viernes, 17 de abril de 2009

EL CARTEL (VARIOS)

Ante la falta de algún cartel en el que valga la pena profundizar, haré una breve reseña de 4 carteles de los estrenos de esta semana.



State of Play * * 1/2

Estamos ante un cartel con poca o nula originalidad. De nuevo tenemos la ya muy trillada idea del mosaico de imágenes, cuyo último ejemplo lo pudimos ver en el cartel hispano de Duplicity. Este clase de diseño parece simple, pero su gracia consiste en saber dividir bien el espacio para acomodar la información. Lo malo del cartel de State of Play, es que recuerda al de Duplicity y a muchos tantos más. De este último me gustó su propositivo acomodo de información e imágenes a manera de espiral. En el cartel de State of Play el diseño es más rígido. Lo que vale la pena es su trabajo fotográfico, con cuatro retratos bien ejecutados y con un posterior retoque digital, cuya intención es realzar más las sombras y sugerir más la idea de suspenso. Su lectura visual es fácil y sin muchos problemas. El trabajo tipográfico es otro de sus puntos a favor, de buen tamaño, con un acertado color blanco y adecuada legibilidad. Me gusta mucho esa pequeña imagen del personaje junto al título, con pistola y maleta, una larga sombra debajo e iluminación por detrás. Es un cartel que en verdad transmite una sensación de pesimismo, seriedad y pesadumbre, no nada más por la propuesta cromática neutral en negro, gris y blanco, sino por los rostros inexpresivos de todos los personajes.



Meet Bill * *

Otro cartel que me ha llamado la atención es el de Meet Bill, en especial, por su interesante idea de convertir la camisa que lleva puesta Aaron Eckhart en el tema visual del cartel. Lo menos destacable es el aspecto fotográfico. ¿Tendrá Aaron Eckhart otro gesto diferente al que exhibe aquí, y que hemos visto en prácticamente todas sus actuaciones? No lo creo. No me han convencido mucho el par de retratos de Jessica Alba y Elizabeth Banks, colgados en la pared de atrás. Se notan metidos a la fuerza y saturan la composición. Creo que el problema es el tamaño, y si era indispensable ponerlos hubieran quedado mejor más pequeños. Para mi gusto , el cartel hubiera quedado mejor sin estos retratos, para que quedara estilo “About Schmidt”, con aquel retrato de Jack Nicholson desaliñado ocupando todo el formato. El juego cromático de la camisa de rayas azules y blancas es agradable visualmente (los colores se aplican también a los nombres de los actores), y esa etiqueta montada en la frente del actor que dice “Meet Bill”, también es simpática. Mi mayor sorpresa, es encontrarme aquí con uno de esos raros carteles que tienen los créditos en la parte superior, eso sí, no muy legibles. Me gusta el tagline: “A Comedy About Someone you Know”.



Race to Witch Mountain * * *

Este cartel tiene el típico diseño de muchos otros carteles de películas de aventuras, es decir, una composición más o menos céntrica, aglomerando los rostros de los actores principales. Alrededor , podremos ver siempre elementos de la trama o escenas de la película. Si bien no vemos nada de originalidad en este cartel, técnicamente está bien resuelto, y su composición es magnífica. Toda la paleta cromática es de sepias y otras tonalidades "encendidas", como amarillos y naranjas, para darle una atmósfera más apropiada al desierto. Lo mejor, es que el cartel cumple su cometido de promocionar y vender una película infantil de acción. Es un cartel con mucha vida y dinamismo, llama poderosamente la atención del espectador gracias al gran juego de luces que crean los helicópteros y el ovni. Ese taxi flotando en la parte inferior, del que sólo vemos la mitad, es intrigante, junto a esa tormenta de arena que parece venir desde el fondo. La montaña embrujada del título está ahí al centro, y el Sol asomándose detrás conduce nuestra vista inmediatamente a ese lugar. Es el punto central de todo el cartel, a pesar de todo el caótico ambiente que la rodea. Lo menos atractivo es su tagline “The Race is On”, pero el color amarillo ocre de los créditos es acertado, y la moderna tipografía del título es otro punto a favor.



