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viernes, 3 de noviembre de 2023

THE NORTHMAN

Alexander Skarsgard y Anya Taylor Joy.

Pensaba que ya no hacían filmes como éste. Dejando de lado sus obvias referencias a Hamlet, Robert Eggers sabe moverse en este relato de vikingos entre lo alucinante y la historia de aventuras movida por la venganza, poblada de brujas, hechiceros, y guerreros resucitados. Alexander Skarsgard, como el héroe gritón que se desgarra las cuerdas vocales cada diez minutos, está estupendo, al igual que Anya Taylor Joy. Eggers no escatima en violencia gráfica en comparación a sus anteriores filmes. No apta para débiles de corazón.

A la renta y en HBOMax

jueves, 12 de octubre de 2023

THE LITTLE MERMAID

PEZ FUERA DE LA AGUA.  Halle Bailey
 

¿A qué hora aparecen Jack Sparrow y los piratas del Caribe? ¿Dónde está Aquaman para salvar a Ariel? Está bien, confieso que no evité bromear con esas cuestiones durante la primera mitad de la nueva película de La Sirenita. Es la tal vez no corregida, pero sí muy aumentada versión con actores de carne y hueso de uno de los clásicos animados de la Disney. Claro, también está toda la tecnología digital a su disposición para recrear, lo mejor posible, la misma magia a poco más de 30 años del estreno de la película animada.

Lo sé, el decirlo suena a noticia de antaño, ya todo mundo sabe que la nueva Sirenita es interpretada por una actriz negra, Halle Bailey, con toda la controversia que los ejecutivos de la Disney imaginaron que eso implicaría. El feroz racismo en redes sociales (#NotMyAriel en twitter ¿recuerdan?) no dejó esperarse, con muchos defendiendo a la Ariel original, blanca y pelirroja.

En lo personal, poco importó para mí la cuestión racial. Bailey no nada más está a la altura del papel, siendo, además de bella, una estupenda cantante. Quizás, su mejor y más memorable número sea (y el mejor creo de ambas películas) Part of Your World (música de Alan Menken, letra de Howard Ashman), el cual interpreta magistralmente. Si el resto del filme es bueno o no, a la altura de su antecesora animada, ya es otra cuestión.

Si esta versión es más fiel o no al cuento original de Hans Christian Andersen, es algo que tengo pendiente de ver tan pronto como lo lea. Lo que sí es cierto, es que esta nueva película no es muy fiel que digamos a la versión animada, la cual encuentro superior en varios aspectos. Dirigida por Rob Marshall, responsable de Chicago (de mis musicales favoritos a la fecha), y de la reciente secuela de Mary Poppins, en esta nueva Sirenita el realismo de la vida en el océano es impresionante. Under the Sea, ese número musical que de niños se nos quedó a muchos grabado en la memoria (originalmente interpretada por el fallecido Samuel E. Wright), cantada por el cangrejo Sebastian (ahora con la más afrancesada voz de Daveed Diggs), resulta igualmente magnífico aquí. El número ahora tiene más criaturas marinas bailando y coreando junto al crustáceo, en escenas coreografiadas fantásticamente.

Hablando de los animales en el filme, tenemos la representación hiperrealista de rigor que hemos estado viendo en las nuevas películas de Disney. Sebastian, claro, se ve como un verdadero cangrejo parlante, pero no sé si Flounder (voz de Jacob Tremblay), el inseparable amigo de Ariel, sea realmente de esa especie de pez puesta aquí, en relación al filme animado. Me pregunto también qué tipo de ave es Scuttle aquí (con la "hermosa" y "melodiosa" voz de Awkwafina), el otro buen amigo de Ariel, el cual no luce en lo absoluto como su versión animada. ¿¿Por qué el cambio innecesario?? Además, Marshall decidió darle una canción, por cierto, muy mala y torturante para nuestros tímpanos ¿Por qué no le dió también una canción a Flounder? Algo me dice que Jacob Tremblay hubiera sonado mejor cantando que Awkwafina.

Scuttle no luce aquí gracioso como en el filme animado, pero ese es el problema de pasar por el filtro digital hiperreralista a los animales que la Disney ya había animado maravillosamente a mano: pierden por completo su cualidad cómica y caricaturezca.

No voy a entrar mucho en la teoría que muchos fans divulgaron en redes sociales, sobre si la mamá de Ariel aparece en Peter Pan, y de que si fue Garfio el que la mató. Muchos ya conocemos la historia original, pero aquí un repaso, Ariel (Bailey) es una sirena adolescente, hija del Rey Triton (Javier Bardem), quien anhela dejar el océano y salir a explorar el mundo exterior de los humanos, por el cual siente una gran fascinación. Ariel guarda una colección de toda clase de objetos que los humanos tiran al mar, o de naufragios, y que tiene escondidos en un lugar secreto.

Cuando Ariel conozca al principe Eric (Jonah Hauer King), y lo rescate de perecer en un naufragio, el flechazo será instantáneo, y las ganas de aquella por dejar el reino de Triton y el océano serán más, digamos, urgentes. Pero hay un inconveniente: la pobre Ariel no tiene piernas. Es cuando magia y pactos malignos, que tendrán un alto precio, intervendrán para hacer su sueño realidad.

Hay otras canciones adicionales que en realidad, además de alargar el filme, no son tan buenas como las clásicas. Por ejemplo, la canción escrita para Eric es pasable aunque algo melodramática, mientras que al inicio hay una canción pequeña que los marinos cantan en el barco de aquel, en contraste, más jovial. Al rey Triton no le fue compuesta una canción, aunque creo que no hubiera querido oír a Bardem cantar. El Triton de carne y hueso no podría lucir más aguado en esta versión, sin la misma personalidad que su contraparte animada. ¿Soy yo, o Triton me pareció demasiado estático, sin la misma energía de papá controlador y sobreprotector que sí vimos en 1989?

Es una pena también que haya quedado mutilado el humor que tenía la peli animada. Extrañé la comedia durante la segunda parte, justo cuando Ariel vive en el mundo de los humanos y en el palacio del príncipe, con las bromas que tienen lugar en el comedor, o aquel gracioso número musical en la cocina, con el chef tratando de cocinar a Sebastian. Aquí no vemos al cangrejo traumatizarse por ver en la cocina a peces, moluscos, y crustráceos convertidos en alimento para los humanos.

Es decir, en la segunda mitad de esta Sirenita el filme pierde algo de su atractivo e intensidad, inclinándose más hacia el melodrama romántico. Grimsby (Art Malik), el inseparable mayordomo y consejero de Eric también está presente en el filme, y a esta especie de figura paterna los realizadores decidieron agregar el personaje de la reina, también afroamericana (Noma Dumezweni). La reina, al igual que el Rey Triton, asume el papel clásico de mamá sobreprotectora, y no quiere que el príncipe se siga aventurando peligrosamente en los mares.

