sábado, 21 de junio de 2014

THIS IS NOT A BALL * * * *

ARTE EMPELOTADO. Vik Muniz y su más reciente
proyecto artístico-futbolístico.  
El artista visual brasileño Vik Muniz, convertido en documentalista desde su debut con el magnífico documental de corte ambientalista Waste Land (2010), se aboca ahora en This is not a Ball a realizar una travesía global sobre la historia del futebol. Aquí también la excusa es un proyecto artístico  (quizás no tan trascendental como el de su anterior documental), pero sin duda ambicioso: conformar la enorme figura de una esfera (de hecho, un diseño esférico concebido por Da Vinci, que encuentra paralelos con el diseño de un balón de fútbol), usando cerca de 10 mil balones, fabricados por la marca Voit. Como soporte, Muniz se vale de la cancha del Estadio Azteca en la Ciudad de México, y como es usual en su trabajo artístico, intentará tomar una fotografía aérea del resultado final desde un helicóptero. El documental ha sido blanco de muchas críticas: calificar a Muniz de pretencioso por el proyecto (el cual le llevó varias noches hacer y rehacer, debido a correcciones de cálculo), que es un enorme comercial para Voit, y que su único objetivo es promocionar su trabajo y a su país, como anfitrión de la Copa del Mundo 2014. 

Lo cierto, es que el documental es un trabajo bien realizado y documentado, que no únicamente habla sobre el fútbol, sino sobre la base fundamental de un balón: la esfera. Hay entrevistas con puntos de vista de astrofísicos, psicólogos, artistas, deportistas, etc. El filme se convierte a ratos en una especie  de "diario de viaje", en donde Muniz, viajando por varios países (México, Japón, etc.) encuentra paralelos de otros juegos con el también conocido como soccer. El formato, sostenido con animaciones divertidas y atractivas, podrá sentirse en ciertos momentos algo televisivo, pero en general, el documental consigue amalgamar todos estos temas, aproximaciones y visiones, que de lejos parecerían no tener conexión alguna, en un todo coherente. Sin tomarse mucho en serio, el documental resulta entretenido, conmovedor e impresionante (el equipo de jugadores discapacitados en África). Gente interesada en arte, aunque no mucho en fútbol, y viceversa, seguro encontrarán el filme difícil de dejarlo pasar.  

viernes, 20 de junio de 2014

THE GREY * * * 1/2

SUÉLTENME AL LOBO. Liam Neeson demuestra su lado salvaje. 
The Grey no es exactamente un thriller de acción, pero le da la oportunidad a Liam Neeson (convertido en un total héroe de acción en el cine) no nada más de interpretar, como pocas veces, un personaje puramente irlandés y dar rienda suelta a su acento original, sino también de interpretar un papel con algo de profundidad dramática y emocional. Además, tiene una pelea a puñetazo limpio  con un lobo. Joe Carnahan (en su segundo filme con Neeson, luego de The A-Team), sabe que en Neeson tiene un actor con una imponente presencia física en pantalla, al igual que con una gran capacidad de expresión emocional, como lo demuestra en esta historia de aventuras, camaradería y supervivencia. Con todo y ser pasablemente entretenida, bien actuada y con partes escalofriantes que ponen los cabellos de punta, el único problema es que el filme es como un remake de Alive (1993),  con lobos hambrientos incluidos. Cuando su avión se estrella en Alaska (muy buena escena, por cierto), un grupo de empleados de una refinería tendrán la dura prueba de sobrevivir en medio de un escenario boscoso, montañoso, con tormentas de nieve, y lobos digitales que se encuentran acechándolos. Liam Neeson será el líder moral del grupo, quien al defenderse un poco con sus conocimientos sobre lobos, será el guía en la expedición para encontrar ayuda. Los lobos digitales  (y uno que otro animatrónico) lucen convincentes, exageradamente feroces, y la escalofriante inteligencia que les es conferida aquí es por demás intrigante. Durante las noches, en las que nuestros expedicionarios tengan que montar guardia y cuidarse las espaldas, con los aullidos y gruñidos de la jauría rodeándolos y sin saber en dónde atacarán, es cuando sentimos miedo a través de los personajes. Momentos en que se darán cuenta de que la unión hace la fuerza a la hora de sobrevivir. 

