sábado, 22 de marzo de 2008

EN CARTELERA: JUMPER * *

David (Hayden “Anakin Skywalker” Christensen), tiene un don y quizás lo ha descubierto demasiado tarde. Cual chico mutante y prospecto para pertenecer a la escuela de los X-Men, David se da cuenta durante un terrible accidente que es capaz de teletransportarse a cualquier punto geográfico en el mundo, no importa que sea un lugar dentro de su mismo pueblo u otro país, o si hay muros o puertas de por medio. Jumper (E.U., 2008), tercer largometraje del realizador otrora eficiente realizador Doug Liman (The Bourne Identity, Mr. and Mrs Smith), a pesar de su buena idea argumetal, es un verdadero desastre como película.

En lo personal, cualquier capítulo de alguna teleserie como Smallville y similares, están mejor hechas que este filme, plagado de incoherencias, cabos sueltos y lagunas narrativas, debido a que la habilidad de nuestro protagonista de, literalmente, “saltar” a donde le plazca, llega un momento en que no sabemos donde se encuentra, si estamos viendo el antes o el después de determinado acontecimiento.



Abandonado por su madre siendo un niño, David vive ahora con su padre. David empezará por el mal camino cuando decida usar su extraordinario poder para robar bancos, atravesando muros y puertas sin problema. Años después, habiendo dejado atrás a su padre y a una guapa chica, Millie (Rachel Blison), David es ahora un chico adinerado que vive cómodamente en un lujoso loft neoryorquino.

Sin embargo, un agente policiaco (Samuel L. Jackson) se encuentra buscando a David, aunque en realidad es una suerte de “cazador de saltadores”, ya que David no es el único saltador en el mundo.

Basada en la novela homónima de Steven Gould (ya incluso tiene su versión en videojuego), sinceramente creo que los realizadores de este caótico filme juvenil de acción, no han sabido trasladar muy bien al cine este relato. A pesar de contar con impresionantes imágenes, como las de David descansando sobre la cabeza de la esfinge en Egipto, en la punta de las pirámides o en una de las manecillas del Big Ben en Londres, y unos decentes efectos especiales, da la impresión de estar viendo una película pésimamente editada y armada. Claro, al final todo queda abierto para una próxima secuela.

viernes, 21 de marzo de 2008

CLÁSICOS DE CLÁSICOS: DR. STRANGE LOVE OR: HOW I LEARNED TO STOP WORRYING AND LOVE THE BOMB * * * * 1/2


En Dr. Strangelove or: How I Learned to Stop Worrying and Love the Bomb (E.U.,-Reino Unido, 1964), Peter Sellers, de los mejores cómicos que ha dado la cinematografía británica, tuvo una de sus más versátiles actuaciones, haciendo tres papeles al mismo tiempo, uno de ellos el doctor que da título al filme.

Dirigida y escrita por Stanley Kubrick, en colaboración con Peter George (autor del libro original) y Terry Southern (guionista precisamente de otra sátira, Casino Royale), es una de las más mordaces sátiras políticas que se hayan realizado en plena época de la Guerra Fría, y de la crisis política con Cuba.

El filme goza de un entretenido y enérgico duelo actoral entre Sellers y George C. Scott, este último interpretando al voraz General Buck Turgidson. Por ser una sátira, Dr. Strangelove puede parecer de lejos un filme inferior de Kubrick, una película en la que el maestro se salía de registro y desplegaba una perfecta plataforma para que Peter Sellers (con el que dos años antes había trabajado en Lolita/1962) se luciera interpretando tres personajes: el disciplinado y nervioso Capitan Lionel Mandrake, al calvo presidente de los E.U. Merkin Muffley y al ex nazi Doctor Strangelove.

La paranoica premisa desataba un inminente enfrentamiento bélico y –tal vez- la Tercera Guerra Mundial. Un desquiciado General, Jack D. Ripper (Sterling Hayden), que suena algo así como “Jack El Destripador”, tiene la soberana ocurrencia de lanzar un ataque con bomba nuclear a Rusia, utilizando una enorme flota aérea.

La noticia no le caerá nada bien al presidente Muffley, quien asesorado por el General Turgidson en el Consejo de Guerra del Pentágono, tratarán de resolver la situación, primero, intentando comunicación con Dimitri, el presidente Ruso, vía telefónica, con la presencia del embajador de Rusia ante el desconcierto de Turgidson, por dejar a entrar a un “comunista” a un sitio relacionado con la Seguridad Nacional.

