Mostrando entradas con la etiqueta Big Franchises. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Big Franchises. Mostrar todas las entradas

miércoles, 1 de marzo de 2023

THE BATMAN

SOY VENGANZA.                       Robert BATtinson

 Preguntarnos cuántas reencarnaciones de Batman seguirá habiendo en el futuro es

algo imposible de responder. Aunque tuve mis dudas cuando escuché, durante los

primeros meses de la pandemia, que Robert Pattinson sería la nueva encarnación del

"caballero de la noche", al final decidí darle el beneficio de la duda. Mi veredicto es que,

aunque está lejos de ser mi Bruce Wayne/Batman favorito, Pattinson cumple, con todo

y que no consigue llenar completamente el bati-traje, al menos físicamente. Pero ¿qué

se yo? Tal vez este look flacucho de Batman fue precisamente la intención de Matt

Reeves (realizador de la reciente saga del Planeta de los Simios), director de este

nuevo filme.


Es la primera vez que se agrega un "El" al título, como si lo que estuviéramos a punto

de ver fuera algo completamente distinto a los anteriores filmes de Batman (incluyendo

Lego Batman). Y así es, ya que desde el inicio de la película (la más larga que ha

habido del superhéroe, con cerca de 3 horas de duración) el mensaje es más que claro:

este es un nuevo Batman. Además, el filme de Reeves es con seguridad el más oscuro

del superhéroe a la fecha. Creo que es más obscuro que los 3 filmes de Christopher

Nolan juntos.


Los villanos también lucen en extremo diferentes. El Acertijo (Paul Dano, transmitiendo

esa cualidad enfermiza tan característica de él), quien luce más como una especie de

terrorista, se encuentra secuestrando políticos corruptos en ciudad Gótica, dejando, por

supuesto, un acertijo en la escena del crimen. Ahora Batman trabaja más cerca que

nunca del comisionado Gordon (Jeffrey Wright), sólo que en las escenas de crimen que

investigan más que hablar se murmuran uno al otro sus puntos de vista. Gordon sigue

siendo el protector de Batman, éste último sin la simpatía de la policía, al considerar

que interfiere en las investigaciones.


The Batman no está lejos de ser un filme de gángsters, más al estilo de lo que Tim

Burton quiso hacer en el primer filme de 1989, pero con un toque a la Scorsese. La

película es un verdadero neo-noir, con un Bruce Wayne con look emo, y una relación

algo más lejana y tensa con Alfred (Andy Serkis, el Alfred más joven que ha habido en

un filme de Batman). Luego tenemos al Pingüino (un irreconocible Colin Farrell,

enfundado en maquillaje para hacerlo lucir con sobrepeso), más cercano a parecer el

Al Capone interpretado por Robert De Niro en Los Intocables, que el tradicional

Pingüino de nariz larga, sombrero de copa, y bastón. Farrell ofrece una actuación

fenomenal, una completa transformación física, pero desafortunadamente el personaje

no tiene mucho que hacer en la trama.


Por su parte, Pattinson como Batman (quien aquí se llama a sí mismo "venganza") le

da al superhéroe una cualidad de vampiro (algo de experiencia tiene al respecto), no

únicamente visible en su semblante, sino también como ser de alma torturada,

sobrellevando emocionalmente la muerte de sus padres. Este es el filme en donde se

muestra un lazo emocional entre Bruce y Alfred más cercano al de padre e hijo.


Por último está Gatúbela (Zoë Kravitz), igualmente con un look alejado de lo tradicional.

Es la menos, digamos, "gatuna" de todas las Gatúbelas, con un traje más parecido al

de una vengadora nocturna, usando una especie de pasamontañas con orejitas

puntiagudas. Es la segunda Gatúbela "de color" en cine, junto a la Gatúbela que antes

interpretó Halle Berry en Catwoman (2004).


