viernes, 5 de marzo de 2010

SABIAS QUE...

Imagen de Alice in Wonderland (1903), primera adaptación al cine del libro de Lewis Carroll.

Con motivo del estreno de la nueva versión de Alice in Wonderland, dirigida por Tim Burton (aunque por lo que he leído y escuchado, la película es más una especie de secuela de la historia original), no está de más revisar algunos datos curiosos sobre la primera adaptación al cine del libro de Lewis Carroll, producida en 1903.

-La película fue producida en Gran Bretaña, 37 años después de que se publicará el libro de Carroll, y fue dirigida por Cecil Hepworth y Percy Stow.

-Su diseño visual estuvo basado en las ilustraciones originales realizadas por Sir. John Tenniels para la primera edición del libro.

-Para el reparto, Hepworth escogió a su esposa para el papel de La Reina Roja, a su secretaria de producción para le papel de Alicia, a su gato como Cheshire el Gato, y su perro también tuvo una participación. El mismo Cecil Hepworth interpretó a Frog Footman.

-Como dato curioso, el perro de Hepworth se convirtió en una verdadera estrella del cine británico en aquel entonces, al aparecer también en la película de persecución Rescued by Rover (1905).

-Si bien dura nada más 12 minutos, esta primera versión de Alice in Wonderland fue de las películas más largas en su momento. Para los estudios de Hepworth, la película fue una especie de superproducción para los estándares de esa época. A la fecha, sólo se conserva una copia de tan sólo 10 minutos, restaurada por el archivo nacional de la BFI (British Film Institute). La premiere de esta copia restaurada, se realizó en la British Library.

++Esta joyita se puede ver en la página de The Auteurs.

jueves, 4 de marzo de 2010

FOUR ROOMS * * 1/2

Tim Roth es lo más rescatable en Four Rooms, un proyecto irregular que debe verse con las neuronas relajadas.




Antes de escribir esta crítica, estaba tentado a calificar Four Rooms (1995) como una película rotundamente fallida, con todo y que Tarantino participó con un cortometraje, caótico y sin mucho sentido. Aunque pensándolo bien, sería injusto si califico así un proyecto que no pretende ser más que una reverenda tontería, con personajes e historias que sobrepasan los límites de lo estúpido. Hay que aceptarla como tal, ya que sólo así la experiencia de ver esta película camp, ambientada en un famoso hotel, será medianamente soportable. La actuación de Tim Roth, chaplinesca y keatonesca en partes iguales, interpretando al bell boy del hotel, es lo que acabó gustándome más en Four Rooms. Tim Roth casi te hipnotiza con su galería de gestos, voces y movimientos, dando vida a un tipo que finge ser estúpido pero que, al final, revela toda su malicia e inteligencia, especialmente cuando se trata de ganar dinero.

La película está formada por 4 cortometrajes, que narran 4 historias que suceden en el hotel la noche de Año Nuevo. Todas ellas tienen en común a Ted, el bell boy en cuestión, quien irá metiéndose en un enredo tras otro, saliendo más o menos airoso de todos ellos. La estafeta le es transferida por un anciano bell boy, quien presume haber sacado a pasear a Rin Tin Tin. Se trata de un hotel viejo, pero con cierto aire de leyenda e historia. Gracias a Ted, la película mantiene cierta unidad. De no ser por este personaje, Four Rooms acabaría ahogada dentro de su propia irregularidad, con un amplísimo reparto de caras famosas. Madonna, Lily Taylor (una actriz que normalmente me gusta mucho) y Valeria Golino, entre otras, protagonizan “The Missing Ingredient”, dirigido por Allison Anders, sobre un grupo de brujas que llegan al hotel para realizar un ritual. Como el título indica, habrá un ingrediente faltante, simplemente escatológico, y el mencionarlo sería ya revelar mucho de la trama y de cómo solucionaran el problema las brujas. Baste decir que Ted estará ahí para ayudarles.

