viernes, 16 de julio de 2010

CIRQUE DU FREAK: THE VAMPIRE'S ASSISTANT * * 1/2

¿Tom Waits? No, es John C. Reilly, junto a Salma Hayek en "Cirque du Freak: The Vampire's Assistant".

La primera hora de Cirque du Freak: The Vampire’s Assistant (2009), es lo que más vale la pena en esta primera aproximación al cine de la serie de 12 libros del mismo título, escrita por Darren Shan. ¿Las razones? Para empezar , su secuencia de créditos es genial, una animación que parece creada para un filme de Tim Burton. Después, la presentación de su protagonista, Darren (Chris Massoglia), como un adolescente lidiando con su estresante vida familiar, y la atractiva introducción de una surrealista galería de freaks en un circo ambulante. Por últmo, hay una lucha entre dos líderes vampiros, el “bueno”, Larten Crepsley (John C. Reilly) y el “malo”, Marlaugh (Ray Stevenson), en un cementerio, usando las lápidas de todas formas imaginables. Todo esto parece prometer una película entretenida y plena de humor negro. Por desgracia no es así, o al menos para mí no funcionó así del todo.

Por alguna razón, la cual se debe a un guión demasiado blando en su segunda mitad, esta adaptación del libro “The Vampire’s Assistant” se torna aburrida justo cuando no debería. Me refiero a la parte en que la historia se atora en el campamento del circo, encabezado por un gigante (Ken Watanabe). Hay un par de detalles que hubieran podido explotarse más: ese romance entre Darren y una “niña mono” (Jessica Carlson), y el carisma de uno de los freaks, Evra el “chico serpiente” (Patrick Fugit), de piel escamosa y que si lo saludas te deja una substancia pegajosa que te causa comezón.

Darren y su amigo Steve (Josh Hutcherson), este último un experto en todo lo relacionado con vampiros, visitan el Cirque du Freak, en donde descubrirán toda clase de fenomenos, desde un “hombre lobo” (que parece más un hombre mandril), hasta una gitana barbuda, Madame Truska (Salma Hayek). Pero el que más les llama la atención, es el entrenador y “encantador” de una araña enorme. Darren, cual Peter Parker, se sentirá atraído por la araña al ser él mismo un amante de estos insectos, mientras Steve reconocerá en ese hombre a un antiguo líder vampiro, Larten.

No pasará mucho para que ambos se metan en dificultades, y conozcan a Gavner Purl, interpretado por un también desperdiciado Willem Dafoe. Darren tendrá que hacer un pacto con Larten, con tal de obtener el antídoto que puede salvar a Steve de la picadura de la araña: convertirse en su asistente-aprendiz. ¿Cómo? Aceptar transformarse en “medio vampiro”.

Uno podría pensar que ha habido un miscast de John C. Reilly, al darle el papel de un vampiro. Pero para ser sincero, con su look de primo hermano de Tom Waits, Reilly hace un gran trabajo interpretando al vampiro Larten. En su papel de maestro-protector de Darren, Reilly es muy convincente, sin necesidad de mostrar colmillos sangrientos. Y es que Larten es de los vampiros que no matan a sus víctimas, sólo las duermen sedándolos y toman la sangre necesaria para alimentarse. Contrario a la otra mitad de vampiros malos, los vampeze, encabezados por un pelón de anteojos y traje impecable.

Dirigida por Paul Weitz (American Pie, About a Boy), al ser la adaptación de unos libros que son casi tan famosos como la serie de Harry Potter, y con una manufactura tim-burtoniana, The Vampire’s Assistant es de esas películas que se siente debieron haber estado mejor. Los efectos especiales son buenos, y hay unos “fenómenos” interesantes además de Evra, como la chica que regenera cualquiera de sus extremidades mutiladas. Otros no son tan simpáticos como quisieran, como esas criaturitas encapuchadas, especie de minizombies (al final se nos revela qué son realmente, no se impaciente). El problema es que la película es aburrida hasta para niños (¿será para niños?) y además, Chris Massoglia es tan buen actor como yo un genio de la física nuclear.

++Lo mejor: su secuencia de créditos y lo sorprendentemente original que resulta John C. Reilly como vampiro.
++Lo peor: Que está llena de buenas ideas desperdiciadas.

lunes, 12 de julio de 2010

PEANUTS, EL CINE Y LOS MEDIOS


(Tira publicada originalmente el 4 de julio de 1963)

Para todos aquellos que estaban preocupados por la salud de Snoopy, comentar que ya ha sido dado de alta del hospital veterinario. A su regreso recibió muestras de cariño, aunque no de todos exactamente (quienes han pensado en Lucy, han adivinado). Antes de seguir, comparto una de las últimas cartas que Charlie Brown le hizo llegar a Snoopy durante su convalecencia en el hospital. Yo le diría a Charlie Brown, que hasta para recomendar un baño antipulgas se necesita mucho tacto, especialmente con Snoopy.