El amor se mueve (0)

Llegó la hora de reseñar lo peor de la semana, un cartel al que nada lo salva. El cartel de El amor se mueve es de una pobreza visual impresionante. Seguramente fue hecho en una o dos horas, y todo el trabajo se redujo a poner dos imágenes cliché y cursis. El efecto difuminado en blanco en todo el borde no tiene ningún sentido y luce fatal. El “diseño” del título se reduce a variaciones en el tamaño de las palabras y a inclinar otras. Lo peor es ese corazoncito en la letra "O" de la palabra amor. Lo mejor que se le pudo ocurrir al que “diseñó” esto, fue colocar en el centro el título, sobre una franja difusa en blanco, que sirve de división a las dos fotos. Lo único rescatable de esta basura, es que los créditos están en blanco y legibles. ¿Habrá diseñado este cartel algún estudiante de diseño? No lo creo, un estudiante al menos tiene algunas bases teóricas y técnicas sobre las cuales trabajar. Esto apenas es algo cercano a lo que haría un aficionado. Entiendo que tal vez el filme sea de bajo presupuesto, pero se puede hacer algo más visible y rescatable con pocos recursos y la suficiente imaginación. No hay nada de esto en el cartel, y a mí no se me antojaría ver -ni por accidente- esta película con sólo ver el cartel. Me vende algo menos que una telenovela de las cinco de la tarde.



Cartel español de "Race to Witch Mountain", donde se ha cambiado la paleta cálida del cartel original por una más fría y "nocturna"


















Cartel español de "State of Play", donde se ha hecho más cálida la paleta original neutral y obscura. La tipografía del título también se cambió de color.

SABIAS QUE...

"Disculpe, pero quisiera provocar más miedo en el cartel. Ah, y no olvide ponerme 'The Uncanny' ".




El medio hermano de Johnny Depp, Daniel Depp, acaba de publicar su novela "Loser’s Town". La novela es una historia "hardboiled" (historia policiaca), ambientada en Los Ángeles. No ha tenido buenas críticas el libro del también guionista, quien no ha logrado sobresalir a pesar de ser familiar de un actor de peso como Johnny Depp.

Erroll Flynn formó parte del equipo olímpico de boxeo de su natal Australia, durante los juegos de 1928.

El cartel de The Mummy (1932), clásico de la Universal (al cual dediqué un texto esta semana en "El Cartel...Clásico"), alcanzó un precio en subasta de $453,500.00 dlls.

El primer baño en verse por primera vez en televisión, fue en la serie "Leave it to Beaver", producida en 1957.

En su primera época, los tebeos del Pato Donald fueron prohibidos en Finlandia debido a que... no usaba pantalones.

El nombre "Wendy" fue creado por J.M. Barry en su clásica obra teatral infantil "Peter Pan".

jueves, 16 de abril de 2009

EL CARTEL...CLÁSICO

Un ecléctico y rudimentario juego tipográfico, combinado con un buen trabajo de ilustración, en el cartel menos terrorífico de un monstruo de la Universal, The Mummy (1932)

Desde hace algunos días tenía la intención de comentar el cartel de algún filme de terror clásico. Qué mejor que volver a los orígenes, y elegir el cartel de un filme de la Universal. Mi monstruo favorito siempre ha sido El Hombre Lobo, pero su cartel no es tan bueno como el de The Mummy (1931) otro de los monstruos de la Universal. Nunca ha sido mucho de mi agrado la Momia, pero su cartel es mejor que el de Drácula (1931) y también que el de Frankenstein (idem).

Como era costumbre en la década de los 1920 y 1930, el cartel es una enorme ilustración, una pintura cuyas tipografías también están trazadas a mano. De hecho, lo mejor del cartel es el variado trabajo tipográfico. Si bien el cartel cuenta con muchos elementos, su composición consigue que no se vea tan saturado.

