sábado, 27 de octubre de 2007

EN CARTELERA: THE INVASION * * 1/2

Del seminal filme Invasion of the Body Snatchers (Don Siegel, 1956) se han hecho una cantidad considerable de remakes, algunos que no son más que pequeñas variaciones sobre la misma trama, basada en una serie episódica publicada en la revista “Collier” por Jack Finney, adaptada por los guionistas Daniel Mainwaring y Richard Collins. Así, tenemos Invasion of the Body Snatchers (Philip Kaufman, 1978), Body Snatchers (Abel Ferrara, 1993), y recuerdo también el filme británico-estadounidense Village of the Damned (Wolf Rilla, 1960), que a su vez tuvo su remake en manos de John Carpenter, con el filme homónimo, producido en 1995, que narraba cómo un grupo de niños de cabello blanco y ojos luminosos, todos ellos nacidos el mismo día y a la misma hora, tenían poderes sobrenaturales, capaces de aniquilar a todos los adultos que les estorbaran en su camino.

The Invasion (Oliver Hirschbiegel, 2007), no es más que la enésima reelaboración del mismo cuento, que llegó a la cartelera para no hacer daño ni cosquillas a nadie, mucho menos a los fanáticos de la cinta original de Siegel. La “nueva” The Invasión, será apta para quienes posean la suficiente curiosidad para aguantar los planos y algo aburridos noventa y tantos minutos de película, y tenga muchas ganas de saber cuál es ahora el pretexto para que el virus extraterrestre convierta en zombies autómatas, sin sentimientos y emociones, a todo ser humano con mala suerte.

El mensaje es optimista y bienintencionado: aquí las personas deberán luchar, no tanto contra la amenaza extraterrestre, que ha llegado a la Tierra en los restos de un transbordador espacial, accidentado en plena orbita, sino contra un posible futuro sin sentimientos o emoción alguna. En el pequeño discurso que el doctor (interpretado por Daniel Craig) le dirá a su muy guapa amiga psiquiatra (Nicole Kidman, cumpliendo lo mejor que puede) en una escena clave de la película, el ser humano está más seguro sin emociones que le afecten o entorpezcan su estancia en este mundo.

La psiquiatra en cuestión, es una madre abnegada, capaz de proteger a su hijo en cuerpo y alma para que no se contagie del virus (el niño es quizás el único humano con una posible cura), que ya ha entrado en el cuerpo de su ex marido (Jeremy Northam). Por ello, deberá huir junto a Ben Driscoll, el médico, asesorados por un investigador (Jeffrey Wright) para no ser las próximas víctimas.
La versión del germano Hirschbiegel y su guionista Dave Kajganich, tiene un evidente trasfondo político, ambientando la historia en Washington (con una pequeña, pero elocuente escena, durante una cena en la embajada rusa), demostrando una aceptable capacidad para crear un estado de paranoia citadina, así como un par de escenas de acción bien dirigidas y conseguir que el reparto luzca convincente. Nicole Kidman, con una manera potente y natural, logra un entregado sentimiento materno sin despeinarse un cabello. Creo que Hirschbiegel funciona más como un buen director de actores, que como el típico realizador hollywoodense de acción. Si en The Invasion buscas un palomero y entretenido filme de acción, será mejor que veas por otro lado, o bien revises la película original de Siegel.

viernes, 26 de octubre de 2007

EN CARTELERA: SORSTALANSÁG * * * *

“Al final, existe el infierno y los campos de concentración”, dirá el joven sobreviviente del campo de concentración de Buchenwald, György Koves (soberbio Marcell Nagy), Fateless (Sorstalanság, Hungria-Alemania-Reino Unido, 2005), debut como realizador del prestigiado cinefotógrafo húngaro Lajos Koltai. Adaptación de la novela homónima de Imre Kertérsz, Premio Nobel de Literatura, la película (no es extraño) sorprende por su magistral fotografía, no a cargo del maestro Koltai, sino de Gyula Pados. La cinta es un sencillo y estrujante relato sobre la madurez, que narra cómo el joven György, mientras se encaminaba a trabajar en una fábrica de metales, acabará siendo trasladado, primero, al campo de concentración de Auschwitz, y luego, al de Burchenau.

