey, desafortunadamente, se nota totalmente desperdiciado, en su personaje de líder de un grupo de superhéroes improvisados; una especia de versión de The Avengers que parecen sacados de un circo. Carrey está irreconocible, con maquillaje, nariz postiza deformada y antifaz (parece una versión más vieja y deforme de su Riddler en Batman Forever), apareciendo en menos de la mitad de la película.  Dave y Mindy, las identidades secretas de los protagonistas, han decidido seguir cada uno por su lado, el primero necesitando un "Robin" para formar su propio dúo dinámico, mientras que la segunda, debido a la sobreprotectora presencia del amigo de su padre (Morris Chestnut), debe decidir entre seguir la ordinaria vida de una niña de su edad, o ser la letal, especialista en artes marciales y casi indestructible Hit-Girl, que todos conocemos.

Jeff Wadlow, el director, carece de la inteligencia que demostró Matthew Vaughn en la primera parte, para saber usar el explosivamente gracioso humor negro y de haberlo sabido integrar sutilmente en la historia, provocadora y sorpresivamente. Es decir, la secuela (y es una lástima) acaba bajando de categoría en ese sentido. Al final, luce como una comedia común y corriente, con una historia sin mucho sabor, aunque con algunos momentos graciosos, como la selección del grupo de villanos por la nueva némesis, Mother Fucker (Christopher Mintz-Plasse). Dicho grupo incluye una gigantesca mujer rusa, Mother Russia (Olga Kurkulina), con un muy masculino y esteroide rostro, que parece la  hermana gemela de Ivan Drago. Pero también hay momentos que debieron haber quedado en el bote de basura del editor, como la escatológica escena en la cafetería de la escuela, vomitiva y diarreica en más de un sentido, que amenazan con arruinar por completo el filme. 

lunes, 19 de agosto de 2013

RED 2 * * 1/2

VESTIDOS PARA MATAR. Mary-Louise Parker, Bruce Willis,
 y John Malkovich.

Frank Mosses (Bruce Willis) se vuelve a reunir con su viejo equipo de agentes especiales, muy a regañadientes, en la secuela de Red (2010). Aparentemente, Frank prefiere permanecer en un tranquilo retiro, junto a su prometida (Mary-Louise Parker). Sin embargo, por razones complicadas de explicar en esta reseña (y para no estropear mucho la trama para el espectador) su viejo colega, Marvin (John Malkovich, en una de esas  conjuraciones celestiales que le permiten dar rienda suelta a su, muchas veces, oculta comicidad) es el detonante para juntarse de nuevo. En resumen, todo comienza cuando Frank es rescatado, al ser aprehendido por gente del FBI y del Pentágono. Definitivamente, en esta secuela es John Malkovich quien se acaba robando todo el show, y quien logra hacer mínimamente visible una caper movie por debajo del promedio. La trama, si bien no es muy complicada, tiene muy poca cabeza y no muchos pies.

El reparto sigue siendo atractivo, un gancho para que cualquier cinéfilo acabe mordiendo el anzuelo, y siga a nuestro disparejo equipo en un tour europeo para encontrar a un científico (Anthony Hopkins, engañosamente loco en más de un sentido), el cual puede ser la clave para dar con un arma de destrucción masiva, desarrollada durante la Guerra Fría. Catherine Zeta Jones reaparece como la espía rusa Katja (quien suena muy británica para ser rusa, y sin muchas lineas de expresión en el rostro); Helen Mirren está espléndida y en clave de humor negro, como la agente secreta del MI6. Haciendo cameos están David Thewlis y Brian Cox (por primera vez, los dos Hannibal Lecters del cine están juntos en pantalla). La película, adornada con pequeñas viñetas ilustradas estilo cómic, con todo y su problemático guión tiene varios momentos graciosos. Y aunque Willis es -o intenta- ser la estrella, acaba opacado por Malkovich, como el loquillo geek tecnológico, con gestos de loco salido del manicomio.

viernes, 16 de agosto de 2013

THE CONJURING * * * * 1/2

HORROR HIPNÓTICO. Vera Farmiga

The Conjuring es una película de terror efectiva en casi todos los sentidos, a pesar de tener uno que otro cliché en el camino. James Wan, su director (originario de Malasia), se basa en simples trucos de la vieja escuela, proporcionando al espectador muchos sustos y sobresaltos en su asiento. Wan ya  tiene experiencia en el género, dirigiendo Saw (2004) e Insidious. En The Conjuring demuestra destreza, así como una gran capacidad artesanal, asustando y sorprendiendo en los momentos menos esperados. 