El filme tiene un sabor más caribeño en las escenas carnavalezcas. Mientras el número musical de Under the Sea es un prodigio visual, el segundo número musical de Sebastian no es tan bueno. El número tiene menos animales cantando, sin incluir a las ranitas del filme animado cantando o dirigiendo la orquesta. Es de admirar los efectos visuales bajo el mar, por ejemplo, el movimiento del cabello de Ariel, Triton y las otras sirenas, pero otro par de cosas, en contraste, no son tan convincentes, como el sonido de las voces. Este último no tiene esa cualidad "submarina" que sí tenían, por ejemplo, las voces de los personajes en Aquaman. Incluso, tal vez me equivoque pero creo que en Aquaman se veían burbujas salir de las bocas de los personajes al hablar, cosa que no pasa en La Sirenita.

Melissa McCarthy y su interpretación de la villana de la historia Ursula, mitad bruja mitad pulpo, es otra de las cosas positivas. Las dos anguilas que la acompañan aquí, extrañamente, no hablan como en el filme animado, pero lucen geniales e igualmente diabólicas. Creo que con un poco más de maquillaje McCarthy su hubiera podido ver todavía más maligna como su versión animada, pero su actuación es estupenda, y casi se roba la película. Da por completo en el clavo con la voz malévola, loca, y maniaca del personaje. Marshall sabe darle a la película el giro obscuro que tiene la historia. Sin revelar mucho, la escena climática del enfrentamiento entre Ariel y Ursula es también otro de los puntos fuertes del filme.

Haciendo un balance, debo decir que el filme, en general, me gustó, a pesar de lo alargado que termina siendo. Lo mejor, definitivamente, es el mundo submarino de Atlántica. Si hay dos cosas que distinguen al filme, es su apuesta por la diversidad racial en el reparto, sus efectos digitales de primera, y claro, Halle Bailey, toda una revelación.
En DisneyPlus.

lunes, 8 de mayo de 2023

DC LEAGUE OF SUPERPETS

EL MEJOR AMIGO DEL HOMBRE...DE ACERO.  
 

Crecí viendo una que otra película sobre Super Can, y eran divertidas. Con League of Super Pets batallé al tratar de ubicar en mi imaginario la idea de ver a Superman y un "super perro" como su mascota, con la cual llegó desde Kryptón a la Tierra. Pero me dejé llevar, y al final, terminé entretenido, ya que el super perro, junto a otro grupo de mascotas rechazadas, pudieron llevar el filme sin muchos problemas. Bueno, quizás ver a un conejillo de indias como el villano sea, tal vez, demasiado extraño.
A la renta y en #HBOMax

jueves, 30 de marzo de 2023

AVATAR: THE WAY OF WATER

 

100% NA'VI. Sully (Sam Worthington) regresa para una nueva batalla.


James Cameron nos lleva de regreso a Pandora, y aunque le tomó más de diez años, parece haber querido compensar la espera con un poco más de metraje. En Avatar: The Way of Water, volvemos a vivir algo visualmente espectacular como en Avatar (2009), la primera entrega, pero al cuadrado. Es evidente que 10 años de avances tecnológicos están plasmados aquí, en 180 minutos de pesado metraje. Sí, son demasiados, y quizás muchos saldrán del cine viendo azul por todos lados.

Lo cierto, es que es indispensable ver el filme en el cine, en la pantalla más grande posible, para darse cuenta que esta saga (calificada por muchos como "Pitufos en el Espacio" o "Pocahontas en el Espacio"), si bien tiene un estreno tardío, Cameron lo hizo sintiéndose cien por ciento seguro de que nos ofrecería el mejor show posible. La verdad sea dicha, hay momentos en el filme en los que se te cae la quijada y se te salen los ojos por el realismo impresionante alcanzado.

Pero no todo es tan perfecto en Avatar 2 como su caprichoso detalle visual, y ambiciosa capacidad para asombrarnos. Su duración desafía nuestro nivel de tolerancia física para estar sentados en nuestras butacas por 3 horas. El inicio nos pone al corriente de forma express, con lo que ha pasado en todos estos años desde el primer filme. Jack Sully (ahora sólo la voz de Sam Worthington), renunció a su vestidura humana por su avatar para convertirse en un na'vi de pies a cabeza. Sully ha llevado una vida feliz y próspera junto a Neytiri (voz de Zoe Saldaña), con quien ha procreado una familia, formada tanto por hijos naturales como por otros por adopción. Una de las hijas es Kiri, hija adolescente de la doctora Grace Augustine, interpretada por Sigourney Weaver en el primer filme, quien da ahora voz a Kiri usando unos muy juveniles tonos adolescentes.

A la familia se ha unido un chico humano, Miles "Spider" Socorro (Jack Champion), adoptado por Sully y Neytiri, quien como una especie de Mowgli blanco, va por toda la jungla pandoriana colgado de lianas, y brincando de un árbol a otro. De hecho, resulta difícil de creer que Spider sea hijo del villano de la historia, Quaritch (ahora sólo voz de Stephen Lang). Quaritch también se ha despojado de su cascarón humano, para convertirse en un na'vi. La familia se completa con Lo'ak (voz de Britain Dalton, y voz de Chloe Coleman de niño), Neteyam (voz de Jamie Flatters), y Tuktirey (voz de Trinity Bliss), esta última la más joven.

Una situación crítica ha provocado que la familia tenga que dejar la selva, y mudarse lejos, a la costa, para pedir asilo a los metkayina, tribu que vive dentro y fuera del mar, también azules pero de tonalidad más clara. Las dificultades vendrán, no sólo para que Sully y familia sean aceptados, sino para sus hijos el tener que convivir con los jóvenes metkayina, quienes les harán burla y acoso por ser diferentes.

A partir de aquí, la historia empieza a ponerse letárgica, es decir, hay lapsos en la trama sin que suceda nada realmente interesante, mientras los na'vi se adaptan a su nueva vida. Todo será problemas entre los jóvenes, dificultades con los jefes y padres metkayina (voces de Kate Winslet y Cliff Curtis), estos últimos tratando de ser los seres más pacíficos y tolerantes. Los hijos na'vi padecen y reciben injustas reprimendas, pero también descubren el mundo submarino. El toque ecologista de la historia entra aquí, en donde, junto a la destrucción de los bosques y selvas por parte del ejército de los humanos, en el océano la cosa no va mejor. Una especie de ballenas está sufriendo algo cercano a un exterminio.

Mientras esperamos a que algo pase, y sintiendo que la acción todavía está lejos de venir, el espectáculo visual submarino es de dejarte boquiabierto. Cameron nos lleva -casi- de vuelta al abismo (como en su filme de 1989), recreando un fondo oceánico extraterrestre verdaderamente fantástico.

Fuera de eso, la fórmula de la historia termina siendo algo similar a la del primer filme, sólo que más hinchada. Me quedé con curiosidad por saber más de los metkayina, por saber más quiénes son realmente, y no nada más con el hecho de que una de sus niñas es capaz de comunicarse con las ballenas. El gran enfrentamiento llega hasta el final, el cual por supuesto será naval, con dosis de tiempo extra, y no hay duda de que el tiempo deja de sentirse tan pesado como antes llegados a este punto. Entre peleas y cañonazos, hay situaciones interesantes, decisiones importantes por tomar, y las inevitables tragedias. Para mí, Avatar 2 pudo haber durado unos 30 minutos menos, y hubiera sido una película de invierno más aguantable para pasar la tarde.
Próximamente en Disney Plus.


lunes, 27 de febrero de 2023

GUILLERMO DEL TORO'S PINOCCHIO

 

CON SAVIA EN SUS VENAS.  Pinocho regresa en stop-motion.

