miércoles, 2 de septiembre de 2020

THE VAST OF NIGHT

MUCHO RUIDO RADIOFÓNICO.       
Jake Horowitz y Sierra McCormick.
Concebida como un homenaje-tributo a Rod Serling y su clásico televisivo de los 1950, "La Dimensión Desconocida", The Vast of Night tiene el mérito de saber envolvernos en un suspenso peculiar, con muy pocos recursos, y una sorprendente sencillez. Lo curioso, es que mientras las historias presentadas en "La Dimensión Desconocida" se basaban mayormente en acción continua (con excepción de algunos episodios, en donde dos o varios personajes estaban confinados a un sólo espacio, donde se desarrollaba toda la historia), The Vast, primer filme del realizador Andrew Patterson, se va por caminos sumamente distintos.
Durante todo el filme (de hora y media de duración) la cámara entra y sale de la pantalla de un antiguo televisor, en donde, de situarnos como espectadores de un programa estilo "The Twilight Zone", en blanco y negro (que luce realmente como producido en los 1950), pasamos, en una transición a color, a ser casi protagonistas y testigos de la historia contada, en un episodio llamado, precisamente, "The Vast of Night". Cayuga, Nuevo México. Tenemos tan solo dos protagonistas, un DJ, Everett (Jake Horowitz), con un programa de radio nocturno, y Fay (Sierra McCormick), una adolescente de 16 años, que trabaja como operadora telefónica en el turno de la noche. Durante uno de sus programas, Everett escucha una extraña transmisión, un ruido de una frecuencia que, entre deducciones de si podría ser militar o no (o, incluso, de alguna estación mexicana haciendo interferencia), al final, su origen es incierto. 
Cuando un radioescucha llame al programa para, a través de una anécdota, contar algo que parece sacado de un filme o novela de ciencia ficción (según él, ambientada antes de la puesta en órbita en el espacio del Sputnik por los rusos), y revelarles que sabe el origen de dicha transmisión, la cual puede que sea o no de este mundo.
Producida por Amazon Studios, lo que termina siendo interesante de la película, es que Patterson (también el guionista) ha conseguido hacer algo realmente fuera de lo convencional. Toda la narración de la historia estará basada, más que en acción, en largos diálogos, tanto entre Everett y Fay (por cierto, ambos están estupendos, con una manera impresionante de decir sus lineas con rapidez y agilidad, emulando el estilo de los filmes y programas de aquella época), como de algunos narradores y testigos de hechos. Sin ver en ningún momento escenas en flashbacks de lo que nos están contando (eso queda en nosotros y en el poder de nuestra imaginación), estos narradores van revelando pistas, acontecimientos, sucesos misteriosos sin explicación, etc., en un ejercicio de, digamos, "economía narrativa" impresionante. 
Lo mismo puede decirse del estilo para dirigir de Patterson, basado en largos planos secuencia, ya sea siguiendo a los dos chicos en largos recorridos, o simplemente con la cámara explorando lugares, casi a nivel del suelo (quienes hayan visto Evil Dead saben de lo que hablo), como si una presencia invisible y paranormal estuviera recorriendo todo.
Para aquellos que prefieran un cine con más acción, más historia, y más agilidad en su narración, tal vez The Vast no sea el filme adecuado. Hay largas tomas, ininterrumpidas, p. ej. de Fay recibiendo y escuchando llamadas telefónicas; o de Everett, frente al micrófono, nada más escuchando la narración del radioescucha por teléfono. La verdad, es que el asunto no suena tan aburrido como parece. The Vast of Night, además de estar excelentemente ambientada, puede que sea más del regocijo de quienes gusten de historias estilo "The Twilight Zone"; o para qué ir más lejos, estilo "Project Blue Book", la serie sobre ovnis y hallazgos extraterrestres de History Channel. 
Disponible en Amazon Prime Video.
⭐️⭐️⭐️1/2

GET DUKED!



HIP-HOP A RITMO PSICOTRÓPICO. A punto de enfrentar
al "duque". 
Poner al mando en la dirección de un filme a un director curtido en videos musicales, tiene sus peligros. Lo bueno es que, a pesar de sus excesos visuales y de que su extraño e intoxicado homenaje al Hip-Hop no aporta mucho a su historia, Get Duked!, debut en la dirección del director de videos musicales Ninian Doff (dirigió un video para The Chemical Brothers), es suficientemente divertida. Get Duked! sigue la tradición del cine de Edgar Wright (Shaun of the Dead, Hot Fuzz), con sus parodias sobre el cine de zombies y de historias policiacas de horror, aunque a menor escala.
Un grupo de amigos, DJ Beatroot (Viraj Juneja), Dean (Ryan Gordon) y Duncan (Lewis Gribben), llegan a las "Tierras Altas" de Escocia, dispuestos a ganar un concurso, en el que deben completar la ruta del "Duque de Edimburgo" y llegar antes que nadie a una locación secreta, usando tan sólo un mapa. Sin embargo, el "tres cerebros piensan mejor que dos" no aplica mucho aquí, por lo que, de último momento, se les une Ian (Samuel Bottomley), organizado, tranquilo, y, sin duda, más inteligente que el resto del grupo, quien les echará una mano en la travesía. Sus problemas comienzan cuando se cruce en su camino un psicópata enmascarado y aristocráticamente vestido (Eddie Izzard rubio e irreconocible), a quien conoceremos como "El duque", y que, rifle en mano, se dispondrá a eliminarlos jugando al cazador.
La historia es por demás sencilla. Sin embargo, el verdadero fuerte del filme termina siendo la inteligente manera de Nino Doff para manejar la comedia y el humor negro, con todo y caer en excesos visuales. Hay secuencias que son -no es de extrañar- como videos musicales insertados dentro del filme, como aquel que tiene lugar dentro de una granja, en donde será de antología ver a James Cosmo, un gran actor escocés, actuar estúpidamente. Todo el número musical está acentuado con efectos visuales sencillos (cabezas multiplicadas o agrandadas), con el objeto de verlo todo a través del filtro de alguna substancia psicotrópica, o LSD.
Junto al excelente humor negro, está además la interesante química de los no muy conocidos jóvenes actores, con uno creyendo ser una gran estrella del hip-hop, y los otros dos simplemente siendo estúpidos hasta más no poder. Su único propósito será sobrevivir, y sólo trabajando en equipo podrán conseguirlo. Get Duked! termina funcionando como parodia de filmes de horror y sobrevivencia, ambientados en lugares inhóspitos, con todo y lo idiotas que terminan siendo sus personajes, incluidos un par -nunca faltan- de policías (Kate Dickie y Kevin Guthrie). Pero al final, los chicos consiguen importarnos, al revelar una parte humana inesperada. Disponible en Amazon Prime.