jueves, 19 de junio de 2014

SEARCHING FOR SUGAR MAN * * * * *


¡GRACIAS POR MANTENERME VIVO! Sixto Rodríguez, 
uno de los mayores misterios en el mundo de la música moderna. 
Un documental es irresistible cuando presenta historias sorprendentes, con personajes fascinantes. Searching for Sugar Man, ganador del Oscar a Mejor Documental del año 2013, es una película que nos introduce dentro del misterio alrededor de Sixto Rodríguez, un compositor chicano, del cual casi nadie sabía de su existencia - al menos en America. Resulta que Rodríguez, quien inició su corta y efímera carrera musical a finales de los 1960, es una leyenda musical nada menos que en Sudáfrica,  donde su fama es tal, que los habitantes de aquel país al final del mundo lo consideran incluso más famoso que Elvis. Para musicólogos y críticos, Rodríguez es un fenómeno, un objeto de estudio casi de "arqueología musical". A pesar de que en E.U. fue un fracaso en ventas, de que a nadie le importó un comino su música, muchos opinan que Rodríguez rivalizó -y hasta quizás fue mejor- en su momento que Bob Dylan. Sin embargo, el mito que rodea a Rodríguez es su extraña desaparición de la escena musical, con la creencia de que se suicidó en pleno escenario, prendiéndose fuego a sí mismo.

El sueco Malik Bendjelloul, quien irónica y trágicamente se suicidó el pasado mes de mayo, nos  presenta un misterio rodeado de un aura de melancolía. Las interrogantes de su película: ¿qué fue de Rodríguez? ¿Por qué fracasó en America y triunfó en Sudáfrica? El músico no murió, como muchos creían. Con esto último, no creo estar arruinando a nadie el documental, ya que el mismo Rodríguez estuvo presente durante la promoción y estrenos en festivales del documental, junto a Bendjelloul. Sugar Man -título de una de las canciones más famosas de Rodríguez- es uno de esos documentales que todo melómano debe ver, y que sin duda disfrutará. Rodríguez, quien en fotos luce como un tímido pero sonriente joven, luciendo siempre lentes obscuros y melena larga, es un personaje que de verlo te atrapa y despierta interés, sobre todo si ya has escuchado su música. Sus canciones están  llenas de dolor, sentimiento y poesía, al más puro estilo del género folk de los 1970. Rodríguez es como escuchar a José Feliciano en clave de blues.

Bendjelloul hace aquí de detective, y junto a otros especialistas, productores de los discos de Rodríguez, incluida gente común y corriente que se topó con él en algún momento, no parecen dar con la respuesta de su fracaso musical, teniéndolo todo para triunfar. Uno de sus productores ve como profética la frase de una de sus canciones: "perdí mi trabajo, dos semanas antes de Navidad" (la línea más triste que según él jamás haya escuchado en una canción), ya que en efecto, dos semanas antes de una Navidad, Rodríguez perdió su contrato con la disquera Sussex, luego del fracaso de su segundo disco en el mercado.

