sábado, 2 de agosto de 2008

DANCER TEXAS POP. 81 * * *

Debut en la dirección del guionista Tim McCanlies, Dancer Texas Pop. 81 (1998) es un relato sencillo sobre la amistad y los lazos familiares, que gira en torno a la vida de cuatro amigos entrañables que desean huir de su pueblo, Dancer, Texas, para aspirar a un futuro mejor. Dancer es un pueblo tan pequeño (81 habitantes), que ni siquiera aparece en los mapas. Keller Colleman (Breckin Meyer), el más entusiasta del grupo, incluso promueve la aparición de Dancer en los mapas y lleva 12 años organizando, junto a sus amigos, Terrell Lee (Peter Facinelli), Eddie Mills (John Hemphill) y “Squirrel” (Ethan Embry), el “viaje de sus vidas” hacía los Ángeles.

McCanlies escribió y dirigió Secondhand Lions (2003) y destacó como guionista en la estupenda película animada The Iron Giant (1999). Dancer Texas Pop. 81 es, a grandes rasgos, un retrato ligero sobre la vida en los pueblitos del sur de los E.U., con un agradable toque humorístico y una crítica noble a los prejuicios y tradicionalismos de los pueblerinos.

Con un excelente trabajo fotográfico de Andrew Dintenfass (¡Esos hermosos cielos!), la película de McCanlies construye un relato costumbrista donde aprovecha hábilmente los paisajes desérticos de Texas. Su centro dramático se encuentra en las dudas que los chicos irán teniendo respecto al añorado viaje, sea por seguir las tradiciones y negocios familiares (el petróleo, la ganadería), por el miedo de enfrentarse a una figura paterna alcohólica y conflictiva, o por los temores que tienen al escuchar toda clase de historias sobre las grandes ciudades.

Presentada por primera vez en el Festival South by Southwest, en Austin, Texas (1998), la película muestra el conocimiento de McCanlies sobre los entornos rurales de Texas. Nos narra, con inteligencia y sin complacencias, un relato sobre el difícil proceso de maduración, de la complicada toma de decisiones cruciales en la vida, desde una afortunada posición realista frente a todos sus personajes.

Lo malo es que no acaba funcionando bien con todos los personajes. Al simpático “Squirrel”, bien interpretado por Ethan Embry (que recuerda al personaje de “Lucas” en la película homónima protagonizada por Corey Haim y Winona Ryder), le tocó la peor y más conformista resolución, quizás por ser el “tonto” y pobre de la historia.

++ Dancer Texas Pop. 81 tuvo estreno comercial en las salas de España, y actualmente sólo puede conseguirse en DVD región 1.

viernes, 1 de agosto de 2008

ZELIG * * * * *


Zelig (1983) es uno de los más grandes experimentos fílmicos que Woody Allen ha realizado en su carrera. Si bien no fue el primero en llevar a cabo el ejercicio del falso documental, sí fue el primero en llevarlo a alturas estilísticas insospechadas. Orson Welles lo hizo en su introducción de Citizen Kane (1940), y los monty pythons Eric Idle y Michael Palin lo hicieron también con su falso documental para televisión The Rutles: All You Need is Cash (1978), parodiando la carrera musical de The Beatles.

Lo grandioso de Zelig, es que Allen logra convencernos de que todo lo que estamos viendo en su documental es real. La película le tomó 3 años terminarla, y para su realización tuvo que ver cientos de horas de material de archivo y sintetizarlas en 1 hora y 20 minutos, para narrarnos la asombrosa historia de cómo un hombre común y corriente se convirtió en celebridad de la noche a la mañana, durante los turbulentos años 1920.

Allen toma un caso clínico tan clásico como la “personalidad múltiple”, y lo convierte en una parodia que no conoce descanso. Leonard Zelig (interpretado por el mismo Allen), es un tipo que toma las características físicas y raciales del hombre que tenga junto, sea escocés, un músico negro de jazz, un indio, un obeso, etc. Es un fenómeno que fascina y causa rechazo al mismo tiempo. Su nombre empieza a invadir los principales tabloides, noticiarios de radio y cine; se escriben canciones y surge un baile en su honor (“El baile del Camaleón”), y hasta Al Jonson le dedica una de sus canciones.