The Batman puede verse como una extensión de lo que Christopher Nolan hizo

anteriormente en sus 3 películas sobre el superhéroe. Tal vez no hay mucho de nuevo,

al menos, visualmente hablando. Es un Batman con la voz menos aguardientosa y

cavernosa, y también tenemos a un Bruce Wayne menos glamoroso y más sombrío. La

película me pareció demasiado larga, pero lo más distintivo de la misma es que trata de

alejarse de las convenciones del género de superhéroes. Tal vez divida a los fans, pero

será la predilección de los amantes de los film noir.

En HBOMax.

viernes, 4 de febrero de 2022

NO TIME TO DIE

Daniel Craig en su última encarnación del 007.
 

Parecía que no vería la luz, que caería víctima de la pandemia, que Sin Tiempo para Morir, el más reciente filme del 007, no tendría estreno en cines. Sumamente esperada para el 2020, la película finalmente terminó siendo estrenada en noviembre del 2021, de hecho, la última protagonizada por Daniel Craig como el agente secreto. Como si la expectativa no fuera de por si ya mucha, todavía estaba por verse si este sería el mejor filme de Craig como Bond. Aunque para mi gusto es Casino Royale, Sin Tiempo Para Morir está dentro de los mejores dentro de la sub-saga con Craig. 
 
Dirigida por Cary Joji Fukunaga (Beasts of No Nation), con todo y tener todo lo que uno espera en un filme de James Bond, es decir, interesantes locaciones, persecuciones, balaceras, suspenso, explosiones, etc., si algo tiene también Sin Tiempo Para Morir es una carga dramática considerable. Además, creo que Bond jamás había mostrado su lado más humano como en esta ocasión, es decir, con más vulnerabilidad. La balanza se inclina aquí más a lo emocional. Pero también, si algo sigue manteniendo a Craig como Bond en el gusto de muchos, es esa rudeza que sabe transmitir, de héroe de acción cara-dura del nuevo siglo. 
 
Estando en Italia junto a Madeleine (Léa Seydoux), su novia psiquiatra, Bond nuevamente se verá sorprendido por Spectre, la organización criminal terrorista, que no se rinde tratando de sembrar caos y muerte en el mundo. El problema, es que nuestro agente sigue suspendido por el servicio secreto británico, y con su licencia para matar revocada. Como si estos tiempos de pandemia no fueran suficiente, tenemos aquí un villano nuevo y de nombre estrafalario, Lyutsifer Safin, interpretado por un cacarizo Rami Malek, con los planes de intoxicar a toda la población del mundo usando armas biológicas. El rostro de Safin, además marcado por cicatrices, causó no poca controversia entre personas que vieron ofensivo (con todo y campañas en redes sociales, así como una carta dirigida a la MGM y los productores del filme) el hecho de que un rostro con marcas y cicatrices pudiera ser símbolo de maldad y estereotipo de villanía. 
 
 Safin planea lograr su objetivo con la asistencia de un científico ruso, Valdo Obruchev (David Dencik), cuyo acento raya casi en lo rídículo y caricaturezco, quien se encuentra desarrollando una toxina extraída de una planta. Aunque la premisa no tiene mucho de nuevo, es decir, el villano megalomaniaco buscando eliminar a la raza humana debido a traumas de su niñez, lo mejor de Sin Tiempo Para Morir es que estamos ante el capitulo final de una saga, y el comienzo de una nueva. Sin revelar mucho de la historia, tendremos una que otra muerte trágica, alguna revelación inesperada, así como la presentación de quien posiblemente (y remarco el "posiblemente") tome el lugar de Craig en las siguientes películas. 
 
No diré mucho, pero podría ser una mujer, aunque dudo sea Ana De Armas, la cual, desafortunadamente, sale poco en la película, interpretando a una agente cubana. Podría ser otro personaje femenino en el filme, el interpretado por Lasana Lynch (quien comparte con Ana de Armas el papel de "chica Bond"), pero decir más sería revelar demasiado. 
 
