jueves, 22 de noviembre de 2007

EL ORFANATO * * * 1/2



Belen Rueda.

Elegida para representar a España en la próxima entrega de los Oscares, dentro del rubro de Mejor Filme Extranjero, El Orfanato (México-España, 2007), primer largometraje del joven realizador catalán Juan Antonio Bayona, no ha sido (para mi gusto al menos) la mejor elección por parte de la Academia de Cine Española, para que España aspire a la preciada estatuilla dorada. Me agradó el trabajo de Bayona, aunque no me entusiasmó como yo esperaba esta historia de suspenso paranormal y de fantasmas, producida por Guillermo del Toro, con muchas referencias cinematográficas que van de The Elephant Man (David Lynch, 1980) a Poltergeist (Tobe Hooper, 1982).

No del todo perfecta, en especial en su guión, mucho se ha intentado comparar a El Orfanato con The Others (Alejandro Amenábar, 2001), pero la verdad he encontrado que una no tiene nada que ver con la otra. Es cierto que toda la acción de la película de Bayona transcurre en una residencia antigua, y que la protagonista principal es una madre angustiada y aterrada por los fenómenos paranormales que se van manifestando en la casa. Pero hasta ahí llega la relación de ambas. Al filme lo encontré más cercano a Poltergeist, con escenas y algunos personajes copiados de aquel entretenido filme fantasmagórico, al igual que su premisa argumental: un niño, Simón (Roger Príncep) es raptado por los espíritus de unos niños, que en vida habitaron en la casa tiempo atrás cuando esta era un orfanato, llamado El Buen Pastor.

Laura (notable Belén Rueda), madre adoptiva de Simón y habitante del orfanato cuando era niña, se dedicará a buscarlo desesperadamente por toda la casa, el pueblo y la playa cercanos, junto a su esposo (Fernando Cayo), sin tener señales del niño. La principal sospechosa es una anciana trabajadora social (Montserrat Carulla), que días antes fue a buscar a Simón para querer llevárselo. Sin embargo, no pasará mucho tiempo para que Laura se de cuenta que hay una fuerza paranormal detrás de la desaparición de Simón, al ver que los amigos imaginarios del niño son en realidad los fantasmas de los antiguos huérfanos. Uno en especial, con la cabeza cubierta con una bolsa, le sacará dos o tres sustos.

Cuales émulos de los investigadores de lo paranormal de Poltergeist, una médium (Geraldine Chaplin) y un investigador (el mexicano Edgar Vivar), irán a la casa para tratar de ayudar a Laura a encontrar a Simón, descubriendo hechos reveladores sobre tragedias y asesinatos ocurridos en la casa muchos años atrás.

No estamos ante nada nuevo, pero si algo sorprende de la película es la cuidada dirección de Bayona, basada en finos movimientos de cámara, en una elegante fotografía de Oscar Faura, en el gran desempeño de todo el reparto, en el bien asimilado estilo que el realizador tiene de Guillermo del Toro, como se ve en aquella escena del juego de Laura con los niños fantasma, mientras estos van apareciendo gradualmente, de lo mejor del filme. En cuanto a su forma, la película no tiene reproche alguno.

Si algo falla, es el guión inestable de Sergio G. Sánchez, con muchos altibajos. Después de una buena primera mitad, la película cae en un letargo algo cansado (diré nada más que es a partir de cuando Laura se queda sola), recuperándose hacia la parte climática. Además, el personaje del niño fantasma con la cabeza cubierta, queda perdido y sin mucho sentido en la trama, mientras el final de la historia no queda del todo bien resuelto.

Con todo y sus defectos, El Orfanato es un buen trabajo que vale la pena, en especial para los seguidores (como yo) de la filmografía de Guillermo del Toro. Las inquietudes temáticas del realizador mexicano están ahí presentes: los niños como los únicos seres capaces de entender y afrontar lo sobrenatural.

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