Las estrategias de Allen parecen simples, pero son geniales: agregar entrevistas a grandes personalidades e intelectuales, como la crítica Susan Sontag, el psicólogo infantil Bruno Bettelheim, el escritor Irving Howe, etc., que aparecen hablando con solemnidad y seriedad sobre el fenómeno Zelig y las repercusiones que tuvo en los ámbitos sociales y culturales,

El formato es el de un enorme noticiario de cine. El aspecto formal es el más logrado e impresionante. Allen combina material documental real de aquellos tiempos, con otro filmado en el presente, impecablemente ambientado y con una grandiosa edición musical. Merece una ovación el cinefotógrafo Gordon Willis (nominado al Oscar) por su exhaustiva labor de “envejecer” y desgastar esas imágenes para dar con ese efecto antiguo, además de en muchos casos utilizar lentes y cámaras de los 1920.

Al final logramos empatizar con Zelig y su problema psicológico, es decir, la crisis de identidad. Un tipo que, a pesar de codearse con toda la crema y nata de la sociedad, del mundo cultural y político de su tiempo, de estar presente en muchos puntos geográficos, no logra encontrarse a sí mismo. Es infeliz, inseguro e incluso acaba como militante del partido nazi. Gracias a una joven y tímida psiquiatra (Mia Farrow), puede ser que Zelig encuentre una cura a sus males.

++El DVD tan sólo incluye el trailer cinematográfico.

jueves, 31 de julio de 2008

ANOTHER WOMAN * * * 1/2

En Another Woman (1988), Woody Allen fue capaz de ofrecer un sensible melodrama femenino, pequeño pero nunca flojo y siempre interesante. Además, sacrificó de alguna manera a su musa y pareja en aquellos años, Mia Farrow, quien aparece en un papel secundario, para darle el protagónico a Gena Rowlands, convirtiéndola en nuestro principal centro de atención.

No hay más que regocijarse en la manera en que logra introducirnos en la mente y dolor emocional del personaje de la Rowlands, a través de sencillos close-ups. Su torturada y solitaria escritora, está pasando por una profunda crisis existencial. De buenas a primeras decide recluirse en un pequeño apartamento de Nueva York, para sumergirse de lleno en su próximo libro. Sin quererlo, la autora se convierte en la depositaria de todas las confesiones que una joven mujer embarazada (Farrow) le dice a su psicólogo en sus terapias, escuchándolo todo por el ducto de ventilación.

Las confesiones íntimas de la paciente, serán el motor para que Marion, nuestra escritora, traductora y especialista en literatura y filosofía alemana, realice todo un examen de conciencia y se replantee su desencantada vida matrimonial junto a su seco marido (Ian Holm), llevando a cabo episódicos viajes a su pasado.

Por supuesto, con Woody Allen estos viajes al pasado de Marion no serán cualquier cosa. Verá su niñez, su juventud y su pasado más reciente en forma de representaciones teatrales, a través de ilusiones y sueños, en los que alterna unas veces con su otra “yo” joven y otras con su “yo” del presente, usando delicadas transiciones que trazan una fina línea entre ambos tiempos. Se funden y parece no haber diferencia entre ellos. Es uno de esos viajes freudianos al pasado que tanto gustan al realizador neoyorquino.

Gena Rowlands ofrece una magnífica actuación, en todo ese vacío y confusión emocional que logra transmitir, en esa tristeza que lleva atrapada por dentro y no logra dejar salir. Está a punto de romper con esas ataduras y llegar a su liberación, justo cuando se de cuenta que, para la joven de las terapias psicológicas, representa una imagen a la que jamás quisiera llegar.

++El filme fue estrenado en Cataluña el 22 de septiembre de 1989, con el título "Una Altra Dona".
++La edición en DVD es muy austera, con tan sólo el tráiler cinematográfico como extra.

miércoles, 30 de julio de 2008

SKY CAPTAIN AND THE WORLD OF TOMORROW * * * *

Gwyneth Paltrow como reportera, con su cámara Leica y elegantemente vestida, luce de lo más guapa como pocas veces. Sky Captain and The World of Tomorrow (2004), es un alucinante filme que constituye todo un homenaje a los seriales de aventuras y films noir de los años 1930 y 1940. Polly (Gwyneth Paltrow) encarna a la emblemática figura de la reportera del crimen, con una imagen entre Katharine Hepburn y Rita Hayworth, enamorada del héroe que tiene como misión salvar al mundo.