Creo que no había visto una versión animada en stop motion de Pinocho (personaje creado por el italiano Carlo Collodi en su novela "Las aventuras de Pinocho") desde "La navidad de Pinocho" (1980), la cual marcó mi niñez. ¡Recuerdos, dulces recuerdos! Una película algo musical y cargada de pura magia navideña, con Pinocho interactuando con Santa y sus renos. Cuando me enteré que Guillermo del Toro, director más especializado en relatos fantasmagóricos, así como fantasías góticas y obscuras, iba a realizar una película de Pinocho animada en stop motion no lo podía creer. La animación no es precisamente un género abundante en su filmografía. Pero qué se yo, siempre hay una primera vez, y para ser la primera el filme (estrenado en Netflix la víspera de Navidad pasada) superó mis expectativas.

De hecho, del Toro estaba compitiendo con otra peli de Pinocho nueva, la nueva versión de Disney, con actores de carne y hueso, de su clásico animado de 1940 (disponible en Disney Plus). Sin embargo, el Pinocho de Guillermo del Toro (por cierto, así es como se titula la nueva película del director mexicano), es arena de otro costal.

La historia de este nuevo Pinocho está ambientada poco antes de la Segunda Guerra Mundial, en la Italia gobernada por Il Duce Mussolini (quien hace una aparición especial nada halagadora). No es de extrañar este escenario, ya que del Toro ha inscrito este filme en una especie de trilogía sobre el fascismo, junto a El Espinazo del DIablo y el Laberinto del Fauno. Confieso que desde el primer minuto ya estaba diciendo "Mamma mia!".

Geppetto (voz de David Bradley), quien parece una figura tallada en madera, experimenta una terrible tragedia con la pérdida de un ser querido cerca de un árbol. Justo de este árbol, Geppetto, carpintero y fabricante de juguetes y relojes, embriagado y sufriendo de depresión, tomará la madera para hacer un muñeco que sea la viva imagen del ser que ha perdido. Todo esto ocurre durante una noche tormentosa, siendo Geppetto como un doctor Frankenstein a punto de fabricar su monstruo.

Guillermo del Toro codirige el filme junto a Mark Gustafson, este último con antecedentes en animación (trabajó junto a Wes Anderson en Fantastic Mr. Fox), y lo que ambos tuvieron claro fue hacer de este un Pinocho nunca antes visto, uno más obscuro y surreal, y con cambios drásticos, por ejemplo -y nada más revelaré este detalle nuevo- en lugar de tener a la clásica Hada Azul, aquí tenemos a una especie de dios/diosa (voz de Tilda Swinton) que vendrá de visita a la casa de Geppetto, para concederle una nueva oportunidad de ver al ser que perdió, trayendo a la vida el muñeco que dejó inconcluso. Pinocho (voz de Gregory Mann, estupendo) luce aquí sin pintar, no muy perfecto, con sus brazos y piernas pareciendo un poco ramas torcidas.

Partes del filme fueron animadas y realizadas en Guadalajara, y en general la calidad de la animación es de un nivel de sofisticación de alto nivel y detalle. Nada más la iglesia del pueblo, en donde tiene lugar una de las escenas más significativas del filme (Gepetto se encuentra trabajando en un Cristo enorme, al cual Pinocho se acerca a preguntarle "¿Por qué si eres de madera como yo todos te quieren y a mí no?"), tuvo que rehacerse varias veces y en varias escalas. Una iglesia medieval, con sus diseños góticos, además de frescos en sus muros con un detalle impresionante y realista.

Hay otros escenarios magníficamente hechos, como ese circo (en donde Del toro pone algo de inspiración fellinesca) a donde llega Pinocho, para encontrarse con el villano de la historia, Volpe (voz de Christoph Waltz), retratado aquí como un verdadero empresario del espectáculo, explotador y lleno de codicia. El filme, de hecho, es algo musical, siendo del Toro el coautor de todas las canciones, con música del genial Alexandre Desplat, la mayoría muy melódicas y melancólicas. En lugar del zorro y el gato clásicos de la historia, culpables de la perdición de Pinocho, aquí ambos están representados en la figura de Spazzatura (voz o, más bien, ruidos guturales de Cate Blanchett), un mono tuerto que no habla, pero que será un personaje decisivo en su particular forma de comunicarse.

Un tema que creo nunca se había tratado antes en un filme de Pinocho es la muerte y la resurrección, y el hecho es que aquí a nuestra marioneta no nada más le crece la nariz al decir mentiras, sino que puede regresar de la muerte una y otra vez. Y ver el más allá a través de los ojos de Guillermo del Toro es realmente aventurarse dentro de la madriguera del conejo. Solamente revelaré que este mundo está custodiado por una diosa de la Muerte, también con la voz de Tilda Swinton.

Me olvidaba del compañero inseparable de Pinocho, tan sólo llamado Grillo (voz de Ewan McGregor), que luce más como un insecto parlanchín, con una boca apenas visible, completamente lejos de lucir como los Grillos anteriores, más caricaturezcos y antropomórficos. La broma constante para Grillo, es el hecho de que, como narrador de la historia, no siempre es escuchado por los demás, y no ve cercana la oportunidad para poder cantar.

Lo sé, lo sé, el filme suena a todo menos a Pinocho, pero lo interesante es que del Toro supo conservar el espíritu de la historia original, incluyendo partes memorables, como la secuencia dentro de la ballena gigante. También es interesante la forma de haber pasado todo por el filtro de Frankenstein, como el personaje que no encuentra su lugar en el mundo, que es rechazado por los demás por ser diferente, y que incluso el sacerdote del pueblo (voz de Burn Gorman) lo verá como un monstruo diabólico.

En su segunda mitad, el filme se transforma en una pequeña película de guerra, mostrando niños siendo reclutados para formar parte del ejército. Irónicamente, tal vez este sea el lugar en donde Pinocho se sienta mejor. ¿Será del gusto de todos esta nueva versión? ¿Cómo verán aquellos que crecieron leyendo el libro, o con el filme de Disney en sus memorias, esta nueva revisión de un clásico? Hasta el momento, no he escuchado o leído algo negativo. Por lo pronto yo, quien también leyó el libro y creció viendo sus versiones animadas, terminé adorando este filme. Es toda una obra maestra de la animación, el cual, con seguridad se llevará el Óscar el próximo Marzo.
En #Netflix

jueves, 3 de febrero de 2022

DUNE

 

Timothée Chalamet y Rebeca Ferguson.