Mucho se ha comparado el filme de Koltai con El Pianista (Polanski, 2002). Sin embargo, a pesar de que ambas películas tratan sobre la sobrevivencia en el Holocausto, György en la película de Koltai, luego de sobrevivir la misma experiencia que el pianista, se enfrentará con la cuestión de qué es ser judío frente a este conflictivo panorama, y si todo se reduce a portar en la ropa la estrella amarilla de David, dentro de un ghetto. El mensaje es de un optimismo tal, que llegará a desconcertar a muchos la manera en cómo György describe, maltrecho, vestido casi con harapos y con las marcas del sufrimiento en su rostro, la experiencia de su estancia en los campos de exterminio nazi, con suma entereza frente a sus sorprendidos y ancianos vecinos.

Con todo y la crudeza de muchos de sus instantes, el trabajo de Koltai estará cerca de ser una dickensiana historia instalada en el Holocausto Judío, musicalizada nada menos que por las excelsas notas de Ennio Morricone y respaldada por una impecable producción. Una película que, además, presenta una visión con un dejo de inocencia tragicómica, sobre cómo se vivió el Holocausto en Hungría, apta para todo adulto que crea haber visto y (sobre)vivido todo.

EN CARTELERA: STARDUST * * * 1/2

Celebro siempre que aparezca en el panorama fílmico actual una película del género fantástico como Stardust (Reino Unido-E.U., 2007), del realizador Matthew Vaughn (responsable del estupendo thriller gangsteril Layer Cake/2004). Me declaro aficionado al género, en especial el que se desarrolló en los 1980, y marcó mi infancia de manera especial. Por ejemplo, me encantó The Adventures of Baron Munchausen (1988), del ex Monthy Pithon Terry Gilliam (quien tuvo un flojo regreso con The Brothers Grimm/2005 y al parecer también con Tideland/2005). Si hubo alguien a quien Vaughn quiso emular en Stardust, evidentemente ha sido a Gilliam, en esa mezcla de fantasía y comedia que el director y animador estadounidense ha sabido desarrollar a lo largo de su filmografía.

Por supuesto, Vaughn está muy lejos de alcanzar los niveles de Gilliam, y aunque consigue en Stardust una película disfrutable y graciosa a ratos, con aceptables efectos especiales, la película también corre a veces el peligro de ponerse aburrida, divagante, además de sentirse saturada de personajes. Basada en la novela escrita por Neil Gaiman y Charles Vess, la historia narra cómo cierta noche Tristan (Charlie Cox), joven aldeano del siglo XIX, se atreve a cruzar la frontera que conduce a una región amurallada y mágica, habitada por brujas, gitanas y fantasmas, (cosa que también hizo su padre en su niñez), luego de ver a una estrella fugaz caer del cielo. La estrella es una guapa chica, Yvaine (Claire Daines), quien empezará a ser perseguida por una bruja (estupenda Michelle Pfeiffer) y un futuro príncipe (Mark Strong), para apoderarse de una joya que lleva consigo.

Tristan e Yvaine emprenderán la huida y vivirán un sin fin de aventuras, por tierra y aire, encontrándose con personajes que, desafortunadamente, se van perdiendo en el camino o no aportan gran cosa a la historia, siendo algunos detalles que impiden a la película de Vaughn rozar la genialidad, imaginación e ingenio del Terry Gilliam del Baron Munchausen, Jabberwocky (1977) o Time Bandits (1981).