Sin Tiempo para Morir es un filme largo (poco más de dos horas y media de duración), con una que otra secuencia que pudo haber sido reducida (¿era muy necesaria la escena con Christoph Waltz?), pero al final cumple con creces. La cinta cuenta con buenas dosis de acción, aunque no tanta tensión o suspenso como en anteriores filmes. Hay caras conocidas de regreso, como Ralph Fiennes como M, Naomi Harris como MoneyPenny, y Ben Wishaw como Q, siendo este último el afortunado con más tiempo en pantalla. Wishaw repite magníficamente su papel, estando incluso con Bond en los instantes más tensos de la película. 
 
Por otro lado, creo que lo peor del filme acaba siendo el villano, poco memorable, y con un extraño acento, ininteligible y casi indescifrable. Sin embargo, Primo (Dali Benssalah), el otro malo de la historia, con un ojo mecánico, es quien más o menos salva el show. En resumen, un adrenalínico filme de acción, sin suficiente complejidad en su historia de agentes secretos, pero ideal para los fans de Bond, quienes tal vez no evitarán sentir un nudo en la garganta al final. ¿Qué vendrá en el futuro para la franquicia de James Bond?
 ⭐⭐⭐1/2 
 
Disponible a la renta.

miércoles, 15 de enero de 2020

STAR WARS: EPISODE IX - RISE OF SKYWALKER


Daisy Ridley y Adam Driver.
¿Será este realmente el final? ¿Es posible que la saga original de Star Wars pueda llegar a su fin? Aunque todo apunta a que sí, al menos yo tengo mis dudas. Creo que soy uno de los pocos que cree que habrá más trilogías, y que la Disney (poseedora de todos los derechos de Star Wars) encontrará un pretexto para darnos, quizás en unos 10 o 20 años, otra trilogía. En tanto, con Star Wars: Episode IX - Rise of Skywalker, el último episodio, se cierra un ciclo y termina una era.
Iniciada en 2015 con el Episodio VII, The Force Awakens, esta nueva trilogía ha sido odiada por muchos debido a, según ellos, no haber aportado nada y no ser más que una serie de películas hechas para complacer a los fans; o también de ser simples remedos de la trilogía original. Quien esto escribe, cree que este episodio es el mejor de la trilogía, con todo y las reservas que esta aseveración merece. Para empezar, no se siente mucho como una clásica película de Star Wars, como un reciclaje de fórmulas trabajadas en películas pasadas. Rise of Skywalker es una de las películas más obscuras de la saga, más incluso que Revenge of the Sith (2005), y que incluye un momento muy similar al de The Empire Strikes Back (1980). Rey (Daisy Ridley) se verá esta vez tentada y confrontada (como alguna vez lo fue Luke Skywalker) por el lado obscuro.
Y no quiero decir que Rise of Skywalker sea tan buena como The Empire Strikes Back, pero se nota que J.J. Abrams (ocupando la silla de director que había cedido a Rian Johnson en The Last Jedi, la película pasada), quiso hacer algo muy cercano a aquella película ya clásica de Star Wars, con todo y una gran revelación inesperada (que tuvo a muchos fanboys especulando estos últimos años), que te deja boquiabierto a mitad del filme.
Lo que hicieron con Carrie Fisher es impresionante. Gracias a la magia de los muy avanzados efectos especiales, lograron traer de vuelta a la fallecida actriz vía escenas filmadas y desechadas de The Force Awakens, y situarla en varias escenas, ya sea dirigiendo las nuevas misiones de la rebelión o dialogando con Rey, por que hay que mencionar que Leia es ahora su maestra y mentora, en su camino para convertirse ser una jedi -- o algo cercano a ello.
El Emperador Palpatine (Ian McDiarmid, en su enésima interpretación del personaje) está de regreso, y lo mejor de ver este nuevo episodio será enterarse cómo lo ha conseguido. Otro que regresa es Lando Calrisian (Billy Dee Williams), algo desperdiciado, de cuyo regreso esperaba algo más.
La trama es muy sencilla. La rebelión sigue luchando contra la Primera Orden, la cual sigue intentando dominar el universo destruyéndolo todo a su paso, incluyendo planetas. La nueva víctima que Palpatine tiene en la mira es Rey, para tratar de hacer lo que Vader no pudo hacer con Luke: tentarla al lado obscuro. Sin un Yoda o Luke que puedan guiarla, Rey irá por el camino luchando contra el poder obscuro de Palpatine, incluyendo la persecución que Kylo Ren (Adam Driver) continua para dar con ella y capturarla.
Aunque la historia no es digna de ser premiada por su nivel de imaginación o creatividad, en especial por que sigue faltando esa carga mística y profunda que la filosofía jedi daba a los filmes de la trilogía original, Rise of Skywalker vale la pena por varias cosas. En primera, de una vez por todas sabremos quién es realmente Rey, y qué significan las pesadillas y recuerdos de su infancia que la han venido atormentando. Además, el filme está cargado de acción y espectacularidad en muchas secuencias, como esa pelea entre Rey y Kylo Ren en medio del mar, con olas gigantescas de fondo, y como escenario los restos de la última Estrella de la Muerte; vemos a Lando pilotear el Halcón Milenario junto a Chewi (Joonas Suotamo) como en los viejos tiempos, tenemos las clásicas peleas entre las naves del imperio y los rebeldes, hay reapariciones que te toman desprevenido, y la muerte de rigor de un personaje clave. Pero si hay alguien que casi se roba el filme es Palpatine, quien es todo un espectáculo de ver, más terrorífico que nunca. No exagero si digo que muchos irán a ver el filme nada más para averiguar cómo es que está de regreso. Al final, Rise of Skywalker no es perfecta, pero sí muy satisfactoria.
⭐️⭐️⭐️⭐️