La imagen principal rescata uno de los mejores momentos de la película, dirigida por Karl Freund, poco antes de que la momia del principe Im-ho-tep (Boris Karloff) despierte, luego de que el imprudente asistente de arqueólogo recita un antiguo hechizo. Mientras, abajo en la parte derecha, vemos la imagen de Helen Grosvenor (Zita Johann), de quien luego sabremos que se trata de la reencarnación de la princesa Anck-es-en-Amon, la antigua amada de Im-ho-tep.

Vale señalar que el cartel inspira todo menos terror. No es tanto por la colorida técnica pictórica al acrílico con el que está realizado el cartel, sin mucho detalle o fotorealismo, sino porque nos sugiere más la idea romántica de la princesa y el príncipe egipcios reencontrados luego de siglos y siglos de estar separados. La momia está durmiendo, luce relajada e inofensiva, mientras Helen tiene una pose más seductora, recargada en un muro con jeroglíficos. En el cartel, las imágenes están unidas en diagonal dentro de la composición.


Otro cartel mostraba nada más un still coloreado de la película, pero sobresalía su buen trazado tipográfico.

Tenemos un juego de tipografías, todas con distintos diseños, texturas y colores. Primero, en la parte de arriba el tagline “It comes to life!”, en letra manuscrita y gruesa de color blanco. Me gusta cómo el signo de admiración, de mucho mayor tamaño, sirve no nada más como apoyo visual de las palabras (que llevan una dirección hacia arriba), sino para enfatizar las palabras “comes” y “life”. La lectura visual nos lleva rápido de “comes” a “life”.

Mientras el nombre del productor Carl Laemmle está en una tipografía mayúscula y más formal, el apellido de Karloff y el título de la película sobresalen por su mayor tamaño. El primero tiene una textura y color naranja que lo hace parecer en llamas, y un volumen que le da tridimensionalidad. Abajo, llama la atención esa suerte de "apodo artístico" con el que se le conocía a Karloff, “The Uncanny”. En otros carteles de la película aparece también este calificativo.

El título de la película luce como una superficie dorada desgastada y manchada por el tiempo, para sugerir el efecto de antigüedad. El trazado de estas letras está hecho sin mucho cuidado, no tiene uniformidad, pero funciona y no se ve mal. Lo mismo para los créditos de abajo, trazados con menos cuidado aún, “a pulso”, pero afortunadamente se leen sin muchos problemas. Y claro, no podría faltar finalmente la leyenda “A Universal Picture”.



No podría dejar de dedicar una pequeña reseña al cartel de The Wolf Man (que para mí siempre pareció más como un hombre jabalí), inferior en cuanto a diseño y técnica de ilustración comparado con el de The Mummy. El cartel está igualmente realizado al acrílico, y no tiene mucha imaginación ni originalidad. Simplemente vemos el rostro flotante del monstruo, encima de lo que parece una colina, con las tétricas siluetas de árboles marchitos y los hombres que salieron en búsqueda del hombre lobo. Hay 3 cosas que me agradan del cartel: el diseño del título con todo y volumen; el cómo la colina se degrada en azul, y el interesante juego cromático que forma con la luz del atardecer en la parte superior. El amarillo del título y el azul combinan magníficamente al ser colores primarios. Lástima que el diseñador dejó flotando a la mujer desmayada de abajo, con un sugerente escote y sin mucha lógica en la composición. Lo curioso, es que contrario al cartel de The Mummy, el de The Wolf Man tiene un más cuidado trazado tipográfico, especialmente en los créditos.

miércoles, 15 de abril de 2009

Y... ¿CÓMO LE PONEMOS?

¿Conoces a Bill?





