viernes, 23 de noviembre de 2007

BEOWULF * * * *

Ray Winston da voz y movimientos a Beowulf.

Un par de ratas caminan por el techo de un castillo. De pronto, son atrapadas por un águila. Mientras, la cámara nos va guiando, desde adentro de la fortificación hacia fuera, llevándonos por el camino que va surcando el ave; cruzando árboles, montañas y un inmenso paisaje nevado. Finalmente, nos encontramos con una monstruosa criatura, que pronto sembrará el terror dentro del castillo del rey Hrothgar (voz, rostro y movimientos de Anthony Hopkins). Este tipo de sutilezas estilísticas son las que el realizador Robert Zemeckis gusta incluir en su aventuras animadas. Beowulf (2007), su segundo trabajo en el género animado luego de The Polar Express (2004), donde nos enseñó el máximo alcance de la tecnología en el campo de la animación por motion-capture.

Beowulf es el nuevo experimento foto realista de Zemeckis en un largometraje animado. El punto de partida es el famoso poema épico medieval sobre las aventuras de un guerrero, Beowulf (voz y movimientos, pero no el rostro, de Ray Winston), popular por sus hazañas venciendo toda clase de monstruos y demonios. La técnica del motion-capture toma como referencia los movimientos corporales de actores reales, a través de sensores que cubren todo su cuerpo, siendo registrados digitalmente en la computadora (técnica llamada de animación en tiempo real). Esto da lugar a personajes que lucen tan reales, que muchos actores se han puesto a temblar (digo, más o menos en broma) al ver la posibilidad de ser sustituidos por sus versiones animadas. 

Muchos videojuegos son capaces de lucir como estos filmes. Sin embargo, Beowulf es una prodigiosa película de aventuras, que hace ver a 300 (2006) como una pequeñez. Zemeckis hace un magistral uso de la tecnología, en una intrigrante y fascinante historia ambientada en la Dinamarca de inicios de la Edad Media. Una región danesa es asolada por un terrorífico troll devora-hombres, Grendel (Crispin Glover). Acompañado por una docena de vikingos, Beowulf arriba al reino de Hrothgar para enfrentar al monstruo, un engendro con el que el mismo rey tal vez tenga demasiado que ver.

La madre de Grendel, es una sensual y bella “bruja” (Angelina Jolie), la cual intentará tomar venganza hechizando, con sus nada despreciables encantos, a Beowulf, continuando así con la maldición a la que alguna vez sometió a Hrothgar. Su mucho más joven esposa (Robin Wright Penn), es una melancólica reina, que acaba cautivada por el legendario Beowulf. El brazo derecho y consejero del rey (John Malcovich), se muestra hostil e incrédulo hacia Beowulf, además de que quiere convencer al rey de  cambiar al dios Odin por Jesucristo.

Adaptada por Neil Gaiman y Roger Avary, Beowulf es toda una experiencia visual, con muchos toques de horror gore (la sangrienta escena inicial en la que se nos presenta a Grendel, no da descanso ni concesiones al espectador). Hay detalles caprichosos, que sólo esta tecnología podría permitir, como situarnos en el punto de vista subjetivo de la bruja nadando en el agua, hasta ver su propio reflejo en un escudo dorado. Si se aprecia en 3D la experiencia es única, acrecentada por la potente y épica banda sonora de Alan Silvestri, (músico de cabecera de Zemeckis).

EN CARTELERA: ENSEMBLE, C'EST TOUT * * * 1/2

El más reciente filme del multifacético productor, actor, guionista y realizador Claude Berri, Juntos Nada más (Ensemble, C’est Tout, Francia, 2007) es una comedia agradable y que funciona gracias a la simple y llana naturalidad de cada uno de sus personajes, un grupo de solitarios que comparten el mismo vecindario, encerrados en un mundo de problemas, complejos y conflictos, que acabarán unidos gracias a la amabilidad y desinterés de la única mujer protagónica, Camille (Audrey Tautou), una chica sin mucha personalidad, pero con buen corazón.