La película parece una cruza entre Paranormal Activity y Poltergeist (de esta última sigue una narración casi idéntica, con todo y niñas aterradas por fenómenos paranormales); un poco de Evil Dead (el sótano donde ocurrió, años atrás, algo macabro). Además, hay una muñeca que parece la novia de Chucky, mientras que el ropero del cuarto de las niñas (¡la familia protagónica tiene cinco hijas!) me recordó al de The Chronicles of Narnia (en un par de escenas, una de las niñas parece haber sido engullida por el ropero hacia otra dimensión). A la ecuación se agregan elementos de cualquier película sobre exorcismos.

El director sabe construir un gran suspenso desde el inicio. La historia está basada en un caso real, documentado por dos reconocidos "cazafantasmas", Ed y Lorraine Warren, interpretados por Patrick Wilson y Vera Farmiga. Esta última sobresale como una psíquica, atormentada por un terrible exorcismo que la dejó marcada para siempre. Los Warren se especializan en "limpiar casas" de demonios, fantasmas, y otras energías obscuras, eso cuando no se encuentran dando conferencias universitarias sobre exorcismos y posesiones diabólicas. Su mejor caso llega con la familia Perron (Lili Taylor y Ron Livingston encarnan a los padres de familia), quienes, buscando un pacífico lugar donde vivir alejados de la ciudad, se encuentran con que su nueva casa está poseída por una descomunal fuerza diabólica, que simplemente los quiere echar de ahí. 

Son los inicios de los 1970. En los muy originales créditos finales, vemos fragmentos de artículos de periódicos de la época, con fotografías de los personajes verdaderos, para dar cuenta de la veracidad del caso. Muy pronto, los Warren se darán cuenta que lidiarán con un caso en donde brujería, un asesinato, y un suicidio, están involucrados. Para hacer más interesante el asunto, a nuestros "cazafantasmas" se les da un trasfondo dramático interesante. Ambos tienen una sola hija, aspiran a una vida más tranquila, y con tener más hijos. Para un matrimonio como el de los Warren, con Ed como la mente científica, y Lorraine con poderes psíquicos, dicho panorama parece muy lejos de ser alcanzado. "Uno se lleva consigo parte de las energías obscuras, quieras o no", dice Ed, refiriéndose a las visiones y al contacto que su esposa, inevitablemente, tiene que establecer con fuerzas desconocidas durante su trabajo. 

A pesar de que encontré un poco distractor el asunto de la muñeca, y sin mucho que ver con la historia principal (¿Se estará guardando para una secuela?), The Conjuring, en general, es una película de espantos notable. El exorcismo final es simplemente espeluznante. Si bien todo el reparto ofrece buenas actuaciones, son el par de actrices protagónicas las que se llevan la película. Junto a Vera Farmiga, Lily Taylor está maravillosa en su papel de madre estoica, guardando sus propios tormentos para sí misma. Taylor resulta conmovedora hasta en los instantes más demoniacos. 

jueves, 1 de agosto de 2013

SCARY MOVIE 5 * 1/2


Llega la quinta entrega de esta franquicia, en donde se parodian algunas películas de horror del 2013, y una que otra que no pertenecen precisamente al género. En Scary MoVie 5 (2013) no se salvan de la burla películas como Mama (que provee la columna vertebral de la historia), Evil Dead, Paranormal Activity, Sinester, además de colarse otras como Inception, Black Swan, y Rise of the Planet of the Apes.

La estructura sigue siendo una sucesión interminable de gags, unos funcionales que proveen algunas risas, y otros que, en el otro extremo, son muy malos. Además, tiene un número de referencias cinéfilas, que para ser detectadas se necesita estar moderadamente versado en el género de horror. Charlie Sheen y Lindsay Lohan abren la película, dan el chispazo inicial a la historia en plena burla de sí mismos, aunque acaban cayendo en lo peor que puede haber en un sketch televisivo.

Narrada por Morgan Freeman (o más bien, una aceptable imitación), la historia narra como un joven matrimonio adopta un trío de niñas, que viven  abandonadas en una cabaña en el bosque. Una de ellas es una bebé, que será el objeto de un sin fin de gags culposamente graciosos, de puro humor negro; otra es una niña que se cree perro, y la mayor está traumatizada por un ente paranormal a la que llama “mamá”.

Las niñas son adoptadas por un investigador (Simon Rex) y una bailarina de ballet (Ashley Tisdale), quienes junto a una estereotípica sirvienta mexicana (Lidia Porto), habitan una casa llena de cámaras y afectada por  fenómenos paranormales. Como sus predecesoras, el filme no es más que otro subproducto del mainstream hollywoodense. Su receta  incluye lo mejor, pero también lo peor de cualquier comedia promedio. A esperar de todo, desde el humor más surrealista (las aspiradoras divirtiéndose en la alberca), y el más negro (la escena de Evil Dead es graciosa con la mentalidad apropiada), hasta el más descerebrado, vulgar y escatológico. Nada nuevo bajo el sol. 