La épica de ciencia ficción, ha sido ahora llevada al cine por el visionario Denis Villeneuve, en una saga que parece estará al nivel de El Señor de los Anillos, ya que el realizador se ha propuesto adaptar toda la novela original, escrita por Frank Herbert, en dos filmes. Es por eso que Dune, la versión del 2021, y primera parte, no se siente tan concluyente como la versión de David Lynch, hecha en 1984 (en parte filmada en México). Luego de ver la versión de Villeneuve poco después de haber visto el filme de Lynch (no del gusto de muchos críticos), confieso que hay cosas de este último con las que me quedo, por ejemplo, su propuesta más surrealista y más orgánica, y otras que podría desechar por completo, como el gordo flotante lleno de ampollas supurantes, o la participación de Sting, que al menos histriónicamente, no aporta mucho. Mientras, hay cosas en el filme de Villeneuve con las que me quedo, y otras que dejaría un poco de lado. Lo mejor, sin duda, es su tradicional visión minimalista, rayando en la elegancia visual en su diseño de producción. En esta ópera espacial tenemos un preciado objeto llamado "especia" (algo cercano a ser comparado con el petróleo) por el cual varios planetas se encuentran en disputa, como el de Arrakis (o también llamado Dune) y Caladan, de donde nuestro héroe, Paul Atreides (Timothée Chalamet), es originario. Hay una guerra por la "especia", con intrigas y traiciones incluídas, en donde Paul se dispone a pelear para probar que puede convertirse en soldado. Entre su entrenador (Josh Brolin) y su madre, Lady Jessica (Rebeca Ferguson), la preparación de Paul incluye, no nada más el aspecto físico, sino el de desarrollar sus habilidades psíquicas. Estas últimas incluyen sueños recurrentes sobre la guerra en Arrakis, con las visiones de una misteriosa chica de brillantes ojos azules, así como una especie de voz telepática para, cual Jedi de Star Wars, poder manipular la voluntad y mente de otros. Mientras la versión de Lynch tiene un tono más de película antigua de aventuras de matineé, con humor tanto involuntario como voluntario, animatronics, y un diseño de producción, en general, más tendiente al kitsh, la versión de Villeneuve es todo lo contario. Dune del 2021 es más sobria, y sin duda, menos tendiente al caos en la narración de la historia de Paul, con un toque de tragedia, y actuaciones más dramáticas. El personaje del Baron Vladimir Arkonen (ahora encarnado por Stellan Skarsgard), sigue gordo pero flota menos, y no tiene ampollas a punto de reventar. Este termina siendo uno de los aciertos, ya que no es tan irritante como la encarnación que hizo Kenneth McMillan en 1984. Pero si algo tienen en común ambas películas, son el tener extraordinarias escenas en el desierto. Y aunque es verdad que ahora los gusanos gigantes lucen más impresionantes gracias a los efectos digitales, resentí el no verlos más tiempo como en el filme de Lynch, apenas apareciendo unos escasos minutos. Además de la gran actuación de Rebecca Ferguson, también destaca Oscar Isaacs como el Duque Leto, padre de Paul, al igual que secundarios como Jason Momoa y Zendaya, en el papel de Chani (Sean "Blade Runner" Young en la peli de Lynch). Si bien siento que el filme nuevo termina siendo algo largo (2 horas y media de duración), y que la actuación de Chalamet, aunque no está mal, no es tan memorable como la interpretación de Kyle MacLachlan en el filme de 1984, Villeneuve acaba dando algo más de fuerza y peso dramático a cada uno de sus personajes. La película goza también de una gran banda sonora compuesta por Hans Zimmer, estridente, y que le provee de toda una atmósfera nueva y única. ⭐⭐⭐⭐ En #HBOMax y a la renta.

martes, 16 de noviembre de 2021

THE SUICIDE SQUAD

MISIÓN SUICIDA. Nuevo escuadrón, nueva misión... mejor película.
 


Suicide Squad (2016) tenía todo para ser una película dominguera pasable. Pero falló, principalmente, por la gran expectativa creada por ver a un nuevo Joker, interpretado por Jared Leto. Al menos para mí, fue decepcionante. Verlo te hacía preguntarte ¿Ese es el Guasón? Su cambio de imagen fue demasiado radical. Además, el escuadrón del título, encabezado por Will Smith, tenía una química que no cuajó del todo. Quien se llevó la película, fue Margot Robbie como Harley Quinn, y no es de extrañar que sea uno de los pocos personajes de vuelta en The Suicide Squad, la muy superior secuela.
 
Los productores, de último momento, tuvieron el acierto de poner en la dirección a James Gunn, realizador responsable de los filmes de Guardians of the Galaxy (atención al cameo extendido de Michael Rooker). Sólo Gunn sabe cómo extraer química dentro de un equipo de villanos, reclutados por el gobierno para llevar a cabo una misión secreta. Una química extraña, pero conseguida, y sin mucho esfuerzo.
 
¿El secreto? Hacer que te importen cada uno de ellos, incluso uno que tiene el poder de lanzar una especie de círculos de colores de su traje y usarlos como armas, o una chica con el don de comunicarse con las ratas, o un hombre tiburón, King Shark (voz de Sylvester Stallone), con una inteligencia muy primitiva y apetito voraz. El líder del grupo es ahora Bloodsport (Idris Elba), quien será forzado a aceptar una misión impuesta por la jefa de la CIA, Amanda Waller (Viola Davis, de vuelta), bajo amenaza de que la hija de aquel sufrirá las consecuencias de negarse a hacerlo. La misión: llegar a un ficticio país latinoamericano, para derrocar a su dictador (Juan Diego Botto). 
 
La razón, es la sospecha de que este dictador se encuentra desarrollando un arma secreta, en la cual se encuentra trabajando un científico loco (Peter "Doctor Who" Capaldi), que podría ser usada para atacar a E.U. Sin duda, lo mejor del filme son las mesuradas dosis de humor negro que Gunn inyecta a la trama (basada en los cómics de la DC). Desde el inicio, en ese desembarco del equipo en las costas latinoamericanas al estilo "Salvar al Soldado Ryan", la historia empieza a lucir, en todas sus situaciones y contratiempos, un humor negro sumamente logrado (como los que tendrá un hombre zarigüeya, quien no tenía previsto el hecho de que tendría que nadar).
 
Harley Quinn no se roba el filme precisamente, pero es innegable que vuelve a tener un peso considerable en la historia, justo cuando el dictador le ponga los ojos encima. Al equipo vuelve también Rick Flag (Joel Kinnaman), mientras que un nuevo miembro es Peacemaker, interpretado por John Cena, bien en su papel al poner tensión a la camaradería entre ambos. 
 
Aunque a la historia le tome algo de tiempo despegar en el primer acto, ésta se pone poco a poco interesante cuando se cruce en el camino del escuadrón un grupo guerrillero en la selva, con una líder llena de furia interpretada por Alice Braga, con la posibilidad de que unan fuerzas.
 
Es justo en la segunda mitad, cuando la dirección de James Gunn es más notoria, tomando la trama caminos más delirantes y alucinantes. El director sabe encontrar un muy buen balance entre una tradicional película de antihéroes, y una en donde caben incluso pinceladas surreales. Cuando al final la película se convierta en una especie de cruza entre una monster movie con una película de zombies, la fórmula funciona sin dificultades, con un peculiar delirio visual colándose en varias escenas. El resultado es tremendamente entretenido, y lo mejor es que no hubo necesidad de poner en escena a un Guasón neo-punk.
⭐️⭐️⭐️1/2
Disponible a la renta y en #HBOMAX

jueves, 28 de octubre de 2021

DOLITTLE

No es Sherlock,...es un nuevo Dr. Dolittle.
 