Kubrick desarrolla un notable trabajo narrativo con tres narraciones independientes: la crisis que tiene lugar dentro del Consejo de Guerra mientras se intenta calmar al presidente Dimitri (escena bien tramada en la que participan los tres personajes de Sellers), el interior del avión con la bomba de hidrógeno dirigiéndose hacia Rusia (sin que los pilotos sepan nada de la misión cancelada), y aquella dentro de la oficina del General Ripper, acompañado por Mandrake. En esta última, Kubrick consigue secuencias claustrofóbicas, con el psicótico Ripper y sus lúcidas y llamativas reflexiones en torno a la guerra (“...la guerra siempre ha pertenecido a los generales”...).

Fotografiada excelentemente por Gilbert Taylor (fotógrafo de A Hard Day’s Night /1964, o Star Wars 1977), y musicalizada soberbiamente por Laurie Johnson, en la que destaca esa marcha militar, sugerente leiv-motiv que parece salirse del registro cómico del filme, Dr. Strangelove es un filme que termina destacando más por su gran contenido crítico, mordazmente dirigido al militarismo estadounidense, o incluso a la más feroz empresa multinacional de todos los tiempos, Coca-Cola (¡Esa forma en que Mandrake intenta comunicarse con el presidente desde una humilde cabina telefónica!). “Lo siento, pero por esto tendrá que pagarle a Coca-Cola”, le dirá Mandrake a Ripper, quien se ofrece a conseguirle unas monedas disparándole a una máquina expendedora de refrescos.

jueves, 20 de marzo de 2008

CORPSE BRIDE * * * * *



En Tim Burton, ya no es de extrañar que en Corpse Bride (E.U., 2005), el mundo de los vivos sea de una paleta gris, neutra, un mundo apagado cromáticamente, mientras que el mundo de ultratumba sea una explosión de colores que raya lo psicodélico, lo alegre, en permanente fiesta. Teniendo detrás el cortometraje The World of Stainboy (2000), y habiendo coqueteado con la técnica de la animación stop-motion (cuadro por cuadro) con The Nightmare Before Christmas (Selick, 93), en el que fungió como guionista y productor, y con Jim and the Giant Peach (idem, 96), en el que tan sólo se desempeñó como productor, Corpse Bride es una fascinante historia de corte gótico y romántico, ambientada a finales del siglo XIX, que vuelve a sorprender por su fino trabajo de animación en stop-motion, y que erige a Burton como uno de los escasos cineastas que todavía tienen fe en esta antigua técnica (junto al británico Nick Park, creador de Wallace and Gromit), tan disfrutable e impresionante como las modernas técnicas de animación digital en 3D.

Burton no deja de lado totalmente las herramientas digitales, ya que también hecha mano de ellas aunque sabia e inteligentemente, sin que afecte su artesanal trabajo de animación, basado en figuras a escala, de hecho, realizadas en un prestigiado taller en Barcelona, España.

La idea argumental es tan cómica como espeluznante. Victor Van Dort (voz de Johnny Deep), joven tímido y torpe, aunque bastante talentoso y romántico (escribe, toca el piano), contraerá pronto matrimonio con Victoria Everglot (voz de Emily Watson). Ambos son de familias adineradas, y su boda no es más que por conveniencia de sus padres: los amargados y cariduros Van Dort (voces de Tracey Ullman y Paul Withe House), y los inocentes y más nobles Everglot (voces de Joanna Lumley y Albert Finney).

Victor y Victoria aceptarán el matrimonio, y durante un fallido ensayo de la ceremonia, llevado a cabo por el pastor Galswells (voz de Christopher Lee), Victor huye presa de los nervios hasta un bosque cercano. Mientras repasa sus líneas, accidentalmente le colocará el anillo a una esquelética mano, perteneciente al cadáver de una chica vestida de novia (voz de Helena Bonham Carter), quien se declarará a sí misma como esposa del confundido Victor.

El mundo de los muertos, casi todos ellos unos simpáticos esqueletos vivientes (el mismo Burton se confiesa influido por el arte mexicano del Día de los Muertos), en Corpse Bride parecerá una extensión animada de Beetle Juice (1988), del mismo Burton, con todo su humor negro, desenfado e irreverencia. En ese universo reside el espíritu de la cinta, aunque su concepción esté cercana a la de un simple pueblo, con sus callejuelas, una cantina a donde llega primero todo aquel que muere, etc., mientras el realizador y sus guionistas, John August (guionista de Big Fish) y Pamela Pettler, se permiten agradables anacronismos, como la banda de jazz, por ejemplo.

En ese sentido, Corpse Bride es un musical en toda la extensión de la palabra, con dos numeritos geniales a cargo de los esqueléticos muertos, uno finalizado de manera genial en el gris mundo de los vivos, con los difuntos saludando a sus asustados amigos y parientes.