martes, 25 de junio de 2019

MEN IN BLACK: INTERNATIONAL

HOMBRES...Y MUJERES DE NEGRO. Tessa Thompson y Chris Hemsworth.
Ver en un poster de Men in Black rostros diferentes a los de Will Smith y Tommy Lee jones causa una sensación de extraña familiaridad. Aunque la franquicia empezó a mostrar signos de agotamiento desde Men in Black 3, todavía con Smith y Jones en el reparto (y con Josh Brolin interpretando una versión joven de Tommy Lee Jones), se sostenía como mesa con una pata floja, y algo coja. ¿Qué llevó a pensar a los productores que una nueva película de los Hombres de Negro podría funcionar sin Will Smith y Tommy Lee Jones en el reparto? Nada más ellos lograban esa química única de buddy movie, pareja dispareja, "aprendiz-maestro", que vimos desde el primer filme.
El tiro les salió por la culata, al creer que Chris Hemsworth, nada más por ser Thor, iba a salvar el show y sostener Men in Black: International. la cuarta entrega. El resultado es un paso atrás en la franquicia, ya que estamos ante la película más aburrida de la serie. El principal acierto de la primer película (dirigida por Barry Sonnenfeld, en 1997), fue hacer una paródica e irreverente película policiaca, que se alimentaba de filmes serie B sobre invasiones alienígenas y monstruos de hace décadas (en este caso, extraterrestres inmigrantes en el planeta Tierra, ocultos entre nosotros los terrícolas). Entre sus risas y diversión, tenía un mensaje detrás sobre la tolerancia. Todo eso está perdido --- o buena parte de ello.
Con F. Gary Gray ahora como director, la intención de hacer una especie de híbrido entre James Bond y Mission Impossible con algunos aliens, no funciona del todo, resultando incluso en una historia predecible y sin mucha imaginación. La muy sosa historia da continuidad a la premisa original, es decir, el par de personajes diametralmente opuestos, que tienen que hacer equipo para embarcarse en una misión. Una chica (Tessa Thompson), a quien simplemente conoceremos como agente M, ha estado sumamente interesada desde niña en temas sobre el origen del universo, agujeros negros, etc., con la ilusión de pertenecer a la corporación ultrasecreta de MIB. En su primera misión, tendrá que hacer equipo con el Agente H (Chris Hemsworth), para seguir la pista de un par de seres extraterrestres, quienes quieren hacerse de un poderoso objeto; la llave para crear un arma poderosa.
Hemsworth parece estar haciendo su papel teniendo una sola cosa en la cabeza: ser tomado en cuenta para convertirse en el nuevo James Bond (con toda la "suave", despreocupada, y relajada actitud que se necesita); o simplemente ser Thor con traje, pelo corto, y sin martillo. El problema, es que Gray no supo realmente captar completamente el espíritu camp, y el verdadero humor de los filmes originales. Para empezar, el parlanchín perro Pug nada más tiene un pequeño cameo, y los también divertidos aliens-insecto con cuerpos de palo y antenas, también aparecen nada más unos segundos. No hay nada de lo que hacían a estos filmes sumamente entretenidos.