Por un momento pensé que estaba viendo "Sherlock Holmes 3", pero no era así. Cuando empezaron a salir los primeros animales parlantes en esta enésima reencarnación del Dr. Dolittle, me di cuenta que no estaba viendo a Holmes con patillas largas, sino a Robert Downey Jr. volviendo a ser tan excéntrico como en sus filmes sobre el detective privado. Robert Downey Jr. es muy buen actor, pero debo reconocer que ha tenido uno que otro tropiezo en su carrera, y este es uno más de ellos. Dolittle es de sus peores actuaciones. 

Downey Jr. exhibe una balbuceante forma de hablar como sello distintivo de su Dolittle, sin dejar de mencionar el muy extraño acento. En serio ¿qué acento estaba tratando de hacer? Con esto, queda claro que hacer acento británico no es el fuerte de Downey Jr. Apenas se puede entender lo que dice. Sinceramente, al terminar de ver la película creo que preferí mil veces más el Dolittle de Eddie Murphy.
 
Dirigida por Stephen Gaghan (Syriana, Gold), Dolittle está hecho para toda la familia, aunque no estoy muy seguro. Creo que a los niños les divertirá el desfile de animales parlantes que pueblan la historia, pero tal vez encuentren la película demasiado extraña y difícil de seguir. Por el contrario, los padres encontrarán la película demasiado infantil, y a los animales no menos excéntricos que el doctor del título.
 
El doctor sufre de un raro bloqueo emocional para volver a conectar con sus dones como veterinario, y en general, con el mundo entero. La minúscula trama cuenta, a grandes rasgos, cómo Dolittle deberá zarpar hacia una nueva aventura, la de buscar el mítico Edén, en donde se encuentra la cura para la extraña enfermedad que tiene a la reina Victoria (Jessie Buckley, dormida casi toda la película) postrada en cama e inconsciente. 
 
En su aventura, Dolittle será acompañado por su pandilla de animales, y por un niño, Tommy (Harry Collett), quien tratará de sacarlo de su confinamiento, debido a la depresión que le ha provocado la muerte de su esposa (todo esto contado en una buena secuencia animada al inicio del filme). Antonio Banderas, quien interpreta a un rey de nombre Rassouli, se suma al club de la excentricidad, luciendo como si Jack Sparrow lo hubiera vestido y maquillado.
 
En resumen, el filme es un desastre. Vale aclarar que este Dolittle es capaz de hablar con todo animal, real o fantástico, desde un insecto común y corriente, hasta... ¡un dragón! (supongo que esto no tiene nada que ver con Game Of Thrones). Leyó bien, un dragón, para el cual Dolittle tendrá un remedio para sus problemas de salud.
 
Además de Jessie Buckley, Jim Broadbent y Michael Sheen, quienes interpretan a miembros de la corte, están fatalmente desaprovechados, y permanecen toda la película confinados en el cuarto de la reina. El reparto juvenil está bien, e incluye a Carmel Laniado, quien interpreta a Lady Rose, encargada de ir a buscar a Dolittle para que intente curar a la reina. En tanto, el reparto que presta sus voces a los animales, formado, entre otros, por Emma Thompson (quien da voz a un perico), John Cena, Octavia Spencer, Tom Holland, Rami Malek, etc., está igualmente bien. El otro gran problema del filme, además de la mala actuación de Robert Downey Jr., es que llega un momento en que el humor de los animales termina siendo insoportable. Uno acaba saturado de "animalidad", por decirlo de alguna forma. En lo personal, prefiero al clásico Dolittle de antaño, aventurero, pero más tranquilo y tradicional.
⭐⭐
Disponible en #HBOMax y en renta digital.

miércoles, 27 de octubre de 2021

GODZILLA VS. KONG

¿Quién tendrá más colmillo?
 

Ya tuvimos Batman vs Superman, Freddy vs Jason, y Alien vs Predator. ¿Por qué no también Godzilla vs King Kong? De hecho, la cosa no es tan nueva como parece. King Kong y Godzila ya se habian enfrentado a muerte antes, en el filme japonés de 1962 (con una secuela en 1963), dirigido por Ishiro Honda. Sin embargo, lo que vemos en esos filmes, es más la pelea de dos tipos con disfraces de lagartija gigante y de gorila de peluche con cara de piñata, risible pero muy entretenida de verse. Además, las películas tienen el mérito de sus realizadores y actores por que todo luciera lo más convincente posible. Han tenido que pasar 60 años para ver a Kong y a Godzilla en una película que recuperara su dignidad como los dos titanes más famosos del cine que realmente son. 
 
A Godzilla es a quien menos bien le ha ido recientemente, el cual tuvo dos cambios de look muy drásticos, entre el filme de 1998 y el de 2014 (hablo de las películas producidas por Hollywood), y además de que Godzilla: Rey de los Monstruos (2019) no fue tan buena como su antecesora. Kong: Skull Island, el regreso de King Kong años después del filme de Peter Jackson, resultó mucho mejor. Godzilla vs. Kong consigue fusionar las dos franquicias sin muchos problemas. Kyle Chandler y Millie Bobby Brown están de regreso con los personajes de padre e hija que interpretaron en Rey de los Monstruos, en un filme en donde lo que menos importa es contar una historia compleja o interesante. 
 
Dirigida por Adam Wingard, no está de más mencionar que Godzilla vs. Kong lo que menos tiene es mucha originalidad. Los guionistas, Eric Pearson y Max Borenstein, decidieron echar mano un poco de Viaje al Centro de la Tierra, de Julio Verne. Un geólogo (Alexander Skarsgard), es reclutado por un científico (Demián Bichir, a quien se le entiende poco menos de la mitad de lo que dice), es reclutado para encontrar una poderosa fuente de energía que pueda vencer a Godzilla. A este último, así porque sí, le dió por destruir medio Hong Kong. 

Mientras, en la Isla Calavera, los días tranquilos de King Kong terminan, cuando Ilene Andrews (Rebeca Hall), especialista en lenguaje animal, lo saca de la isla para llevárselo a la civilización (sí, otra vez), encadenado en un enorme barco y con montones de plátanos a su disposición. Kong terminará teniendo la tarea de ser quien salve al mundo de la amenaza de Godzilla, y quien ayude a los científicos a conseguir la poderosa energía que necesitan para vencerlo. 
 
Como decía, los guionistas no se quemaron mucho las pestañas al escribir el filme. De hecho, uno de los puntos débiles del filme, es la parte de la trama encabezada por Millie Bobby Brown, quien junto a un chico hacker regordete (Julian Dennison), tendrán a su cargo el tratar de ayudar a los científicos en la superficie de la Tierra. El problema, es que esta parte del guión es la menos buena, sin ser tan graciosa como los guionistas quieren. El personaje que interpreta Brian Tyree Henry resulta incluso algo irritante. 
 
