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lunes, 8 de mayo de 2023

DC LEAGUE OF SUPERPETS

EL MEJOR AMIGO DEL HOMBRE...DE ACERO.  
 

Crecí viendo una que otra película sobre Super Can, y eran divertidas. Con League of Super Pets batallé al tratar de ubicar en mi imaginario la idea de ver a Superman y un "super perro" como su mascota, con la cual llegó desde Kryptón a la Tierra. Pero me dejé llevar, y al final, terminé entretenido, ya que el super perro, junto a otro grupo de mascotas rechazadas, pudieron llevar el filme sin muchos problemas. Bueno, quizás ver a un conejillo de indias como el villano sea, tal vez, demasiado extraño.
A la renta y en #HBOMax

domingo, 16 de abril de 2023

DOCTOR STRANGE IN THE MULTIVERSE OF MADNESS

 

NUEVA CITA CON EL DOCTOR. Benedict Cumberbatch

El nombre del Dr. Strange se está convirtiendo en sinónimo de multiversos, y en esta secuela propiamente dicha del filme del 2016, el doc regresa nuevamente (Benedict Cumberbatch) acompañado, aunque no del Hombre Araña. Ahora tenemos a un desfile de superhéroes de la Marvel, aunque no con las caras que conocemos en cine (hay una aparición sorpresa), incluyendo Wanda Vision (esta sí interpretada nuevamente por Elizabeth Olsen).

Y es que este es un filme de multiversos, y antes de que nos empiece a dar un dolor de cabeza, vale decir que en manos de Sam Raimi (director de la primera trilogía del Hombre Araña) el asunto no podría ser más que interesante. Aunque el filme es algo largo, y que hay momentos en que su ritmo narrativo se siente divagante, visualmente es todo un espectáculo, con un toque surreal y de humor negro propio de Raimi.
En DisneyPlus.

martes, 25 de junio de 2019

AVENGERS: ENDGAME

Preparados para el capítulo final. 
Aunque no es extremadamente necesario haber visto todas y cada una de las películas de los Avengers, ni tampoco todas las del MCU (las del Capitán América, las de Iron Man, Thor, etcétera), es innegable que la experiencia de ver Avengers: Endgame se incrementa al cuadrado si se han visto todas, o al menos, un buen porcentaje de las mismas (en mi caso, tengo nada más pendientes de ver la última de Iron Man, la última de Thor, y la última de Tom Holland como Spiderman, así que fanboys demándenme). Si hay algunos que titubean al sentir que será como llegar a clase sin haber hecho completa la tarea, no teman. Endgame será igualmente disfrutable, una película cuya historia se puede describir como una fiesta masiva, con una enorme lista de invitados, a donde seguro todos llegarán, incluidos un puñado de invitados sorpresa que aparecerán de improviso.
Endgame es el cierre de una de las sagas más exitosas del cine (un fenómeno equivalente a las sagas de The Lord of the Rings y The Hobbit juntas), y quien se anime a vivirla deberá hacerlo sin ingerir muchos líquidos antes, con la idea de que es un espectáculo de 3 horas de duración. Si exceptuamos la casi hora del primer acto, el resto se va como agua. Y no hay duda de que con tantos personajes (a los que se anexan nuevamente los Guardianes de la Galaxia), tantas lineas narrativas y frentes por cubrir, los hermanos Joe y Anthony Russo (quienes repiten en la dirección), supieron meter y acomodar todo lo que el muy saturado guión demandaba, sin sentirse el resultado muy forzado.
El primer acto -digamos el "menos bueno" de todos-, nos pone más o menos justo en donde nos quedamos en Infinity War el año pasado, con Tony Stark/Iron Man (Robert Downey Jr.) perdido en el espacio, junto a Nebula (Karen Gillan), donde podemos ver que cierto lazo afectivo se ha formado, así como un cambio en esta última, demostrando que dentro de ella hay algo de alma y emociones. Además, vemos un lado que nunca habíamos visto antes en dos personajes, como un Hulk nerd (con el rostro de Mark Ruffalo más evidente), evolucionado y parlante, así como una muy deprimente visión de Thor (Chris Hemsworth), panzón, borrachín, y enganchado en la cerveza. No olvidemos que estamos frente al panorama dejado por Thanos (rostro, gestos, movimientos, y voz de Josh Brolin), luego del pandemonium y destrucción que causó en el anterior filme.
Después de un decisivo "ajuste de cuentas" en los primeros minutos, la trama nos lleva 5 años en el futuro, al 2019, con los vengadores sobrevivientes llevando lo mejor que pueden la organización, a cargo del Capitán América (Chris Evans), Natasha/Black Widow (Scarlett Johansson), Hawkeye (Jeremy Renner), James Rodhes (Don Cheadle), Rocket el mapache (voz de Bradley Cooper), y la Capitana Marvel (o la "nueva chica", como alguno la llama, interpretada por Brie Larson), con misiones aquí y allá. Entra a escena Scott "Antman" Larson (Paul Rudd), recién llegado del microscópico universo cuántico, sin saber qué ha sucedido. Sin perder un minuto, Antman propone un plan a sus colegas, que nos hará poner a todos cara de "oh no, de nuevo la fórmula "Volver al Futuro" y viajes en el tiempo, que ya hemos visto bastante (recientemente, en la última película de Terminator, por ejemplo). El plan es viajar al pasado, arreglar todo este desastre, y de paso, vencer a Thanos y quitarle las famosas "piedras Infinitum". A muchos no les gustará mucho la idea, y se sentirán escépticos (empezando por Tony Stark) sobre el éxito del plan. Sin embargo, todos han perdido algo en el camino (algunos a alguien), y terminarán aceptando el reto, con todos los riesgos del clásico "efecto mariposa".
Después de un prometedor inicio, el primer acto se sobrecalienta y se queda letárgico a medio camino, debido a diálogos sosos, chistes que no aterrizan o pegan bien (con excepción de una escena que, si bien graciosa, yo hubiera guardado mejor para un comercial de Taco Bell), mucho tiempo tratando de convencer a Vengadores rejegos y pesimistas para volverse a juntar. Pero la cosa mejora en el segundo acto, cuando los Russo, como conscientes de la falta de originalidad, deciden usar la autoburla un poco, y bromear con la idea del viaje en el tiempo ("¿Acaso no has visto Volver al Futuro, Terminator, Bill and Ted Adventures, Hot Tub Time Machine? Tiene riesgos, pero seguro funciona", discute uno de los personajes). Sin perder mucho tiempo en cosas técnicas ni explicaciones, la trama se pone más interesante y entretenida justo cuando nuestros héroes viajen al 2014 (a los hechos de Captain America: Winter Soldier), y se encuentren con sus "otros yo". Las cosas se complican de forma divertida, con líneas más graciosas, buenas peleas, y escenas de acción. Lo cierto, es que el punto neurálgico de todo sigue siendo el rencor, recelo, y rivalidad entre Stark y "el Cap." Para el éxito de la misión, ambos deberán dejar de lado sus diferencias, cosa que será aprovechada durante esta parte para buenas bromas ("Capitán, el traje sinceramente no favoreció mucho a tu trasero", dice Tony, al ver al Capitán América del pasado postrado en el suelo).
Hay que reconocer que, aunque recurre a una fórmula socorrida, la forma en que los realizadores la aplican termina siendo, si no brillante, sí ingeniosa. Sirve como excusa para varios cameos, como de Natalie Portman, Rene Russo, Robert Redford, Tom Hiddleston, Tilda Swinton, John Slattery, y Michael Douglas, estos dos últimos rejuvenecidos con botox digital (el resultado parece photoshop mal usado). Pero la idea está en todo momento a favor de la historia, para hacerla avanzar de una forma muy positiva, y para la evolución de ciertos personajes. También da para momentos sensibles a la "Volver al Futuro" (hay uno entre Tony Stark y una persona significativa), y otros no muy creíbles (que involucran a Tilda Swinton, Hulk, y una de las piedras Infinitum).
Con todo y sus pequeñas cuarteaduras, y de que creo que con una media hora menos hubiera sido casi perfecta, EndGame termina siendo de las mejores películas de la franquicia. Para todos tiene algo, aunque sea un poco (para fans de los Guardianes, fans de Iron Man, de Thor, y hasta queda algo también para los seguidores de Black Panther, Doc. Strange, y Spidey), además de que esa batalla final, de verdaderas proporciones épicas (no había visto nada parecido desde The Return of the King), vale seguro el boleto de entrada. Y es la más emotiva de todas las películas. Los fans de hueso colorado tal vez tengan que llevar pañuelos al cine. No es fácil decir adiós. 
⭐️⭐️⭐️⭐️