Pero bueno, tal vez sea demasiado exigirle a Vaughn, en apenas su segundo largometraje. Al final, la película es para pasar una tarde agradable de fin de semana, y si hay dos cosas por las cuales vale la pena revisar esta película, esas son la muy graciosa participación de Robert De Niro, como el capitán de un barco pirata con un lado afeminado, reprimido y oculto (la escena del baile del “Can Can” es bastante cómica y rescatable), así como la magnífica actuación de Michelle Pfeiffer como la bruja malvada del cuento, bellísima y monstruosa por igual. Vale mencionar también el buen clímax que consigue el realizador al final, tal vez la única parte por la que vale la entrada al cine.

CINE ANIMADO: THE SWORD IN THE STONE * * * *

En mi infancia, habré visto una decena de veces The Sword in the Stone (E.U., 1963), uno de los clásicos animados de la casa Disney, que narra las aventuras de la infancia del futuro Rey Arturo, bajo la tutela del mago Merlín, según la adaptación del libro escrito por T.H. White, quien fuera también autor de “The One and Future King”, libro adaptado al cine en Camelot (Joshua Logan, 1967), protagonizado por Richard Harris y Vanessa Redgrave. Entre los puntos a favor de The Sword in the Stone, dirigida por el alemán Wolfgang Reitherman, colaborador en muchas de las producciones animadas de Disney, y realizador de otras tantas, como Winnie The Pooh and the Honey Tree (1966), The Jungle Book (1967), Robin Hood (1973), etc., es su total sencillez y falta de pretensiones, sin que por ello no exista cabida para una magnífica técnica de animación, al igual que números musicales agradables y simpáticos, en especial, aquellos que tienen lugar gracias a la magia de Merlín (voz de Karl Swenson), un sabio, estricto y, en ocasiones, cascarrabias anciano hechicero, que vive alejado en el bosque junto a su remilgoso búho, Arquímedes (voz de Junius Matthews).

Merlín ha profetizado grandes cosas para el joven y plebeyo Arturo (voz de Rickie Sorensen), por lo que, cuando el chico cae por accidente en la casa del mago, este inmediatamente empezará su instrucción, mudándose al castillo en donde Arturo trabaja lavando platos, aseando la cocina y asistiendo al gigantón hijo de Sir Pelinore (voz de Alan Napier), en sus prácticas para el torneo de caballeros.

Haciendo uso de su magia, Merlín hará pasar a Arturo por varias pruebas, convirtiéndolo, primero, en pez (toda esta secuencia es magistral visualmente hablando), aprendiendo que la astucia es más importante que la fuerza física; luego como ardilla descubrirá los sinsabores e impredecibles mecanismos del amor, y como pájaro, cumplirá su sueño de volar, no sin antes ver que siempre el grande querrá comerse al más pequeño, pudiendo salvarse el último si usa su inteligencia y pericia.

Tal es el mensaje de la película: no importa la fuerza física, si antes no se desarrolla el “músculo” de la mente, si no se tiene nobleza y humildad en el alma, ambición por llegar “muy alto”. Es la ambición que Merlín intenta transmitir a su discípulo, aunque en una escena clave la confrontación entre ambos sea inevitable, cuando el chico trate de hacerle ver al anciano mago que él no es más que un plebeyo, y no puede aspirar a tanto. Merlín, aunque enfadado, sabe que “Grillo” (apodo del flaco pero noble Arturo) tiene una última etapa qué superar: sacar la famosa espada de Excalibur de la piedra.

Un mensaje bienvenido para el público infantil, en un filme que aun en estos días me agrada revisar. No hay duda que el viejo Merlín se roba todo el filme, por su vitalidad y capacidad para predecir las “proezas” técnicas de siglos venideros; de carácter fuerte y a veces incapaz de controlar su propia magia, chocando de manera divertida con su más conservador, meticuloso y tranquilo búho Arquímedes. Si hay algún pero en este simpático y aleccionador relato, es la fugaz y poco aprovechada presencia de Madame Mim, una bruja rival con la que Merlín tendrá un duelo hacia el clímax de la película.

jueves, 25 de octubre de 2007

NOTICIAS: 37 EDICIÓN DE ALCINE 2007




Agricultura Report, animación de Melina Sydney Padua






Niños que nunca existieron, de David Valero

El Festival de Cine de Alcalá de Henares / Comunidad de Madrid alcanza en 2007 su trigésima séptima edición, del 9 al 17 de noviembre. ALCINE 37 acaba de hacer pública la selección oficial de obras que van a competir en sus tres secciones competitivas, el Certamen Nacional de Cortometrajes, el Certamen Europeo de Cortometrajes y la sección Pantalla Abierta.