⭐️⭐️⭐️1/2

CINDY LA REGIA


Cassandra Sánchez Navarro
Luego de haber escuchado a una crítica de cine comentar, en el momento de su estreno, que Cindy La Regia era mucho mejor que 1917, la curiosidad por comprobar tal afirmación me carcomió las entrañas, y me impulsó a ver aquel filme mexicano. Mi conclusión: prefiero ver un millón de veces el filme bélico de Sam Mendes, que someterme a ver tan sólo la primera hora de "Cindy". Honestamente, he visto cuentos de hadas más creíbles -y mejores-, que esta pésima mezcla de Clueles con El Diablo Viste a la Moda. Dos directores (!Sí, dos!), Santiago Limón y Catalina Aguilar Mastretta, son los responsables del filme, y se nota que no se pusieron de acuerdo en varias cosas. 
Para empezar, el enfoque. La premisa termina fracasando, pero decir mucho al respecto sería revelar el final (no te pierdes de mucho, ya lo sabemos después de la primera media hora). La Cindy del título (Cassandra Sánchez Navarro, con un acento regiomontano apenas convincente), una "niña fresa" que gusta llamar a Dios "Daddy God" (entre otros vocablos en inglés que gusta de pronunciar cada minuto) y de tener conversaciones consigo misma frente al espejo, huye de San Pedro Garza a la Ciudad de México, luego de que su novio le propone matrimonio durante una fiesta, en la que, de paso, termina haciendo el ridículo. Al llegar a nuestra gran metrópoli, sin motivos ni un plan muy claros, se instalará con su prima lesbiana-feminista (Regina Blandón) en su muy humilde hogar. Todo está listo para emprender su aventura chilanga.
Sin embargo, una vez que su acento desaparezca por arte de magia, Cindy descubre que sus padres (Eñoc Elaño y Alexandra de la Mora) le han cortado "los fondos" en sus tarjetas de crédito. Milagrosamente (o gracias a "Daddy God") conseguirá trabajo de inmediato, nada menos que en la revista "Moi", y su directora en la vida real, Martha de Bayle (quien no tiene un ápice de actriz), hace una "aparición especial" como la nueva jefa de Cindy. Ya sé que Devil Wears Prada fue también un gran comercial para la revista Vogue, pero al menos recurrieron a Meryl Streep, una actriz real, para interpretar el papel de jefa insufrible. 
Dejando de lado que Cindy la Regia es también un buen comercial para la revista "Moi", la película descuida a su personaje principal totalmente. Además de escribir un blog, Cindy demuestra que tiene una vena de editora gráfica (o algo así), lo que lleva a convencer inmediatamente a Debayle para contratarla. El gran problema, es que nada de esto se aprovecha para hacer a Cindy más interesante como personaje, el cual se nota confeccionado a imagen y semejanza de Alicia Silvestone en Clueles, y de Reese Witherspone en Legally Blonde. Martha Hinojosa, la guionista, no supo ver que aquellos dos personajes femeninos estaban bien escritos; que tenían objetivos y motivos claros, y, sobretodo, que esos filmes tienen buenas historias en comparación. Toda la trama termina más enfocada en el muy insípido doble romance que Cindy empieza con un fotógrafo (Giussepe Gamba), y un empresario adinerado (Diego Amozurrutia), los dos "príncipes azules" (bueno, ni tanto) del cuento. 
Entiendo que la historia intenta infructuosamente ser, además de una parodia del adinerado universo de una chica de provincia (bueno, ella dice que no es provinciana, ya que eso le suena quizás degradante), sino que su aventura sea un choque contra la forma de vida a la que está acostumbrada. Pero el guión es verdaderamente pobre, al cual se nota necesitaron trabajarlo mucho más. Para las moralejas que nos da al final, la historia se queda demasiado corta, al igual que las actuaciones, flojas y aguadas. Isela Vega me pareció es la que más se salva, interpretando a la abuela con espíritu-de-adolescente de Cindy, la voz de la razón en el filme. Definitivamente, yo me voy a ver de nuevo 1917.
Mi primera entrada a mi lista de lo peor del 2020.
⭐️1/2

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