miércoles, 9 de enero de 2019

SPIDER-MAN: INTO THE SPIDER-VERSE

El universo extendido de Spider-man.
Spider-Man: Into the Spider-Verse no es nada que se haya visto antes en un filme de Spiderman, y vaya que hemos tenido bastantes. Es la apuesta por una película animada sui generis del Hombre Araña, y aunque existe una serie de animación, Into the Spider-Verse la hace palidecer. Ninguna podría ser tan extraña, bizarra, visualmente delirante, y al mismo tiempo, contar una historia interesante.
Spider-Verse es fabulosa, así como la mejor película animada del año. Dirigida por Bob Persichetti, Peter Ramsey, y Rodney Rothman (producida por Sony Pictures Animation), la experiencia de ver Into the Spider-verse es muy cercana a hojear un verdadero cómic. En algunas secuencias, la pantalla está dividida en viñetas, a un ritmo frenético. Son muchas cosas las que pasan al mismo tiempo en la pantalla, pero todo acaba teniendo un sentido y coherencia impresionantes.
La historia (adaptación de un cómic del 2014) pone en el centro a Miles Morales (voz de Shameik Moore), un chico mitad afroamericano, mitad latino, que es además un talentoso artista. Miles admira al Hombre Araña, sentimiento que no es compartido por su padre (voz de Brian Tyree Henry), un oficial de policia que piensa que Spidey, más que ayudar a la sociedad, es un peligro como "vigilante". Con quien Miles tiene más afinidad, es con su tío, Aaron (voz de Mahershala Ali), también con sangre de artista y afición por el arte callejero.
Sin embargo, todo cambia para Miles cuando es picado por una araña radioactiva, adquiriendo poderes arácnidos. Luego de una serie de complejas circunstancias, que involucran la muerte de Peter Parker (que aquí es rubio), Miles termina siendo el pupilo de... el Spider-man original. No precisamente el Spider-man que pertenece al universo de Miles, sino del verdadero Peter Parker (voz de Chris Pine), algo más viejo, barrigón, y aficionado a la comida chatarra.
El cruce de este y otros universos paralelos "spidermanianos", traerán otras versiones más extrañas de Spider-man. Así, tendremos un Spider-Ham (como un Porky disfrazado de Hombre Araña), una Penny Parker (una Spider-girl estilo cómic manga, acompañada de un robot), y un Spider-noir (Nicolás Cage), o sea, un Spider-man monocromático, como sacado de un antiguo film-noir. Este caos cuántico se debe a una máquina inventada por una científica, Doc Ock (Kathryn Hahn).
Es un verdadero reto describir la trama. En pocas palabras, en la película se le da la vuelta a la clásica historia que todos conocemos, para convertirla en una trama de "maestro-aprendiz" (Miles tiene que aprender a controlar y usar sus nuevos poderes); y además, pasada por un prisma muy nerd, que acaba refractándola en cinco versiones distintas. Es ver la clásica historia a través de un caleidoscopio armado por Andy Warhol y Roy Lichtenstein (la secuencia final de créditos es como una pequeña pieza de arte pop, y recomiendo quedarse hasta que las luces se enciendan). Los fondos de ciertas escenas tienen los colores desfasados, como si se tratara de una película en 3D.
Lo más admirable, es que la película jamás se toma en serio a sí misma, siendo una muy cómica revisión paródica del universo fílmico de Spider-man. Pero dentro de toda la espectacularidad visual del filme, en su epicentro hay una gran historia, sobre relaciones paterno-filiales, y la crisis de la adolescencia. 