Hay algo en Corpse Bride que, más que reprochable, resulta afortunado. Por más que los guionistas quisieron guiar la historia a través del personaje de Victor durante la primera parte, en realidad todo el filme pertenece a la trágica y melancólica Novia Cadáver, junto a ese gusanito que vive dentro de su cabeza (“¡Ay, estos gusanos!”, le dirá la avergonzada “novia” a Victor), a pesar de todo, guapa, generosa y de “buen ver”, cuyo único defecto será estar muerta.

miércoles, 19 de marzo de 2008

DVD: MODIGLIANI * * * 1/2

El Cafe des Artistes, principios del siglo pasado. Música agradable, graciosa, todo es fiesta y alegría en este emblemático café parisino, hasta que entra el pintor italo-judío, Amadeo Modigliani (Andy García). Borracho e insoportablemente carismático, reta, confronta y humilla a su colega, Pablo Picasso, imponiendo desde el primer momento el tono humorístico y fársico de esta biopic.

La anterior escena parecería extraída de algún climático western de Leone o Ford, y representa los contados momentos logrados que terminan dándole sabor y encanto a una modesta biopic sobre el arte, los pintores y, por supuesto, la pintura, donde, por increíble que parecezca, la condición de estrella hollywoodense de Andy García no logra opacar al resto de sus compañeros de reparto, ni ensombrecer esta multiproducción independiente.

Tomándose varias licencias, el guionista británico Mick Davis (The Match, Frozen on Fear, The Invisible) en Modigliani (Rumania-Italia-Alemania-Reino Unido-Francia, 2004), su segundo largometraje, se permite momentos desternillantes, posibles tan sólo en las fantasías de algún historiador del arte. En una escena, son situados varios pintores famosos de aquella época, en un solo lugar: Modigliani, Picasso, Utrillo, Diego Rivera, todos y cada uno firmando su inscripción para concursar en el famoso, rígido y académico Salon de Arte parisino.

Si bien Davis logra que su filme se aleje del simple producto televisivo, a través de una magnífica fotografía y ambientación, también es cierto que hay momentos en que la película goza y a la vez sufre de un tono voudevilezco, teatral e, incluso, del moderno musical. En serio, a veces parece que los protagonistas se pondrán a bailar y cantar, encima de las mesas del Café des Artistes.

Un absorbente primer plano del rostro de la actriz Elsa Zilberstein, interpretando excelentemente a Jeanne Hebuterne, pareja sentimental de Modigliani, abre de manera enigmática la película. Zilberstein es quien termina robándose la película de principio a fin, sea luchando por sacar adelante su relación con Amadeo ante la inflexible desaprobación del padre de ella (cuestiones antisemitas); sea impulsando a un desmoralizado y pesimista Modigliani a concursar y salir adelante en su carrera, quien se dedicaba a enfrentarse con Picasso (Omid Djalili).

Davis se luce en su filme, por ejemplo, en esa pulcra y clásica manera de filmar el descubrimiento de Modigliani de uno de los monstruos de la pintura: Claude Monet (aquí parece ser descubierto como un dios), o en ese fantasmal Modigliani niño, que lleva al adulto a episodios de su pasado, como una suerte de buena conciencia de un pintor cayendo en las garras del alcoholismo, la atrofia artística y el distanciamiento de sus orígenes judíos.

Con todo y la buena actuación de García, Zilberstein y el resto del reparto, Modigliani se aleja de lo grande que pudo haber sido. Desafortunadamente se detiene demasiado en las excesivas confrontaciones entre Modigliani y Picasso, al punto de ser algo fastidiosas, sin profundizar más en lo que verdaderamente importa: el hermoso arte de Amadeo Modigliani, quien quizás pintó los desnudos femeninos más bellos de la pintura moderna.

++Pobres extras para un filme atractivo: fichas técnica, fichas artísticas, fichas de doblaje, tráiler, subtítulos en español y catalán, y filmografías. Disponible desde abril del 2007.

martes, 18 de marzo de 2008

DVD: BORDERTOWN * *

El más reciente filme del realizador chicano Gregory Nava (Selena, My Family), Bordertown (E.U.-Reino Unido, 2006), está basada en el controversial caso de los asesinatos de Ciudad Juárez, estado de Chihuahua, México. Sin embargo, la película de Nava no pretende ser una aproximación ni investigación sería sobre el asunto, más bien lo toma como simple pretexto para construir un thriller fronterizo ambientado en la frontera de México con E.U., con lavisión decadente con la que Hollywood gusta retratar estos puntos geográficos.

La película ha causado no poca controversia (en España gente de la embajada mexicana levantó la voz ante su estreno en el país ibérico en el 2007), debido a que no nada más deja muy mal parado al gobierno mexicano, sino también al estadounidense, involucrado en la problemática social reflejada en la película: las malas condiciones laborales de las mujeres mexicanas, que tienen que ir “al otro lado” a trabajar en las maquiladoras, sin tener garantía de seguridad en su viaje de ida y vuelta.