En el intento por darle un giro de 180° a una franquicia que iba bien, el asunto se descarrila. Aunque debo reconocer que MIB: International tiene contados momentos rescatables (los viajes en motos super-sónicas, las escenas de persecuciones en Londres (pasable la broma que H le hace a M de "Aquí el volante está del otro lado"), al final, el tener a la gran Emma Thompson (con cabello platinado) en un pequeño papel, y a Liam Neeson como el nuevo jefe de MIB, no ayuda mucho. El personaje de Tessa Thompson (supuestamente interesada desde niña en los misterios del universo), termina decepcionando, y en general, toda la película, que al querer darle nuevas caras a la historia no ha hecho nada para refrescar la serie de filmes.

⭐️⭐️1/2

AVENGERS: ENDGAME

Preparados para el capítulo final. 
Aunque no es extremadamente necesario haber visto todas y cada una de las películas de los Avengers, ni tampoco todas las del MCU (las del Capitán América, las de Iron Man, Thor, etcétera), es innegable que la experiencia de ver Avengers: Endgame se incrementa al cuadrado si se han visto todas, o al menos, un buen porcentaje de las mismas (en mi caso, tengo nada más pendientes de ver la última de Iron Man, la última de Thor, y la última de Tom Holland como Spiderman, así que fanboys demándenme). Si hay algunos que titubean al sentir que será como llegar a clase sin haber hecho completa la tarea, no teman. Endgame será igualmente disfrutable, una película cuya historia se puede describir como una fiesta masiva, con una enorme lista de invitados, a donde seguro todos llegarán, incluidos un puñado de invitados sorpresa que aparecerán de improviso.
Endgame es el cierre de una de las sagas más exitosas del cine (un fenómeno equivalente a las sagas de The Lord of the Rings y The Hobbit juntas), y quien se anime a vivirla deberá hacerlo sin ingerir muchos líquidos antes, con la idea de que es un espectáculo de 3 horas de duración. Si exceptuamos la casi hora del primer acto, el resto se va como agua. Y no hay duda de que con tantos personajes (a los que se anexan nuevamente los Guardianes de la Galaxia), tantas lineas narrativas y frentes por cubrir, los hermanos Joe y Anthony Russo (quienes repiten en la dirección), supieron meter y acomodar todo lo que el muy saturado guión demandaba, sin sentirse el resultado muy forzado.
El primer acto -digamos el "menos bueno" de todos-, nos pone más o menos justo en donde nos quedamos en Infinity War el año pasado, con Tony Stark/Iron Man (Robert Downey Jr.) perdido en el espacio, junto a Nebula (Karen Gillan), donde podemos ver que cierto lazo afectivo se ha formado, así como un cambio en esta última, demostrando que dentro de ella hay algo de alma y emociones. Además, vemos un lado que nunca habíamos visto antes en dos personajes, como un Hulk nerd (con el rostro de Mark Ruffalo más evidente), evolucionado y parlante, así como una muy deprimente visión de Thor (Chris Hemsworth), panzón, borrachín, y enganchado en la cerveza. No olvidemos que estamos frente al panorama dejado por Thanos (rostro, gestos, movimientos, y voz de Josh Brolin), luego del pandemonium y destrucción que causó en el anterior filme.