AQUAMAN

Amber Heard y Jason Momoa
Otro superhéroe de la DC cómics hace su debut en solitario, al menos fuera de la Liga de la Justicia (filme que no cumplió totalmente con las expectativas de los fans). La gran pregunta es si Aquaman pasa la prueba de fuego, y la respuesta es sí. Lo más sorprendente de todo, es el hecho de que James Wan, el director de la saga de horror The Conjuring, haya conseguido una película de superhéroes sumamente entretenida, y visualmente espectacular. Un género totalmente opuesto a lo que ha venido haciendo.
Sin embargo, no todo es perfecto. Por ejemplo, la elección de Jason Momoa (ya fue el nuevo Conan en 2011) para interpretar al superhéroe titular, quien no es ni el mejor, ni el más carismático actor del orbe. Por fortuna, su interpretación termina siendo aceptable, y es creíble como Aquaman. En mucho le ayuda estar rodeado de un elenco que eleva el pedigree histriónico de la película. Aquaman funciona muy bien como una historia de orígenes. Nicole Kidman interpreta a la reina de Atlantis, la cual (en una referencia a Splash) termina fuera del agua, y enamorándose de un humano común y corriente (Temuera Morrison). El fruto de la relación será Aquaman. El drama comienza cuando su madre tenga que abandonarlo a muy temprana edad, al ser buscada por traición por el rey Atlan (Graham McTavish).
La historia tiene ciertos toques shakespereanos, con intrigas, traiciones, etc. Atlantis no va por buen camino bajo el gobierno del rey Orm (Patrick Wilson), queriendo llevarlo a la guerra en cualquier momento con el mundo de los humanos. Y con algo de razón. Entre otras cosas, está harto de la basura que producen y la contaminación que provocan en el océano. Amber Heard (quien luce como una versión en carne y hueso de Ariel, de la versión de Disney de La Sirenita), interpreta a Mera, una princesa dividida entre obedecer a su padre (Dolph Lundgren) y casarse con el rey Orm, o unirse a Aquaman, y ayudarle en su lucha por recuperar el trono de Atlantis, para salvarlo del mal gobierno. Willem Dafoe, como el antiguo mentor de Aquaman y consejero de Orm, si bien algo desaprovechado, tiene una buena actuación.
Al final, es evidente que los filmes de la DCEU están cada vez más colocándose al nivel de las películas de la Marvel. Y aunque Aquaman es un verdadero espectáculo de efectos visuales, con un gran diseño de producción (Atlantis, aunque con influencia de la ciudad acuática alienígena de The Abyss, de James Cameron, tiene una identidad propia sobresaliente), y una estupenda banda sonora de música electrónica estilo Vangelis, pudo haber sido un mejor filme. La escena del acuario, con toda clase de fauna acuática atraída, desde el otro lado de la ventana, a un pequeño Aquaman, es memorable, la secuencia en Sicilia, si bien emocionante, tiene varias cosas tontas. Además, los personajes están descuidados desde el punto de vista del guión, al no tener un arco bien desarrollado y apenas algo de evolución. Con todo, es el inicio digno de una franquicia (queda la puerta abierta para una secuela) a la cual no hay que perderle la pista.  1/2

viernes, 31 de agosto de 2018

ANTMAN AND THE WASP * * *

Evangeline Lilly y Paul Rudd.
Sabíamos que Ant-Man regresaría en una secuela, y que no lo haría solo. Ant-Man and the Wasp, secuela de Ant-Man (2015), viene cargada del doble de diversión y acción. Contrario a franquicias más poderosas y épicas (como la de Avengers, en donde Ant-Man ha tratado de encontrar su lugar), la saga del "hombre hormiga" todavía no tiene esos alcances. Pero ya tiene su público, y ha probado ser un entretenimiento familiar noble, funcional, veraniego, al que vale la pena darle una oportunidad. Su humor en general es gracioso, y la experiencia acaba siendo divertida si se tiene la actitud apropiada.

Dirigida nuevamente por Peyton Reed, el lado femenino de la historia tiene más peso que en la anterior película. Evangeline Lilly vuelve como Hope, el interés romántico de Scott Lang/Ant-Man (Paul Rudd), quien usando la tecnología desarrollada por su papá, el Dr. Hank Pymm (Michael Douglas), se convertirá en The Wasp. El Dr. Pym está decidido a encontrar a su esposa, Janet Van Dyne (Michelle Pfiffer), la primera en vestir el traje de la "avispa", quien si recordamos el primer filme acabó atrapada y miniaturizada en el plano subatómico. Mientras tanto, Scott sigue luchando por encontrar el balance apropiado entre ser un buen super héroe y un padre, cosa que no tendrá fácil al tener que enfrentar a una nueva némesis, el Dr. Bill Foster (Laurence "Matrix" Fishbourne), el protector y suerte de padre adoptivo de Ava (Hannah John Kamen, de "Ready Player One" y "Game of Thrones"), una chica mutante con el poder de volverse invisible y hackear sistemas con sus poderes electromagnéticos.
Paul Rudd sigue mostrando lo cómodo que se siente en su fasceta cómica. Es un actor bueno para la comedia, que no se toma muy en serio así mismo (hay una escena en que, sin revelar demasiado, hace una rutina cómica con un lado femenino muy marcado). Lo malo en esta secuela, es que no hay tanto de Ant-Man miniaturizado como en la primer película (que era de lo más divertido y rescatable), sino más del héroe en versión gigante. Michael Peña como Luis, el mejor amigo de Scott, tiene ahora el doble de tiempo y más espacio para desenvolverse, aunque llega un momento en que quizás acaba siendo demasiado.
Ant-Man es un buen entretenimiento de fin de semana clasificación AA. Advertencia: hay que quedarse hasta el final de los créditos para poder ver lo que viene en la tercer película.

lunes, 11 de junio de 2018

DEADPOOL 2 * * * *

Ryan Reynolds es Deadpool.
Reseñar una película de Deadpool puede ser una experiencia similar a entrar a un laberinto. No se sabe exactamente por dónde empezar o qué camino tomar. Habrá un momento en que uno se sienta atrapado y sin salida, pero lo cierto es que uno acabará lo suficientemente entretenido mientras encontramos la salida. Algo es cierto, entre Deadpool (2016) y la muy esperada secuela, Deadpool 2 (2018), apenas hubo tiempo para respirar y prepararnos para su regreso. Sin embargo, aquí está de vuelta el superhéroe (interpretado con la misma frescura y espontaneidad por Ryan Reynolds), parlanchín, sarcástico, con toda su irreverencia, cáustico humor (tal vez su mejor súper poder), y rompiendo la "cuarta pared" tanto como sea posible.
En principio, Deadpool 2 es tan caótico como el primer filme, tal vez ofreciendo demasiado de lo bueno. Luego de abrir con una genial secuencia de créditos (inspirada en las secuencias de créditos de James Bond), desde el inicio ya te estás riendo. Hay que advertir que Deadpool 2 no acaba siendo mejor que la primer película, pero sí igual de buena. El factor sorpresa ya no está presente. Deadpool 2 está saturada de buenos chistes, mucho slapstick, excelentes gags, y humor negro. El héroe chamuscado ("te pareces a Freddy Krueger", le dijo T.J. Miller en la primer película, quien interpreta a su mejor amigo), capaz de regenerar sus extremidades amputadas (hay una escena hilarante en la que somos testigos de cómo se regeneran sus piernas), e imposible de matar. O al menos, eso creíamos hasta ahora.
Deadpool sigue siendo muy gracioso, el alma de la fiesta. La película está plagada de mucha acción, y violencia gráfica (a tal grado, que el filme ha sido clasificado para mayores de 15 años). Deadpool sigue negándose a pertenecer a los X-Men, prefiriendo mantenerse al margen. No los necesita, ya que decide formar su propio grupo de anti-héroes, la "Fuerza X", integrada por Domino (Zazie Beetz), Zeitgeist (Bill Skarsgard), Vanisher (Brad Pitt, en un cameo que sólo los buenos observadores podrán identificar), y Bedlam (Terry Crews), con el propósito de proteger a un niño mutante, Firefist (Julian Dennison), quien ha sufrido de abusos por parte del director del orfanato en donde vive (Eddie Marsan).
Al principio ocurre una tragedia que mejor no revelaré para no estropearle el show a los fans. Sólo diré que este acontecimiento despierta en Wade/Deadpool los suficientes sentimientos paternales para proteger al chico del villano en turno, Cable (Josh Brolin). La película, en ciertos momentos, se siente demasiado llena, a punto de reventar. Aunque tenemos nuevos personajes, nuevas caras, y nuevas situaciones, en Deadpool 2 no hay algo significativamente nuevo. El personaje ha evolucionado un poco. Además de toda la explosiva y pirotécnica acción, David Leitch, quien ha tomado las riendas en la dirección, pone aquí y allá algunos momentos trascendentales, que involucran a Vanessa (Morena Baccarin), ahora su esposa.
Las actuaciones son muy buenas. Reynolds sigue genial. No dice sus diálogos, los dispara a discreción, en un personaje que ha hecho ya suyo. Josh Brolin, con todo y su rostro pétreo, consigue darle cierta humanidad a su villano. Su Cable es una especie de combinación de John Connor y Terminator. Hay algo que decir de Deadpool 2, y es que es mitad una parodía de los filmes de los X-Men (sigue habiendo escenas dentro de la mansión del profesor Xavier, incluyendo cameos de algunos X-Men), mitad una parodia de las películas de Terminator, y también, en cierta medida, una autoparodia del mismo Ryan Reynolds (las últimas escenas, antes del cierre de créditos, lo dicen todo).
Deadpool sigue siendo el personaje que no encaja en ningún lugar, que no necesita de nadie, un lobo solitario. Parte de su evolución, es que Deadpool empieza a mostrar lados vulnerables. Al final, sabe que no puede engañarse a sí mismo. Negasonic (Brianna Hildebrand), y el gigante metálico Sergei (Thayr Harris) están de regreso, para demostrarle nuevamente a nuestro héroe que trabajar en equipo, aunque sea de vez en cuando, no te hace menos heróico