Para los dos certámenes de cortometrajes se han elegido 74 obras. Del Certamen Nacional se han seleccionado 37 cortos de un total de 295, y del Certamen Europeo se han escogido otros 37 cortos de una selección de 152 obras. El nuevo bloque, que el año pasado ya estuvo presente, aunque exento de carácter de concurso, cuenta con participantes procedentes de los países de la Unión Europea, Islandia, Noruega y Suiza. Con esta incorporación, ALCINE 37 pretende convertirse en un referente del panorama cinematográfico europeo, prestando una especial atención a la labor realizada por los nuevos realizadores. El Certamen Europeo se une al Certamen Nacional. Ambos amplían sus formatos, derribando las fronteras estrictamente cinematográficas. Producciones en 16 y 35 mm conviven con otras presentadas en formato Betacam SP. Por otra parte, en la sección de Pantalla Abierta se ha seleccionado un total de 6 largometrajes entre las diferentes óperas primas recientes realizadas en España, a lo que hay que sumar dos películas fuera de concurso. Todas ellas competirán en esta nueva edición del Festival. Además, la sección informativa del festival se compone de dos apartados a destacar:

• VOCES EN EL TIEMPO. Con VOCES EN EL TIEMPO, ALCINE presenta un proyecto multidisciplinar, que cuenta con la colaboración del Instituto Cervantes y que comprende una publicación con entrevistas realizadas por el crítico de cine Hilario J. Rodríguez a 15 nuevos talentos de nuestra cinematografía. El libro va acompañado de un ciclo con 15 películas, una por director entrevistado, donde se pondrá en evidencia cómo se ha transformado una cinematografía en un momento de cambios tecnológicos y de transformaciones en la manera de distribuir y de percibir el cine. Por último, una exposición de retratos panorámicos a cineastas españoles, del fotógrafo Óscar Fernández, completan el proyecto. Los títulos que podremos ver en este ciclo serán:

- Miguel Albaladejo: La primera noche de mi vida.
- Jaume Balagueró: Darkness
- Eduard Cortés: Otros días vendrán.
- Patricia Ferreira: Sé quién eres.
- Javier Fesser: El Milagro de P. Pinto.
- Salvador García Ruiz: Las voces de la noche.
- Cesc Gay: Hotel Room.
- Juan Carlos Fresnadillo: Intacto.
- Ángeles González-Sinde: La suerte dormida.
- Achero Mañas: Noviembre.
- Manuel Martín Cuenca: Malas temporadas
- Marc Recha: Días de agosto
- Alberto Rodríguez: El traje.
- Benito Zambrano: Solas.
- Isaki Lacuesta: La leyenda del tiempo.


EL DÍA DE IRLANDA. Irlanda cuenta con una producción de gran calidad pero que pasa desapercibida para el resto de sus vecinos europeos. ALCINE, en su trigésimo séptima edición, se ha propuesto poner un poco de luz sobre la más reciente cinematografía irlandesa, descubriendo sus mejores cortometrajes, una gran ópera prima en largometraje y, también, acercar su música y su cultura más allá de los tópicos. Todo ello a través del Día de Irlanda, un nuevo apartado del Festival que tratará cada año de revelar el cine más reciente de una cinematografía emergente, de calidad, pero todavía desconocida aquí. En cuanto a los conciertos irlandeses, contaremos con la presencia de Perry Blake (el 8 de noviembre), Garrett Wall (el 16 de noviembre) y Boys of the Hills (durante la gala de inauguración).