Juntos Nada Más transmite un mensaje directo, como su título original indica: la importancia de la amistad, la preocupación por el vecino, resaltando la importancia de aquellos detalles que parecerían insignificantes, como un pequeño saludo al cruzarse en el patio, la invitación franca de Camille, que sobrevive como empleada de limpieza, a cenar en su apartamento para empezar una amistad con un tímido y excéntrico sujeto, Philibert (Laurent Stocker, notable), que admite ser Marqués de la Tubeliere, dos seres que acabarán unidos por un peculiar vínculo.

Basada en la novela de Anna Gavalda, la película de Berri está llena de estos detalles que la convierten en un simpático relato sobre el sentimiento humanitario y el crecimiento de sus criaturas, que vivirán en un gran apartamento, cargado en su decoración barroca, para recordarnos el supuesto origen noble de Philibert, que sufre de tartamudismo. Philibert decide llevarse a Camille a su apartamento cuando esta cae enferma. Sin embargo, los enfrentamientos no se dejarán esperar, cuando Frank (Guillaume Canet), un cocinero trabajador con quien Philibert comparte el apartamento y que en sus ratos libres cuida a su abuela enferma, choque con Camille, cuando esta quiera acercarse a cambiar su malhumor y encerrada forma de vida.

El trabajo de todo el reparto es intachable, empezando por Audrey Tautou, a quien de alguna forma se le siguen dando estos personajes estilo Amèlie (Jean-Pierre Jeunet, 2001), de chica bienintencionada y preocupada por los demás. La abuela de Frank, a pesar de su pequeñísima participación, se roba cada una de las pequeñas escenas en las que aparece. Pero quien se roba la película es Philibert, un personaje interesante y carismático, que aspira convertirse en actor y encontrar una mujer con la cual llenar su soledad, aunque antes deberá superar su tartamudismo. Eso lo hará no tanto con las interesantes terapias a las que recurre con un especialista, sino adquiriendo la confianza que necesita en sí mismo. Es en esos momentos y en los ensayos teatrales, de suma naturalidad, en los que el filme de Berri brilla, por encima de la más convencional y predecible trama de Camille.

EN CARTELERA: THE KINGDOM * * 1/2

De principio a fin se nota que The Kingdom (E.U., 2007) es un proyecto dirigido a distancia por Michael Mann, en el que vuelve a explorar los alcances del formato digital de alta definición. Mientras, el actor, productor, guionista y realizador (en apenas su segundo largometraje) Peter Berg, parece seguir instrucciones precisas para lograr un intenso thriller con un claro mensaje hipocritón de fraternidad y trabajo en equipo, entre dos corporaciones policiacas, el FBI por parte de los E.U., y la cuerpo policiaco de élite de los Emiratos Árabes Unidos.

Los primeros minutos de The Kingdom, muestran a Berg como una especie de alumno aventajado de Mann, al situarnos en una intensa secuencia magistralmente ejecutada, con un doble atentado con coches bomba en un vecindario estadounidenses en Arabia Saudita. El responsable es un grupo terrorista (como hermano de Al Quaeda), y luego vendrá una persecución para atrapar a los sospechosos, iniciándose una investigación que indagará entre la misma policia árabe.

El FBI envía a un equipo especial a investigar el caso y tratar de capturar a los responsables, encabezado por el agente Ronald Fleury (Jamie Foxx, en su tercera colaboración con Mann), y conformado por un experto en bombas (Chris Cooper), una investigadora forense (Jennifer Garner) y un sarcástico agente (Jason Bateman), que chocará con los métodos de sus colegas árabes y sus protocolos, quienes al parecer no saben cómo manejar una investigación de esta magnitud y necesitan que los más expertos, poderosos, listos, simpáticos, inteligentes y algo rebeldes norteamericanos les den una lección de su metódico profesionalismo metódico.

Siendo producido por Mann, especialista en thrillers adrenalínicos, lo normal es tener aquí un espectacular thriller, con escenas logradas como aquella de la emboscada en la carretera, que seguirá en el enfrentamiento en un barrio para dar con los terroristas. Sin embargo, las verdaderas intenciones de Berg y su guionista Matthew Michael Carnahan, no son más que mostrar el eterno y repelente discurso de superioridad en fuerza e inteligencia estadounidense, ante un país como Arabía Saudita, que es mostrado aquí como de tercer mundo, cuando en realidad es un país desarrollado y con un fuerte poder económico. Pero claro, eso no interesa mucho a Berg y a Carnahan, que también intentan humanizar a los policias en las figuras de sus dos jefes, Ronald y su similar árabe, el ingenuo coronel Faris (buena actuación de Ashraf Barhom), ambos padres de familia, quienes descubren muchas cosas en común entre ellos, y cuya tranquila vida familiar se desequilibra con la violencia del terrorismo.

