sábado, 10 de junio de 2023

AIR

Michael ¿la quieres hawaiana o de pepperoni? Matt Damon.
 
 

Air es de esas pelis que gustarán más a los fans del deporte, pero mucho más a los fans del basketball, y ni se diga a los de Michael "Air" Jordan. Hablo de películas como Moneyball y Draftday, que hacen que se les haga agua la boca a los que saborean leer y enterarse sobre números, estadísticas, y todo sobre el muy lucrativo negocio del deporte. Amigos míos, Air es la película que deben ver. Que no los desmoralice el título en español, Air: La Historia detrás del Logo, que no podría ser más desacertado. Apenas y una pequeñisima parte del filme trata sobre la creación del logo que decora los tenis "Air" de Nike. Se menciona muy por encima, hasta el final, como un breviario cultural.

Originalmente producida para ser estrenada exclusivamente en Prime Video, Ben Affleck, su director y actor, así como los ejecutivos de Amazon, pensaron en darle un estreno en cine antes (¿para ser considerada en las nominaciones al Oscar, quizás?) Air trata más específicamente sobre la concepción y creación de la línea de tenis "Air" por Nike, en 1984, que ayudaron a consolidar más la carrera de Jordan como jugador de basket, literalmente, elevándolo por los aires "como águila".

Ah, y claro, los tenis volvieron millonario a Jordan, gracias a la visión que tuvieron dos figuras clave, Sonny Vaccaro (Matt Damon, estupendo), el ejecutivo de mercadotecnia de Nike, y Deloris Jordan (Viola Davis, excelente), madre de Michael. Air también podría llamarse "Hair", ya que muestra peinados y cabellos extraños, como los del del mismo Affleck, interpretando a Phil Knight, presidente de Nike, o los de Jason Bateman, quien interpreta a Rob Strasser, ejecutivo de Nike, fallecido en 1993. Por cierto, ninguno de estos actores se parecen a sus contrapartes de la vida real, pero eso no evita que Hair,-- perdón, Air,-- se consolide como un magnífico filme sobre cómo se hace una estrella deportiva, gracias a una cuidada mercadotecnia, jugosos contratos con poderosas marcas, y decisiones acertadas entre agentes deportivos y corporativos ambiciosos. Pero el ingrediente principal, según muestra la historia, es el riesgo detrás de esas cuidadas decisiones, en la que están en juego millones y millones de billetes verdes.

Además, como dice Deloris Jordan en una escena platicando con Vaccaro, y que de seguro lo dejó boquiabierto en la vida real: un zapato es sólo un zapato [Air Jordan] hasta que mi hijo se mete en él. Es verdad que la película termina siendo todo un comercial para Nike, y para la todavía existente linea de tenis, así como un tributo a Michael Jordan, reconocido como uno de los más grandes atletas de todos los tiempos (¿Hay un basquetbolista actualmente que logre saltar como él hacia el aro para encestar? No, nadie que yo sepa).

Pero el filme logra sobrepasar lo anterior, al contar una historia que me enganchó desde el momento en que Vaccaro, verdadero protagonista del filme, empieza a destacar como un nerd del basketball. Lo mismo puede charlar casualmente sobre estadísticas y jugadores con un simple vendedor en una tienda de conveniencia, como con otro de sus colegas en Nike. Me refiero a Howard White (Chris Tucker, en plan serio), con quien Vaccaro discute sobre quién es quién en el basquet actualmente. Es hora de que Nike adquiera a un nuevo talento para patrocinar, y que sea la nueva imagen de la marca.

La magia de Vaccaro empieza cuando, entre videocasseteras y un montón de videos Beta (¡Oh, dulces y nostálgicos recuerdos!), solitario en casa, analiza y observa partidos y partidos de basketball, oprimiendo botones de un control remoto ¡alámbrico!. De pronto, la imagen de un joven jugador universitario afroamericano, delineado y figurado nada más por los pixeles de la pantalla de TV, llama su atención. Es Jordan, un desconocido para muchos, pero no para Sonny, quien luego de verlo en un partido arriesgar un tiro de 3 puntos y encestarlo, sabe que ha encontrado a su candidato, a quien defenderá con todo. Vaccaro hará cosas no muy profesionales, romperá reglas con tal de conseguirlo, con tal de arrebatárselo nada menos que a otro monstruo que ya casi lo tiene en sus garras, Adidas. Knight ya lo hubiera podido despedir, pero cree ciegamente en él y le permite seguir (irónicamente, Vaccaro y Strasser se fueron a trabajar luego para Adidas, pero eso ya es otra historia).

El filme presenta a Vaccaro como un tipo que vive por y para el basketball, lo respira y consume. Asiste a cientos de partidos de basketball universitario como un cazatalentos. No hay nada ni nadie más en su vida, ni familia ni esposa. Aunque ama el basket, no se nota que lo practique mucho. Es más, no se nota que haga deporte alguno, ya que tiene un sobrepeso notorio. ¿A sus colegas les cae bien? Exceptuando White y Strasser, es posible que Vaccaro no sea del agrado de muchos, debido a una actitud que tiene de sabe-lo-todo. Sin embargo, no es insufrible, incluso cuando habla con el neurótico agente de Jordan, David Falk (Chris Messina), no pierde la oportunidad de ser bromista y hacerlo rabiar.

Air no tiene el mismo derroche en su diseño de producción que sí tuvo Argo, pero luce aceptablemente ambientada en 1984. Robert Richardson, el director de fotografía, le da a Air una apariencia retro y granulosa de película de los años 80, dejando entrever el cuidado de Ben Affleck para estos detalles de época y el realismo. Affleck perdió bastante peso para el papel, y Knight luce todo lo opuesto a un gran director corporativo de traje y corbata, yendo a su oficina en ropa deportiva y siempre proyectando el mantra de estar en total control de sí mismo. No pierde tanto los estribos frente a Vaccaro como uno esperaría, cuya estrategia es invertir hasta el último centavo en Jordan, de aplicar el "Just do it" (slogan oficial de Nike) de forma literal.

Me produjo sentimientos encontrados la escena en donde la familia Jordan tiene la reunión decisiva con Knight, Vaccaro, Strasser, y White. Michael está ahí (de hecho, la única escena en la que aparece), pero nunca vemos su cara, y nunca me creí el hecho de que éste no dijera en esa reunión tan importante una sola palabra. Affleck quiere darle a Jordan un aura como de Dios parcialmente visible. Pero, por otro lado, ese discurso que Vaccaro le dice a Jordan, casi profético, es fantástico. Revela algo de desesperación, disparando sus últimos cartuchos, tratando de convencer, no sólo a Jordan, sino también a Deloris. Esta última, más que una mamá, es su mejor agente y consejera. Al final, Deloris se muestra como toda una conocedora de la mercadotecnia y la económia. Según el filme, Deloris sentó precedentes para que los deportistas fueran mejor compensados por el uso de su imagen y nombre en productos deportivos.

Más que ser un filme sobre basketball, Air trata sobre el riesgoso negocio del deporte. En ese sentido, Affleck anota una canasta de 3 al saber contarlo todo de forma entretenida, ágil, sin tantas estadísticas, fechas, o datos pesados que le resten encanto.
En PrimeVideo.

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