Este año, ALCINE cuenta con una amplia variedad de propuestas para todo tipo de públicos. Los mejores anuncios del año de los cinco continentes, se podrán disfrutar en pantalla grande y en versión original subtitulada gracias a Cine Publicitario. En la sección Europa en Cortos se verá cómo las mujeres europeas representan, experimentan y articulan con el humor de su cultura. Un cambio de registro lo da la sección Shorts Cuts o películas de episodios, que tienen su hueco en esta sección donde el corto es su materia prima y en la que algunos de sus directores pueden mostrar, sin las cortapisas del cine comercial, su verdadero talento. Los niños también tienen su lugar en Alcalá; las secciones No recomendada para Mayores, donde se visionarán cortos y Toy Story, en la que se abarcarán una serie de obras de animación y de ficción están especialmente preparadas para los más pequeños.

Además, los jóvenes tendrán su lugar gracias a El cine y los jóvenes, una sección pensada como vehículo para la educación en valores, tanto humanos como estético- artísticos, de los jóvenes que se forman en los centros de educación secundaria. Como no podía ser de otra manera, Mayores sin reparos está pensada para los más mayores, que podrán encontrar en una selección de cortos historias de su interés. Una de las novedades para este año la encontramos en El dedo en la llaga, un espacio dedicado a temas tan actuales como el racismo, la homofobia o la xenofobia. Este año debido a una serie de acontecimientos ocurridos en Alcalá, las piezas seleccionadas hablan del día a día de los extranjeros en nuestro país, de cómo algunos ciudadanos rechazan a otros por su color, etc. En la sección Corto a la Carta, se podrá visionar durante los días del certamen todos los cortometrajes presentados en la 37 edición. Por último, el festival cuenta con una muestra de la animadora alemana Lotte Reinigge.

++Organiza Ayuntamiento de Alcalá de Henares, Fundación Colegio del Rey y Comunidad de Madrid (Consejería de Cultura y Turismo-Dirección General de Promoción Cultural). PatrocinaMinisterio de Cultura (ICAA), Programa Media de la Unión Europea, Caja Madrid (Obra Social), Culture Ireland. Instituto Cervantes, Universidad de Alcalá ColaboraCES, Technicolor, Reel Ireland, Irish Film Institute, IVAC. La Filmoteca, Mahon, Pearson, Embajada de Irlanda, Embajada de Portugal, Instituto Camoes, Instituto Goethe, Turismo Irlanda, Aer Lingus, Embajada de Francia, Embajada de Alemania, Curtas Vila do Conde, Animadrid, TCM, Filmad

Más información en el sitio web del festival: http://www.alcine.org

CINESPAÑA: EL AÑO DE LAS LUCES * * * 1/2

Son muchas las conexiones que encuentra El Año de las Luces (España, 1986), del realizador madrileño Fernando Trueba (Se infiel y no mires con quien/1985, Tow Much/1995, El Embrujo de Shangai/2002) y Belle Epoque (España, 1992), del mismo realizador (ganador al Oscar como Mejor Filme Extranjero por dicha película). Además de estar ambas protagonizadas por Jorge Sanz y Maribel Verdú, están ambientadas en la época de la Guerra Civil, en escenarios de la campiña y su trama se instala dentro de un internado, al que llegan de manera casi forzosa los jóvenes protagonistas, donde tendrán su despertar sexual y primeras experiencias amorosas. De hecho, estas dos películas, junto a La Niña de Tus Ojos (1998), bien podrían formar una especie de “trilogía de la Guerra Civil” de Trueba.

El Año de las Luces fue el primer acercamiento de Trueba a este momento histórico, en el que narra una historia romántica juvenil, entre el hijo adolescente de un soldado caído, Manolo (Jorge Sanz) y una guapa chica, María Jesús (Maribel Verdú), dentro del internado para hijos de soldados muertos en combate, al que llegará el primero, junto a su hermano menor, para continuar su educación y vivir por tiempo indefinido. Manolo es un precoz chico, que no tardará en fijarse en la enfermera en turno, espiándola cada noche cuando esta se dispone a dormir.