martes, 15 de mayo de 2018

AVENGERS: INFINITY WAR * * * *

JUNTOS Y MUY REVUELTOS. Los Avengers y los Guardianes de la Galaxia
unen fuerzas contra una nueva amenaza. 
Las películas de los Avengers se sienten como una especie de reuniones familiares a gran escala. Nadie queda fuera de la lista de invitados. En Avengers: Infinity War, la tercera película de los superhéroes de la Marvel, tenemos otra de esas reuniones, pero en esta ocasión es una verdaderamente masiva y épica. En esta gran recaudadora de dinero (hasta este fin de semana ha recaudado alrededor del mundo 1 billón, 606 millones de dólares, nada más), los Vengadores han decidido olvidar sus diferencias vistas en "Captain America: Civil War". Además, se han colado a la fiesta los Guardianes de la Galaxia. Los universos de los Vengadores y los Guardianes se fusionan en Infinity War de forma afortunada, todos juntos y algo revueltos. Tenemos prácticamente dos películas en una, incluyendo una secuela de Guardians of the Galaxy, y con calzador han metido una "semi-secuela" de Black Panther.
Mientras DC Comics sigue luchando por ganarse la simpatías de críticos y cinéfilos, Marvel apuesta ahora por un híbrido descomunal. Se escucha como un banquete del que quizás salgamos indigestos, pero curiosamente, Infinity War termina siendo de las mejores películas de los Vengadores a la fecha. La excusa para juntar a todos estos personajes son las piedras "Infinity" (de las que ya escuchamos en las películas de los Guardianes). Ahora, Thanos (voz y rostro de Josh Brolin), el villano en esteroides, busca hacerse de toda la colección de 6 piedritas, para ponerlas en un puño dorado, y así conquistar el universo.
Dr. Strange (Benedict Cumberbatch) es la nueva adición al clan de los Vengadores (sustituyendo a Jeremy Renner y su Hawkeye, quien por alguna extraña razón no aparece), debido a que él posee una de las piedras. La otra está en poder de Vision (Paul Bettany). La invasión de Thanos a la Tierra es inminente. Los primeros en estar alertas son Iron Man (Robert Downey Jr.), Bruce Banner (Mark Ruffallo), y Spiderman (Tom Holland). Y digo Bruce Banner, por que una de las bromas recurrentes en la trama es su impotencia al no poder transformarse en Hulk.
A pesar de ser una película de los Vengadores, y que hay cosas importantes pasando con Thor (Chris Hemsworth, todavía con el look de cabello corto y parche de "Thor: Ragnarok"), con Tony Stark, quien tal vez no pueda asistir a su propia boda con Pepper Pots (Gwineth Paltrow), y Vision (para él sería fatal el perder la piedra que tiene incrustada en la frente), el verdadero centro dramático tiene que ver con los Guardianes. Gamora (Zoe Saldana), tiene un secreto de su pasado que complicará las cosas en su relación con Peter Quill (Chris Pratt), y claro, con el destino de la galaxia.
Es cuando nos damos cuenta que hay personajes multidimensionales y que nos importan. Al final, en este nuevo filme, dirigido por los hermanos Anthony y Joe Russo (directores de las películas del Capitán America "Winter Soldier" y "Civil War"), hay un buen balance entre acción, drama y humor, debido a que estamos frente a superhéroes que no se toman muy enserio a sí mismos, ni se dejan hundir tanto en sus conflictos. Toma nota DC Comics.