ACTIVIDAD SUBNORMAL. Simon Rex y Ashley Tisdale.



miércoles, 31 de julio de 2013

IN A BETTER WORLD * * * 1/2

PEQUEÑO GUARDAESPALDAS. Markus Rygaard y William Johnk Nielsen,
forman una sólida amistad.

Algo que muestra In a Better World (2010), de Susanne Bier, -ganadora del Oscar a Mejor Película Extranjera en 2011- es que el bullying no nada más puede darse entre niños, sino también entre adultos. La película tiene un par de escenas inquietantes, en donde un niño es testigo de cómo su padre es golpeado y humillado frente a él por otro hombre. De manera optimista (quizás también inocentemente) el padre quiso razonar con el violento y explosivo hombre de manera civilizada. No nada más Haevnen (su título original en danés) es un filme sobre el bullying y sus detonantes consecuencias, sino sobre la xenofobia que puede darse en países de la Europa Nórdica. En dichas escenas, el padre (Mikael Persbrandt) trata de razonar con un hombre que se ha puesto a la defensiva, sólo porque el primero trató de mediar una discusión entre sus hijos en un parque. El padre, un doctor que trabaja haciendo labor humanitaria en África (en dónde se dará una circunstancia similar de abusos entre paramilitares y humildes aldeanos), es abofeteado y avergonzado ruínmente frente a sus dos niños.

En su escuela, Elias (Markus Rygaard), un niño sueco, es diariamente insultado por un bravucón y su pandilla. Un día, Christian (William Johnk Nielsen), su único amigo, decide temerariamente tomar el asunto en sus manos y cobrar venganza. Algo valiente, considerando su baja estatura. Sin embargo, Christian es un pequeño misterio que no puede juzgarse por su tamaño. Al principio, nos deja  intrigados por los métodos poco ortodoxos que tiene para resolver los problemas de su amigo. Detrás de su temeridad, se encuentra el sufrimiento debido a que su madre falleció de cáncer (hecho que vemos en las primeras escenas) y su padre (Ulrich Thomsen, que hemos visto en Brothers, también de Susanne Bier), quien también viaja mucho por trabajo, no tiene éxito tratando de acercarse a él, al menos cuando tiene tiempo para ello.

Contrastando los dos ambientes familiares, Bier tiene un claro vehículo para dirigir un buen melodrama, tal vez convencional en su estructura, pero que, además de estar atractivamente fotografiado, permite asomarnos y ver un poco el estado actual de la sociedad danesa. No es de extrañarse que haya ganado el Oscar, ya que da en el clavo al tocar el tema del bullying, en varios niveles y de manera inteligente, y además tiene una sensible manera de afrontar un filme de tintes humanistas que apela, sin problemas, a las audiencias americanas.

miércoles, 24 de julio de 2013

PACIFIC RIM * * * *

¡QUIÉN SOLTÓ AL KRAKEN! Charlie Hunnam y Rinko Kikuchi,
los héroes de la historia.

En su más reciente película, el realizador mexicano Guillermo del Toro rinde homenaje -y uno muy digno- a las monster movies japonesas (o también llamadas kaiju). Nada más un director con la visión necesaria y experiencia probada en recrear universos poblados por monstruos y otras criaturas fantásticas, lo hubiera podido hacer. El nivel de espectacularidad y sofisticación que puede verse en Pacific Rim (2013), la lleva un paso más allá de la superficialidad de un blockbuster veraniego a lo Michael Bay. Es cierto, Del Toro ofrece una película tremendamente entretenida de enormes "kaijus" (o monstruos) atacando grandes urbes, asustando pescadores en el mar, y destruyendo todo a su paso, hasta que gigantes robots (llamados aquí "jaegers") "piloteados" por humanos, aparecen para enfrentarlos. Sin embargo, Pacific Rim se nota también preocupada por sus personajes, por que nos importen y tengan un desarrollo interesante.

La historia puede no tener los niveles de El Laberinto del Fauno, pero es lo suficientemente interesante como para sostener una película de poco más de dos horas, y que es, básicamente, un filme serie B con un enorme presupuesto y producción. Los héroes de esta película son unos pilotos entrenados como astronautas, para poder manejar unos sofisticados robots gigantes, que forman parte de un programa financiado por varios gobiernos del mundo. Los robots están diseñados para combatir una monstruosa amenaza que ha venido del espacio exterior. Nuestro héroe, Raleigh (Charlie Hunnam), tiene que afrontar el trauma de haber perdido a su hermano, en una batalla cerca de Alaska contra un monstruo. Esto le tiene pasando un trauma que afecta su desempeño como piloto. Los pilotos se mueven dentro de la cabeza del robot como si estuvieran haciendo ejercicio en una maquina elíptica, y se conectan de una manera muy estilo "Matrix" con el robot. Los pilotos fusionan sus neuronas, recuerdos, y emociones con los circuitos de la máquina robótica.