Comenzamos esta semana con State of Play, la nueva película protagonizada por Russell Crowe y basada en una famosa teleserie de la BBC. En España ha quedado con el título de "La Sombra del Poder", algo trillado pero funciona al darle más dramatismo. La película es un thriller político, sobre reporteros que se dedican a la investigación del asesinato de la amante de un congresista. La traducción del título exacta sería algo como “El estado del juego” o “La situación del juego”, y claro, la palabra “juego”, según la historia, se refiere a un "juego político" o "juego de poder". Me hubiera agradado un título como “Juego del Poder”. Pero bueno, no está mal el título elegido en España. A continuación, algunos ejemplos de los títulos en otros países:

Devlet oyunlari - Turquía
Intrigas do Estado - Brasil (interesante)
Jeux de pouvoir - Francia (buen título)
Na odstrel – República Checa
State of Play - Stand der Dinge - Alemania

Como es costumbre, nuestro segundo título es el que se ha quedado sin traducción, Man on Wire, documental sobre el joven equilibrista que en 1974 cruzó las Torres Gemelas, caminando sobre la famosa “cuerda floja”. ¿Cuál era el problema en titularla “El Hombre sobre el Cable”, o mejor, “El Hombre sobre la Cuerda”? Sólo los distribuidores lo sabrán. Para mi gusto, no hubiera sonado mal algo como lo último. En otros países escogieron títulos muy acertados:

Czlowiek na linie - Polonia
Homem Equilibrista - Brasil (Me gusta esta opción, es atractiva y comercial)
Homem no Arame - Portugal
Le funambule France
Muz na lane – República Checa
O Equilibrista Brasil (Gran opción, más sintética pero sigue siendo efectiva)
Teldeki adam - Turquía

Esta semana, son 2 películas las que se han quedado sin título en español. La siguiente es Afterschool, en una terrible elección de sus distribuidores, ya que se nota la total falta de imaginación y habilidad para resolver este problema de adaptación. El título se refiere a las actividades extraescolares que se realizan después de el horario normal de clases. Una buena opción hubiera sido titularla “Después de clases”, o “Después de la Escuela”. ¿Qué problema hay con ésto, si de todas formas no es una película comercial? Brasil optó por titularla acertadamente “Depois da Escola”.

Un título en español fallido es el de la película Meet Bill, que ha quedado como “Mi vida es una ruina”. Suena telenovelero y melodramático, para lo que parece ser una comedia ligera, sobre un hombre que se convierte, por azares del destino, en tutor de un adolescente rebelde. Reconozco que el título en inglés tampoco es nada original, similar al de Meet Joe Black, que en España se tituló acertadamente como "¿Conoces a Joe Black?" Se hubiera podido hacer lo mismo con Meet Bill y dejarlo como ¿Conoces a Bill? o simplemente “Bill”, que de hecho es el título oficial.

Vamos ahora con Låt den rätte komma in, un thriller de horror sueco, que en España ha quedado como “Déjame entrar”. La traducción exacta del título es “Deja al indicado entrar”, algo complicado, por lo que la elección de compactarlo me parece acertada. No se desvirtúa del todo el sentido del título original ni se pierde la idea principal. De hecho, en Brasil y Portugal quedó un título parecido al de España. Otro título retador, es el de la película israelí Shiva, que no se refiere precisamente al dios del hinduismo, sino a una tradición judía de llevar luto por siete días a un familiar fallecido. El título en España quedó como “Los Siete Días”, que es una traducción directa del título internacional “7 Days”. Es un buen título, no pongo objeción al respecto, sobre todo porque “Shiva” se presta a confusiones. Por cierto, en Argentina quedó como “Los 7 Días”.

Caso curioso también es el de Salt of this Sea, película palestina cuyo título original en árabe es “Milh Hadha al-Bahr”. Como no sé ni jota de árabe, debo asumir que el título en inglés es una traducción exacta del título original. En España quedó apropiadamente como “La Sal de este Mar”.

Terminamos con los escasos filmes que no han tenido conflicto al titularlos en español. Race to Witch Mountain, la nueva producción de la Disney, quedó como “La Montaña Embrujada”, mientras que Le voyage du ballon rouge, ha quedado bien como “El Vuelo del Globo Rojo”.

