lunes, 19 de noviembre de 2007

CINESPAÑA: LA BUENA VOZ * * 1/2

El andaluz Antonio Cuadri (responsable del entrañable melodrama familiar y de crecimiento Eres mi Héroe/2003), ha sabido combinar en su corta filmografía encargos tanto para televisión como para cine. Entre sus recientes trabajos para la tele se encuentra La Buena Voz (España, 2006), telefilme que aunque en su guión sigue algunas convenciones de la telenovela más elemental, sorprende por una atractiva realización, filmando con cámara digital la historia de un taxista, Pepe (José Luis Gómez), encarnación del macho español, con su madre enferma en cama y que gusta ver el fútbol cómodamente en el sofá de su estancia, apenas haciendo caso a su esposa, Rosa (Pilar Velázquez), formando un maduro matrimonio sin hijos.

Paseando en su taxi por las calles de Bilbao, la película tiene una magnífica primera mitad. Cuadri demuestra mucha habilidad para sacar partido a la cámara digital, filmando de manera atractiva los recorridos en taxi de Pepe, poniendo la cámara igual dentro que arriba del auto, siguiendo al taxista en el supermercado, en resumen, demostraciones estilísticas que nos involucran y hacen participes de la rutinaria existencia del taxista. Somos un pasajero más en su taxi, un compañero indiscreto de su vida.

Un día cualquiera en su taxi, Pepe sufrirá un infarto. Aunque saldrá bien librado de esta crisis, se dará cuenta que su salud es delicada, ya que el corazón no le dejará de avisar que cualquier otro infarto podría ser fatal. Sus problemas no terminan cuando aparece Begoña (Klara Badiola), antigua amiga de Rosa y con quien Pepe sostuvo una intensa relación romántica, antes de comprometerse con su ahora esposa. Begoña vive en Barcelona con su hijo veinteañero, Jordi (Biel Durán), un chico homosexual y confundido que desprecia las insinuaciones y presiones de un antiguo compañero. Pepe descubrirá que es padre de Jordi y lo difícil será encontrar un lado paternal que nunca ha experimentado, pero lo peor para este taxista macho, huraño y frío, será también aceptar la homosexualidad de su hijo.

Escrita por Claudio Crespo y Carita Boronska, La Buena Voz (título tomado de una poesía de Antonio Machado) es un relato de vidas entrecruzadas y del ajuste de cuentas de un hombre con su pasado, que luchará por encontrar la tolerancia hacia su esposa y su hijo reaparecido. Sin embargo, la película es tan fría y seca como el propio Pepe, con el cual cuesta mucho trabajo empatizar y conectar. Luego de una primera mitad muy lograda, Cuadri nos deja con un simple y común telefilme, nada lejos de parecer una telenovela, para colmo resuelta de una forma muy apresurada, sin ver en qué momento Jordi, reconciliado y en paz con su propia condición homosexual, también logró lo mismo con su padre.

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