Una atractiva secuencia de créditos inicial, nos hace un rápido y preciso recorrido por la eterna guerra del petróleo, el oro negro de ese “reino” del título, pero en The Kingdom estamos lejos de ver un buen filme de suspenso político al estilo de Syriana (Stephen Gaghan, 2005). En realidad, no estamos más que ante una película que sigue explotando la paranoia del terrorismo, con buenas escenas de acción, sí, pero el terrorismo no es más que un simple pretexto para desarrollar una trama de claro regusto imperialista.

DVD: SPYKIDS 2: ISLAND OF LOST DREAMS * * * 1/2

Tomemos los elementos característicos de una película de espías (la franquicia de James Bond, por ejemplo), de un filme protagonizado por una familia armoniosa y feliz (muy a lo Disney), efectos digitales, una trama algo disparatada, y tendremos una entretenida película infantil, hecha para los niños del siglo XXI, en Spy Kids 2: Island of Lost Dreams (E.U. 2002). Esta segunda parte de Spy Kids (Robert Rodríguez, 2001), que nos presentó a los hermanos pre adolescentes Carmen Cortez (Alexa Vega) y Juni-Cortez (Daryl Sabara), jóvenes espías al servicio del gobierno de los E.U., que tienen a su disposición una gran variedad de "gadgets" e ingenio, ofrece una extensión de aquellas dosis de acción y aventuras, en donde deben llevar a cabo una nueva misión. Los Cortez verán amenazado su trabajo, debido a la presencia de otros dos niños, también hermanos. Carmen y Juni han ascendido en sus grados de espías. Su padre, Gregorio Cortez (Antonio Banderas), ve frustrada su ilusión de convertirse en el nuevo director de la CIA, al serle arrebatado el puesto por el padre de los nuevos hermanos espía.

Una arma secreta parecida a un platillo volador, es robada por un ejército de robots magnéticos, y llevada a una misteriosa isla. Para mala suerte de Carmen y Juni, la misión para rescatar el arma secreta se la asignan a sus competidores, los hermanos Giggles (Matt O’Leary y Emily Osment). Los Cortez no se quedarán cruzados de brazos y se les adelantarán a los Giggles en el rescate del arma en la Isla Misteriosa, bajo el poder de un científico loco, involucrado en la creación de esta arma y que ha experimentado con animales para crear una fauna extraña y fantástica, al estilo de las criaturas animadas de Ray Harryhausen, que merodean por toda la isla.

Spy Kids 2 se nota inspirada en la novela de Julio Verne La Isla Misteriosa, de la que se han hecho algunas adaptaciones al cine, donde se narraban las aventuras del capitán Nemo en una isla poblada de gigantescos animales. Spy Kids 2 es una aventura estridente y caricaturesca, con secuencias de acción como extraídas de algún dibujo animado de acción.

Dirigida, producida, escrita, fotografiada, musicalizada y editada por Robert Rodríguez, el “hombre orquesta” echa mano de sus actores de cabecera (Antonio Banderas, Cheech Marín, Steve Buscemi), en un cóctel de referencias a películas de fantasía y ciencia ficción, como al mencionado libro de Julio Verne, pasando por la catástrofe científica de Jurassik Park (Steven Spielberg, 1993), y referencias a los clásicos del cine mitológico como Jason and the Argonauts (Don Chaffey, 1963) y Clash of the Titans (Desmond Davis, 1981), nada más con ver esos esqueletos guardianes del tesoro y la bestia marina bicéfala del filme de Rodríguez.

El reparto infantil es magnífico, los efectos visuales son buenos, el diseño de arte colorido y atractivo (inspirado en la arquitectura maya en algunas construcciones de la isla), divertidas secuencias (la pelea de los niños espías contra el ejército de robots o la pelea final contra el simio-araña), Spy Kids 2, es verdad, no escapa de las típicas tramas hollywoodenses patrioteras, en las que hay que salvar al mundo de alguna amenaza tecnológica.