Stephen "Sugar" Segerman, es el segundo personaje interesante del filme, propietario de una tienda de discos en Sudáfrica (parece un pequeño museo dedicado a la música grabada), quien como verdadero fan de Rodríguez, al leer una frase en el booklet de un CD ("Sobre el músico de nombre Rodríguez no se sabe nada, ni en donde está ni qué fue de él. ¿Algún detective allá afuera?"), fue quien milagrosamente lo encontró, viviendo en la pobreza y humildad, en la misma casa que ha ocupado por 40 años. Bendjelloul hace de esta contradicción uno de los temas del filme: Si Rodríguez tuvo ventas millonarias en Sudáfrica ¿cómo es que vive en la pobreza? ¿quién se quedó con el dinero de las regalías? Lo cierto, es que estamos, probablemente, frente a uno de los más grandes fraudes que hayan sido descubiertos en la industria de la música. Un documental, sin duda, indispensable. 

miércoles, 18 de junio de 2014

THE GIRL WHO KICKED THE HORNET'S NEST * * *

La menos visible de las películas que forman la trilogía de "The Girl with the Dragon Tatoo" (basada en la serie de libros homónima escrita por Stieg Larson). Sin embargo, no quiere decir que hay que pasarla por alto completamente, en especial, para quienes después de la segunda película, The Girl who Played with Fire, quedaron con ganas de saber qué pasó con Lisbeth Salander (Noomi Rapace, en "neutral" y sin mucho qué hacer) luego de haber sido brutalmente golpeada por su gigante y  cavernario medio hermano y resultado con heridas de bala. No hay que esperar tampoco en The Girl who Kicked the Hornet's Nest mucha interacción entre Lisbeth, y Mikael (Michael Nyqvist, salvando un poco el filme), el editor y valiente periodista de la revista Millenium. Tan sólo se ven en un par de escenas al final. Ambos siguen lidiando con sus propios problemas por separado, sin olvidarse uno al otro. Lisbet se encuentra internada en el hospital, recuperándose de la cirugía que le extrajo una bala de su cabeza, aunque con el peligro de ser asesinada por la corporación secreta de espías políticos, que apoyaron y protegieron a su padre, Alexander Zalachenko, internado en el mismo hospital por las quemaduras que la chica le provocó. Nuestra hacker estrella, de muy pocas palabras, estará en comunicación con el mundo exterior gracias a gadgets que le hace llegar Mikael. Durante su convalecencia, Lisbeth escribe sus memorias, que servirán como confesión en contra del psiquiatra  que abuso de ella de niña, el Dr. Teleborian, quien la acusa de haber querido asesinar a su padre y de sufrir desordenes mentales.

BADASS LISBETH. Noomi Rapace como Lisbeth Salander, nuestra hacker número 1. 
Mientras, Mikael planea ventilar a la corporación y su corrupción al apoyar a Zalachenko para espiar al gobierno en los 1970s, así como de su conspiración para asesinar a Lisbeth. No nada más la revista corre peligro de desaparecer, sino las vidas de todo su equipo editorial, con las amenazas que su editora en jefe (Lena Endre) recibe de miembros de la corporación. Como conclusión de una trilogía que empezó prometedoramente, The Hornet's Nest es algo decepcionante, especialmente al final del filme, con Lisbeth y Mikael apenas intercambiando tres palabras en la última escena. El resto de la historia es apenas pasable. No conozco la versión televisiva, Millenium (de hecho, con el mismo reparto de las películas), pero la película tiene un aire de teleserie, que parece un reciclaje de las mejores escenas del programa. 



martes, 17 de junio de 2014

SUPER * * * 1/2

¡CÁLLATE, CRIMEN! Rainn Wilson como "The Crimson Bolt".
Quizás Super es otra película que agregar al puñado de películas sobre antihéroes que existen. Kick-Ass es la franquicia que hasta ahora se ha mantenido como la reina de las películas de este género. Super puede verse como la versión indie de Kick-Ass, pero lejos de ser un aspecto que ahuyente al espectador, es una película a la que recomendaría darle una oportunidad, ya que no decepciona, con todo y las similitudes entre ambas historias. James Gunn (guionista de Dawn of the Dead, director de Slither), el realizador, no se anda con tonterías ni niñerías. Super, con todo y ser una comedia con sus buenas dosis de humor y sátira, es una película violenta. Su violencia gráfica no es constante, pero está presente en momentos cruciales, y llega a  ser impactante. Rainn Wilson (The Office, Juno) está muy bien como el antihéroe protagónico. La creación de su alter-ego, The Crimson Bolt, es hilarante. Hace del arte del reciclaje una moda única, con su traje hecho a base de pedacería de telas y piel. Cuando su inestable y hermosa esposa (Liv Tyler), adicta a las drogas, lo deja por un traficante (Kevin Bacon, divirtiéndose a sus anchas), es cuando Frank (Wilson), decide convertirse en superhéroe y rescatarla de sus garras. De paso, también peleará contra el crimen, con mucha buena voluntad pero poco talento, teniendo como arma una llave de plomería, con la que saldrá a la calle a romper cráneos. 