miércoles, 29 de noviembre de 2017

JUSTICE LEAGUE * * 1/2

Los superhéroes de la DC Cómics unen fuerzas por primera vez en un filme.
Zack Snyder no es el mejor narrador que existe en el orbe. Pero si hay algo que hace que Justice League, la reunión de los superhéroes de la DC Comics, acabe funcionando, es el esfuerzo por hacer que sus miembros tengan química,...aunque sea una poca. Su mensaje es claro: la unión hace la fuerza. Y el reto más difícil de Batman (Ben Affleck) en esta ocasión, como líder del grupo, más que vencer al mal será hacer que su escuadrón de superhéroes funcione lo mejor posible. El mundo sigue extrañando a Superman (Henry Cavill), incluyendo Louise Lane (Amy Adams), y Batman siente algo de culpa por su muerte. La "liga de la justicia" estará formada por Wonder Woman (Gal Gadot), Aquaman (Jason Momoa, que más bien parece Conan pero con lentes de contacto grisáceos), Flash (Ezra Miller), y Cyborg (Ray Fisher). Hay acción y destrucción en caóticas proporciones, es decir, entretenimiento dominguero y ocioso para palomear un rato en el cine (el filme dura sólo 2 horas). Lo malo, es que, por el contrario, la química entre los personajes no es tanta como hubiéramos deseado. 
Con todo, Snyder sabe dar en el clavo al entregar un pasable filme de superhéroes, hacer que nos importen los personajes, y darle a los fans lo que quieren. Steppenwolf (voz de Ciarán Hinds), es el villano en turno (con look de haberse escapado de alguna película de Thor), quien busca apoderarse de tres poderosas cajas conocidas como las "cajas madre". Una caja está en resguardo de las amazonas, otra en poder de los atlánticos bajo el mar, y la última fue escondida por los vikingos. Batman, con la ayuda de su fiel Alfred (Jeremy Irons), formará la "liga de la justicia" (con ayuda de Diana "Wonder Woman" Prince) para pelear contra Steppenwolf. El hombre murciélago siente que no encaja mucho en el grupo, con todo y sus sofisticados gadgets y vehículos "¿Cuál es tu súper poder?" le pregunta Flash (quien es el tipo con el humor, las frases graciosas, y el que quiere ser el alma de la fiesta), a lo que Batman contesta: "Soy rico". 
¿Superman regresará de entre los muertos? No arruinaré la experiencia a quienes no han visto el filme. Sólo diré que hay sorpresas,... y un guiño a "Frankenstein". Quizás el mayor problema de Justice League, es tener un villano poco interesante y pobremente construído, y que en general, a la película le falta más cohesión y unidad. Le toma algo de tiempo a los personajes realmente arrancar y despegar como grupo. Pero funciona como un simple entretenimiento de fin de semana, y será interesante ver si esta franquicia tiene futuro (sí, quédense al final de los créditos para saberlo), o si necesitará el poder de una "caja madre" para seguir adelante.

sábado, 1 de abril de 2017

LOGAN * * * *

Hugh Jackman tomando su segundo aire como "Wolverine".
Desde que vemos el poster de Logan, sabemos que nos enfrentamos a una película de "Wolverine" que es arena de otro costal. Esta tercer película (que en su título usa por primera vez el nombre original del personaje) sobre el "X-Man" con capacidad para autoregenerarse, navajas retráctiles en las manos, y esqueleto indestructible de adamantium, aborda el gradual ocaso del superhéroe. Wolverine se enfrenta ahora al deterioro y la vejez al ver sus poderes desvanecerse. Es su filme más sangriento y violento a la fecha (el primero en ser clasificado sólo para adultos), Hugh Jackman retoma al personaje por novena vez, y lo hace con una energía, fuerza, y en especial, peso dramático nunca antes visto. Logan se siente como un western instalado en un futuro lejano (año 2024), con la escuela del ahora nonagenario profesor Xavier (Patrick Stewart) como un recuerdo del pasado, y en donde incluso hay cómics inspirados en las hazañas de los X-Men. En la zona fronteriza de México, nuestro héroe -ahora trabajando como chofer-, debe cumplir con una misión: llevar a una poderosa niña mutante (Dafne Keen, verdaderamente temible) a Dakota del Norte, a un lugar llamado "El Edén", en donde se presume otros niños mutantes han huido de una persecución llevada a cabo por un científico (Richard E. Grant). Logan está llena de violencia inquietante, sobretodo en las escenas donde vemos a la niña mostrar su lado menos vulnerable y más letal, ejecutando villanos en un parpadear. Aunque la historia es esencialmente una trama de persecución-y-huída, lo más rescatable de la misma es la completamente nueva y más madura dimensión que se le da al personaje. ¿Será este el capítulo final?

martes, 6 de diciembre de 2016

DOCTOR STRANGE * * * 1/2

EXTRAÑO E IMPACTANTE.  Benedict Cumberbatch
El papel de Doctor Strange le quedó como anillo al dedo a Benedict Cumberbatch. El actor británico ha sabido dotarle al personaje mucho de su Sherlock televisivo, en ese toque antisocial, frío, engreído, y emocionalmente apagado que describe al doctor del título. Adaptación del cómic de Marvel, Stephen Strange es un prodigioso y renombrado neurocirujano, quien mientras hace maravillas en el quirófano, su vida personal tiene cuarteaduras y necesita reajustes. Su exnovia (Rachel McAdams) es también una doctora que trabaja cerca de él, en el mismo hospital. Dirigida por Scott Derrickson, Doctor Strange cuenta la historia de cómo la carrera de nuestro neurocirujano queda completamente destruida debido a un accidente automovilístico, que deja sus manos destrozadas. ¿Les suena esto familiar a los fans de los cómics? ¿No es así como casi siempre cambian las vidas de los súper héroes en los cómics, y encuentran el sentido de sus existencias?. Para Strange no será diferente.

Dicho acontecimiento hace que el doc viaje a Kamar-Taj, en Nepal, a buscar una cura que le devuelva sus manos. Esto luego de escuchar la historia de un hombre paralítico, que recuperó la movilidad al visitar a una mística, Ancient One (Tilda Swinton, interpretando un personaje que originalmente en el cómic es hombre y asiático), una especie de gurú-guía espiritual-sensei-mentora. Strange se convierte en su discípulo, y bajo su guía logrará expandir su mente, despertar su conciencia, y limpiar su karma de mucha mierda que trae consigo. Las lecciones incluirán viajes astrales y teletransportación, a través de chispeantes movimientos con los brazos. Pero lo que realmente le dará poder, es un extraño medallón con la figura de un ojo, así como una capa que le permite flotar. 

Lo más sorprendente de Doctor Strange, es el nivel de sofisticación visual que alcanza en muchos momentos, en comparación con otros filmes de superhéroes. Sus efectos especiales son impactantes, que convierten a la película en una aventura caleidoscópica, que dobla -y redobla- tu mente. Hay  escenas estilo Matrix e Inception que te dejan boquiabierto, en donde nuestro héroe pelea con villanos en medio de edificios que se doblan y fragmentan. La película tiene imágenes que recuerdan también las cíclicas obras de M.C. Escher. Hay que admitirlo, no es algo que uno vea todos los días en la adaptación cinematográfica de un cómic. 

Hablando de villanos, Mads Mikkelsen interpreta al maloso, Kaecilius. Desafortunadamente, no se le da el tiempo suficiente en la historia. Poco o nada conocemos del villano, excepto que al inicio ha robado de la biblioteca de Ancient One un antiguo libro de gran importancia, y que desea destruirlo. O algo así. De algo estamos seguros: una película de superhéroes sin un villano interesante; una némesis que tenga una auténtica y amenazadora presencia, cae en el peligro de pasar desapercibida.