Los efectos especiales son simplemente extraordinarios. En ese sentido, el filme goza de un pedigree visual de primera. Del Toro sabe transmitir una verdadera  sensación de dimensión e inmensidad en las criaturas y robots. No son torpes moles moviéndose tontamente en el cuadro, sino que hay un cuidado   en los movimientos de los monstruos y los robots (están años luz de ser como aquellos tipos disfrazados caminando por maquetas). Hay algo de artes marciales en el filme. La película está salpicada de referencias asiáticas, y una de las mejores peleas ocurre en Hong Kong (curiosamente, no en Tokio). Pero hay una escena de los recuerdos de una chica japonesa (Rinko Kikuchi), aspirante a convertirse en piloto, en donde vemos a una pequeña actriz interpretándola de niña, la cual tiene quizás una de las mejores actuaciones en toda la película. Verla huir del ataque de un monstruo y llorar presa del pánico, con sus ojos hinchados y llorosos, es demoledoramente conmovedor. 

Fans de esta clase de películas de Kaijus contra Mechas (es decir, robots) es el publico adecuado para este filme, y no se diga admiradores del cine de Guillermo del Toro. Luce como el blockbuster veraniego de encargo que le llegó a su escritorio, cuando tal vez debería mejor estar dirigiendo The Hobbit. Sin embargo, es un trabajo visualmente poderoso (el diseño de producción y la fotografía son de lujo), y uno muy personal en muchos aspectos. En el mismo, Del Toro pudo imprimir su marca personal, y además permitirse una increíble cantidad de libertades. No nada más tenemos en el elenco actores apenas conocidos (con excepción de Idris Elba, quien da una muy sólida interpretación de un general que dirige las operaciones), sino que vuelve a meter a su actor cliché de facciones cavernarias, Ron "Hellboy" Perlman. Vamos, hasta Santiago Segura pasó a saludar, quien anda de relleno haciéndola de gángster. 

domingo, 14 de julio de 2013

JESUS HENRY CHRIST * *


¡SUUUBE! Michael Sheen y Toni Collette con sus respectivos retoños. 

Hay algo claro en esta película, dirigida por Dennis Lee (Fireflies in the Garden): la fuente de inspiración en los filmes de Wes Anderson. Aunque esté basada en un cortometraje del mismo Lee, Jesus Henry Christ (2012) es como The Royal Tenenbaums en clave de fábula. Tiene la explosiva paleta colorida de un filme de Anderson, así como la idea principal de poner bajo la lupa una familia disfuncional, y personajes que, simplemente, parecen no encajar con el mundo que les rodea. 

El problema principal -por mas obvio que pueda sonar- es que Lee no es Anderson. El homenaje a su filmografia se agradece, en donde vemos la historia de un niño genio, como tal vez nunca lo ha habido, el Henry del título (Jason Spevack). El filme no tiene el gancho cómico, el humor, la espontaneidad surrealista ni la visión (y claro tampoco a Bill Murray) de Anderson. El elenco es prometedor, como a Toni Collette interpretando a la mamá de Henry (con un extraño caso de pirofobia, cuyo origen podemos ver en una escena graciosa, de las pocas que vale la pena rescatar), quien fue concebido por inseminación artificial, y a Michael Sheen como un psiquiatra y maestro universitario, con sus propios dilemas y problemas con su respectiva hija. 

La película no está a la misma altura. El psiquiatra, quien tiene la obsesiva tarea de retirar de las librerias su primer y único libro, por no estar del todo satisfecho con el mismo, tratará de ayudar a Henry a encontrar a su verdadero padre. El título podrá atrapar por su irreverencia (una frase que grita la mamá durante el parto) e incorrección política, pero el caso es que la película falla en involucrarnos con la historia y los personajes. Personalmente, me costó sentir algo de simpatía por el chico (podrá ser un genio pero adolece de carisma y, a ratos, es algo insufrible). Decir mucho sobre la hija de nuestro psiquiatra, Audrey (Samantha Weinstein), una niña pelirroja que sufre de bullying en la escuela (todos le dicen lesbiana) y la única amiga de Henry, sería estropear la historia contando demasiado. No hay mucha química entre ambos, y es una lástima, ya que de otra forma la película se hubiera salvado un poco. 

domingo, 7 de julio de 2013

IRON MAN 2 * * 1/2

Iron Man 2 es más de los mismo, quizás un poco más. Resulta muy parecida a la primera película, la cual fue un debut cinematográfico decente y muy visible para este superhéroe, creado por Stan Lee. Robert Downey Jr. sigue interpretando a Tony Stark, empresario millonario, alma solitaria, y con un hueco en el corazón -en más de un sentido-, que se dedica al desarrollo de armamento. Recordemos que por un accidente en pleno escenario de guerra acabó convertido en el "hombre de acero", cuya identidad secreta ha quedado revelada en esta película. Pero a Stark no le importa mucho esto, al contrario, lo explota para hacerse la mejor publicidad.  

