lunes, 6 de mayo de 2013

THE SECRET WORLD OF ARRIETTY * * * 1/2

AMOR DESMEDIDO. Arrietty y Shou buscan entender sus mundos distintos.

The Secret World of Arrietty (2010) presenta unos seres fantásticos que eran totalmente desconocidos para mi, los "borrowers". Son diminutos seres humanos, que viven escondidos debajo de las casas y a expensas de humanos comunes y corrientes, tomando "prestado" (de ahí el nombre) lo que necesitan para vivir. Esta es una de las recientes producciones de los prestigiados estudios japoneses Ghibli, no dirigida en esta ocasión por su visionario genio Hayao Miyazaki (nada más es autor del guión), sino por uno de sus animadores de cabecera, Hiromasa Yonebayashi. Basada en el libro infantil escrito por Mary Norton, el filme no alcanza las cotas magistrales de una película de Miyazaki, en especial, su acostumbrada visión surrealista y extraña; su magia visual, humor y mundos que funden lo real y lo fantástico. Arrietty acaba siendo una película conmovedora, producida y diseñada con el inconfundible sello de la casa Ghibli, sin muchas complicaciones en su narración.

El centro de la trama es una historia de amor platónico, entre Arrietty (Mirai Shida), una chica "borrower", y un chico humano, Shou (Ryunosuke Kamiki), quien a pesar de estar enfermo del corazón ha jurado protegerla de todo peligro. Lo mejor, es la magnífica concepción del diminuto mundo de Arrietty y su familia, formada por su serio padre (Tomokazu Miura) y su alarmista madre (Shinobu Ohtake). Todos viven dentro de una pila de ladrillos, adaptando su hogar con la mayor practicidad, imaginación y creatividad. Si hay un momento emocionante, es cuando el padre de Arrietty la lleva en su primera aventura a explorar el gigantesco -y peligroso- mundo exterior de los humanos.

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