Tanto “The Missing Ingredient” como el corto de Tarantino, “The Man From Hollywood”, son los dos trabajos menos logrados. El de las brujas intenta con muchos esfuerzos ser gracioso, cosa que no consigue en ningún momento, y es predecible, ya que juega con la vieja fantasia del bell boy enredado con una atractiva huésped. Como historia es más sólida que la dirigida por Tarantino. En esta última aparece Bruce Willis, nada más dando gritos por todo el cuarto, una atractiva actriz (Jennifer Beals) que de lejos pasaría por Uma Thurman, así como un insufrible actor latino (Paul Calderon), que todo el tiempo quiere hablar como negro. Es decir, nada más faltó John Travolta y Samuel L. Jackson para tener al reparto de Pulp Fiction. Lo único interesante aquí, es que se rescata un viejo juego visto en un episodio de “Alfred Hitchcock Presents: The Man From Rio” (en realidad, titulado “Man from South”, de 1960 y basado en una historia de…¡Roalh Dahl!), protagonizado por Peter Lorre y Steve McQueen. En el juego, Lorre apuesta que McQueen no podrá encender su encendedor 10 veces seguidas en un minuto. El corto se pierde entre la verborrea de Tarantino y del resto de los personajes, con una cámara que casi todo el tiempo está recorriendo la habitación, hasta que lo mejor, el desarrollo de la apuesta y su humor negro, queda reducida a unos cuantos minutos finales.

Me gustaron mucho más el corto de Robert Rodríguez, “The Misbeheavers”, y el dirigido por Alexandre Rockwell, “The Wrong Man”. El trabajo de Rodríguez, protagonizado por una familia mexicana (con Antonio Banderas como el padre), es algo más redondo y políticamente incorrecto, con un par de niños bebiendo champaña, fumando, jugando con la jeringa de un junkie, el niño viendo un canal porno (en realidad nada más es Salma Hayek bailando en un diminuto traje) y…oliéndose los pies. Los niños hacen la vida imposible a Ted, y la gracia de todo reside en las llamadas constantes que le hacen a la recepción. El final tiene un buen ritmo y una edición trepidante, mientras que su revelador final (es decir, la fuente de ese mal olor) se extiende hasta fuera del hotel. Un grupo de chicas drogadas (Marisa Tomei entre ellas) juegan videojuegos en un apartamento. ¿Quién habrá dirigido este pequeño segmento? Es un misterio.

“The Wrong Man” tiene una historia inconsistente, y su gracia reside en darle vueltas y vueltas a su premisa: la confusión de un gángster borracho (David Proval), quien cree que Ted es el hombre con quien su esposa (Jennifer Beals) lo engaña, a quien tiene amarrada y amordazada a una silla. Aunque el realizador no consigue jamás llevar su premisa más allá de unos rutinarios diálogos, la mejor parte es la claustrofóbica escena en el baño, con una original manera de colocar la cámara. De hecho, si hay una idea central, no nada más en este, sino en todos los cortos, es precisamente lo claustrofóbico, el hecho de que Ted se vea metido en toda clase de embrollos dentro de los cuartos. “The Wrong Man” es el corto que mejor consigue transmitirlo.

++Four Rooms no se encuentra editada en DVD en España. Disponible en región 1 y en región 4.

miércoles, 3 de marzo de 2010

EL CARTEL

THE LOVELY BONES * * * 1/2
No ha tenido mucho éxito con la crítica The Lovely Bones, la más reciente película de Peter Jackson. Unos han considerado sus imágenes del paraíso celestial, en el que se encuentra temporalmente su protagonista, alucinantes, mientras que otros las consideran algo estorbosas, excesivas. Su cartel me ha parecido rescatable, en especial, por su inquietante idea de colocarnos como testigos de una escena clave en la película. Emplea simbolismos antagónicos simples. La obscuridad que rodea al personaje de Stanley Tucci, el asesino, acentuado con un cielo tormentoso y nublado. En tanto, el personaje de Soairse Ronan está rodeado de una luz celestial, de nubes con la luz de un idílico atardecer. Parece además que la chica ha descendido del cielo. Es un cartel con texturas interesantes, lo que lo hace todavía más atractivo (la plantación seca del campo, las mismas nubes, los árboles, etc.). La identidad del asesino se nos oculta parcialmente, y en contraposición está la expresión asustada de la chica. De alguna forma, este gesto nos hace estár más compenetrados con ella, y sentirnos ocultos a la vista del asesino. La perspectiva y la composición hacen que Stanley Tucci luzca de mucho mayor tamaño, lo que hace sentir a la chica todavía más vulnerable. Pero también he leído comentarios que consideran que la figura de la chica luce desproporcionada por este mismo efecto, que sus piernas lucen excesivamente largas con respecto al resto del cuerpo. Es cierto, aunque no siento que esto le haga mucho daño al resultado final. Diseñado por Michael Pangrazio y el despacho BLT & Associates, el cartel resulta memorable por la recreación de la escena a través de fotomontajes, y la paleta purpúrea está inteligentemente usada para crear un efecto melancólico.