La mejora entre la primera película y esta segunda entrega (2010) tiene que ver más con el reparto, el cual se ha ampliado. Por otro lado, la historia no deja de sentirse derivativa. Sam Rockwell entra a escena como un empresario desarrollador de armamento, la principal competencia para Tony Stark, fabricando una serie de armaduras que transforman a los soldados en una especie de cyborgs, en vias de ser perfeccionadas.

El problema de la historia, es que no tenemos la presencia definida de un villano. Mickey Rourke encarna su mismo personaje de siempre, esa caricatura de sí mismo que es más una autoparodia que otra cosa. Atrás ha quedado la gloria histriónica que fue en los 1980. Sin embargo, aquí le da la vuelta a su look de cavernario con tatuajes hasta en las axilas, combinándolo con rasgos de genio incomprendido. Su nombre es Iván Vanko, un ruso que con dos látigos eléctricos como armas, irrumpe en una carrera de autos en Mónaco. Su entrada es espectacular, prometedora, y destructora, tomando a Stark fuera de guardia sin saber este cómo combatirlo. 

La idea de que este villano fuera una imagen especular decadente del mismo Tony (viviendo su propia decadencia debido al alcohol y a que la fama se le ha subido a la cabeza) era buena y atractiva. Pero todo se va desvaneciendo, poco a poco, ya que a Jon Favreau sigue sin serle suficiente nada más dirigir, sino que vuelve a tener un pequeño papel en el filme como el asistente-chofer de Tony. Su personaje no aporta nada (en serio, está años luz de ser el "Alfred" de Tony Stark), y se nota más preocupado en llamar la atención de todas maneras posibles que en otra cosa.

La película es entretenida. Tiene sus dosis de acción y no ha faltado el gancho entre esta historia y la de The Avengers, la película que juntó a la pandilla de superhéroes, gracias a la iniciativa de Nick Fury, interpretado con esa facilidad y naturalidad que caracteriza a Samuel L. Jackson. Scarlett Johansson está aquí como la contraparte sexy de Gwyneth Paltrow, la primera como Natasha Romanoff (quien aparece en The Avengers) y la segunda como Pepper Potts, el -casi- platónico interés sentimental de Tony. Pepper sigue siendo esa especie de maternal voz de la razón que trata, inútilmente, de hacerlo sentar cabeza. 

Don Cheadle se añade al reparto también, como un teniente del ejército sin saber, en pocas palabras, cuál bando tomar. Lo más interesante, es ver en esta película esa parte de "científico loco" en Stark, del genio incomprendido, combinada con esa parte física vulnerable: el marcapazo, que ahora más que ayudarlo a seguir con vida, parece estarlo matando. En general, una simple película de superhéroes palomera, que vale más la pena por las actuaciones (hasta Mickey Rourke, sin actuar en lo absoluto, le roba a Sam Rockwell sus escenas tan sólo con balbucear dos o tres palabras con acento ruso) que por otra cosa.

¿LO PIDO PARA LLEVAR O QUÉ TONY?
Samuel L. Jackson en labor de convencimiento con Robert Downey Jr.



domingo, 30 de junio de 2013

A DANGEROUS METHOD * * *

EL DOCTOR ESTÁ EN SESIÓN.
Michael Fassbender y Keira Knightley en plena sesión psicoanalítica.

Inusual película de David Cronenberg, quizás la menos cronenbergiana de toda su filmografía (todavía no he visto Cosmopolis, la última película de Cronenberg, que según he escuchado es una tediosa y monótona decepción para los seguidores de la filmografía del realizador canadiense). A Dangerous Method (2009) está basada en la obra teatral de Christopher Hampton, que narra la relación entre Carl Gustav Jung (sorprendente y contenida actuación de  Michael Fassbender), alumno de Sigmund Freud, y Sabina Spielrein (más sorprendente y genial Keira Knightley), su paciente ruso-judía. Estamos en Zürich, en 1905. Jung sometió a Spielrein a terapias freudianas para curar su histeria, sus sexopatologías y comportamientos obsesivos-compulsivos. Por otro lado, estuvo interesada en convertirse en psicóloga y proponer sus propias teorias sobre el comportamiento infantil. Asesinada por los nazis en 1942, la relación entre Sabina Spielrein y Jung pasó de ser de doctor-paciente a una sentimental-sexual, constituyendo un gran dilema ético, moral (nuestro doctor era casado) y profesional para Jung.