Sky Captain tiene los efectos especiales más espectaculares que he visto últimamente, tomando en cuenta que está dirigida por el debutante Kerry Conran. Resulta delirante en cada uno de sus planos, con una marcada referencia a los antiguos seriales, por ejemplo, de Superman, durante la Segunda Guerra Mundial.

Nuestro héroe, el Capitán Sky (Jude Law), cuyo verdadero nombre es Joe Sullivan, es un piloto que forma parte de la Fuerza Áerea de los E.U. El capitán deberá enfrentar la invasión de unos robots gigantes en la ciudad de Nueva York (¿cuál más?), a manos del Dr. Totenkopf, “interpretado” por Lawrence Olivier, apareciendo unos segundos gracias a unas imágenes de archivo de la misma época en que se ambienta el filme, gracias a la magia de los efectos visuales. Totenkopf es un científico berlinés, cuyo plan es secuestrar a varios científicos importantes y ponerlos a su servicio.

Prácticamente todo lo que vemos está fabricado con la tecnología digital del “green screen”, empezando por los escenarios, todos construidos digitalmente. Esto ha permitido dotar a la película de un estilo visual similar al de un film noir, y con un color deslavado para imitar el Technicolor de los años 30. Cada detalle está cuidado minuciosamente, desde una envoltura de chicle hasta los anuncios espectaculares (¡ese anuncio de Coca Cola que esquiva el capitán en su avión!), que le dan a la película un toque nostálgico y una ambientación muy lograda.

El afán nostálgico va más allá, donde cabe un recuerdo al estreno de The Wizard of Oz (1938). Polly observa cómo Dorothy llega al mundo de Oz, justo cuando todo se vuelve de colores, mientras, fuera del cine, empieza el ataque de los robots gigantes.

Aunque el trabajo de Conran (también guionista de la película) es un verdadero espectáculo digital (similar al de la reciente “300”), la presencia del villano acabó siendo demasiado metafórica. Falta el atractivo y carisma que todo villano imprime a este tipo de historias, se hecha de menos la carismática presencia del malvado que siempre termina robándose la película; ese enfrentamiento final entre el malo y los héroes. La conclusión se va más por el camino alegórico, que además de tener que ver con el final de The Wizard of Oz, tiene relación con aspectos bíblicos (el arca de Noe) y ecologistas (el delirio de Totenkopf por no querer acabar con el mundo,... ¡sino de querer salvarlo!).

Angelina Jolie luce una extraña belleza “dominatrix”, como una general del ejercito aliado británico, al mando de un “trasatlántico” que viaja por los cielos, y si bien no hay suficiente chispa romántica entre la pareja protagónica, el gran valor de Sky Captain and.... radica en la manera en cómo rescata por igual la estética del cómic antiguo, con todo y una banda sonora de matices cercanos a las de las películas de aventuras en las matinés de antaño.

++Como podrá imaginarse, la película está disponible en varias ediciones en DVD, desde la austera hasta la edición en HD-DVD. Hay un par de ediciones especiales, una de ellas para coleccionistas, que contiene extras como entrevistas, el "cómo se hizo", "El Mundo de Mañana", "Diseño de El Mundo de Mañana", cortometraje original del director (el corto es estupendo, en blanco y negro y que sirvió para crear la escena inicial de la invasión), escenas eliminadas, tomas falsas, tras la "Animación", Gwyneth Paltrown en Madrid, cuaderno de bitácora, tráiler, álbum especial para coleccionista: postales, póster, pressbook, láminas de producción y el artwork.

martes, 29 de julio de 2008

PRENDIMI L'ANIMA * * *

“El amor es lo más cercano que existe a una psicosis”, sentenció el famoso
psicoanalista Carl Gustav Jung, fundador precisamente de la “Escuela Junguiana”, siguiendo de cerca los preceptos de su maestro, Sigmund Freud. Prendimi L’Anima (2002), rastrea en torno a la figura de la rusa Sabina Spielrein, la paciente que causó fascinación en Jung, y que siguiendo su pasos cimentó una carrera en el área de la psicología infantil, truncada por la invasión nazi en Rusia.

Sabina Spielrein (interpretada magníficamente por la actriz británica Emilia Fox) era de
origen judío, y luego de su brutal asesinato junto a su hija dentro de una sinagoga, se convirtió en una figura enigmática, ya que su romance con Jung mantiene muchas interrogantes. En una trama paralela, una estudiante francesa (Caroline Ducey) y un historiador inglés (Craig Ferguson), investigan en bibliotecas de Moscú y con gente que haya conocido a Sabina (un anciano que en su niñez fue alumno de ella, por ejemplo), para tratar de llenar los huecos que existen en su trágica historia.

