lunes, 24 de octubre de 2022

C'MON C'MON

 

Joaquin Phoenix y Woody Norman

C'mon C'mon representa un giro de más de 180 grados para Joaquín Phoenix, después de haber interpretado a un psicópata como el Guasón en Joker (2019). Su siguiente movimiento ha sido interpretar a un extremadamente paciente documentalista, dedicado al 100 por ciento a su trabajo. Sin embargo, podría llegar a pensarse que no es del todo accidental el que un niño llegue a su vida para mover un poco su tapete emocional, sacarlo de su nicho y rutina profesional.

Johnny, el personaje de Phoenix, se encuentra trabajando en un documental para radio (quizás un podcast), en donde la idea es entrevistar a niños de varios estados para preguntarles, en resumen ¿qué esperan del mañana y del futuro? Por eso, la llegada a su vida de su sobrino, Jesse (Woody Norman), de aproximadamente 10 u 11 años, no podría ocurrir en mejor momento. La experiencia le servirá a Johnny para nutrir más su trabajo en el documental, para ofrecerle diferentes perspectivas, y llenar algún vacío que pueda tener en su vida. La aparición de Jesse ocurre luego de que su mamá, Viv (Gaby Hoffman), hermana mayor de Johnny, le pida de favor a éste que cuide al chico por un tiempo mientras su marido (Scott McNairy), quien sufre de trastorno bipolar, se somete a un tratamiento médico.

Dirigida por Mike Mills (Thumbsucker, Beginners), el título del filme proviene de un famoso cuento infantil, que en algún momento del filme Johnny leerá al chico. Es de esos filmes de autor de bajo presupuesto, filmado con una fantástica dirección de fotografía en blanco y negro, que alimenta el tono bucólico y nostálgico de su historia, lleno de flashbacks en donde vemos como la vida del chico era más feliz y cálida en su hogar, junto a sus padres bohemios, y disfrutando de música clásica mientras juega con su mamá. El filme es bello de ver en ese sentido, tanto que hay momentos en que su dirección de fotografía nos distrae un poco del hilo de la historia, viendo como los dos personajes poco a poco van formando un lazo emocional. Mientras uno vive en los Angeles y el otro en Nueva York, de costa a costa, dicha distancia se va borrando gradualmente.

A pesar de que el chico es tranquilo, bien portado para su edad, habrá momentos en que para Johnny será un reto el vivir con él. Especialmente, lo vemos en las escenas de la calle, donde parece que de un momento a otro Johnny tirará la toalla y mandará a su sobrino de vuelta a su casa (esa escena en el baño del restaurante, con el taxi esperando afuera, ambos teniendo que llegar al aeropuerto).

Al leer esto, parecerá que nos enfrentamos a una comedia, pero nada más lejos de ser así. No es que no haya momentos con cierto humor, pero Mills mantiene todo dentro de un tono cercano al melodrama familiar lejos de lo lacrimógeno, sin repuntes melodramáticos ni mucho menos; todo está dentro de un tono tranquilo, un ritmo que tal vez muchos espectadores encontrarán lento si lo suyo no es mucho el drama con tintes poéticos (hay muchos diálogos en off por parte de Johnny citando extractos de novelas). Además, cabe en la mezcla un poco de documental, ya que es obvio que las entrevistas a los niños son reales, lo cual es interesante y al mismo tiempo entretenido, el verlos y escuchar sus respuestas. De lo mejor del 2021.
En #PrimeVideo y a la renta.

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