Como sea, Spy Kids 2 es un filme que destaca por ser un efectivo entretenimiento familiar, por su premisa sobre la unión familiar (los chicos se ponen a darles lecciones vitales a sus propios padres), la conservación ecológica y la constancia.

jueves, 22 de noviembre de 2007

EL ORFANATO * * * 1/2



Belen Rueda.

Elegida para representar a España en la próxima entrega de los Oscares, dentro del rubro de Mejor Filme Extranjero, El Orfanato (México-España, 2007), primer largometraje del joven realizador catalán Juan Antonio Bayona, no ha sido (para mi gusto al menos) la mejor elección por parte de la Academia de Cine Española, para que España aspire a la preciada estatuilla dorada. Me agradó el trabajo de Bayona, aunque no me entusiasmó como yo esperaba esta historia de suspenso paranormal y de fantasmas, producida por Guillermo del Toro, con muchas referencias cinematográficas que van de The Elephant Man (David Lynch, 1980) a Poltergeist (Tobe Hooper, 1982).

No del todo perfecta, en especial en su guión, mucho se ha intentado comparar a El Orfanato con The Others (Alejandro Amenábar, 2001), pero la verdad he encontrado que una no tiene nada que ver con la otra. Es cierto que toda la acción de la película de Bayona transcurre en una residencia antigua, y que la protagonista principal es una madre angustiada y aterrada por los fenómenos paranormales que se van manifestando en la casa. Pero hasta ahí llega la relación de ambas. Al filme lo encontré más cercano a Poltergeist, con escenas y algunos personajes copiados de aquel entretenido filme fantasmagórico, al igual que su premisa argumental: un niño, Simón (Roger Príncep) es raptado por los espíritus de unos niños, que en vida habitaron en la casa tiempo atrás cuando esta era un orfanato, llamado El Buen Pastor.

Laura (notable Belén Rueda), madre adoptiva de Simón y habitante del orfanato cuando era niña, se dedicará a buscarlo desesperadamente por toda la casa, el pueblo y la playa cercanos, junto a su esposo (Fernando Cayo), sin tener señales del niño. La principal sospechosa es una anciana trabajadora social (Montserrat Carulla), que días antes fue a buscar a Simón para querer llevárselo. Sin embargo, no pasará mucho tiempo para que Laura se de cuenta que hay una fuerza paranormal detrás de la desaparición de Simón, al ver que los amigos imaginarios del niño son en realidad los fantasmas de los antiguos huérfanos. Uno en especial, con la cabeza cubierta con una bolsa, le sacará dos o tres sustos.

Cuales émulos de los investigadores de lo paranormal de Poltergeist, una médium (Geraldine Chaplin) y un investigador (el mexicano Edgar Vivar), irán a la casa para tratar de ayudar a Laura a encontrar a Simón, descubriendo hechos reveladores sobre tragedias y asesinatos ocurridos en la casa muchos años atrás.

No estamos ante nada nuevo, pero si algo sorprende de la película es la cuidada dirección de Bayona, basada en finos movimientos de cámara, en una elegante fotografía de Oscar Faura, en el gran desempeño de todo el reparto, en el bien asimilado estilo que el realizador tiene de Guillermo del Toro, como se ve en aquella escena del juego de Laura con los niños fantasma, mientras estos van apareciendo gradualmente, de lo mejor del filme. En cuanto a su forma, la película no tiene reproche alguno.

Si algo falla, es el guión inestable de Sergio G. Sánchez, con muchos altibajos. Después de una buena primera mitad, la película cae en un letargo algo cansado (diré nada más que es a partir de cuando Laura se queda sola), recuperándose hacia la parte climática. Además, el personaje del niño fantasma con la cabeza cubierta, queda perdido y sin mucho sentido en la trama, mientras el final de la historia no queda del todo bien resuelto.

Con todo y sus defectos, El Orfanato es un buen trabajo que vale la pena, en especial para los seguidores (como yo) de la filmografía de Guillermo del Toro. Las inquietudes temáticas del realizador mexicano están ahí presentes: los niños como los únicos seres capaces de entender y afrontar lo sobrenatural.