Cronenberg ha tenido la total intención de enjuagar de todo viso de emoción y sentimentalismo a su película. Es grisácea, seria y de una desconcertante sobriedad emocional entre sus personajes.  Aunque a Cronenberg le interesó más que nada hacer una exploración tanto física como mental de la sexualidad humana, es posible que al final dichas intenciones hayan quedado apagadas por el peso histórico de sus personajes, que cae casi en lo reverencial. Tenemos a un joven Sigmund Freud, con una imagen varonil y no excenta del sexappeal que, irremediable e involuntariamente, Viggo Mortensen acaba por imprimirle. Está alejada de la imagen clásica del Freud serio, viejo y con puro en mano a la que estamos acostumbrados. De todos modos, Viggo Mortensen ofrece una  muy buena actuación. Las actuaciones   son el principal sostén de un filme que parece, más que nada, una lección universitaria de psicología; un filme de carga didáctica. No importa que Vincent Cassel esté ahí, con su diabólica presencia, tentando como el mismo satanás a Jung, con teorías liberales sobre el sexo como principal impulso natural, que debe ser satisfecho sin importar las consecuencias. Es un filme perfecto para estudiantes de psicología.

Estudiantes y, por qué no, gente interesada en teorías freudianas del sueño, símbolos, el subconsciente, etc., los cuales encontrarán el filme sumamente interesante. Pero aquellos que buscan algo más, tal vez encuentren el filme poco menos que decepcionante. Es en extremo dialogado, sin mucho drama de por medio y, debido a su fuente principal, más cercano a una puesta teatral que a una experiencia cinematográfica. La actuación de Keira Knightley es de las mejores que he visto en su carrera. Visceral, en ocasiones perturbadora, inquietante y arriesgada. Es lo que salva un filme cuyo tema también fue retratado en Prendimi l'anima (2002), el polo opuesto de la película de Cronenberg, con la misma historia pero contada de una manera melodramáticamente más interesante y con un final sobrecogedor. 

sábado, 22 de junio de 2013

MARTHA MARCY MAY MARLENE * * * 1/2

 Martha (Elizabeth Olsen) y su hermana tendrán un
traumático reencuentro.

Contrario a lo que sugiere el título, la trama de esta película no involucra a cuatro personajes sino a uno. Martha (Elizabeth Olsen), es una chica que decide recluirse en una especie de "comuna", aquellas que viven completamente aisladas de la sociedad. Son autosuficientes y su forma de vida es algo más cercano a una vida sectaria. A lo largo de la película, vemos la vida de Martha en el presente, justo cuando, en un golpe de suerte, logra huir de esta comuna, perdida en algún punto del bosque, y refugiarse en la casa de su hermana (Sarah Paulson). Además, en forma paralela, vemos flash backs  sobre cómo Martha fue a involucrarse con esta sociedad y su vida en ella. Ahí, fue rebautizada como Marcy May, y para ser aceptada -como todas las demás chicas- pasará por un "ritual", en donde tiene  que tener sexo con el líder de la comuna, y de vez en cuando, participar en orgías. En estas escenas, la película es un intrigante retrato de cómo viven esta clase de comunas, uno que se ve convirtiendo en algo más perturbador e intrigante. 

Dirigida por Sean Durkin, la película se aproxima en las escenas del tiempo presente al suspenso psicológico. El inestable estado mental de Martha, comportándose de manera extraña en la casa de su hermana, haciendo cosas extrañas y extravagantes, que rallan en lo enfermizo. Por ejemplo, esa escena en la que Martha irrumpe en el cuarto de su hermana mientras esta tiene sexo con el marido (Hugh Dancy) y decide quedarse ahí, algo que le parecerá muy normal. En tanto, la paciencia del esposo se irá agotando. Entre los flash backs de la vida de Martha en la comuna y la narración del presente, se irán revelando las claves detrás de su comportamiento anormal; del porqué de estas actitudes. Mientras, las preguntas que el espectador se hace sobre por qué la chica fue a caer en esa vida, contrario a la vida más exitosa de su hermana, viviendo en una enorme casa junto a un lago, no tienen una respuesta del todo satisfactoria. Sin embargo, el realizador en ciertos momentos -y creo que ésta ha sido su intención- logra captar el creciente estado paranoico en el que Martha va cayendo e introducirnos en su convulsionada mente. Es lo mejor del filme, incluyendo la actuación de Olsen. 


sábado, 15 de junio de 2013

ANOTHER EARTH * * * *

CUANDO "OTRA TIERRA" ES LA FRONTERA FINAL.
Una guapa pero distraída chica sueña con viajar
a la "otra Tierra" y conocer a su "otra yo".

