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Juntos Nada Más transmite un mensaje directo, como su título original indica: la importancia de la amistad, la preocupación por el vecino, resaltando la importancia de aquellos detalles que parecerían insignificantes, como un pequeño saludo al cruzarse en el patio, la invitación franca de Camille, que sobrevive como empleada de limpieza, a cenar en su apartamento para empezar una amistad con un tímido y excéntrico sujeto, Philibert (Laurent Stocker, notable), que admite ser Marqués de la Tubeliere, dos seres que acabarán unidos por un peculiar vínculo.
Basada en la novela de Anna Gavalda, la película de Berri está llena de estos detalles que la conv
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El trabajo de todo el reparto es intachable, empezando por Audrey Tautou, a quien de alguna forma se le siguen dando estos personajes estilo Amèlie (Jean-Pierre Jeunet, 2001), de chica bienintencionada y preocupada por los demás. La abuela de Frank, a pesar de su pequeñísima participación, se roba cada una de las pequeñas escenas en las que aparece. Pero quien se roba la película es Philibert, un personaje interesante y carismático, que aspira convertirse en actor y encontrar una mujer con la cual llenar su soledad, aunque antes deberá superar su tartamudismo. Eso lo hará no tanto con las interesantes terapias a las que recurre con un especialista, sino adquiriendo la confianza que necesita en sí mismo. Es en esos momentos y en los ensayos teatrales, de suma naturalidad, en los que el filme de Berri brilla, por encima de la más convencional y predecible trama de Camille.
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