DVD: MULHOLLAND DRIVE * * * * *

Lewis Carroll escribió "Alicia en el país de las maravillas" en 1865, a petición de una niña llamada Alicia Liddell, basada en una historia que Carroll le había contado antes, sobre una niña que, en pleno verano, llega a un mundo de fantasía por seguir a un conejo nervioso, apurado por llegar a una cita, un mundo donde la lógica será confrontada y el absurdo es moneda corriente en sus personajes. David Lynch retoma la premisa argumental del libro de Carroll en su película Mulholland Drive (Francia-E.U. 2001), para ofrecer una visión moderna, obscura y retorcida de la historia de Alicia en el País de las Maravillas.

Una elegante y atractiva mujer, Rita (la mexicana Laura Elena Harring), huye de unos mafiosos italianos hacia Beverly Hills, luego que su limusina es impactada por un auto a exceso de velocidad, precisamente en la famosa avenida Mulholland Drive, en medio de la noche. Agotada y herida, Rita despierta en el porche de un edificio, y se introducirá a uno de los apartamento, a donde llegará poco después Betty (Naomi Watts), sobrina de la dueña del lugar y aspirante a convertirse en actriz de cine, encontrando a Rita desorientada y amnésica.

Betty ayudará a Rita a recuperar la memoria, su identidad, mientras intenta participar en la audición para una película, en la que mafiosos se encuentran involucrados en su producción, con un enano deforme como jefe en las decisiones finales.

Mulholland Drive va más allá del simple ejercicio estético, un proyecto que surgió a partir de un programa piloto que Lynch propuso para una teleserie al estilo de Twin Peaks (1990-1991), una serie creada por el realizador y de la cual hizo una adaptación al cine en 1992, pero que fue rechazada por lo compleja que resultó a los ejecutivos. Al final, Lynch decidió tomar ese programa piloto y transformarlo en una película, siguiendo más o menos el mismo camino de Twin Peaks, dando como resultado una auténtica película surrealista, en la que cabe incluso la acostumbrada crítica fuerte y aguda al sistema cinematográfico de Hollywood. Un filme barroco en su puesta en escena, y que tiene elementos anacrónicos de los 1950 y 1960, (la secuencia de créditos inicial es un baile a ritmo de swing), haciendo de Mulholland Drive un relato onírico, enfermizo, demencial y desquiciante, acerca de la pesadilla de una actriz frustrada por no poder salir adelante en su carrera y quedar relegada a papeles secundarios.

Lynch desarrolla una narración del cíclica, que parece interminable, del sueño dentro del sueño...¡dentro del sueño!, del cine dentro del cine, en una edición magnífica de Mary Sweeney, nutriéndose del film noir como en casi toda su filmografía, en donde no deja de sentirse un tono pesimista y decadente, junto a la notable fotografía de Peter Deming. Una metáfora sobre el idílico estrellato de Hollywood y sus víctimas más directas: las actrices jóvenes. Para Lynch, los productores millonarios de los grandes estudios, son una mafia poderosa, bien reflejado en aquella escena en la que el director y productores de la película en la que desea actuar Betty, discuten en la mesa quién será la protagonista principal del filme.

Los personajes (y nosotros mismos como espectadores) están en la fina línea del mundo real y el mundo de los sueños, y como sucede siempre en los filmes de Lynch (Eraserhead/1977 o Lost Highway/1997), no se puede distinguir cuando empieza uno y termina el otro, o será que los dos son siempre el mismo, que no hay mucha diferencia entre ambos. Será que esa cajita azul que abren Betty y Rita es la llave que abre un espacio hacia esa locura y caos, donde los sueños nunca terminan.

martes, 20 de noviembre de 2007

DVD: MIES VAILLA MENNEISYYTTÄ * * * *

Un Hombre sin Pasado (Mies Vailla Menneisyyttä, Finlandia-Alemania-Francia 2002), del director finlandés Aki Kaurismäki, forma parte de una trilogía dedicada a la otra cara de Finlandia: la de los indigentes. Con una visión realista, Kaurismäki ofrece un relato de corte social, sobre las condiciones en las que se ven inmersas las personas marginadas y sin hogar. Viajando en ferrocarril, un hombre a quien identificaremos tan sólo como M (Markku Peltola) llega a Helsinski con un pequeño maletín, en el que contiene lo que parece ser su herramienta de trabajo. En un parque es asaltado y golpeado por tres hombres, que lo despojan de sus identificaciones y pertenencias. Malherido y sin poder mantenerse en pie consigue llegar a un hospital, en donde se le declara clínicamente muerto minutos después.