Por fortuna, Doctor Strange se salva, no nada más por el aspecto visual y sus impactantes efectos especiales, sino por ser, al final de cuentas, entretenida. A pesar de tener diálogos de cierto aire filosófico ("¿Cuál es el sentido de la vida, si no la muerte?", dice Ancient One a Strange), no pretende ser tan profunda, seria, o solemne, como podría sospecharse. Tiene dosis de humor, nada que sea para carcajearse, sino simplemente humor funcional. El reparto es bueno, y además de Cumberbatch y Swinton, incluye a Chiwetel Ejiofor, como el misterioso brazo derecho de Ancient One, y a Benedict Wong (Kublai Khan en la serie "Marco Polo"), quien interpreta al bibliotecario-guardián de los libros secretos. ¿Veremos en el futuro al Doctor Strange como un Avenger? Si te quedas al final de los créditos, lo sabrás.

martes, 19 de julio de 2016

X-MEN: APOCALYPSE * * *


APOCALIPSIS SABOR MORA AZUL. Oscar Isaac.
¿Cuántas películas serán suficientes para contar los orígenes de los X Men? Sólo Dios sabe. Algo es seguro, la más reciente entrega, X-Men: Apocalypse, es la menos buena de la ahora trilogía de precuelas de los X-Men (iniciada con X-Men: First Class, seguida de X-Men: Days of Future Past). Bryan Singer regresa en la dirección (luego de estar al mando en Days of Future Past), y aunque Apocalypse muestra ya signos de agotamiento en la historia sobre los juveniles X-Men, en general, se sostiene, a pesar de los endebles cimientos de su trama. La película acaba siendo un espectáculo aceptable, entretenido, y pasable como película dominguera. 

Estamos ahora en 1983. El "Apocalypse" del título (Oscar Isaac, irreconocible debajo del maquillaje), es el villano en esta ocasión, un mutante color mora azul proveniente del antiguo Egipto. Ha despertado, luego de haber pasado miles y miles de años dormido bajo una gran pirámide, por obra de un ritual, y ha regresado con toda su purpúrea furia para establecer un nuevo orden en la Tierra.  Apocalypse pretende castigar a la humanidad extinguiéndola, para crear un nuevo mundo. Erik/Magneto (Michael Fassbender) ha estado oculto en Polonia llevando una nueva vida, pero su tranquilidad no durará mucho tiempo, ya que Apocalypse se encuentra reclutando un nuevo ejercito. Y claro, él está como número 1 en la lista.

Entre los pretextos para ver Apocalypse, se pueden mencionar el enterarnos -al menos nosotros, los que sabemos poco, o nada, del mundo de los cómics- de los orígenes de Storm (interpretada aquí por Alexandra Shipp), así como para ver algunas secuencias impresionantes, como aquella en la que  Quicksilver (Evan Peters) se convierte en un héroe a la velocidad de la luz en la mansión del Prof. Charles Xavier (James McAvoy, ahora sí, con el look pelón que lo caracteriza), y otra secuencia en la que tenemos la "aparición especial" de Wolverine (Hugh..., bueno ¿hace falta mencionar su nombre?). Otras nuevas adiciones al reparto: Sophie Turner, como Jean Grey, Kodie Smit-McPhee, como NightCrawler, y Tye Sheridan, como Cyclops. Todos tienen su lugar bien puesto en la trama, sin sentirse como simples rellenos.

No hay nada extraordinario en esta nueva película, y aunque hay poco nuevo que contar, es pura diversión palomera, con mucha acción y pirotecnia de efectos especiales. Puede sentirse algo saturada de personajes, saturada de efectos, pero al menos la historia sigue yendo hacia un lado, sin sentirse muy confusa. Aunque la verdad, el villano pudo haber estado mejor y no tan estático. Apocalypse llega a sentirse más como un tótem parlante, simplemente dando órdenes, tal y como un villano de dibujos animados.

lunes, 20 de junio de 2016

CAPTAIN AMERICA: CIVIL WAR * * * *

A PONERSE DE ACUERDO. 
Por que es mejor y más divertido en grupo que en solitario. Si por algo se han estado poniendo mejor las películas del Capitán América (considerando el hecho de que la primera no fue tan buena), es que a su superheróica lista de invitados se han ido agregando más y más Avengers. Gracias a ello, Captain America: The Winter Soldier  (la segunda película), tuvo una considerable mejoría, al haber agregado la presencia de Black Widow (Scarlett Johansson), y Falcon (Anthony Mackie). Para la tercera, Captain America: Civil War,  no nada más tenemos a aquellos de regreso, sino todavía a más Avengers. Los realizadores, Anthony y Joe Russo están también de vuelta, y ahora han apostado al doble y en grande. Civil War es como una película de los Avengers, pero esta vez con el "Cap" America (Chris Evans), y Iron Man (Robert Downey Jr.) teniendo diferencias -más o menos-  irreconciliables, que rivalizarían con cualquier contienda política de la vida real entre Republicanos y Demócratas. 

En esta ocasión todos han sido invitados a la fiesta. Bueno, todos excepto Hulk y Thor, quienes no están presentes para atestiguar la inminente división que sobrevendrá en el grupo, por culpa de Winter Soldier (sería interesante ver de qué lado estarían). El conflicto arrastrado desde la película anterior se ha complicado aún más. Los Vengadores están bajo la mirada y escrutinio internacional encima. La gente ha empezado a cuestionar sus heróicas proezas, con todo y los daños colaterales que han venido dejando atrás, incluyendo las pérdidas humanas. Sus peleas crean verdaderos escenarios de guerra, y la ONU se encuentra ahora presionándolos para atenerse a sus regulaciones y a rendir cuentas frente a su tribunal.

Tony Stark/Iron Man es el primero en recibir una bofetada emocional, justo cuando una madre doliente se acerca a enseñarle la foto de su hijo fallecido, una de tantas víctimas inocentes en las batallas de nuestros superhéroes para salvar al mundo. ¿Quién responderá por la muerte del chico? Los acontecimientos al inicio del filme hablan por sí mismos. Durante un operativo en África, un lamentable error de Scarlett Witch (Elizabeth Olsen) la lleva a salvar varias vidas, pero sacrificando otras. Civil War es una película de superhéroes en donde la formula entretenimiento- espectáculo, se combina de una forma afortunada con el de la reflexión inteligente: el dilema moral sobre sacrificar muchas vidas por salvar unas cuantas.

Las cosas toman un giro desafortunado, justo cuando un atentado terrorista afuera de unas oficinas de la ONU provoca la muerte de un monarca africano. El responsable, es nada menos que Bucky Barnes/Winter Soldier (Sebastian Stan), quien sigue siendo víctima de la manipulación y lavado cerebral de la organización criminal-terrorista HYDRA. La mente maestra detrás del operativo es Zemo (Daniel Brühl). El "Cap" America sigue creyendo en la inocencia de su viejo colega, y no parará hasta probarlo. Por su parte, Iron Man opina lo contrario, creyendo que su deber es atrapar a Barnes y entregarlo a la justicia para que responda por su crimen. 