Godzilla vs. Kong termina siendo una enorme monster movie, y me atrevería a afirmar que es también el espectáculo del año. Presume un gran presupuesto, el cual se nota en toda su mega producción, y sus efectos especiales son impresionantes. Lo que le falta, eso sí, es un sello de autor distintivo, como sí lo tiene, por ejemplo, Pacific Rim, la monster movie dirigida por Guillermo del Toro. Quizás sea demasiado pedir, ya que al final Godzilla vs.Kong cumple como espectacular entretenimiento familiar, ante el cual no te queda más que rendirte cuando llega el enfrentamiento final de sus dos estrellas, a pesar de su predecible vuelta de tuerca final. ⭐⭐⭐ 
+Disponible en #HBOMAX

THE TOMORROW WAR

 

Chris Pratt pelea contra alienígenas de nuevo...pero en la Tierra.

De las cosas que más me gustaron de Edge of Tomorrow (2014), con su trama sobre saltos interminables en el tiempo, teniendo a Tom Cruise atrapado en una especie de maldición dentro de un circulo interminable de saltos cuánticos, es que la narración tiene sentido, es clara y entendible. The Tomorrow War tiene una premisa similar, sólo que sin mucho de esa claridad y coherencia. No digo que este filme dominguero, dirigido por Chris McKay (The Lego Batman Movie), no se pueda entender del todo, sino que hay momentos en que la historia tiende a ponerse algo enredosa. En serio, llega un momento en que ya no sabemos si estamos en el presente, o en el futuro, o si de este último ya saltamos al pasado. 
 
En The Tomorrow War estamos ante el inminente fin del mundo, debido a una invasión extraterrestre. Eso sí, el filme tiene una secuencia que podría quedar entre lo más memorable del año. Es la víspera de Navidad, y a la mitad de un partido de futbol soccer hacen una espectacular entrada una especie de soldados del futuro, quienes aparecen como venidos de otra dimensión. Estos soldados han venido desde 30 años en el futuro, para reclutar más guerreros que ayuden a combatir a unos extraterrestres dispuestos a conquistar la Tierra. Este partido de soccer lo está viendo desde su casa Dan Forrester (Chris Pratt), un maestro de biología en una secundaria, su esposa, Emmy (Betty Gilpin), y su hija de 9 años, Muri (Ryan Kiera Armstrong), junto a todos sus invitados a la cena de Navidad. 
 
Dan termina siendo reclutado para irse al futuro a pelear contra los aliens, junto a otro escuadrón de personas, sin mucho entrenamiento militar, y un curso intensivo sobre viajes en el tiempo, que incluye una explicación rápida sobre cómo es posible dar saltos hacia atrás y hacía adelante en el tiempo. Ya para este momento, uno se pregunta ¿Por qué no mejor viajar desde el futuro al punto en el pasado en donde la invasión comenzó para intentar evitarla? La respuesta, es que la película terminaría muy pronto, sin buenas escenas de acción, adrenalina, y excelentes efectos especiales. 
 
El problema del filme, es que por la mitad de la historia uno está en peligro de quedar perdido o enredado, entre un salto y otro en la línea del tiempo que recorre nuestro protagonista. A pesar de todo, la película te termina atrapando, gracias a que la historia tiene alma y sus personajes te importan, sin ponerse nunca sentimental. Y justo cuando pensamos en el primer acto que J.K. Simmons tendría nada más unos cuantos minutos en el filme, interpretando al papá de Dan, por fortuna en el tercer acto tiene un afortunado regreso, en un emocionante tercer acto. Tal vez sean por demás inverosímiles las circunstancias en que se desarrolla esta parte de la película, considerando el lugar remoto en donde tiene lugar, y la manera en que nuestros héroes llegan ahí. Pero al menos, The Tomorrow War cumple su cometido de ser un filme dominguero para entretenerte un fin de semana. ⭐⭐⭐ 
*Disponible en #AmazonPrimeVideo

miércoles, 24 de marzo de 2021

THE WITCHES

Anne Hathaway, como La Gran Bruja, y su séquito de brujas.
 

Habré visto Las Brujas, de 1990, un millón de veces, incansablemente en un VHS que se habrá gastado de tanto verlo. Dirigida por Nicolas Roeg, y protagonizada por una memorable Angelica Huston en el papel de la Gran Bruja, y la actriz sueca Mai Zetterling, en el papel de la abuela, Las Brujas está en mi lista de filmes favoritos de mi infancia y adolescencia. Si bien me gustó la nueva versión de Robert Zemeckis, esta adaptación del libro infantil escrito por Roald Dahl se ha quedado para mí algo lejos en superar al primer filme. Sin embargo, su propuesta me pareció por demás interesante, en donde la historia no está ambientada en el Reino Unido (como en la novela), sino en Alabama, Sur de Estados Unidos. La verdad no sé qué tan fieles sean ambas películas a la novela de Dahl (al momento de escribir esta reseña, me encuentro leyendo la novela), pero luego de ver el filme de Zemeckis un par de veces, y habiendo revisado por enésima vez el filme de Roeg, me sigue gustando más este último, sea o no sea cien por ciento fiel a la novela original.

 Las Brujas es la historia de un infortunado niño, llamado ahora no Luke, sino el "Niño Héroe" (Jahzir Bruno), convertido en ratón luego de tomar una pócima creada por la Gran Bruja, en esta ocasión interpretada por Anne Hathaway, la cual resulta magnífica en el papel. Aunque la magia del filme original terminó atrapándome de nuevo ahora que la volví a ver, vale la pena ver el nuevo filme. Para empezar, goza de estupendas actuaciones, y lo que termina siendo todavía más interesante, es que tanto abuela como nieto son ahora afroamericanos, la primera interpretada por una genial Octavia Spencer, quien de paso le da al personaje una aproximación todavía más misteriosa. 

Por lo que llevo leído de la novela, me parece que el filme de Zemeckis termina siendo más fiel a la novela de Dahl. No nada más he escuchado que su final se apega más al final de la novela, sino que la apariencia de la Gran Bruja es también más apegada a la descripción en el libro. Por ejemplo, en lugar de dedos tiene una especie de garras en las manos, además de no tener dedos en los pies, y se ha conservado su acento alemán, descrito a la perfección en la novela (te pone a pensar si la bruja no será una ex nazi prófuga). En general, la apariencia de la Gran Bruja es más monstruosa como en la novela. Por otro lado, Zemekis ha decidido ambientar la historia a finales de los 1960s, y aunque no hay precisamente alguna referencia al racismo, la segregación, o la lucha por los derechos civiles, lo cierto es que el reparto termina siendo más diverso étnicamente hablando, poniendo incluso una que otra bruja afroamericana. 