A CHRISTMAS CAROL * * * *

Jim Carrey como Ebenezer Scrooge, en la vertiginosa, hiperrealista y tridimensional adaptación animada de "A Christmas Carol".





El clásico cuento de Navidad de Charles Dickens, “A Christmas Carol” ha sido adaptado al cine en numerosas ocasiones. Han sido tantos los enfoques abordados, que incluso hay una versión con The Muppets y Michael Cane (1992). “A Christmas Carol” ha sido desde siempre una de mis historias predilectas, un cuento navideño de fantasmas tan adelantado a su tiempo (publicada en 1843), que es como una terapia freudiana para que un anciano, amargado y gruñón, encuentre el espíritu navideño. En realidad, creo que no importa la festividad religiosa, ya que “A Christmas Carol” podría ser aplicada a cualquier fiesta religiosa imaginable.

Robert Zemeckis realiza la enésima adaptación de este cuento de Dickens, en lo que sería su segunda película navideña animada con la hiperrealista técnica del motion capture. Es decir, esa técnica que ha puesto a los actores de carne y hueso a temblar, por el temor de que algún día sean substituidos por actores animados, que lucen reales y convincentes. ¿Zemeckis se animará a formar una trilogía navideña con The Polar Express (2004) y A Christmas Carol (2009)? ¿Cuál podría ser la historia que cerraría dicha trilogía? Por ahora, Zemeckis ya puso manos a la obra en una nueva versión de Yellow Submarine (1968), en tercera dimensión y con versiones animadas de The Beatles en motion capture.

La versión de Zemeckis de “A Christmas Carol”, por supuesto, es en tercera dimensión. Muchos puristas quizás vean algunas escenas como excesivas, por la misma espectacularidad que exudan. Por ejemplo, esos recorridos aéreos (sello personal de Zemeckis) que, en forma de planos secuencia, nos muestran una magistral recreación del Londres de mediados del siglo XIX. O también, ese viaje que el espíritu de la “Navidad Presente” le hace a Scrooge (voz, gestos y movimientos corporales de Jim Carrey), recorriendo escenas de la Navidad del presente volando en su casa.

No vi la versión en 3D, pero no sentí que esta espectacularidad, vertiginosa y cinemática, fuera molesta o estorbosa para la historia en la versión 2D, que he podido ver. La esencia y mensaje espiritual y navideño de la historia original siguió estando ahí, hasta el final. Zemeckis ofrece una película navideña que es, al mismo tiempo, una perturbadora historia de fantasmas. Es cierto, el hecho de tener a Jim Carrey dando vida a Scrooge hace inevitable que la película tenga un toque humorístico, de slapstick, en ciertos momentos de la película (Scrooge miniaturizado cuando es perseguido por el espíritu de la “Navidad Por Venir”, también encarnado por Jim Carrey). Aunque eso no evita que el realizador consiga una película con un toque psicológicamente complejo y aterrador. Nada más el episodio del espíritu de la “Navidad Por Venir” es como un minirelato gótico y espeluznante que, como sabemos, enfrenta a nuestro torturado personaje a atestiguar su propia muerte, y a ser condenado a la burla y al olvido.

Haciendo un poco de memoria, la historia cuenta cómo Ebenezer Scrooge, un solitario, tacaño y amargado anciano, que odia la Navidad por considerarla como una celebración absurda y estúpida, es visitado la misma noche de Navidad por tres espíritus: el de la “Navidad del Pasado”, la “Navidad Presente” y la “Navidad Por Venir” (todos interpretados por Carrey), previo anuncio del fantasma de Jacob Marley (Gary Oldman, quien también encarna a Bob Cratchit, empleado de Scrooge), su antiguo socio. El mensaje que aprenderá Scrooge después de este viaje sobrenatural y emotivo, es el de guardar la Navidad y, además, a reencontrarse con su lado humano y caritativo, si quiere evitarse serios cargos de consciencia con el sufrimiento y muerte de seres con los que está indirectamente involucrado.

El reparto es fenomenal. Además de Jim Carrey y Gary Oldman, se encuentran Colin Firth encarnando a Fred, sobrino de Scrooge; Bob Hoskins como Mr. Fezziwig, y la nada extraña participación de Robin Wright Penn, habitual en las películas animadas de Zemeckis.

++Lo mejor: Lo obscura y psicológicamente perturbadora que puede llegar a ser.
++Lo peor: Que su espectacularidad la condene a ser subvalorada.
*Próximamente en DVD y Blu-ray.

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