viernes, 21 de septiembre de 2007

CINESPAÑA: UNA PRECIOSA PUESTA DE SOL * * *

En la escasa hora y media que dura Una Preciosa Puesta de Sol (España, 2002), una abuela, su amargada hija y su nieta, se demostrarán afecto, un profundo cariño, para luego pasar al intercambio de reproches, discusiones, quejas, luego a reconciliarse para... volver a empezar. Puede parecer rutinario, pero el realizador Álvaro del Amo (Camarón, 2005) se las arregla para que en cada secuencia se nos revele algún detalle nuevo, alguna información interesante en la desencantada vida de estas tres mujeres.

Suena muy almodovariano el asunto y el guión, escrito por el mismo Álvaro del Amo, bien hubiera podido ser material para que el internacionalizado director manchego nos ofreciera una más de sus exploraciones tragicómicas al universo femenino. Sin embargo, del Amo opta por seguir caminos distintos al de Almodóvar. A través de una depurada y más que sencilla realización, nos lleva en el viaje que Rosario (Marisa Paredes magnífica como siempre), la abuela; Elena (notable Ana Torrent), su hija, y Beatriz (Marta Larralde), hija veinteañera de esta última, emprenderán a los Pirineos para hacer un ajuste de cuentas emocional-afectivo-existencial, del pasado, el presente y -si se puede- el futuro.

Rosario vive con Elena, afectada por una enfermedad y porque Beatriz no es tan buena nieta con ella. Se ha dado cuenta incluso que la chica hasta “cronometra” las contadas visitas que le hace. Beatriz, por su parte, es una chica independiente que busca una salida para huir del hastío de vivir con su madre y abuela. Ha dejado a su novio y podría estar embarazada. Elena, separada de su marido, es una mujer triste y amargada, quien vive en constantes discusiones con Rosario. Todas irán de viaje a los Pirineos llevadas por Elena, la cual, sin decirles la verdad, irá a reunirse con su maduro novio (Chema Muñoz).

Teniendo como telón de fondo hermosos paisajes, y haciendo uso la mayoría del tiempo de planos fijos, del Amo nos ofrece un melodrama femenino multigeneracional, dirigido con suma tranquilidad, sin mover mucho la cámara, ni perturbar con algún corte al momento de hacernos cómplices de las pláticas y discusiones que tendrán las tres mujeres, para siempre al siguiente día estar como si nada hubiera pasado, contentas, riendo, paseando, y acabarlo peleando de nuevo. Es decir, tal y como el título del filme indica, para del Amo las emociones de sus personajes estarán marcadas por un momento del día definido, sintiéndose en ellas lo feliz que es empezar un día, hasta lo pesado que es terminarlo.

Visto de esta manera, tal y como lo narra del Amo, el relato de Una Preciosa Puesta de Sol puede ser que nunca tenga un final tan satisfactorio como uno quisiera. Vamos, definido. Su resolución es optimista, y en los créditos finales uno está pensando que estas mujeres seguirán peleando y reconciliándose, pero lo verdad no se puede pedir más con el estupendo trabajo de cada una de sus actrices.

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