Sin embargo, M revivirá y con la cabeza vendada saldrá del hospital, para ser recogido después por una familia de marginados sociales, con quienes se terminará de curar. Una vez repuesto, un amnésico M tendrá problemas para tratar de conseguir trabajo y realizar trámites. Irma (Kati Outinen, actriz fetiche de Kaurismäki), que trabaja para el Ejercito de Salvación, una organización de beneficencia para indigentes, le ayudará a tener un empleo en dicho agrupamiento, para luego terminar enfrascados en una relación sentimental.

Kaurismäki lanza una mordaz crítica a la situación social que vive Finlandia, recurriendo a un tono agradablemente humorístico, protagonizado por unos personajes siempre hieráticos y solemnes. Kaurismäki está del lado de los indigentes y marginados sociales, que para el gobierno son inexistentes como ciudadanos, a menos que tengan un número de seguridad social, nombre, apellidos y un techo donde vivir, situación irónica viniendo de un país como Finlandia, de los países con mejor calidad de vida en el mundo.

El rock clásico, su sembradío de papas, una banda anticuada de músicos, su trabajo en el Ejército de Salvación y su relación con Irma, son las alegrías de M, que por momentos parece disfrutar mucho su nueva vida. El personaje del agente de seguridad, con un dócil perro llamado "Hannibal", constituyen una burla hacia una autoridad que, aunque corrupta, da señales de tener un poco de humanismo, quedando así un cuadro de personajes que conforman una caricatura política en la cinta.

Las actuaciones de Peltola y Outinen son magníficas. En el filme de Kaurismäki (como en toda su filmografía) las palabras salen sobrando, y los pocos diálogos son dichos por los personajes de una forma teatralizada. La fotografía es de luces fuertes y con una paleta de colores encendidos, que intentan acentuar el optimismo de un mundo olvidado por la soberbia del gobierno.

++Un Hombre sin Pasado estuvo nominada como Mejor Película Europea, dentro del certamen para los Premios del Cine Europeo 2002.

lunes, 19 de noviembre de 2007

DVD: THE LORD OF THE RINGS: THE TWO TOWERS * * * * 1/2

George Lucas se adelantó al darnos una prueba de lo que se podía hacer si se dominaban las técnicas digitales en Episode 1: The Phantom Menace (1999) y Episode 2: Attack of the Clons (2002), pero quedó patente como, a pesar de su gran poder y dominio con estas tecnologías, también demostró su falta de control al usarlos en su saga de Star Wars. Por esa época se estrenaban en el cine las películas de The Lord of the Rings, magna obra del neocelandés Peter Jackson, realizador que, contrario a Lucas, hizo un sabio uso de los efectos especiales. Para Jackson el ordenador y los efectos digitales son una herramienta más al servicio de la película, no el protagonista principal.

Adaptaciones de la gran obra del escritor sudafricano de culto J.R.R. Tolkien, la epopeya mítica The Lord of The Rings formada por tres libros, además de una especie de introducción, The Hobbit (en rumores de ser adaptada también al cine) y un epílogo (Silmarillion), Peter Jackson tuvo la titánica empresa de filmar los tres libros principales al mismo tiempo en su natal Nueva Zelanda, estrenando uno al año. Jackson dejó boquiabiertos a miles de espectadores con su espectacular visión de la Tierra Media al estrenar la primera parte, The Fellowship of the Ring (2001), que marcaba el inicio de la misión que debía llevar a cabo el hobbit Frodo (Elijah Wood) y su inseparable amigo Sam Gamyi (Sean Astin), de destruir el último anillo de los siete Reyes arrojándolo en el volcán de la región obscura de Mordor.

The Two Towers (E.U.-Nueva Zelanda, 2002), segunda parte de la serie, maneja tres líneas narrativas diferentes, producto de la división que sufre la "Comunidad del Anillo", que Jackson resuelve hábilmente en la alternancia entre una y otra narración, sin que decaiga el interés en alguna, o se pierda el punto medular de la trama: la guerra del ejército obscuro del maléfico Saruman (Christopher Lee), conformado por uruk-hais y orcos, para tener en sus manos el control del reino de Rohan, gobernado por el rey Theoden (Bernard Hill). Mientras, Frodo y Sam en su viaje hacia Mordor, se encontrarán con Gollum (voz y movimientos corporales de Andy Serkis), criatura que fuera el antiguo poseedor del anillo y que busca recuperarlo, ofreciéndose para guiarles en su travesía.