Dirigida por el italiano Roberto Faenza (Sostiene Pereira), el filme es una biopic sobre Sabina Spielrein, mientras Jung (interpretado por Iain Glen) es más una figura secundaria. La película se centra en la perturbada figura de Spielrein, desde su ingreso a la clínica donde trabajaba Jung, cuando sus teorías eran mal vistas por otros colegas. Desde el primer instante, Spielrein se convierte en una obsesión para Jung, así como un perfecto medio para aplicar sus métodos clínicos

La actuación de Emilia Fox es un variado registro de emociones, de estados de ánimo. Dentro de este equilibrio, alcanzado gracias a la afortunada dirección de Faenza, Emilia Fox dota al personaje de Sabina de una verdadera dimensión humana, en balance con la gran inteligencia y talento que poseía.

El tema de la psicología no predomina en el guión, escrito por Gianni Arduini
y Francois Cohen-Séat. Lo que predomina es una historia de amor desgarradora y
enfermiza, con apenas alguna pincelada de las teorías junguianas en su primera parte. Durante la segunda mitad, nos sumergimos en la mente convulsa y frágil de Spielrein.

La pequeña trama de los dos investigadores está bien acoplada con la narración, no se pierde ni se siente inútil, y además le da a la película momentos conmovedores, como cuando el antiguo alumno de Spielrein recuerda la ayuda que le brindó su maestra.

Es pequeña su producción, pero la película es notable en su manera de mostrar, por ejemplo, elementos alusivos a las teorías de Jung, como los famosos “arquetipos” y la fuerte carga que tenían los caballos como seres simbólicos, para explicar diversos procesos mentales del ser humano. Quizás el filme peca de ser demasiado romántico al abordar a estas dos interesantes figuras del universo de la Psicología, pero Faenza rescata dignamente la figura de Spielrein, mostrándola como una mártir de sus propias teorías y estudios.

++ "Prendimi L'anima" no tuvo estreno comercial en España, y tampoco existe editada en DVD.

lunes, 28 de julio de 2008

TRISTANA * * * 1/2


Luis Buñuel retomó Tristana, la gran novela de Benito Pérez Galdós, en una adaptación singular protagonizada nada menos que por su actor fetiche, Fernando Rey (¿quién más?), y por una bella y frágil Catherine Deneuve. El escenario (no podría ser de otra manera) es la provincia campirana de España, y Buñuel lo utiliza para hacer una punzante crítica al puritanismo y conservadurismo pueblerino.

Producida en 1970, en Tristana Fernando Rey hace una interpretación soberbia de Don Lope, el mezquino y dominante viejo “verde” de doble cara, solitario y retrógrado en su moralina. Para aliviar su soledad, Don Lope se lleva a Tristana (Deneuve) a vivir con él al morir la madre de esta. Buñuel, en su narración llena de elipsis y saltos en el tiempo, va dejando de lado datos valiosos sobre los antecedentes de los personajes, para irlos revelando poco a poco. En poco de luz en el obscuro túnel en el que están sumergidos Don Lope, Tristana y su fiel sirvienta, Saturna (Lola Gaos excelente), nada agraciada, pero sensata, precavida y muy sabia en asuntos de la vida, a la hora de aconsejar a Don Lope.

Hay muchos puntos en común entre Tristana y otra gran obra de Buñuel, Viridiana (1961), realizada casi diez años atrás, principalmente por los personajes de Don Lope y Saturna. Sólo que, contrario al Don Jaime de Viridiana, Don Lope ostenta aquí un cinismo más marcado, y el suicidio no será su última salida cuando haga evidente su total deseo y atracción por la bella Tristana.

Tratándose del maestro Buñuel, claro, habrá un poco de surrealismo en las pesadillas de Tristana, también humor irónico y, por momentos, obscuro. Pero ante todo, la película es una minuciosa representación de las costumbres pueblerinas, en un lugar donde el tiempo parece pasar lentamente y, como es habitual en la obra de Galdós, con un gran peso en la crítica política y a la anciana masculinidad, como una representación de los viejos valores (las típicas reuniones de ancianos en algún restaurante), todo contenido en una obra atípica de Buñuel.

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