Después de un decisivo "ajuste de cuentas" en los primeros minutos, la trama nos lleva 5 años en el futuro, al 2019, con los vengadores sobrevivientes llevando lo mejor que pueden la organización, a cargo del Capitán América (Chris Evans), Natasha/Black Widow (Scarlett Johansson), Hawkeye (Jeremy Renner), James Rodhes (Don Cheadle), Rocket el mapache (voz de Bradley Cooper), y la Capitana Marvel (o la "nueva chica", como alguno la llama, interpretada por Brie Larson), con misiones aquí y allá. Entra a escena Scott "Antman" Larson (Paul Rudd), recién llegado del microscópico universo cuántico, sin saber qué ha sucedido. Sin perder un minuto, Antman propone un plan a sus colegas, que nos hará poner a todos cara de "oh no, de nuevo la fórmula "Volver al Futuro" y viajes en el tiempo, que ya hemos visto bastante (recientemente, en la última película de Terminator, por ejemplo). El plan es viajar al pasado, arreglar todo este desastre, y de paso, vencer a Thanos y quitarle las famosas "piedras Infinitum". A muchos no les gustará mucho la idea, y se sentirán escépticos (empezando por Tony Stark) sobre el éxito del plan. Sin embargo, todos han perdido algo en el camino (algunos a alguien), y terminarán aceptando el reto, con todos los riesgos del clásico "efecto mariposa".
Después de un prometedor inicio, el primer acto se sobrecalienta y se queda letárgico a medio camino, debido a diálogos sosos, chistes que no aterrizan o pegan bien (con excepción de una escena que, si bien graciosa, yo hubiera guardado mejor para un comercial de Taco Bell), mucho tiempo tratando de convencer a Vengadores rejegos y pesimistas para volverse a juntar. Pero la cosa mejora en el segundo acto, cuando los Russo, como conscientes de la falta de originalidad, deciden usar la autoburla un poco, y bromear con la idea del viaje en el tiempo ("¿Acaso no has visto Volver al Futuro, Terminator, Bill and Ted Adventures, Hot Tub Time Machine? Tiene riesgos, pero seguro funciona", discute uno de los personajes). Sin perder mucho tiempo en cosas técnicas ni explicaciones, la trama se pone más interesante y entretenida justo cuando nuestros héroes viajen al 2014 (a los hechos de Captain America: Winter Soldier), y se encuentren con sus "otros yo". Las cosas se complican de forma divertida, con líneas más graciosas, buenas peleas, y escenas de acción. Lo cierto, es que el punto neurálgico de todo sigue siendo el rencor, recelo, y rivalidad entre Stark y "el Cap." Para el éxito de la misión, ambos deberán dejar de lado sus diferencias, cosa que será aprovechada durante esta parte para buenas bromas ("Capitán, el traje sinceramente no favoreció mucho a tu trasero", dice Tony, al ver al Capitán América del pasado postrado en el suelo).
Hay que reconocer que, aunque recurre a una fórmula socorrida, la forma en que los realizadores la aplican termina siendo, si no brillante, sí ingeniosa. Sirve como excusa para varios cameos, como de Natalie Portman, Rene Russo, Robert Redford, Tom Hiddleston, Tilda Swinton, John Slattery, y Michael Douglas, estos dos últimos rejuvenecidos con botox digital (el resultado parece photoshop mal usado). Pero la idea está en todo momento a favor de la historia, para hacerla avanzar de una forma muy positiva, y para la evolución de ciertos personajes. También da para momentos sensibles a la "Volver al Futuro" (hay uno entre Tony Stark y una persona significativa), y otros no muy creíbles (que involucran a Tilda Swinton, Hulk, y una de las piedras Infinitum).
Con todo y sus pequeñas cuarteaduras, y de que creo que con una media hora menos hubiera sido casi perfecta, EndGame termina siendo de las mejores películas de la franquicia. Para todos tiene algo, aunque sea un poco (para fans de los Guardianes, fans de Iron Man, de Thor, y hasta queda algo también para los seguidores de Black Panther, Doc. Strange, y Spidey), además de que esa batalla final, de verdaderas proporciones épicas (no había visto nada parecido desde The Return of the King), vale seguro el boleto de entrada. Y es la más emotiva de todas las películas. Los fans de hueso colorado tal vez tengan que llevar pañuelos al cine. No es fácil decir adiós. 
⭐️⭐️⭐️⭐️