THE LIBERTINE * * 1/2

The Libertine (2006) inicia con Johnny Depp mirando de frente a la cámara, metido completamente en el personaje del escritor británico John Wilmot, dando una advertencia contundente. “No voy a gustarles,...de hecho, no quiero hacerlo”. Wilmot Luce como una espectral figura, inevitablemente se convertirá en un muerto viviente al final.

Lejos de ser una biopic, The Libertine, opera prima del director Laurence Dunmore, es un esbozo del controversial Wilmot, quien en la Inglaterra del siglo XVII causó polémica por su obra literaria de alto contenido erótico. Se ganó la enemistad de buena parte de la sociedad de su época por haber criticado al rey Carlos II (John Malcovich casi irreconocible y uno de los productores), su amigo y protector, por una obra teatral encargada por el monarca al escritor.

Adaptación de la exitosa obra teatral de Stephen Jeffreys (autor del guión), ganadora de varios premios de la crítica en Londres, la película se centra en la relación amorosa que John Wilmot tuvo con la actriz Elizabeth Barry (Samantha Morton), de quien además fue su maestro de actuación. Gracias a Wilmot, Elizabeth pudo sobresalir en los escenarios teatrales.

Johnny Depp tiene una de las mejores actuaciones de su carrera. Claro, es verdad que Depp estuvo genial en Edward Scissor Hands y Charlie and the Chocolate Factory, ambas dirigidas por Tim Burton (¿será que Burton es el único director que sabe explotar el potencial de Depp?), pero su John Wilmot es uno de sus grandes trabajos dramáticos. Si al principio parece que Depp intenta darle ciertos gestos y maneras a lo “Jack Sparrow” (otro de sus anteriores personajes) a su cínico y sarcástico Wilmot, en el tercer acto está lo mejor de su actuación, como el escritor decadente, víctima de su propia imagen y fama, del monstruo en el que se convirtió.

Desgraciadamente, la película está lejos de colocarse a la altura de la actuación de Johnny Depp. Dunmore no expone una dimensión más completa del Wilmot artista y su obra. Formalmente, resulta magnífica la fotografía de Alexander Melman, sostenida en su mayoría por una iluminación a base de velas y mucha luz natural. El magistral y soberbio trabajo se extiende además a interesantes movimientos de cámara, en especial, en las escenas dentro del teatro.

Al final, The Libertine gana por la actuación de Johnny Depp, aunque pierde por el irregular retrato de John Wilmot, un personaje que se nota más fascinante y complejo que lo que acabamos viendo en la película.

++ Disponible en una buena edición en DVD, con extras como tráiler, escenas eliminadas con comentarios opcionales del director, comentario del director de las escenas eliminadas, comentarios del director, ficha técnica, filmografías y galería fotográfica.

martes, 14 de abril de 2009

QUOTES

"¡¿Quién diablos dijo que no estaba en forma para The Wrestler?! Y tú Kermode...ya pagarás el haberme llamado Nicolas "cara de caballo" Cage."




"Siempre pensé que Mickey (Rourke) era el más apropiado para el papel, sobre todo por el aspecto físico. De haber aceptado el papel, hubiera tenido que tomar esteroides, y eso va en contra de mis creencias."
Nicolas Cage, sobre The Wrestler.

"Estoy hiperventilando, ¿alguien tiene una bolsa gigante de papel?". Susan Murphy en Monsters vs. Aliens.

"Es basura, basura, basura, basura..." Mark Kermode (BBC Radio), sobre Paul Blart: Mall Cop.

"Lo digo y lo sostengo. Clint Eastwood, con un arma en sus manos, no puedo dejar de pensar en la frase de "make my day, punk!". Pienso que Eastwood es un director honesto. Sus películas podrán tener o no un resultado pleno, pero siento que su honestidad se pule con cada película que dirige." Jossy Meza, músico y blogger, sobre Gran Torino.