Esta película de corte independiente plantea una premisa interesante: la posibilidad de que exista otro planeta Tierra. La idea se encuentra más dentro de un plano de universos paralelos, es decir ¿qué pasaría si en ese otro planeta Tierra existiera otra versión de nosotros? Mi otro yo viviendo allá lejos. Lo interesante también de esta película, dirigida por Mike Cahill, es que el guión no se complica demasiado con una premisa tan compleja como esta. A través de una relación que entablan un hombre de cuarenta y tantos (William Mapother) y una joven veinteañera, tímida y bien parecida (Brit Marling), la trama encuentra un camino sencillo, siendo sensible y emocionalmente contenido. Todo comienza cuando la joven, distraída y soñando con viajar un día hacía la otra Tierra, provoca un trágico accidente en automóvil, en donde un compositor de música pierde a su esposa e hijos. Llevando en su consciencia la culpa de haber causado esta tragedia, años después la chica decide "castigarse" a sí misma yendo a trabajar como empleada de limpieza a la casa del compositor. Este se encuentra viviendo una vida solitaria, descuidada, con su casa hecha un chiquero en total caos. 

El sueño de nuestra protagonista se verá cumplido cuando gane un concurso, donde el premio es precisamente un viaje hacía la otra Tierra. Mientras esto sucede, seguirá trabajando para el músico en depresión, sin que este sepa que tiene todo el tiempo en frente a la causante de la mayor desgracia de su vida y de todas sus tristezas. Lo mejor de la película, es que el asunto no parece tan predecible como podría aparentar. La historia parte de un tema que podría considerarse típicamente del género de ciencia ficción, pero sus temas están más inclinados hacia el melodrama, como el perdón y las emociones. Esa otra Tierra es un elemento que, al final, no es tan distractor durante todo el filme. Tampoco hay que asustarse y pensar que estamos ante algo completamente inmerso dentro de ideas New Age, aunque es claro que la historia está inspirada también en ellas. 

Más bien, la cinta se encarrila totalmente hacia dilemas existenciales y filosóficos. Es cierto, deja preguntas con respuestas pendientes en el tintero, sobre la muerte y el hecho de que si uno muere en la Tierra original (a todo esto ¿cuál sería realmente la Tierra "original"?) es posible que nuestro otro yo en la "otra Tierra" pueda seguir existiendo. Con todo, tenemos una película que no será lo mejor jamás hecho dentro del género de ciencia ficción (y quizás los aficionados a este género no vayan a encontrar lo que podrían estar esperando con una premisa de este tipo), pero es un trabajo muy visible, que sorprendentemente logra sostenerse con tan sólo dos personajes.

viernes, 7 de junio de 2013

STAR TREK INTO DARKNESS * * * *

LÓGICA EMOCIONAL. Spock demostrará que los vulcanos también lloran. 

Estoy totalmente convencido ahora de que la nueva franquicia de Star Trek es mejor que la nueva franquicia de Star Wars (1999-2005). Lo irónico, es que será el mismo J.J. Abrams, director de las dos precuelas inspiradas en la teleserie, será el que seguramente salvará la franquicia de Star Wars con las nuevas películas que tiene planeado dirigir. Star Trek Into Darkness (2013) sigue siendo un impresionante y entretenido espectáculo de aventuras intergalácticas, como lo fue su antecesora, Star Trek (2009). El diseño de producción del filme es magnífico, en donde hasta el más mínimo detalle en las pantallas electrónicas del crucero espacial "Enterprise" está realizado con un caprichoso cuidado, aspecto que la coloca por encima de ese toque camp que tenía la serie original. Por si fuera poco, la película sigue teniendo unos impresionantes paisajes espaciales. Los filmes de Abrams son revaloraciones a gran escala de un clásico que los trekkies siguen reverenciando celosamente.

Si bien tiene un bienvenido toque cómico, a manos del siempre infalible Simon Pegg interpretando al joven Scotty -diestro en mecánica-, en general, Into Darkness hace honor a su título. Primero, el enfrentamiento con una banda de Klingons le da un giro thrillerezco a la película, pareciendo por tan sólo unos minutos un filme policiaco en el espacio. Luego, la presentación de la némesis, Khan (Benedict "Scherlock" Cumberbatch, malévolo y con un rostro afiladamente imperturbable), clásico villano de los filmes de Star Trek.  Khan es un ser genéticamente diseñado para ser, en pocas palabras, un arma de destrucción masiva. Es imparable, invencible, inquietantemente indestructible, algo así como la versión espacial de Jason Bourne. 