Stanley Tucci está igualmente bien como el gerente del hotel, redondeando un reparto que se desempeña estupendamente. Pero no todo me ha gustado. La narración de fondo por parte de Chris Rock, aunque la considero divertida, al final me pareció estilo Forrest Gump y que ocupa demasiado espacio en el filme. Frente a los efectos especiales más prácticos del filme de Roeg  (incluyendo los animatrónics y marionetas creados por el taller de Jim Henson), los efectos digitales le restan encanto a la película. Y algo que no se esperaban los realizadores, es la controversia que causó el mostrar las manos de la Gran Bruja con sólo tres dedos en forma de garras, lo que provocó un escándalo por la falta de tacto demostrado hacia gente que sufre una discapacidad en las extremidades que luce similar. Una lástima, ya que terminó restándole muchos puntos a un filme familiar, que de todas maneras resulta entretenido y efectivo, y que ha conservado bien el espíritu de la historia original. ⭐⭐⭐1/2

jueves, 18 de marzo de 2021

BILL & TED FACE THE MUSIC

¡¡¡EXCELENTE!!! Alex Winter y Keanu Reeves regresan como Bill y Ted

Su reencuentro fue el más esperado en cine el año pasado, en una secuela tardía, pero de todas maneras bienvenida. Bill y Ted, los viajeros en el tiempo, regresan en un filme cuya mayor estrategia es apostar por la nostalgia. Y a quienes no les suenen ni remotamente sus nombres, es que no crecieron en los 1980 viendo los dos filmes originales en VHS (que dieron origen incluso a una serie animada basada en la primer película). Keanu Reeves y Alex Winter (este último rescatado del olvido), vuelven a encarnar a Bill y a Ted, respectivamente, los dos bombásticos amigos rockeros, todavía con la misma pasión por el Heavy Metal.


En Bill & Ted Face the Music, tercera película de la serie (la primera, Bill & Ted's Excellent Adventure, de 1989, y la segunda, Bill & Ted's Bogus Journey, de 1990), demuestra que treinta años no pasan en vano. Aunque no tengan la misma energía de antes (y que Keanu Reeves parezca una especie de John Wick afectado mentalmente por alguna golpiza), la película sorprende por su acertada forma de aterrizar bien a los personajes en pleno 2020; presentados como dos padres de familia completamente ineptos para el matrimonio (están casados y enfrentando dificultades con sus respectivas esposas), y con dos hijas adolescentes, Thea y Billie (Samara Weaving y Brigette Lundy-Paine), que son casi como las versiones femeninas de sus padres.
La gran pregunta es ¿funcionan Keanu Reeves y Alex Winter, ambos ya en sus cincuenta y tantos años, todavía como Bill y Ted? Con el guión correcto, definitivamente sí. Es cierto, al principio cuesta algo de trabajo asimilar dicha idea, viéndolos tratar de emular, con una pasión especial, a sus clásicos personajes. Ciertos gestos y movimientos siguen ahí, incluso la forma de hablar, y sobre todo, la misma química que tuvieron años atrás. Y una vez que han calentado motores y el filme avanza, los dos retoman el camino sin problemas a lo largo de la película.
Luego de ser transportados al futuro, ahora sin la compañía del entrañable Rufus (el fallecido actor y comediante George Carlin), su guía futurista en los dos filmes originales, Bill y Ted se enteran de que deben componer una pieza musical que salve al universo. Kelly (Kristen Schaal) será su guía y quien les ayude a cumplir su misión, la cual -¡sí, adivinaron!- será emprender una travesía en el tiempo en la cabina telefónica, para reclutar a varias figuras importantes de la música (Louis Amstrong, Jimmy Hendrix, Mozart, etc.) para que les ayuden a componer la pieza musical, y demostrar nuevamente sus talentos musicales. Sin embargo, no lo tendrán fácil, ya que los líderes tiránicos del futuro enviaran a Dennis (Anthony Carrigan), un cyborg que, como si fuera un Terminator, tratará de impedir que nuestros héroes cumplan con su misión.
Hay una que otra sorpresa agradable en la película, como un viaje al infierno en donde nuestros viajeros se reencuentran con un viejo conocido (no arruinaré la sorpresa, sólo diré que demostró ser un buen bajista y que les guarda resentimiento por un suceso del pasado). Dirigida por Dean Parisot (Galaxy Quest, Red 2), sin ser nada extraordinaria, ni precisamente mejor que sus antecesoras, Face the Music termina cumpliendo con los fans y, además, es divertida. Pero lo importante, es que el espíritu original de las primeras dos películas ha sido bien reflejado, sin necesidad de ser una gran producción con costosos efectos especiales. En serio, te deja con ganas al final de gritar ¡¡¡Excelente!!!! ⭐⭐⭐1/2
Disponible en plataformas digitales.

sábado, 6 de marzo de 2021

THE CALL OF THE WILD

 

MIRADA IRRESISTIBLE. Harrison Ford y la estrella canina.

Dos filmes protagonizados por perros esquimales, ambientados en Alaska, en climas gélidos y extremosos (disponibles en Disney Plus), captaron mi atención, Togo (con el gran Willem Dafoe) y The Call of the Wild. El primero me pareció, no únicamente un efectivo entretenimiento familiar de fin de semana, sino además tremendamente emocionante, mientras el segundo, protagonizado por un muy, muy cansado y desinflado Harrison Ford, me pareció todo lo contrario. Pero lo peor de The Call of the Wild, es el hecho de que poco o nada tiene que ver con la novela de Jack London en la que está basada, un clásico literario. 

Además, a diferencia de Togo, The Call of the Wild está protagonizada por perros generados digitalmente, por lo que no es la clase de película que quieres ver cuando la verdadera estrella del filme es un perro con sangre de lobo. El problema, es que al ser mitad perro y mitad lobo, el perro de la película no se parece mucho a un lobo precisamente, además de sentirse artificial, lejos de la realidad y la emoción que te ofrecían más los clásicos de antaño, protagonizados por animales reales, por ejemplo, otras adaptaciones al cine de novelas de London, como Colmillo Blanco, e incluso la infinidad de adaptaciones de The Call of the Wild. 

Es de reconocer que el perro llega a lucir impresionante, debido al nivel de realismo conseguido, pero en ocasiones sabes que estás frente a una creación digital. Hay movimientos que no parecen los de un perro real, o gestos y expresiones en su rostro que no son nada realistas, al notarse más cercanos a los de un humano o un perro caricaturizado. Dirigida por Chris Anderson (Lilo & Stitch, How To Train Your Dragon, The Croods), esta nueva adaptación fue limpiada de todo lo, digamos, "feo" de la historia, lo crudo y triste en la historia del perro, que en el libro es una verdadera odisea de sobrevivencia y crecimiento del can, el cual vive aventuras descritas y contadas con maestría, que te enganchan. Esta versión poco fiel a la novela, termina siendo un pasable filme familiar de domingo por la mañana, nada extraordinario ni destacable, cuya única cosa que conserva del libro es el lazo que se forma entre John Thorton (Ford) y el perro. Aunque, contrario a lo que sucede en Togo, mucho mejor filme, en The Call of the Wild esta relación no te la crees mucho, ni te produce emoción alguna, ya que, como decía, el perro simplemente no es real. ⭐⭐

+Disponible en Disney Plus.

jueves, 28 de enero de 2021

MULAN

Yifei Liu como la nueva Mulán.
 