A escena entra un nuevo superhéroe, Black Panther (Chadwick Boseman). En serio, este tipo se merece una película para sí mismo. Es todo un personaje, que pelea con artes marciales y tiene una historia de fondo interesante. Black Panther se pondrá del lado de Iron Man, ya que busca cobrar venganza por el asesinato del rey africano. Pone el punto sobre la i en cuanto a diversidad racial en la franquicia ¿Podría convertirse en el primer avenger negro? Tiene todo para serlo. No será la única adición. Como "invitados especiales" tenemos a Ant-Man (Paul Rudd), y a un totalmente nuevo Spiderman (Tom Holland), como un preadolescente empezando a curtirse como superhéroe bajo la tutela de Iron Man. Las sorpresas no se acaban ahí. En un giro extraño (que hará que los fans más puristas den el grito en el cielo) la tía Mae está rejuvenecida, con Marisa Tomei interpretándola (no me convenció mucho, y creo que a muchos tampoco).

Hay una batalla en un aeropuerto entre los dos grupos que es espectacular. En general, Civil War da a los fans lo que esperan. El resultado no es precisamente una película del Capitán América, tampoco de Iron Man, pero no exactamente algo dentro de la franquicia de los Avengers. Es un híbrido colosal, una trama de proporciones épicas en todos los aspectos, incluso en su duración (dos horas y media). El problema es lo mucho que se alarga el filme, innecesariamente, con diálogos largos que rompen un poco el ritmo. ¿Cuándo "épico" dejará de ser sinónimo de casi 3 horas de metraje? 

martes, 24 de junio de 2014

GREEN LANTERN * * 1/2

Con todo y que debe tener su circulo exclusivo de fans y seguidores, que han leído religiosamente todos sus cómics, es poco el revuelo que ha causado Green Lantern, primera -y quizás última- adaptación al cine de la historia de este superhéroe. La película es una apenas pasable, aunque algo bizarra, historia de superhéroes, a la que se agregó un tratamiento de ciencia ficción serie B. El verde domina -por obvias razones- el filme, el color que han elegido los miembros de una especie de "orden secreta" espacial, formada por habitantes de todos los planetas, y regida por un consejo de extraterrestres con enormes cabezas. Ryan Reynolds es quien interpreta al superhéroe, y siendo honestos, no lo hace tan mal. Sin embargo, no deja de sentirse que tenemos una buena elección del protagonista, en una película que pudo haber estado mejor. El tratamiento que Martin Campbell (Golden Eye, The Mask of Zorro, Casino Royale) le da a la película, es como de serie animada,  dirigida principalmente a niños y preadolescentes. El filme está en la línea de esas películas de superhéroes familiares, del tipo de Fantastic Four o Daredevil. Lo peor, es que la historia no es lo suficientemente buena.

NO ILUMINA LO SUFICIENTE. Ryan Reynolds como Green Lantern. 
Hal Jordan (Reynolds), un talentoso pero traumatizado piloto de la fuerza área, es elegido como el representante de la Tierra por la fuerza espacial "Green Lantern", para adquirir los superpoderes conferidos por un anillo. Mark Strong está ridículamente irreconocible, bajo un maquillaje estilo Star Treck que lo convierte en una especie de marciano de piel roja encendida, orejas puntiagudas y bigote a la Errol Flynn. Tim Robbins está ahí simplemente cumpliendo y nada más, en su papel de padre del villano, un Peter Sarsgaard canalizando al Hombre Elefante. Su maquillaje recuerda al John Merrick de aquel filme homónimo, y su personaje es el clásico científico loco a lo Dr. Jekyll y Mister Hide, transformado en un mutante debido a una fuerza extraterrestre, diabólica y destructiva, que amenaza  con destruir el mundo. Los efectos especiales son buenos y aceptables. Pero en general, todo el aspecto visual le queda demasiado grande a una película que difícilmente se queda contigo al terminar. 


miércoles, 4 de junio de 2014

X-MEN: DAYS OF THE FUTURE PAST * * * *

ROMPIENDO LAS LEYES DEL TIEMPO.
Nicholas Hault, James McAvoy y Hugh Jackman

No es que la saga original de los X-Men corra el peligro de quedar desbancada del gusto de los fans, pero la nueva serie de precuelas del grupo de mutantes, comandados por el profesor Charles Xavier, son algo mejores. Y cada vez se ponen mejor. El hecho de estar instaladas en décadas pasadas, de saber adaptar a viejos escenarios las historias de mutantes, les da un  cierto valor agregado. Con todo y ser películas palomeras, plenas de efectos especiales, están pobladas por personajes que nos importan.

Me gustó más X-Men: Days of Future Past, que su antecesora, X-Men: First Class (2011). Aunque su planteamiento de un viaje en el tiempo al pasado (sin maquina del tiempo de por medio, sino energía) es de lo más serie B, como robada de Back to the Future, el resto de la película alcanza un nivel dramático inesperado. Es justo cuando los tres personajes que han sido eje central desde la película pasada: el Dr. Charles Xavier (James McAvoy, simplemente excelente), Erik/Magneto (Michael Fassbender) y Raven/Mystique (Jennifer Lawrence, más atlética que nunca), crucen sus caminos nuevamente, cada uno con llevando sus propias cargas emocionales, que la película empieza a tomar caminos interesantes, lejos de cualquier película convencional e infantil de superhéroes.

La película se desarrolla en dos épocas. Abre en un futuro -quizás no muy lejano-, con un escenario apocalíptico como sacado de alguna película de Terminator. Naves llegan justo cerca de la muralla China, descargando robots capaces de cambiar de forma, restaurarse y metamorfosearse sin problemas, arrasando todo a su paso. Mientras, el viejo profesor Xavier (Patrick Stewart), regresado de ultratumba por alguna razón inexplicable, y el viejo Magneto (Ian McKellen), han juntado fuerzas para combatir esta amenaza tecnológica. Wolverine (Hugh Jackman) Storm (Halle Berry), Kitty Pride (Ellen Page) y Ice Man (Bobby Pride), están ahí para echarles una mano.

Mientas nos preguntamos cómo es que, no nada más el profesor Xavier está vivo luego de haber sido prácticamente desintegrado en The Last Stand (2006), sino en buenos términos con su viejo amigo y rival, presenciamos una secuencia cargada de acción, emocionante, que no te deja parpadear un momento, ya que perderías detalle de lo que pasa. Los X Men se teletransportan por túneles de energía, de un lado a otro, mientras pelean con los enormes robots.

Wolverine será enviado en misión especial al año 1973, para que evite que Raven/Mystique cometa el asesinato de un científico (Peter Dinklage), que con todo y su diminuto tamaño odia con pasión a los mutantes. El científico se encuentra desarrollando una tecnología para exterminar a todos los mutantes de la faz de la Tierra. Con todo y ser una trama puramente de ciencia ficción serie B, Bryan Singer, quien retoma la dirección de las películas luego de que Matthew Vaughn dirigiera First Class, carga la historia de una increíble y solemne carga dramática. 