"Me encantó, aunque salí aturdido del cine despues de verla. Una vida muy atormentada, un cuerpo muy castigado, que nos enseña la gran actuación de la protagonista, y el maquillaje, ambos merecedores de estatuillas. La secuencia de la vuelta de su amante boxeador es de una belleza dramatica para recordar." Jordi, blogger, sobre La Môme.

PEANUTS, EL CINE Y LOS MEDIOS



Charlie Brown y Linus siguen celebrando lo mejor que pueden la "Semana Nacional de la Biblioteca". El primero en haber hecho su labor altruista ha sido Linus, y lo cuenta muy orgulloso a Charlie Brown. Otro bibliotecario feliz de su trabajo, ¿qué más se puede pedir?

lunes, 13 de abril de 2009

EL SOUNDTRACK: EN LA CIUDAD * * * 1/2

Cuando ví En la Ciudad no me convenció del todo. Su realización y personajes me parecieron frios y no muy interesantes. Con el soundtrack sucedió lo contrario, una buena banda sonora producida por los músicos Jordi Prats y Joan Diaz, que combina jazz instrumental y algunos temas cantados de otros géneros.

El gran colaborador en la banda sonora ha sido el pianista norteamericano Brad Mehldau, con un tema principal magnífico, titulado "When it Rains", con adaptación y arreglos de Prats y Diaz. El tema me gusta, es una pieza de tono romántico y nostálgico, que tiene una fuerza apropiada para sentirse presente en casi toda la película. La banda sonora en general se siente inspirada en las jazzísticas bandas sonoras de Woody Allen, pero de un jazz más moderno.

La magistral vocalista Nina Simone se encuentra presente en el soundtrack con dos temas, "Sugar in my bowl" y el clásico "Love or Leave Me", con su inconfundible tono de voz grave. Son de los pocas piezas cantadas en todo el disco, y el de Love or Leave Me, escrito por Walter Donaldson, es un clásico del repertorio jazzístico. Luego de la voz de Simone, lo mejor que tiene la canción es ese pequeño solo de piano, que al estilo de Dave Brubeck mezcla un poco de estilo clásico con un vibrante sincopado de jazz.

Luego, una verdadera rareza, un tema cantado y escrito por la italiana Carla Bruni, "Tout le Monde". No me considero afecto de la música de Carla Bruni, pero debo reconocer que no está mal interpretada la canción, un tema dulce, suave y romántico, que sirve además para darle un poco de variedad al soundtrack. Lo mismo sucede con el muy bossa nova tema de Kevin Johansen, el cual me gustó igual o menos que el de la Bruni. La canción me parece bastante monótona, a pesar de su buena producción musical. Bueno, tiene que haber para todos. Caso contrario es el del cantaor Pollito de California con "Por la mañana", un tema romántico-flamenco que me ha gustado. Es tranquilo y la voz de Pollito le da un toque muy pegajoso al tema.

Hay un tema rock-pop, "Street Guitar", un solo de guitarra interpretado por Jordi Mena, atractivo y bien ejecutado, que vuelve a dar el contrapunto variado al jazz del soundtrack. El jazz instrumental de todo el disco, por supuesto a cargo de Prats y Díaz, está bien producido. Es un soft jazz fácil de escuchar, agradable, digerible, como de una noche tranquila en un club, tal y como sucede en muchas escenas de ese club de jazz en el que se reúnen algunos personajes de la película.

Me agradó mucho “Sara Piano solo”, precisamente un solo de piano romántico, así como “Lupino Lounge”, sí, un tema lounge estilo Juan García Esquivel con sonidos retro. Los títulos de las canciones no son muy buenos, suenan muy obvios, como sucede también con “Manu’s Blues”, un blues claro, interpretado al órgano por Díaz, la batería de Quino Bejar y la guitarra eléctrica de José Luis Gamez.

Grabado en l’Estudi Albert Moraleda de Barcelona, este soundtrack acaba siendo muy disfrutable, incluso para los oídos más exigentes.

++ Ver también mi reseña de la película.

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