La historia profundiza más en los conflictos de los jóvenes exploradores del espacio, especialmente, en la dupla formada por el emocional Kirk (Chris Pine), junto al siempre lógico, racional y "corazón de piedra" con orejas puntiagudas de Spock (Zachary Quinto). Spock se roba la película por sus dilemas románticos con la piloto de figura espigada, Uhura (Zoe Saldana). De hecho, el alma de la película es ver a Spock tratar de ser más humano y menos vulcano; de encontrar su lado sensible y demostrar que los de su especie también pueden ser capaces de tener sentimientos. El fantasma de Prometheus se siente por momentos, en algunas escenas, pero me parece que esta nueva aventura trekkie es mucho mejor y más entretenida. 

martes, 28 de mayo de 2013

MELANCHOLIA * * *

MELANCÓLICO FIN DEL MUNDO. El paso de un planeta cerca de la Tierra
anuncia catástrofes en la vida de dos hermanas.

Melancholia (2011), la más reciente película de Lars Von Trier, no me entusiasmó como esperaba. Ni siquiera me inquietó tanto como su película anterior, Antichrist (2009). Melancholia es otra película de auto análisis sobre algún periodo depresivo por el que habrá pasado el realizador en su vida. Aquí, se   refiere al estado depresivo permanente de su protagonista, Justine (Kirsten Dunst), así como al nombre con el que se ha bautizado a un planeta, que se encuentra cruzando el sistema solar. "Melancholia" se ha convertido en el suceso astronómico del siglo, ya que pasará muy cerca de la Tierra. Lars Von Trier, como es costumbre en su filmografía, tiene aquí otra de sus historias sobre mujeres torturadas y/o atormentadas, y lo hace vía el género de la ciencia ficción. Es su película "apocalíptica" sobre el fin del mundo, teniendo enmedio un melodrama familiar asfixiante, pesado y sin pizca de humor (con excepción de uno que otro momento durante la boda). La película, en resumen, es complicada de ver, no tanto porque uno tiene que enfrentar y desentrañar el dilema psicológico en el que se encuentra Justine, sino porque es, literalmente, pesada por lo aburrida y gris que resulta.

Aunque las imágenes iniciales son de una belleza arrolladora, en las que el realizador danés demuestra otra vez que es todo un artista cuando se trata de usar la cámara Phantom, el resto de Melancholia es menos impresionante que sus imágenes introductorias. La primera parte (titulada Justine), es nada más ver a Justine caer en depresiones durante su boda, escaparse de la fiesta y hacer pasar un mal rato a su hermana, Claire (Charlotte Gainsbourg). En la segunda parte (titulada Claire) vemos otras imágenes interesantes, del enorme planeta asomándose en el cielo, como una Luna gigante, causando en Justine más comportamientos extraños, quizás por la influencia del planeta en su paso por la Tierra. No está de más preguntar ¿de qué trata Melancholia? Casi de nada, sinceramente. A parte de sus imágenes intrigantes, y de que su segunda mitad es ligeramente mejor que la primera, no hay mucho de dónde escarbar en el filme, el cual no resulta ni siquiera mínimamente entretenido como el ejercicio genérico que, seguramente, Von Trier quiso hacer. 

sábado, 25 de mayo de 2013

CHRONICLE * * * *

PESADILLA GEEK. Tres chicos adquieren superpoderes al verse expuestos
a un objeto caído del espacio.

Chronicle (2012) es una película inusual de "superhéroes". No es la convencional película de fórmula de este género, y quizás sea de las más originales y propositivas dentro del mismo. Los chicos que la protagonizan tuvieron que haber pasado por la academia del profesor Charles Xavier antes de andar libres en la ciudad, presumiendo y divirtiéndose irresponsablemente con los superpoderes que adquirieron accidentalmente. El formato es el de una película de "video-testimonial encontrado", y si hay alguna falla en la película, es que muchas escenas se notan demasiado actuadas y escenificadas. Tenemos la historia de un grupo de adolescentes quienes, luego de estar expuestos a una especie de meteoro caído del espacio, empiezan a desarrollar superpoderes, como telequinesis (capacidad de mover objetos con la mente, sin importar el tamaño), fuerza sobre humana y el poder volar. 

La primera mitad, es verlos divertirse con los poderes a expensas de inocentes ciudadanos, pero al mismo tiempo experimentar sangrados en la nariz segundos después. En pocas palabras, la fantasía en clave de horror orgánico de todo geek. En su segunda parte, la película tiene una vuelta de tuerca un más predecible, y se convierte en una historia de superhéroes de corte independiente. La "lógica" que debería seguir el filme se pierde, cuando nos empezamos a preguntar "¿Quién filma los momentos más climáticos, en donde el "bueno" y el "malo" de la historia se encuentran peleando y destruyendo media ciudad? ¿Cámaras de television? ¿Cámaras de circuito cerrado callejeras? Sin embargo, la sensación de realismo no se pierde, y aunque está lejos del mainstream hollywoodense, del mastodóntico presupuesto de una película de superhéroes veraniega, los efectos especiales son extraordinarios, sin opacar la historia ni los personajes. 


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