jueves, 24 de enero de 2019

CREED II



Sylvester Stallone y Michael B. Jordan
Con Creed II hay algo de admirarse, y es la manera en que se las han arreglado muy bien para contarnos la misma historia, pero de manera diferente, moviendo un poco las cosas aquí, ajustándolas otro poco por allá. Pero también hay otra cosa admirable. Sly Stallone ha sabido hacerse a un lado (todavía más en esta ocasión que en Creed 1), para seguir contando la historia de Rocky Balboa, el campeón de glorias pasadas, quien ha pasado la estafeta al hijo de su más grande rival, y luego amigo, Apollo Creed.
En realidad, no hay gran cosa nueva en Creed II. Sin embargo, es irremediable sentirse atraído, una y otra vez, a la misma historia de triunfo en contra de toda adversidad, del "querer es poder", del campeón, humilde y modesto capaz de vencer a un "Goliat" del calibre de Dolph Lundgren, en Rocky IV (1985). Esta secuela de la recién inaugurada saga de Creed (2015), puede calificarse en dos frases "Mitad secuela de Creed 1-mitad secuela de Rocky IV (o lo que es lo mismo, "Rocky IV: 33 Años Después").
Hay algo que falta en Creed II, ese subtexto político de la "Guerra Fría" visto en Rocky IV. La historia de Rocky vengando en el ring a su amigo Apollo, encontraba una muy buena metáfora en el campeón italo-americano de Estados Unidos venciendo al gigante soviético, en una pelea de box (y frente al incrédulo Gorbachev). Y aunque todo eso está ausente en Creed II, sí hay una lectura racial en el filme que no escapará al espectador más avezado: la del campeón negro, Adonis Creed (Michael B. Jordan, todavía transmitiendo esa explosiva fisicalidad que lo caracteriza), enfrentando a un nuevo rival, nada menos que al hijo de Ivan Drago, Viktor (Florian Munteanu). El fantasma de su papá sigue persiguiendo a Adonis, presionando y empujándolo a ser el campeón que él fue en vida -y quizás ir más lejos.
Para seguir defendiendo su título, Adonis deberá enfrentar a Viktor, el cual, como su padre 30 años atrás, es un gigante hecho de puro músculo, el doble de su peso y tamaño. Es imposible decir más sin arruinarle la película a quienes no la han visto. Aunque, si se han visto todas las películas anteriores, no es nada difícil adivinar lo que irá sucediendo hasta el desenlace. Basta decir que habrá un momento de suma tensión en la relación entre Adonis y Rocky, quien, como el viejo y experimentado campeón que es, aconsejará a su discípulo que recapacite de enfrentar a Viktor, considerándolo casi un suicidio, y que no vale la pena el riesgo. "Todavía tengo costillas que me rompieron, y nunca aliviaron bien", le dice Rocky en una discusión.
Hay una interesante cuestión que la historia pone sobre la mesa: ¿Debe Adonis retirarse, a tan joven edad y a mitad de su carrera, por el bien de su salud? ¿O, por el contrario, debe seguir con rivales de su mismo calado, o inferiores, con tal de seguir boxeando? Ah, y claro, en su relación con Bianca (Tessa Thompson), tendrá lugar un importante evento, que hará al campeón recapacitar todavía más si debe seguir peleando, o retirarse joven, pero físicamente íntegro. Como es costumbre, la pelea flnal es emocionante, bien filmada, y te mantiene pegado a tu asiento. La película tiene un poco para los que crecimos viendo estas películas, y un poco también para las nuevas generaciones. Lo cierto, es que, al final, uno no puede evitar seguir emocionándose al verlas. 
⭐️⭐️⭐️ 1/2