Nava quiso hacer su propia Traffic (Steven Soderbergh, 2000), con el tema sobre las “muertas de Juárez”, notorio en su trabajo fotográfico, de los pocos aspectos rescatables de una película que poco o nada aporta. Lo que más ha interesado a Nava es hacer una más de sus reflexiones sobre la cultura chicana, la inmigración forzada, la identidad y cultura latinas en los E.U., trayendo de regreso a su actriz favorita, Jennifer López (J.Lo para los amigos), quien fuera su “Selena” en la biopic homónima sobre la cantante chicana.

Una adolescente mexicana, Eva (Maya Zapata), vive en la total miseria con su madre en un barrio marginal de Juárez. Eva trabaja en una fábrica en los E.U., junto a decenas de mujeres, y su vida se verá colapsada cuando sea violada durante el viaje en autobús de regreso a su casa. Mientras, Lauren (Jennifer López), una periodista de origen mexicano radicada en Chicago, es enviada por su jefe (Martin Sheen) a cubrir la historia de las mujeres asesinadas en Ciudad Juárez, a donde viajará a regañadientes y se reencontrará con un antiguo colega (Antonio Banderas), director de un cadavérico diario.

“Me importa un carajo México”, dirá la disgustada Lauren a su jefe antes de emprender su viaje, una travesía a su pasado en México, a sus raíces profundas como niña con una vida traumática, para acabar comprometida con la causa de Eva, ayudándola a encontrar al que la violó y que se haga justicia.

La narración y edición son caóticas y arbitrarias, dentro de una puesta en escena artificiosa, con personajes de lo más estereotipados (la periodista heroína, el editor convertido en mártir, el villano caricaturesco,...). Las intenciones críticas de Nava (autor del guión) se quedan a medio camino por una burda historia, personajes poco trabajados, dentro del clásico retrato esteriotipado de la frontera mexicana como tierra sin ley.

++Disponible desde noviembre del 2007. Los extras son escasos: visita de Jennifer López, entrevistas, filmografías, galería de fotos.

lunes, 17 de marzo de 2008

DVD: SPIDER * * * *


Spider (Canadá-Reino Unido, 2002), mezcla el drama familiar con el suspenso psicológico, un retorcido pero fascinante recorrido a través de la mente de un hombre torturado. David Cronenberg, nos lleva por los rincones de la mente de Dennis Cleg (estupendo Ralph Fiennes), apodado por su madre (Miranda Richardson) como “Spider”. Dennis llega de visita a una extraña casa de huéspedes, más parecida a una clínica psiquiátrica, lugar donde emergen fantasmas y recuerdos desgarradores de su infancia. En dicho lugar, Dennis se descubrirá como el posible asesino de uno de sus seres queridos.

Tan solo con una maleta y la dirección del lugar escrita en un papel, Dennis se instala en su habitación y la maleta se convertirá en una especie de “caja de pandora”, de la cual saldrán las memorias archivadas en su memoria. En una libreta “escribe” garabatos, especie de lenguaje cifrado de todo lo que viene a su mente a partir de ese momento. Desfilarán recuerdos crudos de su infancia, como la infidelidad de su padre (Gabriel Byrne), un fontanero que se involucra con una prostituta.

La puesta en escena de Spider, basada en la novela de Patrick McGrath (también autor del guión), sitúa al Dennis adulto en medio de situaciones dramáticas, conmovedoras y nostálgicas, observando a su “yo” infantil conviviendo con sus padres, dejando entrever sus tempranos delirios y crisis esquizofrénicas.

Su manía de tejer enredaderas en sus manos y en todo lo ancho de su habitación, llevaron al Dennis niño a experimentar encierros mentales, escapes de su realidad. El magnífico diseño de arte de Arvinder Grewal y Lucy Richardson, refleja bien los ambientes opresivos y asfixiantes de Dennis, cuyos delirios parecen radicar en una fuerte fijación amenazante hacia lo femenino.

Spider es una reelaboración de la eterna figura masculina edípica y atormentada por la esquizofrenia. Ralph Fiennes construye magistralmente un personaje agobiado por la esquizofrenia, atorado entre la realidad, el delirio y la pura fantasía. Cronenberg sorprende con un giro narrativo final contundente, con un montaje logrado, nos lleva a experimentar no otra cosa sino el desconcierto, la conmoción, en un filme dirigido con demasiada mesura para un realizador de su calibre, que nos ha acostumbrado a terroríficos análisis de la psiqué ligada siempre a la tecnología y al cuerpo humano.

++El DVD incluye interesantes extras, como el infaltable trailer, documental "Cronenberg en Sitges", escenas del rodaje, entrevistas, ficha artística, ficha técnica, filmografías selectas y Galería de fotos.

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