Lo interesante de Frank como personaje, es que con todo y ser un acomplejado fanático religioso, una vez con su traje puesto no duda en salir a la calle y sacar su lado violento. Los escasos efectos especiales son decentes, para el bajo presupuesto que seguramente tiene la película. Hay escenas en que parece estamos viendo una película de Robert Rodríguez -o inspirada en su cine-, especialmente en el clímax final, por el tipo de violencia gráfica que muestra. La historia tiene un giro crucial y se torna más interesante, cuando Ellen Page entra a escena, interpretando a una empleada de una tienda de cómics, que acaba transformándose en la desquiciada compañera de nuestro héroe, para formar un dúo con ciertos problemas de compatibilidad. Es cierto, no será Kick Ass, pero Super es súper sorprendente y súper divertida. 

domingo, 15 de junio de 2014

PORCO ROSSO * * * *

UN CERDO DE ALTURA.
Un piloto y la maldición que transformó su rostro en el de un cerdo.
El más reciente filme animado de Hayao Miyazaki (el "Walt Disney japonés" para muchos), "The Winde Rises" (el último en su carreram antes de retirarse de manera definitiva, según afirma), trae a la memoria una de sus mejores películas, Porco Rosso. En ambos filmes está presente el tema favorito del realizador y animador, la aviación.  El fundador de los Estudios Ghibli parece sentirse en las nubes en esta película, y nos lleva junto con él a las mismas alturas. Una vez ahí, no quieres aterrizar, incluso después de finalizada la película. Su manera de hacerlo es fascinante y, al mismo tiempo, divertida. El héroe es el Porco Rosso del título (Shûichirô Moriyama), o el "Cerdo Escarlata", un piloto italiano caza recompensas, que se dedica a combatir piratas en el Mediterráneo. Su mayor peculiaridad es que, por obra de algún hechizo (del cual la historia no nos explica mucho), su cara se transformó en la de un cerdo. Por ello, ha dejado la fuerza área y decidido llevar una solitaria existencia, alejada de las personas, en un islote. La película es un cuento de hadas que tiene mucho de la Bella y la Bestia. Fio (Tokiko Katô), la infaltable y fuerte presencia femenina en el cine de Miyazaki, es una niña genio, que a sus escasos 17 años es una prodigiosa ingeniera de aviación. La oportunidad de su vida llega cuando tenga que diseñar el nuevo avión de Porco Rosso, destruido por un grupo de piratas, desarrollándose entre ella y Porco una especie de amor platónico. 

Hay cierta picardía al inicio, cuando Porco conoce a Fio. Pero de la extraña atracción física que el piloto parece sentir por la niña al principio, la relación se transforma en una relación más paterno-filial. Como en todo el cine de Miyazaki, estamos a medio camino entre la realidad y la fantasía. Si bien la historia está ambientada en 1929, durante entreguerras, el diseño de los aviones es fantástico y original, casi nada parecido a un avión real de aquellos años. La historia es tierna, conmovedora, emocionante, y también con destellos de humor. La secuencia de la historia que Porco cuenta a Fio (aquella de su ascenso y regreso del "cielo" de los pilotos muertos) es simplemente fantástica y delirante. Si alguien puede crear historias grandiosas como esta, con un buen balance de todos estos ingredientes, ese es el sensei Miyazaki. 

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