UN PROPHÉTE (* * * * para ambos carteles)
De Un Prophéte me han gustado tanto el cartel francés original, como el estadounidense. El primero tiene incluso un cierto aire nostálgico de algún cartel de la Nouvelle Vague. El retrato que domina el cartel, en blanco y negro en alto contraste, es gráficamente atractivo. Su rostro, dividido por la sombra del enrejado en prisión, es lo que llama la atención en el primer vistazo. Y el alto contraste hace que en verdad duela ver el rostro y lo haga más vulnerable. Su rostro es devorado por la obscuridad de ese espacio en el que se encuentra ubicado, y el marco, con una textura que le da un efecto desgastado y viejo, contribuye a enfatizar ese efecto de encierro.

El cartel norteamericano se mueve por otros terrenos. Si algo tienen en común, es su apuesta por retomar un estilo de diseño antiguo. La gran diferencia, es que en el segundo cartel el protagonista aparece en una actitud diametralmente distinta, amenazador, alerta, seguro de sí mismo y con un revólver en mano. La idea básica, es dividir el retrato con unas barras de forma irregular y rojas. Al menos ese es el efeto visual que da a primera vista. Observándolo mejor, se trata más bien de unir varios pedazos de una fotografía, virada al rojo y sobre un fondo blanco. El efecto es intrigante, remite de inmediato a un thriller de espionaje. Podrá verse muy simple, pero el diseño tipográfico del título es muy bueno, en especial, por que su tipografía está perfectamente pensada para que la “A” inicial se una con el fondo, al igual que la “T” final. El cartel español retoma el cartel norteamericano, pero deja de lado todo lo gráficamente interesante de este por una idea de lo más convencional. Si hay algo bueno en este cartel, es el diseño tipográfico, sobretodo por esa navaja en el lugar de la “O”. Otro cartel más para la portada del DVD.

martes, 2 de marzo de 2010

PEANUTS, EL CINE Y LOS MEDIOS.


(Publicada originalmente el 25 de febrero de 1963)

Más vale tarde que nunca. Puede suceder que, meses después de Navidad, a uno se le olvide agradecer a uno o dos familiares que se molestaron en enviar un regalo por correo. Es extraño que Lucy no utilice el teléfono para darle las gracias a su abuela, pero lo que cuenta es la intención. Y no importa que su mamá haya tenido que insistir y recordárselo.

lunes, 1 de marzo de 2010

THE RAINMAKER * * * 1/2

Danny DeVito y Matt Damon forman equipo en la adaptación de "The Rainmaker".






Con un guión y realización de Francis Ford Coppolla, The Rainmaker (1997), adaptación al cine de la novela del especialista en suspenso Josh Grisham, resulta una entretenida película de juzgado. Su principal virtud, es no tomarse muy en serio. No quiero decir que los temas que plantea, como la violencia hacia la mujer, la irresponsabilidad y falta de ética de las grandes aseguradoras, así como el oficio y el ejercicio de la abogacía no sean importantes. Lo son y mucho. El caso es que, si bien me sentí involucrado con estos temas y el peso que tienen en todos y cada uno de los personajes, Coppolla sabe cómo combinar el melodrama y el humor de principio a fin.