Aunque extrañé mucho el humor de la versión original animada de Mulán (incluyendo a Eddie Murphy, quien dio voz al dragón, en un gran trabajo por lo gracioso que resulta), la nueva versión, con actores de carne y hueso, conserva mucho del espíritu de aquella. Quienes estén por verla por primera vez, esperen algunos cambios en la historia original. Por ejemplo, ahora se incluye en la historia a una bruja, Xianniang (la estrella del cine chino Li Gong), y esta vez quizás resulte un poco más difícil de creer que todo un ejército no se de cuenta que entre uno de ellos se encuentra una chica disfrazada de soldado. En esencia, tenemos la misma historia, pero con diferentes motivaciones para nuestra heroína, la Mulán del título (la revelación Yifei Liu). Mulán no desea seguir el papel tradicional impuesto para las mujeres en su pueblo, sea el de ama de casa, esposa, costurera, madre, etc., ya que ella prefiere desarrollar otras habilidades, como pelear con sables y convertirse en una guerrera. Cuando llega un edicto al pueblo por parte del emperador en turno (Jet Li, casi irreconocible), llamando a todos los hombres para que se unan al ejército y pelear contra la invasión del ejército mongol, comandado por Böri Khan (Jason Scott Lee), Mulán verá la oportunidad de su vida para unirse en la lucha. Sin embargo, su padre, Zhou (Tzi Ma), un antiguo soldado imperial, también ha sido llamado a pelear, a pesar de su avanzada edad.

Dirigida por Niki Caro, especialista en películas con mujeres como protagonistas (The Whale Rider, The Zookeper Wife, North Country), aquí las motivaciones de Mulán para unirse al ejército terminan siendo algo diferentes al de la versión animada. En la nueva película, Mulán está inclinada a convertirse en una guerrera más por convicción que para tomar el lugar de su papá ya mayor, como en la versión original.  Mientras en la versión animada Mulán, es cierto, no se nota precisamente hecha para ser una mujer tradicional en su pueblo, tampoco es el personaje con alma de guerrera que ahora nos presentan en la nueva película. Tenemos ahora una Mulán más dispuesta a pelear por lo que cree, es decir, que está hecha para el campo de batalla. La nueva versión de 2020, sigue la tendencia de Disney por mostrar historias feministas, con personajes femeninos fuertes.

Como decía, no tenemos aquí a Mushu, el dragón, ni tampoco al grillo que lo acompaña. Este último es presentado en versión humana, como un soldado llamado Grillo (Jun Yu), temeroso y que parece no tener madera para pelear. Otra cosa que vale mencionar, es que la bruja, aliada de Khan, a ratos se transforma en halcón, muy similar al que aparece en el filme animado sobrevolando en algunas escenas, incluyendo también al ave Fénix. El interés sentimental de Mulán, el general Honghui (Yoson An), no tiene muchos cambios aquí, y su papel sigue siendo el del personaje que pone en duda las  capacidades militares de aquella. Si algo termina siendo interesante en el filme, es el toque a lo filme de artes marciales wuxia que los realizadores le imprimen, cercano al Tigre y el Dragón o Héroe (las dos, por cierto, protagonizadas por Jet Li). Sin ser 100 por ciento filme wuxia, con personajes volando durante las peleas y desafiando la gravedad, es hasta el clímax en donde dicha influencia se siente más presente. Al  final, prefiero mucho más la película original animada, con sus buenas dosis de humor dentro de un melodrama femenino sobre los roles de género, identidad, y la lucha contra la tradición. Pero esta nueva Mulán, a la que no le fue del todo bien con la crítica en general y con un estreno comercial que fue afectado debido a la pandemia, termina siendo pasable, cumple como entretenimiento familiar, y sabe ser emotiva en momentos donde más lo precisa. ⭐⭐⭐

+Disponible en Disney Plus. 

miércoles, 2 de diciembre de 2020

WOLFWAKERS

CON ESPÍRITU DE LOBO.

Después de ver la maravillosa Wolfwakers, he anotado en mi lista de películas pendientes de ver The Secret of Kells, Song of the Sea, y The Prophet, todas ellas dirigidas por Tomm Moore, y producidas por la casa de animación Cartoon Saloon. Wolfwakers, su más reciente película, estrenada en el pasado Festival de Cine de Los Cabos, es una joya, una estupenda película animada, la cual, con todo y no estar hecha con tecnología digital (al menos no en su total mayoría), se encuentra a la altura de lo mejor de Pixar. Producida también por Apple Films, la película de Moore vuelve a poner de manifiesto el hecho de que la animación tradicional, dibujada a mano y cuadro por cuadro, sigue vigente y con mucha fuerza.

Irlanda, siglo XVII. Robyn (voz de Honor Kneafsey, un gran trabajo), es una niña que sueña con convertirse en una cazadora, con la ayuda de la mano experta de su padre, Bill Goodfellowe (voz de Sean Bean), un militar inglés quien, junto al ejército británico, se encuentra custodiando una ciudad. Sin embargo, el bosque se encuentra asediado por unos lobos (los wolfwakers del título), los cuales mantienen en constante estado de terror a los campesinos y sus ovejas. Wolfwakers tiene puntos en común con Brave (de Pixar) y también con Avatar, algo que descubrimos justo cuando Robyn conozca a Mebh (Eva Whittaker), una niña con un lado salvaje y espíritu inquieto, que vive oculta con los lobos en una especie de dimensión alterna en el bosque. Sólo ella y sus amigos lobeznos pueden acceder a esta dimensión. Lo especial de Mebh, es que tiene una doble vida como niña-lobo, en donde mientras duerme, vive en las noches en forma de lobo, cosa que no impedirá que ella y Robyn se vuelvan amigas. Los problemas comienzan cuando el regidor de la ciudad, Lord Protector (voz de Simon McBurney) ordena a Bill matar a los lobos de una vez por todas, cosa que alarmará a Robyn, al saber que su nueva amiga está en peligro.

Co dirigida junto a Ross Stewart, y escrita por este último junto a Moore y Will Collins, Wolfwalkers tiene un estilo visual espectacular e impactante, sumamente original. La experiencia es muy cercana a ver un libro ilustrado con imágenes en movimiento, con unos fondos y escenarios sin temor a lucir anticuados. Esto debido a estar concebidos de una forma bidimensional, es decir, sin profundidad o perspectiva, dando a la película un sabor retro en muchas partes (como el de una película de animación de los 1960-1970), pero con un acabado moderno. Además, sus efectos visuales son impresionantes (seguramente hechos digitalmente). Por otro lado, aunque la historia es la clásica lucha de una chica por destacar dentro de un ambiente opresivamente tradicional, en donde a Robyn le es impuesto el dedicarse a labores domésticas, de limpiar y lavar, Wolfwalkers acaba sobresaliendo por ser una historia con una idea muy original hacia su tercer acto (el cual tiene una vuelta de tuerca inesperado). Moore y Stewart no se muestran tímidos al darle a la película cierto toque rústico en su acabado visual, en donde hay escenas en las que todavía puede verse y sentirse el trazo del lápiz en las líneas de algún personaje; el paso secuencial de cada cuadro en sus movimientos. Al final, Wolfwakers sobresale por tener su magia propia (algo muy difícil de lograr en los filmes animados de fantasía), incluyendo su estupenda historia, sorprendente y al mismo tiempo conmovedora. ⭐⭐⭐⭐⭐  Disponible a partir de diciembre por Apple TV.


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