Uno acaba por tomarse el asunto en serio. Además, el resultado final acaba siendo plenamente entretenido, no exento de un tono paródico que no desentona. En esa reunión en la oficina oval,   vemos a un Richard Nixon (Mark Camacho) no muy convincente, al menos, en su apariencia física.  Su maquillaje es algo risible, lo hace ver caricaturizado. O cuando se nos revela cómo es que en el asesinato de Kennedy hubo un mutante involucrado.

Así como sucedía en First Class, ambientada durante la Guerra Fría y la amenaza de los misiles en Cuba en los 1960, Days of Future Past es un pastiche de ciencia ficción, filme de superhéroes y película de espías de los 1970. James McAvoy está mucho mejor que en First Class, ahora con Xavier pasando por una crisis emocional, enfundado totalmente en un look hippie, recobrando la movilidad de sus piernas, pero sacrificando sus poderes telequinéticos. Cuando Michael Fassbender  como Magneto entra a escena desatando caos en París, durante la firma de paz entre E.U. y Vietnam, con pedazos filmados en formato de 8 mm, te hace pensar que de haber filmado Costa Gavras un filme de mutantes, quizás se hubiera visto así. 




viernes, 5 de agosto de 2011

CAPTAIN AMERICA: THE FIRST AVENGER * * 1/2

EL ABUELO DE LOS AVENGERS. Chris Evans.
Joe Johnston (de quien me gustó mucho The Rocketeer) dirige sin mucha inspiración este revival del Capitán América (superhéroe de la casa Marvel, creado por Jack Kirby y Joe Simon).  Con una paleta de color entre sepia y technicolor, el diseño de producción es plano, y sin la intención de darle la más mínima personalidad visual a la película. Es como el diseño de “Sky Captain and the World of Tomorrow”, pero llevado con una grisácea pereza. Lo mismo se puede decir de la película en general, lenta y aburrida. Pasada la primera mitad, no podían interesarme menos los dilemas de Steve Rogers (Chris Evans, de  “Fantastic Four”), un flacucho, enfermizo, y ordinario tipo, pero con espíritu patriótico de sobra. Steve desea enrolarse en el ejército durante la Segunda Guerra Mundial, para combatir a los nazis.

Steve termina siendo el conejillo de indias de un experimento secreto, que involucra el desarrollo de una substancia muy cercana a esteroides. No le irá del todo mal, ya que Rogers acaba convertido en un hombre musculoso, fuerte, y atlético. No nada más podría acabar con los nazis con una mano amarrada detrás, sino ganar una docena de medallas de oro en las Olimpiadas. No pasará mucho tiempo para que Rogers se transforme en el Capitán América, y ser considerado un arma secreta del ejército. Enfundado en un uniforme tricolor, y armado tan sólo con un escudo poderoso e indestructible (que usa como si fuera un boomerang), el capitán empezará siendo un ridículo instrumento de propaganda militar.

Su némesis es Red Skull (Hugo Weaving), un general nazi, quien tiene el tal vez muy irreal objetivo  de ser más poderoso que Hitler. El general se encuentra experimentando con un mítico y poderoso cubo, aunque a medio camino, terminará como un villano deforme de cabeza roja.

La película tarda mucho en verdaderamente despegar. El Capitán América está lejos de ser un superhéroe con una historia de fondo interesante. Los primeros minutos son graciosos, ya que giran en torno a la débil condición física de Steve (Chris Evans con una fisonomía cambiada, gracias a la magia de los efectos digitales al estilo “Benjamin Button”). 

Hasta el final tenemos al superhéroe en forma, con tan sólo 2 o 3 buenas escenas de acción. Tommy Lee Jones es lo mejor de la película, interpretando al coronel Chester Phillips, con su brillante naturalidad y facilidad para ser gracioso sin mucho esfuerzo. Las puertas quedan abiertas, al final,  para una secuela. Lo malo, es que después de ver una plana y desechable película de inicios de un superhéroe, no quedamos muy ansiosos para que llegue dicha segunda parte. 

domingo, 19 de junio de 2011

X-MEN: FIRST CLASS * * * 1/2


Michael Fassbender y James McAvoy como los jóvenes
Magneto y Charles Xavier en "X-Men: First Class".

No estoy seguro si realmente sea necesaria una precuela para la digna franquicia sobre los X-Men, iniciada por Bryan Singer hace 10 años. Creo que para lo único que vale la pena X-Men: First Class (2011) entretenida niñería palomera dirigida por Matthew Vaughn, es para enterarnos cómo es que Charles Xavier y Erik Lehnsherr alias “Magneto”, acabaron siendo archienemigos. Es algo que siempre me intrigó desde las películas originales, el por qué detrás de los maduros líderes existía una especie de trasfondo amistoso, de admiración, resentimiento y odio al mismo tiempo, que acabó trágicamente en X-Men: The Last Stand.

Lo que logran tanto James McAvoy y Michael Fassbender, interpretando a los jóvenes Charles Xavier y “Magneto”, respectivamente, es una convincente química en pantalla. Siendo jóvenes construyen una fuerte amistad, basada en los traumas emocionales que comparten, donde Xavier fue mentor de Magneto. Este último, recordemos, fue un niño que creció en un campo de concentración (sí, los nazis vuelven en esta película). Mientras, Charles Xavier es una especie de niño genio superdotado, con poderes telepáticos y una relación romántica no muy bien resuelta con la atractiva chica azul-escamosa, Mystique, quien de adolescente fue conocida como Raven y estaba del lado de los buenos (interpretada por la guapa nominada al Oscar Jennifer Lawrence).

Me sorprendió ver que Vaughn, director de la genial, de humor negrísimo y políticamente incorrecta Kick-Ass, no haya dirigido una película de superhéroes algo más arriesgada. Para ser sincero, la película es una total niñería, claramente dirigida para un público preadolescente. Hay instantes espectaculares (las dos escenas con Magneto tratando de controlar un submarino), pero también otros de total parodia involuntaria. En serio, un poco más y el filme parecería Austin Powers en el mundo de los superhéroes. January “Mad Men” Jones parece una de las modelos rubias de la saga de Powers, Xavier diciendo “groovy”, etc.

En tanto, el villano caricaturesco interpretado por Kevin Bacon también parece como salido de los filmes de Austin Powers. De hecho, Bryan Singer funge como productor de la película, pero no se nota mucho su mano en ella. En general, la trama es una mezcla de hechos históricos con ficción. Ambientada en la Guerra Fría, a principios de los 1960, el caso es que los recién creados X-Men, fueron los que ayudaron al presidente Kennedy a resolver el conflicto de los misiles en Cuba y Rusia. Hay una escena de antología: las fuerzas navales norteamericanas y rusas acaban unidas para acabar con la amenaza mutante que representan los juveniles X-Men. Se puede ver, aunque no espere algo mejor que los filmes de Bryan Singer.

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