Matt Damon resulta convincente como el estudiante de leyes, recién salido de la universidad, idealista y en búsqueda de su primera oportunidad laboral. Rudy, su personaje, acaba sumergido en un “mar de tiburones” al caer en un despacho de dudosa reputación, dirigido por un tipo de facha gangsteril (Mickey Rourke, que apenas y luce en un papel muy secundario). Rudy lleva dos casos: el incumplimiento de una compañía de seguros para con una familia, con su hijo enfermo de leucemia, y el ayudar a una chica (Claire Daines), que es enviada al hospital por las golpizas que le propina su marido, un caso tomado más como deber moral que otra cosa. Mejor que Mickey Rourke resulta, quizás, Danny DeVito, como Deck, el pequeño pero experto en todo tipo de casos, y aspirante a abogado. Digo aspirante, porque si bien tiene toda la experiencia del mundo, Deck no ha podido obtener el título de abogado.

Tenemos una dupla simbólica en Rudy y Deck: el del joven abogado quien ha estudiado a conciencia libros de leyes y pasado su examen profesional, que aprenderá que aquello no es suficiente si no se tiene la malicia que los años han dado a Deck. “Trata de no verte tanto como abogado”, le dice Deck, mientras recorren pasillos en hospitales para encontrar posibles “clientes” entre los convalecientes. Esto es lo que hace su amistad y relación profesional convincentes a lo largo de la película, que, si bien está realizada por Francis Ford Coppolla, no me ha parecido del todo perfecta. Desconozco la novela original, pero deduzco que hubo un punto, casi a la mitad, en que Coppolla no supo del todo como hacer una transición entre una etapa profesional de Deck y Rudy y otra. Es decir, es un momento en que parece que la película se dirigirá por un rumbo, pero toma otro completamente distinto. El personaje de Mickey Rourke parece desaparecer por completo, no hay consecuencias por un supuesto escándalo por fraude de su despacho, mientras Deck y Rudy, sin mayores problemas, pasan a una nueva etapa en sus carreras.

Reconozco que, con todo y que me ha gustado la película, es un trabajo menor de Coppolla. Pero siento que él fue consciente de eso, y que no pretendía otra cosa que un palomero filme de juzgado con mensaje final. Y quien posee la película en su última parte, no es Danny Glover como el juez impredecible en sus decisiones; tampoco lo es Damon con su involuntaria forma de seguir luciendo inexperto e inocente en la sala de juzgado hasta el final, ni lo es Danny DeVito como el apasionado Deck, sino Jon Voight, en su personaje de abogado defensor de la aseguradora. Voight posee en todo momento esa sala de juzgado, férreo, lleno de artimañas y verborrea, pero dispuesto a aceptar ser humillado por un joven principiante. Al final, lo que me ha parecido mejor en la resolución de Coppolla es que, contrario a la convencional película de juzgado hollywoodense, aquí nadie ha ganado. Todos han perdido algo, sea una millonaria suma de dinero, un ser querido, la dignidad, etc. Bueno, quizás Rudy ha sido el único que ganó algo: experiencia y malicia.

++El DVD no incluye ningún extra.

domingo, 28 de febrero de 2010

SABIAS QUE...

"¡Mierda! ¿El dedo 2 iba en la cuerda 1, o era el dedo 3?"





El cellista Ben Hong, de la Orquesta Filarmónica de los Ángeles, fue asesor, musicalizador y maestro de Jamie Foxx en la película The Soloist. Para enseñar a Jamie Foxx (quien ya tenía bases musicales en piano) a tocar el cello en tan poco tiempo, Hong utilizó un sistema basado en un código de números. Los números estaban escritos en un cartón, que se colocó frente a Jamie en las escenas en que tenía que tocar el cello, indicando la cuerda y el dedo que debía tocarla.

Avatar fue exhibida en formato 3D, pero pocos saben que en Corea se exhibió en... ¡4D! Esta versión incluye otra clase de efectos además del tradicional 3D, como efectos de viento.

Durante la preproducción de Titanic, su realizador, James Cameron, decidió calificarla como "Code Ice", para mantener el proyecto lo más secreto posible.

Siguiendo con James Cameron, los títulos de la mayoría de las películas que forman su filmografía como director siempre empiezan con la letra "A" o "T". Su próxima película, Battle Angel, romperá un poco con esta costumbre.

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