Manolo lleva el conteo de los días que pasan en un calendario viejo (más tarde sabremos la razón), pasa todo el tiempo aburrido por tener que convivir con niños, prefiere estudiar solo, hasta que forjará amistad con un liberal y simpático anciano (Manuel Alexandre, magnífico), carpintero del lugar, con quien se entretendrá escuchando sus anécdotas de mujeriego en París (será tildado por ello de “mamarracho” por su esposa), y le enseñará de una manera filosófica, cómica e inocente los secretos del amor, cuando María Jesús llegue a sustituir a la anterior enfermera.

Escrita por el mismo Trueba, junto a Rafael Azcona, basándose en una historia original de Manuel Huete, la película es un sensible relato sobre la madurez en tiempos de guerra, sobre dos jóvenes que encuentran en el amor una válvula de escape a una época conflictiva y violenta, que deben esconder su relación ante el peligro de ser descubiertos por la estricta, conservadora y fanática prefecta del internado, Doña Tránsito (Chus Lampreave). En ese sentido, el reparto se desempeña ejemplarmente, empezando por el gran cuadro de actores secundarios: Alexandre, Lampreave, incluyendo a Verónica Forqué, como la directora del instituto y a Santiago Ramos, el hermano mayor de Manolo.

Podrá parecer una convencional historia de amor, pero El Año de las Luces es un filme que consagró la visión romántica de Trueba sobre la Guerra Civil, reflejada a través de un tipo de comedia costumbrista, que ironiza y satiriza de forma sutil todo lo que huela a conservadurismo. Al final, nos enfrentamos a una resolución demasiado abrupta, pero nunca fácil ni convencional, mucho menos feliz. Manolo tendrá el primer golpe sentimental de su vida, aprenderá que el amor va más allá de la lujuria que vio al inicio en el autobús de ida,... y que duele mucho.

lunes, 22 de octubre de 2007

CLÁSICOS DE CLÁSICOS: VIRIDIANA * * * *

Con seguridad, una de las secuencias más memorables de Viridiana (México-España, 1961), es aquella cena que el montón de ingratos vagabundos tienen a sus anchas, todos ellos protegidos de Viridiana (la actriz mexicana Silvia Pinal), bella y vulnerable chica aspirante a convertirse en monja, representando así uno de los temas favoritos del realizador aragonés Luis Buñuel: la burla cruel y mordaz a la burguesía y a la iglesia. Es un tono subversivo máximo al que llega Don Luis en esta secuencia, en la que permite a sus vagabundos darse un festín en la elegante residencia campirana de Don Jaime (el gran actor Fernando Rey), melancólico tío de Viridiana, que lucha contra sus deseos al ver en su sobrina la viva imagen de su fallecida esposa, a la manera del obsesionado Scottie Ferguson de Vertigo (Hitchcock, 1958), pidiéndole incluso usar el vestido de novia que perteneciera a la difunta, para luego tratar de tener relaciones con ella, narcotizándola ante la mirada indiferente y cómplice de su ama de llaves, Ramona (Margarita Lozano).

Aquella es otra de las imágenes famosas de una película que causó no poca controversia al momento de su estreno, como casi toda la obra de Buñuel. “Prohibida, blasfema, aborrecible, antirreligiosa. Crueldad y desdén con los pobres...” fueron palabras de los censores en la época. Producida por Gustavo Alatriste, esposo de Silvia Pinal y suerte de mecenas de Buñuel (produjo además El Ángel Exterminador/1962 y Simón del Desierto/1965), quien le permitía total libertad en la dirección de sus filmes. Viridiana es uno más de los trabajos de Buñuel inspirados en el realismo italiano (como otra de sus obras maestras, Los Olvidados/1950), con todas las constantes de su filmografía: el fetichismo hacia los pies desnudos (incluido el clásico ritual de lavado de pies), el humor negro, la mujer que sufre por el acoso de un hombre (como en Él/1953), la confrontación hacia la iglesia católica, sus dogmas y símbolos sagrados; alusiones de clara connotación sexual (la vaca ordeñada), etc., en el relato iniciatico de una chica, de apariencia virginal y pura, que antes de iniciar su vida como religiosa será enviada por la madre superiora a pasar un tiempo con su tío viudo, en donde llevará a cabo un proyecto ambicioso, aunque no menos bondadoso e inocente: recoger a todos los vagabundos de un pueblo en Castilla-La Mancha, para darles techo y comida, a cambio de trabajar en alguna labor en la granja.