Aragorn (Viggo Mortensen), Legolas (Orlando Bloom) y el enano Gimli (John Rhys-Davies), se encuentran buscando a los hobbits Merry (Dominic Monaghan) y Pippin (Billy Boid). Los primeros llegarán a Rohan y ayudarán al rey en la guerra contra Saruman, mientras los dos hobbits extraviados intentarán convencer a Bárbol, líder de los árboles "ents", para que ayuden a vencer a Saruman, en una guerra que concierne a todos, quiéranlo o no. Además, sabremos qué fue del mago Gandalf (Ian McKellen), después de verlo caer en el abismo de las minas de Moria.

La adaptación es fiel al libro, con el único detalle (presente en todas las películas) del personaje de Arwen (Liv Tyler), la elfa enamorada de Aragorn, que no existe en los libros originales. A esta clásica historia del bien contra el mal, no se le dejó de ver un subtexto bélico respecto a la situación mundial de ese año, con el reciente ataque terrorista a las Torres Gémelas (Las “Dos Torres” del título), la invasión estadounidense en el Medio Oriente y el mensaje de unión entre las diferentes regiones de la Tierra Media para vencer al enemigo.

Como sea, lo cierto es que el filme es un impresionante espectáculo visual, que jamás va en detrimento de la trama. Lo mejor es la concepción visual que Jackson desarrolló, inspirada en las ilustraciones creadas por Alan Lee para los libros de Tolkien. En su edición de sonido, su impresionante trabajo de maquillaje y efectos visuales tuvo nominaciones al Oscar, aunque el buen trabajo fotográfico conseguido en The Fellowship of the Ring, creo yo, no fue igualado en esta segunda parte. Hay mucha acción, los efectos especiales son más espectaculares, la galería de personajes se amplía, pero ahora se forma un triángulo amoroso entre Aragorn, Arwen y Eowyn (Miranda Otto), la hija del rey de Rogan, que se nota siempre forzado y su desarrollo es nulo, ya que no existía en el libro.

Fuera de las lecturas políticas que se le puedan dar, el filme (como toda la trilogía) es una valiosa pieza dentro del género fantástico, que supo conjugar acción y profundidad psicológica en un buen guión.




CINESPAÑA: LA BUENA VOZ * * 1/2

El andaluz Antonio Cuadri (responsable del entrañable melodrama familiar y de crecimiento Eres mi Héroe/2003), ha sabido combinar en su corta filmografía encargos tanto para televisión como para cine. Entre sus recientes trabajos para la tele se encuentra La Buena Voz (España, 2006), telefilme que aunque en su guión sigue algunas convenciones de la telenovela más elemental, sorprende por una atractiva realización, filmando con cámara digital la historia de un taxista, Pepe (José Luis Gómez), encarnación del macho español, con su madre enferma en cama y que gusta ver el fútbol cómodamente en el sofá de su estancia, apenas haciendo caso a su esposa, Rosa (Pilar Velázquez), formando un maduro matrimonio sin hijos.

Paseando en su taxi por las calles de Bilbao, la película tiene una magnífica primera mitad. Cuadri demuestra mucha habilidad para sacar partido a la cámara digital, filmando de manera atractiva los recorridos en taxi de Pepe, poniendo la cámara igual dentro que arriba del auto, siguiendo al taxista en el supermercado, en resumen, demostraciones estilísticas que nos involucran y hacen participes de la rutinaria existencia del taxista. Somos un pasajero más en su taxi, un compañero indiscreto de su vida.

Un día cualquiera en su taxi, Pepe sufrirá un infarto. Aunque saldrá bien librado de esta crisis, se dará cuenta que su salud es delicada, ya que el corazón no le dejará de avisar que cualquier otro infarto podría ser fatal. Sus problemas no terminan cuando aparece Begoña (Klara Badiola), antigua amiga de Rosa y con quien Pepe sostuvo una intensa relación romántica, antes de comprometerse con su ahora esposa. Begoña vive en Barcelona con su hijo veinteañero, Jordi (Biel Durán), un chico homosexual y confundido que desprecia las insinuaciones y presiones de un antiguo compañero. Pepe descubrirá que es padre de Jordi y lo difícil será encontrar un lado paternal que nunca ha experimentado, pero lo peor para este taxista macho, huraño y frío, será también aceptar la homosexualidad de su hijo.