viernes, 31 de agosto de 2018

MISSION: IMPOSSIBLE - FALLOUT * * * *


Tom Cruise con gasolina (y adrenalina) de sobra. 
¿Qué le falta hacer a Tom Cruise en una película de Misión Imposible? Cuando creemos que ya lo ha hecho todo (ha realizado una peligrosa escena de acción colgado de un avión en pleno vuelo, ha escalado rascacielos y montañas, etc?, siempre regresa, como una especie de "capitán peligro" del cine de acción, con una nueva forma de jugársela. ¿Le falta caer por las cataratas del Niágara? O mejor aún ¿realizar una escena de acción en el espacio, orbitando la Tierra? En Mission: Impossible-Fallout, la última película de la saga, Cruise ahora pilotea un helicóptero entre montañas, hace una escena de acción junto a Henry Cavill en caída libre desde un avión, realizó una persecución en moto por estrechas calles de París, y en Londres saltó de un edificio a otro, cosa que le costó una fractura de tobillo.
La entrega de Cruise es tal al realizar las películas de Misión Imposible, que te acabas rindiendo completamente al espectáculo que ofrecen. Fall Out es seguramente la mejor película de acción del año, con escenas que te dejan con la quijada colgando. En pos del mayor realismo posible, la multimillonaria estrella de Hollywood siempre ha decidido hacer sus propias escenas de acción peligrosas, sin la ayuda de dobles que se rompan los huesos por él.
Christopher McQuarrie, director de Rogue Nation, la anterior película, regresa en la dirección, y en Fall Out vemos la continuación de los acontecimientos de Rogue Nation. Solomon Lane (Sean Harris, todavía muy tenebroso), líder de la organización terrorista "El Sindicato", ahora en una prisión de alta seguridad, busca seguir llevando a cabo sus planes con un atentado nuclear. Por si fuera poco, la existencia del IMF sigue estando amenazada por su mala reputación de saltarse reglas, no respetar la autoridad, y poner en riesgo la seguridad nacional.
Ethan Hunt (Cruise) y sus colegas, Benji (Simmon Pegg), y Luther (Ving Rhymes) deberán viajar a Europa en una ultima oportunidad para probar que están del lado del gobierno y que quieren ayudar. En París, deberán negociar la posible extradición de Solomon en una delicada operación, bajo la supervisión de un agente de la CIA (Henry Cavill). Rebeca Ferguson regresa como Ilsa, de nuevo en el doble papel de amiga-enemiga, y el lado femenino se acentúa más con la adición de Vanessa Kirby (de The Crown), como la lideresa de una organización criminal secreta.
Cualquiera podría argumentar que las películas de Misión Imposible son, esencialmente, lo mismo, una tras de otra. De Fall out puede decirse que es la misma gata,... pero mucho mejor revolcada. De alguna forma (más dólares en el presupuesto) los realizadores siempre se las arreglan para hacer de cada episodio de Misión Imposible un gran suceso, el evento del año; con algo nuevo, que quieras o no atrapa tu atención. Crean un magnetismo cargado de adrenalina que te jala al cine, te sienta en la butaca, y te tiene pegado a ella sin problemas,con las uñas clavadas en el asiento.
Tom Cruise está loco, y el gancho cada dos o tres años que regresa con una nueva misión, es ver o preguntarse ¿ahora cómo arriesgará el pellejo para que los espectadores vayan a dejar millones y millones de dólares en la taquilla, y ver excelente cine de acción en su máxima expresión?

Vistas de página en total