El tormento por haber querido tener relaciones con Viridiana, llevará a Don Jaime a cometer suicidio, por lo que la residencia quedará a cargo de su hijo, Jorge (Francisco Rabal), quien llegará con su arrogante novia a vivir al lugar y comenzará a sentirse atraído por Viridiana. Sin embargo, no se dejarán esperar los enfrentamientos y choques de Jorge con los vagabundos, quienes tendrán las líneas más humorísticas y sarcásticas de la película, en especial el ciego, clásico personaje de Buñuel, inteligente, cáustico, provocador y lascivo (al igual que el ciego de Los Olvidados). Tampoco gustarán las ideas de Viridiana a los antiguos empleados, que no verán con buenos ojos su excesiva bondad.

Ni tardos ni perezosos, los vagabundos dejarán salir lo peor de ellos, en una noche de excesos, gula y sexo, que Buñuel representa como si de una “Última Cena” se tratará, dándole al ciego el privilegiado lugar de Cristo, que escucha todo divertido desde su lugar .

Adaptación de la novela “Halma”, de Benito Pérez Galdós, Viridiana es una de las obras maestras de Don Luis, de las más provocadoras y sugerentes, no nada más por confrontar -como casi siempre- al catolicismo y subvertir sus simbolismos, sino también por su crítica burlona a sus bondades con los desposeídos y por un intrigante subtexto político, como el hecho de ver cómo aprovechan unos pobres e ignorantes vagabundos el poder y muchas libertades, si se les van dejando poco a poco.

DVD: TOUT PRÈS DES ÉTOILES * * * *

El documental Cerca de las Estrellas (Tout Près des Étoiles, Francia, 2001), del director Nils Tavernier, nos sumerge en la vidas de los bailarines de la Ópera de París, a través de testimonios y entrevistas a varios de sus miembros y equipo técnico. Cerca de las Estrellas es un documental que nos envuelve de manera eficaz en los sabores y sinsabores de formar parte de tan importante institución de prestigio internacional.
Haciendo uso de una cámara que está presente en momentos importantes de los bailarines, como sus ensayos y los instantes en el camerino, previos a salir al escenario, Tavernier nos lleva de la mano en un documental bien realizado, en donde podemos disfrutar incluso a los
artistas en plena acción sobre el escenario.

El documental nos presenta un retrato muy humano de los artistas, sobre las alegrías y satisfacciones de sus carreras, pero sus penas y calamidades personales, como consecuencia de llevar a cuestas el gran prestigio de la institución a la que pertenecen, todo en un recorrido durante los ensayos para "El lago de los cisnes", junto con las palabras tanto de "primeros bailarines" como de bailarines de apoyo, incluyendo además coreografías preciosas y montadas en escena con todo y la música de "El lago de los cisnes".

La experiencia de apreciar un documental como Cerca de las Estrellas, nos despierta emociones encontradas. Podemos sentirnos maravillados ante la belleza de la danza, del mismo cuerpo humano y lo que es capaz de lograr en un escenario, pero también sentir algo de lástima y compasión ante la forma en que pueden acabar lastimados los artistas. Desde edades muy tempranas, los bailarines se ven sometidos a entrenamientos tortuosos, sobre todo si no se tiene la vocación necesaria. Cerca de las Estrellas, por tal razón, hace honor a su título.

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