Escrita por Claudio Crespo y Carita Boronska, La Buena Voz (título tomado de una poesía de Antonio Machado) es un relato de vidas entrecruzadas y del ajuste de cuentas de un hombre con su pasado, que luchará por encontrar la tolerancia hacia su esposa y su hijo reaparecido. Sin embargo, la película es tan fría y seca como el propio Pepe, con el cual cuesta mucho trabajo empatizar y conectar. Luego de una primera mitad muy lograda, Cuadri nos deja con un simple y común telefilme, nada lejos de parecer una telenovela, para colmo resuelta de una forma muy apresurada, sin ver en qué momento Jordi, reconciliado y en paz con su propia condición homosexual, también logró lo mismo con su padre.

CINE ANIMADO: ANASTASIA * * * 1/2

Comparado con el trayecto que han tenido las grandes casas productoras de largometrajes animados, como la Disney Pixar y la Dreamworks, el paso de los Studios Fox ha sido lento pero seguro, con relativos éxitos como Robots (Wedge-Saldanha, 2005), Ice Age y secuela (2002/2006), su filial, la Fox Animation Studios, ha producido contados filmes animados, como Anastasia (Bluth-Goldman, 1997) y Titán A.E. (idem, 2000), esta última un relato de ciencia ficción sobre aventuras espaciales.

Anastasia (E.U., 1997) es un verdadero musical animado, donde sus personajes cantan y bailan en elaboradas coreografías y escenarios, que tratan de emular alguna superproducción musical clásica de la MGM, formando un espectáculo poco común en un largometraje animado.

El relato se ubica durante la Revolución Rusa, a principios de siglo XX, y rescata la hipótesis del escape de la duquesa Anastasia Nikolaevna (voz de Meg Ryan), hija menor del Zar Nicolás II, último soberano de Rusia, durante el asalto al palacio del ejército bolchevique, por lo que no moriría asesinada junto a sus padres y hermanos en 1918. Muchos años después, varias mujeres afirmaron ser la duquesa, sin que nada pudiera comprobarse debido a que los restos de varios miembros de la familia real, incluyendo Nicolás y su esposa, fueron hallados hasta 1991.

La película, dirigida por Don Bluth (director de All Dogs Go to Heaven/1989, Titán A.E./) y Gary Goldman (productor y corealizador en esas mismas producciones), narra las aventuras de la joven Anastasia, que vive en el campo sin saber nada de su pasado noble acompañada tan solo por un perrito. Durante un viaje a San Petersburgo, para cumplir su sueño de conocer más mundo, se reencontrará con sus orígenes al entrar al palacio abandonado, y ahí conozca a un chico, Dimitri (voz de John Cusack), quien trabaja para un el productor teatral Vladimir (voz de Kelsey Grammer), ambos en la búsqueda de una chica que interprete a Anastasia en una obra que planean montar.

El gran defecto del filme, es que si bien es cierto que se nota inspirada en los musicales de la Disney, su villano, nada menos que el místico Rasputín (voz de Christopher Lloyd), quien en la realidad se dice ayudó a la caída de Nicolás y su familia, que cae en las peores convenciones de los villanos de la Disney, en toda su concepción visual, grotesca y extraña ya que es una suerte de muerto viviente por una brujería mal hecha. Sus rutinas cómicas se limitarán a jugar con sus extremidades, huesos y demás partes, que se le van cayendo. Todo el tiempo está encerrado en su guarida, con un murcielaguito que será su emisario.

Fuera de este lamentable fallo, la película es un gran espectáculo visual y musical, con una estupenda banda sonora y canciones escritos por Stephen Flaherty y David Newman, una impresionante técnica de animación inclinada hacia el realismo en los personajes, en sus gestos y movimientos, con escenas estupendas como aquella del viaje en tren. De haber cuidado más su guión sin ese fallido villano, la película y su historia romántica hubieran quedado mejor.

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